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Paú Gryffindor

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Mensajes publicados por Paú Gryffindor

  1. Sexta Planta ~

     

    Ingresó al hospital, después de haberse ausentado por días como solía hacerlo. Tenía la planta bastante descuidada y a decir verdad, desde la última discusión que había tenido con una de las sanadoras —su hermana— y Andrea, no había sentido la necesidad de regresar para imponerles una sanción. Por otra parte, estaba mucho más tranquila pues sabía que Madeleine no había dejado de asistir a la planta desde que pidió su renuncia, por lo que Gryffindor estaba segura de que ella continuaría en San Mungo, quizá por semanas o meses más. Si no conociese a Maddie, creería que estaba harta de este trabajo.

     

    Pero ninguna de sus chicas se podía quejar en lo absoluto. La sexta planta de San Mungo quizá sería el lugar de trabajo donde menos tendrían que hacer, ya que si no había batallas contra mortífagos donde sus compañeros resultasen heridos, simplemente no tenían que trabajar. Y a decir verdad, últimamente el trabajo estaba escaso, por lo que únicamente se dedicaban a leer, limpiar o preparar pociones por el simple hecho de que algunas ya se encontraban bastante viejas y tenían un sabor completamente diferente al que deberían tener. Un sabor más agrio y por ende, un sabor mucho peor.

     

    Subió las escaleras a toda prisa, ignorando las sonrisas que le dedicaban las personas de los pasillos. Llevaba en la mano derecha un pequeño bolso negro que guardaba un poco de maquillaje y las llaves de algunos box del hospital, y en la mano izquierda sostenía la bata blanca que se pondría una vez al ingresar a la planta. Finalmente, después de haber subido cinco pisos, se detuvo en el sexto.

     

    Buenos díaaaas, holgazanas— gritó, haciendo énfasis en la penúltima palabra—. ¿Hay alguien por aquí? Miren que hoy vengo de buen humor y si me responden, tendrán el día libre— murmuró. Sabía que con aquello todas saltarían a responderle, a menos de que ninguna estuviese en su puesto; ahí si tendrían horas extras y quizá un recorte en su salario del mes—. En fin, Andrea, necesito a todas en mi oficina, así que en cuanto las veas, las mandas para allá. Tú incluída, que estoy cansada de un par de situaciones y quiero aclarar todo de una buena vez— habló mientras dejaba su bolso en el perchero.

     

    La sanadora, que había aparecido silenciosa en el pasillo principal, asintió con un semblante preocupado. Desde la última vez que le llamó la atención por las cosas que había hecho a sus espaldas con Maddie, no había vuelto a darle un trato como lo tenía anteriormente con ella. Paula ignoró el aire tenso de la situación y se adentró a su oficina, mientras se colocaba la bata blanca limpia que llevaba cargando desde la Mansión. Suspiró profundamente al ver que no tenía una montaña de hojas y se sentó detrás de su escritorio, sobre la silla de piel negra que hacía un perfecto juego con los colores de sus muebles.

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  2. *lee esto*

     

    *lo piensa*

     

    *lo vuelve a pensarrrr*

     

    AAAAy,

     

    Nick: Paú G.
    ¿Graduado?: Yep
    Rango Actual: Templario

     

     

     

    No me maten tan rápido, sean considerados (? xD No sé si debo llenar líneas, pero igual no lo hago.

    Adiú.

     

    *se ríe maliciosamente de Jank* ñacañaca

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  3. Sexta Planta ~

     

    De nada le había servido haberle dado el día libre a Andrea, si de todas maneras tenía que contar con la presencia de las chicas en la planta. Hacía tanto que la relación con sus sanadoras había cambiado, pues en un principio ellas solían hacer lo que querían. Pero ahora Gryffindor se encargaba de que todas estuviesen al tanto de todo e incluso disfrutaba que éstas le tuviesen respeto —o miedo, aunque fuese—, para que cumplieran con sus órdenes mientras ella se encontrase presente en el hospital. Y así esperaba que fuese con Arya, quien temerosa e insegura le había respondido a la indicación que le había hecho.

     

    Pero ya no tenía que preocuparse por ella, pues sabía que Rouvás podría dar las indicaciones suficientes para no tener problema con la nueva aprendiz. Más aún cuando se enteró por las pocas palabras que se dijeron entre ellas, que Athena era la madre de la chica. Por demás cosas, Paula ya no tenía la mínima intención de portarse grosera con la señorita Lockhart, pues a decir verdad, se veía bastante buena chica y atenta; no rezongona como lo era su hermana, ni tampoco irresponsable como últimamente lo era Athena.

     

    No te había respondido, Rouvás. Pero sí, tienes cara de guía turística— le respondió, a pesar de que estuviese frente a la nueva chica—. Tus horarios son los que están en la pizarra, aunque seguramente cambiarán con la entrada de Arya a la planta.— Después volvió a prestar atención a Arya—. Bueno, ahí te espero. Igual si tienes dudas, sabes que te diriges conmigo a mi oficina. Y espero que no sigas las actitudes de tu madre, que he batallado bastante con ella últimamente— bromeó, intentando aligerar el nerviosismo de la nueva aprendiz.

     

    Finalmente se fue.

     

    ***

    Y seguramente tu cheque está en este lugar y lo vienes a recoger vestida como una ladrona ¿no?— murmuró irónica, rodando los ojos enfadada—. Cada vez estoy más segura de que algo te atrofió el cerebro desde chica. Ni siquiera tus excusas son inteligentes, Madeleine.— Soltó a su hermana después de que ésta intentó zafarse con un tirón. La escuchó y suspiró, intentando tolerarla—. No, ni Gringotts ni Anna lo saben. Para que deba decírselo, primero necesitas firmar tu renuncia. Una vez que la firmes, te olvidas de que trabajaste alguna vez en este lugar y listo, no me tienes que soportar más— murmuró, encogiéndose de hombros.

     

    Estaba más que segura de que Stark ocultaba algo y que necesitaba de las pociones de la planta. Sin embargo Paula no iba a permitirle que robara de aquella manera las cosas que en cierto modo necesitaban en el hospital. Iba a arrancarle de las manos aquel frasco que había tomado, pero esperó que la conversación terminara. Hiciese lo que hiciese, su hermana no iba a salirse con la suya. Mucho menos cuando aquella planta estaba bajo su mandato y podía hacer lo que quisiese con ella —siempre y cuando cumpliese con las órdenes de más arriba—.

     

    Bueno, quédatelas si quieres. Cambiaré las cerraduras si finalmente te quedas con ellas— dijo despreocupada—. Si Andrea ha sido la que te ha dado las llaves, las dos se me van a ir de la planta. O podrías irte solo tú y me encargo de que nadie tenga las llaves más que yo— reflexionó—. Si, definitivamente la última me parece mejor, no puedo quedarme sin ella. De última, buscan la manera de sanar sin tener acceso a todo lo de esta botica. A ver qué hacen con ello, ¿no crees? Porque, definitivamente puedo hacerlo si así lo quiero. Les guste o no.

     

    Andrea ya se había ido, pero iba a hablar seriamente con ella cuando la enfermera apareciese. Paula tenía que tomar medidas drásticas con los pésimos comportamientos que últimamente iban adquiriendo las enfermeras y las sanadoras. Si tenía que hacer recorte de personal (?) lo haría sin problema alguno. Le arrebató la poción, antes de que ella se retirara.

     

    Pero esta es mía.

     

    Sabía que eso último la molestaría aún más.

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  4. « Sexta Planta con Athena, Maddie y Mariel »

    OFF. Lamento el tocho, pueden buscar sus partes si así lo quieren e.é xD

     

    ON.

    Sin duda alguna, se había tranquilizado bastante cuando se dio cuenta de que la persona intrusa en la planta era su compañera Athena. No se sintió culpable en lo absoluto de la manera en que la atacó, sino al contrario, creyó que era merecido por no encender las luces de todo el pasillo principal al momento de ingresar. Pero el que estuviese ahí no era en sí el problema, sino qué no entendía el por qué se encontraba a oscuras en esa habitación. ¿Acaso intentaba hacer algo indebido? Si lo pensó en algún instante, Paula había llegado justo en el momento correcto para evitarlo.

     

    ¿Estoy loca? No lo estoy, Rouvás. ¿Quieres explicarme qué haces aquí— preguntó, mirándola desde las alturas, pues la sanadora yacía sobre el piso atada—, y qué planeabas hacer? Sé que entraste esperando no ser descubierta por mí o por alguien más, pero lastimosamente no lo has conseguido.— Se encogió de hombros y bajó su varita, guardándola nuevamente en su bolsillo delantero de la bata—. No seas quejica. No voy a desatarte, libérate tú misma.

     

    Caminó hasta la pared paralela a la puerta y se recargó justamente a un lado del armario de sábanas y toallas. Cruzó los brazos y dobló la rodilla, pegando la planta de su pie en la pared. Esperaba respuestas rápidas, pues, aunque no estaba enojada, si tenía la necesidad de enterarse de las ideas que tenía la sanadora. Quizá después de la renuncia de Madeleine, ella estaba intentando ayudarla a obtener cosas de la planta… En realidad no lo sabía para nada. Athena empezó a hablar.

     

    ¿Y puedo saber a quién le entregaste ese escrito? A mí no me ha llegado absolutamente nada y de no ser por Andrea, no me entero que estabas ausente. Esa mujer siempre me tiene al tanto de todo lo que ocurre aquí, no es porque yo lo sepa de ustedes— pronunció con un tono de pesadez—. Espero lo mismo, bienvenida de vuelta a tu trabajo. Ve directamente al perchero y ponte la bata, que sabes que no permito que estén sin esa protección en este lugar. Ahora, no hay nada pendiente hoy, así que solo es cuestión de hacer guardia.

