Jump to content

Camille Black

Magos
  • Mensajes

    43
  • Ingresó

  • Última visita

Mensajes publicados por Camille Black

  1. Sonreí cortésmente en agradecimiento al prefecto, y caminé hasta el pasillo de la derecha.

     

    Lo atravesé posando una mano en la pared, para sentir la textura de la misma; antigua costumbre.

    Finalmente me decidí por uno sin etiquetas, al azar, y dibujé con un hechizo “Camille”. Asentí satisfecha y entré.

     

    Era una habitación espaciosa, de paredes blancuzcas. En el rincón derecho estaba la cama, cuyo edredón era verde agua, como casi todas las telas en la habitación, con líneas abstractas en negro; el respaldar era muy bonito, con extravagantes formas talladas en el.

     

    Dos mesas de noche se ubicaban a cada lado de ésta, con una lámpara en una de ellas. Del otro lado había una gran ventana, semitapada con cortinas verdes, de firuletes verde agua.

    Bajo ésta, estaba la cómoda, con un espejo de cuerpo entero al lado. Un armario se ubicaba a la derecha de la puerta, y un escritorio con su silla terminaba el amueblado, cerca de la cómoda.

     

    Suspiré, dejando la valija con mis pertenencias a un lado del armario, y me desplomé en la cama.

    Realmente no estaba cansada, al contrario, ansiaba hacer algo, aunque sea leer un libro.

     

    Así que me puse de pie, y caminé hasta mi bolso. La temática pirata me llamaba la atención.

    Busqué una camiseta a rayas, roja y blanca, unos shorts de jean y mi pañuelo negro.

    Los dejé sobre la cama, y abrí la valija pequeña, de la que retiré mis botas negras.

    —Sabía que para algo las usaría— susurré para mí.

     

    Me quité la ropa que llevaba, y me puse el conjunto que acababa de elegir.

    Caminé hasta el espejo y miré el resultado. Estaba bien.

    Até el pañuelo a mi cabeza y busqué un labial rojo en mi bolso de mano.

     

    Realmente no habituaba maquillarme, pero me gustaba hacerlo cuando la ocasión se presentaba. De vez en cuando, y no mucho.

     

    Sonreí una vez más. Ya estaba en la Academia.

     

    Crucé la puerta, y la cerré detrás de mí.

    Volví a la Sala, donde todos seguían allí festejando.

     

    Noté que se acercaban a un baúl en el medio, y depositaban cosas. ¿Qué hacían exactamente?

    Busqué a Alex y a Verónica con la mirada, pero no los hallé, así que caminé hasta Percy, el prefecto.

     

    —Disculpa, ¿qué se supone que están haciendo con ese baúl?— pregunté, curiosa.

  2. Patronus:su patronus en una tigresa blanca, a la que ella apoda "Shira". El felino tiene la abstracta forma de un corazón en el pecho, y ojos extremadamente brillantes. A decir verdad, su patronus corpóreo le resultó asombroso, pero desconcertante a la vez; no consigue entender porqué es una tigresa albina, ¿tendría algo que ver con su carácter? Imposible afirmarlo o negarlo, al menos por Camille.

     

     

    Varita: Una varita de madera de secuoya, 27.75 cm de largo, núcleo de pluma de fénix, poco flexible e ideal para encantamientos. Su nombre es Annie, el cual simplemente salió de sus labios al verle; gran asombro fue el del vendedor, cuando vio que aquella varita a la que había llamado así solo con verla, le correspondía. Gran misterio, pero no es algo que la atormente.

  3. Gracias Athena! Quedó mu bonito! Me encanto :) Bueno, creo que tengo que llenar líneas o es Spam...

     

    :rolleyes: Lalalalalala... Hola Athena... Hola Merjlock, ¡nos cruzamos en todos lados! :o ... ¿Ya está? Son dos líneas, creo que sí, lo hice.

    Bueno, gracias de nuevo, y me voy! Saludos ^^

  4. Imagen: La imagen.

    Texto Firma: Camille Black (y "nothing is what it seems" en letras más chicas)

    Texto Avatar (si se requiere): -

    Medidas: Uh... Muy técnico... Supongo que medida normal, (promedio).

    Colores: Los que contrasten (o queden mejor). Podría ser negro o bordo, quizá rojo.

    Otras especificaciones: No, ya fui muy quisquillosa xD

     

    *Edite por lo de la url, salió mal ._. perdón.

  5. — Y la historia se repite...— murmuré, subiendo otra escalera.

    Se suponía que sería sencillo hallar la estatua... Pues no. No tenía la menor idea de donde estaba...

     

    Al subir el último escalón, me hallé con una bifurcación del camino.

    — A ver... Derecha, Izquierda, escalera, izquierda, izquierda, escalera, derecha...— repetí, pensando con inevitable fastidio que el hombre que me dio las indicaciones dijo que sería "sencillo como montar en escoba". ¡Vaya genio! Yo aun no obtenía mi licencia para vuelo con escoba...

     

    Finalmente opté por creer que esta era la tercer escalera, y tomé el camino de la derecha. Ya comenzaba a arrepentirme cuando me topé con la figura de mármol de aquella criatura mítica.

    Sonreí con alivio, y dije con una fingida decisión:

     

    — Mythikós Quirón— y ante mi, bajo aquella antiquísima obra de arte, apareció una especie de escalinata negra, brillante a la luz de la luna.

     

    Apoyé un pie dudosa, pero no sucedió nada malo, así que continué.

    Pasé cada escalón con exagerada lentitud. Realmente me sentía algo nerviosa, pese a que por fuera no lo demostrase.

     

    Finalmente, llegué a un claro. Enseguida pensé en volver, hasta que vi que había una especie de fortaleza creada con troncos, todo naturalmente.

     

    Esa debía ser la Casa. No cabía duda.

    Me acerqué, hasta encontrarme con unos elegantes muebles, y una chimenea, que tenía encima un escudo de los Centauros. También había dos huecos, alumbrados por antorchas. Las habitaciones. ¿Qué más podrían ser?

     

    Algo que no había notado era la música. ¿Había llegado en mal momento?

    Me acerqué para ver que sucedía.

     

    Solté una risa. ¡Estaba lleno de chicos disfrazados de piratas! ¿Una fiesta? ¿Un encuentro? ¿Un atentado? No, eso último no sería...

     

    Entré, tratando de hacer mi paso firme y seguro.

    Recorrí con la mirada, esperando encontrarme con alguien conocido. Algún compañero de Generales quizá...

