Isa Clogg

-Oh... Es verdad- Isa se sorprendió, porque creía que lo había hecho bien, así que lo volvió a rellenar:

Formulario del examen de vuelo:

 

 

 

Ficha de Identificación Personal:

 

~ Nombre del examinado: Isabel Minerva Clogg.

~ Enlace a su ficha personal: Ficha de Isabel Minerva Clogg

~ Persona a la que se avisará en caso de terminar en el Hospital San Mungo: Caroline Ryddleturn D' Aubigne

 

Consentimiento informado:

 

La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.

 

Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.

 

Yo, Caroline Ryddleturn D' Aubigne, tía de Isabel Minerva Clogg, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi sobrina corre al realizar el examen de vuelo y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

 

Firma del responsable

Ficha de Caroline Ryddleturn D' Aubigne

 

Lo entregó de nuevo y esperó a que se lo corrigieran.

Isa salió corriendo por los pasillos de la Academia. Casi se resbala en una esquina que giró a toda velocidad, por culpa de sus botas con la suela inhaderente. Había decidido ponerse unos vaqueros, unas botas con piel por dentro y una chaqueta roja. También llevaba una diadema con unos cuernos de reno que se iluminaban, con motivo de la Navidad.

Se dirigía corriendo al Gran Salón porque se iba a celebrar una cena de Navidad, y si Isa no llegaba a tiempo se perdería el maravilloso festín. También quería dejar su regalo en el árbol. Al llegar se asombró mucho con la decoración navideña. La verdad es que habían trabajado un montón.

Isa se dirigió rápidamente a los pies del árbol, colocó su regalo y luego caminó hacia la mesa de los Dragones y vio que su amiga Rosie ya estaba allí, así que la saludó:

-¡Hola! Que bonito está todo-

Esme le sonrió un poco y después de eso un chico joven y rubio, que a Isa le sonaba un montón, pero no sabía de que; las llevó a una salita con un par de sillas y les entregó unos papeles.

— Bueno, creo que esto es lo que tenemos que hacer… Gracias... en un ratito te lo entrego... —

-Ya, bueno... Lo mismo digo- respondió la castaña.

Isa no se sentía con ganas de hablar. En cuanto había aparecido Dylan se le había empezado a secar la boca y el corazón parecía que quería salírsele del pecho. Siempre le pasaba que en el camino estaba fresca como una rosa, pero en la entrada llegaba a estar tan nerviosa que podía temblar más que un flan.

<<Bueno, no es tan difícil>> se dijo. Cogió una pluma del tintero y empezó a escribir:

-------------------------

Formulario del examen de vuelo:

Ficha de Identificación Personal:

~ Nombre del examinado: Isabel Minerva Clogg.

~ Enlace a su ficha personal: Ficha de Isabel Minerva Clogg

~ Persona a la que se avisará en caso de terminar en el Hospital San Mungo: Caroline Ryddleturn D' Aubigne

Consentimiento informado:

La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.

Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.

Yo, Caroline Ryddleturn D' Aubigne, tía de Isabel Minerva Clogg, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi parentesco con el examinada corre al realizar el examen de vuelo y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

Firma del responsable

Ficha de Caroline Ryddleturn D' Aubigne

--------------------------

-Ya está- Le dijo a Dylan, se lo dió y esperó a que Esme se fuera con ella.

Esmeralda esquívó su Petrificus, pero para la sorpresa de Isa, Esme no salió corriendo. Solamente la apuntó con su varita y le pidió más explicaciones. Ante esa situación Isa respondió:

-Pues, es que no sabía que eras tú, ese fue el primer hechizo que se me vino a la cabeza,... ¡Fue un instinto de supervivencia!,... Bueno, no se,... Imagínate, un día te mandan una nota "sospechosa", que tienes que ir a un sitio que no conoces de nada y al llegar alguien te ataca,... Pues bueno.... -

Se estaba liando. La verdad es que Isa no era muy buena con cosas como las disculpas o las dedicatorias, felicitaciones,... En fin, no tenía el don de la palabra. Y cuando se ofuscaba por dentro, empezaba a hablar muy rápido y casi no se la entendía. En ese momento intentó hablar lo más despacio posible, pero sabía que no iba a poder aguantar mucho más.

Estaba apunto de hecharse a llorar, <<¡¿por qué tengo que ser tan sensible?!>> , se dijo a sí misma. Y, de repente, un chorro de agua helada salió hacia su cara. Esme acertó de lleno e Isa casi se ahoga, pero eso le vino bien, porque le había despejado el rostro y ya no sentía ganas de llorar. Solo de toser.

-¡Cof! ¡Cof!, ¡Madre mía! ¡Casi me ahogo!, aunque, supongo que me lo merezco un poco-

Esmeralda se acercó a ella con una toalla, con la intención de ayudarla a secarse. E Isa apreció mucho ese gesto, y le dio las gracias:

-Gracias, de verdad, estaba muy fría-

En ese momento la cabeza le dio un pinchazo muy fuerte. La oji-azul no se acordaba de que al tropezarse con las escaleras se había caído y hecho unas heridas en la frente y en el brazo. Solo dijo:

-Episkey-

Y las heridas se cerraron al instante. Esme la había cubierto con la toalla y la castaña ya estaba recuperando el calor de su cuerpo, cuando algo sonó en la puerta. ¡Había alguien más en la casa! Isa prefirió ser sigilosa y hacer como si no se hubiera enterado, se llevó un dedo a los labios, señaló a la puerta y continuó hablando:

-Bueno, dime, ¿Tú conoces esta mansión? Por como has salido corriendo parece que sí-

Se estaba acercando a la puerta sigilosamente y cuando estuvo a una distancia considerablemente pequeña, exclamó:

-¡Confringo!-

Y la puerta estalló en pedazos, algo salió corriendo y chorreando sangre, pero no les dio tiempo a verle la cara. Y entonces Isa salió corriendo a por el intruso. Tiró la toalla a medio camino y se acordó de Esmeralda. Entonces se dijo que si no había salido corriendo detrás de ella, había encontrado una forma mejor de atrapar a aquella persona, animal, o lo que fuera.

El señor Conrad les guió por cientos de pasillos, siempre apoyado en un alumno o en la profesora Bel. Cruzaban salas, pasillos y grandes habitaciones. En donde había desprendimientos, Isa apuntaba en su mapa una "X", para cuando recorrieran de nuevo el museo de nuevo, les sirviera de ayuda.

Los cinco primeros minutos de viaje fueron tranquilos , excepto por algún desprendimiento de el techo o de algún tropezón en las escaleras. En esos momentos, Isa llevaba al señor Conrad y le había dejado el mapa a Gerard para que siguiera pintando. Pero al doblar una esquina les pareció ver una sombra.

-¡Allí!- gritó Isa y todos salieron corriendo, varita en mano.

Isa se rezagó un poco para dejar al señor Conrad apoyado en una pared y le dijo:

-Espere aquí, luego volveremos a por usted-

Y salió corriendo junto a los demás.

OFF:

Aquí solicité hacer mi Examen de vuelo

Cuando lo consiga pasar dejaré el link

Aquel día estaba emocionada, no, ¡Lo siguiente! Desde que se enteró de que era bruja, una de las cosas que más había querido hacer era volar. Surcar los cielos con una escoba, no le importaba cual, lo único que le importaba en ese momento era aprobar el examen de vuelo.

