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pajarraco

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Mensajes publicados por pajarraco

  1. Aster perdido en sus pensamientos le pilló de sorpresa la situación, había que protegerse de un ataque de los profesores. Aunque sabía que aquello era tal cual se vivía ahí afuera:

     

    - Protego -dijo rápidamente. De la punta de la varita surgió un haz que formó una especie de escudo redondo que paró el expelliarmus, aunque hizo retroceder al joven, volvió en seguida a ponerse firme.

     

    Al momento fue sorprendido siendo atrapado por unas cuerdas que surgieron de la nada -Evanesco .-Pensó mientras unas cuerdas se dirigían a los ojos, pero justo antes de tocarle disiparon y Aster miró fijamente a Radamantys desprendiendo su intento de ataque y respondiendo con un hechizo no verbal. De nuevo ante la situación de tensión optó por un nuevo

     

    -Protego .-Funcionó ya que aquel rayo blanco fue absorbido. Quedando el muchacho de pie y mirando a Sira, hizo un gesto de secarse el sudor de la frente.

  2. Aster contempló con sumo interés aquel duelo entre los maestros, memorizó cada gesto, cada nombre, todo lo que pudiera retener.

    Fue una buena demostración.

     

    Como de costumbre en su cabeza se intercambiaron ideas sobre la utilidad de aquella magia.

     

    Después volvió a Sira, la cual le presentó a una tal Millie, que no le sonaba de nada:

     

    - Mucho gusto .- dijo mientras Sira permanecía agarrada a su brazo, a veces le sonrojaba eso de "apuesto".

     

    Los profesores volvieron a dirigirse a ellos, esta vez Radamantys les dijo que debían escribir que errores habían identificado en su duelo. Un pergamino y una pluma con tinta aparecieron.

     

    Sira se sentó cruzada de piernas y agarró el pantalón de Aster para que comenzara a escribir. Pensó durante unos segundos y comenzó a escribir. Claro y conciso, ofreció su mano a Sira para levantarse. Primero ella lo entregó, después él.

     

    - Aquí tienen.- dijo mientras entregaba el pergamino enrollado.

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  3. - Realmente hay magia en este ambiente ¿verdad?.... es todo tan idílico .- Decía Aster mientras Sira fantaseaba, a él le recordó al rey español Felipe II del cual conocía su obra y hasta podría decirse que admiraba.

     

    - Podría reconocerte entre cualquiera, tus ojos brillan con un esplendor perfecto, realmente hermosos .- Respondió a su amada, sin importar lo que hacía el resto de la clase ella le tomó prácticamente inconsciente y comenzó a bailar felizmente hasta que chocó con Allen, lo que causó que la pobre se ruborizara y sintiera una vergüenza enorme.

     

    - No te preocupes Sira, jejeje eres tan graciosa, no pasa nada, venga no te ocultes jejeje .- riendo mientras ella intentaba ocultarse tras la gabardina de Aster.

     

    Cuando finalmente se recompuso de la peculiar situación preguntó a Aster por el parentesco con su profesora, del cual Aster apenas sabía, de hecho casi ni utilizaba aquel apellido.

     

    - Pues si te soy sincero.... no tengo ni idea, no se hasta que punto es común aquí, en Rumanía desde luego que no lo es, realmente me gustaría preguntarle, pero no creo que sea el momento. Es mi apellido aunque no lo suelo usar, no me dice nada .- Aster se quedó pensativo unos segundos y volvió a mirar a su profesora ¿Tenía de verdad algo que ver en todo aquello? ¿Era casualidad? muchas preguntas le vinieron a la mente y como era de costumbre en él, tendría que ir buscando respuestas.

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  4. El valle de Godric.... las leyendas hablan mucho de este sitio .-pensó Aster nada más llegar al nevado lugar, si bien era cierto que era un lugar que poseía un aura especial y aquellos pinos habían visto muchos sucesos al joven le dio igual y se posicionó junto a sus compañeros, como de costumbre Aster esperó a su momento mientras los demás arrancaban, tras la presentación de los profesores y con bastantes ganas de utilizar su varita después de que uno de los profesores transformara unas rocas en unos osos panda enormes y de aspecto bastante amenazante.

