Aleisha

Mucho, no, muchisimo tiempo había pasado desde la ultima vez que estuve en la sala común de los Dragones. Había dejado la Academia justo antes de acabarla por distintas razones y eso me había alejado de todo el Mundo Mágico. No podía negar lo nerviosa y tal vez algo asustada que estaba en aquel momento. Seguramente todas las personas que conocí ya no estaban en ese lugar, era seguro que todos mis compañeros se habian graduado ya, y habían dejado la Academia.

A pesar de todo mi tatuaje de dragón seguía intacto, eso me identificaba como parte de aquella casa y no importaba cuanto tiempo pasara siempre seria así. Con ese pensamiento en la mente me di fuerzas para ir de nuevo a la sala común así que sin pensarlo demasiado puse mi muñeca en la estatua del dragón y pasaron pocos segundos antes de que estuviera de nuevo en el dormitorio.

No podía asegurar si algo había cambiado, de lo que si estaba segura era que me era conocido y que me sentía nuevamente en un hogar.

- ¿Hola? - dije timidamente - ¿Hay alguien por aquí?

No podía negar lo nerviosa que estaba, hacia mucho tiempo que no entraba a la Academia, seguro que ya hasta me habían sacado de las listas. Ya había aprobado varias clases pero entre las que me faltaban se encontraba Bando y Perfil y era hora de que me presentara en el salón.

Caminaba rápido por los pasillos de la Academia, a pesar del tiempo no había olvidado como moverme por ahí, después de todo aquel castillo era y seguiría siendo como un hogar para mi, me sentía como si volviera a casa luego de mucho tiempo y era bastante reconfortante. No podía evitar sentirme algo triste al pensar que faltaba poco para que aquella etapa de mi vida llegara a su fin, si todo salía bien me graduaría en poco tiempo.

Llegue al salón sin problemas había algunos alumnos y dos profesores, eramos bastante pocos en comparación con la ultima vez que yo había visto esa clase, en aquella ocasión yo no pude terminar pero esta vez estaba dispuesta a hacerlo.

Como recordaba el profesor pidió que nos presentáramos, como eramos pocos casi enseguida fue mi turno.

- Hola - dije aclarandome la voz - Mi nombre es Aleisha Stark y tengo diecinueve años. Hacia mucho que no venia a la Academia pero hace poco decidí que debía terminar mi formación aquí. Soy un poco tímida pero puedo llegar a hacer muy buenos amigos. Físicamente mido aproximadamente 1,65 mi cabello es ondulado y color castaño claro, soy de piel blanca pero no llego a ser pálida... - Me detuve un momento pues no sabía que decir - Ah mis ojos son color almendra y generalmente visto con faldas.

Guarde silencio y espere que alguien mas se presentara o que los profesores dieran instrucciones.

Mi hechizo no había logrado salir y las tres cuerdas lograron atarme, la chica me había sileciado y yo no pude defenderme, aun tenia la varita en las mano pues me moví de tal manera que ambas cuerdas quedaron en la muñeca izquierda y a pesar de que me apretaban era soportable, justo a tiempo separe los pies para que la cuerda destinada a los tobillos fuera a parar a uno solo y gracias a mis botas podía soportar la presión perfectamente ya luego me ocuparía de ese problema. MI idea en aquel momento era adelantarme a cualquier otro ataque que pudiera hacer Mitzi

- Floreus - dije apuntando a su varita. Pude escuchar su Sectusempra y no pude contener una sonrisa cuando vi salir de su varita un ramo de delicadas margaritas. - ¿Para mi? - dije en tono algo sarcástico - No debías molestarte.

Debía pensar en como atacarla, miraba alrededor buscando una idea ingeniosa. Fue entonces cuando la vi, la serpiente que había lanzado en uno de mis primeros ataques había despertado y se mantenía prácticamente fusionada con el borde del puente buscando maneras para escapar.

