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Etoile Black

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Mensajes publicados por Etoile Black

  1. Las defensas al fin fueron tiradas, por lo que el paso a la cárcel era completamente libre. Etoile sonrió por debajo de su mascara y comenzó a caminar en dirección a la edificación, donde ahí el joven aspirante le esperaba. Con el paso de los segundos sus piernas comenzaron a moverse con mayor velocidad, estando practicamente corriendo por aquella explanada, donde posiblemente se desarrolle la batalla entre sus compañeros de bando y los apestosos fenixianos.

     

    Al ingresar a la edificaión notó el largo camino que tenía por delante y el poco tiempo que tenía en ese momento. Soltó un suspiro y echo la cabeza para atrás, lentamente la movió y escucho un pequeño "track" proveniente de su nuca, a su momento logró escuchar extraños ruidos provenientes del pasillo donde se encontraba y decidió no perder más tiempo. Sus píes volvieron a hacer de las suyas al caminar con prisa, llegando en poco tiempo a donde el joven se encontraba.

     

    -¿Qué tal Sancho Panza?, Don Quijote ha venido por usted, ¡tenemos que terminar con aquellos gigantes! - soltó con aguantandose un poco la risa, esperando a que el chico comprendiera su broma. Al sacar su varita apunto a la cerradura de la celda y susurró. - Alohomora - Un centello salió de su varita y la celda se vio abierta, jaló de ella y sacó una varita de las de su bolsillo, se la entrego a Eliot y asintiendo con la cabeza esperó unos segundos.

     

    Listos ya, decidieron correr por aquel no tan largo pasillo. Al llegar a donde se encontraban e resto de sus compañeros sonrió por debajo de su mascara. - No perdamos tiempo[/i} - Susurró lo suficiente audible para que Eliot le escuchara en ese momento. - ¡Fortificum! - soltó la Malfoy. Una barrera invisible comenzó a salir del suelo teniendo unos tres metros de alto y unos sietede ancho, aquel era lo bastante fuerte para aguantar cualquier rayo que se le viniera encima a ella y Eliot.

  2. -Es en serio... necesitas algo de comer después del almuerzo - Recomendó el elfo- Lo dice quien no come nada por mero gusto. - Respondió con una risa poco natural en ella. En las manos de la ciatura se encontraba un plato con un pastelillo de fresas bien cortado y adornado, sin duda el favorito de la Malfoy. - Y bueno... que tanto has estado haciendo en este tiempo? - preguntó con poca curiosidad.

     

     

    Al momento en que la criatura asentó el plato en la mesa de la cocina sintió como su antebrazo izquierdo comenzó a incomodarle un poco, levantó la manga de su blusa y notó como la serpiente y la calavera había agarrado un mejor color. Alzó la mirada y fijó sus orbes sobre los de Kiuksen, quien últimamente había comportándose completamente extraño con la pelirrubia. - Vete- Pidió la Malfoy en cuanto la criatura se le quedaba viendo de una forma extraña. Por la orden este no refunfuñó y salió por la puerta con su espalda erguida.

     

     

    Sacó su varita del bolsillo y se la pasó por el resto de su cuerpo, donde ahí apareció una túnica negra y una mascara plateada sobre su rostro. Por último comenzó a hacer una floritura apuntando a la nada sobre la mesa, poco a poco se fue apareciendo una bolsita de color azul con unas cinco varitas extras en ella, la sujetó y se la amarró en el cinturon de su pantalón.- Es hora... - susurró para ella misma y comenzó a ser cubierta por una espesa neblina negra, la cual le hizo desaparecer de los terrenos de la mansión.

     

    Segundos después apareció en La isla de Jeju, en el estrecho de Corea, al suroeste de la provincia de Jeolla del Sur, Corea del Sur. Notó que sus compañeros se encontraban tirando las defensas así que se mantuvo a esperar de trás de los sacrificios. <<Espero no haber perdido el toque... >> pensó por unos segundos.

  3. Al ver las defensas tiradas todos entraron. La pelirrubia lograba sentir esa sensación como la primera vez que se encontraba junto con ellos, recordaba a la perfección que fue como una aspirante, le llenaba su cuerpo de nerviosismo, estres y una pequeña sensación de alegria, tal cual en ese momento. Al ponerse en posición trato de ahogar todo aquello para poder centrarse en su cometido.

     

    - Fortificum- soltó en un pequeño susurro. Una barrera invisible comenzó a brotar del suelo, empezó tomar una forma de medio circulo para cubrir a la Croft de ambos lados y por frente, esta muralla lograba tener una altura de tres metros y un ancho de cinco. En acto seguido sonrió con cierto odio a lo bajo de su mascara y susurró. - Avis- unas doce avesillas aparecieron frente a ella y tras su muralla. Ahora se encontraba completamente protegida.

