Laurinda

Escuché las respuestas dadas por la profesora hacía la pregunta que había hecho anteriormente, si bien tenía tres opciones para elegir, las que mejor me parecían eran la primera y la segunda. Se veían más certeras que la tercera opción. Tome el papel que me entregaba y lo guarde en el bolso que traía, pensaba usar esos cálculos para observaciones que haría en algún futuro porque siempre me había interesado todo lo relacionado a la Astronomía aunque no me dejaran estudiarlo.

Observe a mi compañera con atención, ¿Por qué reaccionaba así? ¿Solo porque la había corregido? No me atreví a decir nada, pero a la profesora podía parecerle una falta de respeto lo que le decía, la forma de expresarse y las palabras que usaba. Me quede en silencio sin decir absolutamente nada para ver si la profesora le decía algo, o simplemente ignoraba lo ocurrido.

Seguí sus indicaciones tomando la capa de viaje, la cual saque de mi bolsa. Era una capa negra con varios adornos de colores que yo misma le había puesto para que no pareciera tan aburrida. Me la puse cuidadosamente y guarde mi varita en uno de sus amplios bolsillos por si tenía que usarla en algún momento. ¿A dónde iríamos? Era la pregunta que estaba en mi mente en ese momento. Escuche que mi compañera le hacía una pregunta, por lo que espere atenta a su respuesta.

¿Para qué serían los tinteros que había tomado del escritorio, tendríamos que anotar algo? Y los objetos que tenía, ¿Eran trasladores? Pronto me enteraría; estaba ansiosa porque la clase continuara.

Esperaba llegar a tiempo a la clase de Astronomía, era una de las cosas que más me gustaban aunque nunca había podido estar informada correctamente porque no me lo permitían y no tenía los recursos para hacerlo. Esperaba que los pocos conocimientos que había aprendido en el mundo muggle sobre esta asignatura me sirvieran de algo para no estar perdida durante la clase. Me prepare un bolso con un hechizo que hacía que pudiera guardar muchas más cosas de lo normal aunque no sabía si tendría que usarlo.

Llegue al aula indicada justo a las once de la noche como se me había indicado. No pude evitar tener una expresión de sorpresa al poner un pie en el aula; este no parecía un salón de clases, más bien parecía que estaba en el espacio con todos los planetas del sistema solar. Me acerque lentamente hacia la profesora porque así lo indicaba y me quede escuchando su presentación y la que hacia mi compañera, que, al parecer, sería la única.

— Bunas noches—saludé a ambas con una leve sonrisa en mi rostro— Me llamo Laurinda Delacour. Me he inscripto a esta asignatura porque siempre me ha interesado todo sobre los planetas, la creación de estos y también del universo y todo lo que tenga que ver con él. Espero, al terminar la asignatura, tener un mayor conocimiento respecto al mundo de la Astronomía y poder seguir estudiando muchas de las cosas que la comprnden—termine de hablar esperando que eso fuera suficiente o por lo menos para mí lo era.

En ese momento me puse a recordar en todo lo que me había costado estos diecisiete años poder entender cómo funcionaba la Astronomía, mi tío no le permitía y cada vez que él veía que estaba con un libro o algo referente me lo sacaba y no me lo devolvía nunca más. Siempre tenía que arreglármela para poder hacer lo que quería, tener la libertad de elegir lo que iba o no a estudiar. Solo esperaba que los pocos conocimientos que había adquirido en el mundo muggle me sirvieran para la clase.

Escuche las indicaciones de la profesora y me acerque hasta el lugar que abarcaba el hechizo levitatorio y pude elevarme unos cuantos metros hasta estar a la altura de los planetas. Solo tenía que escoger uno de ellos y explicar todo lo que sabía de este. Por suerte no era tan difícil dar una explicación, y se me hacía mucho más fácil si hablaba de un tema que sabía y que me interesaba demasiado por lo que escuche la interesante explicación de mi compañera con atención y me acerque hasta uno de los planetas.