- Oppugno - dije apuntándole y en cuestión de milisegundos la serpiente se dirigía hacia Mitzi dispuesta a morder y causar algo de dolor, no era venenosa pero al menos le daría a mi contrincante algo que pensar y a mi un poco de tiempo para librarme de aquellas cuerdas que empezaban a cortarme la circulación.

Hola a todos por aquí. Bueno paso a dejar mi tarea espero que este bien. Saludos!

Tarea 2: Análisis Almas Libres

 

Helen: Incarcerus. Acción 1 - Turno 1

Fokker: Evanesco. Acción 1 - Turno 1 (Desaparece una de las cuerdas)

 

Helen: Expelliarmus Acción 1 - Turno 2 (Impacta)

Fokker: Disparo de Flechas. Accion 2 - Turno 1(Impacta)

 

Helen: Sectusempra Acción 2 - Turno 2 (Impacta)

Fokker: Recoge la varita Acción 1 -Turno 2

Fokker: Episkey Acción 2 - Turno 2 (Cura heridas del sectusempra)

 

Helen: Episkey Acción 1 - Turno 3 (Cura heridas del Disparo de flechas)

Helen: Morphos Acción 2 - Turno 3 (Convierte la camisa de Fokker en un escorpión)

Fokker: Morphos Acción 1 - Turno 3 (Convierte el vestido de Helen en una avispa)

Fokker: Episkey Acción 2 - Turno 3 (Se cura por el veneno del escorpión y del sectusempra)

 

Helen: Morphos Acción 1 - Turno 4 (Convierte su sandalia en un bezoar y se lo come salvandose del veneno de la avispa

Fokker: Silencius Acción 1 - Turno 4 (Silencia el Silencius de Helen)

Helen: Silencius Acción 2 - Turno 4 (Silenciado. No sale)

Fokker: Sectusempra Acción 2 - Turno 4.

 

Recolección de daños.

Helen: Herida por Disparo de flechas, se sana. Herida por picadura de avispa, se sana. Herida por Sectusempra.

Fokker: Atado con dos cuerdas de Incarcerus sin que lo dañen. Pierde la varita, la recupera. Herido por Sectusempra, se sana. Herido por picadura de escorpión,

 

Veredicto.

 

Helen esta herida de Sectusempra. Fokker gana.

 

 

 

 

Antes de que pudiera reaccionar mi varita había salido disparada de mi mano, no me espere a comprobar si mi hechizo había impactado ya que estaba segura de eso. Con toda la velocidad que me permitieron mis piernas fui a recoger mi varita y sentí un alivio indescriptible cuando por fin la tuve de nuevo bien sujeta con mi mano derecha.

Pensaba que Mitzi se iba a curar pues la alergia en su cara debía haber empeorado, pero la chica se había olvidado de su propia seguridad y me atacaba nuevamente. Pude ver tres gruesas cuerdas que venían directamente hacia mi, pero como me había alejado para recuperar mi varita no iban a llegar enseguida y eso me dio unos valiosos segundos en los que pude reaccionar.

- ¡Evanesco! - grite fuertemente y las tres cuerdas desaparecieron sin dejar rastro.

Estaba lista para responder cualquier ataque y si Mitzi cometía algún error no dudaría en aprovecharme no estaba dispuesta a perder aquel duelo.

Pude ver como las flechas que le había lanzado a Mitzi salían disparadas en varias direcciones y no pude evitar resoplar frustrada. Yo empezaba a agotarme un poco pero no permitiría que la chica lo notara a pesar de que esperaba que quedara poco del duelo. Pero aquel duelo aún no terminaba, antes de que mi contrincante pudiera realizar su próximo hechizo para atacarme yo pensé rápido y me adelante.

"Zancadilla" pensé muy concentrada y apuntándole firmemente. Enseguida la chica cayó al suelo gracias a una soga que había aparecido alrededor de los tobillos.

No estaba segura si había logrado realizar su hechizo desde el suelo, la vi susurrar algo pero no podía confirmarlo, debía irme por lo que sabía, así que decidí utilizar otro hechizo no verbal.

