Vino Tinto

[Balderik Von Alexandros]

"Sentir,
sentir que tu mano es mi caricia,
sentir que tu sueño es mi deseo,
sentir que tu mirada es mi descanso,
sentir que tu nombre es mi canción,
sentir que tu boca es mi refugio,
sentir que tu alma es mi regalo.
Sentir que existes...
sentir que vivo para amarte.


Te contaré deseos en tus labios,
el placer será mi arma para soñar,
recorreré tu alma
y secuestraré tu amor.
No habrá rescate:
sólo la pasión. "

Escribía en el pergamino con la pluma en mano, el castaño llevaba días sin dormir bien, sin poder pensar en otra cosa que no fuera ella. De pronto la emoción de aquella nota le llenaba de emoción y adrenalina al saber que la leería. Su mirada se perdió en la negrura de la noche que en ese momento adornada la pequeña cabaña de donde escribía. Las estrellas eran cómplices de lo que planeaba hacer con ella, siendo fieles al delirio de amor que no podía ocultar más. Ella era su pensamiento, su sentir y su ser aunque nunca se lo hubiera confesado. Habían pasado dias desde su encuentro con ella en su fiesta de cumpleaños. De igual manera de ver en su local de vinos aparentando ser otra persona, pero en todas ellas al sólo verla su corazón latía demasiado, extasiado porque sólo le regalaste una mirada, una sonrisa o unas palabras. Con ello era feliz, a pesar de creer y ser una persona fría y oscura, claramente el amor en esas cuestiones era ciego.

¿Realmente le amaba? No lo podía definir con esas palabras, el amor era simple y a la vez tan complejo que nadie jamás tenía la razón sobre eso. Pero de algo estaba seguro, que sentía algo por ella, algo que le provocaba en su ser el tenerla cerca a cada momento, que sólo estuviera para él y nadie más, egoísta podría ser pero no podia negarlo en absoluto si deseaba tenerla sólo y para él. Su mirada se concentró en el pergamino, se puso de pie al tener lista la nota, sólo que esperaba aceptará en venir a su encuentro apesar de ser una nota anónima.

Salió de la cabaña con la vista de un algo frente a él y en la otra orilla un bosque frondoso y tupido, detrás de su cabaña todo lo que era la vista estaba rodeado de árboles, lejos de visitas estorbosas y lejos de la gente que juzgarian su relación. Frente a la cabaña habia un camino iluminado y adornado de antorchas en altos palos de madera. Con el sonido de insectos en la relajación de la noche, había prevenido de peligros el Von Alexandros, para que su llegada no fuera convertida en tragedia. Con la luz de la luna como testigo de lo sincero que era su sentir por ella.

Terminó de escribir la nota, la coloco en una de las patitas de un búho junto con una rosa de color roja, con pétalos grandes alrededor. El búho recibió indicaciones para entregar su petición y emprendió vuelo. Kraven le vio volar y perderse en la noche con dirección a su amada. Dentro estaba todo listo para una velada inolvidable pero con el temor de que no aceptará venir a su encuentro, entonces su corazón se destrozaron por dentro si era posible.


La nota al final decía...

"Toma está rosa roja solo para ti, es un t raslador, tengo preparada una velada para los dos, sólo diré que me conoces. Por favor acepta... K"

[Ada Camille Dumbledore]

El violin resonaba por los techos del Chateau Dumbledore, las notas de el salían con el dolor y la lágrima que la melodia llevaba en sí, la torre sur del edificio parecía vibrar con cada nota salida del stradivarius azul que la Veela tenía en sus manos. La silueta de una mujer rubia envuelta en un vestido rosa largo y descalza, sus ojos cerrados y su rostro suavemente contraído por la música que soltaba su instrumento, sentada sobre aquel techo de la torre donde desde niña le encantaba subir a escapar de todos. Con tranquilidad terminó las últimas críticas notas de su melodía y fijo la vista en el horizonte.

 

Un pequeño punto oscuro empezó a crecer y le pareció bastante extraño, luego logró ver al ave acercándose:un búho que tenía una rosa roja en el pico y en su patitas una nota. El rostro de sorpresa de la rubia se dejó ver y miro al ave, con su mano acarició su cabeza antes de tomar la nota en su mano, la desenredo con cuidado y leyó el pergamino se llevó la mano a los labios con sorpresa por las palabras que parecían mostrar una melodía del alma, se dijo entonces en el ave y tomó la rosa en la mano. Las imágenes distorsionadas, un sonido seco y se encontró en medio de un bosque al lado de un lago, en el lugar una cabaña. Hacia frío y con cautela tomó su varita del portavarita de su muslo, en su mano izquierda. Miró a todos lados, la rosa iba en su manos derecha. Con calma avanzó hasta la cabaña, un leve viento movió los árboles y la recorrio un escalofrío.

 

Ahora estaba espectante de quien había enviado aquea nota y le había hecho esa invitación.