     

    Suspiró y se enderezó, fijando una vez más los pies en el suelo. Ya no tenía de qué preocuparse pues no estaba sola. Sonrió al ver cómo Rouvás intentaba desatarse y cuando lo consiguió, la sonrisa de su rostro se esfumó.

     

    En fin. Le he dado el día libre a Andrea, la pobre enfermera lo merecía después de que siempre está a nuestra disposición, yendo de un lugar a otro todo el día. En cuanto a Stark… —guardó silencio por un par de segundos—, nada, finalmente se cansó y me ha pedido la renuncia. Aunque después de haberlo dicho, no se apareció más, así que supongo que volverá. Eso es lo de menos.

     

    Iba a continuar informándole de lo que había sucedido, pero cortó la conversación al escuchar voces provenientes del pasillo principal. Miró el reloj, marcaba las seis y media de la tarde. En la mañana le habían informado de una nueva chica que entraría a trabajar como aprendiz en la planta y justamente la hora de entrada había sido esa. No la conocía, salvo por el nombre, así que tendría que ir a recibirla y darle las indicaciones básicas para trabajar como sanadora. Mejor dicho, Athena tendría que dárselas, pero se lo comunicaría después.

     

    Creo que ha llegado la nueva aprendiz, Rouvás— le informó, mientras se asomaba por la puerta— . Necesito que le enseñes la planta y cómo se trabaja. Tengo que ir a recoger un par de cosas en el armario de pociones, pues estuve preparando las pociones que nos faltaban— salió de la habitación, haciéndole una seña para que la siguiera—. Ven.

     

    Con paso firme caminó hasta la figura femenina que se encontraba perdida en la planta. Lucía bastante tímida, lo que le confirmó que ella era Arya Lockhart. Se acercó hasta ella y se presentó, no sin antes saludarla.

     

    Arya, soy Paula Gryffindor, tu jefa— le dijo—. El trabajo en San Mungo es bastante sencillo, sin embargo se debe tener bastante cuidado con todo lo que se utiliza aquí para evitar infecciones y muchas otras cosas— miró hacia Athena y le dio una palmada en el hombro a la sanadora—. Por el momento te dejaré a cargo de ella para que te muestre el lugar, pero más tarde te veo en mi oficina para platicar y solucionar tus dudas, ¿te parece?

     

    Paula sonrió y se retiró, no sin antes fulminar con la mirada a su compañera Rouvás. Esperaba que se hiciera cargo de la chica y le explicara cómo era todo, justamente como lo hizo con Madeleine. Ella tuvo que dirigirse hasta la botica para terminar lo que empezó. Se detuvo frente a la puerta y sacó sus llaves para abrir, pero giró la perilla ligeramente y se dio cuenta de que estaba sin seguro. La abrió de golpe.

     

    ¿Puedo saber qué demonios haces tú aquí, Stark? Salte de esta habitación inmediatamente. Y entrégame esas llaves, que tienes prohibido pisar este lugar, siendo que me has pedido tu renuncia. ¿O es ahora que te quedas? Sabía que era imposible echarte de aquí.

     

    Le arrebató las llaves a su hermana y la tomó por la ropa, para llevarla fuera de la botica.

  5. Sexta Planta ~

     

    Puedes tomarte el día libre, Andrea. No creo que necesite ayuda el día de hoy... y de hacerlo, ten por seguro que buscaré a las chicas— le sonrió, al ver que la enfermera también sonreía—. Siempre cumples con tu trabajo a la perfección, así que no está de más el dejarte descansar por una vez ¿no crees?— Ella asintió—. Toma tus cosas y puedes retirarte. Te veo aquí mañana por la mañana.

     

    La mujer salió a toda prisa de su oficina. Era bastante raro cuando Paula les daba los días libres en el trabajo, por lo que siempre salían corriendo antes de que ella se pudiese arrepentir de lo dicho. Pero realmente el trabajo de Andrea era impecable y el más completo de todos en la planta; incluso mucho más que el de ella. A pesar de era jefa, solo se encargaba de supervisar el resto de los trabajos, estar al pendiente de los movimientos y cuando se ofrecía y necesitaba, realizaba curaciones a sus compañeros que llegaban heridos o enfermos. Pero en ese momento no había nada de lo que debiesen preocuparse.

     

    A final de cuentas, Paula se quedó sola en la planta. Después de haber revisado todo lo que había quedado pendiente tras sus ausencias, y de haber terminado con lo que debía ordenar y transcribir, no tenía más que hacer en el hospital. Como siempre, con ayuda de Andrea, que todo el tiempo se encontraba disponible para lo que Gryffindor pidiera, terminó el inventario de la botica que era lo último que tenía por hacer. Y gracias a la misma chica, no había muchas cosas faltantes pues las últimas semanas habían estado bastante tranquilas para sus compañeros de bando y los pocos ingredientes los había encargado con anterioridad. ¡Bendita enfermera!

     

    Se recargó en su silla giratoria y cerró los ojos intentando descansar aunque fuese un poco. Al fin había paz. Madeleine después de haberle dicho de su renuncia, no había aparecido en la planta y Athena al parecer se encontraba de vacaciones. Aunque ahora que lo pensaba... ¿A quién demonios le había informado de su ausencia? Porque Alanna en sí no sabía de las razones para vacacionar «y vaya que no las merece después de la falta en su trabajo.» Negó con la cabeza e intentó poner su mente en blanco, lo cual fue imposible pues escuchó que la lavadora dejaba de sonar en el cuarto de lavado.

     

    And... ¡maldita sea, se acaba de ir!

     

    Se puso de pie y caminó hasta el pasillo principal. Las luces se encontraban apagadas en todo su alrededor, por lo que la planta estaba completamente a oscuras; y ella le tenía miedo a la oscuridad. Rápidamente caminó hasta el interruptor más cercano y lo encendió. Revisó todo a su alrededor esperando no encontrar alguna anomalía en el lugar, pero en cuestión de segundos algo llamó su atención. Todas las puertas de la Sexta Planta estaban cerradas, a excepción de una, el box más grande y el que contenía dentro muchos ingredientes importantes para la preparación de pociones.

     

    ¿Hay alguien ahí?— preguntó, buscando su varita de álamo entre el bolsillo delantero de su bata—. Si hay alguien en ese lugar, hable de una buena vez o no respondo...

     

    Caminó hacia la puerta de la sala, armada de valor, aunque a su vez muriéndose de miedo. Pronto ingresó despacio, percatándose de una figura a oscuras. Sin pensarlo murmuró rápidamente un Incárcerus, que hizo que tres cuerdas salieran disparadas hasta el cuerpo de aquella persona presente. La primera la ató alrededor de las piernas, haciéndola caer, la segunda alrededor de los brazos inmovilizándola y la tercera por los tobillos para impedir el menor movimiento posible. Pero cuando vio a la persona en el suelo, se dio cuenta de que era Rouvás.

     

    A la próxima te mato, Athena. Te lo advierto— amenazó, con un semblante más relajado—. ¿No habías dicho que estarías ausente? Aunque nunca me lo dijiste directamente, por cierto.

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  6. Sexta Planta ~

     

    Había pasado toda la mañana ordenando, limpiando y desechando cosas que resultaban inservibles desde hace tiempo, que apenas y había tenido tiempo de sentarse. Pero finalmente había terminado, por lo que volvió a su oficina y cerró la puerta tras caminar bajo el marco de la misma, para después sentarse sobre su silla giratoria de piel negra. Al fin podía disfrutar de la tranquilidad que era inexistente cuando Madeleine estaba cubriendo su turno en la planta, pues su hermana había tenido que salirse de urgencia para atender otros asuntos, los cuales no le interesaban a Gryffindor en lo más mínimo.

     

    Sentada ya en la silla, se deslizó hasta el pequeño servibar que tenía contra la pared. Lo abrió y después de ordenar las botellas de jugos cítricos, agua natural y bebidas azucaradas, sacó la lata de refresco de toronja más fría que tenía en el pequeño refrigerador. La destapó. Bebió un sorbo y nuevamente corrió la silla hasta su escritorio, para sacar de uno de los cajones, un pequeño vaso de cristal y un una botella de tequila que se encontraba por menos de la mitad. Después vertió una pequeña cantidad de alcohol en el vaso y enseguida echó el refresco, batiéndolo con un agitador de vidrio. Solo faltaba el hielo...

     

    Andrea, ¿estás por ahí?— gritó desde su escritorio, esperando que la enfermera escuchase su llamado y se presentara en su oficina de manera rápida.

     

    No pasó mucho tiempo, cuando alguien tocó la puerta. Rápidamente dio la orden de que podían ingresar.

     

    ¿Si Gryffindor?

     

    ¿Crees que podrías traerme un poco de hielo? Me parece que en la mañana alguien ha preparado, pues vi un par de vasos sobre los escritorios del pasillo.

     

    Andrea asintió y en seguida se retiró. Mientras esperaba, colocó un poco de música relajante en el tocadiscos y sacó de los archiveros las altas de los últimos meses. Sin lugar a dudas, habían disminuido considerablemente de los primeros meses del año, hasta ese, lo cual era algo bastante bueno para el bando. Aunque no podía negar que en ocasiones ella deseaba que alguno de sus compañeros —por no decir su hermana— terminase herido, pues últimamente no tenían nada qué hacer en la planta y era por ello que acababan peleando entre las sanadoras. Aunque tampoco podía negar que era divertido hacer tormentas en pequeños vasos de agua.

     

    Siguió revisando los pergaminos, dándose cuenta de que había fallas en las hojas que estaban dando últimamente. «Estas mujeres» pensó, recordando lo que el día anterior había escuchado de la boca de Rouvás, cuando se refería de que rellenaban por rellenar. Comenzó a corregirlas, intentando que quedaran lo mejor posible, y entonces volvió su compañera, la enfermera, con el hielo que ella le había pedido. Estrechó su mano, con el vaso en la misma y vio caer los pequeños cubitos de hielo en el interior. Ya podía empezar a disfrutar de aquello que tanto se le antojó.

