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Gabyxlllsiby Rambaldi Tao

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Mensajes publicados por Gabyxlllsiby Rambaldi Tao

  1. El lugar que antes era callado y frío, ahora era un verdadero caos, las viboritas por todo los medios intentaban hacer de las suyas, pero los de la Orden les daba la batalla. Miré a una mortífaga (Etoile Black) que estaba a escasos metros donde estaba, seguramente no me había notado. Le miré enojada y con mi varita en mano expresé

     

    -Sectusempra!!!

     

    El rayo de color rojo se dirigió hacia la mortifaga (Etoile Black) esperando que impactara a su pecho y desangrara ante el ataque. No debía perder tiempo y nuevamente con una floritura de mi varita musité

     

    -Avis!!!

     

    La bandada de aves se desplazó rapidamente cubriendo cualquier ataque que se dirigiera hacia mi

  2. El lugar era verdaderamente frio para que alguna persona estuviera fuera, pero ese lamentablemente no era mi caso, había recibido un gran patronus, era un ave momontus perteneciente de uno de mis amigos... era un claro indicio que las viboritas estaban al acecho. No perdí tiempo, realicé una mascara de luz que cubrió mi rostro y me desaparecí hacia Abbadon.

     

    En escasos segundos logré visualizar la gran puerta de roble, intentaría por todos los medios evitar que las viboritas escapen. Ayudaría de cualquier modo. Con varita en mano entré al lugar lista para cualquier cosa.

  3. Oficina de Investigación Secreta

    Hacia el Bastión de los Secretos

     

    El joven mago expresó la primera misión a realizarse. Al escuchar el “Bastión de los Secretos” recordé una vaga información aunque no ayudaba en mucho. Sin que pueda percatarlo James realizó una floritura con su varita y una forma extraña que brillaba intensamente se dirigió hacia mi brazo derecho, segundos después me di cuenta que se plasmaba en mi piel, el escozor fue inmediato aunque evité cualquier mueca de dolor, no quería que interpretara un signo de debilidad aquel tatuaje. El dolor cesó y al mirar mi antebrazo la marca de las reliquias de la muerte empezaba a desvanecerse.

     

    Asentí con la cabeza indicando que había captado toda la información. James extendió el brazo indicando el gran estante de libros el cual ocultaba la puerta. Caminé firme y a un par de metros tomé mi varita y con unos ligeros movimientos el gran librero se desplazó haciendo fricción con el suelo y provocando un sonido sordo, segundos después se había movido lo suficiente para poder ingresar tranquilamente.

     

    Empujé con un poco de dificultad la puerta, al ingresar esta se cerró inmediatamente dejándome en completa oscuridad.

     

    -Lumos! –expresé y una luz brillante sobresalía de la punta de la varita

     

    A pesar de mantener en lo más alto mi varita, solo iluminaba un radio de tres metros. No quería perder mas tiempo y caminé esperando buscar algún sendero pues recordaba claramente lo que había mencionado James, era un laberinto y ahora, aparte de la escasa luz debía buscar el camino correcto.

     

    Mientras más caminaba, al frente había una figura borrosa crecía más y más, ya un tanto temerosa pero lista para cualquier ataque. Entrecerraba los ojos intentando ver que era en realidad, a mis costados estaban más figuras de esa índole y estas se multiplicaban. No pude evitar un grito ahogado al ver que era mi reflejo y que se había reflejado mi imagen a lo largo del pasillo. <<Conque un laberinto de espejos>> pensé intentando recuperarme del sobresalto, lo único beneficioso era que la luz por el reflejo se propagaba a más metros.

     

    Tuve que regresar un par de ocasiones pues había errado con pasillos bloqueados, además de que los espejos ocultaban los pasillos y eso empezaba a exasperarme. Sabiendo que aquello era no más que un juego mental y estaba segura que llegaría al final me obligué a calmarme y continué caminando.

     

    Poco a poco el pasillo daba paso a ser solo de ladrillo y unos cuantos espejos, esto indicaba solo una cosa: estaba saliendo de aquel horrible laberinto. Mientras más caminaba veía antorchas que iluminaban en parte el lugar. Respiré aliviada, me había tomado un tiempo aproximado de una hora para llegar al final pero lo había logrado. Caminé más rápido, ya tranquila a pesar que el pasadizo parecía interminable. Un par de minutos después lograba ver el final del pasillo.

     

    Era una gran pared que en su centro yacía un gran rostro labrado en piedra, era muy realista pues sobresalía del muro. Miré su entorno y tenía varias inscripciones lo que me parecía runas e inscripciones cuneiformes. Además tenía adornos igualmente labrados e incrustados varias gemas preciosas, que con la luz brillaba intensamente, lo que me llamó la atención era que cada detalle de la pared se dirigía al centro que estaba aquella faz de piedra.

     

    -Supongo que este debe ser el guardián del Bastion de los Secretos –pensé en voz alta

     

    Miré con más detenimiento aquel rostro, con mi varita realicé unos cuantos golpes esperando alguna pista aunque fue inútil. Me paseé de un lado a otro sin despegar la mirada de aquel labrado esperando buscar algún indicio para seguir adelante, observé las arrugas que presentaba alrededor de los ojos y la comisura de la boca. Tenía una barba espesa y poco cabello ondulado aunque este se desplazaba sobre lo que debía ser sus hombros.

     

    Un símbolo singular hizo que mi cabeza girara un poco. ¡Ahí estaba! Era casi indistinguible a una distancia moderada pero de cerca se veía claramente el símbolo de las reliquias de la muerte. Por algo James había indicado que necesitaría aquel tatuaje en mi antebrazo. Esperando que sea correcto coloqué mi brazo, exactamente que donde las dos marcas hubieran coincidido, en ese instante la marca apareció en mi brazo y una fuerza magnética se fijó en la piedra.

     

    Acto seguido la fuerza desapareció y esperé alguna respuesta. La marca nuevamente había desaparecido de mi brazo pero no de la piedra que brillaba con fulgor. Un grito de sorpresa de mi parte recorrió el lugar al ver que aquella cabeza empezaba a parpadear y hacía muecas como si intentara tener más desenvoltura en sus movimientos. Finalmente esperé a que estuviera listo y dijera alguna cosa.

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  4. Oficina de Investigación Secreta

     

     

    Después de saludar al Jefe del departamento tomé asiento en uno de los mullidos sillones que estaba hacia la pared. Mientras esperaba que llegara la otra inefable miraba de reojo al nuevo Jefe, lo reconocía aunque solo de vista ya que cuando recién era sola una aprendiz en este departamento él era empleado ante una investigación ultrasecreta. Supuse que en ese escaso tiempo no me recordaría, mejor decidí mirar los cambios que eran en la oficina.

     

    Segundos después llegó Jessi la cual se presentó y la saludé. James no perdió más tiempo y expresó los objetivos dirigidos para el futuro de la oficina. Finalmente dijo sobre realizar el juramento inquebrantable. Sabía que lo diría pues era lógico, siendo el nuevo jefe de la oficina pediría lealtad y confiabilidad en sus empleados. Aunque ese juramento era para muchos magos riesgoso y optaban por rechazarlo en el departamento de misterios era común, sabíamos a lo que nos enfrentábamos y eso era inevitable. Miré a Jessi y tenía el mismo semblante que el mío, aceptaríamos la condición con determinación.