[Balderik Von Alexandros]

El plan de momento habia funcionado, sintió el cambio en el ambiente cuando ella arrivo al lugar. Estaba dándole la espalda por un momento y entonces se giró para acercarse hacia ella dando algunos pasos. Ada Camille Dumbledore lucia radiante hermosa bajo la luz de la Luna. Kraven llevaba sólo una playera blanca al igual que unos pantalones blancos, de un estilo casual, donde el clima templado sin frío ni calor era perfecto para ellos dos. No nescesitaba estar ellos super elegantes, ya que de poco serviría la ropa para amarla completamente, sólo sería un estorbo entre los dos.

 

--Espero no haberte asustado con mi anonimato, luces tan hermosa Ada, demasiado-- Sin miramientos, sin formalidades tomó el rostro de la francesa con ambas manos y besó sus labios con intensidad, perdiéndose entre su suavidad. Sus lasbios se movian junto a los de ella saboreando su labio inferior y luego el superior, uniendose en una batalls entre sus lenguas. Sus manos tomaron la cintura de la francesa por unos segundos electrificandose de placer al sentirla Probablemente esperaría un ataque , muestra de algun enfado o rechazo, por haber sido tan agresivo pero el sólo estar separados por las rutina o simplemente no tenerla entre sus brazos le mataba el corazón y la razón.

 

Se separo de ella para dejarle respirar, tomo de la mano a Ada y le guió dentro de la cabaña, pasando por el camino iluminado de antorchas altas. Al abrir la puerta una chimenea estaba encendida con su fuego bañando de calor todo el lugar. Velas y algunas iluminaciones modernas de una luz amarilla alumbraban toda la cabaña sutilmente. Frente a la chimenea estaba en el suelo tendida una alfombra de un pelaje espeso casi como un colchón. Y a un lado dos botellas de vino y una canasta con comida. Más alejado del centro estaba una cama grande de mantas blancas. Kraven le encaminó para llegar hasta la alfombra le giró para mirarse ambos a los ojos.

 

--Estamos completamente solos, he hecho todos los arreglos para ello pero quiero que sepas que si no estas cómoda puedes decírmelo y marcharte si lo deseas... yo Ada en verdad estoy deseando pasar una velada agradable a tu lado y sólo para ti... y no quisiera que te fueras nunca...--

[Ada Camille Dumbledore]

El lugar era un lago rodeado de frondoso bosque, una cabaña en medio de él, pero no reconocia el lugar do de estaba. La silueta de un hombre no se veía muy lejos, llegando hasta allí vi como caminaba hasta a mi con gran emoción, mayor sorpresa para mi descubrir que era Kraven. Después del momento que habíamos pasado en el local de vinos, lo cual había sido bastante singular, no pensaba que quisiera verme.

 

Sus palabras salieron presurosas de su boca, sus labios anhelante besaron los míos, sus manos con confianza agarraron con fuerza mi cintura y me aferro a él. Había descubierto en Kraven una persona diferente al Canciller que había conocido por razones políticas, ese día en el local de vinos el hombre se había mostrado como era y una chispa se había encendido en mi. Cuando detuvo el beso, me quedé unos instantes con los ojos cerrados tratando de no despertar del sueño, abrí los ojos y me encontré con dos abismos de color avellana llenos de ansiedad. Me llevo con prisa a la cabaña, era un lugar sumamente acogedor: la chimenea crepitaba en el fondo, unas copas de vino y algunos entremeses sobre una mesa. Frente a la chimenea un mullido tapete, que invitaba a disfrutar allí del fuego y de la compañía.

 

Todo era simplemente precioso, pero aún mi mente no entendía del todo lo que estaba pasando ni cuando había empezado todo esto. Volvía a hablarme con prisa, era muy singular cuando se mostraba como era. Puse mi mano en su mejilla y lo mire a los ojos para que me prestara atención.

 

-Es perfecto Kraven... Tu lo eres. se que esto no tiene ni pies ni cabeza, pero no hay que buscarselos

 

Con la varita que la llevaba en la mano izquierda cerré la puerta tras nosotros. Suspiré mientras le sonreía a aquellos ojos que fulguraban mirandone. Deje mi varita en mi portavarita del muslo y con la rosa aun e la mano derecha lo guíe hasta el tapete frente a la chimenea, le guíe para que se sentará frente a mí y me puse de rodillas frente a él.

 

-Aún no se que siento, porque lo siento, ni como es que lo siento, pero el amor solo aparece y no te pregunta... No quiero forzar nada, solo quiero averiguar que me atrae de ti

 

Deje la rosa sobre el tapete y mis manos le rodearon el cuello, mi rostro estaba a centímetros del suyo y bese con suavidad sus labios, en un beso profundo e íntimo. Ahora había bajado la guardia y me había entregado al sentimiento.

[Mackenzie Malfoy]

@@Kraven Von Alexandros

 

Los roles activos de Honeydukes han sido movidos al subforo El Maletin de Newt para evitar tirarlos.

 

Disculpad las molestias.