     

    Aster miró a las bestias y se posicionó frente a uno y estiró el brazo, portando su varita sin titubear, con un rostro serio y concentrado, gritó:

     

    - Petrificus totalus -.del extremo de la varita surgió una ráfaga gris apenas visible y el primer oso quedó completamente inmóvil. Rápidamente giró hacia el siguiente oso y con un giro de muñeca pronunció:

     

    -Desmaius .- esta vez un destello de color azul emanó con fuerza golpeando violentamente y derribando por completo al oso.

     

    Después simplemente bajó el brazo y se giró hacia sus compañeros:

     

    - Buenas, me llamo Aster O´Keath Gaunt, es un placer.- dijo en el mismo tono serio y volviendo al lado de Sira se quedó pensando en como mejorar su "desmaius" y en lo interesante que resultaban aquellas transformaciones.

     

    Off rol

     

    Buenas, me llamo Alex, tengo 21 años y soy de Madrid (España) estudio administración de sistemas en red y me dedico a montar conciertillos y sacar discos con un sello, leo mucho y me estoy quedando peor que Don Quijote.

     

    Aster es un tipo curioso, aunque serio, tiene buen fondo y le ahora mismo lo que más le importa es Sira, a parte busca aprender transformaciones y elaborar pociones.

  5. La situación se enrareció por unos momentos, ella le había confesado que deseaba hacerle el amor pero que "le daba vergüenza" cosa que detuvo a Aster de seguir con sus caricias. Tras las palabras de su amada ella volvió a él besando sin cesar y situándose encima.

     

    Mientras ella lo besaba cuando liberó por unos instantes su boca le dijo:

     

    - Querida, no tenemos que hacer nada que te haga sentir incómoda, no tengo prisa, como te dije, tenemos todo el tiempo del mundo. Me gustas plenamente, todo tu cuerpo, tu ser, hasta la última filigrana de tu alma me parece maravillosa, hagas lo que hagas lo harás bien,te amo -sentenció y ahora fue él el que comenzó el roce de labios, hasta introducirle la lengua por completo. Cuando ella se volvió a relajar, con sus brazos cubriéndole la espalda la puso con cuidado sobre los otros cojines, dejándola a su lado y sin parar de abrazarla, la beso en la nuca al mismo tiempo empezó a acariciar su espalda, a los pocos minutos, completamente serena, las caricias se convirtieron en una especie de masaje que dejó a la joven casi dormida, lo que hizo que Aster se acomodara a su lado y finalmente le dio un beso en la mejilla y dijo:

     

    - Buenas noches mi amor

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  6. - Aster cariño, vamos las clases han dado comienzo.- decía una amable voz mientras Aster volvía del mundo de los sueños e intentaba despejarse. Habían pasado la noche en aquel extraño restaurante, tumbado tan ricamente el uno frente al otro, sonrío unos instantes pero al ver que tenían que volver a las clases se levantaron y salieron hacia sus salas comunes.

     

    El joven llegó algo confuso, aún no estaba completamente despierto y además tenía mucha hambre, se lavó la cara y se miró al espejo, sonrió, no podía estar más feliz en realidad, de hecho se sentía realmente afortunado. Rápidamente cogió una camisa y un pantalón se cambió de ropa, volvió a tomar la gabardina y salió.

     

    Una vez se reencontró con Sira partieron hacía el aula -A ver que nos han preparado esta vez -comentó emocionado con ganas de descubrir algo nuevo junto a ella.

     

    Llegaron a la estancia, donde los pupitres habían sido ordenados en hilera y el sol penetraba dando algo de luz al lugar. Había dos profesoras, a una ya la conocía de sobra, la otra era la primera vez que la veía. Ésta empezó a hablar y les mostró un traslador, un objeto muggle que es encantado para que te transporte a otro lugar, en su caso, Venecia, ni mas ni menos.