     

    — ...me alegra mucho estar aquí, bienvenida— oí que decía alguien cerca mío.

    ¿Bienvenida? Es solo puede significar una cosa. Era una chica que también era nueva. ¡Bingo!

     

    Giré para ver, y para mi gran sorpresa me encontré con Babilo... Quiero decir, Verónica, y aquel chico que recordaba que había llegado tarde. A él no lo conocía, porque no nos tocó interactuar.

     

    Caminé hasta ellos, dudando si estaba bien.

     

    — Verónica, hola— saludé, con un beso en la mejilla. Miré al chico, y lo saludé de igual forma.

     

    — No recuerdo tu nombre— le expliqué al muchacho, tratando de recordar... Axel...No... ¿Angel?... No... ¡Athan!, por Merlín, no... Mm... Ax... ¿Axe?, no, eso es una hacha... Axel... ¿Era sí? —. Um... ¿Axel, no?— él asintió, y me tranquilicé un poco.

     

    — ¿Alguno tiene idea de que sucede aquí, o de qué debemos hacer?— cuestioné, siguiendo con la apariencia de estar calmada y segura.

     

    Miré a la gente allí. No parecían notarnos... Bonito para un ataque mortífago, pensé con ironía. Pero sería imposible que atacaran la Academia... Espero...

     

    Volví a mirar a mis compañeros, pero eso solo provocó que me sintiera más fuera de lugar... Seguramente ya se conocían... ¿Y yo? No. Estaba más pérdida que un isleño en el desierto...

  6. Hola! Vengo a cambiar algunas cosas:

     

    Mi historia:

     

    Desde bebé se crió en un orfanato, sin tener el menor conocimiento de sus padres o de como llegó allí. Simplemente "la dejaron en la puerta con solo una carta donde etiquetaba su nombre".

    De niña, solía destacarse por su afición a los libros y el estudio, así como también la resaltaba el hecho de que a su alrededor sucedían cosas inexplicables, lo cual siempre fue motivo de su aislamiento.

     

    Comenzaba a perder las esperanzas de que algún día alguien la adoptase, puesto que sus 11 años no llamaban la atención; pero como una luz apareció Sunar, su nueva madre.

    Ella le explicó que realmente era especial, que tenía algo que no todos poseían. Era maga. Le contó que sus padres habían fallecido (sin decirle toda la verdad, pues era pequeña), y que ellos también fueron magos. Además, anunció que comenzaría a instruirse como bruja en Beauxbatons, escuela que se había interesado sumamente en Camille.

     

    Así pasaron 6 años. Las primeras semanas tuvo continuas reprimendas y visitas a la directora a causa de sus "travesuras", que no consideraban adecuadas para una señorita. Pronto aprendió a contenerse, ocultando todo rastro de haber sido extrovertida, rebelde y graciosa, para dar paso a la nueva reservada, educada, seria e inteligente "señorita".

     

    Antes de comenzar su último año, decidió irse a Londres, lugar donde vivía su familia, para finalizar sus estudios.

    Tras un arduo año, logró terminar su educación, y así fue como el día de su graduación, Sunar le contó la verdad respecto a sus padres. Ellos habían sido aurores, y murieron a manos de mortífagos.

     

    Aquella revelación despertó en Camille un extraño sentimiento de odio y sed de venganza. Echa la culpa total a todo aquel que fuese parte de La Marca Tenebrosa.

    Todo eso dio paso a que sus aspiraciones de ser Auror se volviesen un hecho. Ahora, ya enlistada en la Orden del Fénix, ansía poder encontrar la paz consigo misma, y lograr intervenir que le hicieran a otro niño lo mismo que a ella.

     

     

     

     

     

     

    Ahora las cualidades Psicológicas:

     

    Inteligente, sarcástica (casi siempre), valiente, terca, amable y de buen corazón, bastante audaz y astuta, en muchas ocasiones es veloz para darse cuenta rápidamente de las cosas que otros no ven. Su sonrisa jamas falta, aunque por dentro no sienta lo que demuestra; por el contrario, es demasiado reservada con sus sentimientos.

    Es vengativa y rencorosa, (no la hagas enojar o te llevarás un susto).

     

     

    En familia, agrega a la Potter Black, y en padres adoptivos a Sunar Potter Black.

    La edad la aclaró como 17 años, el bando (creo que ahora sí) a Orden del Fénix. Ah! Terminé la Academia y cambio rango, no?

     

    Solo eso! Gracias ^^

  7. La otra pareja se había ido. Suspiré. ¿Qué iba a hacer ahora con el tema de derrocar al Ministro?

     

    Miré a ambos lados, para buscar a Nacho. ¿Habría cumplido ya mi objetivo? Yo creo que sí; ¿qué era peor que convencerlo de hacer un atentado contra el Ministro de Magia?

     

    El silencio entre yo y mi marido se volvía incómodo. ¿Habría él cumplido su objetivo? Le lancé una mirada de soslayo, estaba mirando algún punto fijo en el escenario.

     

    --Um... creo que iré a pasear. Debo ultimar los detalles-- excusé, poniéndome de pie.

    Caminé entre los demás alumnos, todos seguían actuando. Había unas cuantas parejas, varios hermanos.

     

    Pude ver que la chica "Babilonia" estaba en una zona apartada conversando con otro chico, el que había llegado tarde.

    Dudé si pedirle perdón ahora por lo que le había dicho. No, sería mejor luego de que termináramos de actuar.

     

    Me metí tras bambalinas, y par mi suerte me crucé con Marco Antonio Peinado, que salía de detrás de una gastada cortina, llevando algo con brillo en las manos.

    Caminé hasta él, pero parecía demasiado concentrado en lo que hacía, por lo que no pareció verme.

     

    Volví a suspirar. ¿Podríamos recorrer el teatro?

    Me puse en marcha, tal vez podría llegar a encontrar algo interesante, digno de un lugar tan antiguo.

    Todo en este lugar estaba en penumbras, puesto que las lamparas que alguna vez alumbraron el lugar ya no servían.

     

    Observé los muebles que habían sido utilizados, de seguro, en los tiempos que se hacían obras. Lucían antiquísimos, y carecían ya de brillo. Me acerqué a ver una especie de joyero, que tenía una magnífica decoración con relieves de líneas abstractas.

     

    Apoyé el dedo anular con cuidado de que se rompiese, para sentir aquellas formas.

     

    Se oyó un crujido detrás de mí, y me sobresalté, dando un respingo; quedé inmóvil.