  7. ~ Sexta Planta

     

    Su hermana probablemente creyó que le rogaría para que se quedara, sin embargo se había equivocado. Gryffindor hacía tiempo que veía ir y venir a muchos sanadores que no habían podido con el trabajo del hospital, así que la "renuncia" de su hermana, no le molestaba. Aunque no se iba a negar a sí misma, que le divertía pelear con Madeleine por cualquier cosa, cuando no había trabajo alguno en la planta y que si por ella fuera, preferiría que se quedara. Pero pedírselo iba muy en contra de todo, por lo que prefería verla marcharse. Aunque la conocía, tarde o temprano se arrepentiría y haría algo para conservar su empleo a pesar de los impulsos que tenía.

     

    En fin, aún hay pendientes que hacer— pronunció, alejándose de ambas sanadoras—. Athena, hazte cargo del inventario. O si ya lo tienes, déjalo sobre mi escritorio que lo necesitamos de una vez. Creo que no hay un par de ingredientes que utilizamos mucho y es mejor tenerlos por cualquier urgencia. ¿Crees tenerlo para hoy en la noche?

     

    Esperó que Rouvás respondiera, mientras se encargaba de desfundar las camillas blancas. Era momento de hacer limpieza total de las salas de resurrección y curación, más por nada debido a la higiene. Hacía ya casi una semana que no limpiaban todo lo que utilizaban en el hospital; desde los frascos, hasta las servilletas de tela y las cobijas. No quería que después de todo el trabajo que se llevaba el sanar a los pacientes, éstos se viesen contagiados por alguna infección ocasionada por los artefactos de la planta. Hizo bola todo lo que iba quitando y lo lanzó al contenedor de ropa sucia.

     

    Salió con aquel bote hacia el pasillo principal, esperando que Andrea aún se encontrase en el cuarto de lavado. Y así era, pues al parecer alguna de las chicas ya le habían dejado más trabajo con las batas blancas que se encontraban colgadas diariamente en el perchero y que se quedaban ahí por días, sin ser utilizadas, pues todas siempre cargaban con la suya desde su casa. Se acercó hacia ella esperando no causar molestia con las sábanas y las servilletas de tela, y se las dejó a un lado de la lavadora, que estaba corriendo con una carga de ropa todavía. Después buscó con la mirada a la enfermera.

     

    Andrea, ¿estás por aquí? Te he dejado cosas para lavar todavía. Se nos había pasado, pero ya es fin de semana y debemos dejar todo eso listo para mañana— gritó.

     

    No recibió respuesta alguna de ella.

     

    Maldita sea, ¿ahora dónde se habrá metido esta mujer?

     

    Comenzó a recorrer todos los box, pues normalmente la enfermera estaba en el pasillo principal esperando a ser llamada por alguna. Pero esta vez no estaba donde solía. Caminó por los cuartos de limpieza, los de lavado e incluso esas áreas restringidas donde guardaban cosas que nadie sabía que tenían. No hubo respuesta alguna. Quizá habría salido de la planta por algún detergente, así que intentó no preocuparse. Después de ello, pensó en volver hasta donde se encontraban las chicas, pero mejor se dirigió hasta su oficina. Ese lugar era el único donde podía tener por completa calma, pues nadie entraba si ella no daba permiso de hacerlo.

  8. ~ Sexta Planta

     

    Finalmente había podido decir todo lo que habría querido, pues su hermana se estaba pasando de la línea. Claramente la relación que ambas hermanas llevaban no era la mejor últimamente, pero Paula creía que al menos en el trabajo se deberían comportar como lo que eran: jefa y sanadora. Odiaba tener que tratar con gente incompetente y floja, que no sabía seguir órdenes de ningún tipo. Madeleine era una de esas. En cierto modo, sabía que Stark actuaba como actuaba en la planta, porque a Gryffindor le molestaba que las cosas no salieran como ella pedía. Pero había que poner un orden de alguna manera. Y lo iba a hacer, le gustara o no.

     

    La vainilla de mis cigarrillos está en donde debe estar, gracias— replicó, al escuchar el est****o comentario de su hermana. Así como no necesito exponerme, según lo dices, yo te digo que no hay por qué ocultarse. Hacemos lo que hacemos, porque es lo correcto. Nuestros compañeros saben cómo cuidarse, mucha gente sabe quiénes somos miembros de la Orden y sospechan de otros, así que no veo problema alguno con que Andrea, una simple civil que no puede con nada más que su trabajo en el hospital, lo sepa.

     

    Su hermana sin duda era una miedosa en cuanto al bando se refería. Sin duda, Madeleine había cambiado mucho desde que ella ingresó al bando y la obligó a hacer cosas que nunca habría hecho sin su ayuda, pero a fin de cuentas siempre estaba esa parte de ella donde era insegura y temerosa. Paula, a pesar de que ya había sido reconocida como auror, seguía moviéndose como solía sin preocupación alguna. A demás, era claro que todos —o al menos la mayoría— conocían a un mortífago que sabía de su identidades como miembros del bando contrario, así que el punto era el mismo. La gente sabía.

     

    Escuchó a su hermana gritar que tenía piel de naranja y no pudo evitar reír. Siempre había sido una persona bastante activa, que cuidaba su alimentación en todos los sentidos —por no decir que evitaba la comida— y se ejercitaba diariamente. A diferencia de Maddie, que no hacía absolutamente nada más que estorbar, ser una buena para nada y estar echada en su recámara todo el día cuando no tenía que trabajar, esperando ser llamada para algo "importante" en los terrenos de la Orden. Así que claramente, la que estaba más expuesta a contraer ese problema en la piel, era Stark.

     

    ¿Quieres que hagamos una prueba de quién tiene más piel de naranja aquí, hermanita?— retó con la seguridad de que ella diría que no por razones obvias.

     

    Después escuchó la manera en que le recalcaba sus constantes ausencias y aunque en parte tenía razón, ella sabía la respuesta adecuada a esa acusación.

     

    Puedo ausentarme porque sí, porque soy tu jefa. Así que deja de quejarte de ello.— Lo dijo con una tonalidad suave y firme—. Ahora, claro que puedo decir que haces mal tu trabajo. Que estés aquí y cumplas con tus turnos —a medias, porque llegas impuntual y hecha un desastre— no quiere decir que lo hagas bién— respondió. Había cosas que debía cumplir, que iba más allá de las atenciones directas con los compañeros que llegaban heridos. Pero como siempre, Stark no entendía de esa parte y no lo iba a hacer, hasta que alguien por encima de ella se lo dijera—. A demás, no deberían bajar a la quinta planta a no ser que sea porque los sanadores ahí estén ausentes desde hace días atrás. Así que se los prohíbo, no pueden ir sin mi consentimiento.

     

    No sabía que las chicas bajaban a la quinta para sanar, pero era algo que debían dejar de hacer antes de que les llamasen la atención. Su hermana se quejaba del trabajo, cuando en realidad la paga era muy buena y no hacía ni la mitad de lo que debería. Pero eso era algo que ella no iba entender, no hasta que Gryffindor la despidiera o hasta que ella...

     

    Renuncio— escuchó de los labios de su hermana.

     

    En su interior, una fuerza mayor a ella la hizo sonreír. Lo había conseguido, al fin podría manejar la planta sin que alguien desobedeciera de la manera en que ella lo hacía. Quizá debía entristecerse, pero no lo hacía, pues ambas descansarían, tanto Madeleine como ella. Aunque, ¿ahora con quién pasaría discutiendo? Eran bastantes divertidos los enfrentamientos de ambas, ninguno podía negarlo.

     

    Ya te estabas tardando Madeleine, pero créeme que eso tendrá que esperar.

  9. ~Sexta Planta

     

    Ya estaba cansada de que su hermana fuese una incompetente, pero Gryffindor no tenía la culpa de que Kris no hubiese pensado en elegir bién a muchas de las mujeres con las que había tenido hijos después de haberla tenido a ella. Estaba cansada de escuchar las palabrerías de Stark, pues hablaba cosas sin sentido que solía decir una niña inmadura que no tenía interés por su trabajo. Paula ya no sentía molestia alguna con que su hermana se expresara, pues a fin de cuentas lo que ella dijese no tenía importancia en lo absoluto. Pero justamente cuando Madeleine mencionó acerca del trabajo de Andrea, Paula rió.

     

    Si, creo que es sensato Madeleine y no te pregunté si confiabas en ella o no.— Suficiente tenía con tener que soportar a su hermana ahí, como para empezar a desconfiar de la enfermera—. De hecho, podría decirle sin problema alguno a la chica, que somos miembros de la Orden del Fénix. ¿Tienes algún problema con ello? Si vas a acusarme con el Ministerio de eso, saldrías implicada, así que en cierto modo te conviene callar.

     

    En cierto modo la sanadora tenía razón en la parte de la seguridad, pero después de haber trabajado con Andrea desde el principio, creía que la enfermera ya sabía la verdad. Era tonta si no se le había ocurrido husmear en los papeles, pues claramente Paula lo habría hecho de trabajar en el hospital siendo civil. A demás, no veía peligro en que ella supiese. No podía hacer nada contra la Orden del Fénix, teniendo mucho menos poder del que ellas, como miembros del bando, tenían. Pero como siempre Stark era llorica y temía de lo que menos debía. A fin de cuentas no cambiaba de ninguna manera.

     

    ¡Andrea! ¡Somos miembros de la orden!— gritó. Andrea seguramente escucharía pues se encontraba en uno de los boxes frontales—. Ahora sí, Maddie. Lo sabe— aseguró—. ¡Por supuesto que lo sabe, lo sabía, tonta!