     

    -Espero que se asomen, he de apostar mil galeones a que uno de esos me extrañó- Comentó en voz alta crando un ego altisimo en su persona. ¿Cómo pudo crear ese carácter en un tiempo pasado?, realmente lo ignoraba, pero esa ternura que le llenaba el cuerpo, vida, alma y corazón, había desaparecido completamente.

  4. Nuevamente esos dansoneros pasos se escuchaban por el Castillo Croft, esto, dando señal a que la integrante más joven de la familia había regresado de su viaje tardio y estaba más que entuciasmada por estar en los andares tenebrosos. Hacia meses que su salud no se encontraba del todo estable, pero ahora, a base de su descanso mejoró y aquel cambio era notorio en su semblante.

    - Kiuksen, prepara las tijeras jardíneras- Ordenó con una sonrisa en su rostro. El elfo domestico corrió en busca de aquella herramienta para darsela lo ,ás ronto posible a su ama. Esta extendió la mano y vio, que en su antebrazo se iba formando la marca tenebrosa, rápidamente desapareció frente a su criatura, más no con su habilidad, sino que salió corriendo lo más rápido que pudo.

    Al llegar a su habitación sintió como un aroma extraño llegaba a su nariz, luego se iba a dar el tiempo de revisar cada rincon de aquel lugar, ya que por ahora tenía que salir. Recogió su túnica negra de viaje y una bolsita extra, la cual dejó colgando en su cinturón, esta llevaba varitas de repuesto por si las dudas. En su pierna derecha se encontraban entrelasados mismos cinturones, pero a comparación de la anterior, estas sujetaban su varita.

    -Vamos.- susurró y dejo que su cuerpo desapareciera de su habitación paa aparecer a las afueras del castillo, en un pestañear de ojos nuevamente se esfumó. En segundos su cuerpo cubierto por la túnica negra y una mascara platinada sobre su rostro apareció en la desembocadura del rio celeste en nicaragua. Notó como sus compañeros se encontraban ya en el lugar y solo le quedo hacerles un leve movimiento con la cabeza, dando a entender que se encontraba ya lista.

  5. Los pasos de la joven Mortífaga y Jefa Tritona empezaron a ser audibles en aquel momento. Aparentemente llevaba una gran prisa ya que la hora en la que se le citó ya había pasado. –Siempre es lo mismo -. Se quejó de si misma, pero exactamente a donde iba?, se le había informado por su bando que se estaba organizando una actividad en la academia por su mismo bando, los asignados a ellos por suerte se les conocía, se trataba de Ashley, su sobrina, y Mathias, su hermano, dado el lazo familiar entre ellos se veía la obligación de asistir.

     

    A su llegada observó lo que más le llamó la atención, la decoración. Sin duda ambos tenían ese toque de elegancia un tanto estrambótico en aquel lugar, mesas, puff, mini bares, entre otras cosas lo bastante adecuadas al lugar. – Que sorpresa… – Comentó cuando enfocó su mirada en los pocos estudiantes que desconocía completamente, en excepción a Caroline, quien antes había sido su compañera en el bando. – Qué sorpresa verte por aquí – Añadió la Croft sin poder evitar una sonrisa en su rostro.

     

    - Has estado un poco perdida he – No esperaba recibir una respuesta por de parte de la Ryddleturn, pero si lo hiciera eso sería muy bueno, ya que la distracción de la Tempestad se comenzaría a crear, sin embargo, en ese lugar no tocarían tema alguno respecto al bando, ya que los aspirantes a la Orden del Fénix estaban al merced. – ¿Te gustaría tomar algo? – Preguntó apuntando a una de las mesas con uno de sus delgados dedos.

     

    Al ver que Caroline aceptó, caminaron a paso tranquilo por el lugar, pudo notar que su hermano se había percatado de su actividad en ese momento más no le tomo mucha importancia ya que no tenía una buena comunicación con el hombre. Sin más decidió enfocarse en su compañera para hablar un poco sobre su perdición, definitivamente le interesaba saber el porque ya que la consideraba una de sus amigas.

     

    Sabes… mi idea no era venir – Comentó en susurró al momento que tomaba una botella de Whiskey de Fuego y la comenzaba a invertir en una copa. – Pero se iba a ver mal que una Jefa tritona y Mortífaga no asistiese acá – Tras eso soltó una pequeña risa y negó con la cabeza, extendió su mano y dejó la copa recién servida en una de las manos de Caroline. – ¿Gustas? – Preguntó.