     

    ¿Y si había...algo en este teatro? Después de todo estaba plagado de fantasmas...

     

    No. Jamas dictarían clases en un lugar peligroso, claro que no... ¿O si?

     

    Se oyó otro ruido, y dirigí mi mano hasta donde estaba camuflada mi varita.

     

    Voltee con rapidez y blandí la varita, preparada para lanzar un hechizo al primer indicio de alguna entidad vil. ¿Y si eran mortífagos?

     

    Algo o alguien se acercó más, lo sentí.

     

    --Desmaius-- conjuré, procurando no alertar a nadie. Si había mortífagos dentro, no quería que escucharan que acababa de desmayar a alguien.

    Un golpe seco me anunció que el hechizo había dado en el blanco.

     

    Me aproxime lentamente hasta el cuerpo que se encontraba sin movimiento alguno en el suelo de madera.

     

    Estaba sorprendida de que no se hubiese roto el piso, y hecho un agujero.

     

    Estaba boca abajo, por lo que no le pude identificar. Llevé una mano hasta su hombro, y lo voltee.

     

    Cuando golpeó de nuevo al voltear, me alejé por instinto, asustada.

    No tenía mascara. ¿Y si no era mortífago?

    Me acerqué a su rostro, para ver quien era. Solté una exclamación. ¡Era Merjlock!

     

    Volví a sacar la varita, y murmuré un "Ennervate". Se puso de pie, algo confundido.

     

    --Lo siento, me asustaste... Pesé que era un ataque o algo así-- expliqué, temiendo que se enfadara. Realmente él me había caído bien, pese a que parecía esconder algo, y ser muy cerrado; no pretendía que me odiaran.

     

    --¿Qué hacias aquí?-- pregunté luego. Era extraño que vagara por la oscuridad. (Claro que era exactamente lo que estaba haciendo yo. Y me encantaba).

     

    Off.

     

    Soy parte de tu objetivo, Merjlock? Bueno, te echo una mano, (vos me ayudaste también). Yo ya cumplí el mío, así que ahora no sé exactamente que hacer y puedo ayudarte.

     

    Saludos ^^

  8. No pude evitar sonreír ante la presentación de Les. ¡Había sido dulce! Al menos mi pareja no sería problema alguno en esta obra.

     

    --De acuerdo, ahora que ya contamos con el sí de Marco, podremos llevar a cabo esto más fácilmente-- dije, procurando alargar este tema hasta el final de la obra. Ya había cumplido mi objetivo, pero era evidente que no derrocaríamos al Ministro realmente, aunque sí debíamos seguir simulando un plan.

     

    En ese momento, una voz a alto volumen me sacó de las típicas cavilaciones. Eran los profesores; paseaban agarrados del brazo, señalando a otros alumnos y preguntándoles cosas, ¿eran parte de la obra?

     

    Inhale profundamente, cruzando los dedos, deseando que no me señalaran a mí. Hablaban de un partido de quidditch.

     

    ¿Quidditch? ¿Cuándo? ¿Cómo? No veía un juego hacia una semana... Cosa que me hacia sentir traidora, puesto que el quidditch era una de las cosas más importantes de mi vida.

     

    --Partido de quidditch...-- murmuré, pero antes de que pudiese continuar para responder a los profesores y sumar puntos a mi actuación, una chica apareció.

     

    Su aspecto no era más que el de una chica atrevida. Sonreí. Y pensar que yo había sido así alguna vez.

     

    Claro que lo que hizo a continuación no fue para nada agradable, y me sacó el agrado.

    Corrió el brazo de Taylor que se posaba en su pareja, Merjlock.

    Eso provocó una disputa, que logró que me olvidara que actuábamos. Todo empeoró cuando besó a Gregorio. ¿Estaba loca? ¿O actuaba muy bien?

     

    Volteo a verme, y me preguntó si vería el partido de quidditch de la semana que viene. Estaba simplemente atónita.

     

    --¿Acaso usted se crió con perros?-- pregunté, consternada. Es una obra, solo eso... pensé, para tranquilizarme y no hacer que ella se volviera intolerable solo por cumplir su papel.

     

    --La señorita Anabelle y el señor Gregorio son pareja. Feliz y contentos. ¿Y sabe qué? Son un matrimonio amigo-- señalé a Les para indicar que éramos cuatro. Él miraba algo sorprendido.

     

    -- . ¿Cree usted que es correcto venir hasta nosotros para hacer escenas de celos? Algo que, permitame decir, no tienen sentido. Se supone que es una dama; téngalo en cuenta-- continué secamente --. Ahora, si es tan amable, ¿puede irse? Gracias-- voltee para sentarme correctamente, dejando de mirarla. Por supuesto que no la odiaba, pero había que actuar. Y algo que me salía natural era el orgullo.

     

    Entonces recordé, y volví a verla.

     

    --Y si, iremos a ver el partido-- giré la cabeza hasta mi marido --. ¿No es así, amor?

     

    Off.

     

    Reí mucho con estos roles. Especialmente con los de Veronica´s y les_paul. Che, Les, se nota que sos argentino...

     

    P.D: Discernimos en lo de Racing. Yo soy de Independiente; y te digo: aprovechen que nos ganaron una vez porque dudo que se repita xD

     

    Saludoss ^^

  9. Aún aguardaba la respuesta de Nacho, cuando se acercaron a mí dos personas, agarradas de la mano.

    Deduje que serían pareja, y me plantee el hecho de que yo había resultado demasiado seca con mi supuesto marido.

     

    Luego de que dijo sus "líneas", le sonreí; ya tenía un "cómplice".

     

    --Me alegra que haya venido, señor...-- me indicó que era Gregorio Ponte-ALegre. "Vaya nombre, y yo me quejaba del mío", pensé, divertida de toda la situación --. Discúlpeme, soy un tanto olvidadiza en lo que a nombres se refiere-- excusé.

     

    De acuerdo, no me molesta la presencia de Anabelle, siempre y cuando se mantenga callada. Ahora, justamente le comentaba al señor Marco Antonio Peinado sobre la necesidad de su participación en este... Hecho... Sabrá que posee muchos contactos en el Ministerio, y nos sería de gran utilidad-- volví a mirar al Black --. Le dejo solo un rato para que lo... medite bien.

     

    Regresé mi atención a Gregorio.

     

    -Señor Alegre- contuve una risa -¿Qué le parece si usted y su pareja me acompañan y así conocen a mi familia?- pregunté, sonriendo con "elegancia".

