Rocio Malfoy

—Tu, bola de estiércol, ponte a rellenar la copa, que yo me encargo del vejete.

La mujer entró deslizándose como una sombra desde la entrada hasta la ubicación de Danyellus y se inclinó con brusquedad sobre la mohosa barra.

—Para mi un whisky de fuego bien cargado y... espera un segundo... —metiéndose la mano entre los senos sacó un pequeño monedero y lo descargó sobre la madera. El tintineo de los galeones hizo que Pascual desviara la vista y sonriera asomando el único diente a punto de salirse que tenía—. Tómalo como pago y deja de renegar. La mugre de este lugar está a punto de taparte. O al menos arréglate esos dientes —sin duda alguna aquello hizo poner de mal humor al tabernero, que agarró las monedas con furia y se las metió en el manchado delantal.

Una vez tuvo en sus manos el vaso lleno de alcohol, llenó su garganta del líquido y carraspeó con satisfacción por aquel escozor que ya había casi olvidado. Borró los rastros del whisky con la lengua y clavó luego sus ojos escarlata en los de su colega.

—Vaya que ha pasado tiempo, Triviani. ¿Qué te ha pasado? ¿Te ha agarrado la desgracia junto con los otros? —una sonrisa tan perversa como su mente dejó entrever los caninos inútiles de la mujer— Me ha llegado el rumor de que Ottery está a punto de convertirse en una ciudad fantasma y por lo que veo esta fortaleza va por el mismo camino— su voz se transformó en un susurro siseante. Sus dedos por inercia se elevaron hasta su propia nuca y acariciaron el relieve de la marca tenebrosa; aún cuando ya no sintiese el llamado de los suyos todavía podía recordar el ardor tan excitante que le provocaba la cicatriz—. Nada es para siempre. Ni la vida, ni Ottery, ni los mortífagos. Mírate tu, tan decrép*** que hasta dudo que sigas irguiendo la varita igual que antes.

Malfoy contuvo una carcajada en un sorbo de alcohol, provocando que su aliento combinase el whisky con el mentol. Habían pasado demasiados días, demasiados meses y demasiadas cosas desde el último día en que había visto al hombre y era un buen momento de ponerse al día.

Malfoy enseguida acompañó la carcajada de su amiga y, sin ningún inconveniente, dejó caer su delgado cuerpo en el mullido sofá. Las telas de su túnica se mecieron con gracia y cayeron lentamente sobre su piel desnuda. Estaba a gusto con volver a verla; ya no recordaba cuánto tiempo había pasado desde la última vez en que habían compartido una charla.

—¿Usar eso? ¿Yo? —Rocío elevó una ceja y una expresión de absoluto asco arrugó su respingada nariz— ¡Jamás! Primero muerta... —bromeó para volver a embeber sus labios en el fuerte líquido. El escozor exquisito provocó que carraspeara la garganta y la punta de su lengua limpiara cualquier resto de whisky perdido por sus labios.

De pronto, las preguntas de Afrodita salieron cual flechas en llamas y todas irían a parar a su cara. La rubia casi tuvo que entrecerrar los ojos para poder contrarrestar aquel batallón de palabras. Al ver que había terminado volvió a carcajear y se acomodó mejor en el asiento.

—Bueno, déjame ver... He estado con cinco hombres, he parido diez hijos. ¡No sabes! Uno de ellos es enano, yo tengo la convicción de que ha salido a la familia del padre... —hizo una pausa como si pensara en qué más había sucedido. Al cabo de un par de segundos fingió acordarse de algo trivial puesto que abrió los ojos como platos y aquellas pestañas ennegrecidas se pegaron a sus respectivos párpados— ¡Y me olvidaba! Solo vengo de visita, ahora me he convertido en licántropa. ¿Has visto? Yo creo que mi madre tuvo más de una aventura... luego habrá que preguntarle ¿No?...

Dejó pasar unos segundos en los que sus pupilas se clavaron en los de Afrodita y, luego, estalló en risas. Le causó tanta gracia que tuvo que presionar su abdomen con dos de sus dedos para que cesara el dolor, provocado por la contracción muscular.

