Las Profecías del Tarot

[Mentita]

¿Un bebé?. Se quedó con la duda atravesada en la garganta, porque cuando quiso formularle una pregunta, vio que el mago había desestimado cualquier tipo de resolución a sus inquietudes. Lo peor era que no podía obligarle a decir absolutamente nada porque tampoco quería mostrarse tan interesada en el asunto; así que decidió que, cuando salieran de allí, iría derecho a la fuente: Orión. Es decir, ella sabía que estaba por casarse con la mujer de toda su vida. ¿O ya se habían casado?¿Cuánto tiempo había estado ausente socialmente?. No, no. Se habría enterado, podría jurar que su amigo aún no contraia nupcias con la Malfoy.

 

- Creo que podemos caminar.

 

Candela sintió que le estaban dando un permiso que no había pedido. Es más, habia dejado de caminar por mera curiosidad a la profecía que estaban tratando de descifrar; mas no se quejó ni se opuso, mas bien lo tomó como una sugerencia en el momento justo, pues no se había olvidado de que había un ser que les pisaba los talones. Aunque sí le daba curiosidad, porque lo había notado, que se estuviese cuando ellos lo hacían y avanzaba cuando ellos lo hacían. Quizás, se le ocurrió, se tratase sólo de vigilancia, sino no lo entendía. Sobre todo porque por el tiempo que había transcurrido y ella y Niko seguían enteros.

 

- ¿Crees que eso sólo nos esté observando? -inquirió, en el mismo momento en el que el Tonks le hacía una pregunta.- No lo sé. -respondió con sinceridad- Supongo que estamos por averiguarlo, mira.

 

La Triviani le señaló hacia adelante, donde una luz de lo más extraña parpadeaba. Adivinaba que tendrían que llegar a ella para saber el próximo paso a dar; tras el primer paso, dudó, pero ya estaban allí y sabia que tenían que continuar. Fuere lo que fuere, lo que los había reunido en ese lugar, estaría esperándolos al final del pasillo que, aunque los invitaba con una tenue luz parpadeante, tenía tantas probabilidades de tratarse de una ofrenda de paz como de un agujero negro dispuesto a hacerlos desaparecer.

 

- Vamos pues. -siguió caminando, sosteniendo la varita en la diestra, sólo por las dudas.

[Niko Uzumaki]

- ¿Una luz? - Los dos caminaron rápidamente hasta llegar a una puerta que estaba seguro nunca antes había visto en este lugar - Esto es nuevo - Le dijo a la mujer pero sin esperar una respuesta empujó la puerta para ingresar. No estaba dispuesto a esperar un minuto más porque estaba deseoso de conocer el resultado final del trabajo que estaban haciendo - Debo averiguar quién me mandó acá - Pensó, no había olvidado que dicha situación había sido planeada por alguien y tendría que llegar hasta el implicado para hacerle un par de preguntas.

 

- Cassandra La Vidente - Orión moriría de la felicidad por ver a la mujer pero no era el caso del Tonks. Estaba sorprendido al reconocer el espíritu de la mujer en el cuarto y eso explicaba perfectamente lo que estaba pasando en la sala y porque todo estaba tan raro en dicho lugar. Ahora tendría que demostrar sus capacidades para poder obtener algo de ella. ¿Qué? Pues tendría que averiguarlo pero seguramente algo guardaba o no estaría ahí presente y pues al ser Vidente era fácil saber cómo impresionarla.

 

- El carro - Sin pensarlo tomó sus cartas del Tarot y salió la del Carro. Sus conocimientos en Adivinación le permitían interpretarla fácilmente - Esto representa el éxito en un viaje - Se detuvo un momento. El viaje no era un viaje como tal representaba la tarde en la que se encontraban en ese momento junto con la bruja. Era un viaje por la sala de las Profecías y las cartas le estaban indicando que tendrían éxito en el mismo - Al menos esto es bueno, tendremos éxito como indican las cartas - Dijo mientras las guardaba, esa no era su única forma de adivinar y tendría que mostrarle más a la mujer.

