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Black Eyed Peas

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Mensajes publicados por Black Eyed Peas

  1. William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

     

    Hoy Bill tenía ganas de comprarse algunos libros para poder tener algo para leer. Y que mejor lugar que visitar para saciar la sed de lectura que la librería “La Hermana Quisquillosa”. Nunca antes había visitado el lugar, pero ahora era un buen momento para hacerlo.

     

    La librería poseía un atractivo que llamaba mucho la atención de los transeúntes y los obligaba por lo menos echarse una ojeada por allí. Era la ola de libros que salía de una de sus ventanas, una obra ingeniosa.

     

    El pelinegro se adentró al local y caminó derecho al mostrado observando las pilas de libros inmensa que se erguían por todo el lugar, de todos los colores, texturas, tamaños, idiomas, temas, etc. El ojigris llegó hasta el mostrado que se encontraba vacío, le llamo la atención que no hubiera nadie por allí, de pronto uno sonidos comenzaron a llegarle ¿Qué estaba sucediendo allí? – ehhh ¿hola? – preguntó en voz alta, aguardando a que alguien le contestara. Algo estaba pasando.

  2. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Quinta Planta, recibiendo el alta de Jessie Stabolito.

     

    Jesse no tardó en volver con lo que parecía ser su alta médica, sonrió ante el comentario de ella – No, no nos graduamos juntos – comentó, mientras tendía su mano y tomaba su alta médica, le echo una rápida ojeada.

     

    - Creo que a mi también me gustaría no haberme encontrado contigo en estas condiciones, pero de nuevo, muchas gracias – le agradeció mientras le estrechaba la mano a manera de despedida – Me siento totalmente recuperado, - le aseguró a la sanadora.

     

    - Ojala nos vemos pronto Jesse y ojala en otras condiciones – comentó sonriendo, mientras salía de aquella sala, se encontraba perfecto.

  3. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Quinta Planta, siendo atendido por Jessie Stabolito

     

    La sanadora comenzó a trabajar con rapidez sobre el maltratado cuerpo de Bill, era muy habilidosa y pronto su alma que observaba todo desde un punto la habitación, sintió cono una ráfaga de aire lo empujaba hacia su cuerpo, que poco a poco iba recuperando su verdadero aspecto.

     

    Sus ojos permanecían cerrados, podía sentir los latidos de su corazón, la sangre fluyendo por sus venas, ya no le dolían tanto las heridas, es más, parecían ya no estar allí. Su pecho comenzó a subir y bajar lentamente, las primeras bocanadas de aire fresco comenzaron a entrar en su cuerpo.

     

    Sentía una calidez en su pecho y las primeras palabras que sintió, fueron las de la sanadora. Abrió los ojos, se encontraba en la sala del hospital, la sanadora le dio la bienvenida y le dejó una copa en su mano, el líquido de su interior humeaba, según Jesse era una poción renovadora de sangre.

     

    El ojigris se llevó la copa a los labios y comenzó a beberse la poción, el sabor era horrible, uno de los peores sabores, pero se obligó a si mismo terminarse toda aquella copa. Vació la copa y la sostuvo en su mano, comenzó a sentirse más fuerte.

     

    - Muchas gracias, ¿Jesse?, ¿no? – le dijo a la sanadora que se había acercado hacia un escritorio – Creo que fuimos compañeros en la Academia – concluyó de decir.

  4. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Quinta Planta, comenzando a ser atendido por Jessie Stabolito

     

    Una sanadora no tardó en llegar hacia el cuerpo sin vida de Bill, era una suerte. La mujer le era reconocida, hasta que cayó en la cuenta de que era Jesse, una conocida suya.

     

    La mujer tomó tres pociones de un estante y se acercó al joven. Ojala alguna de esas pociones, lograra sacarlo de la muerte, curara las quemaduras importantes que había en su cuerpo, y sanara la zona de su muslo derecho, donde un importante tajo, había permitido que la carne se la gangrenara un poco. Estaba en un estado deplorable. Pero confiaba en los sanadores de San Mungo, eran muy hábiles en la salud, y conocía la excelente fama que tenían.

  5. William "Bill" Gryffindor Rambaldi // Quinta Planta, Llegada

     

     

    El cuerpo de Bill surgió de un tornado en llamas de estatura media, el fuego del mismo no dañaba nada a su paso tan solo se mantenía girando sobre si mismo, estuvo unos segundos el tornando hasta que se disipó y dejó al cuerpo del malherido Bill sobre una camilla.

     

    Su cuerpo presentaba quemaduras importantes y partes de su cuerpo se encontraban cortadas y la carne de allí presentaba un mal aspecto. No se movía, estaba frío tal piedra, la vida se encontraba fuera de su cuerpo, su corazón no latía, sus pulmones no respiraban, todo era silencio en su cuerpo.

     

    Solo su espíritu que se encontraba intacto, observaba su cuerpo en silencio, desde una distancia de un metro. Ojala se dieran prisa pronto, su cuerpo necesitaba ser atendido de urgencia. Pero el pasillo de la Quinta Planta se encontraba desierto, pero Bill tenía fe que los sanadores no tardarían.

  6. William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

     

    Al parecer la mortífaga no tenía ganas de charlar se había quedado muda o algo por ese estilo. Se estaba comenzando a dormir, todo esto era muy deprimente, no sabía que hacer, parecía que la mortífaga había sido alcanzada por un hechizo confundus o algo por ese estilo.

     

    Pero algo pronto sucedió, todo su cuerpo comenzó a tornarse brillante, eran con lenguas de fuego que lo rodeaban y sus ojos se pusieron de un color ver brillante, cada vez las llamas lo envolvían mas, hasta que se encontró rodeado de un tornado de fuego, y tras un fuerte sonido, el tornado desapareció, llevándose consigo a Bill, había logrado irse de la prisión.

  7. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. con Lisa

     

    La presencia mortífaga no se hizo esperar, ojala se divirtiera un rato. Lo siguiente que sucedió fue lo más raro que le sucedió. La mortífaga le aplicó un enérvate, y fue como si algo lo succionara hacia el interior de su cuerpo, fue como pasar por un túnel totalmente iluminado por luces de color blanco, y para cuando pudo abrir sus ojos, lo que veía lo veía desde su cuerpo.

     

    Allí estaba en esa asquerosa celda y con una mortífaga que le había lanzado unas cuerdas que lo sujetaron aún más a la silla de tortura en la que ya se encontraba, era como una película del juego del miedo (película muggle).

     

    A pesar de que no quería parecer débil, no lo podía evitar porque la sensación de claustrofobia había llegado, su peor miedo. Comenzó a respirar dificultosamente, pero a pesar de eso, habló con la voz mas calma que pudo.

     

    - Gracias por venir con tanta prontitud – le dijo a la mortífaga y guardó silencio.

  8. William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

     

    Era extraño ser un espíritu era la primera vez que le sucedía, ver su cuerpo allí sin vida, algo demacrado, era penoso. Lo peor era que el mismo se encontraba en una silla de tortura, los mortífagos siempre tenían ideas retorcidas en la mente en lo que a torturas se trata.

     

    Ser espíritu tenía sus conveniencias, la celda era oscura, pequeña, sin ninguna ventana, siempre había sido claustrofóbico, pero al parecer la incorporeidad del espíritu le dotaba de cierta libertad, ojala alguien viniera, no sabía por que, pero todo esto le estaba resultando algo aburrido, los sonidos de los demás prisioneros se escuchaban en los pisos superiores e inferiores, los mortífagos también rondeaban por allí.