     

    Extendí mi mano derecha y con voz clara expresé:

     

    -La oscuridad se avecina y ahora empieza mi investigación. No terminará hasta el día de mi muerte. Descubriré mas no revelaré los secretos escondidos. Nadie fuera del departamento sabrá de mi misión. No ganaré coronas, no alcanzaré la gloria. Viviré y moriré en secreto. Soy la sombra en la oscuridad. Soy un vigilante del Bastión. Aun cuando soy la luz que se apaga al anochecer también soy el fuego que arde y prevalece contra el frío, la señal que advierte y salva a los hombres del peligro, el escudo que defiende al Ministerio. Entrego mi vida, mi lealtad y mi honor a la oficina de Investigación Secreta, durante esta noche y todas las que estén por venir. No traicionaré mi juramento o moriré. Soy un inefable del departamento de misterios.

     

    Una ligera brisa cubrió el lugar y agitó mi cabello suavemente. En mi mano se enroscaba una fina cadena de color dorado el cual se parecía que se fijaba con fuerza en mi mano y antebrazo. El juramento se había realizado. Recordé cada palabra que había dicho, era un juramento claro y definía a un inefable, además tenía razón, no podíamos estar contando, ni siquiera pistas eso era inaceptable. Mis pensamientos pasaron a los espías muggles y me pregunté si ellos también realizaban ese tipo de cosas.

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  5. Hola, mando este post para indicar que ya sali de SM :lol: por fin!!! XD

    ojala que las viboritas no me atrapen luego de un buen tiempo <_< y asi intentar ayudar en algo a la orden jiji

    ammm y como pide bodrik pues mando los datos... XD

     

    Nick Gabyxlllsiby Rambaldi Tao

     

    1 Entrada post 798 29/08

    2 post 821 30/08

    3 salida post 858 01/09

     

    .-. espero que este todo bien XD

     

    saludos

  6. Sexta Planta -Rol con Bodrik - Salida

     

    Las atenciones y cuidados de la sanadora hacia mi persona habían logrado que las heridas que tenía por aquella horrible estadía en esa prisión sanaran completamente. Los cortes más profundos habían quedado una marca color rosa pero después de algunos minutos desaparecían.

     

    La elfina hizo aparecer un gran bolso el cual tenía una muda de ropa. Agradecí a la elfina con una sonrisa, no quería salir de aquel lugar con aquellas ropas ensangrentadas y sucias. Minutos después ya preparaba todo para el regreso a casa. Solo faltaba un pequeño detalle, aquella botella de reparación de sangre, no me gustaba para nada pero debía tomar por toda la sangre perdida.

     

    Miré por todos lados esperando una posible salida pero era inútil, incluso la mirada inquisidora de la elfina daba por hecho que ella no me dejaría en paz si no bebía de aquella poción y con el entrecejo fruncido tomé aquella botella y de un solo trago bebí todo.

     

    Finalmente tomé el certificado de alta (la elfina hizo aparecer un gran ramillete de flores como agradecimiento), y salí del lugar esperando no volver en un bien tiempo.

  7. Sexta Planta con Bodrik

     

    La sanadora se había acercado y empezar a atender a los fenixianos que estaban malheridos. Entre ellos yo, la conmoción me había dejado inconsciente. Los hechizos de la joven bruja provocó que despertara. Todavía un tanto confusa pues las imágenes de la prisión había llegado a mi cabeza sentí como un hormigueo en las zonas que las heridas cerradas o abiertas empezaban a curarse.

     

    -Que bien... por lo visto no habrá ningún tipo de cicatriz... Gracias. -dije

     

    Unos minutos después con un fuerte "crack" apareció una elfina que miraba de un lado a otro, como si temiera no poder estar en ese lugar.

     

    -Ama!!! -dijo entre sollozos y con voz queda -Se encuentra bien?

     

    -Si -expresé con una sonrisa intentando reconfortar a la elfina -creo que un momento más para observar que esté completamente sana e ir a casa

     

    La elfina se enjuagó sus lagrimas, asentó la cabeza aceptando lo que había dicho e intentó sonreír.

  8. Sexta Planta

     

    La gran iluminación que presentaba el hospital era tan brillante (además que minutos antes había estado en aquel confinamiento casi en total oscuridad) obligó que mis ojos se cerraran inmediatamente, la aparición hacia el lugar provocó que temblaran mis pies y amenazando ante una posible caída. Además no me había levantado y pensar solo moverme me parecía una tarea muy difícil.

     

    Con mucho esfuerzo comencé a caminar intentando encontrar a algún sanador que me recuperara. El dolor era interminable y sin poder evitarlo a cada paso dejaba alguna huella sanguinolenta. Miré y vi que tenía varios cortes profundos y estos sangraban sin cesar.

     

    -Hay alguien aquí? -pregunté intentando hablar con voz fuerte y claro aunque era inutil pues lo que resultó fue un murmullo.

     

    Finalmente tuve que tomar asiento esperando llamar la atención de algún sanador. Sin evitarlo mis ojos se cerraron, lo bueno era que ya me había librado de estar en ese horrible lugar.

  9. Parecía que mi estancia aquí había sido eterna y para finalizar la mortífaga hablaba rápidamente en que supuse que estaba dando un monologo. Ya al finalizar lo único que pude hacer fue bajar los hombros indicando que me era indiferente su punto de vista.

     

    -No deberías haberme dado aquel hechizo imperdonable... me zumban los oídos y no entendí ni una palabra que has dicho... supongo que no fue nada relevante verdad? -realicé una mueca mientras ya comenzaba a dolerme el cuerpo.

     

    Al instante una luz brillante empezó a extenderse rápidamente, había empezado el sortilegio en la que podía desaparecer de este horrible lugar y estar ya por fin a salvo. Mi cuerpo empezó a tomar una tonalidad brillante y pasó a desvanecerse poco a poco en la que podía ver el piso. Los grilletes cayeron con un sonido sordo y di mi ultima vista a la mortífaga que se había dado el gusto de molestarme.

     

    -"Pronto será epoca de caza de viboritas" -pensé mientras desaparecía del lugar

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  10. La mortífaga no había perdido tiempo para volver y empezar la rutinaria molestia de hablar después del rescate que había hecho la Orden del Fenix hacia esta prisión. Minutos antes había escuchado demasiado estruendo, agudicé el oído y sabía era un rescate. Rogaba que todo había sido para bien y que mis demás compañeros hayan salido airosos frente al ataque de las viboritas.

     

    Sin poder evitarlo tuve que escuchar aquel discurso de la mortífaga, intentaba dar en la llaga debido a que no pudieron rescatarme pero su juego mental no serviría de nada.