"Embrujo punzante" pensé por segunda vez en el duelo esperando que esta vez si diera en el blanco y lograra que a Mitzi le saliera en la cara una dolorosa alergia.

Wow muchas gracias por la aclaratoria tenía duda justo con esos hechizos porque no los encontré en la lista de Hechizos Neutrales de la sala de duelo, así que otra vez muchas gracias por la ayuda. Saludos

Empezaba a hacerse de noche y a hacer frío, sin dejar de concentrarme en el duelo empezaba a preocuparme por salir de ahí cuando el duelo hubiera terminado, definitivamente entre mis planes no estaba pasar la noche en el castillo abandonado detrás de mi, así que quería que aquello terminara lo mas pronto posible, lo que no significaba que me iba a rendir.

No podía negar que Mitzi era una buena contrincante había sabido librarse de mis hechizos muy bien y ahora se disponía a atacarme. Pensé rápido pues no podía darle tiempo suficiente como para que pudiera hacerme daño

- ¡Protego! - grite antes de saber a ciencia cierta cual había sido su ataque. A través de mi escudo mágico pude ver como una llamarada purpura salia de su varita y dejaba inconsciente a mi serpiente suspire tranquila cuando el escudo logro absorberla quedando yo ilesa.

Era hora de atacar y sabía perfectamente lo que iba a hacer

"Disparo de flechas" - pensé muy bien concentrada apuntandole a Mitzi con mi varita enseguida aparecieron 12 flechas dirigidas hacia ella su blanco eran principalmente sus brazos y piernas solo quería inmovilizarla y herirla un poco y así ganar en el duelo, no esperaba hacerle demasiado daño y mucho menos matarla.

Hola! Espero que estén todos bien por aquí. Me pasaba porque tengo una duda que aclarar: en los duelos podemos usar los hechizos: Seccionatus y Disparo de Flechas? Es que no los vi en la lista de hechizos neutrales. Gracias y saludos

No pude evitar sonreír en aquel momento. Mi compañera se había defendido de mis ataques perfectamente y eso al principio me decepciono, pero no me había atacado y eso me daba muchas oportunidades ya que no debía defenderme de ningún hechizo.

No tenía mucho tiempo pero debía pensar bien lo que iba a hacer. Si todo salia como esperaba era probable que aquel duelo terminara conmigo como victoriosa. Inspire aire profundamente y me dispuse a atacar, pero no quería ponerla sobre aviso asi que me concentre todo lo que pude para poder realizar un hechizo no verbal

"¡Embrujo Punzante!" pensé sosteniendo mi varita con todas mis fuerzas y apuntando al rostro de mi contrincante, un rayo salió de mi varita dirigido hacia ella dispuesto a desfigurarle el rostro con una alergia algo dolorosa.

Mi próximo ataque debía ser contundente y a pesar de que no quería causar demasiado daño, de aquella clase dependía gran parte de mi futuro, ademas no pensaba hacer nada irreversible.

- ¡Serpensortia! - grite fuerte y claro, Enseguida una serpiente de tamaño normal salió despedida de mi varita directo hacia Mitzi si mis suposiciones no fallaban la serpiente se dirigía específicamente hacia sus piernas que era lo que le permitiría subir por su cuerpo y morder en todo caso la serpiente no era venenosa pero si que podía asustar y causar algo de daño.

Mi primer ataque no había surtido efecto ya que mi contrincante había sabido como defenderse, no pude evitar decepcionarme un poco cuando vi mi rayo absorbido por su escudo. Pero el duelo apenas iniciaba y yo no tenía intención alguna de perder, poco a poco me sentía mas segura de mi misma he iba tomando confianza en lo que hacia. Pude notar que Mitzi se preparaba para atacarme y que estaba apunto de gritar un hechizo así que pensé rápido,

- ¡Silencius! - grite apuntándole firmemente con mi varita y el efecto no se hizo esperar, pude notar como su boca gesticulaba un Inpedimenta pero en ningún momento llegó a escucharse el sonido de su voz. Solté un suspiro expulsando el aire que había estado conteniendo sin darme cuenta.