     

    Aster sorprendido fue tomado de la mano por Sira, que se le notaba emocionada, para que juntos tocaran el traslador y llegasen a la ciudad. Por unos segundos se notaron sumidos en el aire y sin hacer pie y de repente, plin, aparecieron en Venecia, junto a todos los demás frente al Palacio Ducal.

     

    -Que hermosa ciudad -dijo Sira contemplando el entorno -Más lo eres tu -dijo Aster mientras la contemplaba a ella, le dedicó una sonrisa y dijo:

     

    -Vamos, sigamos al resto .- La profesora Anne les guió por las calles con el fin de evitar la masa habitual de gente. Una vez allí Anne se presentó e hizo una serie de cuestiones, algunos respondieron y cuando le llegó el momento a Aster dijo:

     

    -Me llamo Aster O´Keath Gaunt vengo de Rumanía y busco respuestas, conocimiento y sabiduría -.dijo tajantemente y con voz seria. no se le daba bien hablar en público.

     

    Después volvió junto a Sira, que andaba liada con su pelo, verla le hacía muy feliz.

     

    Sus compañeros continuaron,a Aster siempre le había parecido divertida la actitud de Allen, otro joven lleno de vitalidad y dispuesto a comerse el mundo.Cuando Sira volvió a dedicar su atención:

     

    -Si, lo se,es un lugar fantástico, no lo conozco muy bien pero seguro que podemos ver algo una vez hayamos terminado la clase .-dijo Aster, ansioso de pasar nuevamente un rato a solas con ella. Sin apenas percatarse, le tomó de la camisa y empezó a tirar de ella lo que hizo que caminase durante un rato como un zopenco mientras reía e intentaba decir - tranquila, tranquila Sira, me vas a tirar-De sopetón pararon y Aster levantó la vista para deslumbrarse ante una visión única, el carnaval de Venecia, uno de los más antiguos y bellos carnavales de la historia estaba sucediendo en aquel preciso instante. Sira lanzó un gritito he instintivamente Aster la atrapó en sus brazos mientras ella permanecía aferrada a la camisa.

     

    -¿No es verdaderamente hermoso?-dijo Aster en su estado catatónico habitual - ¿Tendrá algo que ver con que precisamente las profesoras nos trajesen aquí hoy?

     

     

    OFF ROL

     

    Hola ¿que tal va eso? me llamo Alex tengo 21 y soy de Madrid, estudio administración de sistemas y organizo conciertillos y saco discos con el sello anti guays, música punk y libros ocupan mi tiempo, cuando no es el trabajo. Aster es un personaje simpático aunque algo callado, quizá influenciado por Dickens jeje aunque no tengo todo el tiempo del mundo para desarrollar su personalidad como me gustaría por la falta de tiempo, es un buen tipo aunque algo oscuro en momento puntuales, no acepta el bien o el mal solo las circunstancias.

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  7. -Dime mi amor ¿Te preocupa algo? ¿Me he pasado? .-dijo un tanto angustiado, permanecía descamisado y completamente excitado por las caricias que le propiciaba, sentía su calor, el solo roce de su piel despertaba cada poro y le hacía hervir. Pero sabía que no debía propasarse con ella, la amaba y no quería que nada saliera mal esa noche. La abrazó despacio para intentar relajar la situación.

     

    -Mira, si quieres, nos tranquilizamos, cenamos algo y ya está ¿vale? .-le susurró mientras pasaba su mano por su pelo y jugueteaba con él. -Te adoro, la magia que siento en estos momentos debe ser la más poderosa del mundo... ahora entiendo tantas cosas.- Respiró hondo mientras ella intentaba recomponerse.

     

    -Quiero que me lo cuentes todo .-dijo seriamente mientras volvía a tomarla de las manos. Aster volvió a mirar aquella foto que tanto le gustaba y le devolvió una sonrisa.

