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Hermioneluna

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Mensajes publicados por Hermioneluna

  1. Hermione vio con una sonrisa que la camarera volvió a llenar la taza de Madeleine con más café, la rubia aun no iba ni a la mitad de su chocolate por lo entretenida que estaba en la conversación así que al ver que la camarera tenia el intento de preguntarle si quería un poco más de su bebida, la joven negó con la cabeza y le dio una sonrisa a aquella mujer que le respondió de igual manera.

     

    -Si, me entere pronto cuando dejaste de trabajar en la oficina, de verdad que creo que no tuvimos la oportunidad de charlar tanto en el trabajo como lo hubiera esperado pero bueno... me alegro mucho de que tengas un nuevo trabajo y espero que tus negocios vayan mejor... ahora que estoy más "libre"- Dijo con remarcando la ultima palabra como dándole a entender de que tipo de libertad hablaba -Además de ir a visitarte a la Rambaldi me daré un paseo por el Diagon en alguno de tus negocios- Dijo con una sonrisa sincera a su amiga.

     

    -Yo se lo diré en cuanto la vea, estoy de acuerdo que no es bueno que se ponga tensa a esta edad- Comento un poco pensativa mientras que analizaba mejor la idea de reunirse nuevamente -Deberíamos organizar algo para reunirnos un buen día de estos, seguro que Jessi estará alegre de volver a verte aunque si que me extraña que no la hayas visto en la mansión Rambaldi... seguro anda muy ocupada con las cosas de su trabajo- Dijo tratando de que no fuera tan evidente el distanciamiento que tenia actualmente con su hermana aunque no era solamente con ella ni con su mejor amiga si no que también con todas las personas que solía frecuentar antes de que salir de la academia.

     

    -Y que tal has estado en otros aspectos... ya sabes... cosas del amor- Pregunto con una sonrisita traviesa.

  2. Hermione estaba en su oficina revisando unos pergaminos, quería saber si algo le faltaba antes de ir a arreglar la sala de prensa que era muy seguro que no estuviera en optimas condiciones, según recordaba no había tenido lugar alguna rueda de prensa o algo parecido desde mucho tiempo atrás y todo aquello estaba abandonado, habían tantas cosas por hacer que no sabia por donde comenzar.

     

    -No puede ser, se me olvido el cuestionario- Dijo con pesar al ver aquel pergamino hecho con su propia letra después de sacar los pergaminos que tenia en su bolso, se le había olvidado que antes de llegar a la oficina había ido a su clase de Leyes Mágicas y tenia ahora un cuestionario que era importante que contestara con la mayor rapidez posible, no quería tardar aun más sin acabar aquel pendiente que también era importante.

     

    Salio con rapidez de su oficina y se encamino hacia la oficina de la Directora de la Oficina del Ministro, sabia que ella seria la persona mejor preparada para responder aquellas dudas e inquietudes que había plasmado en sus preguntas aunque también reconocía que aquella mujer estaba muy ocupada con las cosa de la oficina. No sabía si era el mejor momento para molestar a la Black con aquella tarea que tenia pendiente pero si seguía pensando en lo que debía hacer, el tiempo comenzaría a irse y no lograría entregar eso a tiempo.

     

    -Marisa- Le dijo a la secretaria de la señorita Everela -¿Me podría informar si la Directora sigue ocupada?- Pregunto con amabilidad a la mujer, recibiendo como respuesta que seguía en su oficina con la señorita Lisa. -Muchas gracias- Respondió la Granger que después se fue a sentar a uno de los asientos de espera para entrar a la oficina de la Black Hughton en cuanto esta se desocupara un poco, prefería estar esperándola ahí para pasar de inmediato con aquella mujer para terminar todo antes como le fuera posible mientras que daba un repaso a lo que tenia que hacer para organizar la sala de prensa.

  3. Después de dar la idea que tenia, la joven guardo silencio y escucho atentamente lo que Everela les comenzó a decir, no pudo evitar sorprenderse un poco al saber que el señor Otterman había regresado a su país y que esto no permitiría poder poner en duda al diario "el Profeta", todo había pasado con una gran discreción que ni ella se había enterado de lo que había pasado después del ataque aunque eso le pareció lo más prudente que pudieron hacer para no arriesgar al empresario aun más.

     

    La guerra con el Profeta siempre había existido y eso lo sabía desde que trabajaba como aprendiz en aquella oficina, siempre la relación que el ministerio tenia con el diario mágico había sido nula debido a que ya no era de sorprenderse que atacaran la forma de manejar el gobierno de la sociedad mágica aunque al parecer en esta ocasión las cosas las habían llevado más haya que en otras veces.

     

    -Cuente conmigo señorita Everela- Dijo decidida. Pronto alguien llamo a la puerta, la rubia se giro para saber de quien se trataba y se dio cuenta que era la Jefa del Gabinete de Seguridad así que después de que la Black Haughton le diera unas palabras a aquella mujer, alguien más entro en aquella oficina buscando a Lisa. Hermione solo alcanzo a escuchar un poco de aquella conversación que termino por no importarle ya que no era parte de sus ocupaciones, ahora su prioridad era arreglar ese asunto con el profeta así que dirigió sus pensamientos a buscar algunas soluciones para aquel problema.

     

    La señorita Everela pronto les dio trabajo que hacer tanto a la Delacour como a Hermioneluna para la rueda de prensa, las cosas comenzaban a ponerse más interesantes al tener algo que hacer, la Granger solo asintió ante las palabras de la señorita Mei para mostrarle su conformidad con la tarea que le había dejado hacer.

     

    -Con su permiso señorita Everela- Dijo antes de salir de aquella oficina tras Mei para comenzar con lo que tenia que hacer.

     

    La rubia tomo su propio rumbo y se dirigió a su oficina de manera inmediata, tenia que ir por unas cosas que podría utilizar además para ver si tenia otros pendientes que realizar antes de ir a la sala de prensa a arreglar todo para que estuviera en optimas condiciones para aquella conferencia.

  4. -Si, recuerdo muy bien que la cerveza de mantequilla era tu preferida aunque ahora creo que el café es algo que esta más de moda para quienes estamos mucho más ocupadas, en la oficina o en otros sitios es más común el poder beber café que una buena cerveza de mantequilla- Comento con una sonrisa -A mi antes me gustaba más el jugo de calabaza, ahora ya no suelo tomarlo como antes- Dijo desanimada. En sus tiempos como estudiante, Hermione trataba de cuidar mucho no tomar alcohol y eso es lo que hacia que en la actualidad no pudiera beber algo más fuerte... no estaba acostumbrada. De pronto un recuerdo vino a su mente, cuando Madeleine y Hermione fueron a un negocio de viajes y donde la joven tomo por primera vez más alcohol del que había tomado en toda su vida, afortunadamente todo termino ese día bien, o por lo menos de eso se acordaba.

     

    -Pues por mi parte no hay resentimiento, así que para mi con que me actualices que ha pasado de tu vida en este tiempo me basta y me sobra- Dijo con una sonrisa -Y claro que iré a la mansión Rambaldi un día de estos y te esperaremos muy gustosos en la Diggory- Dijo emocionada mientras tomaba un sorbo a su chocolate que ahora estaba un poco más frío aunque ya estaba pronto a terminarse.