     

    Caminé, sin saber si me seguían o no, hasta donde había dejado a mi hijo y esposo. Allí solamente estaba Les Paul, que parecía un tanto aburrido, y exploraba el lugar en busca de algo (aunque lo había visto "observar" a una chica durante la presentación, y ese "algo" se me hacia más un "alguien" o "alguna".

     

    Negué con la cabeza, bufando. Ese tipo de chico me exasperaba.

     

    --Mi amor-- dije, sentándome, e invitando a los otros dos a que también se sentaran --, déjame presentarte al señor Gregorio Ponte-Alegre, y a su pareja, la señorita Anabelle Bigotes-- señalé a ambos respectivamente --. Ah, el señor aquí presente nos ayudará a realizar "eso"-- bajé la voz, con dramatismo, y me acerqué un poco para que oyera --, con el atentado contra el Ministro... Él es parte de su guardia personal...-- volví a alejarme, para hablar con todos.

     

    -- De acuerdo, mientras aguardamos a la resolución de Marco, ¿Qué les parece si nos conocemos más?-- a decir verdad, los tres se me hacían interesantes, especialmente Merjlock, que tenía una apariencia un tanto tosca, impropia de alguien que vivía en la ciudad.

     

    A mi lado, Les Paul soltó un bufido, aburrido. Enseguida lo miré elocuente; algo que odiaba era la poca formalidad en asuntos serios como lo era la Academia.

     

    --¡Excelente! Tenemos un voluntario para romper el hielo. Cuéntales a esta bonita pareja sobre ti, cielo; creo que sería mejor que lo dijeras tú, y no yo, ¿no crees?- sonreí, aunque no era una sonrisa sincera, sino que más bien estaba entremezclada con fastidio ante su actitud.

     

    Permanecimos en silencio, aguardando a que respondiera.

  10. En el momento en que terminaba de sugerir que nos dedicáramos a nuestros objetivos, vi pasar exactamente frente mío, cerca de las primeras filas, a el chico que se había presentado como Nacho Black, es decir Marco Antonio Peinado.

     

    Enseguida me puse de pie, procurando lucir como una señora respetable y casada.

    Caminé erguida, con el mentón el alto, y agradeciendo profundamente el no llevar taco, puesto que sino hubiera habido heridos.

    Puse mis manos entrelazadas delante, con el peso del enorme rodete en el que se habían convertido mis bucles castaños sobre la cabeza.

     

    Camine pausadamente, tratando de parecer elegante, (quizá sin mucha suerte... )

     

    - Señor Peinado, un gusto verlo por aquí... Cuénteme, ¿qué ha pasado de nuevo en su vida? ¿sigue teniendo problemas con...- piensa rápido, piensa rápido- con su pareja? Porque si es así, permitame aconsejarle que se olvide de ella- medité si eso era lo que me pedían con exactitud, y enseguida negué, era evidente que debería hacer algo más... ¿qué?

     

    -Um... Marco, ¿Qué le parece ayudarme con un pequeño problema que tengo?... Déjeme explicarle; he estado planeando una manifestación, una especie de atentado contra el actual Ministro, ¿sabe? no le diga a nadie, por favor- fingí suplica, entrecerrando los extremadamente claros ojos celeste, (cosa que con mi madre siempre funcionaba) -. Vamos, diga que si, Marco... por favor, sé que se siente tentado a aceptar, ¿quién no?- murmuré, para crear misterio.

     

    Lo único que esperaba era que todo saliera bien, y luego... Poder "jugar" un rato con mi nueva y fragmentada familia. Debía conocer al padre de mi hijo, ¿no?

     

    Sonreí con malicia, al ver que no respondía, para hacerlo más dramático.

     

    -Ayúdeme, le prometo que no se arrepentirá, puesto que pienso derrocarlo, y si me ayuda con esos contactos que usted tiene en el Ministerio se me hará más sencillo, nada más necesito eso... Sé que puedo confiar en usted, ¿no es así, señor Marco Antonio?

     

    Esto estaba resultando más divertido de lo que esperaba. Era como de repente comenzar una nueva vida, en la cual podía hacer lo que quisiera, porque no era real...

  11. En el teatro

     

    Cuando la profesora Wenlock agitó su varita, todo comenzó a cambiar; incluso el trozo de pergamino que sostenía. Este expulso un extraño humo dorado, y me envolvió en algo similar a un remolino. Para mi gran sorpresa (algo difícil de conseguir al ser bruja), una voz parecía susurrar algo a mi oído… Información…

     

    Ahora me llamaba "Blanca Tempestad" y estaba casada con un tal Les Paul, “Vladimiro Tempestad”... "¡Ah! ¡Ya recuerdo! Es el de las blasfemias", pensé, mientras continuaba escuchando. Sería madre de Hamsik “Luis Gavilán”, que NO era hijo de Vladimiro... Bueno, el chico parecía tener mi edad o un tanto más, pero sin embargo no creía que eso fuera a importar.

     

    Cuando la omnisciente voz terminó de hablar, el humo desapareció, dejándome algo aturdida. Solté un hondo suspiro, y corrí uno de los bucles castaños que se habían interpuesto a mi visión a causa de ese revuelo. No sería sencillo… Actuar no era mi fuerte; de hecho, nada que implicara “arte e improvisación” lo era. Estaba tan acostumbrada a sacar todo de libros, que había olvidado lo que era estar a tu suerte.

     

    Volví a mirar a los profesores. Me encontré en un lugar diferente… Ya no estábamos en el mismo teatro de antes, y fantasmas revoloteaban de un lugar a otro, como si de algo normal se tratase.

    Di un respingo cuando sentí que algo me atravesaba.

     

    —Oh, lo siento— farfulló con desinterés la mujer transparente que me había causado ese escalofrío.

    Bufé. “Concéntrate en tu objetivo”, pensé para tranquilizar los nervios.

     

    A mí alrededor, estaba el resto de la clase. Algunos parecían confundidos, otros asombrados, y la otra parte debía de querer huir por los nervios.

    Sentí una incomodidad en los brazos, y cuando miré, me encontré con que mi túnica beige ya no estaba; en su lugar había una especie de vestido tétrico, color bordo con lúgubres detalles simétricos, de mangas largas y ajustadas, con un innecesario casto escote y falda hasta los tobillos.

     

    —Hermoso…— murmuré sarcástica, cruzándome de brazos. Este vestido no era para nada mi estilo.

