Eriol Evans

Me desperté muy temprano por la mañana, ya que era un día muy especial para mí. Era el día de las clases de duelo básico de la academia, no savia lo que me esperaba por lo cual me encontraba un poco nervioso ya que no había practicado encantamientos hace una semana y me temía que se me hubieran olvidado, pero antes de estudiar tenía que desayunar.

Salí de mi habitación y baje por una infinidad de gradas ya que mi cuarto estaba un poco lejos de la cocina. Al momento de llegar saqué un postre de una repisa grande, y lo comí acompañado con un vaso de tibia leche.

Una vez con el estómago lleno ya podía ir a preparar mis cosas para el día de hoy, así que salí de la cocina y subí con calma a mi cuarto, una vez allí me vestí con una camiseta blanca y unos jeanes. NO sé en qué lugar seria la clase así que lleve un abrigo por si era un lugar frió.

Bueno ya mismo era hora de ir a la academia así que guarde mi varita en el bolsillo de mi jean, prepare mi equipaje y salí. La entrada del castillo Dumbledore estaba tan hermosa como siempre pero no podía quedarme más tiempo en aquel lugar, así que salí y me encamine a la academia.

Al llegar pregunte que en donde estaba el lugar de encuentro para la clase, una vez que supe me dirigí a los jardines de la academia, ya estaba allí y encontré unas esferas de cristal, así que las toque y sentí un jalón en mi brazo y unos segundos después me encontré en un bosque, será aquí el lugar de la clase pensé, pero buscando el lugar observe un grupo pequeño a distancia, si es allí dije en mí, así que me dirigí hacia ellos.

Los profesores se presentaron, uno saco su varita y dijo un hechizo, ¡osos salieron de las rocas!, escuche la voz del profesor de defiéndase. Gracias a que revise los hechizos que había aprendido me pude defender.

—Oppugno — dije dirigiéndome asía un oso pardo, el oso empezó alejarse ya que le había ordenado que se alejara de aquel lugar.

OFF ROL

Hola soy Fernando me gusta el anime leer libros y mangas, soy músico, toco el piano, el violín y también canto.

Era un alivio salir de esa maloliente celda ya que conforme avansabamos ha la habitación donde se encontraba el Sultán los rayos del sol se encontraban más intensos igual que el calor del desierto. En unos pocos minutos nos encontramos frente a un gran portón, al entrar pude ver a la profesora Anne y a un hombre con el semblante de una fea serpiente el cual me suponía que era Yafar y por ultimo un hombre con ropa elegante un poco robusto, de baja estatura y con un bigote blanquecino el debía ser el Sultán.

Yafar ordeno que nos atacaran y anne dijo que nos defendiéramos, entonces recordé el hechizo que me enseño mi madre, así que saqué mi varita del bolsillo del pantalón que vestía bajo la túnica que me puse al comienzo de la clase, así que lance las palabras-Avis -dije en voz alta apuntando mi varita a los soltados, doce pájaros aparecieron y comenzaron atacar ha los hombres.

Vi a Yafar dirigiéndose asía Anne y el Sultán, entonces recordé un hechizo para aquella ocasión-Locomotor Mortis -lance ese maleficio en dirección a Yafar imposibilitando lo ir al lugar del Sultán, -Y ahora que hacemos -dije a las profesoras xell y anne, esperaba que me respondiera pronto porque sinceramente no tenìa ningún plan en mente. ya casi habíamos acabado con todos los guardias que nos vinieron atacar.

Estaba buscando el salón donde Arya celebraría su graduación, ella era mi mejor amiga tenia que asistir para felicitarla. Entre por una gran puerta, pude ver la hermosa decoración de aquel enorme salón, los nuevos graduados andaban por el salón, donde estaría Arya me preguntaba así que empece a buscarla.

-¿As visto a Arya Dumbledore? -preguntaba a cada persona que pasaba a mi lado, después de unos minutos logre ver una chica de risos castaños y de un aspecto muy joven, vestía un frondoso vestido de un color Azul marino con unos pequeños detalles negros que resaltaban con el decorado del lugar.

¿Es Arya Dumbledore? esto me preguntaba mientras me a cercaba hacia aquella dulce joven. al fin había llegado hacia ella, si era Arya pero nunca la había visto como esa noche, bueno al menos pude encontrar un atuendo para aquella ocasión entre toda mi ropa informal aunque no era tan incomodo andar con ese tipo de ropa después de todo.

-Hola Arya vine para felicitarte -dije frente a ella con un poco de nervios, después saque un pequeño paquete del abrigo que llevaba y se lo entregue-espero que te guste lo hice especialmente para ti -.