  6. Lamentablemente ningún ataque había recibido, así que se quedó con las ganas de pelear por su salida una vez más. Sin guardar su varita caminó hacía donde se encontraban Mía y Derek, sin perder el tiempo les hizo una seña y rápidamente comenzó a ser cubierta por una espesa neblina negra, al tener sus rodillas cubiertas no pudo evitar sonreír, dentro de poco iba a ser completamente libre y podrá regresar de nuevo a su hogar. – La cabra, la cabra, la p… de la cabra, la madre que la pa… – Comenzó a cantar en susurros.

     

    - Nos vemos luego poshitines – Fe así como se despidió. La neblina por fin la cubrió por completo y dejó que su cuerpo desapareciera del lugar. Segundos después apareció a las afueras y lejanías de esos terrenos, volteó a ver a sus lados y notó que se encontraba completamente sola, sin ordenes ni nada por el estilo. – Listo… – Susurró un tanto más relajada y asintió con la cabeza.

     

    Nuevamente su cuerpo empezó a ser cubierto por la misma neblina, pero esta vez en su transcurso fue dejando una fina capa negra, al terminar salió despedida al cielo y así fue como desapareció de la vista de todo ser extraño que habitaba en aquel lugar, teniendo como punto de reunión con sus hermanos su hogar o algún negocio, pero no sin antes haber dado una visita a la fortaleza oscura para comunicar lo sucedido.

  7. Al situarse junto con su bando notó como sus defensas seguían en píe, más no le importó crear otras. - Fortificum – Hechizó a su momento y una muralla de hierro, lo suficiente fuerte para aguantar varios hechizos, se apareció frente a ella. Tenía forma de un medio circulo, por lo tanto no cerraba, su altura era la máxima, cuatro metros exactamente, teniendo de ancho otros ocho metros. – Que fáciles son… – Soltó con una pequeña risa.

     

    -Vitae. - Pronunció la mortífaga, haciendo un movimiento con su varita. La piedra que se encontraba a pocos pasos de ella empezó a mutar y obtuvo seudovida. Se creo la figura de una gran pantera, con unas cuatro patas lo bastante fuertes y ágiles, en donde tenía garras capaces desgarrar a alguien. En su rostro tenía un par de ojos con que ver y, en su hocico, filosos dientes.

     

    El híbrido tenía púas que surgían de su espalda como las de un puerco espín. La creación se colocó a un costado de Etoile teniendo como única orden de defenderla de cualquier ataque en su contra. Por segundos volteaba a ver a sus compañeros y familiares, dejando escapar una respiración tranquila.

  8. El ruidazo proveniente de las afueras de las celdas le hizo parpadear un par de veces y sonreír con amplitud. – Fui escuchada – soltó con un dejo de felicidad en sus palabras. Apoyó sus manos en el suelo y logró incorporarse nuevamente, se sentó en la cama de su celda y cruzó las piernas tal cual lo haría en su hogar. – Corran – Advirtió a aquella guardiana ladeándole un poco la cabeza. – Morirás, ups – Sentenció con una típica risa loca.

     

    En segundos se vio completamente sola por esos pasillos, empezó a sentirse impaciente pero justo tras un carraspeo se asomó una de sus compañeras. Esta abrió la celda y libero sus manos de la cadena, dejándola feliz por eso. Al ver que le entregaban su varita la tomó y de inmediato se materializó en su mano diestra. – Gracias – soltó dando media vuelta y comenzando a apuntar.

     

    - Morphos – hechizó. De momento la cama empezó a cambiar de forma, cayó al suelo dejando a la vista unas claras y fuertes patas; la criatura se comenzó a finalizar en tan solo unos segundos, dando por concluido un feroz Tigre Siberiano. – Vamos, protégeme de todo – ordenó. Rápidamente hizo una continua floritura y susurró. – Avis – Unas doce avecillas de color negro y azul aparecieron frente a ella, dejándola con dos defensas.

     

    Rápidamente salió junto con su compañera a donde se encontraba el grupo de Mortífagos, empezando a sentirse con más confianza y ganas de salir.

  9. Al ver que la ignoraron completamente negó y agachó la mirada. <<No quiero estar acá…>> dijo en sus adentros juntando sus manos y creando un solo puño. <<Vengan por mi, lo más pronto por favor>> continuó pensando y esperando con tranquilidad, lo cual en ese lugar, era raro que ella tomara. Como pudo se incorporó de aquella cama y dio tan siquiera un paso ya que las cadenas no la dejaron llegar a más.

     

    - ¿En serio no podrías quitármelas?, es estorboso – Comentó con tranquilidad, aparentando tener un buen carácter en ese momento. Nadie sabía que lo más odioso de Etoile era hablar con los Fenixianos en su propio habitad, hogares o como se les llamara, ya que se lograba sentir esa amistosidad y poco compañerismo entre ellos mismos. – Si no me sueltan… gritare como la última vez – Dijo soltando una risa, aquello era una GRAN broma, ya que las ganas de molestar no le llenaban en ese momento.

