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Robb Stark

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Mensajes publicados por Robb Stark

  1. Recibió el elogio de su madre con algo de vergüenza pero trato de que esa sensación no se notara habilidad que manejaba a la perfección, jamás se trasmitía lo que el no quería y en muchas ocasiones sentimientos que quería que afloraban jamás lograban salir de esa capa de fría escarcha que normalmente lo cubría.

    Sintió a su hermana despertar, Robb sentía una gran debilidad por Ámbar era un sentimiento fraternal que nunca sintió con anterioridad, se preguntaba si aquella sensación no tenía que ver con las familias que los unían, aún era muy pronto para averiguarlo ella era muy pequeña de hecho incluso mas que lo normal para un bebe recién nacido, ella era prematura pero era sana y fuerte. Quizás con el tiempo esa pregunta se contestaría sola.

    Sonrió a la bebe, quería tomarla pero su madre estaba decidida volverla a dormir y además recibió un obsequió. Observó extrañado la reciente emoción de su madre mientras escuchaba lo que le estaba relatando, el Stark no conoció a su abuelo y su madre poca vez lo nombró pero estaba seguro de que fue un gran mago, su madre era una gran bruja de algún lado lo tuvo que haber heredado.

    Abrió un poco la boca al recibir aquella espada, la sostuvo con delicadeza como si fuera de cristal mientras admiraba cada detalle y el brillo plateado que emitía, era hermosa. Era el segundo regalo que le daban, tercero si contaba el anterior por separado, ahora no solo tenía aquel maravilloso arco de arciano que guardaba con recelo en su habitación y la pequeña bolsita con semillas del mismo árbol que llevaba consigo en todo momento, ambos obsequios de su madre Catherine el día que lo nombraron prefecto.

    - Es maravillosa – le aseguró volviéndose hacia su madre – es perfecta, gracias – atino a decirle. – Y la llevaré como se debe llevar una verdadera espada – le confirmó. No sabía que mas decir, no quería ahondar mas en el significado de su nueva arma para no afectar más a su madre, por la que con cuidado la guardo en su funda y la aseguró en su cintura.

    - Espero que no tarden, los quiero ver – contesto pensando en su madre Catherine y en su padre Aziid, era un momento muy importante para el joven lobo y necesitaba la presencia de sus tres ejemplos de vida y compartir aquel momento con ellos. Su novia se estaba saludando con algunos magos familiares recordó pero en aquel momento lucia desocupada, estaba apunto de ir junto con su madre cuando otra persona se acercó a felicitarlo.

    - Muchas gracias – contestó a Adryanie, conocía a la bruja por sus visitas a Winterfall y Dragonstone – y espero que se mantenga rojo por mucho tiempo- replicó sonriendo, mientras tomaba aquella cadena que le daba, la analizó con mas detención y se percató de que era un fénix saliendo de las cenizas – Esta muy buena, no tenias porque – le dijo a la bruja en agradecimiento, aquel día parecía que se llenaría de regalos.

    - Tea estaba con unos familiares y a Kytta no la he visto – informó.

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  2. Ya es hora de que me comprometa mas con mi nueva organización, me encanta los duelos y creo que tuve excelentes clases de duelos durante la academia, ya es hora de seguir profundizando y ayudar a la Orden sobre este tema todo lo que pueda, por eso pido ser aceptado en la Brigada Almas del Fenix, ya no puedo esperar para poder participar en todo esto.

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  3. El día de su graduación llegó, era muy extraña la sensación que tenia puesto que sentía orgulloso, felicidad, alivio mezclado con tristeza y nostalgia. Y es que era desprenderse de una etapa inolvidable de su vida, la Academia fue algo totalmente distinto a lo que vivió con anterioridad, probó cosas nuevas, se enfrentó a situaciones de pesadilla y conoció a personas maravillosas.

     

    Todas esos sentimientos se mezclaban en su interior mientras caminaba hacia el lugar de la ceremonia, en aquella ocasión el y sus cuatro compañeras serían el centro de atención de todo el mundo, toda su familia estaría allí, dragones y lobos coparían los jardines y eso deseaba. En aquel momento vestía algo totalmente atípico en el un traje oscuro de gala, pero el castaño creía que la situación lo ameritaba.

     

    La tarde de otoño era calida y provocaba ganas de estar al aire libre meditó para sus adentros el Stark, los directores tomaron una excelente decisión al trasladar la fiesta de la habitual sala de actos a los terrenos de la Academia. El Targaryen se detuvo frente al lugar donde se desarrollaría la fiesta, ya estaba todo listo y dispuesto para el disfrute de todos.

     

    Las personas comenzaban a llegar pero el joven lobo tenía sus ojos fijos en la mesa circular centras donde 5 asientos aguardaban a sus dueños. Eran para Alba, Tea, Bea y Kyttara y el, las chicas ya estaban sentadas. Como siempre era el único hombre en su generación y eso tenía sus ventajas.

     

    Caminó hasta llegar a la mesa y saludó a sus compañeras. Con Tea compartían clases desde Generales y ahora eran pareja, Alba se transformó en una gran amiga y excelente rival en duelo, Kyttara pese al mal comienzo que tuvieron en Dragonstone con el correr del tiempo se volvieron amigos y Bea no la conocía mucho se unió al cuarteto en el último momento pero la impresión que tenía de ella era excelente.