     

    -Pues mi hermana esta bien, ya sabes, ella también tiene sus propias obligaciones con su trabajo y con lo de la mansión Diggory así que nos vemos en la mansión casi todos los días antes de irnos a trabajar y cuando llegamos a casa- Dijo también pensando en la vida tan ocupada que tenia su hermana. -Pero mi hermana sigue siendo la misma para mi, tal y como la conociste en la academia... a excepción que su humor se le a empeorado un poco.

  5. -Solo he aprendido del mejor, señor- Dijo con una sonrisa al Haughton al escuchar su comentario para darle todo el crédito que él se merecía, estaba alegre de que esa clase estuviera siendo lo que ella esperaba desde el momento en el que decidió tomar ese conocimiento, se sentía muy cómoda el volver a estar bajo la enseñanza de aquel hombre que tantas cosas le había enseñado mientras era su jefe y sin duda de aquella clase la Granger lograría sacar mucho provecho para su futuro profesional dentro del ministerio.

     

    Observo con atención lo que comenzó a aparecer sobre la pizarra al mismo tiempo que escribía rápidamente en un pergamino de los que había llevado, habían muchas notas que le parecían de suma relevancia y no quería perder nada de esa información... asentía ante lo que el joven decía para afirmarle que estaba entendiendo su explicación, verdaderamente que era fascinante la perfecta estructura en la que estaba el ministerio y los órganos de gobierno, a partir de ese momento tendría una mejor idea de que era el ministerio.

     

    Las leyes le comenzaron a interesar más de lo que nunca lo habían hecho y se alegraba de poder trabajar en una oficina que estuviera directamente relacionada con las leyes mágicas, no entendía como había sido posible que antes no tomara aquella clase pero ahora que estaba ahí no la quería desaprovechar, claramente su trabajo era algo de lo que más le gustaba realizar en la vida.

     

    Pensó rápidamente cual de todos elegir para hacer el cuestionario que el señor Hauhgton le había dicho que debería hacer, tenia interés en conocer todos los organismos pero debía decidirse por solamente uno así que después de unos cuantos segundos comenzó a redactar el cuestionario.

     

    Cuestionario para la Asamblea Legislativa - Wizengamont

     

    ¿Cual es la función principal de la que se encarga la Asamblea Legislativa?

    ¿Que tan importante es para la sociedad mágica?

    ¿Que es lo principal que toman en cuenta para hacer una nueva legislación?

    ¿Cuando fue la ultima vez en la que fue elaborada una ley mágica? ¿Cual fue y que consecuencias trajo?

    ¿Hay en estos momentos algún proyecto para modificar algunas leyes o para adaptarlas mejor a la sociedad mágica actual?

     

     

     

     

    Después de haber realizado el pequeño cuestionario, se levanto del pupitre y llevo con lento caminar el pergamino hasta donde estaba el profesor, se había demorado un poco en realizarlo pero realmente no tenia idea de que otra cosa poder preguntar.

     

    -Elegí la Asamblea Legislativa porque me interesaría conocer más desde el nacimiento de las leyes, así seguramente comprenderé de una mejor manera el porque de las legislaciones- Comento para explicarle al chico el porque de su elección seguramente se podría haber esperado que eligiera su oficina de trabajo pero hasta el momento ya tenia el conocimiento necesario de esa oficina, quería conocer cosas nuevas.

     

    -No me vino a la mente otra cosa que poder preguntar, espero que con estas preguntas sean suficientes- Dijo un poco apenada, hubiera querido hacer un par de preguntas más pero creía que con esas pocas eran las necesarias para poder resumir las cosas que quería conocer.

     

  6. En la reunión con Everela

     

    Hermione entro a la oficina de la Black en cuanto esta le dio la autorización de poder pasar, había esperado unos pocos minutos y estaba ansiosa de saber el porque el estado de nervios y ansiedad de Marisa... solo esperaba que no fuera algo grave y que la que pronto estuviera con aquellos nervios fuera ella misma, respiro profundamente y se tranquilizo para tener la mente lo más despejada que pudiera.

     

    Un ejemplar del profeta llego a las manos de la rubia y de inmediato paso su vista sobre el leyendo lo más rápido que le fue posible. Al llegar a la parte donde comenzaban los ataques a la Oficina del Ministro diciendo que estaban esperando la información sobre la reunión con el Alemán, sintió que la sangre le comenzaba a subir al cerebro por el enojo que le causo leer eso... ¿Cómo era posible que ahora ellos se hicieran los excluidos de todo el asunto si fueron ellos los que no le dieron la importancia que necesitaba en su momento y que ahora que lamentablemente había pasado lo de la desaparición del señor Otterman ahora sí se "preocuparan"?.

     

    Termino de leer la noticia aun con un enojo notable, era justificable el porque de la molestia de la señorita Everela y no era para menos. No pudo contestarle a la Black ante la pregunta que le hizo que era notable que estaba llena de ironía no quería comenzar a sacar su enojo en esos momentos y solo se trato de tranquilizar después de pasar el ejemplar del El Profeta a la Delacour que había llegado segundos después de ella.

     

    Asintio solamente ante la idea de organizar la rueda de prensa venir de ambas mujeres y estuvo muy de acuerdo con Mei sobre lo que dijo de la ausencia de los del profeta evitándole poder hacer un comentario igual.

     

    -Si me permiten- Dijo tomando la palabra tranquilamente evitando mostrar su molestia -Analizando la nota que han sacado, todo lo han manejado como un rumor así que tenemos tiempo para arreglar las cosas a nuestro favor. Lo que ellos quieren es dejarnos mal como siempre ha sido su objetivo y si somos más inteligentes que ellos los perjudicados no seremos nosotros... Supongo que no les iría muy bien si la comunidad mágica se entera que ellos no cumplieron su labor y que por su culpa es que no se sabe nada del asunto, el ministerio les dio la oportunidad de presenciar la visita del señor Otterman y ellos la rechazaron. La rueda de prensa es lo que la sociedad mágica espera después de esta noticia pero antes deberíamos averiguar el estado real en que el Alemán está... si pudiéramos convencerlo de desmentir los rumores y que de su misma boca diga que todo haya sido parte de un invento por "El Profeta" los que terminarían mal a los ojos de todos no seriamos nosotros... y esa persona que dio declaraciones se quedaría sin fundamentos para dar validez a su acusación- Dijo tratando de estructurar sus ideas -No sera necesario comenzar una lucha con El Profeta, la misma sociedad se dará cuenta de quien dice la verdad y quien la mentira... los culpables verdaderos de que no se supiera lo que paso con la visita del Alemán son los responsables del profeta.

  7. -Pues espero que podamos descansar un buen día de estos, si no terminaremos volviéndonos locas- Le contesto la rubia a Madeleine mientras sonreía - Pues si, es muy natural... deberíamos escaparnos un buen día de estos... haber que hace el mundo sin nosotras- Dijo para después reír imaginando y planeando en su mente aquel día en que pudiera alejarse del mundo para descansar, cosa que le faltaba desde hace muy buen tiempo.