Para poder continuar con la Academia de Magia y Hechicería tendría que hacer el examen. Isa no sabía ni por qué, ni dónde. Así que solicitó a sus profesores que se lo dijeran. Estos le respondieron que ella tendría que ir al Ministerio de Magia, sexta planta, el Departamento de Transportes Mágicos . Así que a las nueve de la mañana de aquel día se dirigía hacia el Ministerio.

Al llegar se tropezó unas diez veces con magos y brujas de todas partes del mundo. <<A lo mejor hoy es un día de magos internacionales, o algo así>> pensó. Al entrar en el ascensor casi se asfixia. ¡¿Pero la gente no veía que el ascensor estaba lleno!? Porque cada vez entraban más y más gente.

Cuando por fin, la mujer dijo: - Sexta planta. Departamento de Transportes Mágicos- Isa consiguió salir a duras penas y se internó en el departamento. Se encontró una sorpresa:

-¿Esmeralda? Hola, que sorpresa. ¿Tú también vienes a hacer el examen de vuelo? ¿Ya sabes cómo hacerlo?

Al ver que su amiga ponía cara de dolida al repeler el hechizo de Isa, esta empezó a hablar:

-¡No! yo no sabía...- << que eras tú! >> pero terminó esa oración en sus pensamientos, ya que un Silencius la alcanzó en plena disculpa.

<<Finite>>Pensó Isa.

Pero Esme ya había salido corriendo. La castaña bajó las escaleras como una exalación, siguiendo a Esmeralda por la casa, maldiciendose a sí misma por haber lanzado ese hechizo mortal si no se llega a curar antes de tiempo. Cuando bajaba las escaleras se tropezó con un trozo de techo que se había caído y terminó de bajar la parte de escaleras que le quedaba rodando.

Cuando cayó al suelo mugroso estaba magullada y ella misma juraría que se había hecho un corte en la cabeza y otro en el brazo, pero si quería alcanzar a Esmeralda, no podía detenerse a hacerse un Episkey, aunque ya dudaba que la pudiera alcanzar, ya que cuando Esme salió corriendo parecía que se sabía cada rincón de la casa.

Isa no recordaba a donde había ido Esme, así que empezó a correr un poco más despacio y gritando bien fuerte:

-¡Esmeralda, no sabía que eras tú! ¡Lo siento! ¡No te enfades, por favor!

Pero cuando llegó a una habitación con una tabla roída, Isa supuso que no la había convencido con sus disculpas, ya que un Expeliarmus salió debajo de la tabla. Aunque tenía los sentidos bien alerta, dejó que el hechizo la alcanzara, para que Esme viera que no quería hacerla daño. Consiguió que la varita se le fuera de las manos, pero eso acarreó que Esmeralda se creyera menos en su disculpa. Buscó a Esme por algún hueco de aquella tabla, hasta que vio un ojo asomando por un pequeño agujero y, antes de que saliera corriendo Isa empezó a explicarse:

-No sabía que eras tu Esmeralda, por favor creeme...-

Pero no consiguió nada. Solo que Esme saliera corriendo otra vez por un saliente de suelo. Pero Isa no podría permitirse que huyera, así que cogió su varita y exlamó:

-¡Petríficus Totalus!-

Con aquel encantamiento no podría moverse, pero si oiría lo que Isa tenía que decirla. Era el hechizo perfecto. Otra cosa es que hubiera acertado o no.

— Primita, los villancicos son formas de expresar oraciones poéticas que tengan rima, pero obviamente acompañadas de una melodía… Uno muy sonado es el de “Noche de Paz” — Esme respondió a la pregunta de Izumy. Cuando esta pregunto por que era un villancico, Isa puso cara de extrañeza:

-¿Nunca has oído uno?- le pregunto Isa, - Si, es verdad lo que dice Esme, el de " noche de paz " lo conoce todo el mundo. Es así: noche de paz, noche de amor...- pero paró al ver que no lo conocía.

-Bueno, cuando compongamos uno seguro que nos lo aprendemos en nada- dijo Isa cambiando de tema, - tiene que ser algo pegadizo, y tampoco muy lento, algo así como al principio piano y suave, pero que se vaya acelerando con el tiempo, ¿Entendéis lo que os digo? A mi me parece que podría ser interesante trabajar con eso- dijo Isa esperando que aprobaran su propuesta.

Holaa, venia a hacer unos cambios en mi historia.

Pone:

Historia:

Isabel Minerva Clogg nació el día 26 de Noviembre de 1997, en un callejón oscuro de Londres. Sus padres la tuvieron que abandonar en un orfanato al nacer, porque no tenían dinero suficiente para criarla. Al dejarla, la madre, escribió una carta diciendo como quería que se llamara: Isabel como su abuela y Minerva como su difunta madre y con el apellido Clogg, el de su marido. Con la carta también dejo su colgante, pero en la carta no puso su nombre.

La infancia de Isa no fue muy agradable. En el orfanato la pegaban por hacer cosas raras con el piano y con los juguetes, por pocos que fueran, ella los multiplicaba. Y digamos que el orfanato no era un hotel de cinco estrellas, pues hasta la mujer que lo regentaba parecía tener mugre debajo de cada pliegue de piel. Isa aprendió a ser fuerte y a defenderse y pasar desapercibida canalizando sus extraños poderes hacia un objeto: el colgante de su madre. Así cuando se enfadaba le quedaba poca energía y no podía hacer mucho daño.

El día que Isabel recibió la carta se animó mucho por el hecho de que hubiera una mísera esperanza de salir por fin de el orfanato. En el Expreso a Hogwatrs se hizo amiga de Clara Rown, una pequeña niña pelirroja y muy alegre. Juntas pasaron a Hufflepuff y sus lazos se unieron aún más. Pero al llegar el fin de curso se decepcionó, porque le dijeron que debía volver al orfanato y que para colmo no podía hacer uso de la magia. El verano se lo pasó encerrada en su mugrosa habitación y leyendo libros sobre magos. En el segundo año casi la expulsan de Hogwarts por agredir a un chico de Ravenclaw gravemente. Al final de año conoció a un chico de Slytherin muy majo con el que compartía clase de Encantamientos. Su nombre era Antonio Fintier. Más bajito que ella y con los ojos azules lo conoció un día que Clara se lo presentó y desde ese día fueron amigos inseparables.

Su amistad a ido creciendo desde el año en el que se conocieron, tienen los mismos gustos y los mismos enemigos. Y lo que no tiene uno lo tiene el otro. Isa tiene la inteligencia y creatividad, y Anto tiene el gancho y el ser lanzado.

En quinto curso se enteró de que era sobrina de Carol Ryddletrun y que en verano en vez de ir al casa de Clara o de Anto iría a el lugar donde viviera ella, porque a partir de ahora ella sería su tutora. Al parecer su madre (de Isa) le pasó lo mismo que a ella, su madre la abandonó al nacer, para esperar a tener más dinero y así tener mas hijos, es decir Carol, y sintió una pizca de compasión hacia ella, a pesar de que la hubiera abandonado. Y entonces se pregunto si ella tendría hermanos o hermanas. Se prometió que cuando tuviera tiempo lo averiguaría, pero ahora no tenía lugar. Iba a empezar una nueva vida y eso era lo que importaba.