     

    La ceremonia dio comienzo en palabras del director y un pergamino marfil sujetado con un broche voló hacia cada graduado. Robb tomó el suyo con seguridad e inmediatamente el broche brilló con un fuerte color rojo, sabía lo que significaba ahora era un miembro de la Orden del Fenix y haría honor a ese titulo.

     

    Luego fue la directora la que habló, la mujer fue profesora suya en Básicos en un memorable viaje a una distopica dimensiones post apocalíptica. Luego de nombrar a los prefectos y después de prometerse en ubicar y felicitar a Mia, Kritzai fue el primero que se acercó hasta ellos.

     

    Sonrió al escuchar las palabras de su jefe, o ex jefe no importaba como dijo el dragón una vez dragón siempre y la idea de volver algún día hasta los Dragones de Lancashire como jefe se la manifestó por primera vez en la cabeza – Eres un excelente jefe y esperó que el contacto jamás se corte – se despidió de Krizai.

     

    Después de que el mago se fuera el joven lobo miró a su alrededor, Tea, Alba y las demás estaban ocupadas recibiendo las felicitaciones de familiares y amigos pero… ¿Dónde estaban los Stark – Targaryen?. Los ojos claros del hijo del fuego y el hielo encontraron a su madre, Arya. Sonrió y se acercó hasta ella.

     

    - Estas hermosa – le dijo observando el vestido que llevaba que recordaba mucho al estilo de Winterfall, sus origenes.

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  4. La charla que tenía junto con sus compañeros le era interesante y lo tenía entretenido, jamás pensó que el ambiente dentro del Cuartel fuera tan jovial y relajado. Esperaba conocer a magos y brujas fríos y tal vez un poco propensos a la soledad pero le encantó esta sorpresa, era mucho más fácil trabajar en un lugar en que con un tiempo podrían ser todos amigos además de buenos compañeros de trabajo.

     

    Elvis arregló de forma rápida el brazo lastimado de Aaron, el castaño no era muy ducho en lo que respectaba a magia y medicina a pesar de que en su familia varios miembros eran grandes sanadores en San Mungo, pero esa no era su forma de ser, el pertenecía a aquel lugar a los Aurores, tenían el perfil que el creía tener.

     

    Al final llegaron Seba el jefe de oficina con el nuevo chico que vio llegar cuando el salía de la oficina principal de la sección de ellos. Seba lo presentó como Monotoq, - Como dice Elvis, soy Robb Stark un placer – se presentó a si mismo, estrechando la mano del nuevo aprendiz. El Stark ahora debía dejar de ser aprendiz, ya era un graduado de la Academia podía entrar como un pleno empleado del Cuartel.

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  5. Estaba tan ocupado en su resiente mudanza y en la charla con el auror que acaba de conocer que no se percato de la llegada de dos personas, solo cuando uno de ellos carraspeo se giró para verlos. Eran una bruja y un mago, no los conocía pero como en todo ocasión no le sorprendía era de los mas nuevos en aquel lugar.

     

    - Un gusto, Robb Stark – se presentó a Elvis y Annick estrechándoles las manos, ellos también resultaron ser nuevos en el Cuartel peor ya poseían la categoría de auror, no como el joven lobo que era solamente un aprendiz. – Estamos en igualdad de condiciones – bromeó mirando al mago – Yo también soy un nuevo aprendiz de la misma oficina –

     

    Miro al chico que lo ayudó a ubicarse, todavía no sabía su nombre – Pero el es mas viejo aquí – les informó. Las únicas personas que pudo ver durante el tiempo que estuvo en el Cuartel eran los tres hechiceros que lo acompañaban a Seba el jefe de la oficina y a un nuevo aprendiz.

     

    - No he visto mucho movimiento, pero Seba Granger que es el jefe de nuestra oficina esta en su despacho con un nuevo aprendiz – les comentó.

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  6. El Stark quedó impresionado por la reacción del mago que acaba de interrumpir, no estaba enojado, ni asustado solo perplejo pero sonrió cuando se enteró que todo era una simple broma, a pesar de la apariencia fría y poco amistosa de su familia un verdadero lobo tenía sentido del humor y aceptaba el mismo.

     

    - Prefiero el cruciatus porque me hubiera vuelto loco buscando un elfo aquí, el sufrimiento sería levemente menor – contestó siguiendo el hilo del chiste, saludo al mago – Si soy el nuevo, “Auror”- afirmo ante la pregunta del auror. El chico lo condujo hacia un cubículo desocupado.

     

    El joven lobo dejó sobre un escritorio de madera la caja, mas tarde se encargaría de desempacar y poner un poco de orden a todo. Se volvió hacia su compañero cuando este formuló una nueva pregunta – Muchos desean ser auror pero no se animan, la aventura, la idea de probarte a ti mismo en situaciones límites, el desafío de superarte o mejor a tu rival – sonrió – las mujeres y espero que el sueldo sea bueno – contestó apoyándose en la mesa.

     

    - ¿No es por lo que todos vienen? – preguntó el Stark en aquella ocasión – y si al parecer me perdí la fiesta y llegué para la limpieza pero siempre se empieza desde abajo – dijo en un estilo bromista.

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  7. Pronto comenzaría el trabajo y eso era lo que el castaño deseaba oír pero antes debían de esperar. Por otro lado podría matar aquel tiempo escogiendo su cubículo, el Granger le dio la libertad de poder hacerlo y ya tras terminar su café y al ver que no tenían mas temas que tratar el Stark se levantó.