  9. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Primera Planta (accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas)

     

    Madrugar, cosa molesta pero necesaria. Eso mismo pensó el joven Gryffindor al sentir el taladrante sonido del despertador, penetrar su cráneo y sacudir su mente, quitándole la mínima esencia del sueño de la noche anterior. Sacudió molestamente su cabeza, agitando su cabello negro azabache, una de sus manos comenzó a tantear la superficie de madera de la mesita de luz que se ubicaba al lado de su cama.

     

    Sus dedos pronto se cerraron en torno al despertador y con algo de violencia oprimió el botón que puso fin al sonido del aparato. Bostezó profundamente y abrió sus ojos. La luz del sol, aún no inundaba su habitación. Del astro rey no había mas pistas, que la débil línea de color oro en el horizonte que se apreciaba desde su ventana.

     

    No podía quedarse mucho tiempo sobre su cama, debería aprontarse y comer algo antes de empezar su nuevo trabajo, el cual lo llenaba de emoción, era su vocación, siempre lo fue, pero recién ahora seguía su llamado. El trabajo era vitalizante pero también llevaba un gran carga de responsabilidad, la vida de las personas del mundo mágico estaban en sus manos, ser Sanador era cosa seria.

     

    Sus pies descalzos sintieron el frío del suelo de madera, por aquellas horas de la madrugada lucía unos sencillos pantalones celestes y una musculosa blanca, su cabello se encontraba desordenado y su cara mostraba cualquier cosa menos, que estuviera despierto.

     

    Arrastró sus pies por toda su habitación, en el Castillo Myrddin. Pasó cerca de donde dormitaba Titán su cachorro de Tigre Siberiano, y eso le hizo recordar que después de su larga jornada en el Hospital tendría que seguir con el cuidado de todas y cada una de las mascotas del Castillo Myrddin, cosa que no le molestaba, adoraba a los animales, solo que estaría extenuado.

     

    Diez minutos de estar encerrado en el baño, un Bill nuevo y despierto emergió. Llevaba tan solo una camiseta negra y unos jeans de igual color. Bajó rápidamente a las cocinas del castillo, y organizó en su mente lo que quería comer. Siendo sincero, no tenía mucha hambre, para nada, pero debía comer algo, mas tarde lo agradecería.

     

    Tan solo un vaso de jugo de naranja y un par de tostadas con manteca, fueron los alimentos que lo nutrieron antes de salir del castillo. Caminó por los terrenos aún oscuros, y al cruzar la verja, se desapareció.

     

    Apareció en un callejón oscuro y con un fétido aroma, su mirada trató de adaptarse a la escasez de luz del ambiente, porque allí los rayos de la luz solar no llegaban como en el calle principal. Londres ya se hallaba mas luminosa que Ottery, el pelinegro sin más emprendió la marcha y salió a una calle muggle transitada en aquellas horas.

     

    Sabía donde tenía que ir, conocía a la perfección la dirección, pero se sentía nervioso, después de todo será su primer día de trabajo, esperaba no estar solo. Tras caminar unos cuantos metros se detuvo frente a la edificación. Por su estructura externa para los muggles, aquello no era más que una vieja almacén abandonado, pero a pesar de parecer eso, aquel era el emplazamiento en donde se alzaba al centro mágico de salud por excelencia de Gran Bretaña.

     

    Bill se adentró en el terreno baldío hasta llegar a una vidriera cubierta de polvo en la cual un maniquí con peluca posaba solitario y en deteriorado estado.

     

    - William Matt Gryffindor Rambaldi, nuevo sanador de la institución – le dijo al maniquí y sin esperar más atravesó la vidriera, que resultó como una catarata cálida pero que no mojaba.

     

    El pelinegro llegó a la sala de recepciones, saludó a la recepcionista y se encaminó por los pasillos hacia los ascensores. Se montó a uno vacío y oprimió el botón que lo conduciría a la Planta 1.

     

    La planta uno era enorme y muy espaciosa, no sabía que hacer primero, no había nadie, ni pacientes, ni sanadores, ni limpiadores, ni nada. Pero antes de realizar cualquier maniobra se acercó hasta la oficina del Jefe de aquella planta, llegó hasta la puerta y golpeó en ella y guardó silencio, esperando el momento que lo atendieran.

  10. William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

    Segunda Planta, Esperando ser atendido

     

    Se materializó de la nada, el mago pelinegro enfocó la entrada al hospital mágico y sin dudarlo dos veces se encaminó hacia ella. Un sudor frío comenzaba a recorrerle el cuerpo, esto no era bueno, a eso se le sumaba los golpes de taquicardia que sentía y la vista se le estaba nublando.

     

    - Emergencias – logró decir claramente al maniquí, y sin más atravesó la vidriera que el resultó como un fría cortina de agua. El hall de recepciones se encontraba prácticamente vacío, manteniendo su antebrazo firmemente apretado con un trapo, miró el mapa del hospital. A pesar del estado en que se encontraba y este continuaba empeorando aún se encontraba conciente y podía manejar su cuerpo.

     

    Mientras recorría las escaleras, la respiración comenzó a fallarle débilmente, pero no se detuvo. Al igual que el torrente de imágenes del incidente que asediaban su cabeza. Trabajar con animales siempre conllevaba peligro, el lo sabía, pero adoraba su trabajo. Hace unos 15 minutos atrás, se encontraba limpiando un cobertizo de la familia Myrddin, donde había serpientes, muchas de ella venenosas. Al encerrar la última cobra, este forcejeó un poco, y a pesar de que el mago logró encerrarla perdió el equilibrio y cayó contra una estantería. Un frasco de allí cayo y el vidrió se rompió sobre su antebrazo izquierdo, pero eso no fue lo peor, el frasco contenía un líquido.

     

    Sabía que aquel frasco se utilizaba para recoger el veneno de las cobras, pero al parecer este tenía algo mas en su mezcla, porque apenas este tocó su piel, aquel líquido se filtro velozmente através de la piel de Bill, pudo sentir aquel líquido frío entrando en su torrente sanguíneo.

     

    Sin pensarlo dos veces tomó un trapo de la estancia y se realizó un torniquete para detener un poco el avance del líquido, pronto comenzaron los síntomas y sin más acudió a San Mungo. Sus pasos lo llevaron a la Segunda Planta del Hospital, la requerida por el joven mago.

     

    El pasillo estaba vacío, llenó sus pulmones y gritó: - ¡¿Hay alguien, aquí?! – y esperó, con ansias la respuesta.

  11. William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

     

    Me encontraba en la moderna ciudad del Capitolio, este era el lugar desde donde nos gobernaban. Después de superara el temor y la desesperación, de haber salido como tributo, una paz antinatural se había apoderado de mi ser. No reaccionaba con la normalidad, iba en cámara lenta, mi mente se encontraba embotada.

     

    Una notoria desventaja si este estado me acompañaba a la arena, pero por más que tratara de alejarlo de mí, no podía. Era como luchar contra la injusticia del Capitolio, mientras más te esfuerzas peores y desesperantes recompensas recibes. Caminaba por una calle del Capitolio, cercana al Edificio Central. No me crucé con nadie, o si lo había hecho no lo había registrado.

     

    ¿Por qué no escapaba?, ¿por que no lo hacía?, sabía que sería imposible, ellos nunca dejarían que uno de sus entretenimiento escapara de su maquiavélico circo, ¿pero por qué ni siquiera lo intentaba?. No podía dar todo por terminado, no aún, tenía una familia por la que luchar, pero aún así, me sentía tan fuera del mundo. No había logrado obtener mentor, cosa obvia, un chico de tan bajos recursos, nunca había conseguido uno, pero siempre tuve la esperanza, una ayuda del exterior, nunca vendría mal en la arena.