    Decidí, al ver que algunos se movían, comenzar a cumplir mi tarea. Caminé hasta mi “marido”, buscando a mi “hijo” con la mirada.

     

    —Hola, cielo— musité a "Vladimir", casi sin verle. No servía para hablar cuando se trataba de gente que no conocía, y de hecho, me apenaba todo esto de fingir un matrimonio. ¡Apenas tenía 17!... "Ahh, es actuación, actuación...", dije para mí misma.

     

    Entonces, cuando la situación se me tornaba más incómoda, localicé la cabeza rubia de quien sería mi hijo. Me acerqué a paso veloz hasta él.

    — ¡Eh, Hamsik!— llamé, pero me detuve en seco, reanalizando lo que acababa de decir—. Quiero decir… hijo, ven aquí, vamos a reunirnos con Vladimir— esbocé una sonrisa al final, procurando no ponerme nerviosa con todo este rollo.

    Podía resultar divertido, quizá sí, pero para mí era casi agobiante. Sería como una larga obra de teatro… Sin libretos…

    Juntos, fuimos de vuelta hasta Vladimir.

     

    —Bueno…— murmuré, dudando que decir exactamente—. Supongo que se llevarán bien, ¿no es así?

    Me miraron extrañados, tal vez sin entender.

    —Ya saben, son padrastro e hijastro… Usualmente no se llevan bien… ¿No?... Quiero decir… Ash, ¿Nunca leyeron esos cuentos muggles?... ¿La princesa y su madrastra malvada?... ¿Nada?...— me sentía algo patética ahora —. De acuerdo… olvídenlo. Podemos ir a sentarnos por ahí— sugerí, señalando una mesa de madera circular con sillas de tapizado azul alrededor.

     

    —Ahora… Creo que lo mejor sería ambientarnos a esto, ¿No crees, Vladimir? E ir pensando en conseguir nuestros "propósitos"…— comenté, una vez sentada.

     

    Off.

     

    Bueno, acá está la segunda tarea... ¿Sigue este Roll de actuación, no cierto? (todavía no sé como cumplir mi objetivo, sigo maquinando). Por cierto, ¿Cómo es el lugar en el que se transformó el teatro? (pequeña duda al momento de describir la habitación).

    Ahora sí, me voy. Saludos a todos ^^

  12. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Ficha de Camille Black

    2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: --

    3.- Link del tópico de registro de sus familias:

    Familia N° 1: Familia Potter Black

    Familia N° 2: --

    4.- Link a las bóvedas de sus familias:

    Bóveda Familia N° 1: Bóveda de la familia Potter Black

    Bóveda Familia N° 2: --

    Saldo en bóveda previo a la Migración 2021: 7475 G

    • Me gusta 1
  13. La mañana era soleada, pero aun así la brisa se hacía notar.

    Refregué mi ojo izquierdo, que aun parecía querer descansar, y rebusqué el pergamino en mi bolsillo trasero.

    — Teatro Old Vic— murmuré, y me pregunté como diablos iba a encontrarle en el inmenso Londres.

     

    -Bueno, se supone que si es un teatro, está en la zona que antes gozaba de importancia, zona de la Alta Sociedad de Época, ¿No?- dije para mi misma, y sonreí ante mi deducción.

     

    Claro que estaría en el centro o algo así. Comencé a caminar por las calles poco concurridas a estas horas de la mañana.

    Deambulé unos cuantos minutos, y cuando consulté mi reloj, algo nerviosa ante el fracaso de mi búsqueda, este marcaba las 7:45.

    Entré en pánico. ¡No podía llegar tarde en mi primer día!

     

    Miré a mi alrededor, esperando tal vez encontrar la solución. Y la hallé. Un chico de unos 20 años pasaba con las manos en los bolsillos, y unos cables prácticamente encajados en los oidos -Raros muggles con sus gustos...- pensé.

     

    Lo intercepté en el camino, haciéndole señas y moviendo exageradamente mis labios, para que los leyera. Quizá no podía oírme con esas cosas en las orejas.

    Él me miró sorprendido, y algo confundido, analizando mi atuendo, compuesto por mi túnica formal color beige. Se quitó los cables de los oídos, y preguntó:

    —¿Si?

    —Hola Muggle, escucha, necesito de tu ayuda. ¿Sabes dónde queda el teatro Old Vic?

    Parecía estupefacto por como le había llamado.

    —¿Mu, qué?

    Rodé los ojos, impaciente.

    — Eh... Así creí que te llamabas, ¿Sabes o no?

    —Ahh, está bien... Supongo... Oh, si sé donde, tienes que seguir cinco calles más, y doblar a la derecha, dos calles más y listo. Pero ¡Está abandonado!— gritó esto último, puesto que yo me había puesto a correr.

     

    ¿Por qué había dejado la escoba en casa?

    Cuando tuve que doblar, por poco y tiró al suelo a una anciana muggle, que me miró algo indignada.

    Agotada, llegué hasta el punto que el muggle me indicó, jadeando, escudriñé el lugar, en busca del teatro...

     

    Era un viejo e impotente edificio, de característica arquitectura Londinense de Época.

    Tal como me había dicho el chico, el lugar parecía abandonado, pero de seguro era a propósito, para que no hubiese sospechas o visitas inesperadas.

     

    Subí las escalinatas, y lancé una mirada a la estatua de un león junto a la puerta de madera, cuyo marco era de un mármol magnífico, pero seguramente mucho más lucido en sus buenos tiempos.

     

    Atravesé un desierto vestíbulo, con algunos elegantes sofás escarlatas, que ahora tenían una especie de manta de polvo. Los cuadros estaban despavoridos, las plantas marchitas y las lamparas de porcelana tenían rajaduras.

     

    —Vaya...— murmuré.

     

    Entré por otra puerta (La más grande), que supuse daría al escenario.

     

    Las montones de butacas avejentadas estaban vacías, y al frente habían solo dos personas (Profesores, supuse), estáticos. Él hombre pareció alegrarse de que alguien ya hubiera llegado.

    -¡Bien! ¡primera!- pensé, felizmente. Nada me daba mayor regocijo que ser primera... (Aspecto un tanto arrogante).

     

    Tomé asiento al frente, como solía hacer, y aguardé en silencio.

     

    Tardaron unos cuantos minutos en llegar los demás, pero poco a poco el lugar se lleno (no totalmente, pero bastante).

     

    Él hombre, Marcus McGonagall, nos dio la bienvenida, presentándonos a la mujer, Bridget Wenlock.