     

    Le estrechó la mano nuevamente, se despidió y le agradeció el café, abrió suavemente la puerta y la cerró de igual manera tras de si. Miró sorprendido sus pies y detectó una caja de cartón con sus pertenencias y cosas que compró antes de llegar para el trabajo ¿Cómo llegaron hasta ahí?

     

    La tomó sabiendo que el momento de instalarse no podía esperar mas era en aquella ocasión y no en otra. Cargando la caja pasó frente a un cubículo y vio una mago dentro de el. – Disculpa, soy nuevo en la oficina ¿sabes donde haya algunos cubículos desocupados? – le preguntó (Aaron).

     

    - Por cierto me llamó Robb – se presentó al que sin dudas era un compañero suyo del trabajo.

     

    OFF: Gracias por la bienvenida y llego la hora de socializar un poco :lol:

  8. La figura del Stark apareció de la nada girando sobre si mismo, el traslador que llevaba en la mano (una vieja pelota pinchada) voló hacia unos matorrales y el joven lobo cayó sentado sobre la arena de la playa. Era de noche pero una enorme luna llena alumbraba como si tratase del sol. Se levantó algo emocionado, no podía creer que hubiera llegado hasta aquella isla. Era una visita ilegal y lo sabía pero la adrenalina y la sensación de aventura eran mas fuertes.

     

    Solo le faltaba aguardar la llegada de su compañera, Dragona familia suyo en la Targaryen. Ambos acordaron realizar aquella aventura fuera de la ley, ¿se meterían en problemas? Solo si lograban interceptarlos. No harían nada malo solo fotografiar algunas de las maravillosas criaturas de la Reserva.

     

    El mar golpeaba con suavidad la arena, acordaron trasladarse a una zona un poco alejada de donde se recibían los habitantes para nos ser descubiertos por los empleados de la isla. Miró preocupado la luna ¿Dónde estaba Dragona?. No se atrevía imaginar que se hubiera equivocado de lugar y la hubieran atrapado, porque no era posible no quería que fuera posible.

     

    El castaño se sentó tras unos arbustos playeros a esperar, si no se aparecía se iría, la aventura solo le resultaba algo aburrida.

  9. Su madre no percibió su nerviosismo situación que relajó al Stark, no estaba preparado aún para afrontar aquella situación era absurdo pero no estaba seguro de saber como reaccionaría su madre. Pero eso quedo en el olvido pronto al ver el paquete que sacaba su madre, ¿obsequios? Se sintió por un momento como un niño de nuevo, ansioso por descubrir lo que se encontraba en aquellos paquetes.

     

    Tomó con delicadeza, sin poder creérselo aquella belleza de arco era magnifico, el pulido, los detalles y aquella madera no podía ser otra que de arciano, el árbol mas importante para un Stark. El temor de que pudiera caerse evitaba que las manos del castaño temblaran de emoción al sostener aquella arma, quería probarla pero era tan perfecto que temía estropearlo.

     

    Logró hacerse un espació para tomar el segundo regalo, aquella misteriosa bolsita, escuchó los susurros de su madre manteniendo fija la mirada en la bolsa, imaginándose las semillas dentro. Para cualquier externo a la familia eran una simples semillas de un extraño árbol, pero para un verdadero Stark aquello como dijo su madre era como llevar una parte del hogar consigo siempre.

     

    El amaba su familia y estaba orgulloso de poder decir que era un Stark y aquellas semillas lo harían sentir mas seguro de sentir aquello en todo momento. Volvió su rostro al de su madre, siempre fue de pocas palabras y con aquella cantidad de regalos la situación empeoró – Son increíbles, gracias – logró articular y casi milagrosamente logró abrazar a su madre con todos aquellos regalos.

  10. La cabeza le dolía, la sentía como si hubiera estado dentro de una lavadora aún tenía el peso de todas las imágenes y sensaciones que vivió, no quería abrir los ojos y encontrarse con algo peor pero debía hacerlo, lentamente comenzó a abrir los parpados y se encontró con el mismo cielo despejado y las gradas del estadio al cual llegaron.

     

    No rastro de guerras, ni de muerte ni nada de aquel estilo, se apoyó en sus codos y se sorprendió al verse acostado en el suelo. Lentamente sintiendo cada parte de su cuerpo dormida logró erguirse y observar al resto de sus compañeros y para cuando dio con Tea un nudo se le formó en la garganta.

     

    Pues la anterior experiencia vivida volvió con claridad a su mente, recordaba todo y ver a su novia le generaba mucho. Recordaba como lo hizo sufrir, como hizo sufrir al bebe que era un supuesto hijo de ellos, era muy extraño todo. Era vergonzoso imaginar aquel futuro, estar casado y tener una familia con Tea, le gusto claro pero era extraño planteárselo en aquel momento.

     

    Pero esa extrañeza era insignificante al recordar a aquella Tea, una Tea que le resultaba imposible de visualizar al ver a su novia. ¿Existiría una mujer así dentro de ella?, no podía ser cierto, no lo podía creer e imaginárselo, fue una prueba solo eso, un sueño. No estaba seguro de querer hablar de aquel sueño con Tea y tampoco aquel era el momento estaba en plena clase, aún esta continuaba.

     

    Era el profesor Gryffindor que tenía la palabra y el Stark escuchó todo lo que decía, y tras aquellos sus claros ojos se mantuvieron fijos en las piedras que les estaba tendiendo a todos. ¿Lo que haríamos con nuestras vidas?, ¿aquella simple piedra le mostraría al Stark como conduciría su vida solo cambiando de color?