     

    Hermione escucho con curiosidad la orden que pidió su amiga y no pudo evitar arquear la ceja aunque se dio cuenta de inmediato que la joven cambio sus palabras por unas mas sencillas para la Granger y pidió un café. -Yo quisiera una tasa de chocolate caliente, solo eso- Dijo cuando la camarera le pregunto por su orden, no tenia apetito de nada más y como ya lo había dicho, lo menos que quería volver a tomar fuera de la oficina era un café.

     

    Anna se disculpo con las chicas y se levanto de la mesa para ir a la barra quedándose solas Madeleine y Hermioneluna, cuanto tiempo había pasado antes de ese día sin poder verse e incluso mandarse alguna lechuza o una manera de saber como estaban las cosas en sus vidas... ahora ya no eran las mismas chicas que fueron en los tiempos de la academia, ambas tenían nuevas e importantes responsabilidades... como había pasado el tiempo para ambas mujeres.

     

    La matriarca Diggory tomo un sorbo de su chocolate después de que la camarera llegara con las bebidas y escucho con una sonrisa el comentario de si amiga -Se me había olvidado que al parecer el café es tu bebida preferida- Dijo mientras le sonreía a su amiga sintiéndose culpable por olvidar ese detalle.

     

    -Se de lo que me hablas Maddy- Dijo con voz baja solo audible para su amiga -Y no te preocupes, ahora espero yo poder ir a visitarte en caso de que no puedas salir... supongo que también comprendes de lo que te hablo- Dijo con complicidad, seguramente Madeleine ya sabia de que la rubia había dejado la Orden y aunque las cosas no eran muy seguras en Ottery por lo menos sentía que ya no era uno de los blancos del bando contrario -Un día de estos te iré a visitar yo, y no te preocupes, también yo debo pedirte perdón por no haberme comunicado contigo en todo este tiempo.

  8. Hermione se sentía muy feliz, tener ahí a ambas chicas le causaba una alegría inmensa poder saber nuevamente de aquellas mujeres a las que consideraba unas buenas amigas... a Anna desde que la conocía en sus tiempos de Hogwarts le parecía una buena chica que siempre los visitaba en su sala común y que gracias a ella la gente nunca dejaba de ir, siempre había admirado la disposición que tenia aquella mujer para conseguir nuevos amigos, cosa que no lograba siempre la rubia. Y a Madeleine la conocía mucho más o por lo menos así lo era en el pasado, esa chica sabía muchas cosas de Hermione que incluso quizás la Granger no conocía de si misma.

     

    Vio con una gran sonrisa como las chicas se saludaban, al parecer no se conocían antes. Pronto ambas mujeres respondieron a la pregunta de la joven y ella escucho atenta lo que cada una decía .. por un momento había olvidado que estaba en una librería y que no era tan buena idea estar charlando con ellas ahí, mejor era ir a la cafetería antes de que la encargada del lugar las echara o les llamara la atención.

     

    -Pues vayamos a la cafetería- Dijo con voz baja para mostrar que estaba de acuerdo con ellas, así que volvió a dejar el libro de historietas en el estante de donde lo había sacado y se encamino con las chicas a un mejor lugar donde pudieran conversar. Al pasar cerca de la encargada de la biblioteca, se dio cuenta que las había estado observando y quizás era por eso que Anna había propuesto irse de ahí, la Granger no se había dado cuenta de la mirada de aquella mujer y ahora al verla que no las terminaba de ver realmente con mucho gusto, la joven paso rápidamente para no seguir alimentando su malestar.

     

    -Yo he estado bien, con muchas cosas que hacer, ya no son las mismas responsabilidades que hace varios meses... he tratado de llevar mejor la vida que llevo aquí con la vida muggle, ya saben que para alguien que vivió tantos años como una muggle más es algo difícil dejar todo lo que tenia antes- Dijo con pesar esto ultimo mientras que llegaban a una de las mesas de la cafetería y tomaban asiento - Pero dentro de todo me ha ido muy bien- Comento recuperando el animo y volviendo a sonreír.

     

    -Y bueno, ¿Que tomaran ustedes chicas? Yo lo que menos quiero es un cafe, con tantas cosas que hacer en la oficina el único alimento que tengo a diario es cafe y unos panecillos- Dijo con una sonrisa.

  9. Estaba en medio de una gran multitud, muy cerca a ella habían varias personas de apariencia desconocida para la joven... alcanzaba a escuchar los gritos de varias mujeres llamando a sus hijos y varias niños llorando desesperados para encontrar a sus madres, la gente se arremolinaba para encontrar la salida de aquella plaza obscura, en el ambiente se podía sentir el temor y desesperación de esas personas acompañado de un frió intenso solamente comparado con la peor temporada invernal de los últimos años. Se comenzaba a sentir asfixiada, sin saber que hacía en aquel lugar lleno de temor y desesperación... una punzada en la sien comenzó a hacer que la joven no pudiera con el dolor y comenzara a caer lentamente al áspero suelo.

     

    Tenía la cara pegada a la alfombra de la habitación, un sudor frió recorría su cuerpo estremecido por la desesperación. Abrió los ojos lentamente esperando no estar en el lugar de su pesadilla y para su fortuna estaba sola en suu habitación de la mansión Diggory. El sol comenzaba a entrar por su ventana de aquel nuevo día, aun no se levantaba y comenzó a analizar aquel extraño sueño... quizás sus temores más grandes comenzarían a acecharla en esos momentos haciéndole recordar los momentos más difíciles de su vida pasada, aquellos que había decidido enterrar desde mucho tiempo atrás.

     

    Sintió que unas pequeñas manos tocaban su espalda mientras escuchaba la voz inconfundible de su elfina indicándole que se levantara del suelo, debía comenzar a arreglarse para ir a su clase de conocimientos en la academia y si seguía ahí por más tiempo terminaría haciéndose tarde, cosa que no podía permitirse la joven por ningún motivo.

     

    Lentamente se puso de pie, su cabeza le dolía un poco y sentía que su cara se había marcado por la alfombra ya que comenzaba a molestarle un poco el lado derecho de su cara que había sido el que estuvo pegado al suelo. Se tallo la mejilla y al verse en el espejo noto que estaba un poco roja, esperaba que no fuera tan notorio ya que no tenía ganas de explicar el porqué se había caído bruscamente de la cama. Se arreglo rápido, aun era temprano pero quería llegar lo más pronto posible a su clase de Leyes Mágicas, había tardado un poco decidiendo que ponerse para ir a su clase y al final opto por un estilo formal.

     

    Aun sin probar alimento alguno, la joven tomo su bolso que había preparado la noche anterior con varios pergaminos, un tintero, una pluma y una vuela pluma para tomar cualquier dato que fuera necesario, ese habito lo tenia de su trabajo en el ministerio. No se despidió de nadie, solo le pidió a Tory que si preguntaban por ella dijera que había ido a la Academia y tan pronto como termino de darle algunas indicaciones, la mujer desapareció desde su habitación para llegar a la Academia de Magia y Hechicería.

     

    Volver a pisar aquellos pasillos fue una emoción tan indescriptible, varios meses pasaron para que la matriarca Diggory estuviera nuevamente deambulando por aquel lugar que tantas cosas le habían dado a su vida. Aun recordaba los buenos y malos momentos que vivió en aquellos terrenos donde encontró su verdadera identidad y a las personas más importantes de su vida en la actualidad.

