Milena Triviani Malfoy

Little G había llegado unos momentos después que yo al departamento, nos saludamos y casi de inmediato apareció Nathaly a recibir nuestros formularios y asignarnos los turnos para el examen. Me senté en unas sillas frente a las puertas de la habitación al lado de G, un tanto nerviosa aunque ya me habían dicho que no tenía que estarlo.

-Sigue - dijo la señorita Weasley abriendo la puerta del salón.

-Ahí voy- contesté en un susurro, los nervios me estaban ganando. Sonreí hacia Little y entré al Centro Examinador.

Al momento de entrar a la sala sólo se veían paredes blancas, pero en cuanto mi cuerpo tocó el círculo rojo que estaba más cerca a la puerta, un resplandor deslumbrante me cegó por unos momentos para dar paso al verde de los jardines que rodeaban un castillo. Estaba parada a la orilla del lago de los terrenos Triviani, el lago se veía como siempre con calma absoluta que refleja paz y tranquilidad, los sonidos típicos que parecían venir de la edificación o del fondo del lago o del bosque aledaño. Al fondo hacia el norte, el imponente castillo familiar mostraba su lado posterior dónde se ubicaban las mazmorras y la puerta de entrada del servicio, sitio en el que había decidido aparecerme y que ya estaba marcado con un círculo rojo que parecía fuera de lugar al lado de la pequeña huerta que los Chucks tenían allí.

Los nervios se me pasaron al verme rodeada de cosas conocidas, lo que ayudó a que mi concentración en las tres D’s fuera total, así como también ayudó la tranquilidad y la paz que siempre me traía recorrer los terrenos de mi familia.

Mi DESTINO ya estaba fijo en mi mente desde el momento en el que el salón se convirtió en el exterior de mi hogar.

Mi DETERMINACIÓN fue creciendo mientras más fijaba mis ojos grisazulados en la puerta de roble que estaba en la parte trasera de mi casa, no quería terminar en San Mungo escindida y por el contrario quería poder aparecerme e ir a muchos lugares sin temor a represalias por infringir las normas.

Mi DELIBERACIÓN... Cerré los ojos y tomé un respiro prolongado dejando que mi cuerpo se relajara por completo, luego empecé a girar y sentí un jalón como si estuviera en un huracán o una corriente muy fuerte, algo presionaba contra mí como si me estuviese partiendo. Había olvidado lo que se siente aparecerse, aunque debió ser porque fue sólo una vez y por aparición conjunta.

Todavía estaba un tanto mareada, me palpé todo el cuerpo verificando si aún estaba completa y o me había escindido o dejado una parte en la orilla del lago; una vez hechas las comprobaciones solté un suspiro de alivio. ¡Me había aparecido! Nathaly aún permanecía en la orilla del lago esperando que saliera supongo.

-Creo que lo hice bien ¿cierto?- le pregunté a mi examinadora aunque sabía que ella no me respondería en ese momento.

Después de eso, salimos de la sala que volvió a ser completamente blanca.

OFF: La graduación ya fue puesta en los topic, así que me graduo este año me alegra mucho pero me duele abandonar la casa centauro Este no va a ser mi último post acá, quiero estar en la cena de navidad y en la fogata y todo eso.

Voy a extrañar los post acá, pero los seguiré visitando ¿verdad que puedo? Por ahora voy a despedir a mi hermanito Keaton (que poco lo ví por la casa) y a alistarme para la graduación

On:

Después de haber comunicado a los demás lo deseos de Cris y los demás tritones, ví una figura conocida salir por el lugar en el que hace poco había entrado, unas maletas y un baúl acompañaban al vampiro dueño del equipaje. ¿Keaton sacando cosas de la casa centaura?, si bien era cierto que estábamos de vacaciones y el Ravenclaw no había pasado mucho tiempo en ella, también sabía que eso era mucho embalaje para irse por sólo unos días.

Decidí subir a la puerta a preguntarle al vampiro el porqué de su partida, aunque dudaba que me contestara algo pues era tan frío y reservado. Puse los ojos en blanco mientras subía las escaleras de tierra que me llevaban a la salida, alcanzando al chico en el umbral. No tuve que preguntar nada, pues una pequeña lechuza traía un pergamino que contenía una invitación... la invitación a mi graduación. Levanté mi ovalado rostro en el que se reflejaba la mezcla de sentimientos que tenía en mi interior, ya entendía el porque de la partida de mi hermano Malfoy, era el momento de nuestra partida de la academia y el inicio de una nueva etapa.

-Bueno Keaton, ya sé que no hablamos mucho (prácticamente nada) pero supongo que yo también debo hacer lo mismo ¿no?- le dije posando mis grisazulados orbes en su rostro vampiro. Un leve asentimiento de su parte fue el único movimiento que hubo pòr un instante. -Te veré en la graduación- dije despidiéndome con un gesto de mano.