     

    Pero estaba solo, completamente solo en la arena, casi se podría decir que estoy viendo mi muerte, pero se usar armas, soy ágil, puedo arreglarme con la supervivencia, cuantas veces he estado al borde de la muerte, por enfermedad, hambre o otra cosa, ¿ y no siempre he logrado salir?, no me voy a rendir sin luchar, jamás.

     

    Mis pasos me conducen a una taberna local, escuchó animadas voces del otro lado, algunas las reconozco de Ottery, no quiero entrar. No quiero entablar una conversación con alguien que se convertirá en mi enemigo en la arena, no quiero tomarle cariño para después tener que matarlo o que él me mate. Recapacitó, si no tendré ayuda del exterior, no me vendría mal tener un poco de ayuda en el interior, una alianza, aunque sea temporal.

     

    Levantó mi mirada y clavó mis ojos grises en la pared de la taberna en cuanto entro. Esta llena de personas, pero no quiero tener contacto visual con nadie. Mientras mas me adentro en el local, más me arrepiento de haber entrado. Caminó sin rumbo hasta dejarme caer en un asiento cerca de la barra, en una mesa apartada y solitaria. Clavó mi mirada en mis mantos apretadas en un solo puño sobre la pulida madera de la mesa.

     

    Como odio estos malditos Juegos.

  12. William "Bill" Gryffindor Rambadil.

     

     

    La bruma se alzaba como una transparente cortina sobre la cristalina agua del lago. Mis parpados comenzaban a cerrarse, tenía mucho sueño, pero me obligaba volver a la realidad apenas mis ojos comenzaban a cerrarse. Abrí los ojos, todavía era de noche, pero hacia el este la línea dorada que indicaba que el amanecer estaba pronto comenzaba a hacerse notar.

     

    Mis pies me dolían, hacía una hora o mas que me encontraba en cuclillas, frente al enorme lago que se extendía hasta el horizonte. Había sido una mala noche, ni un solo pez se había puesto a tiro, la carnada no estaba funcionando. No tenía que recoger la red ni nada por el estilo, esta se me había roto antes de salir. El recordar eso, hizo que un odio contra mi descuido surgiera, sería un día para volver a arreglar la red y eso si tenía tiempo.

     

    Mis manos estaban congeladas aferrándose a mi inseparable arco. Aquel instrumento, había sido un regalo y el mejor regalo material que había obtenido. Todavía recuerdo cuando lo conseguí, para proporcionarles comida a las familias pobres de Ottery, comencé a pescar, y claro obviamente para ganar algo de dinero. Siempre me gustó el agua y de si algo que estaba orgulloso era de mi nado, el agua era como mi elemento, siempre me sentía a gusto en ella. Pero la pesca con la mano, era de lo más difícil, todavía sin dinero para costearme la compra de alguna herramienta, fabriqué mis propias armas.

     

    Eran simples lanzas de madera de los árboles, no podría decirse que eran de gran ayuda, con aquellas armas no podía atravesar la duras escamas de los grandes peces monstruosos del lago, los cuales permitirían mantener a una familia promedio por una semana y me darían muchas ganancias. Por lo tanto me conformaba pescando peces medianos. Estuve meses con aquella tarea, hasta que consideré que las pocas monedas de plata que poseían serían, suficientes para comprarme un verdadero arpón, lanza o tridente de metal, un lujo para la mayoría de los habitantes de Ottery.

     

    Pero como era obvió el dinero no era lo suficiente, como me indicó el anciano artesano, ni me era suficiente para comprar un arco de madera con un juego de flechas. Estaba apunto de irme cuando la mano del anciano se apoyó en mi hombro, me día vuelta y me encontré con el frío, severo rostro del anciano, sus ojos con cataratas estaban posados en los míos.

     

    - Tú pescas, ¿no muchacho? – me preguntó en un gruñido, yo asentía, y el me entregó el arco con el juego de flechas, no lo podía creer, no tenía palabras, era el regalo mas caro que jamás me habían dado. Él se me adelantó a cualquier intento de palabra – Tráeme dos de los mejores salmones, cada mañana, ahora vete – me gruño ásperamente.

     

    Y así fue nuestro negoció por años, a los pocos meses ya le había pagado el arco, pero yo insistía en continuar trayéndole los salmones, me gustaban sus charlas, y el me fue dando consejos de cómo usar el arco y pronto me convertí en un as del arco. Fue el mejor negocio de mi vida. Pero luego de unos años el anciano murió, fue muy duro para mí.

     

    Y ahora estoy aquí, como todas las noches, pescando, pero esa ha sido una noche muy mala, ni un solo pez se ha cruzado por adelante, ¿será porque saben que día es hoy?, sonreía para mis adentros. Hoy era el día de la cosecha. Me incorporé, me desperece y sacudí mis extremidades para sacarlas de su entumecimiento, y volví sobre mis pasos. El bosque comenzaba a retomar su actividad, algunos pájaros comenzaban a cantar, un correteo entre los árboles me indicó la presencia de algún conejo o ardilla. A falta de peces, un conejo no estaría nada mal, pero ya no tenía ganas de cazar, además pelar el conejo y limpiarlo llevaría su tiempo, y hoy no podía perder tiempo, tenía que prepararme para la cosecha.

     

    A lo lejos divise la mansión de la familia Rambaldi, que en otros días había gozado de esplendor y ahora se encontraba en decadencia, pero aún así, era uno de los mejores edificios de Ottery. Entre por la puerta de atrás, la que conducía a la cocina. Al parecer todos dormían, la cocina se encontraba vacía, caminé hasta una de las estufas, algunas brazas todavía brillaban, desvíe mis ojos hacia el reloj, eran casi las 7.

     

    Comencé a subir las escaleras, mi habitación se encontraba justo como la había dejado antes de irme al bosque. Guardé suavemente mi arco y el carcaj con flechas dentro de ropero, y me desplomé sobre mi cama. Relajé todo músculo de mi cuerpo y vacíe mi mente, respiré hondo. Los rayos dorados del sol, atravesaron los empañados vidrios de mi ventana y comenzaron a bailar sobre mis pertenencias, que eran pocas.

     

    Ese momento de placer fue suficiente, ahora a volver a la realidad me dije para mis adentros, me enderecé lentamente y clavé por unos segundos mis ojos grises en el suelo de madera. – Como odio este día – escupí.

     

    Tomé de mi armario una camisa, negra, de las pocas que tenía, que mi madre muy sabiamente me indicaba que cuidara, unos simples pantalones de vestir negros y unos zapatos de igual color. Y caminé hasta el baño. El agua de la ducha estaba helada, pero lo ignoré, el agua caliente era un lujo que no todos podían dárselo. Mientras el agua fría recorría mi cuerpo, en mi mente me formaba la idea de lo injusto que era todo esto.

     

    Los Juegos del Hambre, no eran más que una excusa para humillar a los Distritos o pueblos, bajo la jurisdicción del Capitolio. Una forma de demostrar su poder, y todos los habitantes estábamos a obligados a formar parte de ellos, nos gustara o no. Me sequé rápidamente y me vestía, peine mi pelo cosa que detestaba pero “había que estar prolijos para los embajadores del Capitolio”, repetí para mis adentros molesto.