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  8. Aster tardó un rato en volver en sí, su amada le había entregado la foto que se habían hecho en su primera salida. No cabía en si, tras el cruce repentino de sentimientos, en el que casi rompe a llorar, intentó expresar con palabras lo que sentía:

     

    - Te amo.... que..ri..daa (suspiro) es lo más hermoso que nadie ha hecho jamás por mi. Nunca he sido de guardar fotos, el pasado no conduce a nada, pero esto..- Aster volvió a mirar la foto y recordó lo que sintió aquel día con su compañera, la miró a los ojos, puso la foto en la mesa y se abalanzó contra ella buscando nuevamente sus labios:

     

    - Gracias... Sira... muchas gracias .- Decía mientras la besaba con pasión, la comida permanecía en la mesa, pero ya no importaba, ni el hambre ni el tiempo ni nada le importaba más que ella, había despertado los verdaderos sentimientos que yacían en lo más profundo de ser. Primero la besó asolado por la pasión, después mucho más despacio, siguiendo el ritmo de su boca, la había tumbado contra unos cojines y ahora era él, el que estaba encima, tomándola con sumo cuidado, acariciándola, una vez más volvió a ir bajando hasta su cuello de cisne, cuando llegó, la agarró por la espalda y la levantó, el sentado, la puso sobre sus piernas,ella le envolvió y comenzó el desenfreno.

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  9. - Eres maravillosa, amable y cariñosa- dijo Aster mientras besaba su cuello, lo cual le parecía fantástico. -No podré dejar de amarte Sira, nunca. Volvió a tomar el rostro con delicadeza apoyando el pulgar en su barbilla y mirándola fijamente a los ojos, parecía que el alma se reflejara en ellos, se veía sumido en sus encantos, profano, enjuto y pobre.... aunque ella parecía tener el poder de sacar lo mejor de él.

     

    - Soy tuyo -dijo a la par que seguía imbuido en su mirada y la besó con tantas ganas que casi cayeron contra los cojines.

     

    El tiempo seguía pasando ajeno a la pareja cada vez más compenetrados. Cuando Aster paró, se ruborizó y dijo:

     

    -Ven, tenemos que comer algo- y la tomó de los hombros y la puso a su lado, sin apenas dejar 1 cm de distancia.

     

    -Si te soy sincero... no conozco nada de la comida árabe, pediré lo mismo que tu ¿vale?

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  10. - Te quiero a ti -dijo Aster completamente excitado. Mientras la pareja reía él pasó su mano por el radiante rostro de la joven, realmente era muy bella, cuando llegó al cuello, esa zona que ya le había conquistado, la volvió a tomar de la cintura y la puso contra un cojín para que estuviera cómoda, la miró y se abalanzósobre su cuello como si de un lobo hambriento se tratara y comenzó a hacerla gemir mientras él decía -Ves lo que consigues con una sola mirada. No puedo estar más de un segundo sin ti amada mía- Aster no hubiese creído que ese era él si se lo llegan a contar, no entraba en sí, perdía la cordura cuando Sira lo miraba de aquella manera. La pasión embargó a los enamorados que no cesaron en un buen rato.

     

    Cuando pudieron recobrar el aliento y volvieron en sí, Aster se acercó a la mesa a servir el té, el suyo y el de Sira, que intentaba colocarse el pelo como medianamente podría, le ofreció su taza y comenzaron a beber poco a poco, realmente era delicioso.

     

    - Está riquísimo -dijo Aster sorprendido -No sabes lo que cuesta encontrar un buen té en Rumanía, lo primero que hice cuando llegué con mi madre fue ir a tomar el té. Si te soy sincero tengo mucha hambre pero no se que pedir aquí ¿Qué me recomendarías? - .Sentenció Aster

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  11. No salía de su asombro, Aster no paraba de contemplar aquel exótico lugar, algo completamente nuevo para él. Un joven rumano apenas conocía los estandartes de la modernidad y mucho menos el mundo árabe, tan lejano para él. Contemplaba el lugar mientras Sira hablaba con su elfina, llamada Dama, algo que Aster jamás se habría podido permitir. De hecho se planteó si podría pagar la cena....