     

    -Supongo que ustedes están muy extrañados debido a la actitud de los magos de la Orden del Fenix… ya que para ustedes solo piensan en salvarse su pellejo y hasta su camarada que consideran más afín lo venderían solo para su beneficio… en cambio ellos son diferentes, salvan a sus amigos y a quien necesite ayuda… -Levante la vista y podía ver a algunos mortífagos que pasaban por el corredor de un lado a otro, obviamente el reflejo al moverse era claro que estaban enojados debido al reciente rescate, como me hubiera gustado verles las caras. Recordé por momentos que el pasado rescate había contribuido pero realicé oclumancia para evitar cualquier pista a aquella mortifaga. Una gran sonrisa cruzó por mis labios y una sonora carcajada cubrió el lugar, incluso formándose escasos ecos (incluso esperaba que alguno de los superiores de aquella viborita que tuviera en frente llegara y le regañara por mantenerme tan contenta)- ...jajaja nunca creí que pasaría unos momentos felices aquí… saber que las viboritas fueron burladas… que gratificante es y poderme burlar en su cara...

     

    Ahora sabía que yo había dado en el clavo con esa expresión. Mentalmente estaba preparada y la mortífaga no se hizo esperar, comenzó con la maldición imperdonable. El dolor se hizo tan agonizante que pequeños gritillos salieron. Unos segundos aterradores la mortífaga dejo que pudiera respirar, aunque en cada bocanada de aire parecía que el dolor continuaba.

     

    -¿Cuál es el lema de los mortifagos? “Yo y solo yo”–pregunté moviendo mi cabeza de un lado a otro para intentar estabilizarme luego del lacerante dolor

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  11. Por lo visto la mortífaga se había empeñado a fastidiar la estadía en este horrible lugar ¡no faltaba más! Comenzó con preguntas esperando que respondiera algo. Realicé un bufido aunque todavía estaba con el malestar de los cortes que sentía que muchas de ellas empezaban a abrirse y nuevamente sangrar.

     

    -Es muy efectivo su método de atacar a sus pobres victimas por la espalda, supongo que tienen así a varios magos y brujas por el puro gusto de causar daño. ¿Incentivar el miedo es su ideología? –Forcé una sonrisa –No pretendo contestar sus preguntas… me pregunto si ante estos tratos logran obtener alguna respuesta.

     

    Abrí mis ojos intentando buscar algún detalle de la mortífaga que estaba al frente mío, además miraba con más detenimiento la pequeña celda pero no era mucho ya que la oscuridad abarcaba en gran parte aunque no tenía miedo, agudicé mi oído esperando escuchar alguna cosa interesante, pasado unos minutos empecé a tararear una canción

     

    -Neowa hamkke itneun geu nyeoseokdo.., Piryoeobseo jebal jom sarajyeo!... Dwaesseo nameun haengbokgatgo kkeojyeobeoryeo

  12. Todavía no podía explicarme de lo que me había sucedido. Me habían avisado que el negocio se había vuelto irreconocible por lo que quería ver por mis propios ojos. Pero en ese instante unos mortífagos habían llegado nuevamente a hacer relajo. Fueron ataques por la espalda, que no pude ni defenderme y hasta darme cuenta solo pude dislumbrar unos cuantas mascaras y capas ondeantes hasta salir de mi cuerpo.

     

    Pasé un par de horas mirando mi cuerpo lleno de cicatrices sangrantes. Escuchaba a lo lejos que las viboritas paseaban por el lugar. Una de ellas entró en la celda, me llevó a la pared y esposándome de pies y manos empezó a revivirme, dejaba de ser fantasma y volvía a mi cuerpo.

     

    El olor de humedad, suciedad obligó a mi cabeza moviera a ambos lados. Abrí mis ojos unos milímetros y vi la escasa iluminación del lugar. A pocos metros de mí estaba la mortífaga que me había recuperdo. El dolor lacerante de las heridas que tenía en mi cuerpo comenzó a manifestarse, cerré mis ojos y mordí mis labios para evitar cualquier gritillo de dolor. Nunca daría a saber a una viborita la satisfacción de tortura.

     

    -Continua tu camino mortifago que no diré ninguna palabra ni grito para tu satisfacción -expresé, no quería estar desafiante, pues sabía cual sería el siguiente paso de ellos, pero si era necesaria aquella actitud para fastidiar a las viboritas lo haría

  13. Pasillos del Ministerio

     

    Aunque sabía que era una reunión urgente no era mi intención llegar tan pronto, temía que el nuevo jefe del departamento preguntara sobre la misión anterior... sentí como si no tuviera entrañas, sin embargo quería saber quien era el nuevo encargado de la oficina. Moviendo mis manos entre ellas y sabiendo que debía ir.

     

    Me desplacé de forma casi fantasmal, al tomar el ascensor la voz femenina me indicaba el piso del Departamento de Misterios. Caminé hacia el amplio callejón iluminado por escasas antorchas que estas brindaban luz a pocos metros. Sin tomar mucha atención en aquello continué mi camino y después de varias puertas más vi aquella puerta que indicaba "Oficina de Investigación Secreta".

     

    No perdí tiempo y realicé un par de golpes con los nudillos de mi mano a la gran puerta de roble. Acto seguido abrí la puerta. Allí estaba el nuevo jefe del departamento.

     

    -Buenos días -dije -Mi nombre es Gabyxlllsiby Rambaldi Tao... mucho gusto -extendí la mano para saludarlo apropiadamente

  14. Isla Epiro... ._.

     

    Debía admitir que la ultima investigación había llegado un tanto inconclusa, algunos detalles estaba ahí pero se había estancado por alguna razón. Intenté no sentirme culpable y pensar que era una especie de vacaciones o algo así. Suspiré, miré mi alrededor intentando ordenar mis ideas y buscar alguna excusa. Sabía que había un nuevo Jefe del departamento y de seguro de un rato al otro llegaría con la noticia de llamarnos a todas las inefables.

     

    No pasó ni un minuto una gran lechuza gris llegaba con un sobre atado a una de sus patas. Ya desde lejos vislumbré el sello del Ministerio de Magia. "Ya lo suponía", pensé mientras desataba aquella carta, acto seguido la lechuza emprendió el vuelo y desapareció.

     

    Con nervios abrí aquella carta, esta tenía solo unas pequeñas líneas pero era conciso, era una reunión urgente, además era un traslador que sería el viaje mucho más rápido. No perdí tiempo, organicé mis pertenencias y lo necesario en mi bolso. Tomé una capa para evitar el frío de Londres. Di una última vista al lugar esperando no olvidarme nada y tomé la carta.

     

    Una gran fuerza me impulsó y me dirigía varios kilómetros, vi de reojo como sobrevolaba varios pueblos o praderas. Unos minutos después vi Londres y al instante mis pies tocaban las gradas que daban paso al Ministerio de Magia, como era normal, nadie pareció molestarle mi llegada de ese modo. Todavía con la carta en mano comencé a subir los peldaños del edificio.

  15. Corrí apresuradamente, intentando abrir camino entre el montón de gente que yacía en el lugar. Todavía faltando varios metros de donde era el local pude ver un gran humo que se elevaba varios metros. Un elfo había llegado minutos antes avisando sobre lo ocurrido y temía lo peor. Respiré agitada y haciendo a un lado a varios magos curiosos llegué a las puertas del local, ingresé y cerré la entrada para evitar que los magos vean el interior del lugar.

     

    -Betty!!! -dije todavía nerviosa al observar todo el lugar

     

    Moví varios metros para buscar inutilmente a algun elfo herido, pero ya en mi ser sabía que las viboritas se habían llevado a alguien. Ante el desconcierto llegó la elfina todavía temblando

     

    -Señorita Gabyxlllsiby...

