Marge Shunpike

El muchacho se presentó como Anastacius, y parecía tener buenas intenciones y ganas de empezar a trabajar. Como Sunar no llegaba y no tenía sentido perder el tiempo, supuse que sería bueno comenzar a dar algunas pequeñas explicaciones al nuevo aprendiz.

- Bueno, mientras seas aprendiz, realizarás tus primeras inspecciones con ayuda mía o de Sunar, para que aprendas el procedimiento y una vez que lo entiendas ya podrás hacerlo por tu cuenta.

Luego le entregué una lista* que detallaba qué era cada plaga y cómo debía eliminarse. Este era un elemento muy importante a tener en cuenta, aunque tampoco era necesario estudiárselo.

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OFF:

*La lista te la mando por mp

Llegué al Ministerio bastante agitada, porque sabía que tenía que reunirme con mis empleados y se me estaba haciendo un poco tarde. El ascensor no ayudó mucho a acelerar el proceso, pero era algo que había que soportar de vez en cuando. Al llegar a la Agencia, me dirigí rápidamente a mi oficina.

Dejé las fichas de la última inspección que había hecho, guardándolas en un folio bastante lleno de papeles de proveniencia dudosa.

Yo, Marge Shunpike, Jefa de la Agencia Consultiva de Plagas, certifico que el negocio "La Taberna de la Tia" se encuentra libre de plagas y por ende no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

Formulario de Eliminación de Plagas Mágicas

 

 

-Nombre del Negocio: **=La Taberna de la Tia=**

-Link al tópic de registro del negocio:¿Esto es mágico?

-Plaga a eliminar: --

-Nombre del responsable: Valentine Crowley Vladimir

Tanta era mi distracción que no reparé en que había alguien más en esa habitación. Al voltearme, me encontré con un joven que estaba esperando, y supuse de inmediato que sería el nuevo aprendiz de la Agencia. Lo saludé cordialmente y me disculpé por mi actitud prepotente.

- Mi nombre es Marge, ¿ el tuyo?. Pronto te contaré cómo trabajaremos y ya podrás ponerte a realizar tus primeras tareas. Sin embargo tenemos que esperar que llegue quien será tu otra compañera, Sunar.

Le expliqué algunos pequeños detalles, y luego asomé mi cabeza fuera de la puerta. Corrí al cubículo de Sunar y le dejé una nota, para que supiera que cuando llegara se acercara a mi oficina.

Yo, Marge Shunpike, Jefa de la Agencia Consultiva de Plagas, certifico que el negocio "La Taberna de la Tia" se encuentra libre de plagas y por ende no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

Al poco tiempo de haber convocado la reunión, apareció Sunar, que parecía bastante apurada. Me miró unos segundos, y estuve a punto de comenzar a explicarle algunas cosas, pero antes de que yo pudiera decir algo ella hizo un gesto sorpresivo y comentó que había recordado que tenía que hacer una inspección.

Se fue de la oficina tan rápido que apenas pude comprender la situación. Otra vez me encontraba sola , y como sabía que los demás tardarían en presentarse, pensé que sería buena idea imitar a mi compañera y realizar una inspección también, después de todo, andaba atrasada con el trabajo.

Tomé mis cosas improvisadamente y me dirigí al ascensor. Me esperaba una tarde agitada...Pronto salí del Ministerio.

Había sido un día común y corriente, de trabajo y rutina. Sin embargo pronto llegó la noticia que tanto había estado esperando y no pude más que sentirme bien por dentro. Tenía miedo, claro, como cualquier lo tendría, pero era algo que debía afrontar. Ahora yo sería la jefa de la agencia de plagas, y me sentía capaz.

Comencé a dar vueltas sin saber a dónde ir, cómo manejarme, y lo primero que se me ocurrió es que debía hacer una pequeña reunión con los empleados, para comentarles la nueva noticia y organizarnos. Así que me asomé al pasillo y fui tocando las puertas de sus cubículos, avisándoles que me fueran a ver en un minuto.