     

    - Buenas noches Dama, es un placer. -dijo dirigiéndose a la elfina, la cual estaba un tanto agria ante la presencia del muchacho.

     

    Una vez en su habitación se sentaron en el suelo, junto a unos enormes cojines. alto también nuevo para Aster que sin saber muy bien que hacer decidió sentarse donde pudo. Los elfos dejaron unos tés en la mesa.

     

    - No te preocupes, entiendo que aún no esté acostumbrada a mi presencia, apareciendo de repente jeje - Mientras Aster hablaba Sira comenzó a gatear hasta él y lo besó intensamente, ante la fogosa situación, no pudo contenerse y la tomó con fuerza mientras se tumbaba en los cojines cercanos, dejando a ella sobre su cuerpo.

     

    -¿Estás cómoda mi amor? - dijo mientras recorría su espalda con su mano e intentaba acomodarla. Primero sus labios se fundieron al unísono y sus lenguas danzaban juguetonas deseosas de un traje de saliva.

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  12. -Me encantaría -dijo Aster mientras seguía en la nube, cargada de emociones. -Si quieres mi amor, podríamos ir a cenar.... si queda algo, no hay ningún problema en que estemos juntos aunque estemos en distintas casas. En cuanto salgamos me encantaría que me preparases algo. Aster volvió a sus labios para un último desfogue de pasión

     

    -Además quiero que me lleves a ese sitio para mostrarme esa sorpresa. Amor ven.. - Emocionado como nunca antes, la tomó para darle calor, la besó en la mejilla y le puso su abrigo, el hizo lo mismo con su vieja parca y se dirigieron a la puerta.

     

    -Hacía donde tu me digas -rió Aster mientras le pasaba el brazo para tenerla lo más cerca. El frío arreciaba pero para ellos no era importante, comenzaron a andar, cuando estaban en la mitad, ambos se giraron para ver "su" cabaña y sonrieron al unísono.

     

    -Te quiero

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  13. - ¿Que clase de sorpresa querida? -la volvió a besar, tu sola presencia es un regalo para mi. En verdad lo era más de lo que ella pensaba, poder sacar todo aquello desde tan dentro de él, era una forma de desahogarse para su alma.

     

    Siguieron dando vueltas y vueltas como estuvieran dentro de un trance, la noche era protagonista de aquellos sucesos en los jardines y el viento parecía arreciar conforme el amor de los jóvenes se volvía más y más intenso.

     

    Finalmente se encontraron abrazos, exaltados, parados en medio de aquel lugar, sin decirse ninguna palabra, no hacía falta.

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  14. -Quiero ir al cielo contigo mi amor -dijo Aster plénamente entregado, comieron los restantes pedazos de tarta y Aster se levantó, le tendió mano a su amada y la atrajo hacia él

     

    Ambos observaron por la ventana

     

    - Tenemos todo el tiempo del mundo para estar juntos, ir donde queramos y hacer lo que queramos. Ahí me trendás para lo que desees -dijo Aster mientras la tomaba nuevamente por la cintura y recorría su cuerpo con las manos y la besaba en el cuello mientras suspiraba - Te amo- repitió sin cesar. -A partir de ahora todo lo que aprenda será por ti querida.

     

    Miraron arriba, hacia las enormes torres, la magia estaba más viva que nunca.

     

    -Que maravilloso es estar junto a ti, me encantaría bailar contigo ¿Te apetece? -Aster en ese momento palmeó y empezó a canturrear una vieja canción de Glen Miller, ella se reía, con un simple giro y aún agarrados empezaron a dar vueltas en la pequeña cabaña

     

    -Bailemos hasta que nuestros pies no aguante más

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  15. -Manaña te amaré de la misma forma que lo hago ahora, incluso más -Dijo Aster un tanto asustado por esa cuestión, para él, aquello era el comienzo de algo muy importante y quería tener la mayor confianza posible para que todo saliese bien.

     

    La miró fíjamente a los ojos, no podía creer que después de tanto tiempo viajando nunca hubiese conocido a nadie, era muy hermosa, estaba sonrojada, radiaba felicidad, igual que la paliducha cara de su querido.