     

    El cielo era un tanto extraño, nunca lo había visto de esa manera desde que estaba en Londres y eso distrajo a la joven en su camino. Cuando recordó que no tenía todo el tiempo que hubiera querido para observar aquel extraño suceso, siguió su camino buscando el aula donde le impartirían el conocimiento. Entro al área de los Jardines Sumaes que ya era un lugar un tanto conocido para la mujer, ahí había sido donde curso su clase de Duelo Avanzado y tenía gratos recuerdos de donde estaba el viejo edificio de la Academia.

     

    Una sala circular fue lo primero que vio al abrir aquella puerta donde tenía inscrita la insignia de ser el salón de Leyes Mágicas, el suelo fue aun más impresionante que el cielo que le había llamado la atención antes de llegar a aquel lugar y el ver que los pupitres se movían de un lugar para otro como si estuvieran bailando una suave melodía, hizo que una risa solamente comparada a la de una pequeña niña se dibujara en su rostro. El profesor estaba ya sentado en su escritorio y tras de él un pizarra tenía ya inscrito el tema principal que se abordaría en aquella sala con los nombres de los presentes.

     

    Tan pronto como aquel chico se había dado cuenta que Hermione había llegado, se comenzó a acercar a ella y la rubia emprendió el camino para alcanzar al joven que por varios meses había sido su jefe en la Oficina del Ministro, le agradaba mucho poder tomar aquel conocimiento bajo las instrucciones de aquel hombre que aun sin tratarlo más de lo que lo trato en la oficina, admiraba por el gran trabajo que siempre realizaba.

     

    -El placer es mío señor Haughton- Dijo con una sonrisa mientras que tocaba uno de los pupitres que pasaron cerca de ellos y este se quedaba inmóvil como invitándole a sentarse sin ninguna preocupación. Hermione tomo asiento y escucho atentamente lo que el joven comenzó a decir y asentía ante lo que él decía.

     

    -Para mí, las leyes mágicas son un conjunto de normas que ayudan a regular la convivencia y funcionamiento de la comunidad mágica, estas han sido dictadas por las autoridades más importantes de la sociedad mágica y que han sido modificadas ya sea para agregar o quitarle partes importantes a las legislaciones ya existentes. También estas tienen sus beneficios y consecuencias... considero que algunas de las ventajas o beneficios son que se está protegido ante alguna injusticia o se tiene algún departamento que puede ayudar a realizar algún evento, tramite o demanda. Las consecuencias podrían ser que se está obligado a cumplir las leyes y que si no se cumplen, se puede ser castigado por faltar a la ley- Contesto con voz segura haciendo algunas pausas.

     

    -Contestando a su segunda interrogante, decidí adquirir este conocimiento por una sola razón; mi trabajo en el ministerio incluye estar apegada al cumplimiento de leyes y analizar de mejor manera el protocolo existente en el ministerio. Quiero hacer una mejor labor y aportar aun más a mi trabajo, las leyes son ante todo, algo que se me hace muy importante y necesario de saber, no solo a los que trabajamos en el ministerio si no a toda la comunidad mágica- Dijo pensativa esperando alguna otra interrogante.

  10. Hermione escucho atenta la explicación que Ginny le comenzó a dar mientras que mantenía una compostura profesional y seria, tenia razón de no querer entrar en detalles del porque de su ausencia si se trataban de cosas personales y no quería molestarla haciéndole preguntas que fueran incomodas, solamente asintió a las palabras de la joven para que se diera cuenta que la comprendía... solo que nada le quitaba la preocupación que había tenido todo ese tiempo sin saber nada de su amiga por tantos días.

     

    -Una lechuza hubiera estado bien después de todo - Le contesto a la joven para apoyar lo que decía -Seguro que si me hubieras mandado un recado con Roberto seria la hora en que todavía no llegara tu mensaje- Le sonrió para liberar un poco aquel tema mientras que comenzaba a sentir nuevamente la alegría y el animo de seguir en aquel lugar, algo que le había estado rondando tristemente en la cabeza en las ultimas horas. Todo ese tiempo sin no tener con quien por lo menos decirle los buenos días había sido muy triste, las pequeñas charlas con Roberto donde Hermione le daba algunas indicaciones nunca llegaron a ser lo mismo que con Ginny... la ausencia de la chica hacia que ahora valorara más la compañía de su amiga no solamente como una compañera de trabajo si no también tener con quien conversar y aligerar las cargas que tenían a diario.

     

    Recibió con un abrazo fraterno a su amiga haciéndole saber que estaba alegre de que ella estuviera nuevamente ahí y sonrió ante lo que le dijo en un susurro la Rambaldi sobre un Roberto con alas, después de eso seguro no volvería a ver al secretario sin pensar en lo que Ginny le había dicho.

    -Pues veras, hay varios pendientes que tendremos que hacer en estos días, ya sabes, algunos más urgentes que otros así que iremos dándole prioridades a cada tarea que tenemos- Comento mientras que veía que la tarde ya estaba muy avanzada, en unas cuantas horas el día terminaría y sería hora de irse a descansar a casa después de ese día de trabajo.

  11. Estaba impaciente esperando a que Ginny llegara a su oficina, quería verla y saber que es lo que le había pasado para desaparecer tan repentinamente después de la reunión con Mei desde hace un buen tiempo... no sabía si estaba bien o si estaba en problemas y eso la tenia un poco preocupada, lo bueno es que ya eran cuestión de segundos para que las dudas que tenia rondando en su cabeza tuvieran una respuesta.

     

    Al escuchar que alguien llamaba a la puerta y de inmediato se volvía a abrir, la joven Diggory se levanto de su asiento para recibir a Ginny ya que la reconoció al instante y sonrió muy aliviada de tener a la joven nuevamente en la oficina.

     

    -Hola- Saludo emocionada la rubia -Estaba en una reunión pero acabo de salir de ella, me dijo Roberto que ya tenias tiempo esperándome, yo le di indicaciones de que te dijera que pasaras a mi oficina y me esperaras aquí pero como que no me hizo mucho caso- Dijo mientras que se volvía a sentar en su asiento después de que Ginny tomara asiento frente a ella.

     

    Pronto Hermione vio que su amiga hizo aparecer dos tasas de café y una se la ofreció a ella, por lo que la rubia la acepto con gusto y después dio un trago de la bebida que estaba un poco caliente y volvió a sentir un poco de tranquilidad -Parece que soy muy adicta al café, ya tengo varios días con esta bebida como mi único alimento- Comento con tono culpable pensando en el daño que le hacia a su salud -Te pondré al tanto de la situación y del trabajo en unos momentos, pero por lo pronto, me gustaría saber a que se debió tu ausencia tan repentina de la oficina- Dijo con tono serio mientras se acomodaba en su silla y ponía sus manos juntas sobre el escritorio.

     

    -Este tiempo estuve muy preocupada por ti más que por el trabajo, si te soy sincera- Comento con voz baja para que fuera audible solo para ellas aun con tono serio que mostraba profesionalismo pero al mismo tiempo el cariño que la Granger le tenia a su amiga.