—Ay, pues... hablando en serio —comenzó la mortífaga tratando de controlar sus espasmos— ¿De verdad crees que volvería a cometer el mismo error de ponerme los anillos? ¡Por favor! Si hay algo que aprendí es que a los hombres mejor tenerlos como mascotas... —aquella palabra salió como un susurro exótico, acompañada de una mirada cómplice—. Ahora que me haces reflexionar, ¡Qué aburrido ha sido todo! Yo creo que mi instinto me trajo solo a la cueva. Ya me pondré en campaña para probar las mazmorras de la mansión —Tomó un trago, con él, vació el contenido del vaso— ¿Y tu? ¿Qué agujero negro te ha absorbido? ¿Dónde es que te has metido durante tanto tiempo, mujer?

De pronto, en medio de la charla, una voz muy conocida le hizo eco en sus oídos. Como si ambas hubieran sentido lo mismo, en ella también se gravó la sonrisa perversa, solo que en su caso dos colmillos inútiles asomaron entre los labios. Con solo girar apenas el rostro, los rasgos del demonio se volvieron un hecho: Danyellus las acompañaba.

—Vaya, vaya, ¿recuerdas la última vez que nos vimos? —inquirió sensualmente haciéndose a un lado para dejar que el mortífago se sentara en medio de ellas. Mientras se movía, prestó extremada atención a aquellos cabellos plata que le recorrían con cierta caricia su pecho desnudo. Su cuello quedaba apenas al descubierto pero la blonda no había perdido la costumbre de ver apetitoso dicho sector. Además, no pudo evitar ver el contorneado trasero que poseía Triviani— Creo que ya se por dónde voy a comenzar la cena...—y sus ojos brillaron cual rubíes mientras se relamía con sensualidad.

¿Cuándo había sido la última vez que aquellos mechones platinados se habían mecido con la brisa del sitio en que se encontraba la cueva? Los ojos escarlata de la mortífaga brillaron con cierto anhelo al dar con la entrada. Ya no recordaba cuánto tiempo había pasado desde que aquel cuerpo había recorrido las instalaciones y desde que las épocas de oro quedasen bien atrás. Un remolino de viento hizo que la falda holgada levantara vuelo y su típico perfume a rosas, combinado con madera y musc, se mezcló con el ambiente.

Con parsimonia entró a la cueva. No llevaba prisa y esperaba pasar un día y, si se daba, también una velada amena en el lugar donde había realizado alguna que otra travesura. Pensar aquello hizo que sus labios rojos se estiraran en una sonrisa.

Sin más, y con bastante buen humor, recorrió el ingreso hasta el hall de entrada el cual hacía muchísimo tiempo que no pisaba. Para su sorpresa, en el interior se encontraba Afrodita.

—Vaya, vaya... ¿El exilio te ha convertido en un muggle?... —la voz de Malfoy salió cual sensual susurro de sus labios, mientras que un atisbo de asco fingido se dejaba notar en su expresión. Desde donde estaba -apenas a un par de pasos detrás de la mujer- podía ver a la perfección la silueta de su vieja amiga, ataviada de un atuendo bastante "comunacho" en su opinión. Una sonrisa impecable dejó escapar aquellos colmillos impolutos que presionaron su labio inferior con naturalidad—. Veo que no pierdes la costumbre por las bebidas fuertes, ¿será que me dejarás acompañarte? No soy hombre pero me se mover...—y guiñó su ojo con picardía.

Acercóse a la banshee y con un simple movimiento de dedos hizo aparecer su varita y un vaso de whisky. Trazó una floritura discreta y los primeros botones de su túnica se desprendieron, dejando asomar su prometedora delantera. Estar en aquel lugar comenzó a traerle recuerdos interesantes; aún tenía presente la primera vez en que le habían grabado en la piel aquella mariposa borravina. Casi por inercia su diestra fue a parar a sus senos y rozó con la yema de sus dedos aquella cicatriz que representaba el tatuaje de su raza por sobre la fina seda de la túnica roja que portaba.

Repasó con la vista la cueva y pudo ver a los tipejos yendo y viniendo. Se notaba que el tiempo había hecho estragos y se había encargado de coleccionar partículas de polvo en los rincones; sin embargo, aquel aire perverso y el aroma lujurioso no iban a abandonar jamás el recinto. Respiró una bocanada de aire, ensanchando sus fosas nasales, y recordó lo placentero que era llenar sus pulmones con dicho aroma. Tan extraña fue la sensación que su piel se erizó y sus pechos se endurecieron, provocando que la fina tela carmesí se tensara haciendo notoria su excitación. Un suspiro de satisfacción fue acompañado por un profundo trago de whisky; dejó que el líquido se le deslizara por la garganta provocándole el tan exquisito escozor.