     

    -No tengo mucho para darte, excepto todo mi amor-Dijo mientras le propanaba un enorme beso cargado de sus más profundos sentimientos.

     

    En el exterior comenzaba a hacer mucho frío, el aire resonaba y la mágia estaba en pleno éxtasis.

     

     

    -¿Sabes Sira? hay una leyenda que dice: "los dragones rumanos solo atacan a las personas que su corazón no ha conocido el fuego eterno del verdadero amor" ahora que estoy contigo me siento verdaderamente seguro- deseaba de corazón que ella sintiese lo mismo.

     

    -Durante las vacaciones podríamos viajar, mostrarnos mutuamente nuestros lugares de procedencia y vistarlos todo. Bueno se que igual Rumanía no es lo más bonito que hay para ver pero.... tiene su encanto jejeje ¿A donde te gustaría ir querida?

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  16. - Desde que te vi me enamore de ti, yo también te amo Aster- fueron unas palabras cruciales para Aster, era algo realmente hermoso. Se mostraba realmente sincera y entregada, intentó corresponderla de la mejor forma posible, le entregaría lo poco que poseía si fuese necesario.

     

    - Querida mía, aún queda noche, no importa que lleguemos un poco tarde ¿verdad?- las caricias sobre su figura persistían , entrelazados, besándose con pasión.

     

    Entonces Aster empezó a imaginar lo maravilloso que sería todo estando junto a ella, esa sensación de compartir todo con alguien y sentirse en paz.

     

    -Amada mía ¿Como te sientes? cuéntame, quiero oír tu voz.

     

    La noche se apresuró en llegar, aún tenían tiempo antes de volver a sus dormitorios.

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  17. - Olvida ya eso ¿quieres? estaremos juntos, de verdad, te lo aseguro, dormiremos en salas diferentes pero ya está, además coincidiremos en algunas clases seguro y por supuesto estaremos juntos en los periodos de descanso. - Aster no dijo más, quería tranquilizarla, animarla, tenían todo el tiempo del mundo ¿Qué más daban las dichosas casas?.

     

    Apretó su cuerpo contra el suyo, como queriendole transmitirle serenidad pero al mirarla fijamente a los ojos....

     

    - Sira, por favor.... tus ojos.... yo no..... - completamente ahogado en un pozo de sentimientos Aster la tomó del cuello y la besó en los labios desaforadamente. Ya no había marcha atrás se habían fundido en uno solo, Aster no podía creerselo ¡¿De verdad una chica centenaria estaba ahí con él!? ¿Por qué? seguía besandola mientras ella le correspondía, nuevamente aspiró el olor de su cuello, sintiendo su fragancia, adentrandose perdido en la lujuria y el amor, volvió al fuego de sus labios, esta vez con más fuerza y enroscando su lengua en la suya, el baile de hojas y la noche exterior parecían alterados.

    Con una mano tomó el pelo de Sira, perfectamente cuidado y comenzó a echarlo hacía atrás con el fin de no interrumpir su oda al amor.

     

    -Te amo Sira... te deseo tanto... - Suspiró apenas había separado sus bocas, acarició su rostro mientras le sonería

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  18. -Eres increíble -dijo Aster cerrando la puerta.Habían llegado a una pequeña cabaña, pero perfectamente equipada para una situación como aquella, en los Jardines Sumaes hacía bastante frío. La cabeza le daba vueltas, no sabía realmente que iba a pasar con aquel demonio de mujer, tan bella, tan simpática...

     

    Mientras ella decía unas palabras Aster se acercó por detrás y la tomó de la cintura, sintiéndola de nuevo, tan cerca, en su país el amor había pasado a un segundo plano, sustituido por el único pensamiento de supervivencia pero ella estaba reviviendo aquel sentimiento con cada acto.

     

    -Te contaré las que quieras. cuando quieras -susurrándole al oído. Comenzó a bajar por el lóbulo de su oreja, dejándola paralizada, continuó hasta el cuello y se detuvo. ¿Hasta donde podría llegar? ¿La estaría incomodando?