     

    En cuanto llegó hasta el no dudó en tomarla y mirarla simple sobre su mano, la piedra seguía igual de gris pero de pronto comenzó a tornarse al blanco y sus poros y las pequeñas hendiduras comenzaron a brillar de una manera muy fuerte, eran como destellos. Miró asombrado la transformación del mineral, cuando nuevamente la voz del profesor tomó su atención.

     

    Preguntar sobre los bandos, tenía dudas muchas dudas sobre la Orden. Tea fue la primera en hablar y se sorprendió por lo que dijo. No la juzgaría no era su trabajo y tampoco le gustaba jugar al juez, pero no compartía lo que decía. No quería preguntar nada sobre la Marca, pero estaba obligado a realizar como mínimo una pregunta.

     

    - ¿En que basan los mortífagos la creencia de la superioridad de la sangre pura?, ¿Cuáles son las pruebas? Y repito lo mismo pero con ese sentimiento de repudio hacia los muggles – preguntó a la mortífaga.

     

    - En cuanto a la Orden – comenzó volviéndose hacia al miembro de aquella organización - ¿Cuáles deberían de ser las prioridades y cualidades de un verdadero miembro? – preguntó, era algo que deseaba saber, quería estar seguro de tener todo lo necesario para unirse, no discutiría nada de sus ideales o acciones, pues le entendía y las compartía.

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  11. - ¿Mortífagos? – preguntó sorprendido aquella información no llegó hasta sus oídos, mortífagos y miembros de la Orden del Fénix en pleno Atrio, las cosas no estaban funcionando como era debido cosas como esa no pasaban desde hacia años en los tiempos de Voldemort y Dumbledore.

     

    - Burocracia – trató de resumir lo que dijo Seba y bufó irónicamente mientras se terminaba su taza de café. Todos estaban sujetos a la molesta burocracia de los que estaban mas arriba que ellos, inclusos los aurores no se podía escapar. – Al parecer hasta los aurores sufren las trabas de los burocráticos – opinó.

     

    Tenía que elegir un cubículo e instalarse no se esperaba aquello, creía que como aprendiz que era tendría que esperar hasta ser un miembro pleno para tener el derecho de poseer su propio espacio. – Estoy listo para cuando me llames – le informó, las ganas de empezar estaban pero el castaño lograba ocultarlas bastante bien, no quería lucir como alguien ansioso.

  12. En aquella ocasión lucía mucho más prolijo de lo que en un día cotidiano se vería, pero la situación lo ameritaba. Aguardaba en los jardines del colegio, cercano al salón donde se desarrollaría la ceremonia de graduación, aún no era la suya y si lo fuera no solo estaría esperando a su madre sino también al resto de la familia, en aquella ocasión lo nombraría prefecto de los Dragones de Lancashire algo de lo que enorgullecerse y mucho.

     

    Un crack le indicó la llegada de su madre, se veía hermosa con aquel vestido – Te ves muy bien mamá – le dijo mientras le daba el brazo para que se agarrara. Ingresaron al salón que estaba elegantemente decorado y repleto de personas, desconocía a muchas de ellas pero el ambiente festivo no daba para fijarse en aquello.

     

    Aplaudió con ganas frente al escenario cuando nombraron a las dos graduadas de aquella ocasión, la próxima vez sería su nombre el que escucharía. Luego de los graduados llegó el turno de los prefectos. Su nombre fue escuchado por la casa de los Dragones, muy contento y con una sonrisa plasmada en su rostro subió hacia el escenario, recibió su insignia y estaba por dedicársela a su madre, cuando otro nombre lo descolocó por completo.

     

    Tea, miró a su novia subir hacia el escenario, no la había visto cuando llegó y ella nunca le dijo que era prefecta, tampoco el se lo dijo pero… . Aplaudió a Tea y se quedo embelesado al verla tan bella aquella noche. Cuando terminó el nombramiento, la chica se alejó del estrado ¿no lo había visto? Era imposible, su nombre fue escuchado por todo el salón. Bajó extrañado viéndola desaparecer entre las personas, chocó con su madre sin darse cuenta.

     

    Sacudió su cabeza, su madre no sabía nada sobre aquella relación y no estaba seguro de cómo reaccionaría al saber de ella. Se la presentaría, eso estaba claro pero no esperaba hacerlo tan rápido, la relación tampoco llevaba mucho tiempo. Trató de actuar con normalidad - ¿Te gusta? – dijo mostrándole la insignia con la figura de un dragón.

  13. Sus heridas exteriores estaban por completo curadas, pero era lo interno lo que le preocupaba el veneno de la avispa marina corría por su torrente. Había logrado sacarse la avispa marina del cuerpo, lo que antes era su camisa ahora era un simple animal marino en suelo, un simple animal marino que lo estaba matando.

     

    Pero ahora su preocupación mas cercana era el león que venía hacia el <<Embrujo punzante>> pensó apuntando al animal que inmediatamente recibió el impacto de su embrujo su rostro se desfiguró completamente perdiendo la visión. El animal asustado y adolorido corrió desorientando hacia la pared de una casa donde se golpeó la cabeza y puso fin a su vida.

     

    No le daría el placer a Alba de jugar con su muerte, vio esa faceta de jugar y disfrutar con la muerte y el cuerpo de los demás, algo que lo repugnaba, se debía tener respeto con los rivales en todo momento incluso después de su muerte. Sus piernas no lo sostuvieron y cayó de rodillas al suelo de tierra, su respiración le era dificultosa, necesitaba un bezoar pero era imposible.