 

- También podemos interpretar el té - Dijo mientras tomaba un poco hasta dejar solo lo necesario para usar de nuevo Adivinación - El número dos en el borde derecho - Eso solo le indicaba una cosa y es que estaría más tiempo del que esperaba allí - Esto sugiere que nuestra tarea tomara al menos dos horas más, bueno es posible que sean dos días si soy honesto - No le gustaba lo segundo y habría preferido no decirlo pero debía ser claro y mostrar todos sus conocimientos o tal vez no sería dos días sino dos siglos.

 

- Y finalmente, la mano - Tomó uno de las manos de su acompañante porque se negaba a interpretar su propia mano. Esa sería su última demostración de Adivinación por el momento - Esta es al línea de la vida - Señaló una línea delgada pero evidentemente profunda - Representa que no morirá hoy - Una buena noticia al menos para ella. Su línea indicaba que tendría una vida larga así que al juzgar por su edad el rubio pudo concluir que moriría en muchos años y no era algo en el corto plazo. No quería darle más detalles porque consideraba era suficiente.

[Mentita]

― Cassandra La Vidente.

 

Candela se quedó unos segundos en la puerta antes de decidirse ingresar, no porque temiese el nombre sino porque desconfiaba de lo que encontraría allí. Entonces empujó la puerta del cuarto de luz parpadeando y descubrió que, la luz, no era tal sino que se trataba de la figura fantasmal de una antigua maestra de la Videncia. Claro, de allí el mote. La Triviani dio un paso a un costado, intentando pasar por el lado derecho del fantasma, pues veía una puerta a través de ella, pero una pared mágica se lo impidió. Cuando vio que el Tonks comenzaba con la interpretación de cartas y que, incluso, había tomado su mano, entendió que Cassandra era otro obstáculo en esa travesía. Permaneció en silencio, observando los gestos de la Vidente mientras Niko hablaba y, al cabo de un minuto, vio que no era favorable para ellos. ¡La tipa ni se había inmutado!.

 

― Esta es la línea de la vida. Representa que no morirá hoy... ―le escuchó decir a su compañero, y Cassandra mantenía un gesto inescrutable.

 

― A condiciones extremas, decisiones extremas. ―murmuró la Zíngara y ladeó la cabeza hacia el Tonks. En la sonrisa que dibujó en su rostro en ese momento podía verse las intenciones y, de haber podido evitarlas, quizás lo hubiese hecho. Sólo que Candela actuó rápido, quizás demasiado, y Niko no vio la daga plateada en la mano de la bruja hasta que el filo acarició su garganta.

 

El corte fue preciso y mortal. La Triviani no mantuvo la cuchilla hacia abajo, la sangre chorreaba en la hoja, y ella mantuvo la mirada al frente, en los ojos de Cassandra. Ésta contemplaba la escena con una sonrisa ladeada, por lo que la Zíngara se preguntó si no sería más bien un poco siniestra, le caía bien.

 

― Vea, señora. ―siseó la bruja, aprovechándose de que tenía la atención del fantasma― Llevamos un poco de prisa, pero podríamos hacer un trato para que nos deje seguir nuestro camino. ―pateó, sin querer, el cuerpo sin vida del Tonks.― Tengo basto conocimientos en muchos tipos de magia, uno de ellos es...

 

Candela mostró en alto su anillo de Nigromancia, llevaba muchísimo tiempo sin practicarla y le pareció un buen momento para sacar a relucir sus habilidad con esa magia. Acomodó el cuerpo inerte del Tonks boca arriba y colocó ambas manos sobre el abdomen, a unos cuantos centímetros de alto. Cerró los ojos, aunque no lo necesitaba porque aprendió a realizar el ritual mucho más rápido de lo que podría hacerlo cualquiera, pero suponía que así le daba algo de misticismo; murmuró una frase en un idioma ininteligible, que tampoco necesitaba pero por lo mismo que al principio. La verdad es que muchas veces no entendía porque la gente se complicaba con cánticos de otra era, además, si traer a alguien de la muerte era lo más fácil, aunque complejo para la víctima.