— Me gustaría hablar de Marte, es uno de los planetas que siempre me ha interesado y me ha llamado la atención porque tiene un gran parecido con la Tierra—comencé la explicación esperando no ponerme nerviosa a la vez que contemplaba el planeta en su totalidad, esto me parecía fascinante. Había leído lo suficiente de este planeta y todavía recordaba a la perfección muchas cosas sobre este, solo esperaba no ponerme nerviosa y que todo me saliera mal no pudiendo expresarme bien. — Marte, también llamado “planeta rojo” porque tiene una apariencia rojiza, este planeta consta de dos satélites llamados Fobos y Deimo; se cree que ambos son asteroidescapturados . Se dice que es el planeta más parecido a la Tierra en muchos aspectos, porque este tiene una naturaleza rocosa al igual que el nuestro—dije haciendo una leve pausa para pensar bien en lo que iba a decir.

— Lo que tarda Marte en dar una vuelta completa es de 24 horas 77 minutos y 22,7 segundos. El año en Marte dura 687 días terrestres por lo que un calendario marciano podría constar de dos años de 668 días por cada tres años de 669 días—. Continué con lo que me acordaba acerca de este planeta— Los polos de Marte están señalados por dos casquetes polares de color blanco deslumbrante— dije señalando ambos polos del planeta— La superficie de Marte tiene unas regiones brillantes— comenté a la vez que señalaba estas regiones— Estas son de un color naranja-rojizo. Estas zonas que abarcan una parte considerable de la superficie de este planeta, reciben el nombre de “desiertos” dándole su color rojizo característico—continué con la explicación esperando no estar alargándome mucho aunque solo llevaba unos minutos hablando.

— Como se puede ver, en el hemisferio norte hay un enorme abultamiento que tiene un complejo volcánico. Cercano al Ecuador, hay un cañón que se formo por el hundimiento del terreno— primero señale el abultamiento y luego el cañón que se encontraba cerca de este— Estos valles— comenté señalándolos para después continuar— Se formaron por el viento y por el agua; de esta última hay menos evidencia porque las condiciones actuales del planeta no permiten la existencia de esta— termine de hablar esperando que la explicación que había dado fuera suficiente. Pero si tenía que explicar más estaba dispuesta a hacerlo.

— Tengo una duda— dije mirando a la profesora— ¿Cómo se calcula la distancia entre un planeta y otro? — pregunte ya que eso siempre me había llamado la atención. Solo esperaba que se pudieran hacer preguntas, y que, a la profesora no le molestara responder.

Dejo mi ficha para poder tomar un conocimiento *O*

Hola, paso para que agreguen a mi ficha dos conocimientos: Runas Antiguas y Aritmancia. Eso es todo y gracias al mode que lo actualice.

Después de haber caído metros hacia abajo logró recuperar su recuerdo, su único problema en este momento era intentar salir de ese horrible lugar. No sabía en qué parte del edificio estaba y como se había caído hacia abajo sería difícil volver a subir y encontrar el camino para volver con los profesores y el resto de sus compañeros.