Una brisa fresca me rozo la cara he hizo que mi cabello castaño ondulara en el viento, no podía dejar que nada me distrajera a pesar de que estaba disfrutando de ese instante que no debió durar mas de cinco segundos. Me centre y me dispuse a atacar nuevamente.

- ¡Incarcerus! - grite fuerte y claro. Tres cuerdas salieron disparadas de mi varita hacia mi oponente, una de ellas dirigida a sus tobillos que al amarrarse a ellos inevitablemente la haría caer, la segunda iba directamente a sus muñecas lo que evitaría que sostuviera su varita correctamente y la ultima iba hacia su boca que sin causar un daño excesivo impediria que pronunciase algún hechizo.

Caminaba por aquel lugar obviamente tensa y con la piel erizada, cualquier persona que me viera pensaría que me dirigía a un lugar terrible y si lo pensaba bien eso no era del todo cierto "Es solo una clase" me repetía a mi misma una y otra vez., eso lo volvía casi peor,había pasado demasiado tiempo fuera de la Academia sin siquiera mirar mi varita, si intentaba recordar era imposible tener una imagen clara de la ultima vez que había tenido un duelo.

Pero estaba de vuelta y nada ni nadie impediría que me graduara de la Academia esto era solo una etapa y debía superarla, así que intente relajarme y convencerme a mi misma de que mi piel erizada se debía solo al frío de aquel bosque por el que caminaba. Luego de varios minutos encontré el lugar que buscaba, desde el linde del bosque lograba divisar lo que en otros tiempos debió ser un hermoso castillo pero ahora se notaba descuidado y era obvio que llevaba abandonado al menos cien años.Un camino de piedras conectaba el bosque con la entrada principal, ese era el sitio del duelo.

Respire profundo y camine hasta situarme cerca de la entrada del castillo y de cara al bosque ya que ese seria el sitio por donde llegaría mi adversaria. Espere unos pocos minutos y la vi llegar.

- ¡Hola! Mi nombre es Aleisha - Salude cordialmente en todo caso aquello era solo una clase y no era mi intención hacerle un daño real - ¿Te parece si comenzamos?

Mientras esperaba había ganado valor, así que me disponía a atacar, hice una reverencia y saque mi varita.

- ¡Desmaius! - grite apuntándole a mi contrincante, de mi varita salió un rayo que de lograr dar en su objetivo haría que mi contrincante cayera al suelo inconsciente.

Hola a todos! (Estoy en la lista wiii ) Hacia mucho tiempo que no entraba al rol y ahora que estoy de vuelta, me siento emocionada por entrar a las clases

En fin al punto.

Mi personaje es Aleisha pertenece a la familia Stark y es una chica de 19 años de estatura normal, delgada y de cabello ondulado de color castaño claro. Es algo introvertida pero al mismo tiempo le gusta hacer amistades y logra abrirse con las personas en las que confía, uno de sus mayores sueños es pertenecer a la Orden del Fénix pues cree fervientemente en el trinfo del bien sobre el mal. Fue criada por una pareja de muggles pensando que eran sus padres, pero a los once años descubrió que era adoptada. Sus primeros años de aprendizaje de la magia fueron con Merrick un mago que conoció luego de descubrir sus poderes el fue quien luego la convenció de entrar a la Academia y de ser posible encontrar a sus verdaderos padres.

En off rol mi nombre es Yubides tengo 19 años y soy de Venezuela. Estoy estudiando en la universidad y esa es una de las razones por la cual (como dije arriba) no entraba al foro desde hace mucho. Me encanta escuchar música, leer y escribir un poco... Tambien toco algo de violin y piano... Bueno hasta ahora creo que eso es todo.