Suspiré y volví sobre mis pasos a la casa de los centauros, pero no bajé hasta la sala común sino que fui a mi dormitorio, que era una réplica exacta de mis doprmitorios en el Castillo Triviani y la Mansión Malfoy. Mis ojos brillaban con las lágrimas que pululaban por salir, era muy intensa la mezcla de sentimientos que anidaba mi corazón: estaba muy feliz por haber terminado este ciclo y haber alcanzado un logro más que me serviría para vida de ahora e adelante pero me entristecía el hecho de dejar este lugar bajo tierra que me había dado tanta paz y tranquilidad.

"Vas a volver de vez en cuando", me repetía una y otra vez mientras con un -bauleo- empaquetaba todas mis cosas para enviarla de vuelta unas al castillo y otras a la mansión. También debía arreglarme para ir a la ceremonia que empezaría en un par de horas. Había decidido dejar todo en el dormitorio, volvería después de la ceremonia de graduación y compartiría parte de la navidad con mis amados centauros.

Luego de una ducha, me coloqué mi vestido verde en honor a mi amada casa; un poco de maquillaje ocultaba los rastros de las lágrimas que había vertido. Tomé un pequeño bolso negro que hacía juego con los zapatos que calzaba y saliendo hacia la estatua del centauro guardian fui transportada a mi graduación.

Off: Soy una abandonadora ya sé, pero mugglelandia me había atrapado por completo y no me había podido pasar y preciso para los dias del torneo pero bueno. ¡No me latiguees mucho Gyv! Hablando de eso, no dicen los desaparecidos ¿de verdad no hubo nadie en el torneo? Oopss!!

También me da tristeza que ya me voy a graduar y voy a tener que dejar la academia pero como estamos en vacaciones supongo que voy a estar hasta el otro año cuando haya grduación

En fin, voy a estar más pendiente de la casa y a participar de las actividades de fin de año. ¡Quierolos!

On:

Andaba pensando en la propuesta de Luis y en lo que haríamos para la fecha, cuando vi a Sofi a quien había recordado hacia solo unos momentos cuando llegaron las niñas nuevas. De inmediato una sonrisa curvó mis labios como cada vez que veia a las personas con las que tenía un vínculo especial.

-Hola, ¿qué piensas tú de la idea de nuestro compañero Luis?- preguntó la Triviani

-Hola Sofi- contesté dándole un beso en la mejilla. -Pues a mí me parece bien, aunque deberíamos añadirle algo para que sea diferente. Continuamos hablando mientras Sophie, la jefa de casa colocaba más adornos y hablaba con Lonely y Sorti.

Un momento después la voz de Gyv sonó con aire ausente pero perfectamente audible sobre la música -… ¿Les gustan las guerras de nieve? – decía la ojiazul. La señorita Granger completó diciendo que a ella le gustaba hacer muñecos de nieve.

Muñecos de nieve, bolas de nieve, guerra de nieve... Muy bonito y sería genial, pero la pregunta era ¿dónde? Esos eran mis pensamientos en el instante en el que uno de los chicos bajaba del dormitorio. Sabía que lo había visto en alguna parte pero ni idea dónde y al parecer apoyaba la idea de la nieve.

Iba a decir que apoyaba totalmente la idea, siempre y cuando encontráramos un medio para calentarnos porque después de hacer angelitos en el suelo y una buena batalla quedaríamos empapados; escuché un ruido cerca a la entrada, cómo si alguien quisiera entrar pero no pudiera. Me aparté de mi prima y subí las escaleras rumbo a la estatua del centauro que custodia nuestra casa.

Me asomé pero no había nadie; miré por los alrededores encontrándome con un pergamino ensartado en la flecha del centauro, tuve que saltar y rasgarlo para poder tomarlo. Regresé a la sala leyendo el papel pues iba dirigido a mí, solamente a Cris se le ocurría no utilizar una lechuza o un elfo para entregar la nota. Cómo sea, ya hablaría después con él o le enviaría la respuesta por correo lechuceril.

-Chicos, envían saludos de la casa de los Tritones y nos desean la mejor de las navidades- les dije a los presentes adentrándome en la sala común.

Hola family... como buena vaga (no, eo es mentira, Mile no es vaga. Sólo es que mugglelandia absorve toooodo su tiempo y ha descuidado su hermoso forito ) no me había fijado en el nuevo registro y ´como la abue Misty pidió, pues yo sólo paso a decir que mi nick anterior era Milena Lutz y que ahora es más bonito porque es Milena Triviani Malfoy.

Todo ya está actualizado en la ficha y en la bóveda y como eso si está bien en el árbol pues me da flojera volverlo a poner.