Mientras estaba sentada frente a la mesa llena de papeles, pensaba en cómo sería todo desde ese momento. La verdad es que no me sentía diferente, pero algo tendría que cambiar seguramente.

Miré el techo y seguí esperando a que llegaran mis compañeros.

Llegué al Ministerio con un sentimiento extraño. Después de los acontecimientos sucedidos todo el clima del lugar estaba en expectativa. Y me encontré muy distraida, el ascensor dio varias vueltas y yo olvidaba bajarme. Cuando por fin pude llegar a mi cubículo, dejé las fichas de la inspección que había terminado de hacer.

-Nombre del Negocio: Tienda P.B. de Material Escolar

-Link al tópic de registro del negocio: http://www.harrylati...showtopic=96554

-Plaga a eliminar (dejar en blanco en caso de no haber): Doxys

-Nombre del responsable (persona quien llena el formulario): Sagitas E. Potter Blue

 

Yo, Marge Shunpike, dejo constancia de que la Tienda P.B de Material Escolar se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike, Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Sin embargo, no les di mucha importancia. Tenía muchas cosas en la mente, problemas que no tenían solución. Aún así, el estar en mi lugar de trabajo me daba algo de satisfacción. Cerré mis ojos e intenté descansar por unos minutos.

Yo, Marge Shunpike, dejo constancia de que la Tienda P.B de Material Escolar se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike, Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Marge Shunpike - Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Para quitar dudas, subí a las otras plantas y revisé. El lugar parecía limpio y al ver eso me extraño el hecho de que hubiese doxys, ya que no había otras plagas. De cualquier manera, todo podía pasar. Mientras todo estuviera bien cuidado, contribuía a evitar que criaturas indeseadas habitaran allí.

Bajé nuevamente a planta baja y avisé que no había nada de qué preocuparse. Luego busqué entre mis cosas una ficha, para dejar constancia de que el lugar se encontraba libre de plagas.

- Aquí les dejo esto. Gracias por atenderme y espero haberles sido de ayuda.

Yo, Marge Shunpike, dejo constancia de que la Tienda P.B de Material Escolar se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike, Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Salí de allí lo más pronto posible para no seguir molestando y me sumergí en el callejón.

Marge Shunpike - Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Al parecer se habían preocupado mucho por el chico que había sido mordido. Yo supuse que nada malo ocurriría, ya que ya había pasado una hora y si no le había causado problemas, todo estaría bien. Me hicieron entender que los doxys estarían en la primera planta.

- Revisaré la primera planta. - dije, con alguna que otra duda. - Después si quieren revisaré lo demás.

Comencé a subir las escaleras. Para estar preparada, saqué mi varita y el doxycida, uno en cada mano. Al llegar a la primera planta, me encontré con un silencio crudo. No parecía haber ninguna criatura allí. Eché un vistazo profundo, pero luego me arrepentí. De atrás de una puerta salieron volando una docena de doxys, sorpresivamente.

Cada vez los tenía más cerca, por lo que comencé a moverme rápidamente, de un lado a otro, para desorientarlos. Luego usé el doxycida, lo esparcí por todo el lugar. Pronto algunos de ellos comenzaron a volar de manera extraña y cayeron. Pero aún quedaban algunos que no se rendían. Tomé con fuerza mi varita y dije Petrificus Totalus. El rayo salió disparado hacia las pequeñas criaturas que quedaban y las mismas cayeron al suelo. Luego, les apliqué el doxycida.

Después de descansar un poco, bajé a la planta baja y conté a los presentes cómo me había ido.

- ¿Desean que revise otras plantas?

Marge Shunpike - Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

recibieron amablemente, y me explicaron la situación. Al parecer, a una de las personas allí la había mordido un supuesto doxy en la mano. Al acercarme al muchacho vi que tenía una marca roja muy desagradable, con muchos puntitos y todavía un poco sangrante. Supuse que efectivamente sería un doxy, por la cantidad de dientes que tienen.