     

    -Ven, siéntate- dijo mientras la llevaba hacía uno de los sillones, primero se sentó él,a continuación le hizo un gesto para que se sentara sobre sus rodillas, ella aunque tensa y sonrojada aceptó, puso la piernas sobre las de Aster y se acurrucó en él, en ese momento no había tiempo ni espacio, todo se había parado, era un momento para ellos dos, ninguno dijo nada hasta pasado un rato.

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  19. Aster quedó asolado, por un momento, sintió una gran pena, su amiga estaba junto a él conmocionada.

     

    - Así son las cosas-dijo en tono triste, no le apetecía decir nada más.

     

    Al volver en si,vio como Sira le incitaba a salir, había llegado "ese" momento que él detestaba. La siguió sin rechistar. Al salir giró la cabeza y sintió como un cosquilleo, había pasado un día fantástico.

     

    - Aquí al lado están los Jardines Sumaes, y necesito esas historias ya que muy a mi pesar no estaremos en la misma casa- dijo Sira.

    Aster no dudó,no conocía el lugar pero le daba lo mismo, quería aprovechar cada minuto, cada segundo de aquel día junto a ella.

     

    -Esta bien, guíame por favor- al decir esto y casi de forma automática la tomó de la mano, pasando despacio y con cuidado sus dedos entre los suyos.

  20. Era el momento, Aster estaba preparado para conocer a su casa de la escuela. Superando una pizca de vergüenza, Aster entró. Le había llamado la atención aquel lugar ya que él estaba acostumbrado a otro tipo de paisajes, el ambiente era excepcional.

     

    Dentro se encontró con dos chicas,a una la conocía de la cafetería, la otra no le sonaba de nada.

     

    - Buenas, es un placer formar parte de esta casa. Acabo de llegar de las generales y ando un poco perdido -hizo una pausa y saludó rectamente a ambas

     

    - Soy Aster, nos vimos en la cafetería, hace un rato-dijo a la pelirroja, a continuación se volvió a la otra y añadió

     

    -¿Usted es la jefa de la casa? -extendiendo la mano

  21. -No quiero que te marches-dijo Aster de forma clara y concisa - Por favor,no, el tiempo pasa tan deprisa....-añadió con la intención de que Sira se quedase un rato más. Aster se había levantado al ver lo rápido que se le había pasado la tarde, con lo que iba a pedir algo para comer, para él y su acompañante, pero al ver que se encontraba algo disgustada paró:

     

    -Solo iba a pedir algo de comer ¿No crees que esa tarta tiene una pinta riquísima? -dijo señalando una tarta grande cubierta de nata, rodeada de cereales y conquistada con fruta en escarcha. - ¿Quieres? -preguntó

     

    Sira se volvió y pensó

     

    - Mira, si te apetece pedimos un poco de tarta, cogemos el libro y me dices una criatura y te cuento lo que sepa. En tono insistente -¿Qué te parece?

  22. El tiempo seguía pasando, pero para estos dos jóvenes no, estaban a gusto allí, sentados, charlando de sus cosas ajenos a todo lo demás y así eran felices.

     

    Para Aster era maravilloso, a pesar de que en su ciudad conocía a bastante gente las relaciones eran mucho más frías, nada afectivas en realidad y él era feliz pensando en sus cosas mientras paseaba por los bosques cercanos. Sin embargo poder relacionarse de aquella manera, contando historias casi de anciano, le hacía sentir genial.

     

    Por un momento pasó por su mente la idea de contarle historias tumbados en una cama, lo que evocó una sonrisa pícara.