     

    No pudo evitar burlarse de su hermana.

     

    Siempre me ha importado el orden de esta planta— añadió, al escuchar lo último que su hermana había mencionado—. De hecho, este lugar era increíblemente ordenado antes de que tú entraras— pronunció calmada. Madeleine seguramente habría esperado que Paula reaccionase mucho más alterada, pero no lo consiguió—. Desde que estuvo Belu como jefa, las hojas de alta se ordenaban y se archivaban según correspondiese. Puedes verlo si quieres en mi oficina e incluso Athena puede decirte que es verdad.

     

    Miró hacia Athena, esperando que ella le diese la razón. Aunque aún tenía que reñirla por lo que Ravenclaw acababa de decir minutos antes.

     

    Y tú, Athena, ¿cómo está eso de que ponen diagnósticos falsos?— preguntó con seriedad—. Se están pasando de la línea. Claro que la Directora de San Mungo puede despedirlas. Si no, ¿cómo creen que se han ido sus compañeros pasados? Cuando se queden sin su trabajo, a ver quien ríe al final.

  10. ~ Sexta Planta

     

    Ninguna de las chicas se habían dignado en aparecer aquel día en su oficina. Estaba segura de que al menos Madeleine —que al parecer siempre se encontraba al pendiente de si ella llegaba o no— sabía que Gryffindor ya se encontraba aquel día en el hospital. El horario de los turnos marcaba que tanto Stark como Ravenclaw debían estar presentes, así que ella tampoco tardaría en salir a buscarles para hacerles un llamado de atención debido a los desastres que habían cometido con las hojas de altas en su ausencia. Al parecer esas chicas nunca podían hacer nada bién cuando ella no les ordenaba o no estaba para cuidar sus trabajos.

     

    La cafetera terminó de correr. Después de haberla cambiado, ésta no había vuelto a fallarle. Tomó su taza de porcelana oscura y vertió un poco de la amarga bebida sobre el recipiente, para después poner dos cucharaditas de azucar y batir con un agitador de plástico rojo. Intentó ignorar que había restos de sobrecitos de endulzante en su bote de basura, pero a fin de cuentas ésto le ocasionó una increíble molestia. Sin lugar a dudas, la persona que había estado entrado a su oficina había sido Madeleine, pues era la única que utilizaba la cafetera cuando ella estaba presente —y al parecer también cuando se ausentaba—.

     

    Después de ello, salió de su oficina conteniendo su enojo. A su paso tiró un portalápices que se encontraba sobre uno de los escritorios situados contra la pared, en el pasillo principal.

     

    ¡Madeleine!— gritó, al escuchar voces provenientes del box de curación—. Linda hermanita— murmuró con sarcasmo.

     

    Continuó caminando sin mirar a otro lado que no fuese su destino y finalmente abrió la puerta de un golpe. Como lo esperaba, también se encontraba Athena en el interior; al menos habían cumplido con sus horarios.

     

    A parte de arruinar las estpidas altas, utilizaste mi cafetera sin permiso— soltó de golpe—. ¿Ahora va a ser necesario que ponga llave cada vez que salgo del maldito hospital? Es preferible que salgas corriendo de esta puerta con tu renuncia, a que yo coloque seguro siempre— murmuró, apretando la mandíbula—. Porque sabes que puedo hacerlo. Y créeme que con tantas fallas que has tenido, seguramente dirección no demoraría en darme luz verde para echarte fuera de aquí en cuanto lo quiera.— Quizá jamás le había dicho las cosas tan directamente, sino se las había insinuado. Pero Paula ya estaba cansada de que siempre fuese lo mismo con su inútil hermana, que solo estorbaba el trabajo de los demás. Incluso Athena había cometido fallas, pero siempre sabía solucionarlas y estaba abierta a las negociaciones que Gryfifndor le ofrecía.

     

    Esperó a que su hermana respondiera. Solo necesitaba que ella dijese alguna tontería para que Alanna pasara a actuar como debía hacerlo. Era un hospital, debía haber orden, limpieza, compromiso y no todo lo contrario, que era justamente lo que Madeleine ofrecía. Suficiente había tenido con tener que aceptarla en el puesto de sanadora, como también para soportar su ineptitud. Pero si no había remedio, ya tampoco iba a estar perdiendo tiempo rehaciendo cosas que le correspondían a ella. Ya era mucho.

  11. Sexta Planta ~

     

    No iba a negar que aún había cosas de las que debía encargarse, pero no era el mejor momento para ausentarse una vez más en el hospital. Detestaba que la planta se quedara sola —aunque no pareciese, pero lo hacía— y últimamente prefería pasar horas en el hospital, que volver a casa. Había habido mucho movimiento en el hogar de los Gryffindor, que ella prefería mantenerse alejada de ello hasta que todo estuviese tranquilo para volver. Esa parte de lidiar con visitas no le agradaba del todo.

     

    Entonces, ¿es verdad que ha habido muchas curaciones este mes?— preguntó Paula, quien revisaba las hojas que estaban sobre su escritorio, encimadas en un completo desorden.

     

    Andrea se acercó aún más a su escritorio y tomó asiento en una de las sillas que estaban por delante de éste. Al parecer la mujer tampoco tenía muchas ganas de trabajar, pero a ella si se lo perdonaba porque siempre solía estar yendo de un lado a otro con tal de que todo estuviese impecable.

     

    Si Gryffindor, pero hay muchas altas sin firma de sanadoras, así que no podremos asegurarnos de quiénes han sido.

     

    No es mi problema, ellas saben lo que deben hacer. Si de algún modo las cosas están así, no contará para el final de mes— se encogió de hombros, mientras se levantaba para archivar los pergaminos ya revisados por ella. Definitivamente las chicas habían estado haciendo lo que quisiesen mientras ella no estaba, pero a decir verdad, se alegraba de que al menos no hubiesen botado a los heridos y muertos en la planta, como aquella vez en la cual nadie se había presentado a tiempo a trabajar.

     

    Andrea asintió, pues sabía que ella tenía razón. La enfermera se retiró, no sin antes avisarle que ya estaban las batas limpias por si se llegaban a necesitar. Ella agradeció, amable como solía ser con la enfermera siempre —pues no eran las chicas, ya que amaba tratarlas de mala manera a ellas— y despeinó la coleta que tenía peinada en su cabello, dejando que este último cayese en cascada por su espalda. No había mucho de lo que tuviese que preocuparse, así que aprovechó ese momento para no hacer nada.

     

    Finalmente, después de haber "trabajado" por un par de minutos, Paula caminó hasta su cafetera y la puso en funcionamiento. Hacía días atrás que no disfrutaba de una taza de café de esas que solo su oficina le brindaba.

  12. Holaaaa familia bonis \o/

     

    Lamento estar ausente, ni siquiera he pasado a rolear por la Mansión y se me han ido muchos rolecitos que han hecho u_u xD Ahorita no tengo mi laptop y todo lo hago del celu u_u xD

     

    Pero prometo que cuando vuelva me incorporo \o/

     

    Ahora, paso a aceptar también a kirara como mi hijita *o* Ya había hablado con ella hace tiempo de esto y le había dicho que era bienvenida, así queee... Una nueva bisnieta, abuelongo u.u xDDD

     

    Gracias por estar tan al pendiente de esto abue *o*

    Y bienvenida seaaas hiji +.+ espero que no me abandones como todos los que adopto u_u xDDDD

     

    *lee mas arriba que tiene un hermano* :perv: (?

     

    En fin! Los quiero familiaaaaa +.+

  13. Sexta Planta~

     

    Últimamente el tiempo se le estaba yendo por donde menos lo veía. Ya se había terminado el mes de agosto y Paula aún tenía pendientes muchas hojas que revisar, ordenar, sellar y archivar de las altas más recientes. A demás de todo ello, era la primera vez que pisaba la planta en septiembre, lo que daba una carga extra en su trabajo, pues tenía que cerciorarse de que todo estuviese en perfectas condiciones, así como las sanadoras solían tenerlo. Solo esperaba que alguna estuviese cubriendo su turno, pues no quería enterarse tampoco de que la planta había estado descuidada y vacía en esos diez días que ya habían transcurrido desde el inicio del mes.

     

    —Buenas tardeeeees— gritó, caminando por el pasillo principal de la planta—. ¿Hay alguien por aquí?— preguntó, esperando que alguna de las chicas le respondiera. Si no lo hacían, claramente les iría mal por faltar a su trabajo.

     

    No recibió respuesta alguna, ni tampoco señales de vida de las chicas. A decir verdad lo entendía, pues ellas seguramente creyeron que Gryffindor ya no volvería, más que nada por el hecho de que no informó de su larga ausencia. Pero se equivocaban, pues ella no dejaría San Mungo hasta que su cuerpo le impidiese seguir trabajando, así que posiblemente les quedarían un par de años(?) bajo su mandato. Claro, si Anna se lo permitía. Paula apenas y tenía veinte años, por lo que era lo suficientemente joven como para andar sin problema alguno.

     

    — ¡Andrea! — gritó. Ni siquiera la enfermera se apareció en la planta cuando ella llegó. ¿Sería también capaz de haber dejado la sexta vacía?

     

    —Lo siento, lo siento. Me encontraba arreglando las salas de resurrecciones, no conseguía escuchar desde ese lugar— se disculpó—. ¿Ocurre algo? Las chicas seguramente tampoco te han escuchado, están atendiendo a un par de pacientes en las habitaciones donde me encontraba— pronunció.