Fraaan ♥

Anna!!! sos una geeeeenia. Me encantó, mil gracias en serio!!! Los colores han quedado geniales

Ahora tengo que llenar líneas y no se como TT Recordar que queda pendiente mi pedido anterior(??? Y que ahora iré a dejar la firma en el topic donde corresponde jajajaja se siente tan bien no tener que organizar las temáticas,,, son como 400 kilos menos que uno lleva encima jajaja

En fin, eso, mil gracias Anna *-* *le deja chocos*

Vengo a pedir la firma para la temática. Que conste que aun quiero el pedido que dejé antes con mi firma y mi retrato.

La ficha es la siguiente:

Nombre del Dios: Circe

Diosa de: La magia ?

Imagen: Link

Nick: Rocío Malfoy

Estoy con bastantes cosas asique no puedo ponerme a hacer la firma como me gustaría. Por ende, las dejo en sus manos. Porfa que quede linda!

Creo que eso es todo, el modelo ha quedado bastante lindo. Han hecho un muy buen trabajo!

Es automático, yo dejo de entrar y sacan algo copado como firmas de Dioses ñ.ñ Maryberta te odio x no hacer el comunicado via whatsapp JAJAJA (?
Para colmo de las pocas veces que pido una firma en la firmería y hay firmas temáticas (lo que significa que mi firma me la hará Magoya en el 2060) :BadLuckRoh:

En fin, después de revisar unas tropecientas veces las diosas que quedaban y, en vista de que a la rubia del foro por excelencia le quitaron todas las diosas rubias que podían tener una hermosa imagen ñ.ñ, me decidí elegir una morocha. La imagen le va bien a mi pj, si tan solo tuviera el cabello rubio... Los odio a todos(?

Por ende, vengo a pedir a Circe, ya se que llegué medio tarde, que ni voté y que encima tengo que pedir aún la firma (no pienso hacerla yo.) pero ¿Será que me harán un lugarcito? Se agradece.

Después edito dejando la firma.
Saludos.
PD: BUENA PIK CON TU TUTORIAL. *clapclapclap*
PD2: Mentira Mary, no te odio.

EDITO: Vengo a dejar la firma que me ha hecho Anna No se que diosas rubias quedan Moni, pero que tienen buenas imagenes son casi ninguna TT

http://i.imgur.com/i8bZya0.png

Buenas... ¿Cómo andan? Paso a pedir una firma ¿Será que el sexy Malfoy me hace una de esas que tanto hace y tan lindas le quedan? Traigo dinero o, en su defecto, carne

Jajajajaja En fin, dejo la ficha que ni me acuerdo siquiera como era:

Imagen: http://i.imgur.com/g21ubNj.png

Texto: Rocío Malfoy (Si querés ponerle alguna frase que le vaya a mi pj, sino deja mi nick nomás)

Observaciones: Me gustaría si es posible que la imagen no quede tan "ser de la luz". Aunque es solo una cuestión de preferencia. Si no se puede, hágala como le plazca..

Y ahora me gustaría si esa misma imagen me la pueden hacer para la ficha xD Que quede liiinda, saben cómo me gustan los diseños y sino pueden fijarse en la que hice para mi ficha. Tiene que llevar mi Nick y si puede ser que diga en algún lado "Banshee" y "Mortífaga".

En fin, eso es todo. Extrañaba hacer un post acá

PD: la imagen para la ficha porfa sin marquito de madera o esas cosas.

Mazmorras ~ Con Otto

La enfermera le acababa de avisar de otro paciente por lo que, sin ningún tipo de vueltas, Rocío ya se encontraba en camino hacia donde el cuerpo del susodicho reposaba. Al cabo de unos minutos llegó hasta él y, como de costumbre, empujó la camilla para que se deslizara dentro del box vacío.

—Veamos que tenemos aquí —comentó para si misma mientras veía el cuerpo de Otto con su vestimenta hecha harapos y comenzó a quitar la tela pegada por la sangre seca de allí.

Con gazas, ungüentos y demás, limpió las heridas del mortífago. Varios episkeys mas tarde, el cuerpo se encontraba totalmente sano. Solo faltaba la vida.