Prometo que a más tardar el sábado me estaré por la mansión, que ya me desocupo un poco.

Amolos, byeeeee

Había un ambiente festivo en la sala común. En un momento determinado, la jefa Gyvraine se acercó a la rubia Triviani con una cajita de oro que contenía una almohadilla de terciopelo verde en dónde estaba guardada la insignia que la identificaba como prefecta de la casa de los Centauros. Con delicadeza tomó la bella joya cuyo significado la llenaba de orgullo, pero que también conllevaba una gran responsabilidad; sonrió a la ojizafiro quién a su vez sonreía y colocó la perfecta P en el lado izquierdo de su túnica, cerca a su corazón.

Luego Gyv comenzó a colocar loa adornos y todos nos pusimos en la misma tarea, esperando dejar aún más hermosa nuestra sala común. La Triviani colocó algo de música navideña en su mp4 muggle amplificando el sonido mágicamente,

Un árbol cayó sobre Luis, junto con guirnaldas y muérdago y otros adornos, ¡parecía que él fuera el árbol! Todos nos reímos mucho, incluso una niña que no había visto pero estaba en la sala medio escondida en medio de todos (Lonely). Luego el pelinegro sugirió hacer en navidad una cena en la que integráramos las distintas tradiciones, idea que era simplemente genial.

-¡Genial!- exclamó la ojigris, mientras volvía su atención a la joven que andaba por ahí. Seguramente era una niña tímida, que le recordaba a su prima y compañera de clases Sofía.

-Hola, ¿qué piensas tú de la idea de nuestro compañero Luis?- preguntó la neutral con una sonrisa en su rostro a la chica tratando de unirla a la conversación y que venciera su tímidez.

*****

OFF ROL: Hola Lonely, bienvenida a los centauros. No te preocupes, a todos nos pasa cuando somos nuevos. Cualquier cosa soy Milena, la prefecta de la casa, me puedes contactar por PM o por msn milenacardcor@hotmail.com. Acá las casas se supone que son algo parecido a las casas de Hogwarts dónde tienes tu dormitorio y es un espacio para conocer a más personas de tu misma casa.

Yo quiero torneo pero no lo han puesto y soy tan de malas que las pruebas empiezan cuando no estoy conectada Pues nada será esperar…

PD: perdón por la pastoral pero quería rolear jejejeje

Andábamos disfrutando del pastel de cumple que había traído Luis, ¡estaba delicioso!, conversando sobre la decoraziòn de navidad y las actividades que desarrollaríamos en nuestro bosque mágico durante esta época tan especial.

Un rato después una joven pelirroja descendió por la escaleras y observaba nuestra hemosa sala común con feliz asombro. La ojigris posó sus orbes en el azorado rostro de la chica que se detuvo ruborizandose un poco al sentir las miradas de varios de nosotros dirigidas a ella. Saludó y se presentó a todos, ¡así que ella era una nueva centauro!

-Hola Sorti, ¿te puedo llamar así?- preguntó la Triviani con una amplia sonrisa en su rostro. -Bienvenida a la casa de los Centauros, espero que quieras y te sientas orgullosa de tu casa- prosiguió la rubia tomando una rebanada de pastel y brindándosela a la nueva centauro.

-Oopss!! por cierto, Soy Milena Triviani Malfoy, prefecta de la casa y lo que necesites me tienes a la orden- concluyó la neutral dàndole una nueva sonrisa amable a niña.

*****

Off Rol: Hola Valeria, bienvenida a los centauros. Espero que te la pases bien por estos lares, que estes activa y como dije en el rol cualquier cosa ahí estoy, por acá o por PM o por msn que está en mi perfil. Mi nombre muggle es Milena (sí, no me lo cambié ni lo voy a hacer) y tengo 20 años. De nuevo bienvenida.

Hola buenas tardes:

Vengo a hacer una pregunta, no sé si loca pero bueno tengo la duda.

Cuando nos dan el puntaje en las casas de la Academia de Magia al lado de los puntajes dice una cantidad de galeones. ¿Esos galeones son para el rol ministerial o para el usuario en el .com?

Si son para el rol, me gustaría saber que tengo que hacer para que me los pongan en mi bóveda porque ya tengo un montón acumulados y quiero comprar cosas ahorita en la feria y no tengo dinerito disponible.

Gracias a quién se pase a resolver mi duda. Bye!!

Entre clase y clase, me había dado tiempo para ir a una calle muggle de Londres dónde se especializaban en cosas de navidad y eso para decorar la sala común de los Centauros. Aunque a veces algunas personas parecía grinch, esperaba que a mis queridos compañeros de casa no les incomodara que pusiéramos algunos adornos alusivos a la fecha.