     

    El comedor se encontraba a la mitad de su capacidad, al parecer la mayoría optaron seguir durmiendo un poco más. Saludé tibiamente, sabía que este no era un día feliz, saber que cualquiera de esta familia podría resultar sorteador para participar de aquella matanza a la que trataban de disfrazar con aquel asqueroso nombre que era “Los Juegos del Hambre Mágicos”. Si alguno de ellos resultaba sorteado, no se que haría… ni siquiera me lo permitía imaginar.

     

    Mastiqué sin prestarle atención, algo que parecía ser unas tostadas con mermeladas. Mantenía mi vista fija en algún punto de la mesa, con cabeza gacha. El ambiente era muy tenso, todos permanecíamos callados. Pero alguien se animó a quebrar el ambiente, fue mi tío, con una pregunta

     

    - ¿Y como estuvo esa pesca hoy, Bill? -, levante mi vista hacia él – creo que hoy no fue una buena noche, ni un solo pez – conteste con la voz un poco quedada, era la primer frase larga que salía de mi boca en horas – pero si tengo tiempo, después de la cosecha, cazaré algunos conejos para almorzar hoy y para los huérfanos que les tenía prometido algo para hoy – y volví mi atención a mi desayuno.

     

    Pase casi todo el resto de la mañana, acostado sobre el techo de la mansión, en soledad, pensando para mis adentros. Cada vez que mi mente se conducía al tema de los juegos, la trataba de entretener en la caza que realizaría después de la cosecha, pero casi nunca funcionaba.

     

    Y los vi, pasaron como una flecha surcando el bosque, por el cielo. Era un carruaje mas lujoso, que todas las mansiones de Ottery juntas y era tirado por un bello espécimen de dragón. Me lo quede observando, mientras realizaba su trayecto y aterrizaba en la plaza del pueblo. Había llegado el momento.

     

    Caminaba solo, rumbo a la plaza, donde todos los habitantes de Ottery se encontraban reunidos para afrontar la cosecha. Me mantuve en el borde externo de la muchedumbre, no tenía ganas de observar a los, macaquitos del Capitolio. No parecían personas, parecían versiones grotescas de figuras humanoides. Oí la voz de Felicity y Hugo, los embajadores enviados por el Capitolio hacia el pueblo de Ottery.

     

    No los escuche, sabía de memoria sus discursos, la historia de la nación, la creación de los juegos, para demostrar el poderío del Capitolio sobre los demás, las reglas, y la invitación para inscribirse.

     

    Había llegado el peor momento del año, anotar tu nombre en aquel librito que podría resultar ser tu boleto a una condena de muerte. Observé a cada uno de los tributos que se inscribían, los conocía a todos. Eran parte de mi pueblo, de mi querido Ottery, y estaba al tanto de que algunos, no los volvería a ver jamás. Por eso trataba de observarlos lo máximo que podía.

     

    Se me cerró el corazón, al ver a la chica, que siempre me resultó atractiva y que tan pocas veces pude entablar conversación, anotarse en el librito. Se llamaba Rosalie, era una chica muy bella. Después observé como mi mejor amigo de la infancia, se anotaba en el librito. Estaba muy cambiado, había optado por adoptar la ridículas modas del Capitolio, cosa desagradable, nunca había entendido porque nos habíamos distanciados.

     

    Además de tributos, se anotaban patrocinadores o mentores. No todos conseguíamos mentores y eso en los juegos resultaba una desventaja, los mentores podían ser la personas que podrían salvarte de una muerte y llevarte a la victoria, pero muy pocos lográbamos ser patrocinados por alguien.

     

    Cuando llegó mi momento, me encerré en mi propio mundo, no existía nadie mas, éramos solo yo, y aquel escenario que contenía mi sentencia. Caminé hacia el escenario y subí. No escuchaba nada, no veía nada más que aquel, repugnante libro. Tomé la pluma y trabajosamente escribí mi nombre. Ya volvía a formar parte de todo este circo.

     

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    William Gryffindor Rambaldi.

     

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    Bajé del escenario y me envolví en el mar de gente. Ojala que de aquellas grotescas bocas falsas, jamás saliera mi nombre.

     

     

    Nick e ID HL.org: Black Eyed Peas// 205666 o este, jajaj, no estoy seguro 112593.

    Motivo por el que te crees apto para ser tributo: Me gusta mucho la saga, y me encantaría formar parte de esta actividad, me resulta muy interesante, y creo que puedo resultar muy buen participante. Ojala se me de la oportunidad de participar

    Disponibilidad Horaria: Puedo hacerme siempre un espacio, obviamente no tengo la gran disponibilidad que tiene alguno, pero si me anote, es porque tengo ganas de participar y puedo hacerme siempre algún espacio,.

  13. Lechuza Enviada desde Roma // William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

     

    Una lechuza de color dorado y elegante porte, se abría paso por el atrio ministerial. Sus fuertes patas aferraban una nota, la cual tenía su destinatario en el Ministerio de la Magia. El ave maniobraba sobre los magos y hechiceras que comenzaban otro día de trabajo.

     

    Sus ojos color ámbar captaron la apertura de una de las puertecillas que conducía a los ascensores y sin pensarlo dos veces se abalanzó hacia ella. El ascensor comenzó a llenarse y la lechuza se mantuvo en el aire esperando que las puertas se abrieran en el piso nueve.

     

    Cuando la fría voz femenina indicó que estaban en el piso nueve, la lechuza salió del ascensor y comenzó a recorrer la estructura del Departamento de Misterios, después de unos diez minutos de vuelo llegó a la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, comenzó con desespero a buscar la oficina de la directora y cuando la encontró voló hacia ella.

     

    La habitación muy elegante se encontraba completamente vacía, pero aunque Galedra no se encontrara debía dejar la carta y sin más depositó la carta sobre el escritorio y dando media vuelta, desapareció.

     

    El sobre contenía una carta, escrita con apuro, que rezaba:

     

    Galedra:

     

     

    Mi viaje a Roma sufrió de ciertas dificultades, por lo tanto encontrar al ermitaño me llevó más tiempo del esperado, pero lo he encontrado. Cuanto antes comenzaremos la traducción de los pergaminos que me encomendaste.

     

    PD: No he tenido noticias de John, nos hemos separados al principio del viaje.

     

    Muy Cordialmente se despide:

     

    William Matt Gryffindor Rambaldi.

     

     

     

    OFF:

     

    Los links:

     

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97563&view=findpost&p=4277991 – Post 1

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97563&view=findpost&p=4279554 – Post 2

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97563&view=findpost&p=4280770 – Post 3

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97563&view=findpost&p=4281625 – Post 4

    http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97563&view=findpost&p=4283746

    Post 5

  14. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Rol con Galedra y John, Biblioteca Privada de Galedra.

     

     

    El ojigris ya estaba de vuelta en su labor, la idea de encontrar otros pergaminos tan ricos en información como el anterior era muy atrayente. Podría ser peligroso, su madre se lo había dejado bien en claro, pero…. ¿Por qué no le importaba más o le causaba miedo aquella indicación?. ¿la adolescencia?, sonrió cuando pensó en eso, ¿por que siempre los mayores, pensaban en eso siempre que uno se metía en algo peligroso?. Aquel toque de peligro, le producía aquella sensación que amaba, la adrenalina.

     

    Estaban sus manos a tan solos unos centímetros del cofre cuando la voz de su madre lo hizo darse vuelta. ¡¿Roma?!, esto si era fascinante, visitaría un país que no conocía, Italia. La idea de viajar le llamaba mas poderosamente la atención que la de traducir allí los pergaminos.