     

    Alba atacaba a Kyttara, el sectusempra no pudo ser evitado pero con lo último que le quedaba ayudaría a su familia, apuntó con la varita firmemente a Kyttara y pensó con claridad <<Episkey>>. El efecto fue inmediato las heridas mortales de su compañera desaparecieron no se tenía que preocupar por eso, si tenía que defenderse del nuevo ataque de la rubia.

     

    Tea estaba muerta o lo estaría pronto su jaguar seguía las ordenes de el y le había propinado heridas mortales. Se iba del duelo por lo menos llevándose a un rival con el, aunque fuera su novia. Se le estaba nublando la vista, comenzó a moverse con lentitud hacia una tienda y se recostó contra la pared.

     

    Se lo devolvería en otra ocasión a Alba de eso estaba seguro, era su amiga a pesar de tener actitudes que no compartía pero se volverían a encontrar y el golpe mortal le sería devuelto. Se quedó aguardando su muerte viendo como el tórrido sol quemaba todo a su paso por el despejado cielo.

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  14. El gritó de Kritzai y el rugido de su Ironbelly llenaron y agitaron la caverna, la carrera dio comienzo. – ¡Vamos! – gritó dando animo al su Colacuerno y a el, el Colacuerno lanzó un profundo rugido que agitó nuevamente la caverna y comenzó a batir las alas tras el Ironbelly. Su jefe iba a la cabeza, fue el primero en salir pero el iba de segundo.

     

    El movimiento de su dragón era violento, daba feroces sacudidas a cada embate de las alas, pero el Stark seguía fijo donde estaba con la mirada clavada en el adversario que tenía delante. Si quería ganar tenía que pasarlo y después mantener la posición frente a los otros. El viento le hacia llorar los ojos pero el castaño no se quejaba, tenía planeado ganar y no se daría vencido por un simple brisa.

     

    El Ironbelly era el dragón más grande y voluminoso pero también era el más lento, el Colacuerno era mas rápido pero aún así, a Robb le costaba ponerse de primero.

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  15. Recibió la autorización para utilizar la Flecha Plateada de parte de su examinadora y la vio alejarse en busca de los materiales para su prueba. Mientras la mujer se alejaba el castaño se detuvo en la tarea de apreciar cada detalle de aquella escoba, era perfecta viera por donde la viera. Muchos compañeros preferían la Saeta de Fuego, le gustaba aquella escoba pero si le permitían elegir su opción seria la Flecha Plateada por sobre cualquier escoba.

     

    La bruja no tardó en regresar junto con una escoba, una bate como el que utilizaban los bateadores y una quaffle. Escuchó que era lo que tenía que hacer y al darse vuelta vio los tres grandes aros del Quidditch, sería una especie de guardameta en aquella ocasión. Montó la escoba y dio una fuerte y segura patada en el suelo.

     

    Veloz como un rayo subió hasta el cielo, sintiendo el viento pasar por entre su cabello y se sintió feliz. Se direccionó con certeza hacia los postes y se ubico frente a ellos, justo delante del aro central, una mano sobre la escoba y la otro sosteniendo el bate. Su examinadora también ascendió sobre una escoba y no tardo en comenzar la prueba.

     

    El primer tiró fue hacia el poste derecho, el Stark se movió como una centella hasta el poste y rechazó la quaffle con un golpe de su bate. La segunda fue directo al poste izquierdo y volvió a repetir los movimientos con igual resultado. La tercera fue un golpe al medio que pudo rechazar sin problemas, y los dos últimos tiro fueron al poste izquierdo logró detener la penúltima pero la última le costó un poco mas, pues pensaba que iría a otro poste pero a pesar de la confusión logró rechazarla con el pie.

     

    Victorioso y feliz levantó los puños al cielo, estaba seguro de que aprobó y para verificarlo volvió hasta su examinadora.

  16. - Pertenezco a la familia Stark, soy hijo de Catherine Stark – le comentó al Granger, mientras se alcanzaba la taza que le tendía que contenía café amargo, justo lo que necesitaba. Bebió un poco y se sintió un poco mejor aquel liquido hirviendo era lo que precisaba, mientra mas caliente estará mejor, eso se lo podría atribuir a su parte Targaryen.

     

    Escuchó el nombre de la mujer nuevamente y lo recordó, asintió pues en ese momento se encontraba bebiendo la infusión, pero Darla Potter Black fue la mujer que lo recibió en cuanto llegó al Cuartel. – Si fue ella – logró decir después de terminar lo que estaba tomando, depositó la taza humeante aún con un poco de café en el escritorio y prestó atención nuevamente a Seba.

     

    - ¿Hubo detenidos? – en referencia a los sucedido en el Atrio – ¿ o como dijiste aún todo se sigue procesando y no hay nada seguro? – sabía que todo tuvo que ver por la rueda de prensa que dio la Orden del Fénix, organización a la que el castaño pertenecía, no oficialmente pero era miembro del Ejercito del Fénix.

  17. - Un gusto – se presentó ante su nuevo jefe mientras le estrechaba la mano – si, Robb Stark – continuó más relajado de por fin encontrar a alguien. Por un lado la espera le vino bien no estaba nervioso pensaba mientras tomaba asiento en la silla que le indicaban, si se hubiera encontrado con alguien de su oficina en cuanto llegó estaría nervioso.