  12. Estaba un poco desconcertada de estar en ese lugar sin compania alguna, solamente contaba con el libro de historietas muggles que pudo leer varias veces cuando vivía como una muggle en su país... se trataba de un super héroe que trataba de salvar al mundo de las amenazas que vivía día a día la gente en donde habitaba como una simple persona más, ocultando sus verdaderos poderes, había sido una fortuna poder encontrar un ejemplar de esas historias que tanto le gustaban y que la habían entretenido por muchos años.

     

    Pronto escucho la voz de una mujer que le hablaba en voz baja, seguro porque estaban en una biblioteca donde no se podía hablar en voz alta, quien estuviera de encargado o encargada de aquel lugar se molestaría si escuchaba algún alboroto o conversación que pudiera molestar a quienes estuvieran leyendo, lo bueno es que Anna había comenzado a hablar con ese tono de voz porque si no hubiera sido así se le hubiera olvidado por completo que debía moderar sus emociones y su reacción al ver a aquella mujer después de tanto tiempo.

     

    -¡Hola!- Le contesto con voz casi audible mientras cerraba el libro que estaba leyendo para prestarle atención -Si, me acuerdo de ti- Dijo recordando un poco -Fue cuando cursábamos en Hogwarts ¿Verdad? Yo soy Hermioneluna Granger Diggory, es un gusto volver a verte- Comento con voz baja mientras sonreía recordando a aquella chica y la saludaba.

     

    Escuchó unos pasos acercarse y no pudo evitar voltear para ver de quien se trataba, su alegría aumento al ver que se trataba ni más ni menos de la que fue su mejor amiga en los tiempos de la academia, habían quedado en verse en la Librería para recordar los viejos tiempos.

     

    -Madeleine, que gusto volver a verte- Dijo emocionada mientras se acercaba a aquella chica para saludarla aunque con voz baja -Es un gusto volver a verte, te presento a Anna, una buena amiga de los tiempos en que curse en Hogwarts- Le dijo mientras la invitaba a acercarse hasta donde estaba la Ryddlenturn -Anna ella es Madeleine, mi mejor amiga desde que estudie en la academia- Presento así a Maddy porque a pesar de la distancia y la perdida de contacto entre ambas chicas la seguía considerando como su mejor amiga... no sabía si las chicas ya se conocían pero quería presentarlas por si no lo se conocían.

     

    -¿Y como han estado chicas? Tiene mucho que no las veía a ambas, disculpen por haberme desaparecido de sus vidas por tanto tiempo.

     

     

     

     

  13. Después de la reunión con Everela(?

     

    Hermione estaba en su oficina nuevamente, al terminar la reunión en la que había estado salio de prisa y se encerró en su oficina para ponerse a trabajar, aun tenia varias cosas que hacer y el día estaba a punto de terminar... ahora estaba más que arrepentida de no haber llegado más temprano a la oficina, ahora tenia varias cosas que hacer antes de que se fuera el día y no tenia idea si lograría terminar los pendientes urgentes para ese día, al día siguiente seguro seria de las primeras en llegar a la oficina.

     

    Tenia su vista pegada a unos pergaminos que había guardado en unos cajones de su escritorio unas horas antes, debía leer cada cosa que hubiera en aquella oficina y no lograba terminar de poner todo en orden. Pronto escucho que alguien había tocado con tres leves golpes a la puerta de vidrio de su oficina y sin preocuparse de quien era, le indico que podía pasar. No levanto la vista para ver de quien se trataba y solo escucho una voz varonil, era sin duda Roberto que le indicaba que Ginny la estaba buscando.

     

    -Que esperas para hacerla pasar, te encargue que en cuanto la vieras la pasaras a la oficina porque hay mucho que hacer- Dijo con un gesto de disgusto por que Roberto no le había dado su mensaje a su amiga -Hasta pasar ahora, por favor- Dijo tratando de guardar la calma y le volvió a sonreír al chico al pedirle el favor, lo que menos quería era que el secretario se sintiera presionado, también comprendía que él tenia mucho trabajo.

     

    En lo que esperaba que Ginny acudiera a su oficina la Diggory se comenzó a sentir más alegre y tomo un respiro en lo que estaba haciendo para relajarse y evitar que su amiga la viera tensa, tenia mucho que no veía a su amiga y quería saber como estaba, además que había mucho por hacer en esa oficina que últimamente estaba un poco abandonada.

  14. Tenia varios meses que no pisaba ese lugar... por lo menos desde que habían pasado sus tiempos de estudiante en la academia y de eso ya tenia varios meses. Comenzó a recorrer los pasillos de la Academia con un poco de nostalgia, aun recordaba las muchas buenas y algunas malas experiencias que le había dejado aquellos tiempos en que comenzaba a aprender sobre aquel mundo desconocido para ella y que en la actualidad se había convertido en una nueva forma de ver la vida después de tantas cosas que le habían pasado, llegando a ser incluso, su única razón por la cual existir.

     

    Con el paso del tiempo, su vida dio un giro drástico se comenzó a convertir en una mujer solitaria y se alejo poco a poco de la gente a la que quería, con las únicas personas con las que seguía en contacto era con algunos integrantes de su familia y sus compañeros de oficina en el ministerio pero había perdido contacto con sus amigos que conoció en la academia y a los que frecuentaba cuando era parte de la Orden. No sabía como poder cambiar su situación, simplemente se sentía insegura al tratar de retomar su vida desde el punto en que era inmensamente feliz.

     

    El primer paso era tratar de encontrarle otro nuevo aire a su vida y por eso tomo la decisión de ir a inscribirse a una de las clases de conocimientos en la academia, seguía con la firme idea de seguir superándose y quería comenzar por ahí.

     

    Tras un largo recorrido, llego a un área de la academia que nunca había visto... nunca había sido una chica exploradora que revisara hasta los últimos lugares de la academia y por eso se sorprendió un poco al ver que había una librería. Un poco dudosa, se encamino al interior de aquel lugar, tratando de encontrar algo bueno que leer y distraerse un poco, una dosis de buena lectura seguro que no le caería nada mal.

     

    Grandes estantes repletos de libros, unas cuantas mesas distribuidas por el lugar y varios visitantes fue lo que pudo apreciar al entrar de inmediato. Aun sin saber muy bien como funcionaba aquel lugar, la rubia llego a uno de los estantes dispuesta a encontrar algo con lo que pudiera pasar un buen rato de lectura y comenzó a buscar algún libro de historietas cómicas de aquellas que hacían que se olvidara de sus problemas.

  15. Sexta Planta ~ Siendo dada de alta por Gomita

     

    La rubia asintió ante la pregunta de la sanadora para afirmarle que había sido la primera vez que había estado en aquella desagradable prisión -Pues espero ya no volver más por ahí, ha sido la vez que más me he aburrido en toda la vida- Dijo la joven -Supongo que entonces ya tienen una celda reservada especialmente para ti- Dijo bromeando después de lo que la mujer le había dicho.

     

    Hermione comenzó a sentir como sus heridas iban sanando poco a poco, aun seguida sorprendiéndose de las maravillas que hacían los sanadores en aquel hospital y ahora lo estaba corroborando, estaba segura que su cara había dejado la palidez y ahora regresaba a su color normal aunque sentía un poco de mareos por la perdida de sangre que sufrió por tanto tiempo herida... era una suerte que logro llegar de pie a San Mungo.