- ¿Hace cuanto te mordió? Estoy casi segura de que fue un doxy, como pensaban. El chico debe tomar este antídoto de inmediato. - dije, mientras sacaba de mi bolso un pequeño frasco y se lo entregaba.

En realidad la mordida no parecía profunda, pero mejor prevenir que curar. Empecé a examinar con más detenimiento el lugar. No parecía haber nada allí, pero el negocio tenía muchos pisos. Seguramente la plaga estaría situada en alguno de ellos.

- Antes que nada, por favor llenen este formulario.

Formulario de Eliminación de Plagas Mágicas

 

-Nombre del Negocio:

-Link al tópic de registro del negocio:

-Plaga a eliminar (dejar en blanco en caso de no haber):

-Nombre del responsable (persona quien llena el formulario):

Luego pregunté dónde pensaban que estaban los doxys, para poder comenzar la inspección. En mi mente el único deseo que tenía era que no fueran demasiados, ya que se volvían difíciles de controlar.

Marge Shunpike - Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

El Callejón Diagon me mareaba, siempre que iba por allí. Me costó un poco encontrar el negocio indicado, pero luego de caminar y perderme por algunos lugares oscuros, lo encontré. Al entrar, noté que estaba bastante bien organizado y parecían estar trabajando duro.

Me acerqué y de repente vi a Sunar, mi compañera en la Agencia, y me di cuenta de que ella había mandado la nota. No sabía a quién tenía que dirigirme pero me presenté.

- Hola, mi nombre es Marge, de la Agencia de Plagas. Me informaron que había una posible plaga, ¿de qué se trata?

Eché un vistazo rápido al lugar, en busca de signos visibles de alguna criatura, pero preferí esperar a que los dueños me dijeran lo que sabían.

Después de varias horas sin trabajar, me sentía muy relajada. Era reconfortante y a la vez me sentía extraña. Me parecía que el tiempo pasaba cada vez más lento y me di cuenta de que lo que realmente quería era ocupar mi mente en algo, en alguna nueva tarea.

Comencé a recorrer el pasillo de la agencia, varios trabajaban, dando vueltas. Yo esperaba encontrarme con alguna cara conocida, pero vi algo más interesante. Sobre una mesa llena de papeles, había uno que resaltaba, y lo había visto por casualidad porque llevaba mi nombre escrito: era una petición para una inspección en una tienda.

La suerte se había puesto de mi lado y me había dado lo que deseaba. Tomé mis cosas, respiré hondo varias veces y salí del Ministerio lo más rápido que pude.

Entré al Ministerio y me sentí como una extraña que estaba allí por primera vez. Había dejado mi puesto de trabajo hace algunos días para estar en la Reserva, y ahora volvía, luego de realizar otra inspección a una mansión. Tenía muchísimas ganas de descansar, pero primero debería organizarme.

Tomé el ascensor y pronto llegué al cuarto piso. No miré a casi nadie en mi travesía por los pasillos. Me concentré en buscar la llave de mi cubículo, que estaba metida quién sabe dónde. Una vez que la encontré, la usé y pude sentir ese olor tan característico que tenían los papeles acumulados y las sillas de cuero. Me desplomé sobre una de ellas y luego apoyé los formularios de mi último labor.

Formulario de Eliminación de Plagas Mágicas

 

-Nombre de la Familia: Familia Macnair

-Link al tópic de registro de la Familia: http://www.harrylati...showtopic=89275

-Plaga a eliminar (dejar en blanco en caso de no haber): --

-Nombre del responsable (persona quien llena el formulario): Bree Jenkins O'Flaherty

Yo, Marge Shunpike, dejo constancia de que la Mansión de la Familia Macnair se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike, Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Una vez que los enganché y guardé en un folio, corrí al despacho de mi jefe y los dejé allí, para que los viera cuando regresara, si es que lo había hecho. No había visto a ninguno de mis compañeros y no sabía dónde estaban...