     

    La profesora nos saludó, al igual que el profesor, nos indicó que nos presentáramos y luego que tomáramos un papel de una boina negra que estaba sobre una mesa descolorida.

     

    Levanté la mano, para presentarme primera.

     

    —Hola, mi nombre es Camille Black, soy hija de Sunar Potter Black, y tengo 17 años. Soy del tipo de persona que le gusta ser responsable, y espero que nos llevemos bien este año— agregué una sonrisa al final. Nunca había sido buena en este tipo de cosas.

     

    Caminé hasta la boina, y retiré un pedazo de pergamino, curiosa.

     

    OFF

     

    ¡Hola! Bueno, soy casi nueva en el foro, tengo 16 años, y vivo en Argentina. Em, como a todos acá, me gusta leer y escribir (en especial si trata de Harry Potter :rolleyes: ). También adoro jugar a los Sims(?, dibujar y (no muy bien, pero me gusta igual) cantar.

    Aja, tal como mi personaje, no sirvo para las presentaciones :| .

    Déjenme ver... Bueno, no soy muuy sociable, (mis amigos son pocos, pero buenos xd), soy la típica "Cufa", (la sabelotodo si así lo prefieren), y... ¿Qué más decir? Espero que podamos conocernos durante este curso(?

    Creo que no puedo agregar más, (no tengo idea que más agregar, en realidad), y menos si tengo que resumir... ¡Simplemente el resumen no es lo mío! Soy demasiado detallada con las cosas :I

    Okok, ya esta mi tarea hecha (creo que soy la primera :rolleyes: , si es que nadie se me adelantó, soy bastante lenta para estas cosas :B ). Listo, ya siento que puedo ir a dormir tranquila(?

     

    Saludos a todos, ^^

  14. Hola, quería hacer un cambio en mi historia, para adpatarme al rol de mi nueva familia (es pequeño)

    ¿Quien pensaría que ella, Camille "quiensabequé" podría ser especial de algún modo? Claro que nadie, o al menos así era antes de aquel día...

    Estaba sentado bajo un sauce, leyendo (¡Que raro!) el último capítulo de su libro favorito.

    Narraba la historia de unos niños, que por tiempos de guerra estaban lejos de casa, a salvo. Ellos, bajo una serie de coincidencias, se esconden en el ropero, pero lo que no esperaban (al menos los dos mayores) era encontrarse con aquel bosque nevado... Aquel mundo...

    Soltó un suspiro, cerrando por última vez su libro.

    ¡Que ganas de tener una aventura así! Pero desde aquí... Pensé, apesadumbrada, mirando a los niños jugando, bastantes alejados, en la zona de recreación. Pero no, jamás lograría salir de este lugar...

    Volvió a suspirar. ¡Vaya, eres desagradecida!, se recriminó a sí misma.

    Recostó la cabeza en el mullido césped, con la intención de mirar un rato las pomposas nubes, cuando oyó pasos acercándose.

    - ¿Está seguro? Sabe, hay muchas niñas más, tal vez se ha equivocado... ¡Déjeme mostrarle a Tiffany! Tiene la misma edad, pero créame que tiene más cualidades...- era la Madre Superiora, al parecer hablando con alguien. ¿A quién se refería? Tiffany no tenía más cualidades que nadie, era una quejumbrosa que había llegado de traslado al orfanato (sospecho que tuvieron alguna buena razón para mandarla a otro país).

    -No, ya le he dicho que es ella quien busco... ¿Dónde está?- era la voz de un hombre, más bien un anciano, porque su voz reflejaba determinación, sabiduría, y hasta infundía... confianza...

    Ah... Debe estar escondida entre los árboles, se pasa todo el día aislada leyendo libros... ¡Libros de magia y duendes! ¡No tiene los pies sobre la tierra! Señor, de verdad, creo que hay otros niños que...

    -Muchas gracias, enserio, Madre, pero es ella a quien... ¡Ah! Niña, debes de ser tú... Si, lo siento- yo, ante la mención de la Madre sobre alguien que estaba todo el día tras páginas amarillentas, no pude evitar levantar la cabeza, era evidente que hablaba de mí, pero me pillaron justo cuando me asomaba a oír mejor. Un anciano, de larga barba y cabellos blancos, que vestía una extrañísima combinación de ropa (y no es que supiera mucho de moda, siempre viví con este uniforme gris).

    Pero, algo que llamó mi atención aun más, fue la mención de "eres tu, lo siento".

    -¿Qué yo qué, señor?- pregunté, desconcertada.

    -¡Por supuesto, querida! Déjame que te explique... Hace años...- pero se detuvo a mirar a la Madre Superiora-, discúlpeme, pero quisiera hablarle a solas...- ella lo miró algo recelosa, pero se alejó sin más.

    - Primero, mucho gusto niña, mi nombre es Theodore DeFloggre...-esbozo una amable sonrisa-Empecemos por esto, eres bruja... Si eres como tu madre, aun más.

    - ¿Mi madre?...¿Qué soy qué? ¿Acaso usted me está insultando...?- ahora la que lo miraba recelosa era yo. ¿Venía de la nada y me decía eso?

    -Eres B-R-U-J-A, pero no me malinterpretes, no lo digo en el sentido muggle (antes que preguntes, así llamamos a los humanos sin magia), sino que eres bruja, con varitas y pociones ¿entiendes?. Y, por supuesto que tu madre, ¿no sabes nada?

    Lo miré anonada, pero aun me faltaba convicción para creerle totalmente... Después de todo, yo pensaba que eso solo se veía en los libros... Nunca creí que lo de la "aventura" sería posible...

    Y menos aun el tener familia...

    Negué con la cabeza.

    - Pero...¿Br-bruja?-tartamudee, como si eso lograra que lo asimilara mejor.

    -Así es... Ah, y por cierto, antes que nada, tienes una plaza en Beauxbatons, escuela de Magia y Hechizería- dijo, sonriente mientras me entregaba un sobre con mi nombre y un raro sello.

    -Vaya...- me limité a murmurar, leyendo la carta y la nota adjunta que enlistaba cosas como "Mil y una hierbas" de una autora que jamas había oído... O "Caldero de Peltre del número 2"... ¿Sería real?

    -Ahora, acompáñame, estoy seguro que tu nueva madre querrá verte.

    -¿Mi nueva madre?

    -Claro, ¿Creíste que te dejaríamos aquí?"

     

    Y así fue como su vida muggle dio un giro totalmente inesperado. Adoptada por Sunar Potter Black, acogida en su familia como una más, junto con su nueva hermana Lillian, y el pequeño peliazul Argentus.