     

    -Estas bien? -pregunté intentando tranquilizar a la elfina. Esta solo movió la cabeza verticalmente. -La gente se está agrupando... Busca a Queaton e intenten arreglarlo... las viboritas están muy activas estos días -dije musitando

     

    Ante eso llegó el otro elfo y empezaron a restaurar todo. Tomé mi varita y realicé algunos reparos. Minutos después el local estaba impecable, sin ninguna señal de haber sido atacado.

  16. Era una suerte que las viboritas no hayan aparecido en aquel lugar y era mejor, no quería estar viendo aquellas caretas tan feas. Miró a su amiga (Sunar) que había estado en la celda tanto tiempo y se alegró de gran manera ver el temple que tenía no solo ella, sino los demás compañeros que volvían a la libertad.

     

    -Ojalá vernos en otra ocasión que no sea esta –reí –además de invitar un wiski de fuego a todos

    Corrí hacia las afueras de la torre sin antes de pasar por varios pasadizos. Ya afuera pude ver aquella horrible edificación adornada por la noche, rogué que ningún fenixiano regresara a ese lugar. El aire puro del mar me levantó los animos. Habíamos hecho un buen trabajo, no quería estar más tiempo en ese lugar y desaparecí en la oscura noche feliz de haber cumplido con la misión.

  17. La cárcel era verdaderamente pequeña, además insalubre y deteriorada por la oxidación debido a la humedad del lugar, me di cuenta que allí yacía un fenixiano. Era verdaderamente terrible estar allí, pero no debía estar ahí viendo, debía actuar.

     

    -Alohomora –expresé y escuché un débil sonido como “click”

     

    Empujé la puerta de la celda, realizó un ligero chillido e ingresé donde estaba el fenixiano (Sunar PBT). Miré como la joven bruja estaba atrapada con cuerdas. Tomé mi varita y exclamé

     

    -Evanesco –las cuerdas que la rodeaban desaparecieron instantáneamente.

     

    Mientras la fenixiana se frotaba las muñecas debido a la presión de las cuerdas, busque entre los bolcillos de mi chaqueta y le entregué su varita, pues debía volver a su ama.

     

    -Este lugar esta horrible… vámonos de aquí! -dije con una pequeña sonrisa

  18. Aunque evitábamos realizar cualquier ruido, el sonido era un tanto alarmante. ¿O seria solo mis nervios? Caminamos rápidamente por aquellos pasillos, aunque varias antorchas estaban apagadas y hacía un frio terrible nadie se quejó y continuamos caminando en busca de nuestros amigos. Temía si se presentara algún ataque por la viboritas, tomé mi gran capa he hice un movimiento para que cayera al suelo

     

    -Morphos –exclamé mientras que al instante mientras la capa caía al suelo y se transformaba en un lobo gris, alto y delgado, este mostró sus dientes numerosos y afilados. Así si se presentaba alguna viborita no tendría problema de desgarrar algún brazo.

     

    El lobo se acercó y marchó a pocos metros donde permanecía listo ante cualquier encrucijada.

  19. No podía admitir que un montón de viboritas hayan atrapado a mis amigos, además sabía que en aquella horrible cárcel era terrible estar allí y esperaba que no le hayan hecho daño, pero estaba segura en una cosa: lo de la orden del fénix nunca darían su brazo a torcer, defenderían sus ideales hasta el final.

     

    El patronus de un gran pastor alemán, proveniente de uno de mis amigos (Heko) me había llamado para intentar realizar un rescate conjuntamente con aquellos de la Orden del Fenix que todavía estaban en el mundo mágico, ayudaría lo más que podría. Tomé una gran capa para evitar el frío y con una gran luz plateada que cubría mi rostro hice una aparición hacia hacia la Isla Ulleungdo que se encontraba en el país de Corea del Norte. Miré por todos lados con mi varita en mano esperando que no llamar la atención de las viboritas.

     

    Miré a lo lejos varias luces, eran mis compañeros que también se alistaban para el rescate. Caminé apresurada pero todavía con varita en mano y los saludé casi en un murmullo.

     

    -Lista para cualquier cosa… -dije sonriendo pero decidida a matar o morir

     

    Ya en grupo nos desplazamos con velocidad, sin embargo un foso de agua cubría en gran parte nuestro sendero. No debíamos perder más tiempo, con un sencillo encantamiento de Casco-Burbuja continuamos nuestro camino y al poco tiempo llegamos a la prisión.

  20. Caminé con paso apresurado, debía encontrar la Sala de los Menesteres. Como era habitual tenía un croquis que me indicaba el lugar exacto, de izquierda a derecha me dirigía ya perdiendo la cabeza hasta darme cuenta que estaba un piso más arriba de la que debía estar para encontrar la gran sala. Con premura bajé al siguiente piso y a los pocos minutos llegué donde el profesor Rambaldi. Lo saludé con una inclinación con la cabeza al igual con mis compañeros e ingresamos al lugar.

     

    Al entrar a aquella sala la blancura del lugar obligó que entrecerrara los ojos para así evitar un lagrimeo debido a la intensidad de la luz. Pero a los pocos segundos empezó a materializarse en una extenso cuarto, las paredes cubría en gran parte con libros, puertas o varias columnas que en su extremo superior tenía una gran antorcha que iluminaba tranquilamente. Un cojín algo grande que aparecía a pocos metros de donde permanecía, por alguna razón supe era para mi, por lo que tomé asiento y escuché atentamente la clase del profesor.

     

    Sí conocía en parte sobre los elementos, quería incluir que en Japón se tenía de elemento también el rayo y la piedra, incluso debatían sobre el elemento diamante aunque como el mismo había manifestado solo se centraría en los cuatro principales. El profesor continuó en la clase mientras tomaba alguna nota relevante (minutos después a un extremo vi una pequeña alacena que tomé unos cuantos chocolates y repartí a mis compañeros mientras seguía con atención la clase que impartía).

     

    Ante ya el turno de exponer nuestro punto de vista sobre el elemento más afín a cada uno. Levanté la mano y quise ser primera en exponerlo.

     

    -Pues yo creo que el elemento que me relaciono es el elemento aire… en varias ocasiones, ya sea de golpe de adrenalina o de enojo se formaba ventiscas… -miré de varios lados como si quisiera explicar bien todo el asunto.

     

    En eso se abrió una pequeña puerta y sobresalió un pensadero que parecía que brillaba con luz propia. Si que servía estar en esta sala. Me dirigí, tomé mi varita y la dirigí hacia mi sien. Una fina hebra plateada se formaba y caía hacia el pensadero. Este comenzó a dar vueltas de un lado a otro y formándose unas formas extrañas. Sumergí mi rostro para revivir de esta forma aquellos recuerdos.

     

    En un instante estaba en un bosque, en el horizonte se presentaba varias montañas, el sol brillaba ya con su ultima fuerza, se escondía y tiñendo a las escasas nubes de un anaranjado brillante. A escasos metros estaba nuevamente mi yo pasado que jugaba con las piedras o con las hojas secas. Se veía claramente que era una tarde de verano.

     

    -Pequeña Ama –decía el elfo que se acercaba rápidamente –debemos regresar a la mansión… sé que solo se ha estado un par de minutos pero su madre exige que regrese

     

    La niña miraba un tanto decepcionada ante lo dicho del elfo, se levantó ya aceptando la petición, aunque no podía evitar estar con el entrecejo fruncido.