En ese momento no tenía muchas fuerzas para poder levantarse, le dolía mucho la cabeza y no podía pensar bien las cosas; se dejó vencer por el dolor y se sentó en el suelo; no le importo que estuviera lleno de polvo y tierra, simplemente se dejó caer para cerrar los ojos y descansar un momento con la esperanza de que quizá de esa forma lograría concentrarse mejor y pensar en el recuerdo que había perdido.

~~~FlashBack~~~

Se encontraba sentada en un sillón muy bonito cubierto de telas preciosas casi transparentes que lo cubrían, en frente de ella se encontraba un señor de mediana edad y en sus ojos se notaba una mirada triste que si bien no era muy habitual en él era una de esas miradas muy fáciles de reconocer. A continuación comenzó una conversación casi sin importancia hasta que llegaron a un punto en él que cualquiera podía centrar más su atención ya que las palabras anteriores no eran más que solo una introducción para que la noticia que la muchacha iba a recibir no fuera tan confusa para ella.

— En esta ocasión te voy a contar dos cosas que son de suma importancia para tu futuro—comentó el hombre tomando a Laurinda de las manos y prosiguió— Lo primero que debes saber es que eres una bruja, y, lo segundo, es que tienes una hermanastra— el rostro de Laurinda se torno demasiado pálida en cuestión de segundos y tuvo que tomar aire para poder decir algo.

— ¿Cómo que soy una bruja? — Preguntó Laurinda con voz temblorosa— ¿A qué te refieres al decir que tengo una hermanastra? — dijo expectante a que su tío le diera respuestas inmediatamente.

— Entiendo que estas sorprendida, pero ya entenderás como son las cosas. Solo… solo dame tiempo para que te explique y ten calma que entenderás todo— le dijo el hombre a Laurinda dirigiéndole una mirada de tristeza y a la vez con mucha seriedad.

— Está bien…— fue lo único que la muchacha pudo decir entre suspiros.

— Como bien sabrás, nuestra religión no permite y oculta todo tipo de acto que se considere “magia” y es esa una de las razones por las cuales tu madre murió— comentó el hombre mirándola a los ojos— Tu madre era una bruja y tú heredaste eso de ella y ahora me gustaría que viajaras a Londres para aprender todo y así poder controlarte— el hombre ojimiel no hizo más que quedarse callado para esperar su reacción.

—… ¿Y… y cómo es eso de que tengo una hermanastra? —preguntó entrecerrando los ojos, casi no podía creer lo que si tío le estaba contando. Pero hasta ella misma sabía que era mejor no cuestionar y creer plenamente en él.

— Si, tienes una hermanastra aunque te cueste creerlo— dijo haciendo una leve pausa— Te voy a confesar que yo tenía un amigo que cuando venía a visitarme traía a su hijo pequeño y bueno, este se hizo muy amigo de tu madre pero no le di demasiada importancia porque apenas eran unos niños— mientras decía eso tenía sujeta las manos de la muchacha— Después vi a mi amigo cuando habían pasado muchos años, y como era de esperar, su hijo había crecido y paso lo inevitable…— comentó.

— ¿A qué te refieres cuando dices que paso lo inevitable? — lo interrumpió la muchacha que no lograba comprender del todo sus palabras.

— Lo inevitable, tu madre quedo embarazada de ti y de tu padre no supe nunca más. Creo que al enterarse de que tu madre estaba embarazada no quiso volver a Marruecos— el hombre dio por finalizada la conversación a lo cual Laurinda no pudo evitar seguir con las preguntas.

— Todavía no me dices quien es mi hermanastra. ¿Tendría que buscarla a ella? — preguntó Laurinda deteniendo al hombre que estaba a punto de irse.

— Tu hermanastra se llama Mei, no recuerdo su apellido. Y si, tendrás que buscarla por tu cuenta— finalizó el hombre dejándola sola.

El recuerdo se iba haciendo menos claro poco a poco, solo se veían figuras borrosas y a Laurinda le dolía mucho la cabeza.

~~~Fin del FlashBack~~~

Laurinda abrió los ojos lentamente, ya se sentía mucho mejor y lo único que vio en ese momento fue que ya no estaba en el edificio, sino que ella misma estaba caminando hacia los profesores y hacia el resto de sus compañeros. No sabía cómo había salido de aquel lugar, pero era mejor que las cosas estuvieran así que quedarse allí encerrada. Se sentó en donde estaban sus profesores y compañeros reunidos, al parecer estaba llegando el final de la clase y solo tenían que hacer preguntas referentes a ambos bandos.

Los bandos. Ese era uno de los temas de los cuales a Laurinda no le gustaba hablar y el hecho de tener que hacer preguntas no le agradaba demasiado puesto que a ella no le interesaba formas parte de alguno de esos grupos. Le parecía una pérdida de tiempo, y, además, podía traerle problemas si ella decidía estar con un bando y en contra del otro. No le importaba que la Orden del Fénix quisiera hacer el bien y que los Mortífagos se ocuparan de algo completamente distinto; sus pensamientos eran simples, no le gustaba “la guerra” que había entre ambos grupos.