     

    - Me encantaría viajar a Roma, Galedra – le contestó Bill a su madre, la idea de viajar, obtener mas información sobre el tema del que estaban tratando, trabajar al aire libre, conocer otra cultura, otra ciudad, era genial – L'italiano non mi è difficile, io lo conosco fin da bambino – agrego sonriendo - ¿lo dije bien? – este viaje iba a ser muy interesante, pensó.

  15. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Biblioteca Privada de Galedra, Rol con Leah, John, Galedra, Artemis, Danglein y Adisson.

     

     

    Bill estaba enzarzado en una mesa con muchos tomos de libros para traducciones, frente a él tenía tan solo dos pergaminos, una amarillento, antiguo y llenó de símbolos de una lengua desconocida y otro blanco y nuevo, y escrito con tinta recientemente. Había logrado terminar su primer traducción y le restaban cerca de 30 más, pero eso no le molestaba, si el resto de los pergaminos comentaba tantas cosas interesantes como aquél que poseía frente a él, sería un placer seguir con la traducción.

     

    Dejó la pluma de águila que había hecho aparecer de la nada aún lado, y observó la traducción recién hecha.

     

    “Estoy orgulloso de que mi talento sobre los conocimientos de la magia sea reconocidos. Y sumamente agradecido de lo que mi maestro me ha permitido conocer, Azazel poderoso demonio. Me ha llevado a lugares que ningún simple mortal puede conocer, y me ha enseñado cosas inimaginables para mentes tan inferiores, de las cuales he podido escapar gracias a su intervención casi divina en mi vida.

     

    Ni el buen Horus, ni el astuto Seth y ni siquiera el poderoso Ra, regidor de los cielos, me ha abierto la mente y enseñado mas allá que mi maestro Azazel, el conocedor de todo. Ahora que he penetrado en los más profundos velos de la magia, y he llegado a la fuerza de la que muchos temen, porque la desconocen, lo que la gran mayoría llaman “Magia Negra”, pero a la que mi maestro llama, la verdadera esencia.

     

    Con él he descubierto muchas cosas, he ampliado los horizontes de mi mente, de mis sentidos, he comprendido los misterios del pasado, conozco mi presente y he develado lo que vendrá, pero también me ha demostrado que soy un simple mortal, la muerte me es algo inminente y de la que nunca podré escapar, mi mente que ha superado con creces la de cualquier mortal, aún no me permite conocer la perfección y otras tantos temas mas halla de mi comprensión, que mi maestro ducho en todas esas áreas, me hace recordar, cuando la soberbia, infecto parasito que acecha dentro de todos nosotros, los seres imperfectos, me posee.

     

    Pero el que es capaz de estar en todos los lugares, me ha encomendado una misión, una misión que el no puede llevar a cabo, porque la considera algo impropio para su estatus. El se encuentra más allá de todo, como me repite sabiamente en nuestros encuentros. Y yo, como agradecido alumno, la llevare acabo, como una forma de pagar los impagables conocimientos y habilidades que me legó.

     

    Dentro de un cofre he guardado poderosas pócimas que con mi talento y con sus enseñanzas he logrado elaborar, mi destino es, liberar la tierra de todos los seres que no se merezcan habitarla. Con mis venenos, acabaré con los débiles y cuando los merecedores de la vida, solamente quedemos, seré el más recompensado por mi maestro, el cuál nos dirigirá a la utopía que merecemos y en la que creemos.

     

    Pero como todo plan, llevará su tiempo, aún no he probado nuestro mas poderoso aliado para llevar acabo nuestra noble tarea, pero estoy segura que no fallará. Dejaré constancias de cómo seguir la tarea divina que se me ha encomendado, en caso de que la muerte llegase a mi, para que futuros elegidos, continúen con la tarea de limpiar las impurezas de este mundo, y cuando el labor allá terminado, mi maestro, Azazel regresará para dirigirnos.”

     

     

    Bill terminó de leer la traducción, y se quedó unos momentos pensando en lo que acababa de leer, esto era sumamente importante, era como algo así, como el comienzo.

    Se acercó hasta su madre y le entregó la traducción,

     

    - Seguiré con los demás pergaminos – le comentó distraídamente, no podía sacar de su mente las palabras que acaba de leer.

  16. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Laboratorio - Rol con Galedra, Leah, John, Artemis, Danglein y Addison

     

     

    Su madre se acercó hasta el, al parecer había escuchado su impresión por el tamaño de la biblioteca. Y comenzó a hablarle, no sabía bien por que le gustó ese gesto, en realidad era la primera vez que le hablaba directamente sobre algo, a él solamente. Era su hijo, pero la conocía muy poco, y ese momento aunque corto y sin tocar temas personales, le encantó. No se lo podría llamar tiempo de calidad, pero a Bill le pareció aún mejor. Después de todo, aquella poderosa bruja, era su madre.

     

    - Gracias…. – había estado a punto de decirle “madre”, pero se dio cuenta justo a tiempo – Galedra – terminó de decirle, antes de que ella se alejara hacia el resto de los inefables.

     

    Así que lo único que tenía que hacer era pronunciar claramente que material necesitaba y la biblioteca se lo alcanzaría. La biblioteca era enorme y estaba seguro que saciaría cualquier tipo de ganas sobre conocimientos, pero el tenía una misión, las pociones. Se aclaró la garganta y pronunció:

     

    - Textos para traducir idiomas del Antiguo Egipto –

     

    Creía que había sido muy claro, y al parecer así era, inmediatamente la biblioteca comenzó a moverse y varios estantes se colocaron frente a él. Se acercó hasta algunos de ellos y tomó algunos gruesos tomos antiguos. – Veamos – comenzó a decir mientras pasaba las páginas de los libros, mientras caminaba hacia el cofre y su compañero de trabajo John.

     

    - Bien… he encontrado algunos libros – comentó distraídamente en dirección a John, sin apartar la vista de los textos. Colocó los tomos en una mesa y se acercó al cofre, tomó uno de los tantos pergaminos y se acercó hasta los libros. Y comenzó con la no fácil traducción, luego de unos minutos ya tenía traducido el nombre de una de las pociones: “Horrendum Oseei”, que traducido al español quería decir “Horrible Esqueleto”.

     

    El nombre no daba a entender que dicha poción, tendría buenos efectos en quien la consuma. – Esto es magia oscura muy avanzada – exclamó con asco, no le parecían para nada atrayente las artes oscuras.

  17. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. // Biblioteca Privada de Galedra, Rol con Leah, John, Artemis, Danglein, Galedra y Addison

     

    Bill guardó silencio luego de que Danglein contestara a su pregunta, con que el descubrimiento del veneno si era importante, según la propia inefable una persona cercana, padecía en ese momento los efectos del veneno. ¿Qué clase de horrores generaba ese antiguo veneno?, tenía claro que su efecto final era la muerte, pero ¿era simple eso?, ¿o había mas efectos?.

     

    Las inefables manejaban mucha información sobre el tema, quizás demasiada, sin dudas el tema ya había comenzado a trabajarse con anterioridad. Era tanta información que el Gryffindor comenzaba a perderse. Su madre Galedra tomó palabra y comenzó a explicar sobre el tipo de magia con el cual estaban tratando. Magia Antigua. El ojigris estaba al tanto del poco conocimiento que poseía sobre dicho tema, la desconocía completamente, sabía que aquella magia se regía por normas distintas de la magia actual, pero de ahí no salía.