Saludos

Mi rostro denotó algo de frustración al notar que de mi boca no salieron los sonidos que esperaba, en realidad no salio ningún sonido. Debía aceptar que aquella chica era una buena contrincante y eso en lugar de asustarme o desanimarme me daba ánimos, los retos me gustaban, ademas aquel duelo era perfecto para practicar para el futuro.

Pude ver que Arya se preparaba para lanzar un nuevo ataque así que pensé rápido.

- Floreus - pronuncie y escuchar el sonido de mi voz nuevamente me saco una sonrisa involuntaria.

El ataque de la chica se convirtió en un pequeño ramo de flores silvestres.

- ¿Para mi?- dije con un poco de sarcasmo.

Era hora de atacarla, estaba decidida a ganar aquel duelo.

- Deprimo - dije apuntando no a mi contrincante, si no al suelo de madera debajo de ella.

Las tablas del escenario cedieron enseguida formando un agujero considerable en el que la chica había caído.

La tenue iluminación de aquel lugar le daba a la situación un aire de misterio, al estar en el escenario no podía evitar la sensación de ser observada, intente que no me afectara pues debía concentrarme en el duelo si quería aprobar la clase.

No pude evitar sentir algo de lastima por el tigre atado, los animales siempre habían sido mi debilidad, pero me pareció que la chica tenía bastante ingenio al protegerse de aquella forma. Un segundo paso antes de que notara que me lanzaba un hechizo y un rayo se dirigía a mi.

- ¡Protego! - grite alzando mi varita y enseguida el escudo protector absorbió el rayo.

Debía atacar, pero tenía que pensarlo muy bien ya que si me hechizo producía una explosión lo mas seguro era que toda la estructura del teatro nos callera encima a ambas.

- Petrificus Totalus - dije con fuerza y un rayo potente salió de mi varita cuando choco contra mi oponente esta instantáneamente se volvió tan rígida como una piedra y cayó al suelo provocando que las tablas produjeran un fuerte estruendo amenazando con quebrarse.

Aquel sería mi primer duelo en mucho tiempo y no podía negar que estaba nerviosa pero deseaba fervientemente graduarme en la Academia y para lograrlo tenía que pasar aquella clase y estaba completamente dispuesta a dar todo de mi paro lograrlo. Lance un suspiro al aire y me dirige al lugar del duelo.

Me encontraba en un teatro que al parecer llevaba mucho tiempo abandonado, las butacas que antaño estarían cubiertas de terciopelo de un rojo brillante se veían desgastadas por el paso del tiempo y la enorme cortina que enmarcaba el escenario se encontraba en las mismas condiciones, mis pensamientos se desviaron hacía la cantidad de representaciones que se habrían hecho en aquel lugar. Sonreí al notar que de haber una importante obra de teatro, mis ropas no serían acordes a la ocasión vestía botas sin tacón, una camisa sencilla con solo un poco de encajes en las mangas y una falda beige sobre las rodillas, la combinación me daba un aspecto demasiado casual y nada elegante.

El escenario estaba iluminado por lo que deduje que era ahí donde se realizaría el duelo. Al pisar las tablas del escenario no pude evitar notar que algunas estaban peligrosamente sueltas pero intente disipar aquel miedo. Mire a mi alrededor, desde ahí podía observar los palcos principales, con algo de dificultad note que las puertas se encontraban abiertas posiblemente llevaran muchísimo tiempo así pero aún daban la impresión de esperar espectadores.

Pasaron pocos minutos antes de que notara que una silueta se acercaba al escenario cuando subió al escenario del lado contrario al que yo estaba la reconocí como mi oponente.

- Bienvenida - dije con una sonrisa - Mi nombre es Aleisha

Guarde silencio unos pocos segundos estudiando a quien sería mi contrincante.

- ¿Te parece si empezamos? - pregunté mientras alzaba mi varita - ¡Incárcerus!