Movió los dedos con sutileza y su varita de ébano se materializó entre ellos; una fuerte conexión mágica le recorrió desde las yemas, pasando por la palma, el brazo, hombro, hasta llegar a su pecho. Sin esperar, apuntó a Otto:

—Ennervate —sus labios susurraron el hechizo que atravesó la distancia que la separaba del cadáver. El rayo impactó en el pecho de Black con precisión, por lo que estaba segura que pronto reviviría.

Mazmorras ~ Alta de Juve

No pasaron más de sesenta segundos desde que había vertido la poción cuando la mujer tendida sobre la camilla comenzó a dar señales de vida. Rocío asintió, aprobando la respuesta casi inmediata que había tenido su cuerpo ante el líquido sanador, y comenzó a retirar el ungüento que había eliminado las quemaduras de su piel. Poco después, Juve comenzó a hablar haciéndole saber que ya se encontraba bien.

—Muy bien —respondió la rubia con el semblante parco, luego de escuchar el discurso de su compañera de bando y ver con qué cinismo le hablaba a su arma. Sin demoras tomó los frascos correspondientes y se los extendió para que los bebiera. No hizo falta ninguna indicación; sabía perfectamente cómo y en qué orden tomarlos.

Mientras la paciente ingería los líquidos, Malfoy tomó el taco de planillas y comenzó a completar una de ellas con los datos acordes. Dibujó con caligrafía clara su firma al pié del papel y lo cortó por la línea de puntos para, luego, entregárselo a la Angel Caído.

—Si no tienes ningún malestar más, ya puedes retirarte. Lo de siempre, sentirás dolor típico en las articulaciones por un rato pero luego se quita —comentó una vez hubo cerciorado de que se tomase al completo el interior de los frascos y, vacíos, los colocó en la mesada.

—Espero no verte por un tiempo —saludó a lo último, quitándose los guantes y desechándolos: si había algo que odiaba era la humedad que el látex le producía en las manos.

Mazmorras ~ Alta de Zack y luego atendiendo a Juve

El sonido de los quejidos que propició repentinamente el paciente hizo que Rocío volviera la vista hacia él, para observar si todo andaba bien. No se movió ni un centímetro; simplemente sostuvo la mirada en el ex sanador mientras sin recaudo soltaba aquellas frases "impertinentes". En otras épocas le hubiese seguido el juego y se hubiese divertido un buen rato, más sin embargo su vida ya había cambiado y ahora tenía alguien a su lado, si es que aún seguía siendo así.

Cuando el hombre terminó con su palabrería, Malfoy -sin quitar aquel semblante serio y poco amigable- despegó el trasero de la mesada y buscó las pociones típicas y obligatorias para que el paciente las bebiera. Seguido a ello se giró y levantó los frascos haciendo sonar los cristales llamando su atención.

—Deberías saber que nadie logra evadir a estos dos —comentó la rubia, estirando sus labios con sorna, en una sonrisa que provocó el asomo de ambos caninos.

Estiró su brazo y, tomando la mano del mortífago, los depositó en su palma guiñándole un ojo. Luego, buscó la planilla y comenzó a completar los datos correspondientes. Firmó al pié y arrancó el papel para entregárselo a Zack.

—Ya puedes irte... —anunció la sanadora retirando los frascos vacíos y, antes de que se retirara el hombre, agregó—: Y si, no solo la bata me sienta bien —su sonrisa fue perversa, al igual que el brillo de sus pupilas escarlatas.

Al cabo de unos segundos, antes de que el mortífago dejara el box, una enfermera entró e informó que necesitaban un sanador en el box siguiente. Asintiendo, desechó los guantes usados y saludó a Black, para irse buscando al nuevo paciente. <<Me pregunto por qué hay puras enfermeras en este recinto. ¿Enfermeros no existen?>> pensó mientras recorría la distancia que separaban ambos cubículos hasta llegar allí.

El cuerpo de una de sus compañeras reposaba inerte con heridas casi tan graves como las que portaba Zack. Negó con la cabeza y enseguida comenzó con el trabajo. Con guantes puestos, le siguió la limpieza de la piel, ungüentos curativos para quemaduras, deprender la tela mugrienta. Un par de episkeys mas tarde, el cuerpo de Juve estaba completamente intacto; solo faltaba la vida.