Traía conmigo un árbol de navidad, un muñeco de nieve, algunas guirnaldas con una ramita de muérdago, botas o calcetines para poner nuestros regalos, etc., muchas cosas para que la sala común nos quedara muy bonita.

Entré a la calma que era siempre el salón de reunión encontrándome con la repartición de un pastel que tenía un fénix en el centro. -Vaya feliz cumpleaños Sophie- decía la jefa Gyv, ¡así que ese era el motivo del pastel! No tenía ni la menor idea que la jefa Soph cumplía años. Bajé las escaleras para juntarme a la celebración y descargar las cajas dónde traía los adornos, en ese momento escuché la voz de la ojiazul invocando mi presencia.

-Aquí estoy Gyv, andaba en mugglelandia- contesté con una sonrisa acercándome a la mesa. -Hola Sophie, ¡feliz cumpleaños!- le dije a la jefa dándole un beso de felicitación; -Hola Luis- continué con una mirada a mi compañero de casa y luego me dirigí a una niña que no había visto nunca por la casa -Hola, yo soy Milena Triviani Malfoy mucho gusto. Supongo que no te había visto antes ¿verdad?- terminé tomando una rebanada de pastel.

*****

Off Rol: Hola a todos!! Alisson bienvenida de nuevo a tu casa. Sophie de verdad no sabía de cumple, así que Happy Birthday atrasado XD. Gracias por las felicitaciones, me pone muy feliz que me hayan tenido en cuenta. Besos.

Llegué al ministerio en el autobús noctambulo pues aunque tenía licencia de vuelo aún no había podido comprar mi escoba. Ya se me estaba haciendo muy conocido el callejón lleno de graffittis que era la entrada de visitantes del ente ministerial, entré a la cabina telefónica y anuncié a la grabación: -Milena Triviani Malfoy, vengo al Departamento de Deportes Mágicos-.

La cabina telefónica bajó hasta dejarme en el atrio del edificio, de ahí fui a los elevadores entrando en uno que se abrió en ese momento; finalmente una voz similar a la de la cabina telefónica anunciaba: -Séptima planta: Departamento de Juegos y Deportes Mágicos…- alcancé a escuchar antes de descender del ascensor.

El pasillo estaba lleno de enormes cuadros representando los deportes mágicos, en especial el Quidditch que era es el deporte más popular. Había varias puertas y una recepción, tras la cual una bruja que hacía las veces de secretaria parecía estar llena de trabajo con tantos papeles a su alrededor. Antes de preguntar cualquier cosa, di un vistazo por toda la estancia buscando a la profesora Heitt, pues algo había oído el profesor Russell que ella debía pasar por aquí.

No la veía por ningún lado, así que me acerqué a la secretaria y le pregunté: -Buenos Días, busco a la señorita Heitt Black. ¿Ya ha venido aquí?- terminé dándole una cálida sonrisa a la bruja.

-No, lo siento no la he visto- contestó apenas dirigiéndome la palabra. Varias personas pasaban y dejaban a la secretaria un pergamino con algunos datos; eché una ojeada al primer papel que estaba en el montón al lado de la recepcionista y recordé para qué era eso pues había oído los rumores y quería participar.

Aprovechando que estaba en lugar, abrí mi mochila y saqué un pergamino donde coloqué mis datos y el número de mi bóveda en Gringotts. Una vez hube terminado de colocar la información en el papel, se lo entregué a la secretaria que lo adjunto a los otros que ya le habían dado.

-Bueno, la señorita Black no está acá y creo que no tengo más que hacer. Adiós- le dije a la recepcionista y dando media vuelta me dirigí de nuevo a los ascensores, era mejor esperar a la profe en la Academia.

Llegué a la sala de los centauros tan cansada de la graduación, que ni siquiera subí a mi habitación sino que me senté en el sofá más cercano al riachuelo y cerré mis ojos descansando un poco. Mi mente empezó a divagar ¡habían pasado tantas cosas!, aún me costaba creer que era prefecta de la casa. Era una responsabilidad muy grande pero sabía que contaba con el apoyo de las jefas de casa y de mis ex compañeros de casa, total podía molestar a Hades cuando me lo encontrara para que me ayudara.

Me quedé dormida con estos pensamientos, aunque mi mente seguía trabajando planeando cosas y soñando lejos…

***

Off Rol: Ya fui y ya vine, jajaja. ¿La próxima semana podemos decorar? Se me ocurre poner muñecos de nieve y renos y luces y obviamente el árbol… mmm, no sé cosas así.

-…portará una bella insignia en la solapa de su túnica- decía Gyv observando la entrada a los dormitorios y pasándonos a Sophie y a mí una taza de café a cada una. Yo la miraba desde mi silla, estaba distraída y no había escuchado claramente las palabras de la ojiazul.