     

    -Me prometieron que estaría aquí toda la noche… -dijo con voz enojada la niña –quiero conversar con mis amigos fantasmas

     

    -Lo se… -dijo un tanto temeroso pues figuras un tanto borrosas y algo lúgubres rodeaban a mi pasado- Le pediremos a su madre que la próxima semana regrese a este lugar –extendió sus manitas, la tomó de la mano y emprendieron el regreso a casa.

     

    En ese mismo instante una gran ventisca apareció de repente, levantó hojas, polvo e incluso pequeñas piedras, elevándolas a varios metros, cayendo bruscamente y nuevamente subiendo. El elfo y la niña difícilmente podían avanzar debido a la fuerza del viento.

     

    De pronto todo empezó a desaparecer y tomando un matiz oscuro, los árboles que cubrían se transformaban en pilares, mesas y muebles. Claramente era una sala de la mansión la cual estaba una bruja de cabello rojizo con temple, mi pasado y el elfo, este último tenía en las orejas varias hojas como en su ropa al igual que en el suelo. La bruja de cabello rojizo se paseaba de un lado a otro mirando a la niña.

     

    -¿Por qué dejaste que un tifón lleve al elfo? –dijo de repente Galedra

     

    -No fue mi intensión madre –dijo la niña todavía con mirada furiosa –hasta darme cuenta el elfo volaba por el fuerte viento

     

    -¿Entonces a quien hecho la culpa?

     

    -Ehhh… pues tu… -abrió los ojos de par en par al ver la cara de reacción de su madre pero decidida a darle pelea continuó -… ¡me prometiste que podría quedarme toda la noche a entrenar! ¡Y en vez de eso no estuve ni una hora!

     

    Ahora se escuchaba el sonido de los árboles que se golpeaban entre ellos siendo ya un tanto atemorizante. Acto seguido algunas puertas y ventanas se abrieron y el viento inundó el salón.

     

    -Una niña no puede permanecer sola en el bosque… -expresó Galedra sin importar el viento, ni que su cabello se agitara de un lado a otro -uno debe tener cuidado con los magos tenebrosos… cuantas veces te tengo que decir, la próxima vez estaré contigo ¿si?

    Pero la niña no aceptaba aquella razón. El viento era verdaderamente fuerte que el elfo por puro instinto se sujetó a una gran mesa temiendo volver a volar. Ya el salón estaba completamente cubierto de ramas, hojas. Galedra seguía de pie, dio un largo suspiro y continuó

     

    -Ahora por provocar este desastre… –movió sus brazos de un lado a otro indicando las hojas que cubrían el lugar -…limpiaras la sala.

    -¡¿Que?!

     

    -Lo que escuchaste hija mía, no quiero ni una hoja y no te ayudará el elfo ni tus amigos fantasmas, debes controlar ese temperamento que haces aparecer cualquier torbellino.

     

    Si el elfo temía de lo que había sufrido antes lo que se producía en ese instante era mucho peor, la sala era invadida por un tifón. Galedra simplemente realizó un movimiento negativo y expresó

     

    -Todavía no entiendes del todo la acción de los elementos, recuerda que el mío es el fuego y lo que estás haciendo es solo reforzando.

    En ese instante una gran llamarada se combinaba con el movimiento del viento, quemando en gran parte las hojas secas, duró pocos segundos y se extinguió, sin embargo causó gran conmoción y ahora una pequeña capa de ceniza cubría el lugar.

     

    -¡A limpiar! –dijo finalmente Galedra sonriendo con una escoba y recogedor en sus manos. Entregó a mi pasado y salió del lugar.

     

    -¡Mamá! ¡Limpiar ahora cenizas será más difícil! –se quejó la niña mientras empezaba a barrer.

     

    El lugar nuevamente se ensombreció y el alrededor comenzó a girar y a tomar formas completamente diferente. A una vista rápida era un condominio muggle, varias ventanas estaban iluminadas y en alguna de ellas se escuchaba una música algo estridente. La falta de gente se suponía que era cerca de media noche. A un costado, cerca de botes de basura permanecían de rodillas una bruja y un mago, tenían sus rostros cubiertos de una luz brillante.

     

    -Están aquí… los escuché –dijo una voz masculina

     

    Yo (que estaba cubierta por la luz) asenté con la cabeza. Con las varitas en mano caminamos con mucho cuidado desplazando por esa pequeña calle. Mientras avanzaban era más notorio las voces, aunque no se entendía lo que se decía se percibía que eran dos personas.

     

    -Son mortífagos –susurró el mago

     

    -Posiblemente atormentar a inocentes muggles –pensé en voz alta

     

    No se esperó mucho, unos pasos rápidos que producían eco llamó la atención de todos. Era un muggle, posiblemente borracho pues no se alarmó al ver a las viboritas que tenían sus túnicas negras y cubierto sus rostros. Las viboritas extendieron sus varitas contra el pobre muggle.

     

    -Vamos!!! –apremió el mago

     

    Corrimos intentando proteger al muggle con hechizos de ataque y con defensa. Los mortífagos empezaron a atacarnos, uno de este miró al hombre y como si queriendo terminar el trabajo apuntó con la varita hacia la cabeza. En ese momento una ventisca agitó papeles, fundas cubrió el rostro evitando que el hechizo diera con su cometido. El pobre hombre del susto solo miraba incrédulo apegado hacia una pared.

     

    El mago inutilizó a uno de los mortífagos, el otro continuaba con hechizos a diestra y siniestra. Varios hechizos rozaban y estallaban en la calle pedregosa o los pilares de cemento. El viento por alguna razón ayudaba, hacía levantar polvo que se dirigía hacia la cara, incluso pocos minutos después caía bruscamente un basurero golpeándolo a su espalda. Ya segundos después nuestro contrincante caía estrepitosamente al suelo inconsciente.

     

    Finalmente el lugar empezó a desvanecerse, la última escena que se manifestaba era que el mago llevaba a los mortífagos mientras yo realizaba hechizos desmemorizantes hacia el muggle. Poco a poco el lugar se volvió de color gris y salimos del pensadero.

     

    -Espero que con estos recuerdos sean prueba de que el elemento que me representa es el aire.

     

    Caminé alejándome del pensadero, quería realizar la segunda tarea. No sabía muy bien aquellos hechizos pero estaba segura que lo podría realizar. Repasé un par de minutos los dos hechizos que quería producir. La sala empezó a transformarse de formas amplias y extensas, las paredes parecía que se movían hacia los extremos, a mi paso se presentó muebles de diversos tamaños que automáticamente se colocaron uno sobre otro haciendo un sonido sordo. Se estaba formando una extraña torre y empezaba a inclinarse ya amenazando con una caída de gran magnitud y posiblemente golpeando a todos.

     

    Continuó así creciendo y siendo mayor la inclinación pues chirreaba constantemente. Me arremangué las mangas de la túnica pues tenía ya en mente el encantamiento aeromántico a realizar. De repente la torre se venció debido a la fuerza de la gravedad y empezó a desplomarse todos aquellos muebles.

     

    -¡a-RES-to mo-MEN-tum! –Exclamé con los tonos de voz exactos mientras agitaba y movía la muñeca de mi mano formando unos óvalos.