Tomó la poción que traería de entre los muertos a la mujer y comenzó a verter el líquido por su boca, procurando no derramar sobre su piel. Enseguida surtiría efecto y la mortífaga despertaría con ciertos dolores pero viva al fin y al cabo.

Mazmorras - Alta de Gyvraine

Rocío despidió a Lisa y enseguida cruzó las cortinas, viendo cómo su madre ya se encontraba sentada y viva. Sus orbes escarlata penetraron en los de Malfoy con una intensidad particular, podría decirse que con nadie mas podría tener esa conexión. Mas sin embargo, su semblante mostraba seriedad, volviéndola un ser frío y falto de afecto.

—¿Cómo te sientes? —su voz sonó como si tuviese filo mientras se dirigía a unos estantes buscando las pociones. Rebuscó entre los frascos y se volvió con dos que debería tomar—. Rojo primero, verde después —agregó dejando los frascos junto a su madre.

Había algo que le decía que aquel vínculo madre e hija era oculto, un secreto del que no hablaban; un susurro entre mentes. Bastaba con que viera su rostro por unos segundos para saber que aquella mujer sentía algo similar; sin embargo, sus acciones podrían hacer que el mundo no se diera cuenta de ello. Mientras la revisaba pudo sentir la suavidad de su piel y colocó la ropa para que pudiese vestirse.

Al comprobar que todo estaba en orden, sostuvo la mirada de Gyvraine por unos segundos y luego se apartó tomando la planilla. En silencio comenzó a completar todos los datos esperando que bebiera las pociones para entregárselo. Una vez listo, depositó la hoja firmada por ella sobre la camilla.

—Gyvraine Malfoy, aquí tienes lo tuyo.

Antes de que pudiera decir más, una enfermera entró avisando que había otro paciente. Rocío asintió y se volteó hacia su madre.

—Debo dejarte. Espero...poder verte en casa.

<<Casa>> pensó; aquel lugar que ni ella pisaba hacía meses. Negó con la cabeza y dio medio giro para salir hacia el box donde el cadáver la esperaba.

Con Zack

No tardó demasiado en llegar a donde el cuerpo de el ex sanador reposaba casi desnudo sobre la camilla.

—Que lástima no murió con un poco más de heridas. Siempre los boxers se salvan de los rasguños —comentó aburrida mientras se ponía los guantes de latex y comenzaba a quitar los restos de harapos ensangrentados para poder limpiar la sangre de su piel mascullada. Desinfectó las heridas y, luego hizo varios episkeys para reconstruir ciertos cortes profundos. Al finalizar, vertió una poción adecuada para el envenenamiento entre los labios del mortífago y pudo ver cómo una gota le resbaló por la barbilla la cual limpió con su índice.

Una vez hubo terminado, analizó las pupilas Zack. Buscó la poción que se encargaría de volverlo a la vida y repitió el proceso dentro de su boca.

Esperando a que el muchacho reaccionara se desprendió los primeros botones de su bata y se recargó en la mesada apoyando su trasero en el borde. Hizo sonar su cuello y tiró su cabello hacia atrás, mirando hacia el techo.

Mazmorras ~ Alta de Lisa

—No tan rápido —se apuró a decir, cuando Lisa intentaba ponerse en pie. Su nívea mano presionó el pecho de la joven con cuidado y la obligó suavemente a volver a recostarse. —debo quitarte el ungüento o saldrás apestando a putrefacción. Además debes tomar algo antes.

Sin más y con una expresión tan fría que, de haber podido, hubiese helado al completo aquel box, tomó las gazas húmedas. Con precisión fue quitando la sustancia pastosa de la piel de Rambaldi y, luego, observó al detalle como cada herida ahora parecía haberse esfumado. Al finalizar, buscó los frascos de las dos pociones y se las colocó frente a la paciente.

—La roja primero, la verde después. Saben a muerto pero sin esto no podrás salir —con el semblante parco esperó a que tomara los frascos para acercarle la ropa y poder ponerse a redactar el Alta.

Mientras bebía lo indicado y se vestía, la rubia comenzó a escribir la planilla con los datos de Lisa, finalizando con una firma caligráfica que dejaba su aval como sanadora de San Mungo. Cortó la hoja y se la extendió a la muchacha.

—Bien, si no tienes nada mas, puedes retirarte.