     

    Paula se encogió de hombros y esperó a que terminaran de trabajar. Total, ella ahora se encontraba en el hospital y estaría al pendiente de si llegaban nuevos pacientes o heridos. Tenía mucho que hacer, tanto que quizá se quedaba a cubrir el turno de la noche si sus compañeras no se quedaban por más tiempo. A demás, no era que quisiese volver a casa, pues últimamente se sentía fuera de lugar con las visitas tan seguidas de personas que ella ni siquiera conocía. Solo esperaba no quedarse sola, ya que el lugar era realmente escalofriante cuando la noche caía sobre Londres.

     

    —No, todo está perfecto. Solo quería saber si había alguien— pronunció, al mismo tiempo en que vestía la bata blanca—. Pero ahora que estás aquí, creo que podrías serme un tanto útil en mi oficina. Hay muchas cosas pendientes y me he olvidado de otras tantas— explicó.

     

    Andrea asintió.

     

    —Claro que sí.

  14. Sexta Planta ~ Con Jessie.

     

    Potter Blue había tardado en reincorporarse a la vida, pero finalmente la podía ver observándola. Paula sonrió, acercándose más a su compañera para ayudar a que se sentara, pues tenía que acostumbrarse nuevamente a hacer las cosas que en vida se hacían. Si Jessie se sentía mal, fácilmente podría decirle los síntomas para que ella pudiese acabar con ellos. A fin de cuentas, se encontraban en San Mungo y no había nada que no se pudiera hacer para mejorar.

     

    Me imagino, Jessie. Pero eso se pasará— dijo, respecto a la confusión—. En cuanto a lo de irte, todavía no, antes necesito darte algunas cosas... Pero tranquila, que será rápido.

     

    Gryffindor se dio cuenta de que la Knight se encontraba un poco débil, seguramente por las quemaduras recibidas y por todo el dolor que debió haber soportado mientras deliraba antes de morir. Por suerte todo eso había terminado e incluso haría desaparecer las marcas de aquellos fuegos, con un par de ungüentos que de igual forma, se encontraban en el carrito de curaciones. Abrió el último cajón y sacó las pomadas del interior.

     

    Necesito que te untes éstas ahorita. Lo haría yo, pero no quiero lastimarte si es que aún quedan restos de algo— le dijo. Le entregó dos, una que tenía un color verdoso, pues contenía menta y otras sustancias; y una segunda, que era más blanquecina, para evitar manchas y refrescar aún más—. Puedes llevártelas, pero debes untarlas por las noches, durante tres días, Jessie.

     

    Se quitó los guantes y caminó hasta su oficina, dejando tiempo para que Jessie respirara sin sentirse sofocada con su presencia. Al llegar, tomó una hoja de alta de su escritorio y comenzó a llenarla con una pluma de tinta-gel negra. Finalmente la firmó, con su nombre redondeado en cursivas.

     

    Ya era momento de dejarla ir, así que volvió hasta la camilla donde se encontraba su compañera. Le entregó la hoja de alta, junto con una poción revitalizante que se había encontrado en el camino.

     

    Bébela y puedes irte, Jessie— le comentó—. Si sientes algún malestar, siempre puedes volver. Pero estoy segura de que con eso bastará.

  15. Sexta Planta ~

    con Jessie :')

     

    No tenía mucho tiempo de haber llegado a la planta, cuando la enfermera le avisó que había un nuevo cuerpo en el pasillo principal. Paula corrió rápidamente hasta el perchero para descolgar una de las batas blancas que la noche anterior se habían quedado ahí, y tomó de los bolsillos externos un par de guantes de látex para evitar infecciones.

     

    No se demoró más y giró sobre sus talones, ya con su varita de álamo blanco empuñada en su mano derecha. Caminó hasta donde se encontraba el cadáver, que, ara desgracia de ella, era Jessie, una de sus compañeras más activas del bando.

     

    Ay mujer, qué te habrá pasado— murmuró en voz baja, mientras analizaba las heridas que tenía. No era nada que ella no pudiese curar.

     

    Acercó el carrito de curaciones que Athena preparaba siempre y sacó del interior un pequeño frasco, que contenía una poción. Ésta haría que Jessie despertara, así que Paula introdujo un par de gotas en la boca de la Potter Blue. Finalmente pensó en un Episkey, para curar las heridas externas de Jessie, y en un Episkey más para cerciorarse de que no tuviese más daños.

     

    Hola Jessie, ya estás a salvo. ¿Cómo te sientes?

  16. Sexta Planta ~

    w/mi papu y la bastarda Rose <3

     

    Mientras curaba a su padre, se dio cuenta de que había una chica más en la sexta planta. No tenía tantas manos para curar a tantas personas, ni tampoco tantos ojos para estar al pendiente de si algún nuevo paciente llegaba. Sus sanadoras estaban perdidas, así que ella tenía que cargar con todo el trabajo del lugar, al menos hasta que llegase Laimi, Athena o incluso su horrorosa hermana, a la cual le había dado el permiso de ausentarse por un par de días.

     

    Se acercó hasta la joven del vestido rojo y se dio cuenta de quién era, Rose. Sin más, acercó una de las sillas con rueditas e hizo que su hermana bastarda se sentara, para pasar a curarla de manera rápida.

     

    ¿Habías caído antes en el hospital, Rose?— murmuró, mientras analizaba su brazo dañado—. Es decir, no te había visto por la planta con anterioridad. Quizá estabas en la quinta... o... bueno, no importa.

     

    Le apuntó de manera rápida y aplicó un par de ungüentos en su brazo, mientras pensaba en un Episkey para curar el hueso roto. Después de ello volvió a pensar en un nuevo hechizo curativo, del mismo tipo.

     

    ¿Mejor? Dame cinco segundos...

     

    Giró sobre sus talones de manera rápida y volvió hasta donde se encontraba su padre a medio curar. En cuanto se acercó hasta su camilla, curvó sus labios escuchando los comentarios del vampiro.

     

    No cambias, papu— respondió, mientras aplicaba un ungüento en su brazo—. Mira, se me estaba haciendo raro no escuchar tus comentarios tan... olvídalo, no tiene caso.

     

    Tomó un frasco que estaba sobre el escritorio, el cual tenía en su interior una sustancia viscosa de color verde. Era una mezcla de poción reabastecedora de sangre, para equilibrar con ésta la falta de sangre que había tenido hasta el momento de llegar.

     

    No, no hay nadie para tí ni aquí, ni en ningún lugar, papá— respondió seria. No le había hecho ninguna gracia el comentario—. Bébete esta poción y puedes irte, no necesitas firmar nada.

     

    Le entregó el frasco, junto con un pergamino firmado que era su hoja de alta del hospital.

  17. Sexta Planta ~

    w/mi papu<3

    Gryffindor, ha llegado tu padre herido, dice que te necesita— le dijo una de las chicas—. Iba a encargarme de curarlo, pero creo que es mejor que lo atiendas tú...

     

    Está bién, yo me encargo Andrea, muchas gracias.

     

    No había pasado mucho tiempo de su última curación, cuando había llegado una persona más a la planta. Esta vez no demoró mucho en llegar hasta el lugar donde se situaba su padre, quien traía un brazo vendado, producto de algún hechizo fuerte por parte mortífaga. Ella negó con la cabeza, preocupada, por los daños que su progenitor tenía. Ya se encargaría de sanarlo por completo.

     

    Ay padre, padre, ¿a caso me quieres dejar huérfana?— murmuró, mientras acercaba una de las camillas del pasillo y le ordenaba sentarse con un ademán—. ¿Qué ha pasado, eh?

     

    Mientras esperaba que él se sentara, Alanna sacó su varita de álamo blanco y la empuñó. Le apuntó a su padre en el brazo —aunque no era necesario— y pensó en un rápido Episkey para curar el daño que llevaba en su extremidad. Después volvió a pensar un nuevo Episkey para sanar las heridas sangrantes que tenía, de ese modo evitando que se desangrara.

     

    No sé, deberías aprender a mí, que llevo meses ilesa— murmuró riendo. Todo lo que sabía acerca de batallas, era por él, así que el comentario estaba fuera de lugar.

  18. Sexta Planta ~

     

    No recibió respuesta alguna, pero creyó que era mejor así. Su compañero había abierto los ojos, aunque aún se encontraba acostado en la camilla, seguramente recuperando las energías que había perdido. Para dejarle un poco de espacio, Gryffindor se alejó por un par de minutos, para ir a la botica en busca de la poción revitalizante y la reabastecedora de sangre.

     

    Así, tomó dos pequeños frascos con etiquetas adhesivas que señalaban el tipo de poción, y después un pequeño vaso de cristal vacío, en el cual vertió ambas sustancias viscosas. Antes ella solía dar las dos por separado, pero hasta hace semanas atrás tuvo la idea de mezclarlas, para ahorrarse los asquerosos sabores de cada brebaje.

     

    Finalmente salió de la botica y volvió hasta el box donde se encontraba Ishaya.

     

    Bién, siéntate y bebe esta poción. No quiero ver una gota en el fondo— le dijo, entregándole el vaso.

     

    Mientras esperaba que Ishaya la ingiriera, ella caminó hasta su oficina por una hoja de alta. La firmó y volvió hasta la sala de resurrecciones, para entregársela al joven.

     

    Puedes retirarte entonces...

  19. Sexta Planta ~

     

    Después de varios intentos por armar la cafetera, finalmente pudo unir las piezas como tenían que estar. Incluso, con ayuda de Andrea, quien al final había dejado de realizar lo que hacía para ayudarla, pudieron ponerla en funcionamiento y llenar las tazas de porcelana que guardaban en una de las puertitas del mueble de madera. El nuevo café tenía todavía mejor sabor que el antiguo...

     

    Después de ello, escuchó un ruido que provenía del pasillo principal. Quizá una de las chicas había llegado a cubrir su respectivo turno, o tal vez había un nuevo herido en la planta, cosa que esperaba que no fuese cierta. Sin embargo lo fue.

