Tais Sara Black E.

Definitivamente el departamento de regulación y control de criaturas mágicas no me gustaba, pero el deber era el deber y yo le había prometido a Lucas pasar por su permiso así como de paso investigar si era necesario registrar a Noel como mitad demonio o esperar que el cumpliera un poco mas de edad. Bueno, lo bueno de este asunto es que parecía que Noel disfrutaba de nuestra espera en el elevador ya que su particular ruido se escuchaba con claridad “disfruta tu niñez pequeño” suspiraba besando una de sus mejillas mientras lo tomaba mas entre mis brazos. Las puertas del elevador se abrieron dejando ver todo el piso con gente trabajando, lo cual me hacía sentir un poco nerviosa.

—Bien pequeño, recuerda que esto lo hago por buena persona….entre otras cosas, pero ese es nuestro secreto—le decía admirando como lucia bien en el conjunto que le había escogido Lucas

Desde que Lucas supo de mi hijo. Se había dedicado a Noel completamente, él era el que se paraba en las madrugadas a cuidarlo. Los dos nos asustamos juntos cuando toco darle su primer baño al pequeño demonio y por otro poco casi lo mato al perder a mi hijo en el castillo Evans de no ser por ese aleteo constante no lo hubiera encontrado ¿Cómo se puede perder un bebe de tres semanas? Y bueno ahora era la etapa de la ropa y Lucas había optado por ponerle esta vez un mameluco completo de color negro y una mini chamarra de mezclilla, tenía que admitirlo Noel lucia bastante bien.

Salí del elevador con paso decidido hacía la recepcionista sin mirar a nadie más, “tal vez sería bueno buscar a mi madre desde que había nacido Noel, no he tenido contacto con ella”. Tome a Noel mas entre mis brazos procurado no lastimarlo, notando como los pequeños ojos negros de mi hijo miraban fijamente a la recepcionista, haciendo que mi pequeño dejara de hacer su ruido. Eso significaba que con gente extraña o que no le era agradable, no merecía su ruido “testarudo” sonreí levemente.

-Buenas tardes señorita, vengo a tramitar el permiso de mi marido. Miguel Black como licántropo; tengo conmigo su autorización, se que él tiene que venir, pero digamos que tiene problemas con el piso-le explicaba a la recepcionista mientras sentía como Noel jugaba con una de mis ondas obscuras-y quisiera saber también ¿si tengo que registrar a mi hijo? Es mitad demonio.

Ethan volteó a ver a sus compañeros sin darle mucha importancia a sus palabras, darle importancia a dichas palabras seria un juego para niños y para la ocasión que los rodeaba la testosterona estaba de sobra. Miro al resto de la clase esperando que una de las chicas dijera algo o alguna reacción, pero al parecer ni una de ellas diría nada, tal vez el susto de ver un cuerpo las hacia retroceder a la misión “Y yo que pensé que a las chicas les gustaba meterse en todo” suspiro sacando de su mochila su cajetilla de cigarrillos. Coloco el cigarrillo en sus labios para posteriormente prenderlo mientras escuchaba las palabras de los de más chicos y observaba lo que hacían.

-No ay que descartar ni una hipótesis-comente exhalando el humo del cigarrillo-respecto a lo de reunir a la personas creo que contamos poco tiempo, el culpable puede desaparecer mientras se interrogan a los demás-

Durante todo ese tiempo Ethan contemplaba a los espectadores y a las murmuraciones de las personas, al parecer ese hombre no era conocido para nadie o podía ser que la persona que lo conociera no quería estar involucrada en el asunto. Sí hubo algo que llamo la atención del ojiverde fue un hombre de vestimentas obscuras, de cabello rojizo, tez blanca y fría que observaba todo en silencio. La actitud de ese hombre no parecía ni alterarlo ni sorprenderlo como a los de más al ver los ojos sin vida de ese cadáver, por alguna razón los ojos almendrados de ese hombre solo contemplaba el cuerpo detallando cada cosa.

-¡Ey! Chicos, ya vieron-hablo el castaño de tal manera que solo lo escucharan sus compañeros-¿No creen que eso es sospechoso?-señalo con la mirada aquel hombre que empezaba actuar con nerviosismo

El hombre observo una vez más el cuerpo, tratando de ocultar su nerviosismo. Sus ojos intentaron no cruzarse con los de los chicos intentando pasar desapercibido “Tú debes de saber algo” sonrío levemente Ethan sintiendo al culpable entre sus manos. Aquel hombre al sentir la mirada penetrante del ojiverde, dio la media vuelta perdiéndose entre las personas.

-¿Quién me acompaña?-cuestiono el castaño sin quitarle la mirada a ese hombre que se escabullía por uno de los pasillos obscuros de la puerta

Ethan tiro el cigarrillo al suelo, sin detenerse a ver quien lo acompañaba camino hacia la dirección que ese hombre había tomado “tumultos” pensó con desagrado mientras trataba de hacerse camino entre la gente que solo se acomodaban mas para ver mejor el espectáculo.

Mazmorras

Mientras mis compañeros hablaban de sus dudas observe como uno de los sanadores se alejaba del grupo en silencio procurando no alterar a nadie, fruncí un poco los labios extrañada por la actitud de aquel. Sin esperar permisos coloque mis manos en los bolsillos de mi bata sabía que había lugares en los que no podía entrar, pero si estaba a pasos de aquel sanador estaba segura de que nada me pasaría y de paso tal vez lo podría ayudar.