Ahora pondrá:

Historia:

Isabel Minerva Clogg nació el día 26 de Noviembre de 1997, en un callejón oscuro de Londres. Sus padres la tuvieron que abandonar en un orfanato al nacer, porque no tenían dinero suficiente para criarla. Al dejarla, la madre, escribió una carta diciendo como quería que se llamara: Isabel como su abuela y Minerva como su difunta madre y con el apellido Clogg, el de su marido. Con la carta también dejo su colgante, pero en la carta no puso su nombre.

La infancia de Isa no fue muy agradable. En el orfanato la pegaban por hacer cosas raras con el piano y con los juguetes, por pocos que fueran, ella los multiplicaba. Y digamos que el orfanato no era un hotel de cinco estrellas, pues hasta la mujer que lo regentaba parecía tener mugre debajo de cada pliegue de piel. Isa aprendió a ser fuerte y a defenderse y pasar desapercibida canalizando sus extraños poderes hacia un objeto: el colgante de su madre. Así cuando se enfadaba le quedaba poca energía y no podía hacer mucho daño.

El día que Isabel recibió la carta se animó mucho por el hecho de que hubiera una mísera esperanza de salir por fin de el orfanato. En el Expreso a Hogwatrs se hizo amiga de Clara Rown, una pequeña niña pelirroja y muy alegre. Juntas pasaron a Hufflepuff y sus lazos se unieron aún más. Pero al llegar el fin de curso se decepcionó, porque le dijeron que debía volver al orfanato y que para colmo no podía hacer uso de la magia.

El verano se lo pasó encerrada en su mugrosa habitación y leyendo libros sobre magos. En el segundo año casi la expulsan de Hogwarts por agredir a un chico de Ravenclaw gravemente.

Al final de año conoció a un chico de Slytherin muy majo con el que compartía clase de Encantamientos. Su nombre era Antonio Fintier. Más bajito que ella y con los ojos azules lo conoció un día que Clara se lo presentó y desde ese día fueron amigos inseparables.

Su amistad a ido creciendo desde el año en el que se conocieron, tienen los mismos gustos y los mismos enemigos. Y lo que no tiene uno lo tiene el otro. Isa tiene la inteligencia y creatividad, y Anto tiene el gancho y el ser lanzado.

En quinto curso se enteró de que era sobrina de Carol Ryddletrun y que en verano en vez de ir al casa de Clara o de Anto iría a el lugar donde viviera ella, porque a partir de ahora ella sería su tutora. Al parecer su madre (de Isa) le pasó lo mismo que a ella, su madre la abandonó al nacer, para esperar a tener más dinero y así tener mas hijos, es decir Carol, y sintió una pizca de compasión hacia ella, a pesar de que la hubiera abandonado.

Y entonces se pregunto si ella tendría hermanos o hermanas. Se prometió que cuando tuviera tiempo lo averiguaría, pero ahora no tenía lugar. Iba a empezar una nueva vida y eso era lo que importaba.

------------------------------

Y este si se puede (sino para el mes que viene)

Pone:

Edad: Joven, 14 para 15 años.

Ahora pondrá:

Edad: Joven, 15 años.

----------------------------

Jeje, fue mi cumpeaños hace unos días

Graciaass

El Ministerio de Magia era un lugar muy concurrido. Al bajar por el ascensor casi la aplasta un hombre mayor que parecía no haberla visto.

El cuarto piso era a donde Isa se dirigía. Necesitaba un elfo doméstico para que la ayudara con su familia a preparar una fiesta y con sus asuntos personales. entró por una puerta donde ponia: 'División de duendes, seres y espíritus', y rellenó un formulario:

 

Ficha para el Registro de elfos.

 

• Nombre del elfo: Thorn

Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Bruja

 

• En caso de servir a un mago/bruja

Nombre del mago/bruja: Isabel Minerva Clogg

Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: (indicar tiempo en años y meses): Desde hoy

Nombre de quien lo registra: Isabel Minerva Clogg

 

• Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: Ficha de Isa Clogg

 

Tenía prisa, asi que esperó que la atendieran pronto.

Al final se tuvieron que separar. En el momento en el que la profesora Bel se puso delante de Gerard y de Isa, esta pensó <<¡Gracias!>> . Ese acto significaba que no iban a sufrir ningún daño, o al menos, el mínimo posible.

Un gran estruendo irrumpió en la sala:

-¿¡Qué...!?- dijo Isa cuando una grieta asomó por el suelo. esa dificultad era demasiado grande para saltarlo y, Bel se encargó de comprobarlo, demasiado peligroso.

-Bien, es imposible cruzar, nos calcinaremos enteros si lo intentamos...- dijo Bel, así que Gerard, Damon, Helena e Isa continuaron por su lado del museo. Llegaron a un hueco de un ascensor con pinta de ser arriesgado de descender escalando, e Isa iba a sugerir que dieran la vuelta cuando a la profesora se le ocurrió una idea.

Era una idea descabellada, sin duda, <<Pero...>> pensó la castaña, <<A grandes problemas, grandes soluciones>>. Isa no iba a quedarse atrás, así que saltó en cuanto Bel dijo que lo hicieran.

Aunque tuvieron un aterrizaje suave, Isa empezó a andar con las piernas temblando. Pero se esforzó por que no se notara. Continuaron y, mientras andaban Isa fue dibujando un mapa del museo. Primero, se orientó con la varita y apuntó los puntos cardinales en un pergamino. Luego, pidió a Damon que guardara un poco las espaldas mientras dibujaba, ya que le iba a ser difícil dibujar con la varita en la mano.

La guardo un un bolsillo a mano, lista para soltar la pluma-tinta inacabable de su mano y coger la varita en pocas milésimas de segundo. Fue apuntando todo lo que le pareció interesante (una estatua de escayola, un mural cubista, un conducto de aire,...), al mismo tiempo que trazaba líneas del camino que seguían.

Al doblar una esquina, soltó la pluma y cogió la varita; al ver a un hombre en el suelo tirado y manchado de sangre. Nada más verle, la profesora Bel se dirigió a él y le curó. Una cosa más que apreciar de ella y otra cosa más de añadir a la lista de cosas de porque la suerte le sonrió a Isa al ir con ella.

El hombre llamado Joseph William Conrad, procedió a contarles parte de su historia:

- Desde hace un mese, un hombre de aspecto normal, demasiado francés para mi gusto, empezó a venir aquí. Ese era el primer día de la exposición de cuadros de Cezzane. Dicho hombre vino cada hora, de cada día, de todo este mes.- hizo una pausa para recuperar el aliento.

- A partir de una semana, empecé a vigilarle más de cerca. No iba al servicio y solo comía comida que sacaba de una mochila colgada en su espalda. Esa mochila era muy rara, a veces sacaba cosas que no parecía que cupiesen.-

- Encantamiento extensor...- susurró Isa, quitándole por primera vez la atención a el vigilante. Pero después, Joseph empezó relatar la parte más interesante de la historia...