Volvía caminando muy cuidadosamente, tenía miedo de cruzarme con cualquier tipo de criatura que pudiese lastimarme. Estaba casi llegando a mi destino cuando caí en la cuenta de que no tenía mi bolso conmigo. Me desesperé totalmente y me volví loca con la sola idea de volver a la cueva a recuperarlo. Sin embargo, debía hacerlo, tenía cosas importantes allí.

Así que volví rápidamente sobre mis pasos. Al llegar a la entrada de la cueva, saqué mi varita, aunque sabía que no habría peligro mientras bajaba. Podía sentir como la tierra volvía a pegarse a mis piernas. La humedad también me atacaba, haciéndome sentir cansada.

Llegué al punto más bajo y me agaché, ya que no sabía donde estarían los basiliscos. Afortunadamente, ya estaban alejados por lo que pude presumir, y mi bolso estaba bastante lejos pero nada que un Accio no pudiera solucionar. Pronuncié estas palabras y el bolso llegó a mi en menos de un minuto.

Estando más tranquila, pude volver a salir sin problemas. El camino me parecía más corto ahora que había pasado toda dificultad, me sentía más segura.

- Espero que mis compañeros estén bien. - murmuré por lo bajo para mi misma. - Aunque no deben tener problema, no son tan cobardes como yo.

Después de caminar un rato más, llegué al lugar donde nos habíamos encontrado todos al principio. No había nadie allí y me sentí un poco sola, pero mientras esperaba a que alguien apareciera, me puse a revisar mis pertenencias, para verificar que no faltase nada.

Pensé que lo mejor sería calmarme y hacer silencio. Después de todo, no había un límite de tiempo para terminar mi trabajo y aunque lo hubiese habido, me importaba más mi bienestar. Los basiliscos parecían haberse serenado, aunque sea un poco, a pesar de que seguían merodeando, curiosos. Esperé pacientemente.

Los minutos pasaban y el ambiente me parecía cada vez más pegajoso y húmedo. Estaba sentada tras unas rocas, por lo que era difícil que me vieran. Para mayor seguridad, me acurruqué. Luego, con cautela, miré hacia atrás. Las grandes serpientes se habían alejado bastante y parecía no haber peligro. Con el mismo cuidado que había tenido antes, me erguí un poco, pero no demasiado. Casi arrastrándome, fui entre la tierra, tratando de hacer el menor alboroto posible.

Después de un rato en el que me llené los codos de todo tipo de polvo, encontré el lugar por el que había ingresado. Supuse que ya estaba a salvo en ese punto, por lo que me levanté y comencé a correr. Ya no escuchaba más ningún sonido extraño, pero algo de temor se había acomodado en mi y me sentía un poco nerviosa. Esperaba haber terminado el trabajo de manera eficiente.

Ahora tendría que volver al punto de la reserva donde nos habíamos encontrado todos. Me pregunté cómo estarían los demás..

Por unos segundos, me sumí en mis pensamientos. ¿Cómo estarían mis compañeros? Seguro que su tarea sería más fácil que la mía. O al menos menos atemorizante. Sentí como la tierra se iba adueñando de mi cuerpo, y mis torpes movimientos me habían convertido en una niña pequeña que lo único que logra hacer es acurrucarse y gimotear. Nunca pensé que me vería a mi misma en una situación así.

Me armé de valor y abrí los ojos. Lo único que pude ver fueron rocas, rocas y más rocas, y obviamente, Bundinums, que parecían reproducirse a mis espaldas y burlarse. Busqué mi varita, se me había caído. Traté de eliminar la mayor cantidad de plaga que pudiera estando en esa posición, para estar segura. Luego, continué arrastrándome, como una serpiente. Y en ese momento, me acordé de que estaba acompañada por los basiliscos. El terror volvió a apoderarse de mi.