De mi varita salieron tres gruesas cuerdas dirigidas directamente hacia mi oponente, una ataría sus manos evitando que utilizara la varita, otra iba hacía sus tobillos por lo que la haría caer al inestable suelo y la ultima cuerda iba hacía su boca imposibilitándola para hablar.

Hola a todos!! Antes que todo gracias a los profes por dejarme participar en la clase, hace bastante tiempo que no entro a una clase de Duelo pero pienso esforzarme para aprobar esta.

Bueno empecemos con las presentaciones:

Aleisha, mi personaje es una chica de unos 19 años, es Sacerdotisa y pertenece a la familia Stark, es una chica algo timida, pero muy amable y agradable cuando se deja conocer, por su don de sacerdotisa tiene una gran conexión con la naturaleza, ademas desde pequeña aprendió a montar a caballo gracias a su mentor Merrick.

Ahora yo: Mi nombre es Yubides tengo 18 años y soy de Venezuela, actualmente estoy en el segundo año de Farmacia una carrera que de verdad me apasiona, me encantan la lectura y la música y toco violín y piano.

Creo que por ahora eso es todo. Saludos!

Muchísimo tiempo había transcurrido desde la ultima vez que había estado en mi sala común, desde hacia ya muchos meses me había alejado de la Academia y de todo el mundo y era poco tiempo atras en el que había decidido regresar, tenia que terminar mis estudios y eso era lo que pensaba hacer.

Mientras me dirigía a la Sala Común de los Dragones no podía evitar pensar en que posiblemente ya todos los compañeros que conocí cuando llegué a la Academia se habían graduado "Siempre es bueno conocer caras nuevas" me dije para darme animos, era cierto que tenía mucho tiempo alejada, pero aquella no dejaba de ser mi casa y nunca dejaría de serlo, aun cuando estuviera algo nerviosa sabía que sería bien recibida.

Me adentre en la Sala Común conteniendo un suspiro que logro salir cuando me encontré dentro de aquel lugar y contemplando mi alrededor y alegrandome al notar que lo sentía familiar.

- Hola... - dije algo nerviosa - Soy Aleisha ¿Alguien por aquí me recuerda?

Hola! Por fin puedo partcipar en esta clase ya que tengo un poco mas de tiemoo

Una presentación rápida: mi nombre es Yubides tengo 18 años y vivo en Venezuela, me encanta leer y escribir aunque todavia no termino nada. En fin sin nada mas que decir por ahora les dejo mi ficha.

Nombre: Marissa Scoglio

Edad:23

Nacionalidad: Británica

Descripción Física: De tez blanca y estatura normal 1, 60 aproximadamente. De cabello castaño el cual lleva en capas hasta un poco mas abajo de los hombros, sus ojos son del mismo color y extremadamemte profundos. imagen

Descripción Psicológica: Un aire de misterio la rodea ya que siempre se encuentra absorta en sus pensamientos. Es una chica de personalidad tranquila y logra mantener la calma en situaciones que podrían ser desesperantes. Es además una chica romantica y soñadora.

 

Historia:

Hija de un rico empresario y una afamada cantante de opera, ambos italianos Marissa es heredera de una gran fortuna. Sus padres se mudaron a Londres por negocios pocos meses antes de su nacimiento y la chica ha vivido desde entonces en Inglaterra.

A pesar de llevar una vida de lujos y comodidades Marissa no es la tipica heredera engreída, sus padres le enseñaron el valor del dinero, asi que la chica se comporta con sencillez. Aún cuando ama su herencia italiana y al heredar la voz de su madre se esperaba que siguiera sus pasos Marissa decidió estudiar Literatura y Letras en la Universidad de Oxford cosa que ademas le daría pie par independizarse un poco de sus padres, pero que no lo tomara como profesión no significa que la chica no adore la música y mas de una vez (y luego de mucha insistencia) deleitaba tanto a sus compañeros de facultad con su hermosa voz. La chica se graduó con honores de la universidad y como regalo de graduación sus padres le regalaron un boleto de primera clase en la travesia del Titán. La historia de aquel barco que no llegó a su destino siempre la había cautivado por lo que el regalo sencillamente le encantó, ademas secretamente esperaba que en aquel viaje encontraria la inspiración para escribir su primer libro.