     

    Si quería estar a la altura de la situación, necesitaba con urgencia informarse más sobre el tema. Galedra les explicó que los magos antiguos no dependían de una varita para canalizar su magia, sino de su capacidad mental. ¿Canalizar magia sin varita?, en algo estaba seguro, el no era capaz de canalizar la magia sin su varita. Conocía miles de hechizos, transformaciones, maleficios, etc., pero no se veía haciendo magia sin su fiel varita, solo magos realmente poderosos lo lograrían, y no se encontraba entre ellos.

     

    Pero al parecer alguien entre ellos si entraba en dicha categoría, pensó mientras atravesaba el umbral que mágicamente había hecho aparecer su madre, en la pared por el cual se accedía a su biblioteca privada, solamente con sus manos. Su madre era una gran bruja, pensó para sus adentros observándola. No pudo evitar sonreír.

     

    La biblioteca era enorme, cientos y cientos de hileras, de libros tras libros. ¿Cuanta magia habría escondida entre ellos?, pensó mientras recorría con sus grises ojos los cientos de tomos que podía observar. Su madre con un chasqueo de sus dedos, logró que el piso de la biblioteca se moviera y les mostrara el dichosos cofre. Bill se acercó hasta el, parecía muy antiguo y desprendía un aura de poderío, el símbolo de Anubis, dios de las puertas de la muerte, pensó para sus adentros, al reconocer la cabeza de chacal sobre el cofre.

     

    Una de las inefables tomó palabra, Bill la conocía, su nombre era Artemis, la sugerencia de ella no era para nada mala, quizás entre algunos de esos frascos se encontraba el antídoto para el veneno. Pero no le gustó comprobar cuales eran los conejillos de india que ella proponía.

     

    - Los elfos domésticos sienten ¿sabias? – le dijo en voz bastante audible, para luego volverse hacia su madre que les estaba dando las primera instrucciones, genial trabajo, sonrió. Le tocaba con ayuda de su compañero John, investigar lo que decían los pergaminos que habían en el cofre, por lo que sabía los mismos hablaban sobre las pócimas del interior.

     

     

    - John, esperó que seas bueno descifrando idiomas muertos del Antiguo Egipto, - comentó a su compañero en un tono cómico, mientras extraía un pergamino, con sumo cuidado, no entendía nada de lo que decía, los símbolos eran muy extraños y muchos tenían formas que el pelinegro desconocía.

     

    Necesitarían ayuda en caso de que ninguno de los dos, supiera descifrar los pergaminos, pero estaba seguro de que la ayuda la encontraría en algunos de los miles de libros que lo rodeaban. Depositó suavemente el pergamino en el cofre y le dijo al John – iré a buscar algún diccionario que nos permita traducir estos símbolos a nuestro idioma – y se alejó de sus compañeros.

     

    La biblioteca era enorme, hasta se preocupó de no encontrar de nuevo el camino hacia el cofre. - ¡ Meu deus!,! Isso é enorme! – le salió del alma, y luego se dió cuenta de lo que había dicho en portugues, es que no lo podía controlar, a veces su segunda lengua se le escapaba de vez en cuando.

  18. William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

     

     

     

    Bill volvía visitar al Magic Hall, el amor que sentía por los animales era enorme y las ganas de tener más mascotas era enorme. Después de haber cruzado como ya era normal los diferentes dispositivos de seguridad con los que contaba el lugar, que comenzaban desde el pasillo púrpura. El joven mago se encaminó hacia la trastienda, la sección dedicada a la venta de animales.

     

    La estructura del lugar era muy llamativa, con todas esas especies de habitad realizados para que sus habitantes se encontraran cómodos. El ojigris no se alejo mucho, los animales que pensaba comprar era animales muggles y ellos se encontraban en la primera parte del local. Después de observar lo que quería se acercó hacia un vendedor y les entregó los formularios

     

    - Esperó que este todo en orden – dijo.

     

    ID: 205666

    Nick: Blak Eyed Peas

     

    Bóveda: Bóveda

     

    Fecha: 25 – 04 - 2012

     

     

    Nombre del producto: León Macho

     

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 470 G

     

    Precio total: 470 G

    Total de Puntos: 10

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

     

     

     

    Nombre del producto: Leona

     

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 470 G

     

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    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

     

     

    Nombre del producto: Lechuza Invernal

     

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 75 G

     

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    Total de Puntos: 10 puntos

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

     

     

     

    Nombre del producto: Perro Husky Siberiano

     

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 100 G

     

    Precio total: 100 g

    Total de Puntos: 10 puntos

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

  19. William "Bill" Gryffindor Rambaldi// Rol con Galedra, Leah, Jonh, Danglein y Artemis

     

     

    Bill siguió a su madre, Leah y John hacia otra habitación. Galedra abrió la puerta por la cual se mostró a otro laboratorio con dos brujas trabajando. Bill no reconoció a las dos hechiceras que en eso momentos se hallaban muy concentradas en su trabajo, hasta que la voz de su jefa las sacó de su concentración.

     

    Una de las dos brujas contestó a la pregunta de Galedra, al parecer se hallaban enfrascadas en la creación de un antídoto contra un veneno. El Gryffindor observó todo el instrumental que cubría las mesas, el cual daba muchas ganas de ponerse a trabajar,. Su madre tomó palabra, invitó a todos sus inefables a que se acercaran a la mesa, así lo hizo el pelinegro que tomó rápidamente un lugar junto a la mesa.

     

    La nueva investigación que tenían por delante, llevaba como rótulo “Mens Virus”, el cual era un veneno. Bill guardó silencio esperando que sus compañeras tomaran la palabra, al parecer esta investigación llevaba ya un tiempo en actividad, lo comprobó cuando una de las dos brujas, que tiempo atrás se encontraban trabajando, comentó que estaban buscando el antídoto contra el veneno, pero por ahora con no buenos resultados, o por lo menos no era lo que se esperaban.

     

    Leah fue la siguiente en tomar palabra, y comenzó a explicarles al restó el resultado de sus investigaciones. Al parecer el equipo de investigaciones había hallado un cofre que contenía pociones, y al parecer una de dichas pociones era un veneno muy antiguo utilizado en Egipto para acabar con la vida de los faraones, y su creador un curandero no había dejado registro de cómo preparar la poción o como realizar su cura. Bill escuchó con total atención las palabras de Leah, tratando que ningún detalle se le escapara.

     

    - Quizás me faltaría mas información sobre el asunto, pero si es que lo encontraron ¿no sería una buena forma de empezar yendo al lugar donde lo encontraron?, quizás nos conteste algunas dudas – el ojigris guardó silencio un momento, quizás esa acción ya habría sido llevada a cabo, pero también cabría la posibilidad de que el cofre hubiera llegado de manos anónimas a la oficina, y eso lo volvería un poco mas complicado. – Otra duda, no quiero parecer desinteresado con el tema, es más me parecer interesante investigar algo tan profundo y antiguo, pero ¿que ganaría la comunidad mágica actual, con el descubrimiento de una cura de un veneno tan antiquísimo?, claro esta además de acervar nuestro conocimiento, ¿ ha habido casos recientes de utilización de este tipo de veneno en magos o muggles, ocultos todavía de la visión pública? – concluyó.

  20. Hola vengo a solicitar los siguientes cargos espero que este todo en orden.

     

    Nombre del Personaje: William "Bill" Matt Gryffindor Rambaldi

     

    Conocimientos Especiales:

     

    - Encantamientos

    - Pociones.