-…se verá muy bien la insignia en su túnica- exclamó la otra jefa de la casa con una mirada de complicidad a Gyv. Estaba perdida, ¿insignia? Acaso las profesoras ¿hablaban de mí? Definitivamente tenía mucho sueño y la cabeza no me daba para más, entonces bebí bastante de mi taza de café para despertarme.

-Pues todavía no he pensado en eso, aunque supongo que lo primero es la decoración ¿no?- contesté a la pregunta que había hecho la señorita Granger sobre lo que haríamos en navidad. En ese momento apareció por el túnel de su antiguo dormitorio Hades, nuestro prefecto que se graduaba ya de la academia.

Empezó a despedirse diciendo que tal vez que nos veríamos por ahí, y aunque tenía la certeza que nuestros caminos se cruzarían en un futuro, yo tenía los ojos aguados y lo iba a extrañar. Posé mi mirada gris azulada en su rostro y le devolví la sonrisa.

- Milena, tu ya eres la nueva prefecta, un favor de ex-prefecto a prefecta, moléstala mucho más- me dijo mi ex compañero sobre la jefa de la casa de ojos zafiro. Di un respingo al confirmar las palabras que ya habían dicho las dos brujas, la sangre subió a mi rostro haciendo que mis mejillas se tornaran de un color rojizo. Me levanté de la silla casi regando el café que aún quedaba en la taza y sólo atiné a abrazar a Hades a modo de despedida. ¡Vaya sorpresa!

-Claro que puedes tutearme, quiero ser mas que una jefa su amiga...- nos decía Sophie poniendo una mirada soñadora al contarnos que ella había sido una centauro en su época de estudiante.

La bruja nos dió una hermosa sonrisa y se dirigió a mi para preguntarme por mi nombre y mis clases. Mientras tanto, escuchaba algunos sonidos en los dormitorios que parecían provenir de la habitación de Hades, ¡se iba mi prefecto! Eso me ponía un poco triste pero me alegraba mucho que se graduara y lograra cumplir uno de sus primeros objetivos.

Salí de mis pensamientos y contesté a las preguntas de Soph -Ah sí, perdón que grosera no me presenté. Mi nombre Milena Triviani Malfoy y acabo de iniciar mis clases avanzadas- dije devolviéndole la sonrisa.

Me junté más a Gyv, quién me colocó la mano en el hombro para darme confianza y comencé a seguirla por el túnel. Por momentos parecía que nos acercábamos al origen del ruido pero este paró por unos instantes para luego intensificarse más; la jefa se detuvo girando sus ojos zafiro por el pasadizo y comenzó a hacer algunos hechizos que no entendía, al parecer eran magia muy avanzada para mi conocimiento.

Después de unos momentos, los hechizos que estaba mirando tan embelesada surtieron efecto y una puerta antigua apareció en medio del pasillo; una bruja vestida de negro salió de allí ¡se había perdido en el pasadizo y había atorado la puerta!

Auch… con un suspiro de frustación me giré para regresar a la sala común escuchando a mis espaldas a Gyvraine presentarnos a la bruja: era la nueva jefa de casa que acompañaría a la Señorita Malfoy en la dirección de los Centauros.

Una vez llegamos a la sala común, me senté en uno de los sofás y saludé a la nueva jefa: -Bienvenida Sophie, ¿te puedo llamar así?- le pregunté sonrojándome un poco, pues igual era la jefa de la casa y no sabía si le molestaba que la tuteara -¡vaya susto que nos has dado!- exclamé en voz alta sin darme cuenta.

******

Off Rol: Bienvenida Sophie!! Aquí tienes a una fiel centauro para lo que necesites En cuanto a otro rol, me gustaría pero sería bueno que participara más gente y el tema aún no pienso en algo…

RB18

La asignación que teníamos que cumplir era visitar alguna de las instituciones que quisiéramos; como el trabajo se podía hacer en grupo, acordamos con mi compañero Alfred Sturgess ir al Profeta. Nos levantamos temprano y luego del desayuno montamos las escobas en las que viajaríamos a Londres, pues yo no quería saber absolutamente nada de trasladores.

Cuando íbamos llegando a la ciudad, estaba cayendo una ligera lluvia y las calles estaban muy mojadas; aterrizamos sobre un costado del callejón mágico con suavidad ubicándonos cerca dl edificio del diario más importante del mundo mágico. Solté mi largo cabello rubio de forma que caía sobre mi espalda y arreglándome la túnica me acerqué a mi compañero: -Bien Alfred, hemos llegado-. Enseguida nos encaminamos a la entrada del edificio en el que un grueso cartel caoba rezaba: El Profeta.