Clavó sus orbes escarlatas en los verdes de aquella como si quisiera leer su mente, mas lo único que quería era que se decidiera por retirarse. Su madre aún no volvía a la vida detrás de aquella cortina y estaba preocupada. ¿Sería la única forma de poder verla? ¿Tenía que estar muerta para lograr estar cerca de su madre? Si hubiese estado sola, un suspiro seguro hubiese escapado de sus labios.

Hola gente, bueno ya llevo vario tiempo pensandome en inscribirme a las tutorías de perfil pero por el tema Tiempo y Ganas siempre cancelo la idea xD Pero ahora ando con tiempo y necesito despejarme un pooco asique. Vengo a solicitar tutor

Nick: Rocío Malfoy

 

Rango en La Marca: Mago Oscuro

 

¿Qué esperas aprender de estas tutorías, que falte en tu personaje?: TODO. Na, lo que realmente necesito es que me vuelvan a poner en onda porque siento que perdí el eje de mi personaje un poco. Y también a veces me resulta que caigo en el mismo tipo de cosas aburridas cuando lo describo. Además me gustaría amoldar bien el perfil, y que mi tutor me ayude a entrelazar los "sentimientos de mi personaje hacia las personas que ama" con el carácter que tiene el mismo. Y tengo ganas de cambiar algo para que deje de ser tan "perfectito" o.ó

 

BREVE descripción del perfil del personaje: Hasta ahora es seria, insensible y con gran carácter. Sin embargo es muy sexual al extremo, y la idea es que cuando mata o está en batalla siempre se incline para el lado perverso/sexual. (obvio que moderando para que no rompa el ATP xd)

 

Preferencias de tutor (opcional): Danyellus! Yo hablé con él y me dijo que le gustaría serlo asique /o/ espero no cambie de opinión. xD

Ahora si, saludos

Mazmorras con Gyvraine y Lisa

La rubia estaba libre y realmente aburrida. Sus pies surcaban los pasillos una y otra vez, escuchando como el resto se divertía en algo a la que no había sido invitada. Respiro profundo, con el rostro pálido y falto de expresión; necesitaba pronto algo para hacer.

Se dirigió a la sala de Star. Ni a su novio -si es que después de todo seguía siéndolo- había visto hacia demasiado tiempo aunque si lo escuchaba como en aquel día. Descontracturó su cuello y antes de que se dejara caer en el sofá, la enfermera llegó con la noticia que necesitaba: había pacientes.

—Perfecto —comentó, alisando su bata blanca, la cual se abría sugerente en su pecho para mostrar aquella piel tan tersa y blanca. Giró sobre sus pasos y volvió a donde estaban los box.

No tardo en localizar a los dos cuerpos inertes que se colocaban sobre las camillas y, con serenidad, se dirigió al primero.

Al ver los rasgos del rostro de la mujer, su corazón latió fuerte: era su madre quien se encontraba sin vida y con signos de heridas graves en ella. Con rapidez acomodó la camilla y lo hizo también con la de Lisa. Sin mas, las empujó a ambas, de una en una, hacia el interior del box más grande que disponía el hospital allí.

Con cuidado, separó ambas camillas por las cortinas para crear privacidad y, luego, colocándose sus guantes, empezó a curar las heridas del cuerpo de Gyvraine. Varios episkeys mas tarde, ya estaba completamente libre de heridas. Simplemente tomó la poción que la traería a la vida y se la hizo beber con cuidado.

A continuación, mientras esperaba que hiciera efecto, fue hasta la camilla donde estaba Lisa y comenzó a sanar la piel magullada. Con ungüentos y desinfectante limpió la piel seca y las quemaduras, para luego trazar episkey que restaurarían la piel. Para finalizar, vertió entre los labios de esta la misma poción que le había aplicado a su madre y se apartó, esperando que ambas reaccionaran.

Mazmorras - Alta de Beltis

Despidió a Aleera y, deshaciéndose de los residuos generados se higienizó las manos para luego retirarse del box. Aún estaba Beltis esperando por el alta y esperaba que la enfermera haya asistido a cualquier inconveniente que tuviese la paciente. Alisó su túnica blanca con suavidad y caminó hacia el cubícu.lo donde estaba ella.

Tras escuchar el repiqueteo de sus propios pasos rebotando en los desolados pasillos de las Mazmorras, logró ubicar el box. Se abrió paso hacia el interior y le hizo un gesto a la mujer que la suplantaba para que se retirara.