     

    Gryffindor salió de su oficina y caminó a toda prisa hasta una de las camillas que se encontraba pegada a la pared. La tomó por uno de los extremos y la arrastró hasta la sala de resurrecciones, ya con Ishaya encima de ésta. Hacía tiempo que no le llegaban heridos al hospital, por lo que esperaba reincorporar pronto a su compañero para informarse de lo que había ocurrido.

     

    Sacó su varita y apuntó hacia el cuerpo inerte, pensando en una serie de Episkeys para curar las heridas externas que se podían vislumbrar. Después murmuró un Ennervate, que hizo que un rayo blanquecino saliese disparado hasta el pecho de su compañero; éste le impactaría y lo traería nuevamente a la vida.

     

    Hola, guapura— murmuró cuando vio a su compañero abrir los ojos.

  20. Sexta Planta ~

     

    No entendía que diablos ocurría conmigo. Había pasado las últimas horas sentada detrás de mi escritorio, mirando los continuos movimientos de las manecillas del reloj. Me había dado cuenta de que estuvieron las sanadoras encargándose de los pacientes que caían, pero en ningún momento me levanté de mi silla giratoria para apoyarlas con las curaciones. Me sentía incompleta, no estaba para nada satisfecha con todo lo que estaba pasando en mi vida, o mejor dicho, a mi alrededor.

     

    Me levanté de la silla y caminé hasta la alargada mesa que tenía contra la pared. Sobre ésta tenía dos cafeteras: la primera era la más vieja, que mi hermana había averiado días antes de que se ausentara, mientras discutíamos. La segunda, que aún estaba en su caja, era uno de esos detalles que aparecían en la oficina mientras no estaba presente en la planta. Ya habían sido un par de ese tipo, pero de igual manera nunca me dejaban de sorprender.

     

    Andrea, necesito que vengas pronto— llamé, mientras tomaba entre mis manos la caja cuadrada.

     

    La enfermera no tardó en atender mi llamado, y llegó quitándose los guantes de látex que llevaba puestos. Al parecer se encontraba haciendo limpieza o creando alguna poción de las faltantes; al menos eso era lo que esperaba.

     

    ¿Qué ha pasado, Gryffindor?— respondió la chica de cabellos color oro.

     

    ¿Sabes si alguien ha entrado en la oficina? Hay una cafetera nueva...

     

    Nuevamente con detalles.

     

    Así es.. ¿sabes si fueron, Athena o Laimi?— pregunté. Era claro que mi hermana no había sido, pues hacía días que no la veía pisar la planta.

     

    Andrea negó con la cabeza y después de ello, la dejé para que siguiese haciendo lo que debía. Quizá debería dejar de preocuparme por esa clase de cosas y empezar a disfrutarlas, pues era claro que no pararían, al menos no hasta que ella estuviese enterada de quién era esa persona tan detallista que solía dejar regalos en su mesa de trabajo o sus cajones. No pude evitar sonreír al abrir la caja; esperaba que aquel ser no hubiese gastado una fortuna en ello.

     

    Y después de leer las instrucciones, comenzó a armarla. Para suerte de Gryffindor, el café y los filtros eran iguales que la vieja, así que no se molestó en buscar éstos últimos de la medida de la nueva.

  21. Sexta Planta ~

     

    ¿Qué diablos estaba ocurriendo? Escuchaba bastante alboroto en los pisos más bajos. Lo que era peor, fue que las sanadoras de la planta no aparecían y ella temía que se encontraran en algún lado dañadas por alguna de las doxys. Pero lo que le llamaba más la atención, era que ninguna de las tres podía avisar nada, así que comenzaba a preocuparse por saber dónde se encontraban. Quizá estaban juntas y las habían atacado en grandes cantidades, o quizá simplemente estaban escondidas en algún lado. Pero ese no era ningún pretexto, pues fácilmente se podían informar mediante patronus y no veía que ninguna de ellas enviase algo.

     

    Seguía cerrando las ventanas y los conductos de ventilación, pues esas criaturas podrían estar en cualquier lado ya que eran bastante pequeñas. Andrea, la enferma, le ayudaba a asegurar todas las puertas de las salas de curación y resurreción, dejando abiertas solo las necesarias por si había alguna emergencia en el caso de que llegaran pacientes heridos. Incluso ella se encargó de cerrar la puerta de la Oficina de Gryffindor, pues la jefa se lo había pedido.

     

    ¿Queda algo pendiente, Pau?— preguntó la chica.

     

    No tengo idea, Andrea. No sé qué vamos a hacer, ni como vamos a acabar con todas las criaturas en el hospital— le respondió, mordiéndose el labio inferior pensativa.

     

    En verdad no se le ocurría absolutamente nada y no quería pasar la noche en San Mungo, habiendo tantas cosas pendientes en el bando e incluso en su propia Mansión. Hacía bastante que no pasaba tiempo conviviendo con su familia y ahora más que nunca, sentía que era necesario. Quizá estaba aterrorizada, pues no contaban con suficiente poción doxycida y se le había borrado por completo el cómo hacerla. ¡Maldita sea! Si que necesitaba que sus compañeras llegaran, no podía hacer todo sola, ni tampoco quería retener a Andrea.

     

    Mujer, ¿recuerdas cómo va la doxycida?— pronunció.

     

    Creo que hay un par de libros en los estantes de la botica, Pau... La anterior jefa los había dejado ahí por emergencias como ésta.

     

    Y así, fue como se le dibujó una sonrisa en el rostro.

     

    Excelente, encárgate de buscarlos y traelos rápido hacia acá. Por favor.

     

    Andrea obedeció y corrió rápidamente por las llaves, pues minutos antes había asegurado esa puerta. Solo esperaba que la chica no se equivocara, pues otro de los enfermeros que había sido despedido, también tenía acceso a ello y si mal no recordaba, había limpiado y ordenado toda la botica al no tener más trabajo que hacer. Mientras tanto, Paula se sentó en el suelo, con la espalda contra la pared blanca del pasillo principal y suspiró, cansada por todo el desastre que estaba ocurriendo.

  22. Hola mis amores!

    Lamentamos un poquito la demora de sus correcciones, pero vimos imposible venir a dejarlas antes. Lo bueno es que más vale tarde que nunca xD En fin, les traigo el resto de calificaciones.

     

    RoryKimi ~ 16 puntos: Supera las Expectativas

    Ficha Aprobada

     

    Jajaj, me ha gustado tu presentación Off rol. En fin, ¡hola Rory! Bienvenido tu clase de RA 49. Esta vez me ha tocado revisar tu rol y he visto que está muy bién en cuanto a descripciones, a demás de que no tienes fallas tan graves, así que estoy segura de que podemos corregirlo en esta clase; más te vale al menos ññ xD

     

    Bueno, pasando a lo importante. Le he dado una leída rápida a tus primeros párrafos y he visto que has caído en redundancia un par de veces, es decir, que me has repetido las mismas palabras en una misma oración o en una idea. Esto pasa muy a menudo cuando no releemos nuestros roles (te lo digo porque a mi me pasa y cuando lo leo, ya lo había posteado y me toca editarlo xD), así que solo es cuestión de dar un vistazo rápido antes de enviar para identificarlo. Te cito:

     

    Como cualquier otro día normal en las vacaciones, Dani, al terminar de desayunar encendió su portátil e inició sesión en algunas redes sociales. Hacía años que su grupo de fans le había, en cierta forma obligado, a crearse algunas cuentas para tener contacto con los fans. No le entusiasmaba tener que mirar cada mañana para informar de cada cosa que hacía, pero por una vez encontró algo jugoso. Varias miles de personas habían comentado en su muro de Twitter sobre un programa, a especificar un "Gran Hermano", que se llevaría a cabo pronto, como no solo para famosos, como él mismo. Ignorándoles (pues muchas veces ocurría eso) se metió en sus cuentas de Facebook y MySpace, sorprendentemente también hablaban de la misma noticia, y pedían al humorista que fuera. Varios email's le llegaron, avisándole de que él mismo había sido convocado para aquello.

     

    Quedaría mejor:

     

    Como cualquier otro día normal en las vacaciones, Dani, al terminar de desayunar encendió su portátil e inició sesión en algunas redes sociales. Hacía años que su grupo de fans le había, en cierta forma, obligado a crearse algunas cuentas para tener contacto con ellos. No le entusiasmaba tener que mirar cada mañana para informar de cada cosa que hacía, pero por una vez encontró algo jugoso. Varias miles de personas habían comentado en su muro de Twitter sobre un programa, a especificar un "Gran Hermano", que se llevaría a cabo pronto, cómo no, solo para famosos como él. Ignorándoles (pues muchas veces ocurría eso) se metió en sus cuentas de Facebook y MySpace; sorprendentemente también hablaban de la misma noticia y pedían al humorista que fuera. Varios email's le llegaron, avisándole de que él mismo había sido convocado para aquello.

     

    ¿Notaste? La diferencia no ha sido mucha, sin embargo hay varias fallas que te he resaltado. En primer lugar, esa redundancia con la palabra "fans" (que más adelante está con alguna otra palabra diferente); en segundo, hubo una idea que no se entendía y te la he corregido, para que notes que en realidad si suena diferente. En tercero, las comas. Hay comas que no son necesarias, pues se ve "muy pausada" la oración. En este caso me refiero a las que van antes de las conjunciones (y, o, u, e). Intenta no ponerlas, no cambia en nada y quedaría mucho mejor.

     

    Ahora, también he visto un par de faltas ortográficas que puedes corregir pegando tus roles en Word. Y por último, te aconsejo que tus párrafos no sean tan largos. Intenta reducirlos de 4 a 6 renglones como máximo, porque pueden resultar tediosos para los lectores.