     

    <<¿Cómo estarán mis hermanos?>> se preguntó dejándose caer al suelo, sus rodillas se rasparon en ese instante más no le importo ya que su raza le permitía curarse de aquello con una gran prisa. – ¿Solo yo estoy acá? – preguntó con inocencia.

  10. Segundos pasados logró escuchar un pequeño chillido proveniente de otra celda, se incorporó un poco al grado de llegar a sentarse y notó que no había nadie. <<¿Qué alimaña estará por acá?>> se preguntó sonriendo de lado. A pesar de estar sola no tenía tanto miedo de lo que se podía encontrar, en su vida ya se había encontrado con varias personas que realmente le habían herido de alguna forma, por lo que solo le quedaba acostumbrarse a ese estilo de vida.

     

    Al haberse cansado de la misma posición se volvió a acostar, cruzó sus piernas y dejó sus manos sobre su estomago. – Esto es desgastante… – soltó con un suspiro. Había recordado que era una de las más buscadas en ese momento, cosa que la dejaba de un peor humor ya que no podía actuar como le gustaría. -Tonta… – susurró negando con la cabeza, ¿Cómo se había dejado capturar?, no hizo ni acto alguno por librarse ya que muchas cosas le rodeaban la cabeza.

     

    Justo en ese momento una fenixiana se había acercado, su voz se le hizo bastante familiar más no le tomó interés. Fijó su mirada en el cuerpo de la guardiana y frunció el seño ante la pregunta que le hacían. – Solo quiero té… – Pidió enarcando una de sus cejas y dibujando una sonrisa en su calido rostro. <<¿Podrían traer algo así? >> preguntó en sus adentros esperando la reacción de la joven. – Y que me quiten las cadenas, claro – Completo sin apartar su mirada.

  11. Al abrir los ojos se percató de que no se encontraba en su habitación, soltó un bufido e intentó incorporarse de aquella cama. – ¿Qué demonios? – Se preguntó al notar sus muñecas encadenadas. Hizo un est****o gesto y quedo sin moverse en aquella cama. Giraba su rostro para poder ver los barrotes de la celda más no vio movimiento alguno. – Al menos estoy acostada – Soltó con engreimiento y cerro nuevamente sus ojos.

     

    Horas después despertó. Le había caído el veinte de donde se encontraba y ahora tenía que esperar, quizá no mucho ya que se había enterado de que varios de sus compañeros estaban ahí, incluyendo a dos de sus hermanos en la Malfoy. Chasqueó su lengua y dejó colgando una de sus piernas, tal cual movimiento era el de un péndulo. – Strike the match, play it loud, giving love to the world - comenzó a cantar en voz baja.

     

    Recordaba claramente que en su última visita su comportamiento fue de lo más necio y desquiciante, tal vez lo repetiría ya que le encantaba hacerlo, pero por momentos pensaba en otra cosa, así que lo dudaba demasiado. Estiró lentamente su brazo derecho y notó las cadenas bien formadas en su muñeca, con la otra mano las acaricio lentamente y sonrió, ese era una buena tortura para ella ya que le encantaba usar aquellas cosas. – And we gonna let it burn burn burn burn. We gonna let it burn burn burn burn – prosiguió con su canto fijando su mirada en el techo mohoso del lugar.

  12. Notas DB

     

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  13. Mucha más gente blanca iba llegando al lugar y tenía claras las intenciones de estos. Soltó un suspiro y se percató de que su cuerpo empezaba ser cubierto por una neblina negra que de a poco empezó a surgir por los suelos de la misma cárcel. De reojo notó a sus familiares, entre ellos su abuela Evarela y sin poder hacer más les sujetó de las manos para que empezaran a ser cubiertos por la misma neblina.

     

    Al apretarle la mano a la mujer (Evarela) sintió un poco aquella inseguridad que le daba, su líder y familiar, la misma persona con quien no tenía mucha comunicación se encontraba herida y aparentemente la orden de sacarla era para ella.(Evarela) – Liberacorpus – Soltó con una gracia y la mujer estaba por caer cuando por agarrarla pudo sujetarla bien. – Es hora, larguémonos… – como pudo la ayudo a caminar la distancia que la separaba de Patrick.

     

    Estando a pocos pasos la soltó y continuó haciendo una defensa más para que estos salieran bien. Fortificum – Hechizó a su momento y una muralla de hierro, lo suficiente fuerte para aguantar varios hechizos, se apareció frente a ella. Tenía forma de un medio circulo, por lo tanto no cerraba, su altura era la máxima, cuatro metros exactamente, teniendo de ancho otros ocho metros.