     

    Perfil Psicológico:

     

    Es una persona alegre y divertida, gusta de pasar buenos ratos ya aprovechar las oportunidad, vive la vida a pleno, ya que como dice hay una sola. Se considera una persona firme en sus ideales, la base de su vida, es la familia. Es extremadamente familiero, le gusta pasar tiempo con ellos y sus amigos. Es altamente leal a sus afectos, por lo tanto espera que estos se muestren de la misma manera con él, de lo contrario al verse traicionado por alguno de ellos, se sentiría destrozado.

     

    Es muy social, detesta la soledad, es muy bueno en lo referente a las relaciones con las personas, no se considera una persona hermética. Es diplomático trata de no llevar una vida conflictiva evita las confrontaciones innecesarias. Lo único que realmente podría molestarlo sería que se metan con sus allegados, a los que protegería a muerte.

     

     

    Amante de los deportes y las actividades al aire libre, dedica muchas horas diarias a practicarlas. Se siente lleno y libre cuando las realiza. Es muy bueno en los deportes, se destaca mucho en ellos, al contrario como se suele pensar, el es una persona inteligente, es muy observador y calculador, rara vez se le pasan los detalles. Su mente funciona rápido en lo referente a resolver problemas o utilizar lo que lo rodea a su favor.

     

    Es investigador nato, al igual que aventurero, piensa que las reglas están para romperse de vez en cuando. También es enamoradizo y mujeriego, pero cuando está en una relación es muy fiel, es desordenado.

    Es una persona que adora la naturaleza, las plantas y los animales. Le gustan los autos y motocicletas muggles. Es claustrofóbico y adora las fiestas.

     

    Historia:

     

    Bill es descendiente del linaje Gryffindor, su madre es Xareni Malfoy. El tiene constancia que su madre lo dio a luz en Los Ángeles, California, lejos de una Inglaterra conmocionada y agitada por el regreso del Innombrable y de sus los Mortífagos. A sabiendo que la crianza de un niño en un lugar tan peligrosos como lo era Inglaterra por aquel entonces, era una mala idea, dejaron al recién nacido Bill en mano de una pareja de magos. Su madre adoptiva era una bruja nacida de muggles llamada Clara y su padre un mago llamado John.

     

    Su familia adoptiva, pero para él su familia al fin, tenían una hermosa casa con un enorme terreno en Santa Mónica, Los Ángeles, una barrio costero de la ciudad. Sus padres lo criaron entre los dos mundos el muggle y el mágico, por eso para Bill no hay diferencias enormes entre muggles y magos. Desde niño el era un gran amante de la naturaleza adoraba pasar enrome tiempo jugando en el patio, con sus mascotas. Su madre Clara, tenía ascendencia brasileña, por lo tanto todos los veranos su familia viajaba a Brasil, a Río de Janeiro, la ciudad natal de su madre, a la casa de los padres de ellas.

     

    Bill adora Brasil, ama su cultura, su música, su gente, todo. Precisamente en Brasil fue donde de presentaron sus primeras habilidades mágicas, por lo tanto fue cuando sus padres comenzaron a vigilar de que sus poderes no se revelaran frente a los muggles, con los cuales compartía mucho tiempo.

     

    De niño el asistió a una escuela pública de la zona, donde el mismo trató de controlar que su magia no se demostrara, cosa que le resultó muy difícil. Pero encontró una inteligente forma de no demostrarla, que fue ocultar su magia tras trucos de magia, que a sus compañeros les encantaban, era cosas simples pero una manera de canalizar la magia que tenía y evitar que esta se descontrolara.

     

    Bill es amante de la naturaleza y de la música desde temprana edad. A los 6 años sus padres le regalaron su primera guitarra clásica que se podría decir que es uno de sus más grandes tesoros y desde ese entonces comenzó a asistir a una Academia de Música durante las noches después del colegio. Su amor por la naturaleza le llevó a tener algunas problemas con sus padres, el era la clase de niño que cuando veía algún animal herido lo llevaba a su habitación a curarlo, tenía muchas plantas de todo los tipos en su habitación, y muchas mascotas las cuales quería.

     

    Otra de sus pasiones eran los deportes, Bill ama los deportes, de niño representó a su colegio en diferentes competiciones, (basquetbol, béisbol, voleibol, futbol, atletismo, natación, entre otros), en la actualidad dedica mucho tiempo a realizar actividades físicas. Pese a todos sus pasatiempos era un excelente estudiante.

     

    Cuando cumplió once años recibió su carta de admisión en Hogwarts, cosa que no le sorprendió. El siempre supo que John y Clara eran sus padres adoptivos y que su familia sanguínea era de Reino Unido, pero eso no evitó que se sintiera confundido, por una parte no quería abandonar los Estados Unidos, donde estaba su familia, sus amigos, sus cosas, pero por otro la idea de viajar a Reino Unido, lo atraía de sobremanera, podría descubrir sus orígenes, conocer su familia y por sobre todo conocer a sus madre.

     

    Lo único que conocía de sus orígenes ingleses, era que se apellidaba Gryffindor. Por lo tanto acepto asistir a Hogwarts, sus padres lo acompañaron a Londres, donde compró todo el material necesario y luego lo acompañaron hasta la mansión de su familia, la Mansión Gryffindor. Allí conoció a su padrino, y a su madre. El 1º de Setiembre llegó, y sus padres partieron de nuevo hacia Los Ángeles, y el ya estaba dentro del Expreso de Hogwarts, rumbó a su nuevo colegio. En el viaje en el tren, tuvo tiempo de leer algo de Historia de Hogwarts, todavía no tenía amigos, era nuevo en ese país. En el se enteró de los cuatro fundadores, comprobó que el era descendiente de uno de los 4 fundadores, Godric Gryffindor, cosa que ya se había enterado en su estadio en la Mansión Gryffindor, pero además conoció a los otros fundadores, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin. Este último no le gusto mucho, con eso de su manía de la pureza de sangre, y a eso se le sumaba los rumores que había oído de la casa de Slytherin.

     

    En la ceremonia de selección el estaba sumamente nerviosos, no quería que lo pusiera en Slytherin baja ninguna circunstancia, y deseba con todas sus ansias que los pusieran en Gryffindor. Su deseo se cumplió casi inmediatamente después que el sombrero seleccionador se posara en su cabeza.

     

    Sus años en Hogwarts fueron normales, para el parámetro de normalidad que tiene Hogwarts. A los pocos días hizo sus primero amigos, los cuales con el pasar de los años se hicieron cada vez más unidos. Se destacó como gran estudiante, era muy bueno en las asignaturas, aunque sus materias favoritas siempre fueron Botánica y Cuidado de las Criaturas Mágicas. En 5º Año realizó sus MHB, con las que obtuvo excelentes resultados.

     

    MHB

     

    Transformaciones: E

    Encantamientos: E

    Pociones: E

    Botánica: E

    Defensa Contra las Artes Oscuras: E

    Historia de la Magia: S

    Astronomía: E

    Cuidado de las Criaturas Mágicas: E

    Runas Antiguas: E

    Artimancia: E

     

    Realizó EXTASIS, de Transformaciones, Encantamientos, Pociones, Botánica, Defensa Contra las Artes Oscuras, Cuidado de las Criaturas Mágicas, Runas Antiguas y Artimancia, las cuales aprobó con la nota máxima.