     

    - Escuché lo que sucedió en el Atrio, estuve a punto de ir pero por otras situaciones no llegué – contestó – De hecho me encontré con la jefe de otra de las oficinas del Cuartel, se llamaba Darla…. no recuerdo el apellido – dijo, tratando de hacer memoria quizás la mujer nunca se lo dijo no estaba seguro y tampoco creía que eso tuviera mucha relevancia en aquel momento.

     

    - ¿Y en que terminó todo lo sucedido en el Atrio? – tenia muchas preguntas por hacer pero no quería sonar verborrágico algo que tampoco no iba con su estilo de decir pocas palabras en casi todo momento.

  18. Se sorprendió al ver como Tea no se defendía del jaguar, no entendía como dejó que el jaguar le atacara, ella podía defenderse tenía margen de tiempo para hacerlo y aún así aceptó el ataque del felino sin siquiera levantar la varita. No había vuelta atrás, el jaguar tenía una clara misión acabar con la vida de su novia.

     

    Y eso era lo que el felino estaba haciendo, matando a la Loveless no se retiraría de ella hasta que le diera la orden. El jaguar atacaba puntos vitales de y de los cuales no había vuelta atrás. El joven lobo pensaba que se defendería y tenía unas cuantas bromas para decirle y estaba seguro de que se sonrojaría como siempre hacía cada vez que el le bromeaba.

     

    No se salvaría, era casi imposible Tea estaba prácticamente fuera del juego. Y fue esa imagen que tenía grabada en las retinas lo que lo distrajo del los ataques de Alba, al parecer cansada de pelear con Kyttara ahora se entretenía con el castaño. No pudo hacer nada contra el seneca, sintió como su garganta se resecaba pero eso era lo de menos, lo que le preocupaba en ese momento era no poder utilizar hechizos verbales por un buen rato.

     

    - Silencius – exclamó apuntando a Alba con la garganta rasposa, sus últimas palabras por un buen rato, de la boca de Alba no salió el hechizo que planeaba y se salvó de un daño que podría llegar a resultar mayor.

     

     

    Estaba apunto de realizar un encantamiento muy especial, jamás realizo magia sin varita desde que la obtuvo. Se relajó y concentró toda la energía que le quedaba en cada rincón de su cuerpo hacia su mente y pensó con claridad <<Proyección Mágica>> y una gran carruajes de madera se movió desde atrás del castaño hasta ponerse cinco metros delante de el. Planeaba lanzárselo a Alba peor no logró controlarlo bien.

     

    Ahora la chica se encontraba del otro lado de su improvisada defensa.

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  19. Pasos sonaron acercándose por el pasillo hacia donde se encontraba, guardó silencio parecían tacones de una mujer. Se levantó de la silla y se fijo en la puerta, una sombra se estaba formando tras ella la perilla giró y una mujer, no la reconoció de sus anteriores visitas al cuartel.

     

    - Buenos días – saludó, la mujer pregunto si era Robb Stark el nuevo aprendiz de la Oficina de Cateo y Erradicación de las Artes Oscuras, el castaño asintió – Si, soy Robb el nuevo aprendiz – contestó contento de tener contacto con alguien de su oficina. – Un gusto Elizabeth – agregó mientras estrechaba la mano de la mujer.

     

    La chica parecía una especie de secretaria y el joven Stark la siguió cuando indicó que su nuevo jefe lo esperaba en su oficina. Caminaron en silencio unos minutos hasta que ella le indicó cual era la puerta que correspondía – Gracias – se despidió de la mujer que no entraría con el, golpeó la puerta a modo de aviso y con cuidado la abrió y entró a la oficina.

     

    OFF:

     

    Perdón Seba por lo que tarde en responder.

  20. Jamás vio a Tea de esa manera, tampoco tuvo la oportunidad de verla durante un enfrentamiento. Pero observándola bien en el momento del duelo toda esa timidez y dulzura que tenía en la vida cotidiana desaparecía y trasmutaba en una ansias de victoria y una seguridad inaudita en ella hasta el momento. Su novia no solo estaba dispuesta a plantarle la cara sino también a matarlo si era necesario para coronarse ganadora.

     

    Y no perdía el tiempo toda la series de ataques que le lanzó tenían una clara misión acabarlo y sacarlo del juego rápido. Pues si ella quería jugar de aquella manera no le dejaba otra opción al Stark que devolverle la misma moneda, mas tarde lo solucionarían. Kytta se encontraba ocupada con Alba, conocía las habilidades de la Loveless era muy buena pero estaba seguro de que su compañera podía con ella.

     

    El efecto que le lanzó su novia impacto en el sin más, era imposible detenerlo pero todavía podía defenderse del jaguar. Apuntó al animal que lo quería asesinar con su varita y exclamó – Oppugno – el efecto fue inmediato, la mente del felino cambió de dueño y ahora obedecía las ordenes del Stark que era muy simples: Defensa y Ataque.

     

    <<Defensa>> fue la orden que en microsegundos cruzó su mente y el jaguar corrió hasta el chico mostrando los colmillos parecía que lo iba a atacar pero el castaño estaba seguro de que su efecto se realizó correctamente. Y así era el jaguar devoró una pequeña araña que venía hacia él con intenciones de picarlo.

     

    <<Ataque>> fue la orden inmediata que llegó a su animal, ahora el jaguar atacaría a Tea y le causara el mismo daño que planeaba hacerle ella a el, por lo tanto sería un movimiento mortal. Pero ahora le quedaba otra amenazaba, el lobo de fuego, símbolo de su casa que Tea con ironía le enviaba.