Detuve mis pasos en cuanto el se encontró con los pacientes, al parecer el tenia una relación muy cercana con aquellas personas. Mis ojos obscuros los miraron detenidamente notando cada uno de los movimientos que usaba mi compañero para curarlos.

-¿Puedo ayudarte?-murmure saliendo de mi rincón acercándome a ellos

Hola vengo hacer cambios, hace muchos tiempo que no pasaba por acá jejeje. Primero aumentar mi historia después del ultimo párrafo va esto, claro que sin eso de marca jejeej.

En un tiempo perdió la memoria a causa de un duelo pasando dos semanas en San Mugo sin ningún éxito de recuperación de sus recuerdos. Al salir de San Mugo sola y sin saber que hacer conoce a Laimi Petterson que la adopta como su hija en la familia Evans. Tiempo después conoce a la familia Black siendo adoptada por Hugo J. Haughton. La convivencia con sus padres adoptivos hace que Tais recuerde su vida y con esto se revele un secreto. Hugo J. Haughton es su verdadero padre y que las personas que ella consideraba sus verdaderos padres solo eran sus guardianes.

 

Una vez más la vida de Tais transcurre con tranquilidad trabajando en aquel hospital que la cuido cuando estaba convaleciente San Mugo, trabajando en las mazmorras como aprendiz. Tiempo después y creyente de que no iba a tener hijos con nadie adopta a Aicitel Lëw Crouchs B. en la familia Black.Una mirada y un recuerdo bastaron para que su mundo cambiara de nuevo, convirtiéndose en madre por primera vez de un niño al que llama Noel R. Black. Al nacer su bebe se hace la promesa de que nunca revelara el nombre del padre de su hijo, solo a Noel en su momento debido a su condición mitad demonio.

Bueno eso es lo primero y lo segundo es donde dice otros datos por favor poner

 

 

Madre adoptiva de Aicitel Lëw Crouchs B vampira

 

Madre de Noel R. Black mitad demonio

Muchas gracias por los cambios

Una semana después del nacimiento de Noel: Tais Llegada a las Mazmorras junto a muchos o.o

Llegue como siempre a San Mugo a cumplir con mis deberes en la Planta Dos, tome uno de los expedientes para revisar quien sería mi próximo paciente. Leía los expedientes en la recepción mientras pensaba en el bienestar de mi hijo, era la primera vez que nos separábamos y me causaba cierto nerviosismos dejarlo con Alex sabia que él lo cuidaría como su hijo, pero ¿Sabría hacerlo bien? Y más en la condición que tenía Noel. Negué un poco dejando de leer para ponerme mi bata de trabajo, para después ir con el paciente de la habitación número 12.

-¿Qué haces aquí Tais?-

Voltee a ver a la dueña de esa voz mirándola con un poco de extrañeza se me hacia un poco raro que una enfermera me hablara así ¿Acaso regrese un pronto? Sonreí levemente tomando mi bata mientras la acomodaba para poder ponérmela.

-Hoy es mi día de volver al trabajo-le respondí mientras me colocaba la bata blanca que cubría los tres kilos de peso de mas que me dejo Noel

-Sí ya sé, pero no debes de estar aquí deberías de estar en las mazmorras-

La mire tratando de entender sus palabras, fruncí un poco el seño tratando de recordar. Antes del parto de Noel, había decidido pedir un cambio de empleo dentro de San Mugo en las Mazmorras cierta mente me gustaba mucho los casos de la Planta dos, pero consideraba que necesitaba un poco mas de acción de mi vida. Aunque claro ahora ser madre soltera de un pequeño demonio y aprendiz en las mazmorras sería suficiente acción en mi vida.

-Estás hablando enserio-sonreí abiertamente

Ella solo asintió correspondiendo a mi sonrisa, ambas brincamos y nos abrazamos. Todavía podía recordar cuando ella me recibió en mi primer día en este piso.

-Anda ve, te deben de estar esperando-me animo

-Sí claro, dile a Anna que si algún día me necesita estaré aquí-

Corrí al elevador a toda prisa, para llevar tacones lo hacía muy bien. Oprimí el botón del elevador para que las puertas se abrieran “vamos abran” las puertas se abrieron, rápidamente me mentí en el levador volví a oprimir otro botón, pero esta vez me llevaría a las mazmorras. Mientras el trayecto atrape mis ondas obscuras para hacerme una coleta, odia que unas de mis odas interfirieran en mi vista cuando trabajaba.

Al pisar las mazmorras mire a todos lados, mis ojos obscuros pudieron ver a unos chicos que seguían a una chica con bastante seguridad sí que lo que pude deducir la chica era la líder. Me uni al grupo en total silencio, observando como la chica se despedía de un hombre que al parecer era un paciente. Sonreí levemente esperando que las indicaciones continuaran ya que era obvio que me perdí las primeras.

Me adentre en Magic Mall con Noel entre mis brazos que miraba todo atentamente, para tener unos días de nacido Noel parecía que hacia sus propias conclusiones. Sonreí levemente mientras caminaba por los pasillos encontrando el motivo por el cual estaba aquí. En efecto buscaba un gato para Noel, sabía que siniestro se acostaba a su lado mirándolo fijamente al bebe, muchas veces los dos me hacían pensar que tenían una plática muy interesante y yo sobraba. Sin embargo cuando los grandes ojos negros de Noel me observaban y su ruido empezaba sabia que quería que lo tomara en mis brazos. Es por eso que llegue a la conclusión que Noel necesitaba un amigo de “su edad” un gato que lo hiciera a su forma de ser porque aunque siniestro lo quisiera, mi felino animal tenía mis costumbres.