  14. La Mortífaga se encontraba segura de que eso iba a hacer victoria de ellos, por lo tanto lo iba a disfrutar. En ese momento fijó sus orbes azules sobre Goderic y decidió atacarlo de la manera más rápida posible, pero… se le vieron adelantados. Una ligera mueca apareció al escuchar el hechizo que lanzó y en acto seguido soltó. – Accio varita – De inmediato la varita de Goderic llegó a sus manos, con fuerza la sujetó con su mano izquierda y procuró no dejarla en ningún momento.

     

    - ¡Sectusempra – Alcanzó a decir, un rayo de color verdoso salió desprendido de su varita hasta impactar con el cuerpo de Goderic , acto seguido se dieron a notar unas cortadas sobre su cuerpo, de ellas iban brotando sangre poco a poco hasta quedar gravemente. Etoile simplemente sonrió al ver aquella escena de tristeza y preocupación por ese mago. – Dame más juego, al menos grita por el dolor – Pidió ladeando un poco la cabeza. <<Sería más satisfactorio >> finalizó sonriendo levemente.

  15. La pelirrubia se fue acercando lentamente hasta donde su padre Near se encontraba, quedando un poco más tranquila a su lado. -Vitae. - Pronunció la mortífaga, haciendo un movimiento con su varita. La piedra que se encontraba a pocos pasos de ella empezó a mutar y obtuvo seudovida. Se creo la figura de una gran pantera, con unas cuatro patas lo bastante fuertes y ágiles, en donde tenía garras capaces desgarrar a alguien. En su rostro tenía un par de ojos con que ver y, en su hocico, filosos dientes.

     

    El híbrido tenía púas que surgían de su espalda como las de un puerco espín. La creación se colocó a un costado de Etoile teniendo como única orden de defenderla de cualquier ataque en su contra.

     

    - Fortificum – Hechizó a su momento y una muralla de hierro, lo suficiente fuerte para aguantar varios hechizos, se apareció frente a ella. Tenía forma de un medio circulo, por lo tanto no cerraba, su altura era la máxima, cuatro metros exactamente, teniendo de ancho otros cinco metros. Así Etoile estaría completamente protegida.

  16. - El amor corre al amor como el colegial huye del libro y como el que va a clase se aparta de el con cara triste… – Comentó cerrando el libro que llevaba en sus manos, al levantarse del asiento de piel caminó en dirección a la repisa, donde ahí lo asentó. Cruzó sus brazos sobre su pecho y dejó escapar un suspiro, ¿Cuántas veces ya se había leído el mismo libro y no se cansaba?, quizá… nunca se iba a cansar de leerlo, ya que su historia era tan parecida a la de ellos.

     

    Un estruendoso ruido le hizo desconcentrarse de sus pensamientos, sacó su varita con brusquedad y esta se materializó apuntándole a su elfo Kiuksen. Este con tanto nerviosismo había tirado la vasija de té. – Eres un est****o – Se quejó la pelirrubia y negó con la cabeza, ahora estaba endeudada con su madre Aleera y tenía que comentar aquel suceso.

     

    Cuando se encontraba apunto de guardar la varita sintió un ardor en su brazo izquierdo, levantó su manga y notó como la marca tenebrosa se encontraba resaltada, rápidamente desapareció de la biblioteca y apareció en su habitación, donde ahí tomó una bolsita con varitas varitas de reserva y su túnica negra de viaje, al ponérsela sobre sus hombros desapareció. Segundos después apareció en Taiwán, San Zhi, en ese momento ya llevaba su mascara e iba protegida por su túnica, observó sus alrededores y no pudo evitar sonreír al notar a sus compañeros de bando.

  17. - Bienvenida, Liza – Saludo acercándose a la joven tritona y rodeándola con sus delgados brazos por unos segundos. La Croft no solía hacer eso en publico, por lo tanto el gesto fue un poco efusivo. Al separarse le sonrió y fijó sus orbes azules en dirección a la puerta. <<¿De verdad esta pasando esto?>> Se preguntó en sus adentros borrando todo gesto de amabilidad y ternura, sus ojos comenzaban a reflejar un tanto de tristeza, haciendo que sus manos se pasaron por sus brazos una y otra vez en forma de caricia.

     

    - Se han demorado – Susurró cerrando los ojos. Lentamente sus zapatos comenzaron a hacer aquel ruido con sus tacones, bajó por las pocas escaleras y se situó en una de las mesas. En aquellas había unas copas de cristal fino y bien cortado, con figurillas de flores en la parte de la base y una línea color dorada e la fina boca de esta, iban acompañadas con unos manteles y cubetas con vino. – No tarden más… – Susurró un tanto quejita y abrió de golpe aquella botella; lentamente el liquido iba cayendo dentro de la copa hasta verse completamente llena.