Nos acercamos al castillo al encuentro de Yafar, estábamos caminando con un poco de cautela pero al llegar unos soldados nos emboscaron, por suerte algunos escaparon. Yo me encontraba con el grupo que nos habían capturado pero no estábamos tan indefensos después de todo porque Xell Vladimir nuestra profesora estaba con nosotros y de seguro que se nos ocurriría algún plan para escapar.

La celda era oscura, las ratas se paseaban por nuestros pies ademas que apestaba ya que la celda no poseía escusado, pero el lugar era un poco fresco comparado al intenso calor que brindaban los exteriores. Todos estábamos angustiado por anne y los estudiantes que habían escapados, no se nos ocurría nada, ¿que podíamos hacer para salir del calabozo? me preguntaba, asta que Xell nos dijo unas palabras.

—¡Chicos! Por favor... ¿Quién está aquí conmigo? ¿Alguien pudo escapar a la reyerta? Por favor, nombraros para saber con quien cuento, y decir si tenéis la varita encima —esas palabras me animaron demasiado, por fin teníamos la oportunidad de escapar de esa oscura y maloliente celda. Cada uno de los que estábamos allí empezamos a nombrarnos, muy pronto llego mi turno y ya no tenia miedo de expresarme, al menos todo esto me serviría para dejar mi timidez atras.

—Yo soy Eriol Evans —dije seguro de mi mismo—estoy dispuesto hacer cualquier cosa para escapar de esta lúgubre celda, si tengo mi varita y estoy listo para perlear —bueno termine de hablar, solo quedaba esperar el momento de realizar una estrategia para burlar a los soldados que estaban afuera de la celda, y llegar asta Yafar.

Al ver a la profesora Cye alejarse volando me dejo muy sorprendido ya que no era algo normal que los profesores abandonaran a los estudiante a mediados de la clase, me preguntaba quien seria la nueva profesora que nos guiaria?, pero la respuesta surgió enseguida porque ya habían encontrado a alguien que la remplazara, ella se llamaba Xell Vladimir, a simple vista parecía ser una joven muy agradable.

El alboroto que se produjo por el extraño suceso de Cye perduró hasta que llegó un hombre árabe de tez trigueña, cabello negro y grandes ojos. El hombre cayó postrado al frente de la profesora Anne, el se encontraba realmente desesperado ya que nos mencionó algo sobre un hombre perverso llamado Yafar y acerca de una princesa de nombre Jazmín que se encontraba en peligro, aparte de unos soldados que estaban siendo controlados por el tal Yafar.

Unos soldados llegaron buscando al hombre trigueño pelinegro, lo llamaron Aladin pero antes de que lo pudieran atrapar salió corriendo. Observé a mi alrededor y me tomó por sorpresa no ver a la profesora Anne, ella se había ido pero por suerte Xell todavía se encontraba con nosotros, eso me tranquilizaba un poco ya que después de un rato aparecieron unos soldados en busca de nosotros.

Los hombres empezaron a atacarnos pero gracias al entrenamiento que recibí de artes marciales no necesité usar mi varita con ellos. Me preguntaba a donde se fue Anne, su ausencia provocó una gran dificultad en el pleito que causaron los soldados. Al pensar tanto sobre eso me llego una idea, quizá ella se había ido a buscar a Yafar ya que tal ves el era un mago, entonces pensé << ahora que me doy cuenta todo esta muy claro>> Yafar había resultado ser un mago perverso por lo cual podía controlar a los soldados para que ellos lucharan en contra del reino, esto lo tenia que saber Xell.

—Profesora creo que Anne ha ido en busca de Yafar —Dije con un tono de intranquilidad— Tenemos que ir a buscarla antes de que más de una vida esté en peligro —Mencioné mientras esperaba que no le pasara nada a profe Anne, me encontraba muy preocupado por que no le hicieran daño, al fin y acabo ella era una gran persona, me simpatizaba su forma de ser.

Me desperté alegre aquella mañana ya que era un día bastante soleado, un par de pantalones cortos y una camiseta blanca me mantendrían fresco ante el calor emitido por los brillantes rayos del sol. Baje las escaleras rumbo a la cocina pero me detuve al observar un pequeño papel que se encontraba en el suelo frente a la puerta, al momento de tomarlo pude observar que era un sobre enviado por la Academia.

Junto con el sobre venia un pequeño paquete, el cual según lo escrito en la carta no debía abrirlo sino hasta 3 días después, fui lo más rápido que pude hacia la habitación de mi madre a entregarle la carta. Me sentía realmente feliz de poder celebrar este momento con la familia ya que no todos los días se tenía noticias como estas.