Las bestias todavía estaban a distancia, pero lentamente se acercaban. Supuse que podían olerme y se sentían amenazados.Pero luego me di cuenta de que tendría que terminar esto de una vez. Los basiliscos eran pesados y gigantescos, se desplazaban de manera apelmazada y no muy rápido. Si me arriesgaba a dar una buena corrida, podría eliminar a todos los Bundinum a tiempo.

Hacerlo me fue muy difícil, ya que no podía levantar la cabeza. Un simple roce de las miradas de las serpientes con la mía y estaría frita. Traté de apresurarme, mientras agitaba la varita junto con las palabras que necesitaba para que los horribles hongos se esfumaran. Oí los alaridos de las criaturas y sentí como su pesado cuerpo se deslizaba por el lugar, sus cabezas cada vez me parecían más grandes.

- ¡Apurate, Marge! Sólo queda un poco. - me dije a mi misma mientras hacía todo lo posible por calmarme.

En un momento, una lluvia de piedras y agua cayó sobre mi, empapándome y haciendo pegar un salto bastante importante. Los basilicos estaban arrasando con todo a su paso y eso me afectaba. Justo cuando creí que no llegaría y que me atraparían, noté que lo que había pensado que eran Bundinum en la lejanía en realidad eran otro tipo de planta, muy parecido y que había engañado mi vista. Suspiré de alivio, y aunque eso me había aliviado el trabajo, aún tenía que salir de allí sin hacer demasiado alboroto...

Lo que en el principio me había parecido como una experiencia agradable se convirtió en lo contrario cuando mi hermano me dijo que mi misión en la reserva implicaba la palabra "basiliscos". La sangre se me heló más de lo que ya estaba y sentí como si algo malo fuese a pasarme. Mala idea.

Recibí la bolsa que contenía algo que rogué no tener que usar, bezoars. Miré hacia mi alrededor, esperando que alguien dijera que era una broma, pero en realidad no había nada fuera de lo común...era mi trabajo.

- Empezaré ahora mismo. ¡Suerte para todos!

Comencé a caminar hacia el pasadizo. El ambiente era terriblemente húmedo y el olor era un poco fuerte. Mis pies resbalaban cada tanto con cosas viscosas que no podía ver. Finalmente, luego de unos minutos, llegué a la mazmorra. A todo esto, yo iba con la cabeza baja, por las dudas, no se sabía en qué punto aparecerían los basiliscos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que escuché sus desgarradores alaridos.

Me temblaron las manos. Para mi alivio, las bestias estaban bastante lejos de mi. Pero percibía que minuto a minuto, se acercaban más y más. Saqué mi varita y me aproximé a los Bundinum. Repetí varias veces Fregotego. Lamentablmente, el lugar estaba atestado de esta plaga. Cerca de donde estaban los basiliscos, también había. La mezcla del insoportable hedor y el miedo que tenía me jugaron una mala pasada.

De repente, uno de los basiliscos, cuya cola fue lo único que me atreví a mirar, realizó un movimiento brusco. Se acercaba demasiado. La rapidez predominaba en mis acciones, pero la tensión era demasiada. Fregotego. Fregotego. Era lo único que podía decir mientras mi varita se desplazaba en el aire.

Mi nerviosismo me hizo tropezar contra una raíz de alguna plata, y caí al suelo. Cerrar los ojos fue lo primero que se me ocurrió, no quería mirar hacia ningún lado por miedo a las grandes serpientes. ¿Qué haría ahora?

Tuve una aparición bastante brusca, no sé por qué llegué muy desorientada. Al contemplar bien el lugar en el que me encontraba, recordé toda la situación y la razón por la que estaba allí. Tuve que descansar unos segundos para recuperarme, nunca se me daba bien eso de la aparición.