OFF:

Este es el link de mi solicitud para tener un Elfo domestico

— ¡Claro que es más divertido!, es una buena manera de pasar el tiempo en grupo, ahí podríamos componer el villancico y también, crear los lazos de amistad que tanto esperan de nosotras las jefas… —

Esme había aceptado su propuesta y ahora Isa se sentía muy animada. en cuanto a el villancico, la oji-azul respondió:

-Bueno..., en cuanto a lo del villancico,...- Vaciló un momento, porque no le gustaba hablar mucho de su pasado -Hace unos años, en el orfanato, vino un chico, Bobby, que cuando estaba en su casa, la enseñaron a tocar el piano y cuando me hice su amiga, él me enseñó, y bueno... podríamos componer algo juntas-

Aquel paisaje era sobrecogedor. La mansión Le Blanc era una imponente exctuctura de gran tamaño y con varias partes en ruinas. Se preguntó porque su profesor Kris la habría citado allí. No era usual que alguien después de pasar un tiempo con ella, quisiera volver a pasarlo. A veces Isa se sentía sola, pero toda esa tristeza la canalizaba es su fuerza y empeño.

La verja de metal oxidado chirrió al abrirla, así que se esmeró en no hacer ruido. Ell sendero que llevaba a la entrada se dividía en varios canales, así que decidió inspeccionar esa parte de la mansión. Aquellos jardines eran espléndidos. Sus botas de cordones hacían crujir las hojas secas al andar y, a veces, la trenza se enganchaba en la rama de algún árbol. Hacía un tiempo perfecto y se dió cuenta de que la chaqueta de cuero veis le sobraba, pero no sabía dónde dejarla, así que se la dejó puesta sobre la camiseta negra de tirantes.

Después de cinco minutos, decidió entrar en la casa. Antes de entrar se aseguró de tener su varita en el bolsillo de los vaqueros, ya que si se le hubiese caído durante el paseo, le sería muy difícil encontrarla. Cuando traspasó el imponente portón, la puerta chirrió un poco, pero Isa no le dió importancia. Al caminar vió que había huellas en el suelo empolvado y como un acto de supervivencia se resguardó contra la pared y siguió caminando.

Gracias a que estaba pegada a la pared no le había llegado el Desmaius que alguien, con voz femenina, le había lanzado. Y como supuso que ella no se trataba de Kris, salió de su escondite y exclamó:

-¡Sectusempra!-

Después de reconoció a su oponente: -¡¿Esmeralda?!, ¡¿Qué está pasando aquí?!- . Kris lo las podía haber citado allí. Eran amigas, compañeras de casa. Un fenixiano no podía haberlo pensado así. Pero si a eso tenía que enfrentarse, eso haría. Nada le impediría llegar a donde quisiera llegar.

-¿Puedo verlo?- preguntó Rosie.

-Si, claro- respondió Isa,- mira, he encontrado unas recetas de unos dulces que podrían estar bien, unos muñequitos de jengibre que cantan y un pudín con sabor a zumo de calabaza- respiró hondo porque había hablado muy rápido, para no equivocarse- lo que más me gustaría hacer es el pudín, porque me encanta el zumo de calabaza, y además yo creo que deveriamos hacerlos nosotras, ir a la cocina y en vez de los elfos domésticos, nosotras- y finalizó: - así es más divertido, ¿No?-

Había llegado una nueva dragona: Rosie. La primera impresión de ella fue de una chica maja, de unos 13 o 14 años. Y con el poco tiempo que la estuvo observando su sospecha se hizo más fuerte. La oji-verde esperó que se hiciera amiga suya durante la fiesta, ya que de momento no tenía ninguna.

Después de cinco minutos fingiendo leer el libro, una de las jefas de la Casa apareció y colgó unas cosas en el tablón, y también dijo unas palabras:

-Bien, damos inicio a la semana previa a la Navidad. Como ya les dije, podrán adornar la Sala Común como se les plazca. Eso sí...preparense porque la Academia en sí les tiene deparada una sorpresa. Algunas pequeñas reglas desaparecerán a nivel General. Si quieren dar regalo a alguien, aunque no sea de esta misma Casa, preparénlo...también necesito que se organicen e inventen algún Villancico. No les adelantaré más nada...sólo eso.-

Y luego unas a las nuevas:

-Bienvenidas a las nuevas. Espero que lo pasemos muy bien.-

Entonces, sin previo aviso se dirigió corriendo a la biblioteca, que de momento era su sala favorita. <<¡Tengo que buscar algo original!>> pensó mientras corría por los pasillos. Esta chica era muy perfeccionista. A la vez era una virtud y un defecto, porque ser así la hacía esforzarse al máximo en sus tareas, pero a veces se volvía un poco paranóica.

Buscó libros sobre decoración, la Navidad y recetas navideñas. Encontró una receta de unos muñequitos de jengibre que cantaban villancicos y otra de un pudín con sabor a zumo de calabaza. Decidió coger ese libro, volver a la sala común y enseñarselo a las demás.

Cuando regresó la gente estaba emocionada por la fiesta y decidió acercarse al grupo en el que estaban Rosie y Esme, y las dijo emocionada : - Emm... Hola, Mieren lo que he encontrado-

Después de desepaquetar su maleta, Isa empezó a colocar sus cosas. Dejó su joyero en la mesilla de noche y se colgó la llave del cuello. Después se dirigió en busca de la biblioteca.

Estuvo recorriendo pasillos y abriendo puertas una eternidad, hasta que abrió una gran puerta de madera roja. Cuando entró fue directa a la sección de la historia de la casa, porque quería aprender más sobre su nuevo hogar. Escogió un gran libro con tapas de cuero y se dirigió a la Sala Común a leerlo enfrente de la chimenea.

Al llegar la suerte le sonrió. Había un cómodo sillón a un lado del fuego. Se sentó y abrió el libro. La gente charlaba alegremente sobre una fiesta de Navidad, así que dejo dejar el libro en la segunda página y se unió a la conversación.

-¿Va a haber una fiesta de Navidad? Si la va a haber tendremos que empezar pronto ¡que solo queda un mes! - dijo alegre esperando que alguien la contestara.

Llegaban más compañeros e Isa empezaba a tener frío, pero se esforzaba por no demostrarlo. Y cuando ya creía que tendría que poner las manos en un fuego para que se calentasen mínimamente, entraron en el museo.

La pintura muggle no le gustan mucho, ya que lo que a ella le gustaba era que se moviesen los cuadros y las fotografías. En su infancia había visitado, con sus compañeros del orfanato muggle, algún que otro museo, pero ella siempre se aburría, y la primera vez que vio un cuadro mágico se quedó absorta una hora entera y, cuando ya le habló, estuvo charlando con él otra hora entera.

Los cuadros empezaron a moverse y la castaña pensó << Eso está mejor >> . Y justo cuando hiba a empezar a hablarle al cuadro de una niña con una sombrilla, se oyó un grito.

Un ácto reflejo hizo que sacara la varita del bolsillo en dos milésimas de segundo y empezó a escudriñar rápidamente todo el grupo. Todos parecían confundíos o asustados, y los profesores se dirigieron al lugar del grito y dijeron que había sido un robo. A la oji-verde no le gustaba la idea de que alguien del grupo fuese tan buen ladrón, como para robar un cuadro delante de sus narices, y presionó levemente una parte de su garganta, donde se encontraba un colgante con un erizo que su madre le dejó cuando la abandonó en el orfanato.

Tenían que separarse, y eso le pareció mala idea porque había un cincuenta por ciento de posibilidades que le tocara con el profesor mortífago y, la verdad, no era muy agradable, ya que te podía dar un susto cada cinco minutos.