—Solo espero que todo salga bien —Dije tiempo después al darme cuenta del significado de cada una de las palabras que se encontraban impresas en el delicado papel.

Hace un par de días había recibido la carta junto con el paquete que me llevaría al lugar indicado en la misma, me encontraba un poco nervioso pero sabía que eso era algo normal. Caminé despacio hacia la ventana de mi habitación, realmente me agradaba la vista que obtenía desde ese lugar. Podía observar el brillo del rocío sobre las hojas de los árboles, los colores vivos de las flores resaltaban a lo lejos.

Al salir de mi habitación caminé por los pasillos hasta llegar a las escaleras, bajé por ellas mientras observaba los cuadros que se encontraban en las paredes. El llegar a la cocina fue cuestión de tiempo, desayuné una torta de chocolate que se encontraba en la vitrina de postres junto con un poco de leche tibia.

Al salir de la cocina me dirigí a los jardines ya que me encontraba cerca de la entrada, al momento de llegar pude ver los deliciosos manzanos. Mientras caminaba por el cálido pasto pude escuchar el hermoso canto de las aves y el caer el agua de la fuente que se encontraba en el centro del jardín, el claro mármol estaba decorado por las rosas. El rojo carmesí de los pétalos de las flores contrastaba con el blanco perlado de la fuente.

Me preguntaba cómo serían las clases, estaba nervioso ya que tenía temor de que se tratara de algo realmente difícil. El aroma de los frutos de los manzanos estaba impregnado en el aire, me acerque a uno de ellos y tomé una manzana en mi mano. Me recosté en la hierba esperando que el tiempo pasara, los cálidos rayos del sol iluminaba hasta el más mínimo espacio del lugar, sin darme cuenta me sumergí en un profundo sueño.

Al pasar unas horas un leve cosquilleo me despertó, era una mariposa azul, sus grandes alas brillaban con la luz del sol, fue un momento inolvidable pero una gran ráfaga provocó que volara y en pocos segundos ya no la pude ver.

Con calma me levanté y regresé a la casa para prepararme, quería dar una buena impresión en el primer día de clases. No quería decepcionar a nadie, así que volviendo a mi habitación fui directo al baño. Al poco tiempo me encontraba arreglado, un par de jeans y una camiseta de color negro azulado era lo que había elegido para aquella ocasión.

Arreglé mi equipaje y guardé mi varita en mi bolsillo, estaba un poco nervioso por lo cual empecé a tocar una suave melodía con mi violin ya que aquello me relajaba un poco. Enseguida fui a buscar el paquete que había llegado junto con la carta, sujeté con fuerza mi mochila antes de abrirlo. Al abrir la pequeña caja una fuerza me atrajo hacia el interior de ella, al instante todo lo que se encontraba a mi alrededor empezó a dar vueltas. Bastó un más de minutos para que mis pies tocaran nuevamente el suelo, guardé la caja mientras observaba a mi alrededor.

El paisaje era pacifico digno de contemplar, los intensos rayos del sol provocó una tremenda sed en Eriol, por suerte el Evans traía una botella de zumo de calabaza en su equipaje. Caminé por un sendero hacia los majestuosos pilares con formas donde se encontraban mis compañeros, tras las presentaciones de los profesores cada uno de los chicos que se encontraban allí continuaron con las suyas. Suspiré levemente al darme cuenta de que ahora me tocaba a mí realizar la presentación, no pude evitar sentir nervios pero tenía que controlarlos.

—Buenos días —Saludé mirándolos—mi nombre es Eriol Evans y pertenezco a la familia Dumbledore —Mencioné respirando profundo antes de continuar—Me gusta la música por lo que uno de mis pasatiempos es tocar el violín, gracias — me retiré tomando una túnica de color zafiro la cual combino perfectamente con mis ojos.

OFF ROL

Hola mi nombre es Fernando soy de Ecuador me gusta la música, leer libros y mangas, la cocina y escribir son unos de mis pasatiempos, me encanta jugar con mi mascota llamado Sky es un perrito de raza samoyedo. Espero conocer buenos amigos y llevarnos super bien .

Me desperté alegre aquella mañana ya que era un día bastante soleado, un par de pantalones cortos y una camiseta blanca me mantendrían fresco ante el calor emitido por los brillantes rayos del sol. Baje las escaleras rumbo a la cocina pero me detuve al observar un pequeño papel que se encontraba en el suelo frente a la puerta, al momento de tomarlo pude observar que era un sobre enviado por la Academia.