     

    Su mano se comenzó a mover de un lado a otro, suavemente sin soltar aquella copa, en unos segundos se vio acercándola a sus labios y así beber de aquel vino lentamente. No se dio cuenta de que había bebido de golpe, por lo que se sintió un poco cimbrada y mareada en ese momento. – ¿Qué es lo que haremos? – Preguntó en tono alto a sus compañeros, lo suficiente como para que la escucharan.

  18. Las cosas comenzaban a tomarse tranquilas, los jóvenes llevaban una actividad con su prefecto respecto al uso del Casco burbuja, hechizo el cual les ayudaría a respirar por debajo del agua, como las branquialgas, pero a cambio de esas te hacían transformar un poco, por lo que se recomendaba el uso del primer hechizo. Cuando comenzaba a participar en aquella actividad notó la inconformidad de uno de los estudiantes, sonrió levemente y negó con la cabeza.

     

    - La varita es esencial para el mago, como la puede dejar en cualquier lugar? – Preguntó fijándose en el vampiro albino, negó un poco con la cabeza y notó como su compañero Ishaya se acercaba al joven, levemente sonrió más no hizo algún acto de acercarse o algo por el estilo. Sacó su varita y al pasárselo por el cuerpo apareció un traje especial de nado, tenía en mente las diferentes clases de animales acuáticos en aquel lago, por lo que prefirió estar lo mayor protegida posible.

     

    Al empezar a caminar escuchó el comentario del hombre respecto a dejar que ella vaya sola a la excursión, no pudo evitar reír en ese momento, <<Que cosas…>> pensó amarrándose la cabellera rubia en una coleta. – Si no nos quiere acompañar se va a perder de muchas cosas – Comentó acercándose un poco a los hombres. – Él se perderá de las sirenas entre otra clase de criaturas a las que los hombres son atraídos – Completó dibujando una sonrisa traviesa y posando sus manos en sus caderas.

     

    Para su desgracia el traje que llevaba puesto era demasiado entallado, por lo que no dudaba que dejaba volar la imaginación de muchos hombres sin respeto. Sin tomarle mucha importancia se inclinó lentamente y como pudo enfocó sus mirada sobre Stnazi, ladeo suavemente la cabeza y de la misma manera se alejó, aquel tenía un algo raro y no tenía idea de cómo descifrarlo en ese momento.

     

    Sin esperar prosiguió con su camino hasta llegar con el grupo de alumnos, los estudiantes y su prefecto se encontraban ansiosos en ese momento, se notaba que querían vivir aquella experiencia sin duda alguna. A los pocos minutos Ishaya y Stnazi se vieron incorporados al equipo, ahora si se encontraban completos. – Supongo que ya es hora – Dijo indicándole a Aziid que ya se encontraban todos listos.

     

    Los movimientos detrás suyo comenzaban a incomodarle, aquel acto del vampiro albino fue tan brusco como grosero, pero… que iba a hacer una mujer en pelea de hombres?, si fuera un acoso quizá si lo podría detener, pero en algo así?, no se veía realmente; por suerte su compañero de Jefatura no se vio sorprendido por aquello, contrajo sus labios y continuó mirándolos de reojo hasta que decidió apartarse de ellos completamente.

     

    Dos chicas fueron llegadas a la sala, sonrió amablemente y se acercó a saludar, la primera subió a su mazmorra sin hacer saludo alguno, la rubia se sintió un tanto rara sin embargo evito demostrarlo. – ¿Qué tal? – Preguntó con una sonrisa amable a la segunda chica que ingresaba al lugar, esta parecía estar un poco nerviosa y perdida, no se le echaba la culpa, la mayoría de los alumnos así se ponían. En ese momento su prefecto se acercaba a contarles sobre la dinámica que había en ese momento, junto con Alia, quien bajaba a tiempo por las escaleras.

     

    - Comenzare por mi cuenta – Aviso a los jóvenes tritones y comenzó a caminar en dirección al lago. Apenas se vio en la orilla de este sintió un viento lo bastante refrescante, bajó un poco la mirada y deslizó su mano diestra hasta el sujetador de su pierna derecha, donde ahí aguardaba su varita. Una vez en su mano sintió como esta comenzaba a materializarse, sonrió y comenzó a hacer unas florituras apuntando a su rostro. – Casco Burbuja – Hechizó su momento, una burbuja de aire se formó sobre su boca, cubriendo su nariz y parte de su barbilla, sin permitir que el agua pase a través de esta.

     

    Poco a poco se vio dentro del agua gran parte de su cuerpo, pudo escuchar el bullicio que hacían los alumnos más no le tomo mucha importancia. Al avanzar un poco más sintió que ya no había superficie por debajo de sus pies, pero si unas cosas babosas que comenzaban a rodearla, sin tomarle importancia se metió completamente bajo del agua, cometiendo el peor error de su vida. Pudo notar a las criaturas estar tras de una de sus alumnas, pero al intentar acercarse se vio detenida por un par de Grindylows.