OFF:

Mi ficha

1_Ataques

Isa se dirigió con otros de sus compañeros al lugar donde la profesora Tauro los llevaba.

Isa estaba siempre alerta, varita en alto, para que su error de el anterior ejercicio, no volviera a ocurrir. La pantera la había pillado desprevenida y ahora no se fiaba de ninguna persona de su grupo, ya que en cualquier momento, alguna persona podía atacarla.

Se pararon en un claro un poco más limpio que en donde estaban antes y el corazón de Isa se aceleró al ver que su profesora se dirigía bastante lejos, lo tanto para poder frenar cualquier hechizo. << ¡Nos van a atacar! >> pensó.

Y su sospecha se hizo cierta cuando un Sectusempra se dirigía hacia ella, pero esta ya estaba preparada y dijo con voz firme: -¡Protego!- Esta se preparó para lanzar otro hechizo, pero vio que la profesora ya no le prestaba atención, así que se relajó un poco pero sin bajar la guardia.

2_Intercalaciones

La profesora Tauro llevó a todo el grupo junto al otro del profesor Kris. Entre los dos les explicaron en que consistían las intercalaciones y algunas normas. Y durante toda la explicación Isa estuvo muy atenta a ellos.

Después volvieron a colocarse como en la primera actividad, mas esta vez Isa estaba más que preparada. Y estas palabras salieron de su boca:

-¡Ahora me toca a mi primero profesora! ¡Desmaius!

Pero con gran maestría la profesora se protegió de su hechizo y, demasiado rápido para el gusto de Isa mandó otro hechizo para desarmarla.

Isa se dio cuenta demasiado tarde y su varita salió despedida a unos diez metros y, ágil como un leopardo, Isa se lanzó a recogería cuando ya había caído al suelo. Se sorprendió a si misma cogiéndola en menos de dos segundos, y se preparó para lanzar otro hechizo, pero vio que Tauro ya no la prestaba atención a ella, así que dejó caer los brazos y recuperó el aliento.

- ¿Y ahora qué voy a hacer? - dijo en voz alta.

Ahí estaba ella, Isa Clogg, enfrente de una estatua ardiente de un colacuerno húngaro. En el mapa de la Academia decía que esa era la entrada a su nueva casa: los Dragones de Lancashire. Ya que hace poco consiguió pasar la primera clase de la Academia.

Hacía solo una semana, que había acabado su clase de Generales 79, y ya hechaba de menos a su antiguo compañero, a quien mandaron a otra casa de la academia. Justo el día que se enteró de que iba a ir a esta casa, un pequeño dragón ardió en su muñeca, como símbolo de su valentía y pasión.

En ese momento se encontraba en el patio de la Academia, con su baúl, enfrente de la ya mencionada estatua. Era magnifica, por supuesto, y también temible, ya que su ardiente garganta intimidaba bastante, y es como si dijera: si no eres de los Dragones, no te acerques a mi. Solo se le ocurría una entrada a su nuevo hogar: entrar en la estatua. << Es muy arriesgado >> pensó. Pero si la habían puesto en una casa destacada por su valentía y no por su estupidez, esa debía ser la entrada.

Cuando por fín, consiguió atravesarla, se dió cuenta de que había viajado a un sitio muy diferente a la Academia de Magia y Hechicería. Se encontraba en una enorme entrada con dos grandes rocas negras y dos dragones cruzados. También había dos dragones (que Isa reconoció fácilmente como Bolas de Fuego Chinas) custodiando la entrada, pero al ver el pequeño dragón en su muñeca, la dejaron pasar.

La Sala Común era muy bonita y al entrar Isa no se dió cunta de que todos habían volteado la cabeza para mirarla, porque estaba distraída con los grabados de dragones que había en el techo.

Cuando ya notó las miradas de sus compañeros, empezó a presentarse: - Emm... Lo siento... Soy Isabel Clogg, tengo quince años y bueno, cursé los Generales 79 y me seleccionaron para esta casa. Es un honor para mí-

<<Mmmm... ¿Qué es lo que pasa?>>

Isa se había quedado dormida junto al radiador de su habitación antes de que alguien y llamara a la puerta. Eran las diez menos cuarto de la noche, pero aquella mañana se había despertado muy pronto y necesitaba recuperar horas de sueño.

La castaña se levantó lentamente para estirar bien los huesos, ya que en la postura en la que se había quedado, los músculos se habían quedado entumecidos. Dirgiéndose hacia la puerta, recordó que un ex-compañero suyo de la Academia de Magia y Hechicería le había mandado una lechuza, hablándola sobre la emoción que le daba volver allí.

Solo había pasado una semana y poco de la última clase en la que el Sombrero Seleccionador le dijo sus cualidades y defectos. -Eres menos ingenua, pero siempre lo serás. Solo un poco- . Aquellas palabras retumbaban todavía en sus sueños más molestos, ya que la ingenuidad era uno de sus defectos que más odiaba.

Es cierto que ella era muy tímida y reservada, mas eso, era antes. Ahora era alegre y, aunque todavía le costara un poco acoplarse a grupos nuevos, le era más fácil. Le gustaba ir por libre y ser siempre la líder, pero en Generales, ya aprendió en lo que consistía el trabajo en equipo. Ayudaras mutuamente, compartir información, animar el uno al otro,... Son cosas que aprendió.

Quien llamó a la puerta era uno de los elfos que cuidaba el castillo de su familia. Este le entregó a Isa un paquete y una carta. La carta consistía en una invitación a una clase en el "Museo de Arte Impresionista", a las diez de la noche...

- ¡A las diez!, ¡Son menos cuarto! - exclamó Isa y decidió que el paquete lo abriría luego.

Empezó a correr por toda la habitación buscando las cosas que necesitaría. Corrió al armario a ponerse unos vaqueros, una camiseta y una sudadera azul marino. Se dirigió pitando a ponerse unas botas de cordones, sus favoritas. Y fue más deprisa que el rayo a el espejo para hacerse una rápida trenza. Luego, abrió con prisa el cajón de su mesa de estudio y metió en un par de plumas, unos cuantos pergaminos y un bote de tinta en una bandolera veis.

Quedaban dos minutos y ya estaba lista, así que abrió el paquete. Una piedra irregular con un brillo azulado que ya le era muy familiar. - Un traslador - musitó. Y justo cuando el reloj de su mesilla dio las diez, un gancho la atrapó por el ombligo y se la llevó volando.

Ya de pie en la acera, tomó aire. Leyendo un libro aprendió que para caer bien cuando viajas en traslador hay que mover un poco las piernas, como si corrieras, al caer y así no caías de bruces contra el suelo.

Era una noche fría, pero sin una nube en el cielo. Las farolas iluminaban débilmente la calle, pero, aún así, se podían ver miles de estrellas. Cuando llegó a la calle específica, solo estaban Mathías, Pikachu, Damon y Esmeralda. Había oído sus presentaciones y por eso sabía sus nombres. Los profesores también se presentaron y una agradable sorpresa pilló a Isa por sorpresa: ¡Ahí estaba su profesora Bel!.

Bel era una de las profesoras que la instruyó en su primera clase en la Academia. La recordaba bondadosa. Ya que su otro profesor, Pik, era un mortífago, cuyos métodos eran poco ortodoxos. Pero a él le recordaba mejor todavía, ya que su futuro lo veía en el bando mortífago que en el fenixiano.