Escucho atenta las preguntas que sus compañeros hacían, ella no quería ni tenía ganas de preguntar, pero como era la última tarea decidió pensar bien sus preguntas para luego decir:

— No tengo la intención de preguntar por uno de los bandos en específico— comentó Laurinda mirando a sus profesores—Las preguntas que voy a hacer van para ambos y me gustaría que me respondieran— prosiguió en tono serió y decidió— ¿Cuál es la necesidad de entrar en un bando y estar matando a la gente? ¿Por qué decidieron unirse a uno y no al otro? — fueron las únicas preguntas que se le ocurrieron a Laurinda en ese momento y aunque mucho no le importaba quería escuchar una respuesta.

Laurinda
Equipo Magma

Por el momento todo iba bien y tuve un momento de distracción al escuchar la voz de uno de mis compañeros, por un momento pensé que nunca a iba a llegar pero al parecer lo había hecho en el momento indicado. Con un gesto y una señal le indique que viniera con nosotras para que se pusiera detrás del muro y se defendiera de cualquier ataque. Me quede observando a mi compañero Deax, al cual, le había enviado minutos atrás el efecto Strellatus y no entendía por qué motivo utilizaba un protego si eso no le servía para efectos, sino para rayos. Mi intención no era hacerle daño, pero seguramente en ese momento sentía ardor y dolor en los ojos.

— ¡Fuego Maldito!—exclamé en dirección a mi compañero Deax el cual comenzaba a conjurar el mismo hechizo que yo decía en ese momento. Había salido por unos segundos de la muralla que nos protegía a Nicole, Sherrinford y a mí. De mi varita salió invocado un fuego que tenía la forma de un gran león, el hechizo impactaría en el mismo momento que el de él, con la diferencia de que el fuego que Deax invocaba había impactado en la muralla.

Por el momento estábamos los tres protegidos por la muralla pero ya había impactado un hechizo en esta, y si le impactaban dos más desaparecería por completo. —Sectusempra— me había corrido nuevamente a un lado del muro y apuntando en dirección a Deax dije Sectusempra y logre ver como un rayo salía disparado de mi varita en dirección al pecho de Deax. Si el rayo lograba impactarle le provocaría graves heridas que luego lo llevarían a la muerte.

Laurinda
Equipo Magma

Las cosas se estaban poniendo cada vez más parejas; Nicole le había lanzado un Séneca a Meight y le había causado el mismo efecto, ahora ya no podría hablar durante los siguientes turnos. También le lanzó flechas a Antoni y este hizo que desaparecieran del mismo modo en el que habían aparecido. Acto seguido mire con un poco de desconcierto a mi compañero Antoni que le lanzaba un confundus a Nicole, el hechizo no le haría ningún efecto porque los profesores no habían dicho en ningún momento que ese hechizo estaba entre los que se podían usar en la clase.

En esta ocasión solo me ocuparía de hacer defensas, no tenía nada más que hacer, y por el momento no tenía intención de atacar a nadie más –Fortificum—dije y delante de mi compañera (Nicole) y delante de mí apareció una muralla de piedra de unos tres metros de altura y unos cinco metros de largo; lo suficiente para defendernos de algún ataque.

—Morhpos— apunté en dirección a una roca que me llagaba a la cintura; el efecto fue inmediato y esta se convirtió inmediatamente en un tigre de bengala que tenía la orden de protegernos o atacar; todo eso dependía de las órdenes que le diera.

Laurinda
Equipo Magma

Por el momento todo iba bien; mi compañera Nicole ya se había curado del Sectusempra y se había sacado dos cuerdas que las tenía juntas, había hecho lo mismo que yo hice hace unos segundos atrás y ya estaba completamente lista para atacar a cualquiera. Escuche a Meight decir el hechizo Séneca, el cual, iba dirigido a Nicole; las consecuencias del hechizo serían que no podía hablar durante la segunda acción del primer turno, y durante el segundo y el tercer turno siguientes.

— ¡Silencius!—exclame cuando vi a Meight apuntar mi varita hacía mi y comenzaba a pronunciar un hechizo. El efecto fue inmediato del Fugo Maldito que ella intentaba decir solo se escuchó un <<Fuego Mal…>>, esté efecto anulo el hechizo que mi compañera quería lanzarme, evitando que aquel hechizo me impactara.