     

    Como pudo movió su varita con la mayor fuerza posible y hechizo. – ¡Desmaius! – Un rayo violeta salió desprendido de su varita impactando con uno de ellos, aquel quedo inconciente y se fue hundiendo de a poco, en ese momento la Malfoy aprovechó y salió a la superficie con medio cuerpo, dio un vistazo rápido y noto como la alumna de hace unos momentos ya se encontraba a las afueras.

     

    Etoile hizo el intento de comenzar a nadar pero otras criaturas se le prendieron de las piernas, prohibiéndole movilidad alguna. – Finite incatatem – Soltó rápidamente y como pudo pronunció el nombre de su compañero al momento en que comenzaba a ser jalada agua abajo, dejándola imposibilitada de hacer algún hechizo para que respirara.

  19. La festividad de las jornadas de primavera habían finalizado y gracias a las ideas de su prefecto de casa se pudo celebrar a todas las participantes en ellas, lo que incluía a los Aethonans, Centauros, Dragones y obviamente Tritones; sin duda eso podía ayudar para olvidar un poco la competencia entre estas mismas, así que se vio aprobada aquella fiesta.

     

    A su llegada sus compañeros de Jefatura ya se encontraban en el Gran Salón, sonrió por unos momentos y asintió con la cabeza para darse ánimos así misma en seguir. – Qué tal, ¿llego tarde? – Preguntó con educación a los que ya se encontraban presentes, Jessie, Anne, Jank, Ishaya y Aziid. Recorrió el lugar con la mirada en busca de los demás estudiantes y sus compañeras de bando, más no hubo señal alguna.

     

    Su seño se vio fruncido más con una ligera mueca desapareció aquel gesto; en el momento sujetó un poco el vestido largo de noche y subió un par de escalones para situarse a un lado de su compañero Ishaya. Su rostro reflejaba un enorme cansancio, más sin embargo una pequeña voz dentro de ella le hizo cambiar su aspecto. Una sonrisa se dibujó en sus labios, adornando la calidez y el poco maquillaje que su rostro llevaba, acompañado por sus orbes azules.

     

    - No creo que los alumnos se pierdan de esto… – Comentó ante las preguntas de duda que sus compañeros empezaban a formular, tenían que ser positivos, ya que a eso se hizo aquella fiesta. La incomodidad empezaba a sentirse y la preocupación igual, ¿Qué tanto esperaban los alumnos para aparecerse?, soltó un suspiro y entrecerró un poco los ojos para formular una de sus preguntas. – ¿Le avisaron a todos? – soltó fijándose en cada uno de sus compañeros, cruzando los brazos sobre su pecho.

  20. Hola Familia Ravenclaw, sé que algunas personas estarán contentos de tenerme aquí con esta fichita. No sé si tengo que llenar las lineas pero supongo y si, de todas formas ya lo estoy haciendo. Por cierto... tengo que advertir que Etoile es... extremadamente caprichosa, así que llego a rolear por la mansión no digan que no se los comente u_u

     

    ~•~ ╬ Ficha de Registro ╬ ~•~

     

     

    Nick: Etoile Croft Malfoy

    Fecha de Cumpleaños: 08/Agosto/----

    ¿Predilección por alguien para ser tu padre/madre?: No busco padre o madre, me registro como Amiga de la familia.

    ¿Perteneces a otra familia? ¿Cual?: Croft y Malfoy

    Facebook (para agregarte el Grupo): Kurt lo tiene(?)

    Bando (si no tienes bando, poner neutral): Mortífago

    Elfos: Kiuksen.

    Link a tu ficha de personaje: Etoile A. Croft Malfoy

    Link a tu bóveda: Bóveda 97916

  21. *Mira la firma fresa de Leah* u_u para mi mala suerte igual tengo una así, pero no niego que esté bonita xD. Bueno vengo a dejar el reporte del rescate de Kurtoso :rolleyes:

     

    Fecha: 18/06/13

    Lugar: Torre de Abaddon

    Permiso del Alto(s) Rango(s) que acompañó On y Off Rol: Mía Black Lestrange, Mónica Malfoy Haughton.

     

    Participantes:

     

    Marca Tenebrosa

    Mía Black Lestrange

    Mónica Malfoy Haughton

    Agatha M. Gryffindor

    Lisa Weasley Rambaldi

    Etoile Black

    Darla Potter Black

     

    Prisioneros

    Kurt Ayrton Ravenclaw

     

    Orden del Fénix

    -

     

    Link de inicio al rescate: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=101384&view=findpost&p=4517849

    Link del final al rescate: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=101384&view=findpost&p=4517932

     

    Encargado de la logística: --

    Comentarios (Capturados, Muertos): Nos intentaron invalidar el rescate a partir de este post: #716 teniendo respuesta por de parte de Mónica aquí y más adelante, dejando este rescate en veredicto.