     

    -Muchas gracias Gomita, te deberé esta atención por toda la vida- Le dijo con tono de alivio después de recibir la ficha de alta y escuchar la explicación que le daba sobre lo que tenia que hacer para salir de aquel lugar. -Esta bien- Dijo cuando se sentó en la cama en la que estaba y acepto el frasco para después tomar un trago de aquella poción, pronto sintió como su cuerpo comenzó a retomar fuerzas y después de los diez minutos que le había indicado Hermione se levanto de aquella cama sintiéndose mas sana que nunca.

     

    -Nuevamente muchas gracias Gomita, fue un placer verte y espero que nos volvamos a encontrar muy pronto- Le dijo para despedirse dándole un abraso y un beso en la mejilla y después salio de aquella habitación.

     

    Hermione camino por los pasillos de aquel hospital observando todo lo que le rodeaba, no cabía duda de que era una de las instituciones mágicas más concurridas y de mucha importancia. Al llegar a la recepción del hospital, le presento al responsable su alta medica y espero alguna indicación, después de corroborar que las cosas estaban en orden, salio de aquel lugar muy contenta por volver a su mansión después de tantos días de ausencia.

  16. La rubia estaba contenta de ver a su prima después de un largo tiempo de no verla o por lo menos eso sentía desde que había dejado la mansión por razones de suma importancia que solamente los que habían estado en la mansión Diggory sabían lo que paso, ahora estaba ansiosa de regresar con su familia... aunque seria después de salir del trabajo que ahora tenia mucho por hacer.

     

    -Me alegro mucho de que vayas a trabajar en esta oficina, sera un placer verte diariamente- Dijo muy sonriente después de escuchar lo que su prima le decía y ver como desaparecía la silla en la que había estado sentada. Estuvo a punto de preguntarle el porque desapareció la silla pero al parecer la joven había adivinado sus pensamientos por lo que le sonrió al escuchar la explicación.

     

    -Supongo que tu jefa es Lisa- Dijo al recordar que ahora aquella mujer había sido ascendida de puesto -Me temo mucho que deberás de esperar un poco más hasta que te puedan atender, pero no te desesperes prima, cuando tengas trabajo que hacer quedras después tiempo para descansar- Bromeo la Granger tratando de distraer un poco a su prima.

     

    Antes de que Aryan pudiera contestarle, Marisa, la secretaria de la señorita Everela había llegado hasta donde estaban las dos mujeres charlando, en el rostro llevaba visiblemente una gran angustia mezclada con el miedo que solamente una persona le podía causar y esa era su Jefa.

     

    Al escuchar el mensaje que llevaba la secretaria, la rubia abrió los ojos sorprendida y comprendió el porque del susto que tenia la pobre mujer. -Marisa dile que en un segundo voy, muchas gracias- Le dijo a la mujer con una tranquila sonrisa esperando que aquella mujer también se tranquilizara.

     

    -Prima el deber me llama, espero verte mas tarde si es que salgo viva del despacho de mi jefa- Le dijo a Aryan mientras que le daba un beso en la mejilla y le sonreía no quería preocuparse por lo que fueran a decirle en aquella reunión así que era mejor ir en ese momento antes de hacer sus propias conclusiones. Dándose prisa la Granger regreso por el camino que había seguido unos minutos antes y de dirigió a la oficina de la señorita Everela donde después de esperar un segundo para tomar aire por lo apresurado de su caminar, toco levemente con tres golpecitos la puerta.

     

    -Disculpe ¿Puedo pasar?- Pregunto con tono serio después de ver que la puerta estaba abierta y asomar la cabeza para ver a la Black esperando que le diera el permiso para entrar a su oficina.

  17. Sexta Planta * Siendo atendida por Gomita Haughton

     

     

    Solo unos cuantos pasos dio la rubia antes de alcanzar a escuchar una voz de una mujer que pedía una camilla, no sabia si era para ella o para algún otro herido que iba llegando para ser atendido... eso no le importaba en lo absoluto ahora, lo único que quería era sentirse mucho mejor para poder dejar el hospital e irse de inmediato a la mansión Diggory para ver como seguían las cosas con su prima.

    -No es necesario, puedo caminar- Dijo con voz casi audible y débil al sentir que la camilla que habían pedido era para ella, no se permitía por lo menos abrir sus ojos para ver su camino ni lo que le rodeaba. Ante la insistencia de una enfermera, la joven se acostó sobre la camilla... era suave y cálida, nada comparado con el sucio camastro en el que había estado en esos últimos días.

     

    No hizo nada más, solo se quedo inmóvil y cerro los ojos mientras que sentía como sus heridas comenzaban a sanar rápidamente, el dolor en su cuerpo iba disminuyendo cada vez más y su alma volvía a estar en paz como no lo había sido desde hace mucho tiempo. -Bendita sea la sanadora- Pensó para si misma al sentirse ahora mucho mejor.

     

    -Que comes que adivinas- Contesto ante la pregunta de la sanadora mientras que abría los ojos ahora con una menor dificultad sintiéndose menos cansada -Gomi que bueno volver a verte aunque no esperaba encontrarte en una situación así- Dijo mientras sonreía levemente y ponía su mano derecha sobre su pecho para comprobar que sus heridas estaban sanando. -Parece que después de muchos meses los mortifagos se acordaron de mi y me llevaron por por primera vez a su prisión así que ahora estoy aquí, haciéndote una visita- Comento tratando de mantener su buen animo mientras dibujaba una sonrisa en su rostro.

     

  18. La Granger Diggory había terminado por completo su café pero aun asi tenia ganas de comer algo que no fuera mas café y galletas que últimamente habían sido sus únicos alimentos, no había tenido tiempo de salir a comer algo al Callejón Diagon o ir a cumplir con algunas de sus obligaciones a la mansión Diggory.

     

    -Como se me había olvidado lo que debo de hacer para la familia- Pensó culpable, días antes se había puesto de acuerdo con sus primos y con su hermana sobre repartirse algunas tareas para mejorar algunas cosas en su familia y hasta el momento solo tenia un borrador no muy bien estructurado de lo que le había tocado hacer pero con tanto trabajo no había tenido tiempo de pensar en eso hasta ese momento.

     

    La rubia se levanto se su asiento y tomo su abrigo, estaba dispuesta a ir a comer algo en esos momentos en que esperaba a Ginny para comenzar con ese reporte que cada vez más se iba retrasando. Salio de su oficina cerrando la puerta de cristal lentamente, como queriendo no salir de ahí pero debía comer algo o si no seguiría con esos problemas de salud.

     

    -Roberto, si vez a Ginny dile que la espero en mi oficina, saldré a comer algo al Callejón Diagon... cualquier cosa me mandas una lechuza- Dijo sonriente mientras que pasaba cerca del escritorio del secretario sin pararse por lo menos para salir.

     

    Hermione comenzó a caminar para ir al área de ascensores. Cuando iba a casi medio camino le pareció ver a una persona conocida pero no creyó que fuera quien ella imaginaba, cuando se acerco un poco más comprobó de quien se trataba y en su rostro se dibujo una gran sonrisa.