    Pasó todo el verano con ellos, feliz con su nueva familia. En la mansión, conoce también a unos cuantos elfos, uno de los cuales -Sethy-, la cuidaba cuando su madre salía a esas "reuniones", que de más grande se enteraría la verdad -o parte de ella-.

    El 5 de septiembre partió a Francia, para asistir a la escuela.

    Estudió allí 6 años, en los cuales permaneció en contacto con los otros mediante cartas, y algunas que otras visitas.

    Al finalizar el sexto año, volvió a su hogar, al ser aceptada en La Academía de Hechizería, en Londres.

     

     

     

    Bien, ahora si! :)

  15. FICHA DE PERSONAJE

     

    http://imageshack.us/a/img46/1884/d5ej.jpg

     

    Datos Personales:

    Nombre del Personaje: Camille Elizabeth Potter Black.

    Sexo: Femenino.

    Edad: 18 años.

    Nacionalidad: Francesa por natalidad, pero actualmente británica, legalmente establecida.

    Familia(s):
    * Potter Black.

    Padre(s) Sanguíneo:
    Nathan Knightdale** y Paris Jenkins**.

    Padre(s) Adoptivos:
    Sunar Potter Black T.

    Trabajo: --







    Poderes Mágicos:

    Rango Social: Aprendiz.

    Bando: Neutral.

    Rango dentro del Bando: --

    Nivel de Poder Mágico: --

    Puntos de poder en objetos: 20.






    Hechizos adicionales: --

    Puntos de poder en criaturas: 20.
    Quote







    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

    Habilidades Mágicas:
    --

    Conocimientos Especiales:
    --







    Perfil del Personaje:

    Raza: Humana.

    Aspecto Físico:
    http://imageshack.us/a/img577/8513/valq.jpgEs de altura mediana, alcanzando el metro setenta, y de contextura delgada, destacando únicamente por sus senos y piernas, las cuales se encarga de mantener firmes. Su rostro tiene forma de corazón, y su mandíbula es fina, quizás demasiado. Posee labios pequeños y gruesos, una nariz que pese a no ser respingona es bastante bonita, y una mirada astuta y analítica, casi felina, que le dan aires de soberbia, aunque no es así en absoluto.

    El cabello lo tiene rizado y pelirrojo, casi llameante, y gusta mucho de llevarlo suelto (salvo si la situación requiere lo contrario, con lo cual lo ata alto en una coleta), aunque siempre tiene aquel molesto mechón que se cola frente a sus ojos para incomodarla. Le gusta bastante su cabello, aunque algunos días se vuelva indomable y la saque de quicio.

    Lleva las pestañas largas, pero son algo claras, por lo que algunas veces suele resaltarlas con un poco de máscara negra.

    La mayor parte del tiempo está sonriendo, aunque suele ser demasiado regia como para pasar como extrovertida. Cuando sonríe, un pequeño hoyuelo se forma en su mejilla derecha, cosa que ella adora, pues tiene una ligera obsesión con los hoyuelos.
    En general, sus aires son cordiales pero distantes, como si hablase contigo pero al mismo tiempo pensara en otra cosa totalmente distinta; salvo cuando la conversación le parece interesante, entonces te mira a los ojos con intensidad, hasta sonsacar lo que está buscando. Es, quizás para mal, demasiado profunda; para ella, siempre hay algo detrás de cada gesto o palabra, de cada situación o reacción. Le gusta analizar a la gente.


    Por último, su vestimenta favorita es la muggle, aunque nunca mezquina a los vestidos y las capas, especialmente esas que dan un halo de misterio a quien las use. Le gustan los colores pasteles, quizás un favoritismo algo aniñado, pero jamás dejará de elegir aquella gama como su predilecta. En general, es muy variada, y puede ir de jeans y sudaderas, a faldas y tops ajustados; siempre y cuando vaya acompañado de un buen par de zapatos.




    Cualidades Psicológicas:
    Podría definirse a Camille como una muchacha que se rige por el orgullo. Si hay algo que cuida con garras y dientes es su dignidad y cariño personal. Como toda Black, es de carácter fuerte, y suele saltar a la menor provocación sin poder controlar su mal genio. También es terca, por lo que suele esperar que en una discusión sea el otro el que admita su error, incluso sabiendo que es ella la que está mal. Aunque, pese a tales defectos, deja sacar a relucir su valentía cuando cree que algo está mal o no es justo, especialmente al momento de defender a alguien que considera que es vulnerable, o cuando alguien dice algo sobre ella que está totalmente errado, pese a que si se trata de sí misma intenta no armar escándalo; claro que lo hará si se siente insultada, pues no es para nada una muchachita débil o insegura.

    Cam puede ser, además, amable y divertida, ¡incluso agradable! Claro, únicamente si le caes bien. Sino recibirás el mismo trato que tiene con el resto del mundo; seco, cordial y distante.

    Una de las cosas que más problemas le causa es su perfeccionismo. Sí, es sumamente quisquillosa en todos los aspectos... Salvo en su apariencia personal. Quizás debería preocuparse más por estar arreglada todo el día en lugar de revisar cada pequeño detalle de la sala donde se encuentra, pero simplemente no va con ella. Es una muchacha inteligente, curiosa, y con tantas ansias de aprender como un niño pequeño; es como si cada cosa que mirara fuera totalmente nueva, como si observara al mundo tal y como si se tratase de la primera vez; por tal, suele ser bastante ingenua e inocente. No siempre.

    Por último, tiene tendencias bipolares como toda joven que sale de la adolescencia. Por momentos es la persona más feliz del mundo, y al segundo se siente miserable e irascible. Un detalle curioso es que nunca llora en público; detesta dejar entrever sus debilidades, más aún mostrarse vulnerable. Cuando es necesario piensa con mente fría, y siempre sabe sacar a relucir valor en la situación más complicada; es un hueso duro de roer.


    Historia:
    http://imageshack.us/a/img821/9899/kwkt.jpgNo se sabe con exactitud cuándo fue que nació, pero fue un 27 de marzo de 1995 el día en que las cuidadoras del orfanato Soleil, en Paris, la encontraron a los pies de su puerta, con una simple carta que indicaba con estilizada letra "Camille". Su segundo nombre, "Elizabeth", le fue bautizado en honor a la anciana que decidió acogerla en la institución, quien en ese entonces era la directora.