  22. Aparentemente los fenixianos no dieron luz alguna de interponerse, sin duda el miedo en ellos aumentaba, dejando como ganadores a los de su propio bando, los Mortífagos. Sin más jalo del brazo al hombre y siguieron su camino, este no tenía ninguna cuerda por lo que se le dificultaba manejarlo a su manera. Al soltarlo un momento este desapareció, dejando a la Malfoy con una enorme sonrisa, sabía donde lo iba a encontrar y eso no le importaba mucho, al menos no en ese momento.

     

    Sin más que hacer se desapareció del lugar con un rápido crack, en segundos reapareció a las fueras de la cárcel fenixiana, se retiró la capucha de la cabeza y dejó ver su cabellera rubia, alzó la cabeza y se quedó observando el cielo, en ese momento una neblina negra comenzaba a rodearle su cuerpo de a poco, la tardanza de esta era contable, por lo que desesperaba a la Malfoy, pero a pesar de todo no tenía tanta prisa… así fue como rápidamente desapareció hacía la fortaleza oscura.

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  23. - Solo a mi se me ocurriría llamar caballos a unos thestral... – Susurró. Al tener ya las defensas abajo salió corriendo hasta el lugar de celdas, sintió el aire impactar contra su túnica sin embargo eso no le impidió la velocidad a la que iba. Tras lograr entrar siguió camino arriba, tenía que ir por un prisionero quizá para interrogarlo o hacerle una pequeña tortura en la fortaleza, sea como sea… se sabía que aquel hombre no debía de estar ahí. – ¿Dónde estás hombrecillo? – preguntó en susurro esperando que diera algún aviso o ruido.

     

    - ¡Demonios! – Exclamó con fuerza, nuevamente corrió por aquellos pasillos. En segundos pudo encontrar a Kurt, sonrió por debajo de su mascara y al sacar su varita apuntó a la celda. – Alohomora – Susurró, la cerradura de la celda se abrió dándole paso a la Mortífaga, está sujetó del brazo al hombre y a la fuerza le sacó de la celda. – Te vienes conmigo, te guste o no. – Masculló de mala gana, rápidamente sacó una varita de su bolsillo y se la entregó.

     

    Ambos magos salieron de aquel pasillo y sin soltar a Kurt conjuró. – Fortificum – Tras la floritura de su varita una espesa barrera lo bastante fuerte se comenzó a formar frente a ellos, esta tenía los exactos cuatro metro de altura y unos siete metros de largo, detendría cualquier rayo que se le fuera enviado a los magos, dándole oportunidad alguna para hacer algo mucho más interesante.

  24. Un nuevo día daba comienzo en el mundo mágico, no se sabía exactamente lo que realmente estaba por pasar, pero lo que se esperaba por de parte de la Croft Malfoy era un día divertido, lleno de actividades por de parte de la marca tenebrosa, asaltos, redadas y cosas así. Algo que la sacara de su vida cotidiana, de su habitación, sus elfos y libros, claro, no se negaba que le encantaba leer, pero… le aburría estar tanto tiempo sin hacer nada.

     

    Al bajar los escalones de la mansión Malfoy sintió un cosquilleo en su espalda, al arquearla lentamente sonrió y termino por bajar con lentitud y elegancia, aparentemente estaba recién levantándose, llevaba unas zapatillas negras, el cabello enmarañado y un vestido de seda color negro, este le llegaba a sus rodillas adornándolas con un fino encaje. Pasó por el primer pasillo y llegó a la cocina, al abrir el refrigerador sintió el ardor en su brazo izquierdo.

     

    Enfocó su mirada en el tatuaje y cerró la puerta del refrigerador, corrió por el mismo camino y hasta llegar a su habitación sintió la necesidad de arreglarse un poco más. Pasó la varita por su rostro y tuvo un mejor semblante, su vestimenta había cambiado por unos jeans y una blusa cualquiera, la cabellera ya se encontraba recogido y peinado. En una silleta se encontraba su túnica negra, tiró de esta y estiro de inmediato su otra mano para recoger una bolsilla donde ahí tenía varitas de más.

     

    Se pasó la suya propia por el rostro y dejó que una mascara plateada se posara sobre ella, sonrío a lo bajo de esta y desapareció de su habitación, en segundos re apareció en los jardines de la mansión Malfoy, corrió a las afueras de este lugar y sin ser vista volvió a desaparecer. Tras unos minutos llegó a Majal, en la India cerca del Rio Yamuna, el calor era potente sin embargo no le tomó importancia. Se fijó en sus compañeros de bando y aun se encontraban subiéndose a defensas de los caballos, optando por hacer lo mismo y cruzar la arena movediza.

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