-Bien Noel ¿Cómo quieres tu gatito?-le cuestione mientras veíamos muchos gatos de diferente especie

Camine con detenimiento escuchando el ruido de mis tacones, mirando a cada uno de los gatos.Todavía podía recordar aquel día que fui por siniestro, en cuanto los dos nos vimos entendimos que seriamos unos bueno compañeros.

-¿Y que dices de este pequeño?-

Nos acercamos a un aparador donde había un gatito negro como de cuatros meses, pero a Noel le parecía no agradarle ya que miro a otro lado sin mucho interés.

-Creo que eres igual de exigente que tu padre-negué sonriendo

Seguimos caminando entre la gente mientras mi pequeño agitaba sus manos con emoción, pero sin ver a ni un gato que le pareciera. Suspire un poco, tal vez me había adelantado a la idea de que Noel tuviera un compañero. Un ruido que conocía a la perfección hizo que volteara a verlo con rareza.

-¿Qué pasa pequeño, ya encontraste algo?-le cuestione

Noel tenía su mirada por encima de mi hombro derecho, mirando con detenimiento algo que se encontraba lejos por su ruido pude deducir que estaba feliz o por lo menos le agrado algo. Voltee a mirar a mi lado izquierdo notando a lo lejos un gato como de un mes.

-¿Así que eso es?-sonreí dando la media vuelta

Acomode a Noel entre mis brazos de tal manera que pudiera ver al gatito que esperaba justo en el mostrador. Era un gato bosque de noruega sus pequeños ojos grises miraban a mi hijo con seriedad mientras este hacia su ruido cada vez más constante, el pequeño gatito intento estirar su pata para tocarlo, pero en lugar de eso le sonreí al pequeño animal volviendo acomodar a Noel para que su mirada quedara de nuevo en mi hombro.

-Buen día- sonreí al empleado-¿Me podrías dar un formulario? Por favor, deseo llevarme ese gatito-le indique con la mirada al pequeño animal que estaba cerca de él

El hombre asintió sacando un formulario de su cajón, la extendió frente a mí colocando tan bien una pluma y tinta. Le agradecí con la mirada a la vez que liberaba una de mis manos del cuerpo de Noel para escribir.

 

ID: 115720

Nick: Tais Sara Black E.

Bóveda:Bóveda de Tais

Fecha: 29/08/2012

 

Nombre del Producto: Gato Bosque de Noruega

Objeto, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos de unidad: 10

 

Cantidad de unidades: 1

 

Precio por unidad: 100 G

 

Precio total: 100 G

 

Total de puntos: 10

Sonreí entregándole el formulario al mago volviendo abrazar con fuerza a Noel esperando que todo estuviera bien y pronto pudiéramos irnos.

Un silencio sepulcral se hizo presente en todo el salón, todos los presentes se miraban entre sí tratando de asimilar las palabras por dicho hombre que anunciaba la desgracia en la Academia. Ethan permaneció en su lugar con la mirada seria mientras tomaba su mochila y se la colocaba en su hombro derecho. No se tenía que ser sabio para saber que a todos los sacarían de ese lugar “Supongo que esto es lo mejor que pudo pasar” fue su pensamiento al instante que se paraba de su lugar escuchando las palabras del profesor indicando que la clase se suspendía.

Tal vez su salvación de la clase se había vuelto realidad y podía pasar el resto del día con su chica que estaba seguro que lo esperaba en casa con su sonrisa fría y falsa o tal vez con un cuchillo por que podía percibir el aroma impregnado en él por el cigarro que fumo “ ¿Cómo es que terminaste con ella?...oh si” sonrío levemente recordando cierto días.

-Todos pónganse en fila india y no se separen de nosotros a menos que se lo indiquemos-

¿Qué acaso los consideraban unos niños? Ethan sonrío le lado obedeciendo a sus maestros se coloco en fila india junto con los demás dándole paso primero a las chicas que parecían más preocupadas y angustiadas. ¿Quién se atrevería acecinar en una academia? ¿Cuáles serian los motivos? Y sobre todo ¿En que estaba involucrado?.

Los pasos de sus compañeros que estaban delante de él se detuvieron en seco haciendo que ojiverde se tropezara un poco.

-¡Ey que demoni….!- dijo con sorpresa mientras se revolvía su cabello castaño

Sus palabras se callaron al ver el cadáver tirado de aquel hombre en las escaleras de mármol. Ethan ignoro el bullicio que se situaba alrededor, lo que le impresiono fue ver los ojos del muerto que demostraban terror en su mirada y una angustia inimaginable. La sangre en su pecho aunque discreta no dejaba de ser un poco escalofriante haciendo que Ethan negara dejando sus pensamientos de lado.

-Yo digo que tuvo un lio de faldas, una de las chicas se arto y lo mato-dijo con simpleza a sus compañeros que lo miraban con incredulidad-Bueno, investiguemos que es lo que paso-

Planta tres con mi la familia y Noel

Contemplaba a Noel con detenimiento, sus parpados se abrían y entrecerraban haciendo que sonriera abiertamente, su bostezó era suave a la vez que estiraba los dedos de sus manos sin dejar de hacer su particular ruido “supongo que estas contento” me decía mientras pasaba una de mis manos por su rostro tratando de no ser brusca.