Junto con el sobre venia un pequeño paquete, el cual según lo escrito en la carta no debía abrirlo sino hasta 3 días después, fui lo más rápido que pude hacia la habitación de mi madre a entregarle la carta. Me sentía realmente feliz de poder celebrar este momento con la familia ya que no todos los días se tenía noticias como estas.

- Solo espero que todo salga bien – Dije tiempo después al darme cuenta del significado de cada una de las palabras que se encontraban impresas en el delicado papel.

Hace un par de días había recibido la carta junto con el paquete que me llevaría al lugar indicado en la misma, me encontraba un poco nervioso pero sabía que eso era algo normal. Caminé despacio hacia la ventana de mi habitación, realmente me agradaba la vista que obtenía desde ese lugar. Podía observar el brillo del rocío sobre las hojas de los árboles, los colores vivos de las flores resaltaban a lo lejos.

Al salir de mi habitación caminé por los pasillos hasta llegar a las escaleras, bajé por ellas mientras observaba los cuadros que se encontraban en las paredes. El llegar a la cocina fue cuestión de tiempo, desayuné una torta de chocolate que se encontraba en la vitrina de postres junto con un poco de leche tibia.

Al salir de la cocina me dirigí a los jardines ya que me encontraba cerca de la entrada, al momento de llegar pude ver los deliciosos manzanos. Mientras caminaba por el cálido pasto pude escuchar el hermoso canto de las aves y el caer el agua de la fuente que se encontraba en el centro del jardín, el claro mármol estaba decorado por las rosas. El rojo carmesí de los pétalos de las flores contrastaba con el blanco perlado de la fuente.

Me preguntaba cómo serían las clases, estaba nervioso ya que tenía temor de que se tratara de algo realmente difícil. El aroma de los frutos de los manzanos estaba impregnado en el aire, me acerque a uno de ellos y tomé una manzana en mi mano. Me recosté en la hierba esperando que el tiempo pasara, los cálidos rayos del sol iluminaba hasta el más mínimo espacio del lugar, sin dame cuenta me sumergí en un profundo sueño.

Al pasar unas horas un leve cosquilleo me despertó, era una mariposa azul, sus grandes alas brillaban con la luz del sol, fue un momento inolvidable pero una gran ráfaga provocó que volara y en pocos segundos ya no la pude ver.

Con calma me levanté y regresé a la casa para prepararme, quería dar una buena impresión en el primer día de clases. No quería decepcionar a nadie, así que volviendo a mi habitación fui directo al baño. Al poco tiempo me encontraba arreglado, un par de jeans y una camiseta de color negro azulado era lo que había elegido para aquella ocasión.

Arreglé mi equipaje y guardé mi varita en mi bolsillo, estaba un poco nervioso por lo cual empecé a tocar una suave melodía con mi violin ya que aquello me relajaba un poco. Enseguida fui a buscar el paquete que había llegado junto con la carta, sujeté con fuerza mi mochila antes de abrirlo. Al abrir la pequeña caja una fuerza me atrajo hacia el interior de ella, al instante todo lo que se encontraba a mi alrededor empezó a dar vueltas. Bastó un más de minutos para que mis pies tocaran nuevamente el suelo, guardé la caja mientras observaba a mi alrededor.

El espesor de un oscuro bosque se alzaba a mi alrededor, el lugar era bastante lúgubre y apenas se podían observar los rayos del sol. Caminé por un delgado sendero hacia el lugar donde se encontraban mi compañeros, tras las presentaciones de loa profesores cada uno de los chicos que se encontraban allí continuaron con las suyas. Suspiré levemente al darme cuenta de que ahora me tocaba a mí realizar la presentación, no pude evitar sentir nervios peor tenía que controlarlos.

- Buenos días – Saludé mirándolos - mi nombre es Eriol Evans y pertenezco a la familia Dumbledore – Mencioné respirando profundo antes de continuar – Me gusta la música por lo que uno de mis pasatiempos es tocar el violin - me retiré un poco nervioso mientras cedía la palabra a otro de mis compañeros.

OFF ROL

Hola a todos, mi nombre es Fernando soy el que está a cargo de Eriol detrás de la pantalla espero poder pasar bien esta clases y lo mas importante que todos disfrutemos de esto

Hola a todos, soy nuevo en este lugar y quisiera unirme a la familia, no se mucho de como son las cosas aqui, pero bueno, soy de ecuador y me gusta la musica considero que es otra forma de expresar la magia bueno espero su contestacion, no importa quien sea mi padre o madre solo quiero una familia. No me dejen abandonado por el mundo