Acto seguido fije mi vista en Deax y apunte mi varita en dirección a él; sabía que para hacer un efecto no era necesario apuntar al rival, pero en este caso no perdía nada apuntando hacía Deax — Strellatus— Dije; el hechizo iba dirigido a mi compañero Deax y el efectos ería inmediato. La luz que saldría de mi varita llegaría hasta el rostro de Deax, más precisamente a sus ojos provocándole un ardor que le impediría realizar una acción.

En ese momento recordé que segundos o minutos atrás mi compañera Nicole había intentado efectuar un fortificum, el cual, había sido impedido por el floreus de Antoni y de su varita habían salido flores.

Laurinda
Equipo Magma

Al parecer la suerte no estaba de nuestra parte y todavía uno de nuestros compañeros no llegaba, claramente estábamos en desventaja y además de eso ambas habíamos sido demasiado lentas y los hechizos nos habían impactado. Por un lado, mi varita había caído a un metro delante de mí y solo tenía que buscarla; y, por otro lado, tenía cuerdas en diferentes partes de mi cuerpo. La primera de ellas había impactado en mis piernas atándose un poco fuerte pero no lo suficiente como para hacerme perder el equilibrio; la segunda cuerda estaba en mis manos, pero aún tenía la movilidad suficiente como para sujetar algo; y, la tercer y última cuerda, estaba atando mis brazos al cuerpo, pero no estaba lo suficientemente apretada aunque me costaba moverme un poco.

Como pude me acerque hasta mi varita y me agache para tomarla con mis manos que todavía tenían un poco de movilidad. Luego de eso, volví con mi compañera que en ese momento estaba haciendo un fortificum para protegernos de otros posibles ataques. Con la búsqueda de la varita ya había consumido una de las acciones de mi primer turno, y solo me quedaba una y por el momento la utilizaría para hacer desaparecer una cuerda puesto que también me habían lanzado un silencius y no podía hacer hechizos verbales. En ese momento, el profesor había entrado para ayudarnos hasta el final o hasta que nuestro compañero se decidiera a aparecer, si es que vendría.

<<Evanesco>> pensé haciendo que las cuerdas que ataban mis manos y brazos desaparecieran; como ambas cuerdas estaban a solo nos centímetros no me fue difícil hacer que ambas desaparecieran y ya que me quitara dos cuerdas de encima. Ahora solo esperaría al siguiente turno para intentar atacar a alguien.

Laurinda~~Equipo Magma

Llegue al estadio a paso lento y decidido, había salido muy temprano de la mansión para poder llegar a tiempo a la clase que sería impartida en un estadio. Llegue hasta lo que parecía ser un balcón puesto que después de haber estado recorriendo el lugar un par de veces no había encontrado ninguna puerta o abertura por la cual podría pasar. Lo único que llevaba al estadio, en el cual se encontraban ya varios de mis compañeros, era un balcón que no tenía ni escalera ni nada por el estilo y supuse que la única opción sería saltar.

Mire hacia abajo y no me gusto mucho ver que a un lado había un río de lava y al otro lado uno de agua. Nunca en mi vida había imaginado un estadio que tuviera aquellas cosas y no podía imaginarme para que se lo utilizaba o se lo había utilizado. Lo único que hice en ese momento fue acomodarme la remera manga corta que llevaba puesta y acompañada con un short, sin ningún tipo de calzado u accesorio en mi cuerpo. Deje escapar un suspiro, cerré los ojos y me tire por el balcón y esperaba una caída fuerte con algún tipo de daño pero me sorprendí mucho al notar lo contrario.

La caída había sido muy lenta y para nada dolorosa y en poco menos de unos segundos ya me encontraba de pie junto a quien sería mi compañera de equipo –Hola—salude a mi compañera —Espero que nuestro compañero no se tarde mucho en llegar, aunque de todas formas creo que ya saber que hacer— comenté a mi compañera de equipo ya que estaba segura que ella entendía mis palabras —Sera mejor no esperar más. Adelante, tú primero— finalicé esperando sus movimientos para que atacara a alguien.