Su presentación llegaba ahora:

- Hola soy Isabel Clogg, o Isa como prefiráis. Tengo quince años y mi familia es la D' Aubigne. Estoy muy contenta de estar aquí porque sé que voy a aprender mucho y... gracias por escucharme- y finalizó su presentación con una cálida sonrisa, para ver su algún chico caía en sus redes.

OFF:

Hola a todoos . Soy Isabel Cabrera, tengo quince años (como mi personaje) y española. Soy bastante alegre, dormilona y enamoradiza . También soy algo tímida, pero cuando escribo, intento escribir todos mis sentimientos y todo lo que me desahoga (ya se que suena a cursilada, pero a mi me gusta ). Y , más o menos, como Esmeralda, voy mal en cuanto los temas de amor (tengo el corazón dividido ) . Mi personaje es Isa Clogg, casi con mis mismas cualidades, pero más cruel y sanguinaria.

Chaoo

*Toc, Toc, Toc* Alguien llamaba a la puerta de su habitación.

Isa empezó a desperezarse lentamente, como una flor abriendose en primavera, y bebió un poco de su botella de agua que reposaba en su mesilla. -Pasa- dijo con voz pastosa. Era su tía:- Isa hay correo para ti- dijo dijo Carol y le dejó el correo en la mesa de estudio. Isabel salió de entre las sábanas de su cama. Eran las cuatro y se estaba hechando una siesta.

Se dirigió al paquete: constaba de una carta y de un objeto envuelto en papel marrón. Abrió el sobre y leyó la carta. <<Vaya, por fin algo interesante >> pensó la oji-azul.

Para sus nuevas clases de duelo decidió ponerse unos vaqueros azules, unas botas, muy cómodas según ella, marrones y con cordones; y una camiseta debajo de una sudadera azul marino. Metió su varita en el pantalón y se aseguró de que no se caía.

El paquete era una pequeña piedra irregular con un reconocible brillo azulado. << ¡Un traslador! >> exclamó en su mente Isa. Y supuso que la llevaría a su lugar de encuentro con sus compañeros y profesores.

Al caer en el pantano casi pierde el equilibrio. Todavía no controla muy bien los trasladores. Y dio gracias a dios por no haberse caído. Todo el paraje que la rodeaba estaba lleno de lodo, barro y suciedad. Reconoció aquel pantano por las fotos ende un libro de la biblioteca de la mansión en donde vivía. -El Pantano de Queerditch, vaya... Podrían haberlo limpiado o algo por el estilo- dijo Isa para sí misma.

Comenzó a caminar por un sendero en donde había unas huellas de zapatos. << Supongo que habrán ido por aquí>> discurrió la chica. Llegó a una zona menos pantanosa, en la que se encontraban ya tres alumnos con unos pergaminos en la mano. El profesor le dijo a Isa lo que debía de hacer con la pantera. << ¿Qué? ¿Una pantera?>> se extrañó la morena.

Si, una pantera, no muy grande pero feroz, se acercaba lentamente por su flanco izquierdo. Al contrario de dónde ella miraba. Cuando Isa se fijó en la pantera, esta estaba a punto de saltar e Isa sacó su varita del bolsillo del pantalón y dijo lo único que se le vino a la cabeza:

- ¡Confundus! -

Y cuando el hechizo llegó a la pantera, el animal paró de inmediato y sin saber que hacer, empezó a perseguir su cola.

- Uf... Casi me pilla - dice Isa aliviada a sus compañeros. Y entonces un miedo atroz le recorrió la espalda. Si esa era la primera clase, ¿Cómo serían las demás?, Si en esta ya casi no lo consigue, ¿Cómo podría superar las otras?. Bueno, ese no era un buen momento para ponerse histérica, así que respiró hondo y dejo caer los brazos en señal de despreocupación.

OFF:

Holaa, soy Isabel Cabrera, tengo 15 años y soy española. Me gusta leer ( Harry Potter, por supuesto) libros de fantasía o así ( los Juegos del Hambre, Eragon,..) . Soy una chica curiosa y vengativa. Y mi personaje está basado en mí misma. Es la primera vez que hago Duelo Básico ( la primera vez que hice una clase fue en Generales 79, hace nada) y espero aprender mucho y todo lo que pueda.

Mi correo es :

sisa1925@gmail.com

Caminaba y caminaba, pero no llegaba a su destino. Llevaba diez minutos andando hacia el oeste, orientándose cada vez que perdía el rumbo. Pero no abandonaba la opción de que el centauro le hubiera dicho la verdad. Caminaba sin descanso y espirando hondo, como le enseñó una amiga para que no le diera flato.

*Crash, crash*. En cuanto oyó eso paró de golpe. *Crash, crash*. Las pisadas de nuevo. Notó como su corazón se aceleraba, preparado para correr sin demora. Levantó su varita alto y puso expresión seria y desafiente para su "invitado". Pero cada vez estaba más asustada. La última vez que se encontró con una criatura de ese bosque, casi acaba ensartada en una de sus flechas.

- Nox - dijo, cuando ya sabía donde se encontraba la criatura. Apuntó a su varita a esa dirección y: -¡Desma...! ¿Gerard? ¿Qué haces tú aquí?-. << Uf, Dios mío que susto...>>. ¡Por fin alguien de su especie! . - El fantasma que te engañó me trajo hasta aquí- responde. Esto es en parte bueno, y en parte malo. El que hubiera alguien en ese bosque que no quisiera matarla, dejarla inconsciente o comersela, es una situación muy buena. Lo malo es que a ella no le gustaba que alguien asumiera el liderazgo, que hasta ahora, había caído sobre sus hombros.

En cualquier sitio cuando todo el mundo entraba en pánico, ella era la única que mantenía la mente fría. Pero ahora, supuso que tendría que dejar que mandara Gerard. Imponía más, estaba más experimentado en cuanto a magia y era más mayor. No le gustaba esa perspectiva porque eso la hacía perecer un débil chiquilla de quince años que se dejaba guiar por alguien mayor.

- Ah, vale- respondió Isa, - ¿Has descubierto algo? - Si - y dejó volar esa palabra para dar énfasis a la situación, - Los fantasmas no han cogido el Sombrero - sentenció. << ¡¿Qué?! >> pensó eso y al unsonio grito: - ¡¿Qué?! - Si, ¿No te diste cuenta? Los fantasmas son incorpóreos, no pueden coger nada- aclaró Gerard y disipó sus dudas.

<< Soy ..........>> pensó insultándose a sí misma. - Claro, tienes razón, ¿Cómo no me lo he planteado?- dijo Isa golpeando su cabeza. - Bueno, todo el mundo tiene algún fallo - la consoló Gerard, - lo importante es que ahora no tenemos ninguna pista sobre el Sombrero -, dijo entristecido. - Que ánimo - reprocha Isa irónicamente, - Perdón...- murmura Gerard. - Oh..., no, lo siento,... Es que me fastidia que volvamos al punto de partida- se disculpó Isa. No le vendría bien llevarse mal con la única persona que la podía sacar de allí.

Y en ese momento notó algo en el bolsillo de su vestido gris. - ¿Tú también lo has notado o son imaginaciones mías? - dice Ger, - No, yo también lo he notado- y los dos se llevan la mano al bolsillo. Lo que sacan es un objeto común pero a la vez inusual: una piedra normal y corriente que desprende un brillo azulado. - ¡Un traslador! - dice Isa .