-Ya te entendí-le decía escuchando cada vez más claro sus ruidos

La puerta se abrió de repente dejando ver a una chica emocionada que pude reconocer inmediatamente como mi pequeña Ania. La mire con ternura notando sus ojos llorosos, le hubiera secado sus lagrimas, pero Noel ocupaba mis brazos.

-¡Ey! Pequeña no llores, si tuvo algunos problemas para nacer-le explique con tranquilidad-pero míralo está bien-

Le mostré al pequeño ojinegro que la miraba con detenimiento dejando de hacer su particular ruido, como si estuviera tratando de analizar quien era Ania.

-Ania mi pequeña te presento a tu ahijado, Noel te presento a tu madrina-

Ania se acerco con cautela a la vez que Noel extendía una de sus manos. El momento era tan único que siempre lo atesoraría en mi mente. Por otro lado me alegraban las palabras de Jay, esta cama ya se me estaba haciendo incomoda por no decir que muy dura para mi gusto

-Alex-

Nombre al chico al verlo entrar con una sonrisa radiante, por su mirada podía notar que tenía un poco de timidez. Negué sonriendo tratando de darle un poco de ánimo.

-Perdón, no quiso esperarse…creo que heredo mi terquedad-sonreí sonrojada abrazando mas a Noel

El ruido de Noel se hacía cada vez más constante al estar más cómodo entre mis brazos, bostezo un poco mirando a Alex. Para ser sincera se veía un poco simpático con su gorrito y su manta.

-¿Quieres cargarlos? Y llevarnos a casa, ya quiero salir de aquí-le sonreí un poco cansada y con sueño

Alex solo sonrío, imagino que pocas beses en su vida él me había visto cansada.

Planta tres con Jay

Escuchar decir a Jay que mi bebe no estaba bien eran momentos angustiantes por más que tomaba la mano de Dylan no me tranquilizaba. Era un poco raro ese sentimiento por primera vez algo me importaba que no fuera yo. Sin embargo un particular sentimiento se acrecentó mas, quería al padre de mi hijo a mi lado era la primera vez que lo necesitaba ahora más que nunca. Yo siempre habría pensado que era lo bastante para la situación, que no lo necesitaba, pero escuchar a mi cuña hizo que experimentara el miedo por primera vez.

Seguí las indicaciones de Jay con la firme idea que mi hijo estaría en este mundo. Grite, llore enterraba mis uñas en la mano de Dylan sin importaba si a este le dolía. Un último suspiro se escapo de mi garganta, segundos después un llanto invadió la sala haciendo que sonriera abiertamente a pesar del cansancio que tenia.

-Juro que esta es la primera y última vez que paso por esto-murmure agitada notando que mi cuña y mi hermano sonreían abiertamente

Tome a mi hijo en brazos, era la primera vez que tomaba a un recién nacido. Instintivamente lo destape un poco de su manta buscando que todo en él estuviera completo, se que Jay me había dicho que estaba bien pero necesitaba verlo por mí misma “bien, dedos completos, piecitos. Al parecer todo está bien” suspire aliviada. Sonreí levemente mirando las facciones de mi hijo, parpadeaba un poco como tratando de acostumbrase a su entorno. Acerque un poco más mi mirada a la suya para descubrir el color de sus ojos.

-Así que tienes ojos negros-le murmure-supongo que te tengo que poner un nombre, pero te aviso jovencito que no probaras café hasta que cumplas los 17 años-

Lo mire atentamente su piel era ligeramente morena como la mía, sus ojos eran de un negro impresionante que me causaba un poco de temor eso era señal que era por parte del padre. Sonreí levemente al ver como fruncía su pequeña nariz, pero si hubo algo que llamara mi atención fue una mancha en su hombro derecho en forma de pentagrama “eso si es raro”

-Ya te tengo un nombre, bueno hace mucho lo platicamos-le explique sintiendo su ojos negros en mí, como si me entendiera-bienvenido seas Noel R. Black-sonreí con orgullo

Lo mire con un poco de extrañeza al escuchar un particular ruido de él “¿será?, bueno que esperabas sola no lo hiciste” negué abrazando mas al pequeño bulto entre mis brazos no sin antes percatarme que otro ruido raro se oía fuera de la sala “me alegra que estuvieras aquí”

-Gracias a los dos, les ofrecería ser padrinos pero este niño ya tiene muchos-

Planta tres con Jay

-¿Ahora?-cuestione un poco alarmada-Lo siento hermanito, el deber…es el deber-

Tome la mano de Dylan con un poco de fuerza, me sentía un poco nerviosa por toda la situación. Era la primera vez que yo pasaba por todo esto en la vida me imaginaba que esto dolía tanto “si hubieras leído los libros” me auto regañe recordando todos esos libros de madres primerizas y cuidados para esta ocasión, ¡pero no! creí que esto era pan comido. Sin detenerme a pensar que mi hijo no era un humano completamente.

-Te juro que si no estuviera en esta situación me atacaría de la risa-hable con dificultad escuchando el comentario de mi hermano sintiendo el sudor recorrer mi frente -Jay te juro que no puedo-le suplique cerrando los ojos pujando

Cerré los ojos con fuerza, escapándose un grito de mi garganta sintiendo un frio recorrer mi espalda y mis vellos erizarse con cada aliento para pujar. Mi único alivio era tomar la mano de Dylan como si la vida me dependiera de ello, solo deseaba no alterar la paz de los demás pacientes. El esfuerzo y el cansancio se estaban apoderando de mí, sin embargo poco a poco estaba empezando a sentir como me partía en dos.