Había mucha gente en el vestíbulo, incluso vi por ahí a Abigail, una compañera centauro, que andaba con otra chica de la clase muy probablemente haciendo lo mismo que íbamos a hacer con el ojimiel. Paseé mis ojos gris-azulados por el lugar, buscando a algún empleado de periódico que nos atendiera para cumplir con nuestro cometido. Al parecer alguien importante estaba en el sitio, pues había algunos fotógrafos pendientes de los ascensores del edificio.

Nos encaminamos hacía el mostrador de la recepción donde estaba una bruja un tanto atareada, entonces Alfred se acercó y le preguntó: - Buenas Tardes, venimos de la Academia de Magia y nos gustaría hacer un recorrido por el diario- le dijo hablándole en voz baja y sonriéndole mientras yo ponía los ojos en blanco - ¿alguien nos podría ayudar?- terminó el castaño. Esperando una respuesta, me separé de mi compañero para tomar un ejemplar del periódico de ese día y empecé a leerlo.

OFF: Ah!! hasta que por fin alguién siguió con el rol, la verdad es que ayer y hoy he estado muy ocupada y como nadie posteaba pues... perdón por haber dejado abandonado pero aquí va, espero que esté medianamente bien.

**********

El sonido ese ya me tenía estresada. Luis me consoló y abrigó tratando de calmarme y luego de preguntarle a Hades, decidió que iría por uno de los túneles mientras que Gyv tomaría el otro túnel con otros estudiantes. En esos momentos llegaron dos personas más a la habitación y por unos breves instantes pareció que el sonido desaparecía; la calma no duró mucho, por el contrario el sonido regresó aún más alto y más disperso hasta el punto que parecía venir de todas partes.

Finalmente Gyvraine se pusó en marcha, con varios estudiantes uniendose a ella mientras que Hades había decidido quedarse en la sala común. Yo me junté a Luis pero no me parecía muy buena idea que nos separaramos en grupos.

-¿No podemos ir todos con la jefa?- dije tratando de normalizar la voz -Me parece mucho mejor irnos en grupo y buscar lo que sea que cause el ruido- concluí mirando a Luis y acercándome a Gyv, pues no pensaba separarme de la jefa de casa mientras siguiera esta cosa loca.

La profesora Weasley era la persona que me examinaría, así que me dirigía a ella para realizar mi prueba; lamentaba llegar tarde y tal fue la carrera del campamento al claro, que casi tropiezo con el árbol dónde estaba el cartel que señalaba el lugar.

No tenía mucha experiencia con las escobas, pero a estas alturas prefería manejar bien lo del vuelo que seguir transportándome en los benditos trasladores.

Tomé una escoba de la caja marrón que estaba al lado de la profe y unos instantes después empezaría con mi prueba. En el momento que puse un pie en el límite del claro, este se llenó de muchos más árboles, también salieron algunas torres tipo castillos y unas bellas jirafas. Con los nervios que tenía solo pensaba en no caerme de la escoba y dejar de usar los trasladores.

Así que aferré la escoba en mis manos y recordando lo que alguna vez uno de mis tíos me dijo, dije con seguridad -arriba!, a lo que la escoba se puso en posición horizontal a la altura de mis muslos. Ya más tranquila, pasé mi pierna izquierda sobre la escoba y me acomodé lista para empezar a volar.

Me incliné hacia adelante, montando en el mango como si fuese un caballo; la escoba se dejaba manejar fácilmente, por lo que me permití relajarme un poco y alzar el vuelo aunque a poca altura. Unos segundos después, sentía el viento correr a través de mi cuerpo, dándome una sensación de libertad y paz que me hizo darme cuenta que realmente me gustaba volar.

Crucé el claro por encima de los árboles, haciendo un recorrido casi que en línea recta hasta llegar a uno de los torreones, dónde tuve que girar la escoba hacia la izquierda para poder esquivarlo. Me sentía en una prueba de conducir en mugglelandia, entonces me puse a hacer zigzag por las torres, subiendo y bajando por los árboles...

De repente la escoba dio un frenazo increíble que casi me tumba, miré hacía a tras para ver qué era lo que me había detenido para encontrarme de frente con un largo cuello amarillo con manchas marrones: ¡una jirafa muy bonita quería comerse la escoba! Me agarré fuertemente a la escoba para no caerme entre los bandazos que daba por culpa del animal.

-Piensa, Mile, piensa- me decía cuando ya estaba colgando del mango –reducto- grité tratando de orientar la varita hacia la jirafa mientras me sostenía con la mano derecha. Aunque el hechizo no salió como debía, sí alejó al animal de la escoba y pude subirme antes de caer.

De ahí en adelante fui derechito al lugar donde había estado parada Nicole, frené y me bajé de la escoba poniéndola de nuevo en posición vertical a mi lado. –Sólo espero que no siempre tenga que pasar por cosas así cuando vuele en escoba- susurraba más para mí misma. Con una sonrisa me despedí de la profe dejando la escoba de nuevo en la caja y volví al campamento.