Hola, paso a avisar que voy a analizar el duelo número 7. Además también quería decir que el duelo número 1 y número 2 son los mismos, o al menos a mi me lleva al mismo link xD Y de paso aviso que cuando termine de hacer mi análisis edito este mismo post para ya dejarlo aquí. ¡Saludos!

Edito para dejar análisis de duelo.

Desde donde estaba pude ver como el morphos que anteriormente le había lanzado le hacía efecto a Nicole y la araña le inyectaba su veneno, luego de eso, mientras yo me curaba el brazo ella hacía lo mismo con su pie convirtiendo su otro zapato en un bezoar el cual se metió en la boca inmediatamente –En estos tiempos hasta tu propio zapato se puede convertir en tu propio enemigo—solté en dirección a Nicole después de escuchar su comentario. Ambas nos habíamos recuperado y esos segundos de paz y tranquilidad habían acabado cuando la chica lanzo un rayo en dirección hacia mí.

— ¡Protego! — exclame apuntando mi varita en dirección al rayo que enviaba mi rival y fue en ese mismo instante que un escudo protector salió de mi varita que absorbió el expelliarmus que me lanzaba por completo, salvándome de perder la varita.

—Creo que deberíamos apurarnos si no queremos tener un duelo a oscuras— comenté en dirección a Nicole y luego mirando el cielo y notando que el sol ya empezaba a ocultarse— Aunque supongo que será una linda experiencia estar lanzando rayos en la oscuridad— solté casi entre risas.

—Babosas— prensé apuntando mi varita hacia Nicole, el rayo viajaría hasta llegar a impactar en la chica y le provocaría un problema intestinal haciendo que de su boca salgan babosas; seguramente esa sería una escena divertida de ver pero muy asquerosa.

Por el momento las preguntas que realizaba era para poder pensar un poco mejor las cosas ya que algunas veces unos segundos más o unos segundos menos hacían la diferencia. Pude ver como el morphos que anteriormente había intentado hacer no funcionaba, y acto seguido pude notar que Nicole me apuntaba con su varita al brazo y se me rompía uno de los huesos. El dolor era fuerte, pero podía aguantarlo aunque sea un poco; el único inconveniente que tenía era el no poder apuntar correctamente con la varita.

—Morphos—apunté dije mientras observaba nuevamente el pie derecho de Nicole. El efecto fue inmediato y su tenis negro se convirtió inmediatamente en una araña viuda negra que quedo encima de su pie desnudo picándoselo e inyectándole su letal veneno. Si no se curaba pronto podría morir en cualquier momento gracias al letal veneno de la araña, que sin duda era doloroso y muy fuerte.

En ese momento en lo único que pensaba era en mi brazo que se encontraba roto y pensé un <<Episkey>>. El efecto fue inmediato, el hueso que se hallaba roto minutos atrás, en tan solo unos segundos había vuelto a la normalidad y ya podía efectuar hechizos correctamente. Me quede parada en donde estaba, a unos considerables diez metros de mi rival. El jardín tenía varias estatuas separadas entre ellas por unos tres o cuatro metros y separadas a unos ocho metros de nuestras posiciones.

El frío viento indicaba que ya faltaba muy poco para el anochecer y que si no queríamos tener un duelo a oscuras deberíamos apurarnos.

Hola, vengo con una duda sobre el duelo que estoy teniendo con Nicole (Jess) y bueno es que me lanzó un absorvere y quería saber si aunque me haya afectado los huesos con la mano donde esta la varita puedo efectuar algún hechizo y también quisiera saber cuantos episkey se necesitan para curar un absorvere. Bueno eso es todo y espero que la duda se haya entendido y cuando alguien me responda dejo post en el duelo ^^

Esa criatura se me hacía familiar y no era nada más ni nada menos que un telquin, aquella criatura de la mitología griega no tenía buena fama ya que muchos decían que eran envidiosas y que también eran hechiceros capaces de controlar el clima a su antojo y además podían convertirse en cualquier cosa. Hacía mucho tiempo que no me enojaba pero esta vez lo había hecho y aunque no me gustara estar en esta situación era inevitable estar enojada, que te quiten un recuerdo no era algo muy lindo además contando el hecho de teníamos que pasar unas pruebas para recuperarlo no me agradaba del todo. Lo único que hice fue perseguir a esa criatura y seguirle el juego, en eso es lo que había entrado, en un juego que llegaría a su fin y obtendría mi recompensa, mi recuerdo.