 

Cuando la gitana abrió los ojos, sintió un leve mareo que desestimó en cuanto oyó el dificultoso respirar de Niko.

 

― ¿Qué le parece un paseo entre los vivos? ―ofreció y luego sonrió, como si fuese la idea más sensata y maravillosa del mundo.

[Niko Uzumaki]

- A condiciones extremas, decisiones extremas - Fueron las últimas palabras que escuchó el Tonks antes de morir debido a la herida provocada por la bruja. Nunca había muerto y no era la sensación que esperaba pero al parecer la Triviani tenía otros planes y haciendo uso de sus poderes lo volvió a traer a la vida - Te odio - Apenas podía respirar y tenía que recuperarse un poco pero agradecía que lo hubiese revivido y esperaba nunca más lo volviera a hacer o tendría que tomar medidas extremas él mismo y no quería hacerlo.

 

- Esto servirá - Tenía su poción Felix Felicis junto con él así que tomó un poco. No era lo mejor para recuperar el aliento pero al menos le serviría para mejorar lo que estaba ocurriendo y tener un poco mejor de suerte. De repente comenzó a sentir la electricidad propia de la Videncia recorriendo su cuerpo y tenía claro lo que eso significaba en ese momento - Veo dos magos ganadores en el futuro, tal vez es un torneo de duelos - La capacidad de los videntes no era totalmente precisa así que sus predicciones nunca tenían muchos detalles. Al menos ahora tenían claro que habría un torneo de duelos pronto, aunque él no tenía planes de participar.

 

- Tengo otras habilidades mágicas para compartir - Esta vez comenzó a transformar su pelo de color pasando de rubio a un azul claro. Sus ojos también comenzaron a cambiar de color obteniendo un color miel que no era propio del Tonks. La Metamorfomagia era junto con al Animagia y la Oclumancia las habilidades que más apreciaba. Había jurado nunca aprender Nigromancia así que eso nunca estaría en sus planes ni en su conocimiento. Cassandra la Vidente necesitaba más de ellos y no entendía por qué quería hacerles mostrar todas sus conocimientos.

 

De nuevo se conectó con su Ojo Interior y abandonó al espíritu y a la Triviani. De nuevo estaba procesando información y la Videncia se estaba manifestando - Una familia tendrá una visita pronto y se quedará para siempre - Niko solo podía pensar en un bebé, no sabía quién recibiría dicha visita pero tampoco le interesaba saberlo en dicho momento. Esperaba que no fuera ni la Dumbledore ni la Tonks o se molestaría mucho con los culpables de dicho evento.

 

- ¿Cuánto tiempo tendremos que estar en esta situación? - Estaba comenzando a aburrirse porque el espíritu no decía nada y no le agradaba andar mostrando todo lo que conocía o sabía de dicha manera. Esperaba que pronto los dejara salir o tendría que comunicarle a la Ministra que sería mejor cerrar la Sala de las Profecías para siempre y dejar al espíritu sin visitas para siempre. Algo que seguramente no le agradaría a la Vidente porque quedaría exiliada.

[Mentita]

― Supongo que el necesario hasta que a este maldito fantasma se le antoje dejarnos pasar. ―susurró por lo bajo, en respuesta a su compañero. Esperaba que Cassandra no le hubiese escuchado, pues de ser así lo más probable era que los encerrara en esa habitación carente de cualquier tipo de ventilación y los dejase allí para siempre. Afortunadamente, La Vidente no dio muestras de haber oído nada de lo que dijo la gitana.