     

    Aryan!- Dijo emocionada en cuanto llego frente a la chica -Prima que gusto verte por aquí- Comento mientras que saludaba a la chica con un abraso y un beso en la mejilla -Pero cuéntame ¿A que debemos el honor de tu visita a la Oficina del Ministro?- Pregunto mientras le sonreía, Hermione podría esperar para ir a comer mas tarde.

  19. Sexta Plata ~ Buscando un Sanador (a)

     

    La estancia en la prisión mortifaga había sido muy aburrida, se había pasando durmiendo los últimos días por lo mal anfitriones que habían sido sus captores, ya en otra ocasión podría divertirse en aquel lugar como sabia que lo hacían algunos de sus compañeros, al ser su primera vez en aquella prisión no le había ido tan mal... aunque si que estaba muy desorientada con el procedimiento que debía de hacer cuando fuera a San Mungo.

     

    Llego la rubia a la Sexta Planta donde debía de acudir para curarse, según le habían dicho cuando llego al hospital mágico en la recepción cuando llego a aquel lugar. Su ropa estaba desgarrada, se podían ver algunos trozos de su piel en medio de su ropa que habían sido desgarrada con los hechizos que le habían impactado en su cuerpo, algunas partes de su cabello habían sido quemadas por fuego y tenia unas leves quemaduras en algunas partes de sus piernas. En el pecho tenia unos cortes hechos por algunas maldiciones que habían sido media mente curadas por la mujer que la había regresado de la muerte cuando llego a la prisión mortifaga aunque revisando bien sus heridas, no estaban curadas completamente y algunas de ellas seguían haciendo que la Granger sangrara levemente.

    -Que mal me veo- Se susurro graciosamente mientras que caminaba por los pasillos de la sexta planta buscando alguien que la pudiera atender, se sentía débil aun pero su sentido del humor era mucho mejor que en cualquier otro momento de su vida -Si sigo por mas tiempo así de descuidada es seguro que no encontrare novio nunca- Pensó muy sonriente tratando de evitar con sus propios pensamientos que el dolor en su cuerpo le ganara, ante todo quería seguir siendo feliz, sin que nada ni nadie le quitara esa buena época de felicidad.

  20. La espera en aquel lugar había sido larga tanto que había logrado dormir un poco a pesar de lo cansada que estaba y de las heridas que tenia aun su cuerpo, la mujer que unos días antes la había llevado ahí no tuvo la amabilidad de curarla tanto como lo necesitaba al parecer queriendo que la rubia sufriera en su espera por que alguien fuera a verla a la celda en la que estaba...nadie había acudido a recibir a la joven, cosa que le molesto.

     

    -Que mal que nadie haya venido, tenia ganas de poder divertirme un poco con ustedes- Dijo con voz burlona la chica sintiendo como las sogas que la ataban al camastro le habían marcado la piel, pero ahora eso muy poco le importaba ya que era cuestión de minutos para que desapareciera de aquel lugar y regresara a su vida normal, la que había tenido antes de ese desagradable episodio en la mansión Diggory.

     

    Una sonrisa de satisfacción se dibujo en su pálido rostro, comenzaba a sentir como su cuerpo comenzaba a desvanecerse para ir a un lugar mucho mejor que aquel. Hermione alcanzo a escuchar que habían llegado algunos mas de sus compañeros de la Orden y sintió una pena el ya irse de aquel lugar aunque seguro muy pronto se verían en otro lado mas agradable.

     

    -Nos vemos pronto, ya saben que son muy bien recibidos en mi mansión, se les agradece las visitas mensuales- Dijo Hermione mientras que su cuerpo dejaba de estar en aquel camastro y en Numengard, ahora deba ir a San Mungo para que la curaran y después seguir en lo que había estado haciendo antes de que fueran a entrometerse en los aposentos de las matriarcas Diggory.

  21. La Granger Diggory estaba desesperada por no saber por donde continuar, debía hacer el reporte que Mei le había pedido pero también necesitaba unas notas que podría conseguir con su amiga Ginny solo que al parecer la joven también tenia mucho trabajo y no había acudido al llamado de Hermione, no tenia nada mas que esperar a que la chica fuera y comenzar con el reporte.

     

    Habían unas cosas que quería hacer en esos momentos para relajar se un poco y para que su espacio de trabajo fuera mucho mas de su agrado. Era cierto que las demás asesoras habían arreglado sus oficinas de acuerdo con su preferencia y ahora le tocaba hacerlo a ella, ya tenia varias semanas trabajando ahí y con tanto trabajo no le había dado el tiempo suficiente para hacer la remodelación que requería.

     

    La chica comenzó a pensar en algunas maneras de poder arreglar todo como a ella le gustara. Con unos movimientos de varita sabía que lo lograría hacer y se apresuro para poder terminar con todo: las paredes dejaron su color anterior y se volvieron de color blancas totalmente haciendo que la pequeña oficina se viera un poco mas grande de lo normal. El escritorio donde estaría trabajando la joven ahora tenia forma de una "L" con varios cajones en su interior, era completamente de color marrón obscuro que hacia juego con un armario pequeño que contenía estante y cajones donde bien se podría guardar los documentos y archivos que se podrían necesitar tener a la mano; su asiento ahora había adquirido un color beige y frente al escritorio habían un par de sillas del mismo color que el asiento de la asesora.

     

    Parecía que todo había quedado en orden y muy contenta la rubia tomo asiento en su silla donde después de ver todo como había quedado se dio cuenta que le faltaban algunos detalles que terminaría de poner mas tarde.

  22. Después de salir de la reunión con Mei, la rubia salio de la oficina de la Jefa del Gabinete y se dirigió a su oficina ya que tenia mucho trabajo que hacer. Había tomado nota mental de todo lo que la Delacour le había dicho que debía hacer y también al ser la primera reunión con la chica supo que todo había salido bien y esperaba que siguieran bien porque había muchas cosas que tratar para la oficina.

     

    Giro el picaporte de la puerta de su oficina y entro en ella, aun tenia que acomodar varios pergaminos que había guardado en algunos de los cajones de su escritorio y se dio cuenta que tenia varios nuevos sobre el que seguramente debían de haber sido llevados ahí desde hace no mucho tiempo. Hermione se sentó en su silla, aquella en la que sus anteriores jefas se habían sentado y sintió la obligación de ponerse a trabajar.

     

    Habían varios pergaminos con sucesos nuevos, algunos otros con notas y reportes ya un poco antiguos... varios de ellos eran de ella y otros de las anteriores asesoras, debía de poner en orden todo aquello lo mas pronto posible por si necesitaba consultar algún dato para el reporte que tenia que entregarle a Mei lo mas pronto posible. Después de unos cuentos minutos de de haber leído rápidamente unos cuantos pergaminos se dio cuenta que quedaba mucho por hacer así que decidió ir por un café ya que no saldría a comer algo.

     

    Salio de su oficina y Roberto se levanto de su asiento en cuanto la vio, por lo menos este secretario era mas eficiente que la recepcionista. -Iré por mi café yo misma Roberto, gracias- Le dijo la Granger al chico cuando él se ofreció para ir por la bebida de la joven, después, Hermioneluna se dispuso a ir al área de café Se le hizo un poco extraño no ver a su amiga Ginny, la necesitaba para poder hacer el reporte que debían entregar ademas que quería hablar de algunos asuntos con ella así que en cuanto regreso a donde estaba el secretario, le pidió que le informara a la Ginny que la esperaba en su oficina para hacer el reporte.