- ¿A dónde llevará? - pregunta Gerard, - Tengo una corazonada, y espero que sea cierta- responde Isa. - En ese caso debemos estar atentos a ella- dice Isa. Continúan andando cinco minutos más, esperando a que el traslador diera síntomas de funcionar. Isa calculó que quedarían unos diez minutos para medianoche y empezó a rezar para que la piedra trabajara. Y en ese momento sintió como si algo la agarrara del ombligo y la elevara bruscamente.

Aterrizaron golpeándose la cabeza con un suelo de losa fría y empezaron a toser. La niebla se esxtendía por toda la habitación. Isa se incorporó, levantando la varita primero, e inspeccionó donde habían caído. Una habitación con pupitres y calabazas voladoras era su estancia. Y en el centro de la clase dos personas, y una de ellas, al lado del Sombrero Seleccionador. -¡Tú! - grita Isa señalando a su profesor Pik.

No se podía creer que todo ese "concurso" ( no encontraba otras palabras para describirlo ), hubiera sido todo una alimaña de el profesor. A la profesora, Bel, no la incluyó, porque tenía cara de preocupada y no una media sonrisa malvada como Pik. Isa estaba furiosa, aliviada y divertida por todo eso. Furiosa, bueno, era obvio: metería en todo esos líos para nada. Aliviada: por que todo ello acabara. Y divertida: porque... ¡Se lo había tragado entero!. Todo esa prueba había sido tan bien realizada que no se hubiera imaginado ese desenlace. ¡Hasta se había enamorado de un fantasma!.

Y como todo ello le parecía muy divertido se hechó a reir. Pik le miró con cara de confusión. Seguramente no sa había esperado esa reacción. Isa se levantó del suelo y procedío a explicar sus actos: - ¡Vaya! ¿Quien se iba a esperar esto?. Nos hemos metido en un bosque y en una sección prohibida para buscar algo que no estaba allí - mientras hablaba se acercaba lentamente a el Sombrero, hablando sola, desconectándo los oídos para no oír más que sus palabras. - Y lo más gracioso es ¡Qué me lo tragué entero!, vaya yo sabía que era ingenua , pero no tanto- añadió situandose enfrente del mortífago. - Y como usted dijo, ahora debe ponernos el sombrero- sentenció sentandose en la mesa.

Pik procedió a ponerle el Sombrero Seleccionador en la cabeza. - Mmmm... ¿Qué tenemos aquí? ¡Ah! Otra vez por aquí Isabel Clogg. Me acuerdo como si fuera ayer. Fuiste muy difícil, si señor... ¿Slytherin o Hufflepuff? Hufflepuff. Te vi más leal que malvadamente astuta. Pero la mente tampoco es mala, ni la valentía. Pero acerté en esa casa. Ahora eres más astuta que la primera vez.

Antes solo esa una niña desmparada, aunque te esforzaras por demostrar que eras fuerte. Ahora eres menos ingenua, pero siempre lo serás, solo un poco. Has crecido y has madurado más que otras personas. Eso esta bien.- terminó el Sombrero. Se levantó de la mesa y sentó en un pupitre. No había hecho caso a Gerard, podría haber peleado en duelo con alguien, e Isa no se hubiera enterado. Así que esperó.

FINAL DE LA HISTORIA DE ISA CLOGG

OFF:

Holaa . Puff... Me ha costado pero estoy satisfecha con el rol. Me he centrado más en los sentimientos de Isa que en diálogo porque no puede controlar mucho a Gerard. Espero no haberlo movido demasiado aunque creo que está bien

Ahora solo me queda esperar . ¡Que nervios!

Gracias y Chaoo

- Mmm... ¿Qué está pasando?- Al despertarse, los ojos no le enfocaban bien y veía borroso.

Esperó a que enfocaran y inspeccionó el entorno: estaba en el mismo sitio de la barrera invisible, pero patoso y los demás no estaban. <<¿Qué les habrá pasado?>> pesó preocupada. Solo había una cosa diferente, una escritura en el suelo que ponía: "No te dejes engañar por las ilusiones", <<¿Qué significa?,... vamos a ver: Patoso y los demás no están, sus caras eran muy pálidas y la inscripción está hecha como si hubiera costado trabajo,... ¡Ya está! ¡Ellos eran fantasmas!>> .

No se lo podía creer: como podía haberle atraído un muerto. Parecía tan real... Y ahora que lo piensa, no los vió entrar: cuando ella entró solo estaba una mujer y los fantasmas pretendían confundirla. Bueno, no hay tiempo para eso, ahora estaba sola y mareada. Algo pegajoso le goteaba la mejilla, tocó el lugar de su procedencia y descubrió que al caer se había hacho una herida sangrante en la frente. Buscó su varita para curarla pero no estaba.

-¡Malditos fantasmas!- gritó para desahogarse, pero calló de inmediato al saber que había cometido un grave error.

Y este error tuvo sus consecuencias: se empezaron a oír pisadas en la hojarasca e Isa se quedó inmóvil. Pero respiró hondo al ver que un pequeño hocico de thestral se asomaba por un roble, y le recordó a Bobby. Un niño llamado Bobby, en el orfanato murió enfermo porque era muy pequeño y no había dinero para curarlo, y justo cuando la luz desaparecía de sus ojos, Isa asomó la cabeza para preguntarle a la regente cuándo íbamos a cenar. Fue un duro golpe para ella porque Bobby e Isa estaban bastante unidos.

Decidió levantarse y continuar, no era una chica que se rindiera fácilmente. Ya sobre los dos pies, fue a inspeccionar la pared invisible, pero ya no está. <<Debió ser que adiviné la contraseña y los fantasmas se enfadaron y me golpearon.>> Así que como había conseguido atravesar esa traba, prosiguió su camino.

Empezó a cansarse, porque estaba baja de sales minerales y como se encontraba en un bosque, se dijo que debía de haber por allí alguna fuente de agua y bayas o frutas. Siguió caminando y caminando, buscando huellas de animales o rástros que la condujeran al Sombrero, a su varita o a algún sitio para descansar. Y antes de que se desplomara en el suelo distinguió en un haya una rama muy pequeña y regular. Isa se acercó a esta extraña rama y al cogerla supo, que a partir de ese momento, nada la podría parar. ¡Era su varita!.

-Lumos-. Lo primero que hizo fue curarse la herida: -Episkey- murmura y, a continuación, puso su varita en el borde de la boca para recuperar agua: -Aguamenti- dijo y notó la refrescante frescura del agua.

Y aunque el agua calmara la sed, el cansancio no se va con ella, así que decidió sentarse en algún sitio a descansar algunos minutos.

Pero poco pudo descansar: ¡unos centauros aparecieron de los arbustos!. Siempre le habían fascinado esas criaturas: como pidieron ser llamados bestias, su mundo envuelto de misterio, su destreza y agilidad... Eran un mundo todavía sin descubrir para ella.

Sabía que no les gustaba la magia, así que guardó su varita y además no necesitaba luz porque una bola de luz apareció con ellos. Además avisaba de que si no regresaban antes de medianoche ocurrirían cosas horribles.