Mientras miraba a Luis esperando su respuesta, Gyv subió las escaleras hacía la salida de la sala común para luego volver sobre sus pasos susurrando algo ininteligible.

En ese momento, también empecé a escuchar el sonido y entendí sobre lo que hablaba el centauro. -tum, tum, tum- aumentaba en intensidad a medida que transcurrían los segundos.

Me pegué más a Abigail, envolviéndome más fuertemente, si podía, en el chal que traía puesto. Una chica de las mayores se acomodó cerca a nosotros y en el momento que la jefa nos decía que teníamos que encontrar el origen del sonido, tropezó empujando a Abi y de paso a mí; se disculpó y parecía muy asustada susurrando cosas para sí misma.

Unos segundos después apareció Hades por los escalones que venían de los dormitorios, bromeando con la ojiceleste quién tenía la varita en mano como la mayoría de nosotros, Luis siguió con la tónica de las bromas pero el molesto ruido parecía estar elevándose aún más haciendo que la diversión se esfumara.

A pesar de mi escepticismo, tenía que admitir que algo muy raro estaba pasando en la sala común. No era sólo el ruido, la escasa luz proyectaba sombras que parecían tener vida propia y ni hablar de las ráfagas de viento que cruzaban por la habitación poniendo los pelos de punta allí donde se sentía. Teníamos que movernos y rápido, de lo contrario, el miedo nos atraparía... ¡que sonido tan desesperante!- gruñía mi mente dentro de la cabeza, que ya dolía demasiado.

Levanté mi voz, hablando a todos -Vamos a buscarlo entonces. ¿porqué no salimos? El sonido parece venir de...- me paré en mitad de la frase porque no sabía de donde provenía ni podía describir a que se parecía.

Tum, tum, tum

Algunas veces parecía una carcajada macabra, otras veces el latido de un corazón frenético, otra tambores africanos en las ceremonias paganas, ¡era indefinible!

-Grr... Ay no sé, pero ¡movámonos porque me va a dar algo estando aquí quieta sin hacer nada! Me duele mucho la cabeza y ¡QUIERO PARAR ESE MALDITO RUIDO!- terminé gritando en medio de la sala, más para quien o lo que provocaba el sonido que para las personas que estaban conmigo.

Gyv nos dio su discurso (que a mi modo de interpretar tenía su mensaje escondido) y además nos invitó a la cena de Halloween de la academia. Aunque mi plan original era salir al Londres Muggle a ver la celebración, el plan de quedarme en la academia celebrando como buena competidora no sonaba para nada mal.

-Hola- contesté al saludo de la demonio que ingresó en ese momento a la sala común. Un instante después, los maderos de la chimenea crepitaron haciendo que la llama se moviera al tiempo que una helada ráfaga de viento cruzo por todo el salón provocándome un súbito escalofrío; luego una de las antorchas se apagó por un segundo para volverse a encender, cosa que era rara porque generalmente este tipo de cosas no pasaban.

Me arropé aún más con un chal negro que traía puesto, mientras me sentaba en el sofá más cercano a la chimenea. Paseé mis ojos gris azulados por toda la estancia, viendo como mis compañeros también se habían percatado de lo sucedido, algunos incluso tenían sus varitas fuera.

– No podemos lograr que ese sonido nos gane, nos quedaremos sentados aquí a esperar que el mismo se vaya yo propongo que vayamos contra él o ella o lo que sea que lo está produciendo, no sabemos lo que pueda pasar si no tomamos cartas en el asunto…- era la voz de Luis que se elevó sobre el silencio en el que habíamos caído.

Por un tiempo nadie dijo nada, por lo menos yo no tenía idea de que estaba hablando mi compañero de modo que lo miré con una ceja levantada. Luego se escuchó la voz de Abigail -¿Qué está pasando?- preguntó mirándonos a todos.

-Pasa- dije con voz clara –que en los últimos minutos sentimos una energía extraña pero no fue más que un leve soplo de viento que se coló por las escaleras- seguí dando mi opinión llena de escepticismo. –Aunque, no entiendo tus palabras Luis…- terminé mirando fijamente al centauro que había hablado.

Estaba en mi habitación en la casa de los centauros, viendo una serie de televisión muggle después de muchos intentos hasta que entró señal; cuando llegó a mis oidos el sonido de aplausos y felicitaciones me levanté de la silla y salí rumbo a la sala común.

El origen de los aplausos estaba allí pues Gyv, la jefa de la casa había llegado y entregado oficialmente la insignia de Prefecto a Hades.

-Ahora si oficialmente felicidades Hades, con el poquito tiempo que he estado aquí puedo asegurar que serás un excelente prefecto para nosotros- dije acercándome al hechicero y terminando con un beso en la mejilla a modo de felicitación.