Hola a todos!! bueno soy aspirante a la orden pero hacía tiempo que no me pasaba por aquí, y decidí que la fiesta de disfraces en la madriguera es una buena idea para volver a integrarme al foro asi que vengo a pedir mi firma . Si aún está disponible me gustaría ser Terra, volveré por aquí pronto. Saludos!

Cuando llegué el salón de clases se encontraba vacio, solo pude divisar sobre la mesa central,una copa y no cualquier copa, sobre aquella mesa emitiendo un brillo particular estaba la copa del Torneo de las Cuatro Casas. Suspire, era obvio que la clase de Duelo Avanzado no iba a continuar en un salón de clases, respire profundo y toque el traslador. No me iba a acostumbrar jamás a aquella sensacion tan incomoda.

Pocos segundos pasarno antes que cayera en un lugar que se me hacia conocido pero estaba segura de que nunca había estado ahi, me levante y sacudí mis ropas, ese día llevaba una falda larga hasta los tobillos de estilo bohemio a juego con unas sandalias bajas y una blusa de mangas sueltas. "Si puedo cabalgar asi, duelear no sera un problema" pense aquella mañana cuando me vestí.

Pude observar que varios de mis compañeros habian llegado, ademas de cuatro personas que no conocia pero que la profesora no tardo en presentar. Fue en aquel momento en el que me dí cuenta de donde estabamos y no pude evitar sentir que un escalofrío recorria toda mi columna vertebral. Respire intente calmarme y tome mi varita dispuesta a que empezara la acción.

La fiesta de Hallowen había llegado a su fin, aquella historia de las armaduras me había parecido sumamante interesante, lastimosamente yo había permanecido callada la mayor parte de la velada, aún asi me alegraba por las dos chicas que habian conseguido desifrar aquellos acertijos.

Me encontraba en mi habitación desempacando por fin mi maleta, esta había permanecido reducida en uno de mis bolsillos, en aquel momento se encontraba abierta sobre mi cama de dosel. Ya todo estaba listo mi ropa en el closet y mis cosas personales en el baño, cerre la maleta, volvi a reducirla con mi varita y la metí en la gaveta de mi mesita de noche.

Quede tendida en la cama con la mirada perdida en el techo, el tiempo que había pasado en la Academia había sido genial aun cuando no me había relacionado con muchas personas, todo había pasado muy rápido y si todo salia bien pronto me graduaria y eso me tenía asustada y emocionada al mismo tiempo.

Hola vengo aqui con una pequeña duda:

En el ultimo post del duelo Xion me ataca con el Fuego Purpura pero según el post Xion "dice" el hechizo y en la lista de hechizos el Fuego Purpura aparece como No Verbal, mi duda es si no hay ningún problema en que yo acepte el hechizo y me defienda de el. Muchas gracias. Saludos.

Había estado bastante callada y ausente durante la fiesta, pero aún asi observaba a aquellas armaduras con una mezcla de temor y curiosidad. Pero la aparición de la pintura hizo que volviera a la realidad.

Aquella mujer hermosa y aparentemente malvada de la pintura, parecia ser alguien poderosa, tal vez una reina importante de hace mucho tiempo, la mirada del caballero hacia ella era de adoración e infinito respeto, era obvio que estaria dispuesto a cualquier cosa por ella.

- ¿Quienes seran? - pregunté a nadie en particular, aquella pintura al igual que todas las demas tenian una historia.

Luego de mi entrada me sente en uno de los ultimos puestos,al ver a los profesores no me costo diferenciar quien pertenecía a cada bando pues la mirada penetrante y un poco terrorifica de Patrick Colt no me dejaba duda alguna de que era un mortífago. Desde donde pude escuchar la conversación que habían entablado mis compañeros y a pesar de que entendia el punto de vista de los que apoyaban a la Marca Tenebrosa, yo jamás estaria de acuerdo con ellos.