En cuanto aparecieron intentó memorizar todo lo que pudo su libro de astronomía. No le fue difícil porque, según ella, es una asignatura fácil.

Comenzó la conversación con: -Buenas noches, soy Isabel Clogg, alumna de la Academia que linda en los límites de este bosque. Nuestro profesor nos ha mandado, a mis compañeros y a mi, a la búsqueda del Sombrero Seleccionador que unos fantasmas escondieron.- y esperó que sus buenos modales ablandaran un poco a los centauros.

- No nos hables en ese tono, humana- dijo el más grande, - ¿Por qué, realmente, has entrado en nuestro bosque?- . Esa impertinencia por parte del centauro la molestó mucho, pero más le vale que no hable mal si no quiere que la atraviesen con sus flechas. - Lo que digo es verdad, como que la constelación de Hércules, este mes, brilla más. Y no deberíais, como las bellas criaturas que sois, utilizar vuestras palabras para intimidar a otros.-

Casi suelta la cuerda de su arco, pero el otro, con cara de más amable le ordenó que parara: ¡Para! Esta pequeña humana solo ha sido víctima de una maldad por parte del profesor, mandándola a este bosque plagado de criaturas. Venus dice que este Halloween será tranquilo. Y si lo que dice es verdad deberíamos ayudarla-

Cuando dijo eso, Isa dejó de contener la respiración y relajó todos los músculos del cuerpo. Ese centauro amable acababa de salvarla la vida. Así que lo agradeció con estas palabras: - Gracias de corazón, gran centauro. Es verdad, nuestro profesor ha realizado una tremenda atrocidad, pero es mi deber como alumna, acatar sus órdenes-. - Vimos unos fantasmas yendo por el lugar dónde se oculta el Sol, continúa por allí y puede que llegues a tu destino-. Al decir eso , se despidió con un breve adiós y desaparecieron entre los árboles.

<<El Sol se oculta por el Oeste, así que...>> -Oriéntame- dijo sacando su varita . Esta señaló a su derecha. -Lumos- conjuró y continuó su camino. Lo que no sabía era que el centauro le había dado una dirección falsa.

OFF:

Holaaa ya estoy de vuelta!! He venido antes porque la otra vez casi llego tarde, es decir, que casi me pilla el toro . Así que he decidido traer este antes y así me aseguro de que no pierdo puntos .

Chaoo

Edito 4 noviembre: no había leído el último post de Pik y por eso acabo de añadir lo de los centauros , pero creo que lo hice en el plazo

Chaoo (de nuevo)

1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Ficha de Isa Clogg

2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje:

No posee negocios

3.- Link del tópico de registro de sus familias:

Familia N° 1: Familia D' Aubigne

Familia N° 2: --

4.- Link a las bóvedas de sus familias:

Bóveda Familia N° 1: Bóveda de la Familia D' Aubigne

Bóveda Familia N° 2: --

Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 1200 G

-¡Bum!-

La puerta se había cerrado demasiado rápido y muy fuerte, lo que hizo que Isa se sobresaltara, y aunque a los demás también les había asustado, se le escapó una pequeña risita cuando un chico casi se cae de la silla. Y le pareció ver que el profesor también se reía, << Creo que este profesor me va a gustar...>> pensó Isa. Y aunque parezca cruel a ella le gusta gastar bromas y ver como los demás lo pasan mal, ya que ella no tiene casi miedos, porque los superó en el orfanato. Es como si un escalofrío le recorriera la espalda y no puede evitar sonreír un poquito.

En los siguientes cinco minutos el profesor mortífago explicó que el Sombrero Seleccionador no estaba, que lo habían escondido unos fantasmas. << Vaya... Con las ganas que tenía de ponérmelo de nuevo >> Pero eso no era todo,... ¡Teníamos que ir a buscarlo! ¡Qué emocionante! Y aunque sabía que ahora iba a estar eufórica, cuando entrara en alguna de las puertas iba a empezar a asustarse.

<< Mmmm... El Bosque Prohibido o La Sección prohibida...>> Las mazmorras las había descartado al momento, porque no soportaría el frío, y ya tenía suficiente en ese momento. En el bosque prohibido siempre va a haber más emoción, que dentro del castilllo y aunque también haga frío es un paraje misterioso que la atrae lo suficiente como para no dejarlo escapar.

-Yo elijo el Bosque Prohibido- Anunció levantando la mano. Y se levantó y se colocó en su puerta. Esperando que alguien más se animara esperó y esperó, pero la gente se dirigía hacia las otras dos puertas. Hasta que un grupito de tres chicos, entre ellos el chico que casi se cae de su silla, se acercaron a la puerta del Bosque. -¿Os venís a dar un paseito a la luz de la luna?- Bromeó para romper el hielo. Dos de ellos se rieron, pero el patoso compuso una sombra de una sonrisa en sus finos labios.

Eso no le gustó a Isa. Algo en ese chico la atraía y no le había gustado que no respondiera. Quizá fuese por ser tímido, ella era antes así. Algo en sus ojos azules y en cara paliducha le decía que estaba muy asustado. Así que le sonrió lo más confiadamente que pudo y patoso sonrió un poquito. Y eso si que le gustó.

====================================

-3, 2, 1,... ¡Ya!- Y las puertas se abren. Me siento como en una película de terror en la que solo la supervivencia es lo que importa. Un frío letal recorre mi cuerpo, << Si al final va a ser que las mazmorras no eran tan mala idea>> Meditó Isa. -Lumos- Patoso y yo lo decimos a la vez, así que los dos reímos. Empezamos a caminar lentamente y agudizando los oídos al máximo, como si cada paso pudiera ser una pista hacia el Sombrero.

Algo le golpeó el tobillo y bajó súbitamente la varita a el suelo. -Solo el una rama- dijo uno de los otros chicos, -vaya, al final no eres tan valiente como pensábamos- burló este. -Pues la verdad, me gustaría verte en la misma situación- se defendió Isa rápida como un rayo. Y en ese momento sin que nadie lo viera, patoso dio unos golpecitos con el dedo en el hombro de el otro: - ¡Aahh!- y en ese momento se dio cuenta de que había sido patoso y le dio una colleja. Frotandose la nuca dirigió una mirada cómplice a Isa y esta responde guiñando el ojo.

Después de caminar diez minutos más sin novedad, pararon de repente. Algo los impedía pasar, una barrera invisible o algo parecido. - ¡Deffindo!- exclama Isa, - ¡Bombarda!- Nada, no pueden pasar. - ¡Reducto! ¡Relashio!- Se estaba empezando a desesperar así que busco algo como si fuera una cerradura oculta. Notó un bulto pequeño, se colocó enfrente y murmuró: -Alohomora- Nada y justo en el momento en el que iba a probar otro hechizo, algo la golpeó en la nuca, cayó al suelo y quedó incosciente.

OFF:

Holaaa . Casi llego tarde y apunto: son las 23:08 de el 31 de octubre de la noche en España, así que.... Me ha dado tiempo! . Al principio pensé que no me iba a dar tiempo porque tenía fiesta con mis amigas pero me he puesto y aunque ya me piquen los ojos de sueño y me este medio durmiendo (soy muy dormilona ) ya lo ha acabado . A lo mejor encuentras alguna falta pero te juro que es que no me da tiempo .

Chaoo

PD: ¡Feliz Halloween!