Madeja de ideas...madeja de historias

[Anthony R. Dracony M.]

Abrió los ojos...es muy fría la mañana pero con las mantas de pluma y la chimenea ardiendo toda la noche, la calidez le regocija enormemente. hoy no hay planes específicos que realizar pero decide iniciar este día, el séptimo del último mes del año...¡Cuantas ganas de iniciar el nuevo año! al pasar al lado de la chimenea, nota que los maderos están por apagarse, hace el joven mago un movimiento ligero con su mano y envía una llama de fuego que brota de su mano, esta llama cae sobre uno de los maderos y prende con fuerza para satisfacción del propietario del atelier.

Siendo normal una ola gélida en esta temporada, el ojimiel viste ropas que le resguarden sin problema del clima, musculosa debajo de la camisa, chaleco, abrigo, bufanda, botas y guantes, baja las escaleras, el elfo domestico dejo el desayuno alistado en la sala, quizás se encuentre abriendo el local...tan servicial el que más tiempo ha colaborado en sus locales. Cierto, debe ir a dar una vuelta a sus otros locales, ha dejado en manos de los elfos, el atender a los clientes y demás...

El peliverde sale a la calle, el local de cabañas en renta está tan cercano como la miscelánea, quizás deba ir primero a está, al ser el local más pequeño, terminará pronto de ver como anda. Sus ojos captan los cambios que comienzan a proliferar por todas partes...luces, adornos, sonrisas...mete sus manos a los bolsillos de su abrigo y suspira hondo...ignorar será la mejor estrategia... aunque recuerda como a sus trece años le hizo emoción mirar la nieve y explorar el callejón Diagón con todos aquellos locales rebozando adornos y alegría...

A su memoria viene la librería de Darla y Sebas, es...como cuando recuerdas una comida única y especial...sabes que la disfrutaste pero el sabor es algo que escapa por el transcurrir del tiempo...un repiquete se escucha en una de las aceras, es un papá Noel tocando una campana para llamar la atención de la gente, "Recolecta para los niños pobres"....¿En serio?

Toma el extremo de su bufanda para dar una vuelta más sobre su cuello...cuando fue niño trabajo por sus primeras monedas, era pobre, pero con esfuerzo logro amasar una pequeña fortuna...les convendría más aprender que es con esfuerzo y dedicación que se logra las metas...

Cambia de dirección para evitar al papá Noel y este nuevo trayecto le lleva a una nueva calle que no pertenece a la Comunidad que conoce...mucho ruido, mucho bullicio, mucha gente...¡Muggles! molesto gira en la primera esquina, pero solo para mirar como la cantidad de gente no mágica aumenta...hablan de la próxima navidad, sus regalos, sus cenas, los intercambios, la fiesta...sus caras sonrientes son como bofetadas de manos frías sobre su cara...    

Una pequeña envuelta en pieles, pide a gritos a su madre que le lleve a depositar su "carta" a Santa...de buena gana le estrangularía...a duras penas se contiene y con discreción saca su varita, la usa para realizar el hechizo de brújula...por fin puede hallar el camino a la miscelánea pero ya no para revisar el local, sino por una nueva idea loca...una idea que le hace sonreír.

 Llama a Kristoff, el elfo que le regalo su padre, el elfo hace una reverencia tan pronunciada que parece querer besar el suelo...el mago nigromante pide que vaya a los buzones en Londres Muggle y haga desaparecer las cartas a papá Noel. El elfo. ni tardo ni perezoso, fue a cumplir la orden, pero...¿Cómo dar con las cartas a ese señor?...pronto hallo lo que pensó, era la mejor opción: desaparecer los buzones...la elfina Tami le observó cuando desapareció uno de esos buzones rojos en la acera...su magia elfica evitaba que los muggles le vieran pero...el pánico cundió por la desaparición de cada buzón que se reportaba "desaparecido".

No solo Tami vio a Kristoff, otro de sus iguales también fue testigo de aquel ataque silencioso, corrió como "venado" ante la cercanía de un cazador.... quizás a reportar a su amo o ama lo que sus ojitos miraron con asombro...ella también volvió al hotel donde trabaja y escucho a algunos magos en el comedor, reían divertidos por aquella ocurrencia pero decían que mejor sería atacar las oficinas de correos...y no solo en Londres, sino en la mayoría de los países alrededor del mundo...

Aquella noticia "corrió como reguero de polvora" y el peliverde habla con varios conocidos para efectuar aquellos ataques, una huésped recién llegada al hotel, le llama para comentarle, que ella a escuchado hablar de Befana, una bruja que habita Paris y que tal vez debería ir a visitar...Ryvak se pone a pensar, si será conveniente ir ahora a buscar a aquella antigua bruja o seguir con su plan de atacar las oficinas de Londres Royal Mail...