 

Los saberes de los que era dueña, como Conocimiento de Maldiciones, le permitieron saber si estaba en un ambiente con una amenaza próxima o si mantendrían la misma calma que había desde un principio. Por lo que Candela sabía, y sospechaba, el único peligro potencial allí era Niko y su posible venganza por haberlo matado y resucitado en cuestión de minutos. Y pues, eso no había cambiado, así que relajó un poco los hombros en señal de alivio. Mas continuaba en alerta.

 

Candela se había quedado observando al Tonks mientras presumía de sus habilidades y de la magia que podía realizar, y mientras él mantenía ocupada a Cassandra, la Triviani hizo uso de la habilidad de Animagia y tomó la forma de su animal: el murciélago. Rondó la cabeza de Niko e hizo lo mismo con el fantasma, aunque no pudo pasar más allá. Pensó, por un momento, que quizás de esa forma podría pasar pero no fue así. Usó su poder de rastreo en esa forma, para poder saber si más allá de la puerta que vislumbraba al final se encontraba algo más, pero algo -quizás un poder que aún no conocía- se lo impedía.

 

Al cabo de un rato de sentirse inútil por lo que había hecho, volvió a su forma humana y se sentó en el suelo mientras se vestía. Mantenía una sonrisa dibujaba en el rostro, se preguntaba cuánto tiempo estaría Niko lúcido, pues sabía que el morir y resucitar tenía secuelas un poco crudas para los revividos. Ella se había asegurado de que fuesen mínimas, desde luego, saber de Artes Oscuras era lo que ayudaba más en ese aspecto porque reducía bastante los efectos adversos de quienes permanecían, incluso, un minuto al otro lado de la vida.

[Niko Uzumaki]

- Las secuelas serían muy graves - Fue todo lo que el Tonks pudo escuchar al ingresar en la mente de su acompañante debido a su habilidad de Legilimancia que tanto le había costado aprender junto con la arcana Rosália. No quería delatarse porque necesitaba acumular más pensamientos de la mujer antes de darle a conocer a la Vidente lo que había aprendido en dicho momento. El Tonks seguía muy enojado ante los hechos y lo que había ocurrido en dicho lugar pero no permitiría que sus planes de venganza se dieran a conocer.

 

- Niko es el único peligro ante su posible venganza - El Tonks no había decidido abandonar la mente (haciendo uso de Legilimancia nuevamente) de la mujer que al parecer no había aprendido aún Oclumancia porque no notaba la presencia del mago en su interior. Era momento de aprovechar dicho punto débil para obtener información valiosa y bueno de pronto hasta información sobre cómo acceder a la bóveda de la Familia Triviani. Su venganza esperaba fuera mucho más personal pero no se enojaría en absoluto si podía añadir más galeones a su bóveda personal en Gringotts.

 

El Tonks siguió callado solo observando la situación. Esperaba que la Triviani hubiese obtenido información útil para sus propósitos en su forma animal y que pronto pudieran salir de dicho lugar. No sabía si sería posible ingresar en la mente de la Vidente pero tampoco lo quería intentar porque si algo salía mal podría terminar muerto nuevamente y no eran tan fuerte como para sobrevivir dos veces a dicho evento.

 

- Empiezo a aburrirme - Pensó, parecía en un evento de esos en los que los muggles exponen los talentos de sus perros o los propios y un jurado los califica. No le gustaba dicha sensación pero comenzaba a creer que Candela y él eran los que mostraban sus talentos (no los perros) y la Vidente era la jueza. Claro, no parecía una jueza muy interesada en darles comentarios positivos, bueno en realidad en darles comentarios porque no había dicho nada hasta el momento.

 

- ¿Será que algún momento nos dirá algo? - Pensó, esperando que la Triviani o él pudieran encontrar la manera de salir de allí y pronto porque tenía muchas cosas que hacer como para andar perdiendo el tiempo con un fantasma que no le daría nada útil. Bueno, tal vez sí pero aún no había logrado descubrir qué sería lo que les daría porque no pensaba irse con las manos vacías de dicho lugar después de todo lo que había realizado.