     

    - Morphos – dijo apuntando a un tonel de agua a sus espaldas e inmediatamente el mismo cambio hasta transformarse en un oso pardo de medianas dimensiones con una clara orden protegerlo del lobo.

     

    El plantígrado no se demoró e acatar y se enzarzo en una feroz batalla con el lobo, con un solo resultado ambos murieron.

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  21. La batalla seguía en curso, eran cinco contra el resto del estadio. Ya casi no les quedaban enemigos por abatir las cosas estaba saliendo bastantes bien pero a pesar de todo un oscuro pensamiento llegó a la mente del Stark, nada tan bueno podía llegar a resultar tan fácil, sintió el tacto de Tea en su muñeca y todo oscureció.

     

    No podía creer que todo lo que tanto le costo crear y mantener se hubiera desmoronado tan rápido, ese amargo pensamiento lo perseguía todos los días sin falta desde hacia meses. Se encontraba en la sala de su casa, sentado en un cómodo sofá con el calor de las llamas doradas de la estufa calentando el ambiente, una pequeña figura se movía en una suave alfombra con dibujos infantiles frente al castaño.

     

    Era aquella figura la que le daba la fuerza para seguir de pie y luchar el día a día, el único ser que le daba alegría, era la persona que mas amaba en el mundo desde el día que nació. El pequeño León Stark jugaba con sus muñecos sacándole una que otra sonrisa a su padre. Era el mayor orgullo de Robb, su primogénito y en un futuro un noble hombre.

     

    Su hijo y el eran los únicos ocupantes de aquella casa, la casa en la que otro tiempo ocupaban tres personas, en el momento que en aquel hogar vivía una familia. La única familia de Robb en ese momento era León y con eso era suficiente o eso se decía internamente se engañaba para no aceptar lo que en realidad sentía.

     

    Amaba aquella mujer, amaba a la madre de su hijo y no entendía como podía hacerlo sufrir tanto. No comprendía como todo aquel amor que creía que se tenían desde que se conocieron, desde que se propusieron formar una familia, desde que tuvieron a León fue solo un engaño por parte de ella. El siempre lo sintió real ¿hubo algún momento en lo que los sentimientos de ella hacia el fueron reales?, ¿en alguna ocasión ella logró sentir aunque sea un décima parte de lo que el sentía por ella, por el?

     

    Nunca lo sabría, la mujer con la que decidió pasar el resto de sus días, formar una familia jamás la llegó a conocer en serio. Ya no estaba seguro de nada que venía de ella, todo lo que creía saber de Tea le resultaba incierto. Ella lo traicionó, a él y a su hijo, los abandonó, destruyó su hogar y siempre los utilizó. Pero a pesar de todo eso, la seguía amando, daría muchas cosas por volver a sentir la voz de Tea.

     

    Todos esos sentimientos los ocultaba del resto, ni siquiera su madre los sabía. Y ella fue la persona que lo ayudo a darse cuenta del engaño en el que vivía, todavía recordaba aquella noche con claridad a pesar de el día que cambio su vida sucedió meses atrás, pero lo recordaba como si hubiera pasado la noche anterior.

     

    Su madre había llegado de visitas aquella tarde, vino de sorpresa y sin avisar y con ella llegó una actitud extraña que nunca antes vio en ella. Se dio cuenta del saludo frío que le dedicó a Tea y no entendía porque, ambas se llevaban muy bien desde que se conocieron. Luego de aquel frío saludo (incluso para un Stark), Catelyn trato de actuar con normalidad el resto de la tarde.

     

    Pero su hijo la conocía y el rostro que ponía cada vez que veía a su esposa no lo dejaba pasar pero aún así y como era su personalidad no habló del tema con ninguna de las dos. La cena fue más normal, la comida que preparó Tea estuvo excelente, hasta León disfrutaba de aquella escena, un León mucho más pequeño con apenas dos meses de nacido.

     

    Las 10 de las noches se hicieron y su mujer fue acostar a su hijo a dormir. Robb se quedó conversando con su madre cuando esta alego que tenía que decirle algo a Tea, el lobo se quedó bebiendo un pequeño vaso whisky de fuego sumido en sus propios pensamientos cuando gritos del piso de arriba lo sorprendieron, luego un movimiento brusco y León comenzó a llorar.

     

    Mortífagos fue lo primero que se le vino a la cabeza al Stark su familia estaba en peligro, arrojó el vaso al suelo que se hizo añicos al estrellarse contra el suelo, subió las escaleras lo mas rápido que pudo con su varita en la mano, el llanto de su hijo le resonaba con fuerza en la cabeza aumentando el miedo que sentía. Los ruidos provenían del cuarto de León, la puerta del mismo estaba abierta.

     

    La escena de adentro lo dejó desorientado, su madre tenía acorralada contra la pared a Tea mientras la apuntaba con la varita, León lloraba desconsoladamente en su cuna, mientras su madre le gritaba muchas cosas en la cara a su mujer. Lo primero que hizo fue desarmar a su madre lo que la distrajo y Tea aprovechó la distracción para desaparecer, fue la última vez que la vio.

     

    Y después de todo eso el recuerdo de aquella noche se le volvía confuso, solo recordaba que se enteró de toda la verdad sobre Tea y las sospechas de su madre y de la Orden sobre ella y sus ideales. No quiso recordar más, León se estaba durmiendo sobre la alfombra, ya era muy tarde. Tomó con cuidado a su pequeño hijo, tenía los ojos de su madre y lo llevó con cuidado hacia su cuarto.