     

    El mueble perdió velocidad ante la caída y suavemente con un “toc” tocó el piso. Pero no era el único, otros muebles seguían cayendo y no quería que se desplomara al suelo, se destruyera y cause un alboroto.

     

    -a-RES-to mo-MEN-tum. –dije nuevamente

     

    Así evité que caigan todos los muebles hasta que la torre a pesar de inclinada estuviera ya estabilizada.

     

    -“Bien… el segundo hechizo” –pensé mientras buscaba un pequeño globo de papel seda (los muebles empezaron a desplazarse hacia un costado). Siendo la sala de los Menesteres obviamente estaría por allí. Lo encontré doblado en una gaveta, no era el único, sino existían de varios colores únicos o combinados y de varias formas. Tomé uno de color azul y celeste, con forma de isocaedro y lo sostuve con la mano izquierda.

     

    -¡i-MMI-ttae-ro! –expresé mientras agitaba la varita en el aire con la mano derecha

     

    El encantamiento había funcionado, el aire caliente se dirigía hacia dentro del globo de papel y provocaba que este empezara a elevarse poco a poco. Tomó la altura de 5 metros y continuaba dirigiendo el hechizo hacia el globo hasta que dejó de proveer aire y el globo descendió suavemente.

     

    Ya terminando la segunda tarea, tomé el globo del centro del salón y di paso para que el siguiente compañero entregue la tarea.

     

     

    -------------------------------

    OFF

    jiji creo que me inspire y exagere XDDD

    *dejo chocos a todos*

  21. Faltaba poco para que inicie la segunda clase, mire mi reloj cerciorándome de la hora y esperando que el tiempo corra un poco más despacio me desplazaba por los callejones de la Academia. Tome unos cuantos atajos, pasando sobre varios estudiantes que salían de clases hasta que al final del pasillo alguien realizaba un hechizo levitatorio a unas cuantas sillas y mesas. Esquive aquellos objetos (muchos de ellos cayeron estrepitosamente al suelo) y un par metros estaba ante la puerta del aula de Encantamientos.

     

    Mire por última vez la hora y agradecida que llegaba justo a tiempo, realicé un golpe en la puerta e ingrese. El profesor se encontraba en el mismo sitio que del día anterior esperando que los alumnos llegaran. Lo salude al igual que mis compañeros y tomé asiento en el mismo sitio del día anterior. Junté mis manos y apoyando al pupitre esperando la clase. El profesor Rambaldi no perdió un minuto más y comenzó la segunda clase, todo lo relativo a las varitas.

     

    Mientras él explicaba saqué de uno de mis bolcillos mi varita. Hacía un bien tiempo que no tomaba atención y esta era sumamente extraña. La mirada inquisitiva del profesor me obligó a guardar rápidamente y tomar nota de la explicación.

     

    Ya terminando la clase, la tarea se escribió en el pizarrón, mientras que a una esquina del pupitre yacía una pequeña cajita de madera, finamente labrada y brillante. Tomé un papiro e inmediatamente me realicé a preparar la primera parte de la tarea. Tardé solamente unos minutos y ya terminada me dirigí hacia el escritorio del profesor y entregué el papiro sellado.

     

    -Es la primera parte de la tarea –expliqué

     

    Ya entregada la tarea, la curiosidad me ganaba y decidí ver que contenía la caja. Una cadena brillante y dorada con un reloj de arena, era un giratiempo. A pesar de trabajar en el Departamento de Misterios, muy pocas veces había visto aquel artefacto, la segunda tarea sería viajar unos cuantos años cuando me dirigía hacia el callejón diagon. Me coloqué la delgada cadena y giré varias veces.

     

    La acción del giratiempo era tal que solo veía a mi alrededor sombras borrosas, la edificación no cambiaba para nada a excepción del paisaje que brindaba la ventana pues varios árboles empezaban a decrecer y la presencia de plantas enredaderas también desaparecía. Ya varios minutos después aquellas figuras eran más notorias y poco a poco el movimiento fue tomando su velocidad normal. A momentos dudaba si había viajado verdaderamente por el tiempo. Rápidamente tomé de mi bolso una capa y realicé una desaparición, hacia el callejón Diagón a pocos metros de Ollivander.

     

    Llegué casi al instante, el ruido de la gente de todo lado me indicaba que estaba en el lugar correcto. Coloqué parte de mi cabello además de la capucha para ocultar parte de mi rostro esperando no distinguir entre los magos y escuchar. Fue justo a tiempo pues una niña que era mi pasado, conjuntamente con un elfo domestico entraba al lugar. Al momento de cerrarse la puerta coloqué mi mano para evitarlo. Así escucharía y mediante una pequeña ventana vería ese momento desde otra perspectiva.

     

    Ollivander se presentaba con aquellos cabellos blancos y alborotados. Sonrió a mi pasado y comenzó con las mediciones esperando que sea una ayuda para encontrar la varita. El elfo se hallaba a pocos metros.

     

    -La pequeña Ama necesita una varita para sus clases en el colegio -dijo con voz aguda

     

    -La varita escoge al mago, no el mago a la varita –expresó el mago mientras tomaba unas cuantas cajas de la pared

     

    A cada instante los ruidos eran mayores, como de pequeñas explosiones debido a las varitas que no eran las elegidas. Varias personas se detuvieron por unos segundos para ver la causa. En el local habitaba ya un humo color verdoso y violáceo y que salía por las ventanas o la puerta.

     

    -No es de preocuparse, ya encontraremos su varita –insistió Ollivander mientras apartaba las varitas desechadas y traía otras varitas. Pude ver que las cajas tenían capas de polvo y una araña salía de una de ellas.

     

    Finalmente puse más atención pues reconocí al instante mi varita. La Gabyxlllsiby de esa época, un poco nerviosa agitó la varita y de la punta sobresalió varias chispas de múltiples colores que viajaron rodeando gran parte de la varita hasta desaparecer.

     

    -¡Bravo! Pequeña Ama –dijo el elfo que aplaudía con una gran sonrisa

     

    Mi pasado también sonrió un poco nerviosa mientras daba un último vistazo (tenía un bonito color azul oscuro y presentaba unas elegantes rayas plateadas a lo largo, la empuñadura era plateada y labrada) y le entregó la varita a Ollivanders.

     

    -¡Perfecto! Lo hemos encontrado –dijo mientras tomaba la varita y la empaquetaba en su caja –Ya hacía años que esta varita se encontraba olvidada en esas gavetas. Ya creía que no tendría dueño y pensé que había sido una pérdida de tiempo al crearla.

     

    -Pues ¿por qué? –preguntó mi yo pasado

     

    -Varita de 20 centímetros, de madera de Eucalipto, flexible y su núcleo un tanto especial, aunque he de admitir un tanto oscuro… -sus ojos grises pasaban de mirada al elfo y a la niña -…Fue muy difícil convencer a un dementor que me entregara una tira de su capa…

     

    Las reacciones de mi pasado al igual que del elfo fueron iguales: una sorpresa un tanto brusca. Por lo que el mago observó y continuó:

     

    -…Todos saben que son criaturas muy lóbregas pero poseen gran fuerza, esta varita aprovecha ese poder que tiene, nada más. Esta varita es ideal para transformaciones, aunque quisquillosa un tanto en duelos, si no tiene cuidado y provoca una gran emoción ante algún hechizo de ataque, tenga por seguro que volará la cabeza a su oponente –sonrió

     

    Finalmente el elfo hizo un movimiento con la mano para indicar a mi yo pasado que pague por la varita. Los dos salieron a los pocos minutos, a escasos metros donde estaba, los vi partir y perderse entre la multitud. Saqué el pequeño giratiempos y realicé los movimientos para volver a mi tiempo.