     

    Actualmente Bill reside en Inglaterra, en las Mansiones Gryffindor y Rambaldi. Comenzó a trabajar en el Departamento de Misterios, del Ministerio de la Magia británico, después de dudar entre ese mismo departamento o el de Control y Regulación de las Criaturas Mágicas. Entró a trabajar en la Oficina de Investigaciones Secretas, oficina que no lo convenció y luego se unió a la Oficina Creadora de Hechizos y Pociones, donde su madre adoptiva (Galedra), es la jefa.

     

    Recientemente Bill se unió a la Orden del Fénix, lo cual no enorgullece enormemente. Se encuentra en pareja con Rosalie Marie Ryddleturn Haughton.

     

    Otros Datos:

     

    - Su patronus posee la forma de un tigre, su animal favorito.

    - Es un gran cantante y músico, especialmente adora tocar la guitarra

    - Es bueno en los idiomas, pero habla fluido, Ingles, Portugués y Español.

    - No le gustan las artes oscuras

    - Estudió artes marciales

    - Adora las motocicletas y los automóviles

    - Es muy bueno con los animales y con las plantas

    - Es claustrofóbico

    - Nunca supo quien es su padre, duda que lo atormenta.

    - Es un ferviente nacionalista

    - Adora escuchar música, no tiene género favorito.

    - Su restaurante favorito es un llamado “Blue Jeans”, en la ciudad de Chicago, un restaurante estilo cincuentero.

  21. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. / Laboratorio Rol Con Leah y John

     

     

    Ya eran oficialmente inefables del Departamento de Misterios, pensó Bill mientras seguía a su madre y John nuevo compañero de trabajo. Su madre los guió al laboratorio, donde realizarían pruebas experimentales de hechizos y pociones, cosa que el Gryffindor esperaba con ansias. Por el recorrido se encontraron con Leah, ex compañera de la Academia de Bill. Su madre los presentó, pero no era necesario. Galedra se alejó dejando a los tres solos en el laboratorio.

     

    - ¡Leah! No sabía que trabajaras aquí – comentó mientras la saludaba. - ¿Qué se cuenta? no te he visto desde la graduación. – dijo el pelinegro y escuchó la respuesta de la chica. – Así que este es el famoso laboratorio – comentó recorriendo cada rincón con sus ojos grises, había varias cosas que no tenía idea para que servían - ¿En que investigación se encuentra el laboratorio en este momento?, - preguntó – Si necesitan ayuda, tengo muchas ganas de comenzar – agregó sonriendo.

     

    En realidad tenía muchas ganas de empezar, el laboratorio eran tan enorme y había aparatos, calderos, frascos con sustancias desconocidas, todo esos elementos volvían sumamente atrayente el lugar.

  22. William "Bill" Gryffindor Rambaldi.

     

     

    Bill volvía visitar al Magic Hall, el amor que sentía por los animales era enorme y las ganas de tener más mascotas era enorme. Después de haber cruzado como ya era normal los diferentes dispositivos de seguridad con los que contaba el lugar, que comenzaban desde el pasillo púrpura. El joven mago se encaminó hacia la trastienda, la sección dedicada a la venta de animales.

     

    La estructura del lugar era muy llamativa, con todas esas especies de habitad realizados para que sus habitantes se encontraran cómodos. El ojigris no se alejo mucho, los animales que pensaba comprar era animales muggles y ellos se encontraban en la primera parte del local. Después de observar lo que quería se acercó hacia un vendedor y les entregó los formularios

     

    - Esperó que este todo en orden – dijo.

    Marca

    ID: 205666

    Nick: Blak Eyde Peas

     

    Bóveda: Bóveda

     

    Fecha: 22 – 04 - 2012

     

     

    Nombre del producto: León Macho

     

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 470 G

     

    Precio total: 470 G

    Total de Puntos: 10

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

     

     

     

    Nombre del producto: Leona

     

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 470 G

     

    Precio total: 470 G

    Total de Puntos: 10 puntos

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

     

     

    Nombre del producto: Lechuza Invernal

     

    Objetos, Criatura o Poción: C

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 75 G

     

    Precio total: 75 G

    Total de Puntos: 10 puntos

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

     

     

     

    Nombre del producto: Perro Husky Siberiano

     

    Objetos, Criatura o Poción: P

    Catalogación: X

    Puntos por unidad: 10 puntos

    Cantidad de unidades: 1

    Precio por unidad: 100 G

     

    Precio total: 100 g

    Total de Puntos: 10 puntos

     

    Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

  23. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. / Rol con Galedra y John, Sala de la Estrella.

     

     

     

    Su madre extendió ambos brazos y Bill tomó su brazo izquierdo, mientras que John el derecho. La brujas comenzó a explicarles que estaban apunto de realizar una variante del Juramento Inquebrantable pero igual de certero.

     

    Mientras Galedra pronuncia el juramente un lazo dorado comenzó a extenderse por los brazos y manos, pareciendo que los entrelazaban mediante cadenas de oro, Bill no tardó pronto en seguir el juramento

     

    - Juró, por mi alma, cuerpo y sangre que guardaré los secretos que aquí se traten. Prometo jamás divulgar los misterios que me conciernan y morir en caso de que lo haga. Así también, si alguno de mis compañeros divulgara algún secreto, prometo acabar con su vida por el bien del resto del equipo, y si alguna vez traicionara la confianza de mis compañeros, que mi cuerpo y alma ardan eternamente en los fuegos malditos y abrasadores de la peor de las penas y los lamentos. ¡Lo Juró con la Fuerza de mi Alma y Pasión! – terminó de jurar Bill.

     

    Cuando el juramento acabo, Bill se quedó unos momentos reflexionado sobre lo que había dicho, el juramente le había quedado marcado a fuego en su mente y comprendiendo todo lo que había dicho, se dio cuenta de la importancia de sus palabras.

  24. William "Bill" Gryffindor Rambaldi. / Rol con Galedra y John - Sala de la Estrella

     

     

     

    Galedra después que Bill y un mago que el ojigris desconocía asintieras, los guió hacia otra habitación. La misma era una habitación con forma pentagonal y una enorme estrella de cinco puntas ocupaba todo el suelo, la sala se llamaba la Sala de la Estrella, comentó Galedra.

     

    Su madre se encaminó a una de las puntas de la estrella y mediante señas les indicó que se posicionaran en el centro. Bill ocupó su lugar y se dispuso a escuchar lo que su madre iba a decir. Después de que Galedra terminara su discurso, Bill tuvo que admitir que se lo esperaba, era muchos los rumores que corrían respecto a ese tema, siempre se había dicho que los nuevos inefables tenían que pasar por un juramento inquebrantable antes de comenzara a trabajar en el departamento, pero dichos rumores jamás habían sido confirmados para Bill, hasta ahora.

     

    El otro mago que los acompañaba se adelantó a Bill y le confirmó a Galdera que estaba dispuesto a realizar el Juramento Inquebrantable. El Gryffindor no quería quedarse atrás, por lo tanto clavando sus ojos grises en los de su madre le aseguró

     

    - Hare el Juramente -

  25. Hola gente recién llegadito a la Orden del Fénix y con urgencias necesito cualquier tipo de guía, jajajajajaj. Bueno vengo a dejar las siguientes solicitudes de tutorías y bueno no tengo nada más que decir.

     

    Tutoría que solicita: Defensa

    Nivel de Conocimiento que posee: Básico

     

    Y la otra es la siguiente

     

    Tutoría que solicita: Perfil

    Nivel de Conocimiento que posee: Básico.

     

    Bueno esperó que este todo en orden.

     

     

    Aclaración: Con respecto a la Tutoría de Defensa ya he hablado con Gitax, y el me incorporara a su grupo.

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