     

    El cuarto seguía luciendo igual que el de aquella fatídica noche nada cambio en el, recostó con cuidado a su hijo en la cuna, beso su delicada frente y se fue. ¿Habría amado a su hijo?, ¿sintió algo por el hijo que juntos habían traído al mundo? ¿Habrá odiado al ser de luz que estuvo nueve meses en su interior?, aquel pensamiento lo perturbo. Con suerte León no recordaría a Tea pero se preguntaba que le diría en un futuro cuando comenzara a preguntar por su madre.

     

    Llegó hasta su habitación, ya no quedaba nada de Tea en la misma pero el recuerdo de la mujer con la que compartió aquella habitación durante días y noches se respiraba en cada pared. Se recostó sin desvestirse en su cama con la mirada fija en el techo, la cama era muy grande para el solo, sobraba mucho espacio.

     

    Una luz enceguecedora surgió en el centro del cuarto, un lince de luz abrió sus fauces y la voz de un compañero de la Orden salió de la misma. Localizaron a Tea y necesitaban su ayuda para la captura, su madre estaría por llegar a su casa para quedarse con León. El patronus desapareció y unas de las más difíciles decisiones que debía tomar tomó el lugar del animal.

     

    ¿Qué tenía que hacer?, un golpe en la puerta de entrada le advirtió la llegada de su madre. Bajo rápidamente sin saber como enfrentarse a su madre, la mujer lo observaba preocupada y le dio un calido abrazo. Ya era un hombre pero necesitaba aquel tipo de apoyo por parte de su madre, el sabía que no lo obligaría a hacer nada pero el ya tenía una decisión.

     

    - León esta arriba durmiendo – le informó mientras se colocaba una capa de viaje sobre sus hombros, Tea los engaño, le mintió, abandonó a León y no dejaría que nadie le hiciera algo así a su hijo, la Orden siempre le dio su apoyo y nunca le falló, la feroz expresión de un Stark apareció en su rostro, no la ocultaría bajo una luz, Tea lo reconocería.

     

    Su lobo interno despertó después de estar meses dormido, todo el hierro y el frío de su espíritu norteño volvieron a recorrer su cuerpo, abrió la puerta con un solo pensamiento en la cabeza: “El Invierno se acercaba para Tea” y quería respuestas.

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  22. Otra vez vacía, una amarga sonrisa se dibujo en el semblante del Stark esto ya era demasiado su segunda entrada a su nuevo trabajo y no pudo ni siquiera ver a alguien de su oficia. Cerró despacio la puerta sin saber que haría, la oficina estaba bastante ordenada como si nadie todavía lo usara aquel día. Miró las carteleras, recortes de periódicos, notas, mapas y muchas mas información, todavía no había nada sobre le problemas del Atrio

     

    No le quedaban o no de daban otra opción que esperar, suspiró resignado frente al tiempo que podría estar solo sin hacer nada y tomó una de las sillas de la oficina, la colocó el centro de la misma se sentó y espero. Desde que entró a trabajar no hizo nada, pensaba que el Cuartel era algo mas movido, o eso no era así o llegó bastante tarde para la diversión.

     

    Sacó su varita y comenzó a golpearla sobre su rodilla haciendo que emitiera chispas de colores, parecía un niño pero no había nada mas por hacer.

  23. 1d10
    acercó con la escoba hasta la bruja que en esa ocasión lo examinaba, no se sentía conforme con la aplicación que demostró sobre los principios básicos, por una extraña razón se sintió incómodo sobre la escoba, tenía que mejor bastante si quería aprobar de una buena vez pero debía de estar mas seguro en sus habilidades.


    No era la primera vez que volaba, pero si era la primera que evaluaban su desempeño sobre una y el miedo de comer un error y tener que repetir nuevamente el papeleo, esperar una fecha y todo eso no quería volver a hacerlo. Sujetó con fuerza el espécimen de escoba que eligió y se plantó frente a la mujer.


    - Es una escoba única que casi ya no se utiliza dijo observando aquella obra de arte Conozco la reputación que tiene y resulta penoso que llegué a caer en el olvido por otra parte continuó fijándose en la bruja Nunca monté una y no quiero perder esta oportunidad para hacerlo.
  24. El sol se estaba poniendo y la temperatura estaba bajando por lo que el Stark agitó su varita un simple camisa apareció en sobre su torso, se cubrió y volvió a acostarse al lado de Tea, no podía creer tener tanta suerte de estar con aquella chica, eran tan bella física e internamente, adoraba como se ponía nerviosa con el a pesar de que ya habían dejado bien en claro lo que sentían el uno por el otro y ahora eran una pareja.

     

     

    Estiró un brazo y la atrajo mas cerca de el, le dedicó un sonrisa que pretendía darle a entender lo bien y a gusto que se sentía con ella en aquel parque, el joven lobo nunca se había sentido así con otra chica era una sensación muy extraña. – Me gusta cuando te sonrojas – logró decirle para luego fundirse en un calido y largo beso, había pasado un buen tiempo desde el último que tuvieron.

     

    Cuando se separaron el Stark mantuvo un brazo debajo de los hombros de la Loveless y miró la puesta de sol, no quería que aquel diera fin, era el mejor día que tuvo en bastante tiempo y disfrutaba cada segundo del mismo en compañía de su novia. Aún no sabía que diría su familia, en especial su madre pero poco le importaba la opinión de otros solo quería seguir con Tea.

     

    - ¿No fue un buen día? – le preguntó bromeando.

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