El lugar era enorme y estaba lleno de criaturas que revoloteaban o caminaban por todos lados. Las plantas también eran abundantes, es más, se podría decir que ocupaban toda la vista. Y eran bellísimas.

Me preocupé por encontrar a mis compañeros. El olor de mi hermano estaba desperdigado por todo el lugar, sin embargo. No fue muy difícil encontrarlo. Con él, también estaba Sunar. Me acerqué a ellos. Noté que llevaban sus varitas, por lo que busqué la mía entre mis cosas y la saqué, sosteniéndola fuerte.

- Hola, perdón si llego tarde, es que necesitaba descansar un minuto allá en el Departamento. Pero ahora estoy aquí.

Sonreí y esperé pacientemente a que se nos diera alguna indicación, seguramente tendríamos algo interesante que hacer en ese lugar tan especial. El sólo hecho de estar ahí me causaba placer, amaba la naturaleza, aunque claro, el riesgo de encontrarse con alguna criatura peligrosa también estaría presente.

Después de descansar unos minutos, decidí que sería tiempo de ir a la reserva, para ayudar en lo que fuese. Cuando asomé mi cabeza al pasillo me encontré con que varios de mis compañeros ya se habían ido. Tomé mis cosas y me alisté para salir. El ascensor estaba repleto, por lo que me incomodó un poco viajar.

- Bueno, aquí vamos.

Al salir del Ministerio, miré hacia todos lados. Nunca había ido a la reserva Newt Scamander pero sabía cómo era y en dónde quedaba. Enfoqué mi pensamiento en aquello que conocía y cerré los ojos, los apreté bien fuerte. De pronto, desaparecí, acompañada de una nube de polvo.

Llegué al Departamento muy rápidamente y me dirigí a mi cubículo. La inspección había salido bien, aunque bastante agotadora. Saqué los formularios y los uní con un gancho. Los tomé con cuidado y me dirigí al despacho del jefe. Toqué la puerta, y nadie respondió, pero estaba abierta, por lo que entré y dejé los formularios sobre la mesa.

-Nombre de la Familia: Ryddleturn

-Link al tópic de registro de la Familia: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=85639

-Plaga a eliminar (dejar en blanco en caso de no haber): Doxys, en el sotano.

-Nombre del responsable (persona quien llena el formulario): Lyra Katara Ryddleturn.

Yo, Marge Shunpike, dejo constancia de que el Castillo de la Familia Ryddleturn se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike , Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas.

Luego escuché que el Shunpike había dejado su lugar de trabajo para ir a la reserva mágica, y que podíamos ir a ayudarlo. Se me ocurrió que sería buena idea, pero realmente necesitaba descansar, así que tal vez más tarde.

Llegué al Ministerio bastante sorprendida, ya que generalmente después de cada inspección me sentía cansada. Sin embargo, ahora estaba con energías y tenía ganas de seguir trabajando, que de hecho, era lo que tenía que hacer. En el camino al ascensor me crucé con varias caras conocidas pero no tenía tiempo de saludar así que directamente subí al cuarto piso.

Luego de atravesar el pasillo, llegué a mi cubículo. Todo estaba como siempre, un poco desordenado, pero nadie es perfecto. Buqué entre mis cosas los formularios que se habían llenado y los archivé.

Formulario de Eliminación de Plagas Mágicas

 

-Nombre de la Familia: Maktub Suhail

-Link al tópic de registro de la Familia: ´*•.¸ ★ FaMiLiA MaKTuB SuHAiL ★¸.•*´

-Plaga a eliminar (dejar en blanco en caso de no haber): -

-Nombre del responsable (persona quien llena el formulario):Claudia Maktub (Sol L.Black)

Yo, Marge Shunpike Triviani, dejo constancia de que el Palacio Maktub Suhail se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike Triviani, Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Quise sentarme en mi silla, pero en realidad no tenía tiempo para eso porque tenía otra inspección por hacer. Me debatí internamente, no sabía si tomarme un pequeño descanso o seguir con el trabajo. Decidí que sería mejor finalizar todo de una vez para luego poder estar en paz largo rato. Así que nuevamente me fui de allí y del Ministerio.