-¿Todo bien Jay?-le cuestione agitada tratando de dar lo mejor de mi

Planta tres con Jay

Caminar eran las indicaciones, sin embargo por mi mente no dejaba la idea de que no era tiempo aun. Ok, algo era claro…la terquedad y necedad la había heredado de mí, era más que obvio que con o sin mi consentimiento él nacería. En una de las vueltas ayudada por la enfermera me detuve un momento a analizar lo que no me había puesto analizar en todo este tiempo ¿Qué tanto heredaría de él?. No es que fuera un hombre feo, no hasta eso no, pero…yo era una humana y el bueno… él era un demonio y eso en parte me atemorizaba un poco “vida pasada” fruncí un poco la nariz recordando todo.

-Como estas-

Voltee a ver a mi cuña, colocando uno de mis mechones obscuros detrás de la oreja. Le sonreí levemente tratando de tener todo el control aunque cierta persona no estaba de acuerdo.

-Creo que bien cuña, aunque si te confieso algo. Quiero masticar hielos-murmure avergonzada

Una vez más seguía a Jay atentamente con la mirada, todo esto me era nuevo por no decir que nunca en la vida me imagine en esta situación. Tome una las pociones que la cuña me invitaba, sonreí complacida al sentir el sabor de la cafeína en mi boca y por alguna extraña razón al pequeño lo tranquilizaba, lo malo que la tranquilidad duro poco ya que al probar la del sabor amargo volvió alterarlo.Hice unas leves muecas tratando de acoplarme al sabor, pero una voz llamo mi atención sacándome una sonrisa haciendo que olvidara el trago malo.

-Hermanito de mi alma te agradezco que estés-halaba con dificultad-¿listo para el show?-

Planta tres con Jay

En cuanto la enfermera me vio prácticamente me puso en la camilla sin escuchar mis dudas. De un momento a otro Jay ya estaba a mi lado cosa que me alivio, sin embargo escuchar eso de ¿Pulso? ¿Presión? ¿De que demonios se trataba todo eso?.

-Espérate tantito-respire con dificultad tratando de ver a mi cuña mientras ella hablaba-no es tiempo aun, no estoy lista-suplique con un poco de temor

Jay había dicho algo de hablarle a mis familiares incluso a Alex, pero no contaba con ni uno de ellos todos tenían claro que este acontecimiento seria dentro de unos días no ¡ahora! Alex me había dicho que se quedaba unos días a acompañarme ya que presentía algo, pero no. Prácticamente lo corrí para que hiciera sus cosas.

-Bueno si me prestas a tu marido te lo agradecería-respondí con dificultad mirando como mi pelinegra cuñada revisaba si era el momento.

Por su mirada pude denotar que algo no le agradaba y no estaba en un error y más al escuchar sus palabras.

-Bueno para ser sincera apenas empezaron y la verdad no se cada cuanto-suspire fuerte cerrando los ojos-pero juro que tomare el curso intensivo-

¿Cómo era posible que bromeara?

Primero en rondas en la planta dos y después en la Planta tres

Ya habían pasado unas semanas desde que había ido con Jay a ver por fin que era con la cosa que estaba platicando todos los días y que mi gato siniestro miraba con detenimiento, no es que le dijera cosa por desprecio si no que a mí me resultaba simpático y mas por que el papá era un demonio. Aunque no había mucha platica entre ambos, él estaba enterado de todo… cosa que me sorprendía un poco. “bueno que esperabas” fue una de mis pensamientos mientras veía uno de los expedientes de los pacientes. No era un caso grave pero tan poco era para dejarlo pasar.

-Bien pequeño si me dejas trabajar a la mejor te invito una taza de café-murmuraba sin dejar de leer el expediente

Me era un poco irónico hablar casi sola, por no decir que todavía no nacía y yo ya estaba negociando con él y es que en eso era la copia calca de su papá ambos apreciaban el café. Sí este niño no saboreaba un poco en las mañana, sus movimientos dentro de mi hacían que se me complicaran un poco las cosas en trabajo.

-Necesito que le vayas a dar sus medicamentos al paciente de la habitación número 3-ordene a uno de los elfos en cuanto me lo tope en el camino-mientras yo veo….-

Guarde un poco de silencio cerrando levemente los ojos sintiendo unos movimientos leves

-Quedamos que si te portabas bien te daba café-

Note como el elfo me miraba con extrañeza sin contar que yo cada vez sentía más sus movimientos bruscos “algo no anda bien Tais”.

-Tengo que irme, te quedas a cargo-

Di la media vuelta tratando de caminar hacia los elevadores, pero por alguna extraña razón el trayecto me era largo y algo doloroso “que es lo que te ocurre”. Al estar parada frente a las puertas del elevador espere con impaciencia, me urgía ver a Jay nada de esto era normal.

-¡Demonios esto no me agrada¡-maldije al instante que se abrían el elevador

Entre con lentitud, tratando de respirar con tranquilidad aunque me era complicado. Afortunadamente el trayecto no fue mucho, mi problema ahora era salir ya que de un momento a otro ni ánimos de caminar tenia. Lancé un suspiro fuerte en cuento las puertas se abrieron dejando ver a una

enfermera, no sabía si era su ronda o solo pasaba por ahí lo único que se me ocurrió fue.