     

    Al regresar supuse que debía dar una explicación al profesor, no tardé mucho que volví al aula de clases. Ya todos reunidos escuché atentamente a Madeleine quien explicó de su varita, cuando terminó de hablar yo levanté la mano y di mi opinión.

     

    -Mi varita si es un tanto singular, no he conocido mago o bruja que posea estos elementos. Pero nunca me ha decepcionado frente a algún hechizo, aunque los encantamientos convocadores me son un tanto difíciles. Supongo que, siendo parte de aquella criatura absorbe la energía de gran manera, pero no me provoca daño ya que la madera de eucalipto produce una barrera. Creo que su fabricación es un tanto rechazada en la sociedad pero yo le tengo un gran aprecio y no la cambiría. Y en una ocasión por los puros nervios que solo quería realizar un expelliarmus mandé a volar diez metros al pobre.

     

    Ya dada mi explicación tomé asiento y escuché al resto de mis compañeros.

  22. Mire como la joven bruja realizaba los hechizos para el duelo. Moví mi cabeza de un lado a otro intentando concentrarme. Sabia que Bodrik realizaría cualquier hechizo de ataque mientras que debía defenderme e intentar buscar una solución y por lo menos darle pelea.

     

    Sin perder tiempo hice un movimiento en el mismo instante que la bruja se disponía al ataque.

     

    -Silencius -exprese blandiendo mi varita hacia mi oponente

     

    El hechizo había dado efecto, a la joven bruja solo hacia movimientos de los labios pero ningún tipo de sonido. Pero la acción solo me había ayudado en un instante, pero ahora nuevamente expresaba otro hechizo. Unas cuerdas se dirigían donde estaba para intentar atraparme. Extendí mi varita anteponiendome del ataque.

     

    -Evanesco -musite mientras a un par de metros se desaparecia como si se despedazara

     

    Todavia extendiendo mi varita mire a Bodrik esperando su proximo ataque.

  23. No pude evitar mirar un tanto sorprendida los comentarios por parte del profesor ante nuestras respuestas. No eran nada graves y pensándolo bien eran otro punto de vista por la que debíamos haber tomado en cuenta. Ante su respuesta sonreí y acepté que la red flú daba un tanto a la ociosidad, no había nada malo de que una vez en cuando ir por otro medio al trabajo o destino.

     

    Sin perder más tiempo comenzó otro tema muy importante, me apresuré tome tinta, pergaminos y mi pluma para tomar cualquier dato notable ante su explicación. Al terminar la clase sin más preámbulos describió la tarea a realizarse. La siguiente clase sería dentro de poco, me levanté y me dirigí hacia aquellos jardines que no eran tan lejos del aula. Ya allí tomé de mi bolso, un par de papiros, conjuntamente con mis anotaciones y decidida a terminar mi tarea ahí mismo.

     

    Leí una y otra vez el resumen de la clase y para profundizar un poco decidí llamar a uno de los elfos domésticos que habitaban en la mansión pues necesitaba estar segura de realizar bien este deber. En pocos segundos llegó con un gran libro denominado “Miscelánea de la magia: desde los animales fantásticos hasta el quiddich”.

     

    -Gracias –dije tomando el gran libro que era de grandes dimensiones y que pesaría cerca de 10 libras. Miré como el elfo movía sus pequeños bracitos entumecidos debido al peso, realizó una reverencia y desapareció.

     

    Ya con esta ayuda busqué un poco más de información y lo transcribí todo lo relevante hacia el papiro. Finalmente, unos minutos después ya tenía todo listo. Tomé mis cosas (aunque el libro que ahora tenía era verdaderamente pesado) y me dirigí hacia el aula mientras enrollaba el papiro.

     

    Al entrar ya estaba el profesor a unos metros del pizarrón, lo saludé y tomé asiento en la misma silla que había ocupado antes. Releí todo lo que había escrito esperando que no haya omitido alguna cosa. Ya iniciada la clase sabía que cada uno debía leer su tarea, levanté mi mano primera aunque nerviosa, extendí el papiro y comencé a leer en voz alta:

     

    -Primeramente el hechizo es un término que se aplica a la magia, dando cambios o modificando ya sea objetos animados o inanimados, mientras que el encantamiento es la aplicación de acción ya sea reducido o aumentado a alguna cosa.

     

    Tardé unos pocos segundos buscando la respuesta de la segunda pregunta mientras sentía que los nervios me estaban venciendo. Con mis manos haciendo una gran presión continué:

     

    -Ante la segunda pregunta, una maldición del mundo mágico puede ser el "Imperius" que se le da al mago total control sobre la persona encantada (ya sea haciéndolo hacer, decir o pensar algo). Es una de las tres maldiciones imperdonables, establecidas en 1717 por el Ministerio de Magia. El mago afectado sufre un vacío de pensamientos y como si flotase y el que lo ejecuta, un cosquilleo en el brazo. Mientras tanto una maldición muggle es el "katadesmoi" («ataduras») por los griegos y "tabulae defixiones" por los romanos, los cuales se escribían en tablillas e invocaban la ayuda de un espíritu ( ya sea una deidad, un demonio o un muerto prematuro) para cumplir con su deseo, y eran colocadas en algún lugar considerado eficaz: tumba, cementerio, pozo o manantial sagrado. El deseo a pedir era que el enemigo sufriese daño de alguna forma específica (robo, infidelidad, etc).

     

    Quería dar mi punto de opinión ante aquellos tipo de maldiciones. Obviamente la mágicas eran usadas principalmente por las viboritas de los mortifagos hacia los muggles y cualquier mago que le hiciera frente, pero los muggles eran un poco extraños.

     

    -Yo si soy supersticiosa ante algunas de las maldiciones del mundo muggle... –dije separando el papiro unos centímetros de mi vista. –...creo que es la fuerza o deseo de aquella persona que quiere hacer el daño.

     

    Nuevamente extendí el papiro y continué hablando:

     

    -Una semejanza de bendición y maldición puede ser que las dos se aplican con el favor de algo “superior” que ellos. Mientras que su diferencia abarca que la bendición se pide algo positivo a la persona. Mientras tanto que la maldición lo que se pide es algo negativo a la persona. En relación de los amuletos: en mi casa está situada la sábila la cual se usa para la suerte, el dinero, el amor, evitar envidias y alejar los encantamientos. Tiene varias formas de uso como atar con un lazo rojo evitar el mal de ojo, lazo verde suerte en el dinero. Yo elegí explicar de este amuleto ya que siempre me han gustado las plantas y es muy conocida por ser protectora de hogares.

     

    Ya terminando de exponer todo el trabajo ordené los papiros y tomé asiento, esperando que mis demás compañeros expongan su trabajo.