Hola, posteo porque quisiera hacer unos cambios en mi ficha Resulta que dejé de pertenecer a la familia Triviani, entonces la ficha quedaría así:

Familia(s):

* Shunpike (Matriarca)

y luego, donde dice padre adoptivo...

Padre(s) Adoptivos:

-

Bueno, eso es todo. Desde ya muchas gracias!

De repente, en la oficina apareció Agus, la saludé con una pequeña sonrisa. Luego apareció Sunar. Parecían todos expectantes, con ganas de saber qué pasaría, si tendríamos kilos de trabajo o si nos darían un descanso. Al parecer, parte de mis pensamientos fueron escuchados, y el Shunpike nos anunció que nos quedarían solo dos lugares para inspeccionar hasta que terminara el año.

- Bueno, empezaré de inmediato. ¡Gracias!

Volví a mi cubículo, casi volando. Recogí mis cosas, me eché un poco de perfume y regresé al largo pasillo. Tomé el ascensor . Me puse a pensar si no era un poco adicta al trabajo. Cuando me quise dar cuenta, ya estaba fuera del Ministerio.

Estaba descansando, no tenía nada más que hacer. Me preguntaba donde estaría mi jefe. Hacía varias horas que no se lo veía y ya uno se imaginaba cualquier cosa... Cerré los ojos por un momento. De repente, escuché unos pasos. Me asomé nuevamente al pasillo y vi que era mi hermano, que había regresado.

Lo seguí a su despacho, pero esperé unos momentos detrás de la puerta para evitar ser pesada. Luego, toqué y pasé. Me encontré con un hombre que estaba bastante cansado y que parecía no tener ganas de hacer nada. Sin embargo, el lugar estaba adornado acorde a la navidad.

- Perdón. Es que recién vuelve y no sabía cuando ir a buscarlo... Me preguntaba si hay algún trabajo que pueda hacer. Aunque en mi última revisión me pidieron una nueva inspección en Rapid Repartos.

Esperé respuesta pacientemente. Los adornos de navidad encandilaban, y parecía haber restos de nieve en el suelo...Pero no supe si eran parte de la decoración o realmente había entrado la nieve.

A pesar de que el clima estaba bien, me sentía acalorada. Necesitaba un descanso, pero uno largo. De cualquier manera, mi trabajo me gustaba porque me mantenía la cabeza despierta y eso merecía soportar el calor. Mi bolso me pesaba un poco, por lo que apenas se abrió el ascensor, caminé rápidamente hacia la Agencia.

Mi cubíc*** me esperaba allí, como siempre. Logré sentarme unos minutos, la inspección que acababa de tener me había dejado un poco cansada. Sin embargo, seguramente habría nuevas cosas para hacer en cualquier momento. Dejé los formularios sobre la mesa:

Formulario de Eliminación de Plagas Mágicas

 

-Nombre del Negocio: Moda Diamante // Boutique Elegante

-Link al tópic de registro del negocio: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=79290&st=0&p=2979056entry2979056

-Plaga a eliminar (dejar en blanco en caso de no haber):

-Nombre del responsable (persona quien llena el formulario): Cye Lockhart (propietaria)

Yo, Marge Shunpike Triviani, dejo constancia de que el Negocio Moda Diamante se encuentra libre de plagas y por ende, no se volverá a realizar un control hasta dentro de los próximos dos meses.

 

Marge Shunpike Triviani, Empleada de la Agencia Consultiva de Plagas

Asomé mi cabeza al pasillo. Los empleados iban de un lado a otro...Yo presentía que había algo especial en el aire...una tensión peculiar, que me hacía recordar a aquellos momentos previos a las reuniones en el despacho del jefe... ¿Nos llamaría?