-Necesito a JAY-

Segunda Planta después de ver a Jay

Me despedí de Alex en el ascensor, por su mirada pude denotar que estaba feliz y por alguna extraña razón a mi tan bien me hacia feliz. Le di la foto que Jay nos había dado, observe como la guardo en uno de sus bolsillos dedicándome una mirada cómplice.

-Te veo en casa-bromee mientras le daba un beso en la mejilla y lo abrazaba un poco

Las puertas del ascensor se abrieron, le dedique una última mirada a Alex para posteriormente salir al piso dos a cumplir con mis obligaciones que había dejado pendientes por mi cita. Camine con prisa mientras me ponía mi bata y me hacia una coleta atrapando mis ondas obscuras. No sabía por dónde empezar o mejor dicho o sabia donde buscar a Anna.

-¿Han visto a Anna?-le cuestione a uno de los elfos que se cruzo en mi camino

-Sí señorita Black, se encaminaba a los laboratorios-

-Muchas gracias-

Di la media vuelta y camine a los laboratorios en busca de la ojiverde, afortunadamente la encontré. Sonreí levemente al verla entretenida en unos expedientes, me acerque un poco a ella tratando de no alterar su ambiente.

-Hola Anna, perdón por salir corriendo así-le explique con tranquilidad tratando de encontrar las palabras exactas del porque mis desapariciones-Bueno, veras tuve cita con el médico-hablaba con nerviosismo-en pocas palabras estoy embarazada-

Abrí mi bata dejando ver mi vientre, notando como Anna me miraba con sorpresa.

-Y ¿con quién empiezo?-cuestione tratando de cambiar un poco el tema

MI pasa primero yo quiero a sebastian como mi hijo sanguíneo ya que quedaria adoc con el bebe que espero que es niño de ahi puede salir sebastian claro si el quiere jejejej

ahhhh odio eso de las rayas

ya ni se que poner solo que ahhhh por fin tendre un niño

bueno chicos los quiero a todos

baboseo a todos

Correspondí a la sonrisa cómplice de mi cuña mirando cada uno de sus movimientos. Fruncí un poco los labios tratando de mirar las imágenes, me costaba un poco visualizar a mi hijo después de unos pocos segundos logre verlo, no pude evitar sonreír abiertamente mas al escuchar sus latidos, era como escuchar una lavadora, algo único y que llenaba mi corazón de felicidad. Lo lamentaba por el padre de mi hijo que perdía estos momentos, pero me alegraba ver la felicidad de Alex en su mirada.

-Wow cuña no se que decir-hable con dificultad sin quitar la vista de las imágenes. Teniendo en la mente la palabra “será un niño”

Después que terminamos con todo el examen, tome la foto sin dejar de mirar a mi niño.

-Gracias cuña por todo-sonreí abiertamente-ay algo más que nos quieras indicar- comente tomando de nuevo la mano de Alex que parecía mas alegré que yo

Tercera Planta con Jay y Alex

Respire un poco aliviada al ver la cara satisfecha de mi cuñada eso quería decir que todo estaba bien por lo tanto empezaríamos con la parte más importante y ansiada por mí, y eso era confirmado al escuchar las palabras de la pelinegra. Solté la mano de Alex un poco insegura en respuesta recibí una sonrisa cálida de apoyo, suspiré levemente mirando fijamente la poción. Con sumo cuidado la tome notando el temblor de mis manos.

-Bien, ¡que inicie el show!-comente divertida para después tomar de un solo trago la poción

Fruncí un poco la nariz por alguna extraña razón me sabia dulce, negué un poco sacándome de mis pensamientos a la vez que me acostaba en la camilla esperando mas instrucciones de mi cuña así como ver la impaciencia de Alex, por alguna extraña razón era divertido ver su nerviosismo.

-Lamento que no hayas podido fumar-le comente un poco sonrojada adivinando con su mirada que le faltaba un poco de nicotina-pero te prometo que cuando nazca y pase todo eso de la lactancia, nos fumaremos una cajetilla con detenimiento-le giñe un ojo antes-por cierto…gracias por estar-bese su mejilla en agradecimiento

Sonreí levemente al ver a mi cuña y más al escuchar sus palabras, yo creí que iría sola a mi cita, pero milagrosamente Alex me acompaño.

-Gracias cuña, debes en cuando me siento fea…supongo que es normal-le comente con una leve sonrisa

Seguimos a la cuña, mientras yo sentía un escalofrió en mi espalda, no estaba segura si eso era

normal, pero y moría por ver o saber de mi bebe. Entrar al consultorio de mi cuña hacía que me pusiera más nerviosa por lo tanto tomaba con más fuerza la mano de mi compañero, revolví un poco mis ondas obscuras con mi mano libre tratando de controlarme y mas al escuchar las palabras de Jay.

-No cuña todo está bien, aunque aquí tu sobrino o sobrina me ínsita al café-suspiré recordando todas esas mañanas en las que sentía el sabor en mi boca

Piso 3 en busca de mi cuña y con Alex

El día era lindo, por no decir que hermoso. Hoy por fin después de tanto tiempo sabré si hablaba con una niña o con un niño. Sabía que el papá no me acompañaría, pero agradecía contar con el apoyo de una persona …Alex. “vaya si llego puntual” sonreí levemente al ver su sonrisa esperándome en el piso tres. Camine asía él con paso decidido tratando de ocultar mi nerviosismo, no quería que notara que era una novata y él mi apoyo en caso de que me desmayara ya que no estaba segura de lo que pasara. Tenía que admitirlo me sonrojaba el hecho de sentir que mi pequeño ya estaba grande por no decir que mi embarazo ya estaba todas luces.