     

    ¡Éxito, Rory! *-*

     

     

     

    Vrael Myrddin ~ 17 puntos: Supera las Expectativas

    Ficha Aprobada

     

     

    ¡Hola Vrael! Bienvenido a tu clase de Rol Avanzado. He leído tu rol y he visto que sabes cómo colocar los signos de puntuación, así que no creo que tengamos tanto problema con ello. Tus fallas vienen siendo un poquito más sencillas de evitar, así que de igual manera que con Rory, espero que puedas corregirlas.

     

    En primer lugar, he visto que me colocas mayúsculas en medio de una oración, cuando no son nombres propios. Por ejemplo:

     

    Irrumpía en las oficinas donde debía dejar aquel Formulario, su anaranjado cabello le hacía captar las miradas de muchas chicas, a las cuales no les daba importancia, pues tenía en sus manos una misión, que era volver a arrastrar a la familia real a un nuevo escándalo mediático, el objetivo: Desprestigiar a la monarquía inglesa.

     

    ¿Lo viste? Esas mayúsculas que te marqué, deberían ser minúsculas. Y así como esas, hay unas cuántas más en tu rol. Ahora, intenta hacer tus ideas un poco más cortas, pues no queda bién tampoco que una de éstas tenga muchas comas para pausarla. Mira, te voy a citar algo rápido para que entiendas un poco más a lo que me refiero:

     

    Ese día, Edward tenía en agenda un partido de tenis con Harry, el hijo del Senador de Nevada Dean Heller , en el cual perdió 7/5 6/7 y 6/4 el último set, fue un partido reñido, y de no haber sido por una chica que le distraía desde las gradas seguro le ganaba el partido a Harry, quien presumió de su victoria durante toda la hora del almuerzo, además de publicarlo en las redes sociales. Luego de comer en el club, tomó un avión hacia Oakland, donde tendría lugar el dichoso casting, a pesar de que ya estaba asegurado su ingreso al programa, Edward estaba nervioso por la nueva experiencia que tendría en su vida.

     

    Quedaría mejor:

     

    Ese día, Edward tenía en agenda un partido de tenis con Harry, el hijo del Senador de Nevada Dean Heller; perdió 7/5 6/7 y 6/4 en el último set. Fue un partido reñido y de no haber sido por una chica que le distraía desde las gradas, seguro le ganaba el partido a Harry, quien presumió de su victoria durante toda la hora del almuerzo, además de publicarlo en las redes sociales. Luego de comer en el club, tomó un avión hacia Oakland, donde tendría lugar el dichoso casting. A pesar de que ya estaba asegurado su ingreso al programa, Edward estaba nervioso por la nueva experiencia que tendría en su vida.

     

    ¿Notaste la diferencia? Intenta sustituir comas por puntos y comas cuando sean oraciones diferentes, pero de una misma idea. Así también sustituir por puntos cuando quieras decir algo diferente.

     

    Puedes leer esos dos párrafos en voz alta para que veas que suena diferente. Queda muchísimo mejor.

     

     

     

     

    ¡Y es todo por ahora!

     

    Agatha les ha dejado el tópic de rol en el Bosque Prohibido, así que espero que puedan pasarse de una vez a rolear y que tomen en cuenta las correcciones.

     

    ¡Ánimo chicos! Les aconsejo que hagan 2 roles por semana para que consigan pasar la clase sin tanta presión.

     

    ¡Los quiero! :rolleyes:

  23. http://i.imgur.com/uyfu20L.png

     

    Sexta Planta ~

     

    Tic, tac, tic, tac. El sonido de las manecillas del reloj eran el único acompañante de Gryffindor en aquellas horas del día. Era el tiempo de la merienda, así que había dejado descansar a los sanadores por un momento, para que salieran a comprar algún bocadillo rápido; ya que no había tanto trabajo esos últimos días y no era muy necesario que estuviesen todos juntos en la planta. De igual manera, si algo ocurría, ella se encontraría atenta a las emergencias, así que no había problema alguno con estar sola.

     

    Se levantó de su escritorio y caminó hasta los cajones de su archivero, para sacar los papeles viejos que iba acumulando en el lugar. Había muchos que eran inservibles, así que no necesitaba tenerlos ahí quitando el espacio que se podría utilizar en otras cosas. Volvió hasta su silla de piel giratoria y se sentó, dejando la columna de papeles encimados en el centro de su escritorio.

     

    Hay muchas cosas que termino acumulando por flojera de revisarlas— murmuró al sentir la presencia de la enfermera debajo del marco de la puerta—. En fin, perdón Andrea, ¿necesitabas algo?— preguntó, alzando la mirada hasta el rostro de la mujer.

     

    Sí. Al parecer hay una plaga de doxys por todo el hospital, lo que es algo realmente peligroso. He escuchado por los pasillos que han mordido a un par de pacientes de otras plantas; por suerte la nuestra está vacía— respondió, con un semblante preocupado.

     

    Si, pero estamos nosotros aquí. ¿Qué más has escuchado?

     

    No sabía qué diablos estaba ocurriendo, ni mucho menos cómo había sido que esas criaturas habían ingresado a San Mungo. Habría que tener cuidado y crear la poción doxycida o al menos, comunicarse con las otras plantas para ver si ya se estaba llevando a cabo algún plan para exterminarlas.

     

    Debemos cerrar puertas y ventanas, no podemos dejar el pase libre a cualquiera que quiera llegar a la planta. Creo que en la botica hay un poco de doxycida, pero no creo que sea suficiente... Alguien la llegó a utilizar con anterioridad.

     

    Paula se levantó preocupada y salió de su oficina para inspeccionar toda la sexta planta. Caminó por cada box que se ponía frente a ella, la sala de curaciones, el cuarto de servicio y los baños; pero no había señal alguna de haber doxys. Igual debían de tener cuidado, porque las chicas podrían confundirlas con hadas y eso sería algo realmente terrible. Debía darles luz roja a su descanso, pues ahora más que nunca necesitarían estar todas juntas para cerciorarse de que todo estuviese bién.

     

    Sin más, sacó la varita de su bolsillo delantero de la bata y murmuró con suavidad un Expecto Patronum. Por medio de aquel hechizo, Gryffindor llamaría a las sanadoras a la planta, para informarles de lo que estaba ocurriendo. Esperaba que su jirafa de luz llegara pronto y que ellas atendieran rápido el llamado. No podían perder más tiempo con una situación tan seria.

     

    Ayúdame a cerrar todo, Andrea— le pidió, mientras volvía a guardar su varita de álamo.

  24. http://i.imgur.com/spPAmmG.png

     

    ~Ethan Rhodes

     

    Los preparativos para lanzar la convocatoria de los castings estaban casi listos. Habían pasado meses organizando lo que pronto sería un reality show, que ya en cierto modo se encontraba cansado de estar yendo de un lado hacia otro en busca de patrocinadores y otras cosas necesarias. Aunque no sabía si tenía que alegrarse porque iba a ser uno de los presentadores del show y con ello sería un casting menos, o llorar porque tendría que continuar trabajando cada domingo, durante los meses de emisión del programa.

     

    Ethan, solo falta que firmen las convocatorias para poder empezar a dejarlas hasta por los drenajes— le dijo uno de los productores, que se encontraba sentado detrás de un escritorio—. Y no olvides que tienen que estar a las tres de la tarde en la televisora para el comercial, ni tampoco que deben estar a las ocho en la radio por la entrevista que les harán sobre el programa.

     

    Más y más quehaceres. Mientras sostenía un bolígrafo de gel sobre su mano derecha, asintió a lo que su compañero le decía. Comenzó a firmar las fila de papeles que tenía frente a él, para después pasarlas a la otra persona que también estaría presentando con Rhodes. Por ser los últimos días eran los más pesados, pero tenían programado iniciar con los castings el mes siguiente —Octubre del 2014— y esperaba que los famosos tuviesen el tiempo suficiente para programar sus vuelos hacia Oakland, ya que éste lugar sería la sede.

     

    Ya está todo anotado, Paul. Encárgate de hacer llegar esto, que no quiero que sea un desastre en el último momento.— El hombre asintió y él se retiró.

     

    Estaba satisfecho con el trabajo que se llevaba a cabo en el edificio. Incluso, la casa que utilizarían los famosos, donde estarían expuestos a las cámaras, estaba lista para recibir a los diez artistas que aceptarían el reto de convivir entre ellos durante meses, intentando ganar y levantar aún más su carrera. O hundirla, dependiendo de lo que la televisión mostrase de ellos. Pero no todo sería tan sencillo, ya que tendrían pruebas internas semana a semana. En este show nadie sería eliminado como se acostumbraba, por el contrario, todos los participantes permanecerían en juego hasta final del programa, donde el voto de todos ellos sumado al apoyo del público determinaría el ganador.

     

    Miró su reloj. Marcaba las dos de la tarde, por lo que tomó una de las hojas que había firmado y salió del edificio, no sin antes tomar su saco negro del perchero de la oficina. El valet parking a distancia lo había visto, que cuando él bajó las escaleras, su auto ya se encontraba listo para ser utilizado. Le entrego un par de dólares y se subió, para emprender viaje hasta la televisora. Esperaba que la persona que presentase con él, estuviese informada de la grabación, pues no quería tener que posponerla.

     

    Finalmente, después de largos minutos de haber conducido, llegó hasta su destino. Se bajó del vehíc*** y accionó la alarma, mientras caminaba hasta el interior del lugar. Estaba acostumbrado a realizar presentaciones para los televidentes, que los nervios ya no eran algo común en esas situaciones. Se detuvo frente al mostrador de la entrada.

     

    Usted debe ser el sr. Rhodes— pronunció la secretaria rubia—. Lo están esperando ya en el área de grabación.

     

    Gracias, ¿podrían pegar la convocatoria en las puertas del edificio? Entre más visible esté, muchísimo mejor.