- Tal vez los muggles no nos han aceptado y acepto que en la antiguedad todo era muy dificil para nosotros- me atreví a comentar - Pero lo que buscan los mortífagos no es nada mas que venganza y la venganza nunca trae nada bueno, la idea de pagarles a los muggles con la misma moneda definitivamente no es buena. En verdad yo pienso que algún día podremos dejar de escondernos pero eso no sucedera si decidimos matar a todos los que no son como nosotros.

Todo aquello hacia que recordara mis días de niña, cuando tenia poco más de once años, enseguida vino a mi mente el día que conocí a Merrick.

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Caminaba por aquella hermosa finca, la cual estaba abierta a todo el mundo. Ese día había entrado ahí porque queria estar sola, a mi corta edad me sentía sumamente triste y desconsolada, aquel día todo mi mundo se había desmoronado frente a mis ojos. Estaba desayunando con mis padres animadamente cuando un vaso de vidrio que se encontraba muy cerca del borde de la mesa resbalo, yo lo mire e instantaneamente, justo antes de chocar contra el suelo el vaso comenzó a levitar. La cara de sorpresa de quienes me acompañaban en la mesa no se hizo esperar. El desayuno termino peor de lo que yo pude pensar pues yo tambien estaba tan o más confundida que ellos cuando mi padre dijo "Tu no eres nuestra hija, te adoptamos hace poco mas de diez años". En aquel momento yo no lograba procesar la informacion y luego de que algunas lagrimas salieran de mis ojos y que la que había creido mi madre intentara consolarme, lo que no logro pues su cara no decía lo mismo que sus palabras, pedí permiso y salí de aquella casa que ya no era mi hogar.

Camine mucho hasta llegar a las afueras de la ciudad y a la finca en la que me encontraba en ese momento, disfrutaba del paisaje y de mirar correr a los caballos, me acerque a la cerca y una hermosa yegua corrio hasta donde yo me encontraba, me sobresalte un poco pero no llegue a alejarme.

- No te asustes- dijo una voz tras de mi - Y no te preocupes por lo que ha pasado, pues estaba en tu destino

Se trataba de un hombre alto y un poco corpulento que debía tener al rededor de cuarenta años pero que se veía muy joven, yo lo mire extrañada y con algo de susto pues por alguna razón sabía que no estaba hablando de la yegua.

- Mi nombre es Merrick- dijo aquel hombre - Y al igual que tu, puedo hacer magia

- Yo no...- no termine la frase pues recorde lo que había pasado, mi cara de sorpresa desaparecio y cambio por una de duda que reflejaba todoas las preguntas que tenía -

- Se que es dificil de comprender...

-Al parecer mis padres dejaron de quererme... - en ese momento me dí cuenta que lo había interrumpido y caye

- No tengas resentimiento, los muggles no logran entender lo que hacemos- al párecer notó mi cara extrañada y añadió - Los muggles son personas sin magia

Yo tenia demasiadas preguntas, demasiadas dudas y muchisima confusión y aquel homnbre poco a poco había empezado a aclararlas.

- Se que es dificil- dijo cuando se hacia tarde - Tal vez ellos no lo entiendan pero las diferencias entre nosotros son pocas, tal vez los magos tengamos mayores privilegios por decirlo de alguna manera, pero no somos superiores a las personas sin magia y debemos aprender a vivir junto a ellos

Luego de aquel comentario yo solo pude asentir, eran demasiadas emociones pero aún asi en aquel momento me decidí a seguir el consejo de Merrick. El me acompaño a mi casa y a mis padres les dijimos que sería mi instructor de equitación. Desde ese mimento y por mas de ocho años mientras aprendia a montar tambien aprendí a controlar mi magia.

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Jamas olvidaria la frase de Merrick "Debemos aprender a vivir con ellos..." y a defenderlos si es necesario pense yo.