Luego me giré hacia la jefa de la casa y le pregunté -¿visitas inesperadas? ¿nos puedes adelantar algo querida jefa?- concluí con una sonrisa posando mi mirada grisazulada sobre el níveo rostro de la señorita Malfoy.

*****

OFF ROL: ¡¡Yo quiero hacer rol conjunto!! La idea de Luis me llama la atención pero falta lo que digan los demás y Gyv por supuesto, teniendo en cuenta que si nos habló de visitas inesperadas es porque algo ya debe estar en marcha por ahí... Bueno esa es mi impresión, en fin, cualquier cosa estoy pendiente. Besos, :bye:

-Nuevamente hola Diego. Yo también soy nueva así que está bien, me alegra conocer a mis compañeros de casa.- le contesté al Weasley devolviendole la sonrisa.

Me acomodé mejor en el sillón y terminé el chocolate que estaba bebiendo. Hacía poco había llegado la lechuza que me indicaba que debía ir a mi clase de duelo y dadas las instrucciones era mejor que fuera a mi habitación para prepararme.

-Disculpame Diego pero me tengo que retirar, nos vemos por ahí- me despedí mientras caminaba rumbo a la entrada derecha a los dormitorios.

Después de un día muy ocupado, decidí que ya era hora de ir a descansar. Las clases se estaban poniendo pesadas a medida que avanzabámos y ya casi no me quedaba tiempo para nada.

Llegué a la sala común que estaba impregnada con el delicioso aroma a bosque que la caracterizaba, me ubiqué en un pequeño espacio en el sofá al lado de la chimenea disponiendome a tomarme la taza de chocolate caliente que había traído conmigo.

No habían muchos estudiantes en la sala, de hecho no conocía a casi nadie pero igual me sentía muy a gusto. Era fácil acostumbrarse a estar en ese espacio que irradiaba tranquilidad, escuchar el rumor del riachuelo que ayuda a relajarte y el buen ambiente que reinaba entre los centauros provocaba querer quedarse más seguido.

-Hola, yo soy Milena. No nos conocíamos ¿verdad?- contesté al saludo de un chico que acababa de entrar al salón.

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OFF ROL: Hola chicos. ¿no ha empezado la tercera prueba del torneo? Es que a las dos anteriores llegué tarde y ya no pude ayudar pero bueno. Nos veremos por ahí, me voy a hacer mi tarea de duelo :bye:

PD. mi msn por si algo milenacardcor@hotmail.com

Estaba muy a gusto leyendo un libro en la biblioteca cuando un lechuza grisácea aterrizó sobre las páginas en la que tenía puesta mi atención. De mala gana le quité la nota que traía atada a la pata y la eché inmediatamente de mi vista, detestaba ser interrumpida y más valía que fuera un asunto importante que justificara el perder mi tranquilidad.

Señorita Milena:

 

Su baúl ya fue enviado a la Academia, recuerde que su dormitorio está al norte en la casa de los Centauros. También muy pronto comenzará el torneo, así que añadí a su equipaje algunos libros más de los que compró durante las vacaciones que probablemente le sirvan.

 

De usted,

 

Elfo Chuck Norris

¡Uff! con el ajetreo de las clases había olvidado que los elfos de la familia debían enviar mis pertenencias a mi habitación en la Academia, de modo que me levanté de la silla alisando el frente de la blusa verde oscuro que vestía la cual tenía una pequeña arruga y salí rumbo al "bosque" en el que estaba ubicado mi dormitorio.

A medida que bajaba las escaleras peinaba con las manos mi largo cabello rubio y un delicioso olor a bosque humedo invadía mis fosas nasales. Al llegar a la sala común mi mirada grisazulada se posaba en la figura vestida con una túnica blanca que tenía en frente: -...soy Gyvraine Malfoy, su jefa de casa y quien, de ser posible, los acosará y hará la vida difícil durante el tiempo que estén en la academia, y antes de que lo olvide: Bienvenidos a la casa de los Centauros de Blodwyn- decía la que ahora sabía era la jefa de la casa.

-Buenas noches, ¿ya hablaron sobre el torneo?. Disculpe señorita Malfoy, compañeros es que ando un poquito despistada y tengo la sensación que llegué tarde, y además siento que me perdí de algo y... - dejé de hablar porque ya empezaba decir cosas incoherentes, bajé la mirada y con el rostro encendido totalmente sonrojada me dejé caer sobre uno de los sillones que estaban cerca al riachuelo que corría por la sala común.

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Off rol: Hola mi nombre es Milena, cómo verán soy nueva por acá. Espero poder participar en el torneo y ayudar a que los Centauros seamos vencedores.