—Veamos como está eso —comentó, yendo hacia Beltis y observó su rostro: el efecto de la poción había sido el indicado y aquella nebulosa que ocupaba gran parte de la córnea de la muchacha ahora parecía haber sido solo una alucinación, puesto que sus ojos estaban completamente recuperados.

Se alejó lentamente con un gesto aprobatorio y tomó la planilla de altas. Mientras aparecía su pluma y comenzaba a arañar el papel con su punta, dejando un rastro límpido de tinta negra, su voz se volvió a escuchar.

—Cualquier incomodidad o molestia que sientas puedes venir aquí. Se que no lo harás, pero nunca está de mas tener un poco de respeto por nuestra integridad física —con un énfasis especial en la palabra Respeto, garabateó su firma al final de la ficha: una R y una M entrelazadas con un filete serpenteante y tres puntos bajo ambas. Cortó la misma por la línea de troquel, y desprendió la copia que iba destinada a la paciente—. Aquí tienes. Ya puedes volver a tus actividades con normalidad.

Una media sonrisa, que pareció una mueca algo torcida, fue lo último que hizo, seña de que no perdía la amabilidad en sus actos, por más apática que fuera.

Mazmorras - Alta de Aleera *-*

La mirada escarlata de Malfoy enseguida se centró en el cuerpo de la mujer, pues el mismo comenzaba a moverse apenas. Con cuidado se acercó y pudo escuchar el balbuceo de un "Gracias" por parte de aquella. Eso era indicio de que todo había salido bien.

—No hay por que —comentó bastante seria, ya que no era una mujer simpática precisamente, mientras tomaba una gaza limpia para poder limpiar el ungüento colocado. Allí, donde antes había quemaduras asqueantes y sangre seca, ahora se encontraba con la piel tersa de la mortífaga. Antes de que pudiese limpiar al menos la mitad de los sectores afectados, escuchó la arcada de la mujer.

—Ey ey, con cuidado. Si, mejor quédate un rato así. El olor es fuerte pero no es para tanto.. —comentó apareciendo una almohada cómoda para que Aleera pudiese recargar la cabeza allí y así la dejase terminar de limpiarle la piel.

Al finalizar, alzó la vista para determinar el color de su rostro y, al volver a bajar su vista al cuerpo, notó una pequeña protuberancia en el vientre.

—¿Es niño o niña? —comenzó Rocío, apartándose aún más seria que antes y desapareciendo su varita en un chasquido. Tiró los residuos de gazas en la basura y miró los ojos de Evanik. Ahora que se había dado cuenta del embarazo, tendría que recurrir a las pociones mas suaves y eso explicaba el por qué de las nauseas.

Mientras le respondía, se dirigió al estante y tomó las dos pociones pero en la dosis más baja; servirían lo mismo y no le causaría ningún malestar ni a ella ni al bebe.

—Toma estas, la roja primero. Mientras te prepararé el alta y, como recomendación, podrías ir a hacerte un chequeo en la planta de maternidad. —ella sabía lo que se sentía llevar en el vientre a un niño pero aquellos recuerdos le eran tan lejanos y tan tristes que prefirió no volver a tocar el asunto.

Apartóse de la camilla y con su pluma comenzó a completar el formulario de Alta mientras la mujer bebía sus pociones. Al terminar, firmó con sus iniciales el final de la ficha y se lo entregó, haciendo intercambio por los frascos vacíos.

—Bueno, Aleera, creo que eso es todo. Cualquier malestar que tengas comunícamelo. Mucha suerte y felicitaciones —finalizó con una sonrisa apenas estirándole los labios carmín.

Mazmorras con Aleera

Mientras esperaba a que la mujer le contestase, una enfermera ingresó al box.

—Señorita Rocío, acaba de llegar una paciente. ¿Puedes atenderla?

La rubia levantó la vista y miró a la muchacha intentando adivinar la gravedad del asunto a través de su expresión. Estaba bastante nerviosa y había una pizca de urgencia que refulgía en aquellas pupilas castañas, lo que significaba que la paciente estaba sin signos vitales. Con suavidad se quitó sus guantes de látex y los arrojó al cesto de residuos.

—No me tardo. —le avisó a Beltis antes de desaparecer por la puerta.