    Creció bajo las expectativas de las cuidadoras, quienes buscaban la perfección en cada uno de los niños del lugar, y por tal su severidad a la hora de enseñar afectó profundamente en Camille, quien incluso ahora tiene un complejo perfeccionista y auto exigente. El amor escaseaba en el orfanato para aquellos que superaban los ocho años, y para ese entonces la niña había perdido toda esperanza de ser adoptada, así pues, se resignó a una familia, y se dedicó en entereza al estudio y los libros. Fueron estos últimos los que la acompañaron a lo largo de su estadía en Soleil. Nunca tuvo amigos en el lugar de su infancia, pues todos se alejaban de ella, temerosos por las cosas extrañas que no dejaban de suceder a su alrededor. Es por eso que no sabía relacionarse muy bien con los otros, lo que la hacía ver como una persona cerrada y reacia.

    A los once años le llegó su carta de Beauxbatons, y fue entonces que descubrió su naturaleza de bruja, hecho que la tranquilizó de sobremanera, ya que resultaba que las cosas "raras" que le sucedían, no eran sino producto de sus habilidades recién descubiertas. Fue en ese entonces que apareció Sunar Potter Black, la mujer que la adoptó y le dio su apellido, además de su apoyo ante las nuevas circunstancias; la guió en aquel nuevo mundo de magia y locuras, provocando que Camille le tomara un enorme cariño.

    Emocionada ante la idea de conocer gente como ella, partió con su baúl y su lechuza Queeny en una de las carrozas particulares de la escuela de Magia y Hechicería francesa. Allí pasó seis años, y es donde se moldeó, tanto como persona como de bruja; aprendió a mantener trato con la gente desconocida, más no hizo ninguna amistad significativa, salvo por Collette Lefevbre**, con quien compartió dormitorio todo aquel tiempo. Sin embargo, ella y Collette no retomaron contacto cuando Camille dejó Beauxbatons en su último año para vivir en Londres con su madre y su familia adoptiva.

    Fue así que con diecisiete años y toda la vida por delante arribó en la Mansión Potter Black, donde permaneció un tiempo y comenzó la Academia, donde se decidió por seguir más adelante como Auror; ya tenía su vida fríamente planeada... Hasta el día luego de terminar Generales, cuando su madre le contó la historia de sus verdaderos padres; ellos, según sabía a Orden, habían muerto en un incendio a mano de un grupo de mortífagos, junto con un grupo de aurores que circundaban por el lugar, y fue inmediatamente enviada al orfanato Soleil, hasta el momento en que la Templaria se ofreció a adoptarla. El odio hacia el bando oscuro fue inmediato, y una sensación abrumadora ante tal noticia la embargó, casi como si no encajara en el lugar... Así que armó las valijas, la escoba, y desapareció, partiendo sin previo aviso a donde el tiempo la llevara. Eso no le gustó en absoluto a su madre Sunar, ni a su media hermana Lillian, o su pequeño hermanito Argentus**.

    Regresó a su hogar tras unos meses de completa ausencia, con ganas renovadas y totalmente decidida, admitiendo que allí era donde quería vivir una buena cantidad de tiempo. Se reincorporó a la Academia, restableció vínculos con sus hermanos, y se sumó otra vez a las locuras que su familia protagonizaba cada día, diciéndose que estaba donde debía estar, aguardando con brazos bien abiertos lo que sea que el destino le deparase ahora que tenía un objetivo claro: Unirse a la Orden del Fénix, y combatir contra aquellos que la arrancaron de los brazos de su familia cuando no era más que una bebé.








    Pertenencias:

    Objeto Magico Legendario:
    --

    Objetos Magicos:

    Objeto 1: Varita mágica.
    Clasificación: AA.
    Puntos de poder: 20.


    Mascotas y Criaturas:
    Criatura 1: Lechuza.
    Descripción: Ave blanca, de alas grisáceas y ojos záfiro.
    Clasificación: X y no mágicas.
    Puntos de poder: 10.

    Criatura 2: Tigre albino.
    Descripción: Cachorro de tigre albino.
    Clasificación: X y no mágicas.
    Puntos de poder: 10.


    Criaturas en la Reserva:
    --


    Elfos: Meryll.



    Licencias, Tasas, Registros:

    Licencia de Aparición: --

    Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida.


    Registro de XXX:
    * Registro de Pasaporte







    Otros Datos:

    Otros datos:
    ✖ [/size]Nació el 27 de marzo de 1995.
    ✖ [/size]Tiene una hermana (no sanguínea), Lillian Poter Evans, y un hermano (no sanguíneo) llamado Argentus**, que adora.
    ✖ [/size]Su patronus se convierte en una tigresa blanca, a la que ella apoda "Shira". El felino tiene la abstracta forma de un corazón en el pecho, y ojos extremadamente brillantes. A decir verdad, su patronus corpóreo le resultó asombroso, pero desconcertante a la vez; no consigue entender por qué es una tigresa albina, ¿tendría algo que ver con su carácter? Imposible afirmarlo o negarlo, al menos por Camille.
    ✖ [/size]Tiene una varita de madera de secuoya, 27.75 cm de largo, núcleo de pluma de fénix, poco flexible e ideal para encantamientos. Su nombre es Annie, el cual simplemente salió de sus labios al verle; gran asombro fue el del vendedor, cuando vio que aquella varita a la que había llamado así solo con verla, le correspondía. Gran misterio, pero no es algo que la atormente.
    ✖ [/size]Le gustan las novelas rosas (aunque es secreto), las que retratan la edad media, y aquellos de seres fantásticos desde el punto de vista muggle. Leerlas acurrucada bajo las mantas, con café y lluvia es su manera de relajarse.
    ✖ [/size]Tiene una extraña obsesión con el invierno, la nieve y el hielo, pero detesta el frío.

    Cronología de cargos:
    ✖ [/size]Inicio la Academia de Magia y Hechicería (09 de Agosto, del 2012).
    ✖ [/size]Miembro de los Centauros de Blodwyn (30 de agosto, del 2013.
    ✖ [/size]Integración como Aspirante de la Orden del Fénix (desde el 31 de agosto del 2012, hasta noviembre del 2012).
    ✖ [/size]Reintegración como Aspirante de la Orden del Fénix (12 de agosto, del 2013).


    Premios y reconocimientos:
    --







    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: 151
    Link a Bóveda Personal: Bóveda n° 98594
    Link a Bóveda Trastera: --
    Link a Bóveda de Negocio: --
    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda de la Familia Potter Black.

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.