-¿Listo para saber de nuestro nuevo hijo?-bromee al estar frente a él

Note como en su mirada se notaba una sonrisa ¿acaso se notaba mi nerviosismo?. No lo sabía lo único que pude hacer fue tomar su mano fuerte y que él me guiara con mi cuña Jay ya que ella era la que estaba a cargo de mi.

****+

off rol anna no me olvido de ti pronto escribiré lo que te debo

Ethan saco del bolsillo de su pantalón de mezclilla una cajetilla de cigarros. Tomo uno de ellos y lo encendió. Lo fumaba lentamente pensando si era bueno ir a clase ya que dentro de sus planes y cosas por hacer no había tiempo. Fumo el cigarrillo estirándose un poco, sus ojos verdes miraban fijamente la pared de uno de los pasillos de la academia ¿Por qué era bueno asistir? “buena pregunta” fue su pensamiento sonriendo un poco de lado. Termino su cigarrillo aplastando la colilla del mismo contra la pared, era obvio que no le importaba mucho la institución o tal vez era simple descaro. Dio la media vuelta y empezó a caminar con su mochila al hombro.

Ya había tomado una decisión.

El camino no era algo que le pesara, tal vez lo que pesaba era imaginarse todo lo que sus profesores le pedirían para concluir con la clase. La expresión usualmente tranquila del chico cambio cuando por su mente pasó un leve recuerdo, tal vez tenía que admitirlo extrañaba a cierta persona y si supiera que estaba fumando tal vez lo mataría ¿que podía hacer? así era ella, su ceja derecha se levanto un poco al verse sorprendido por dicho recuerdo y pensamientos acerca de esos ojos enigmáticos. Negó no era momento de tener esos pensamientos.

Suspiro levemente al encontrarse frente a la puerta de la clase de avanzados, aun estaba a tiempo de retirarse, pero que más daba solo era una clase más para y sobre todo para despejar su mente. Al entrar al salón su vista se poso en aquellas personas que se encontraban detrás del escritorio, por la expresión de ambos era obvio que debían de ser sus profesores, escucho las indicaciones mientras se dirigía a uno de los asientos más lejanos. Tomo asiento sin quitar la vista en ninguno de los dos mientras dejaba su mochila aun lado de él “¿Por qué todos piden la bienvenida?” suspiro con un poco de frustración por el método que en otras ocasiones ya se sabía. Paso una de sus manos por su cabellera castaña revolviéndola un poco más de lo que ya la tenía, acomodo un poco su playera gris y sin esperar más hablo desde su lugar.

-Buenos días-miro a cada uno de ellos—mi nombre es Ethan, tengo 19 años y con respecto a mi vida, bueno se puede decir que solo paso por aquí porque ya no queda de otra-hablo con sinceridad, aunque tal vez era demasiada sinceridad

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Off rol

Que les puedo decir, estudio el 7 semestre de psicología en la UNAM por motivos de trabajo entrare tarde a mi semestre u.u. en fin acabo de cumplir la maravillosa edad de 21 años (u.u nótese que ya estoy vieja) nah que va ya puedo apostar en las vegas (¿?) creo que primero junto mi vaquita….en gustos, me encanta leer y el cigarro tan bien, pero trato de dejarlo a petición de mi medico +.+ que me dio mi regalo que feo sonó eso, notase que tan bien le cambie de sexo bueno creo que eso es todo ya nos molestaremos al rato xD y por lo que veo soy la primera, pero como dije por trabajo me toco estrenar xD. ya se que es poco pero es para lo que mi mente dio u.u

Caminaba por los pasillos con tranquilidad sin encontrar algo interesante o alguien interesante en mi camino, lo único que invadía en mi cabeza eran las ideas de mis cambios de horarios así como el giro que daría mi vida. Tal vez era demasiado temprano para pensar en esas cosas, lo mejor era distraerse y pensar en el trabajo.

-Tais- escuche una voz interrumpir mis pensamientos

Voltee a mirar a la dueña de esa voz que me sonrío levemente, era obvio que estaba tan metida en mi mundo que apenas prestaba atención.

-¿Sí?-respondí correspondiendo a su gesto

-Anna te está buscando, por el momento está haciendo sus rondas-asentí mirándola a los ojos-Puedes ir a buscarla-

-Gracias-

Di la media vuelta caminando con mis manos en los bolsillos de mi bata, necesitaba encontrar a mi jefa y ponerme a corriente con el trabajo. Sonreí levemente al ver a la ojiverde a unos pasos de mí, camine rápidamente escuchando el sonido de mis tacones y antes de que entrara a la habitación la detuve.

-¡Anna!-la nombre con voz fuerte procurando no molestar a nadie o creyendo yo eso

Me acerque más a ella sonriéndole levemente, tome los informes ayudándola en su carga.

-Ya estoy lista para aprender más-la mire un poco estudiando su mirada-¿estás bien?-cuestione notando que había pasado por Abaddon

Segundo piso

Tais en busca de Anna

En cuento pude tome mi día normal de trabajo y es que la otra vez prácticamente salí corriendo en busca de Jay la duda me comía pero solo ella podía darme la respuesta. Caminaba por los pasillos en busca de Anna para seguir con mis deberes, pero antes pase a ver al señor cerciorándome que sus postulas estuvieran bien y que no tuviera signos de alguna infección.