La cabellera rubia se meció tras su espalda cuando emprendió el viaje hasta el otro sector de las mazmorras, siguiendo a la enfermera que iba delante. Al llegar miró el cuerpo inerte de la mortífago y pudo reconocerla: era un alto rango del bando y, además, la recordaba en varias oportunidades dentro de la mansión donde ella vivía. Tomó de los barrotes de la camilla y comenzó a tirar de ella para que se deslizara hasta el interior del box más cercano.

—Veamos, alcánzame el frasco que está en el primer estante —comunicó a la enfermera mientras se ponía unos guantes esterilizados y nuevos.

Con cuidado, tomó las gazas junto con el líquido desinfectante y comenzó a quitar la ropa chamuscada del cuerpo de Aleera a medida que iba limpiando las heridas. Pasó un ungüento en las quemaduras más graves y, luego, moviendo sus dedos como una caricia al aire, materializó su varita de ébano. Apuntó a cada sector que presentaba heridas profundas y pensó varios Episkey. En cuestión de minutos el cuerpo estaba sano.

Al finalizar, la otra mujer le extendió el frasco y, batiéndolo previamente, lo destapó. El hedor de la poción era bastante fuerte pero sabía que era lo mejor a la hora de revivir. Apretó ambas mejillas con cuidado para despegar los labios de la Evanik y comenzó a verter el líquido por allí. Aquello lograría revivir a la mujer.

Mientras esperó a que diera signos de vida, le pidió a la enfermera que se acercara:

—Ve a ver a Beltis en el otro box y avíseme cuando esté recuperándose.

Sin más, tras recibir un asentimiento como respuesta, observó la nuca de esta desapareciendo tras la puerta.

Mi virginal contador de advertencia. ;_; *Lo abraza lejos de los oscuros y viles moderadores* xDDDDDDDD

Yo opino......... que no se nada .-. Asi que bien por ellos. Pero LESTAT? En serio? Miren que San mungo no se responsabiliza por heridas en la retina eh (??? XDDDDDDDD

Nah, pobre chico, que disfruten sus ascensos *O* Yo disfruto la humilde victoria de este jueguito. ESE ES MI EQUIPO LOCO!!!

PD: TREMENDOFOGOSITOBEBE, debería ser un hechizo. O al menos un personaje. No hay que desperdiciar tremenda palabra gente. XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

JAJAJAJAJAJAJ fue genial!!!!!! xDDDDDDDDDDDDDD Coincido con Vicente, nos tuvieron divirtiéndonos toda la tarde xDDD Nosotros, los mortios sabrosos que terminamos siendo morbosos .-. estamos muy felices de haber ganado (????

Ahora.... En nombre del equipo......

http://www.creditcards.ca/credit-card-news/images//give-me-money.jpg

El premio y los galeones ñ.ñ (????

Gracias a los que lo organizaron xD ha sido muy divertido. Y dejen esto abierto asi spameamos porfis *O* xD

Las líneas del mapa eran confusas. No podía identificar muy bien las rutas que lo integraban por lo que, acercando el papel casi a su rostro, trató de buscar mejor el camino.

Aún podía escuchar la música que el reproductor sonando como si se encontrara a pocos centímetros. ¿Cómo podía escucharlo tan fuerte? Aún le había quedado sensible el oído después de escuchar el estruendo que había dado el globo.

Negó con la cabeza y se metió en el interior de quiosco dispuesto dentro de la gasolinera. El olor a nafta comenzaba a escocer su nariz por lo que no pudo evitar estornudar, soltando mocos que se limpió con su camiseta. Nadie se daría cuenta del manchón, pensó.

Jugueteando con el clip, se dirigió hacia la dependienta y, mientras escuchaba cómo el televisor sonaba con las noticias, le pidió indicaciones.

Bueno bueno, nosotros ya tenemos nombre. Tarde pero seguro JAJA

Yo, Rocío Malfoy(? soy la capitana del equipo Los Mortibrosos *O* La explicación es que somos mortios y sabrosos o.ó Además tenemos el más sabroso formando parte XDDDDDDDD Con amor Vicente ♥ JAJAJAJA

Y bueno, nada, eso. Ansiosos por jugar, tardamos medio siglo en conseguir nombre, y yo no se como rellenar lineas *O*

Que gane el mejor, o sea nosotros JAJAJA