     

    CONVOCATORIA

     

    La compañía de producciones S.A., lo invita a participar en el reality show que está en puerta. Para ello, se llevará a cabo un casting en las instalaciones del edificio [1001 Broadway; Oakland, CA], el día 5 de Octubre de 2014 a las 9 am, donde pasarán por pruebas que evaluaran su capacidad para ser uno de los partícipes del programa.

     

    Datos personales:

    1. Nombre (Real y artístico si lo posee):

    2. Edad:

    3. ¿Es ciudadano estadounidense?:

    4. Profesión:

    5. ¿Ha causado alguna controversia a lo largo de su carrera? (Especifique):

    6. ¿Qué está dispuesto a ofrecer al programa?:

    7. ¿Cómo define su personalidad?:

    8. Adjunte foto (Descripción física del personaje):

     

    Los artistas seleccionados se harán acreedores de un reconocimiento y estímulo económico.

    ¡Anímate a participar!

     

    Le dejó el papel y se dirigió hasta el lugar que le habían indicado.

     

    ~~~

     

    OFF:

    Holaaa mis amores! :love: Sisisi, bienvenidos a su clase de Rol Avanzado 49!

    Muchísimas felicidades por haber llegado hasta este punto en la Academia *-* Y espero que pongan de su parte para que esta clase no sea tan tediosa y que se lleguen a graduar de una vez por todas 'o'

     

    Bueno, antes que todo, me presento! Mi nombre es Paula y soy de México. Vivo en un pequeño estado que lleva por nombre Colima, por donde ni el aire pasa ): Jajaja! Tengo 16 años y estoy en 5to semestre de preparatoria! Así que ya me queda un añito para entrar a la Universidad (pero no hablemos de esto, porque no sé que diablos voy a estudiar).

     

    On rol mi personaje se llama Paula A. Gryffindor... Pertenece a la Orden del Fénix donde lleva el rango de Templario :3 Es subdirectora del hospital mágico, San Mungo.. Y pues, nada más.. Espero poder conocerlos un poquito, más adelante!

     

    Y bueno, mi compañera Agatha (Mica), traerá las instrucciones de cómo llevaremos la clase. Yo voy a dejar la ficha de mi personaje en off rol, pero ustedes deberán rolear y dejarla en ON.. En fin, ya Agatha les explicará como va! :3

     

    Cualquier cosa que necesiten, tienen mi skype(: pau_lioncourt

     

    ¡Ánimo amores, bienvenidos! :rolleyes:

     

     

     

    Datos personales:

    1. Nombre (Real y artístico si lo posee): Helena Jones | Allie Grant

    2. Edad: 27 años

    3. ¿Es ciudadano estadounidense?:

    4. Profesión: Cantante.

    5. ¿Ha causado alguna controversia a lo largo de su carrera? (Especifique): Participé en revistas para caballeros y a partir de éstas los reporteros comenzaron a crear notas falsas acerca de mis últimos proyectos. He faltado el respeto a la prensa por degradar mi carrera de solista.

    6. ¿Qué está dispuesto a ofrecer al programa?: Mi talento y mi naturalidad para decir las cosas, sin que nadie me impida hacer lo que quiero. Soy bastante liberal y me gusta discutir.

    7. ¿Cómo define su personalidad?: Soy bastante alegre, egocéntrica y orgullosa. Una persona que da todo de sí misma por conseguir lo que quiere; sensual, enamoradiza y dispuesta a tomar riesgos que puedan favorecerle.

    8. Adjunte foto (Descripción física del personaje): Cabello rubio cenizo, largo y ondulado. Su tez es bronceada; mide aproximadamente 170 centímetros, tiene la nariz respingada y los labios carnosos. Sus ojos son grandes y verdes, lo que hace que atraiga la atención de las personas. Es delgada y tiene las piernas torneadas ya que todos los días en la mañana sale a correr.

     

     

     

    Lista de Alumnos

     

    Cillian

    RoryKimi

    Kutsy

    Vrael Myrddin

    Jeanne

    irina selene

    Lillian Potter Evans

    Meiiden Bathory.

    • Me gusta 1
  25. Lamentamos no haber respondido antes a lo que mencionaste por aquí, Eliot. Pero debo decirte que te entiendo, así que no hay ningún problema con que hayas continuado con la idea que tenías en mente, solo que en cierto modo el "giro" que le dio a la trama Kritzai, tanto tu, como Nico, pudieron haberlo hecho suyo y acomodarlo a su manera... No pasa nada, se me hace excelente que te hayas puesto de acuerdo con nico para moverse, eso en parte era lo que queríamos.

     

    Por otra parte, este es más un consejo que les voy a dar xD Cuando estén llevando un rol con alguien, antes de mover el personaje de la otra persona, asegúrense de que ésta esté informada y les haya dado el permiso de hacerlo... Porque en lo personal, a mi no me gusta que lo hagan xD Ya que solo el dueño del personaje sabe manejar a la perfección las características de éste, y bueno 'o'

     

    ¿Qué más les digo? Pues nadaaa, mis amores +.+ Aunque la hicieron como quisieron (? xD me gustó dar clase con ustedes *-* Solo eran 4 activos, pero supieron completar roles y bueno, me alegro que.. creo, los cuatro aprobaron la clase, así que soy la más feliz *-* Espero que puedan conseguir graduarse de una buena vez! Y aquellos que van a la Orden del Fénix, allá nos veremos B) Y los que no, los veré tras las rejas :rolleyes: xDDDD

     

    Los quiero muchísimo 'o' Todos tienen un potencial impresionante y seguro su rol mejorará aún más con la práctica! Les dejo sus correcciones finales:

     

    Kritzai ~ Aceptable: 15 puntos

     

     

    ¡Hola Kritzai! Finalmente hemos concluido con la clase, así que me alegro de que hayas aprobado Rol Avanzado de una buena vez jiji. Me ha gustado dar clase y espero que a partir de este momento puedas tomar en cuenta las correcciones que te he hecho. No me iba a ir sin antes dejarte unos detalles finales, aunque lamentablemente son cosas que te he dicho con anterioridad. ¡En fin! Muchísimas felicidades 'o'

     

    Pasando a tu rol, he visto que aún tienes faltas con los signos de puntuación, pues me pones muchísimas comas en lugares donde no deberían ir. Ya te he dicho que los puntos separan ideas diferentes en un párrafo y éstas son claras siempre. Lee en voz alta tu rol para que lo notes. Igual te voy a citar un párrafo para que te des cuenta:

     

    Las balas nos rosaron, incluso aprecié un dolor profundo en mi brazo izquierdo, lo mire y observe un corte, no muy profundo pero igual estaba ahí, la sangre brotaba ligeramente empapando mi camisa, eche un vistazo a la pareja de extranjeros; pues se veían aturdidos, temerosos y abrazados el uno con el otro juntos. El joven en cambio tenia la mochila entre sus piernas, parecía afligido, o a la vez confuso, como si la situación se hubiera salido d sus manos, comprendí que era solo un joven llevado a lo extremo en esta situación.

     

    Correcto sería:

     

    Las balas nos rozaron; incluso aprecié un dolor profundo en mi brazo izquierdo. Lo miré y observé un corte, no muy profundo pero igual estaba ahí; la sangre brotaba ligeramente empapando mi camisa. Eché un vistazo a la pareja de extranjeros, pues se veían aturdidos, temerosos y abrazados el uno con el otro, juntos. El joven en cambio tenía la mochila entre sus piernas, parecía afligido y a la vez confuso, como si la situación se hubiera salido de sus manos. Comprendí que era solo un joven llevado a lo extremo en esta situación.

     

    ¿Notaste? Siguen siendo muchas faltas en con las comas, los puntos y los puntos y coma. Puedes leer más por internet acerca de ésto... En realidad es sencillo darse cuenta, porque las pausas son completamente diferentes. La coma es un simple respiro que se da al lector; el punto separa ideas por completo diferentes y el punto y coma es una pausa entre éstas dos, que separa ideas de un mismo tipo.

     

    Ahora, de igual manera también he visto que te han fallado los acentos. Y esto es algo que también te mencioné anteriormente. Los verbos en pasado se acentúan: eché, miré, observé... Así sean en primera o tercera persona, pero se acentúan. Tenlo en cuenta para la siguiente vez que rolees, porque si es mucho aún lo que ensucia tu rol.

     

    ¡Felicidades por aprobar! 'o'

     

     

     

    Nico_op23 ~ Extraordinario: 20 puntos

     

     

    ¡Hola cariño! No me había tocado revisar tus roles, pero creo que ni siquiera tienes cosas que se deben corregir. Roleas excelente, tus descripciones son completas... Sabes cuándo y cómo utilizar los signos de puntuación, así no tienes fallas graves. He visto una (a decir verdad solo porque quería encontrar algo para corregir xD) que es en los diálogos. No es algo tan grave, porque muy buenos roleros igual fallan en eso, pero te lo voy a decir para que lo tomes en cuenta:

     

    Un suspiro se le escapó a Shu segundos antes de contestar -Sí, te amo.- luego besó apasionadamente a Amun y la imagen se fue desvaneciendo lentamente.

     

    En esa parte, donde pones el guión final, después de un punto... Siempre la palabra que continúe tiene que ir en mayúscula. ¿Por qué? Porque estás poniendo un punto final en el diálogo y por ende, seguiría mayúscula. Pero como te dije, es algo simple y que nada más lo marqué para que lo tomes en cuenta después. Quiero que tu rol esté impecable después de esta clase, pues xD

     

    Me encantó tu rol y por eso te puse el extraordinario. Sabes transmitir las emociones que sienten tus personajes, al ser leído... Así que tu rol es excelente. ¡Felicidades, nico! *-*

     

     

     

    El resto, como ya saben, las traerá Kya *-*

     

    ¡Muchas felicidades, amores!

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