-Bien creo que todo está bien-murmure al elfo mientras veía como descansaba el paciente-ay que seguir revisando sus vendajes-suspire colocando mis manos en las bolsas de mi bata

Di la media vuelta saliendo de la habitación para seguir buscando a Anna o si no ayudar a cualquier otro de los sanadores.

Tercer Piso

Con Jay

Miraba atentamente como sacaba muchas cosas que hacían que me pusiera un poco más nerviosa y no era por el hecho de ver la jeringa si no ¿tantas cosas se necesitaban para saber un resultado? Bueno Jay era la experta.

-Buenos cuñadita esto puede ser que no sea nada más que una simple anemia pero por si acaso te realizare la prueba de embarazo-

En cuanto Jay me pidió mi brazo no deje de mirarla a los ojos y en un instante pude sentir la jeringa entrar en mi vena no sentí mucho dolor solo como un pellizco. Cuando mi cuñada consiguió la suficiente sangre limpio mi “herida” cosa que no se me asía necesaria pero era un protocolo. Correspondí una vez más a su sonrisa cada vez que la miraba hacia que olvidara mi nerviosismo o bueno ya lo peor lo había pasado.

-Solo tomara 5 minutos saber el resultado y dime si el resultado da positivo que piensas hacer…me refiero estas lista para ser madre soltera y todas esas responsabilidades que vendrán-

-Sí la verdad si estoy lista, el padre esta consiente pero la verdad prefiero esto sola aunque nunca me imagine estar en esta situación los niños no son lo mío-respondí en un leve suspiro-pero por alguna extraña razón quiero esto ya que no sé si será niño o niña-respondí con una leve sonrisa

El tiempo se me hacia eterno para cinco minutos se me hacia como si fuera una hora y bastante larga.

-Felicidades…vas a ser mamá y por el espeso de esto parece que tienes 7 semanas de embarazo-

Escuche la voz de mi cuña sacándome de mis pensamientos acerca del padre de mi hijo, la verdad no sabía si reír, llorar o gritar, pero de un momento a otro las expectativas me cambiaron ya imaginaba incluso como seria aquella personita “vamos Tais no te adelantes”. Baje de un brinco de la camilla, abrase a mi cuñada con fuerza en agradecimiento.

-Muchas gracias Jay me has dado una gran noticia-me separe de ella sonriendo abiertamente-me tengo que ir ya sabes-le comente sonriendo de felicidad

Me despedí de la cuña con un beso en la mejilla y sin decir más salí de su consultorio con un mundo de sensaciones en mí ya sabía que muchos me preguntarían del padre, pero para mí eso era un tema solo mío y claro de él.

Tercer Piso

Con Jay

Correspondí al beso de saludo de mi cuñada con nerviosismo, me separe un poco de ella viendo como abría mi historial y al notar su cara de sorpresa un frio recorrió mi espalda. Algo me decía que para ella era un poco sorpresivo verme ahí.

-Bueno creo que lo mejor es pasar a unos de los consultorios para realizar la prueba de embarazo-

Asentí ante sus palabras caminando con ella a la par hasta la habitación, me sonreía mientras caminábamos cosa que me dio correspondí ya que no sabía que era lo que me esperaba. Al llegar al lugar me senté en la camilla mientras mi rubia cuñada hacia lo propio en su escritorio.

-Tais cuáles son los motivos o razones que te hacen pensar que puedas estar embarazada-

Suspiré levemente acomodando mis ondas obscuras, me era un poco difícil contestar algo así ya que yo nunca me imagine estar en esta situación aunque tenía que admitirlo tenía la ilusión de que fuera así.

-Bien cuña tengo un retraso de una semana con unos días-respondí de una vez mirándola fijamente con mis orbes obscuras-sin contar que he sentido muy bien que digamos en las mañanas y me siento con mas sueño cosa que antes no me pasaba, no sé si esto de señal si lo estoy o no ya que soy primeriza en esto-hablaba un poco avergonzada-Tú ¿Qué crees Jay?-

Mirar a Jay tranquila por alguna extraña razón hacia que me sintiera bien por algo había acudido con ella antes de cualquier otra persona

Piso tres

Tais en busca de Jay

En cuanto me despedí de Anna, salí de mi turno del piso dos caminando con rapidez asía el elevador mientras quitaba la bata de trabajo procurando no tropezarme con nadie ni con una enfermera. Suspiré levemente al estar dentro del elevador, oprimí el numero tres un poco ansiosa por ver a mi cuñada y es que nunca había imaginado estar en una situación como esta pero solo ella podía quitarme esta duda. Las puertas se abrieron dejándome ver toda el área de maternidad.

-Todo estará bien Tais-me animaba mientras salía del elevador cargando en uno de mis brazos mi bata de trabajo

Mordí un poco mi labio inferior mirando ambos lados, no estaba segura por dónde empezar así que lo mejor sería buscar una enfermera. Revolví mis ondas obscuras tratando de calmar mis nervios, para mi suerte una enfermera pasó cerca de mí evitándome el tedioso trabajo de ir la a buscar.

-Hola, disculpe una pregunta- miraba fijamente a la enfermera notando que la había sacado de sus pensamientos-¿sabe dónde está la señorita Jay?-