     

    -Te contaré cuantas quieras, como si tengo que colarme con una capa de invisibilidad -rió

     

    En ese momento comenzó a ojear el nuevo libro que había cogido

     

    -Mira esto es interesante- dijo señalando la foto de una especie de fantasma - Las ánimas de khijohlikt, hace muchísimo tiempo que nadie las ve, vivan en lo más profundo de los bosques nórdicos, dicen que si te las encuentras y ofreces un tributo puro de tu alma curan a un ser querido ya que pueden desfragmentar el alma de cualquier ser vivo. Bien es cierto que conozco poca gente que tenga un alma pura, incluso han conducido a muchos a la locura eterna o peores destinos.Un paisano me contó que cuando era joven se encontró con uno desamparado pero estaba tan triste que vio como se le desprendían los ojos, mal augurio.

     

    En ese momento paró al ver que la luz se volvía tenue, lo cual hizo que el ambiente se volviera más íntimo

     

    -¡¿Cuanto llevamos aquí!?

  23. Aster se sonrojó al oir esas amables palabras de Sira, era necesario responder ya que él sentía lo mismo, una chica tan atenta y graciosa.

     

    - Tu también eres un encanto, la verdad es que deseo que estemos en la misma casa, de lo contrario... bueno, podremos vernos en los ratos libres-Maldición, como deseaba que estuviesen en la misma casa.

     

    Finalmente sonrió de nuevo y volvió a mirar el libro -fascinantes criaturas los hipogrifos ¿verdad? pueden llevar cualquier peso sobre ellos y hay una leyenda que cuenta que una vez te salvan la vida o tu liberas a uno de ellos, se crea un vínculo eterno entre el animal y su dueño. Aunque naturalmente son muy difíciles de encontrar en estos extraños tiempos. Uno no sabe de quien fiarse... En ese momento Aster se levantó en busca de otro libro, algo le vino a la mente, buscó en las estanterías y finalmente cogió un libro con una encuadernación muy extraña, negro y con pinta de ser muy antiguo.

     

    -<<Alimañas, duendes y otras criaturas oscuras>> -dijo

     

    -Aquí tenemos el otro lado de los seres que nos rodean ¿Te apetece echarle un vistazo?

  24. Habían vuelto, todo había salido bien, aunque los pastelillos de Sira acabasen mal...

     

    Aster se sentía orgulloso y además feliz por ver la buena relación que estaba entablando con su compañera, como le había llevado de aquí para allá tan sabiamente y con buen humor.

     

    -Has estado fenomenal ahí fuera -le dijo intentando animarla, puesto que se encontraba cansada.

     

    - Estoy muy feliz de haberte conocido -añadió

     

    A continuación miró a sus compañeros, algunos más alterados que otros, unos más orgullosos, pero sin duda más capaces que él. Fue saludando uno a uno y preguntando que tal y contando su propia experiencia.

     

    Al final volvió con Sira a la que dedicó unos segundos de contemplación y nuevamente se abrazaron, a la espera de las profesoras.

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  25. El corazón de Aster comenzó a latir intensamente, por un lado Sira estaba pegada a él, inconscientemente le apretó contra su pecho con aire protector, estaba cansada. Aunque parecía más preocupada por su apariencia...

     

    -Todo irá bien, no estas horrible, lo has hecho fenomenal -solo dijo.

     

    - Ahora bien, señor mio, muéstrenos el armario evanescente ¡Ahora! - sentenció. Finalmente se inclinó para indicarles que pasaran una cortina. En el interior había una serie de cajas que parecían protegidas con algún tipo de hechizo, algunas emitían un curioso sonido.

     

    Aster y Sira se miraron y aprobaron, él tiró de una manta que parecía tapar un gran objeto.

     

    - Aquí está ¿Sabes que en Rumanía son muy famosos? Durante el gobierno de Ceauçescu muchos magos los utilizaron para huir de los malditos muggles....- Nuevamente la pena del recuerdo recorrió su cuerpo. Sira le dio un toquecito y volvió en si.

     

    Ella no parecía muy segura de que aquello iba a salir bien y además estaba disgustada. Aster tomó su varita,golpeó la puerta y pronunció unas extrañas palabras.

     

    A continuación abrió la puerta para que su acompañante pudiese entrar -Tranquila, es seguro- mientras seguía sus pasos.

     

    Dentro simplemente oyeron un ruido, al abrir la puerta, habían vuelto.

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