     

    Hermione mientras tanto, regreso a ordenar los pergaminos mientras que comenzaba a tener algunas ideas para poder realizar un mejor trabajo.

  23. Pasaban los minutos, quizás ya habían sido unas horas y Hermione no obtenía respuestas a su pregunta, al parecer nadie se dignaría a explicarle que es lo que hacia ahí (aunque ella muy bien lo sabia) o darle una razón de porque se encontraba amarrada a un camastro como si fuera una peligrosa delincuente, no entendía porque los mortifagos tenían esos malos tratos con ella.

     

    La joven tenia mucho dolor en su cuerpo, sabia que tenia varias heridas que seguían sangrando ya que sentía que por su cuerpo corrían algunas gotas de liquido vital... no sabia que es lo que le habían hecho cuando la capturaron ya que perdió la conciencia muy pronto pero sentía que en su cara tenia unas heridas, le ardía mucho su rostro al igual que su pecho, seguramente quien la había llevado ahí la había regresado de la muerte y curado de sus heridas mas graves aunque seguía sintiéndose mal.

     

     

    -No tengo otra opción mas que esperar a que alguien venga y me desate... si tuviera mi varita cerca...- Pensaba la rubia desanimada, no tenia otra cosa mas que hacer mientras que estaba ahí. Ya desesperada por no saber que hacer ni a quien esperar, trato de reunir las fuerzas suficiente para intentar soltarse de aquellas ataduras aunque no lo logro por mas que quiso ... no tenia planes de escapar, lo único que quería era poder dejar esa fría cama y poder ver el estado de sus heridas que seguían doliendo.

     

    -Que mal atienden a sus invitados, si me trajeron aquí es por algo así que entre mas pronto me digan que quieren se los agradecería mucho- Dijo molesta en voz alta tratando de que alguien la escuchara, esperaba que por lo menos le dieran una razón para no aburrirse aun mas en ese lugar.

  24. Hermioneluna abrió los ojos lentamente mientras que trataba de escuchar la voz femenina de una mujer que hablaba. La rubia no pudo entender con claridad lo que aquella mujer había dicho, sus palabras estaban fuera de lugar en esos instantes... ¿o quizás era Hermione la que estaba en otro lugar? si era así, no podía saberlo ya que su vista seguía aun borrosa y no lograba identificar el lugar en donde se encontraba con las imágenes distorsionadas que le mostraba su visión. Volvió a cerrar sus ojos haciendo el intento de concentrarse y tratar de escuchar lo que estaba a su alrededor al no poder identificar con la vista donde se encontraba aunque no tuvo mucho éxito ya que no logro escuchar otro ruido mas que el frió viento que parecía colarse por una ventana cercana.

    Comenzó a sentir un malestar terrible en su cuerpo, no sabia si estaba lastimada o era simplemente otro de sus desmayos que ahora eran mucho mas fuertes aunque a juzgar de lo poco que había percibido desde que había recobrado la conciencia se dio cuenta que no estaba en su cálido hogar de la familia Diggory ¿Pero donde mas estaba?

     

    La matriarca Diggory abrió nuevamente sus ojos ahora con un poco mas de facilidad aunque no podía evitar sentir una pesadez en sus parpados como no lo había sentido nunca. Lo primero que vio fue un techo que parecía de color gris, el lugar en donde estaba era obscuro y extraño para la joven, no pudo evitar sentir un escalofrió que recorrió por todo su cuerpo al sentirse en un lugar desconocido y al sentirse así de mal físicamente. Trato de sentarse pero para su sorpresa se dio cuenta que no podía hacerlo, tan mal estaba su cuerpo que no se había percatado que estaba amarrada a un camastro y que eso le lastimaba unas heridas que tenia sobre su cuerpo.

     

    Empezó a recordar lo que había pasado aun con el fuerte dolor de cabeza, un grupo de personas habían irrumpido en su mansión y esos eran seguramente los llamados mortifagos que ahora la habían llevado a aquel lugar, no había en el mundo otras personas que trataran con tanta amabilidad a sus visitantes según había escuchado y ahora Hermione estaba viviendo en carne propia una muestra de su amabilidad, comenzaba a saber a que atenerse.

     

    -¿Alguien seria tan amable de decirme que hago aquí?- Dijo en voz alta y con tono sereno la Granger evitando que su voz se escuchara débil además que fuera una voz ingenua para disimular que no sabia lo que pasaba ya que como la habían capturado estando como una civil no había alguna prueba que la relacionara con la Orden del Fénix y podría hacerse la tonta si la interrogaban, aunque de tonta no tenia nada.

     

    La joven cerro los ojos para aguantar el dolor que seguía sintiendo, nunca había estado en la prisión mortifaga y esperaba que le dieran una buena bienvenida.

  25. Después de terminar de hablar, la joven Granger se quedo callada para esperar a que Ginny comenzara a decirle a Mei sobre lo que estaban realizando en la oficina, solamente asentía a lo que su amiga decía para afirmarle a su Jefa los datos que la chica aportaba. En cuanto la oficina volvió a estar en silencio, pronto Mei continuo hablando y le dio mucho gusto escuchar a la Delacour que también esperaba que pudieran llevar de maravilla.

     

    Algo extraño a la rubia, parecía como si su Jefa tuviera algún malestar o algo parecido ya que de buenas a primeras dejo de hablar y vio en su rostro una mueca que demostraba claramente dolor... algo no estaba del todo bien. Estuvo a punto de preguntar que era lo que sucedía pero se dio cuenta que la joven trataba de disimular sobre lo que le estaba pasando así que decidió mejor dejarlo para después.

     

    -El asunto del señor Otterman al parecer esta a cargo del departamento de seguridad así que eso esta por resolverse- Informo regresando a lo desconcertada que había estado antes de regresar a la oficina, no podía entender como había sucedido el secuestro de aquel hombre con tantas seguridad como la que tuvo a la hora de la reunión pero seguramente eso se resolvería o por lo menos eso tenia que suceder ya que la figura del ministerio estaría en boca de todos si eso no tenia pronta resolución.

     

    -Y si, tenemos algunas cosas que hacer con respecto a este tema- Dijo para después hacer una breve pausa -Debemos hacer los reportes sobre la reunión para hacer un comunicado de prensa, vera, al no asistir nadie por el profeta nos toca a nosotros dar a conocer lo que sucedió con la reunión, aunque supongo que antes de informar eso deberíamos de esperar a que aparezca el Alemán... si damos la conferencia de prensa solamente sobre la reunión y aun no hay nada resuelto con lo del secuestro nos van atacar con preguntas sobre ese tema y podríamos quedar mal- Comento la rubia imaginando lo que podría suceder -No podemos permitir que hablen mal sobre nuestra oficina- Finalizo la Granger Diggory esperando alguna respuesta sobre lo que había dicho al igual que le dio tiempo a Ginny de que respondiera a Mei sobre lo que le había preguntado.

     

    Off:

     

    Rol en el Atrium. 4

     

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