  24. Cuando llegué habia afirmado que la Torre Abaddon no había cambiado casi nada de mi última visita a aquella edificación. Una gran luz cubría mi rostro y con paso lento me desplazaba, primero hacia aquellas escalinatas, posteriormente a las grandes puertas dando paso al interior de la torre. El viento era un poco fuerte y el clima frio. Instintivamente me cubrí el cuello y continué el camino.

     

    Ya adentro caminé en los pasillos que a momentos parecían interminables, parecía que no había guardianes alrededor, todo era vacío lo que provocaba un eco a cada paso que realizaba. Continué subiendo cada piso mirando esperando ver algo y con varita en mano.

     

    Finalmente ya en los últimos pisos al no ver a compañeros que custodiaban la torre, tomé mi varita y realizando una floritura en el aire un gran patronus de un lobo se apareció de inmediato. Se acercó a un par de metros donde permanecía y expresé:

     

    -Busca a algún guardián de la Torre... quisiera saber quienes son los que custodian este lugar

  25. El ambiente de la Academia era idéntico, los pasillos, aulas e incluso las plantas que cubrían el local estaban exactamente ubicadas cuando me había retirado ya graduada. Ahora, nuevamente para las clases de encantamientos regresaba a esta edificación. El conjunto que llevaba era una gabardina de color negro, jeans y unas botas, mi cabello negro estaba recogido en un alto moño y mis anteojos opacaban en parte mis ojos color café claro que tenía la singularidad de cambiar a un gris o dorado.

     

    Caminé con paso lento en los amplios callejones, sin poder evitar que en cada paso provocara un ligero eco. En mi mano derecha tenía mi bolso con todo lo necesario para la clase, en la izquierda un pequeño papiro el cual tenía un croquis que me levaría hacia el aula de Encantamientos. Una gran vista de los jardines me llamó la atención, observé mi reloj cerciorándome de la hora y analizando los minutos para no llegar tarde, así aprovechar y admirar el paisaje.

     

    Mientras observaba un gran pino y varias aves que lo sobrevolaban recordé que días pasados me había enterado de quien sería el profesor. Giré con fuerza mi cabeza de un lado a otro temiendo que estas clases serían verdaderamente muy estrictas. Hasta darme cuenta un par de estudiantes me miraban extrañamente hacia mi inapropiada reacción cuando me hacía a la idea que el profesor comentaría sobre el rendimiento de las clases a mi madre.

     

    Ya terminando el tiempo que había destinado para descansar, emprendí la marcha hacia el aula. No tardé mucho, miré la gran puerta de roble y las letras brillantes que indicaban el lugar correcto, golpee con mis nudillos suavemente para indicar mi ingreso al salón. Miré al profesor que estaba cerca de un gran escritorio apoyándose en el pizarrón, realicé una inclinación con la cabeza para saludarlo.

     

    -Buenos días –expresé

     

    En las bancas estaba Madeleine la cual hice un ademán con la mano para saludarla. Me alegraba sobremanera que el resto de alumnos fueran conocidos míos.

     

    Al ver que todavía no llegaban mis demás compañeros elegí la banca más cercana a la ventana, me gustaba mirar en vez en cuando el paisaje que brindaba para evitar un tanto el estrés de la clase. Los dos papiros que yacían en la mesa me llamaron la atención, al instante uno de ellos se convertía en una preciosa orquídea de color azul, el cual mi mente instantáneamente viajó hacia las altas montañas de Hokkaido que en uno de mis entrenamientos tuve el privilegio de observar aquellas flores y que los habitantes del lugar, la Tribu Inu hablaban que aquellas flores azules significaban paz y armonía. ¿Será que necesitaría esa paz y armonía en estas clases?

     

    Parecía que el día de hoy mi mente me jugaría con recuerdos o dirigiéndome hacia el infinito o más allá. Instintivamente moví mi cabeza a ambos lados para recobrar cordura y captar toda la información en esta primera clase. El profesor saludó cordialmente e indicó con parte de la tarea. Tomé el segundo papiro y empecé a escribir intentando no olvidar cualquier detalle relevante.

     

    Minutos después ya tenía la tarea. Madeleine fue la primera en presentarse y dar una breve explicación de su deber. Miré a todos lados esperando si alguno del resto de mis compañeros se animaba y ser los siguientes en hablar. Al no haber respuesta por parte de ellos supuse que sería la segunda. Levanté un poco temerosa la mano, me levanté con el papiro en mano y me presenté antes de todo:

     

    -Hola. Mi nombre es Gabyxlllsiby Rambaldi Tao, soy empleada en la oficina de Investigación Secreta.

    Sabía que mi presentación era muy corta pero no me iba a estar recreando títulos imaginarios o irme por las ramas, respire un par de veces y continué:

    -Yo decidí tomar esta clase debido a mi interés en esta rama de la magia, es un requisito importante en varios departamentos del Ministerio de Magia y creo que es oportuno tener un gran conocimiento como es este y esperar aplicarlo en mi trabajo.

    Finalmente extendí el papiro que tenía en mis manos para poder leer lo que contenía en ello:

     

    -Yo tomé un interés especial a Ignatia Wildsmith, bruja nacida el año 1227 y su deceso en 1320. Ella fue la creadora de los Polvos Flú que todos conocemos... Es un medio de transporte rápido y que todavía sigue siendo muy utilizado a pesar de ocho siglos de inventado y no hay casa mágica que tenga su propia red flú.

     

    Bajé un poco el pergamino intentando formular mi criterio personal.

    -Yo lo considero un gran descubrimiento, se utiliza casi una pizca de polvos flú para poder viajar. Eso sí, en alguna vez en la vida existe el caso que se formule mal la chimenea que uno quiere llegar, pero eso no opaca la ventaja de este medio. Yo la utilizo en su mayoría para llegar al Ministerio de Magia o a casas de amigos, aunque siempre llevo consigo un cepillo para retirar el hollín que tienen algunas de las chimeneas pero es irrelevante... Me gusta ver las llamas color verde que te cubren por completo.

    Sonreí un poco nerviosa y tomé asiento esperando que el siguiente compañero tome su turno, mientras cruzaba mis brazos y me apoyaba en el espaldar de la silla.

     

    .......................................................

    OFF

     

    Holas, por fin termine la tarea XD

    Naaa bueno me presento, mi nombre es Gabriela y soy de Ecuador vivo en la ciudad Cuenca. Tengo 23 años y estudio medicina veterinaria esperando especializarme en clínica mayor o en laboratorio (aunque todavía falta x.x).

     

    Mi principal hobbie es leer cualquier libro o texto que llega a mis manos (asi que aprendo varias cosas curiosas que me gusta compartirlo), leer mangas, ver anime, ver doramas, videojuegos, escuchar música (principalmente hard rock y música japonesa aunque no rechazo la música clásica) y soy fotografa aficionada. Deportes... me gusta el volleyball, futbol, ciclismo y caminata, tengo algo de conocimientos en judo y defensa personal (pero ya me estoy olvidando xD) y espero algun dia retomarlo y tomar también karate XD. Mi sueño es viajar a Japón pues soy muy apegada a esa cultura *-* y mi personaje en parte se basa allá xD. Me gusta los climas fríos así que me gusta más las montañas y bosques que la playa XD.

     

    Ya creo que es todo xD

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