Franck Lovegood R.

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Franko Lovegood, joven mestizo, cuya madre es muggle y su padre un mago llamado Kurt Ayrton Ravenclaw. El hecho de que viviera su infancia con su madre, sin haber visto o conocido nada de su padre ni de lo que él era realmente, no fue motivo suficiente para no relacionarse con aquel mundo de magia ya que a la edad de once años recibió una carta del colegio Hogwarts. Desde entonces aquel niño descubrió un nuevo mundo.
 
El primer día de clases, imposible de olvidar. La llegada al imponente castillo, cruzando el lago en unas barcas, aquella enorme puerta que se abría de par en par, y las innumerables escaleras que se trasladaban de una esquina a otra. Y después el gran comedor, donde todos los alumnos estaban repartidos en cuatro extensas mesas a la espera de los nuevos de primer año, que serían distribuidos a cada una de las cuatro casas según la elección del sombrero seleccionador. Al escuchar su nombre, el Lovegood un tanto nervioso, se acercó lentamente hacia el sombrero y se lo puso. Al parecer no le costó mucho hacer una elección ya que en cuestión de segundos lo escuchó gritar fuerte y claro “Ravenclaw”, desde entonces supo que estaba en el lugar correcto, y más sabiendo que era uno de los descendientes de la mismísima Rowena Ravenclaw, fundadora del colegio.
 
El joven mago le había tomado mucho afecto desde un principio a su casa, había creado un vínculo de lealtad y orgullo sobre todo lo referido a ella, y estaba decidido a demostrar todo lo que implicaba representar a esa majestuosa casa que era la Ravenclaw. Sin embargo, más allá de todo eso, fue un año de misterios y asombros, todo era nuevo para él; pero lo que más le fascinó fue aquel deporte llamado Quidditch, cada vez que había un partido se emocionaba por ir a verlo, aunque también comprendió que era un deporte un tanto brusco y que todavía no tenía edad suficiente para intentarlo.
 
En su segundo año en el colegio se sentía más cómodo, como si aquel fuera su lugar. Ya había estado todo el año anterior conociendo aquel mundo, aunque todavía tenía mucho más por aprender. Sus notas ese primer año habían sido muy buenas, uno de los mejores promedios a decir verdad, y ese año tampoco sería la excepción. Pero fue en el tercer año donde comenzó a probar cosas nuevas, su plan de estudios había cambiado y ahora tenía más asignaturas, de las cuales escogió “Cuidado de Criaturas Mágicas” y “Runas Antiguas”. También se postuló para formar parte del equipo de quidditch, pero lamentablemente no quedó dentro
 
Ya en su cuarto año se desenvolvía perfectamente en el colegio, sus notas seguían igual de buenas, y su mayor logro fue haber entrado dentro del equipo de quidditch de Ravenclaw en la posición de cazador; para su fortuna ese año fueron los campeones. Y el quinto año fue uno de los más complicados para el joven mago. Entre los TIMO´s, los cuales ninguno estuvo por debajo de “Supera las Expectativas”, el equipo, y sus nuevas responsabilidades como Prefecto lo mantuvieron muy ocupado.
 
A partir del sexto año ya comenzaba a tomar más enserio las cosas, estaba listo para afrontar los últimos años del colegio, pensar en un futuro y fijar su rumbo. Ahora su próxima meta eran los EXTASIS, pero sin dejar de lado el equipo de quidditch del cual era capitán, y no planeaba defraudar a nadie. Ahora sí, una vez terminado el año escolar solo restaba comenzar el último dentro de Hogwarts. Para su sorpresa ese año se celebraba el Torneo de los Tres Magos, del cual fue uno de los seis postulantes de su colegio, lamentablemente el Cáliz de Fuego no lo escogió para ser campeón, por lo que decidió centrarse únicamente en los exámenes, y en disfrutar el último tiempo con sus amigos. Si bien era muy conocido el Hogwarts, y en especial en su casa, por el hecho de ser descendiente de una de las fundadoras, sus verdaderos y mejores amigos eran apenas unos pocos; y si no fuera por ellos y por todo el apoyo que le dieron no habría podido afrontar todo lo vivido durante esos siete años en el colegio.
 
Y al final llegamos al día de hoy, ya convertido en todo un adulto, el Lovegood se encuentra felizmente casado con su amada Roxanne Rambaldi. Disfruta de una vida plena, trabajando en el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas del cual es uno de los jefes, y siendo patriarca junto a sus primos de la familia Myrddin. El rubio teñido se sentía afortunado de tener una vida como la suya y de poder vivirla junto a todos sus seres queridos.