Seguí al telquin por donde mi guiaba con la varita iluminando todo lo que estaba a mi alrededor, y en ese momento entendí que me encontraba en un centro comercial ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Seguramente fue porque había entrado tan de prisa que me ni siquiera me había fijado en cómo era el lugar, pero… ¿Por qué me había traído a este lugar? ¿Qué pruebas había en un centro comercial? Eso era algo muy difícil de saber y de adivinar, ahora no sabía que esperar y seguramente nada me sorprendería tan fácilmente, solo quería mi recuerdo, era lo único que tenía en mente. No sabía en qué dirección iba, pero me encontré con dos de mis compañeras y los tilquines que cada una perseguía, me acerque hasta ellas sin pensarlo dos veces y cuando estuve cerca el telquin que me guiaba comenzó a hablar.

<<Me alegro que hayan traído gente, esto será más divertido de ver>> el telquin hablo hacia sus compañeros que también le respondieron.

Deje escapar un pequeño suspiro de alivio al saber que no haría las pruebas yo sola, pero seguramente sería algo mucho más difícil y peor para todas. Pero ya estábamos, ya estábamos reunidas y el juego de los telquines seguramente haría más interesante y entretenido para ellos. Ahora más que aliviada estaba asustada y deseaba no haberlas encontrado nunca, pero si así estaba previsto no me quedaba otra opción más que resignarme y seguirles el juego hasta encontrar mi recuerdo. Nuevamente el telquin se digno a hablar, pero no para sus compañeros sino, como si todo ya estuviera planeado, hacia nosotras.

<<Nos hemos puesto de acuerdo, hay una única escalera que va hacia la segunda planta y para poder pasar tendrán que enfrentarse a unas bestias terribles y solo encontrando su punto débil podrán derrotarlas, son tres y hasta que no estén todas muertas no podrán pasar>> dijo el telquien a lo cual sus compañeros asintieron y los tres desaparecieron dejándonos solas.

En ese momento estaba en shock, al parecer esas criaturas se leían la mente entre ellos y teníamos que derrotar a tres bestias para poder pasar a la segunda planta en donde de seguro aguardaría otra prueba – ¿Qué cosa creen que debamos enfrentar?—pregunté con un hilo de voz a nadie en especifico, esas bestias de seguro serian terribles y muy difíciles de combatir, y si no encontrábamos su punto débil no podríamos vencerlas. Intente tener valor, hacerme fuerte, quizá eso serviría para mantenerme firme y no dudar en luchar por mi recuerdo y quedarme en esta horrible ciudad el resto de mi vida.

Mire hacia la escalera, allí aguardaban tres bestias horribles y grandes, pero parecían inofensivas o hasta el momento no se habían percatado de que había gente allí. Me acerque cautelosamente hacia donde las bestias se encontraban y no pude evitar pegar un grito cuando una de estas intento atacarme. Por suerte pude evitar que su largo brazo con garras parecidas a cuchillos me rebanara la piel, logre agacharme y pasar por debajo de la criatura sin que me hiciera daño. Apunte mi varita hacia ella gritando Sectusempra, pero lo único que logre con eso fue que la bestia se enfureciera aún más y me persiguiera por el lugar y me escondí debajo de un escritorio destruido mientras examinaba a ese animal detenidamente.

Su cara parecía la de un humano que había sido mezclado con el cuerpo de un lobo o un perro grande, sus patas traseras eran las de un animal, pero las delanteras no, estas parecían ser brazos y en la mano tenia garras tan filosas como un cuchillo que mataría a cualquiera en cuestión de segundos. Me quedo grabada perfectamente la imagen de aquella bestia y estaba completamente segura que nunca lograría olvidarla. Ahora tenía un dato, si no se las podía atacar con magia sería mucho más difícil, pero seguramente, haciendo aparecer algún artefacto lograría matar a la bestia; y si eran como humanos que habían sido transformaron su punto más débil seria el corazón o uno de sus órganos vitales. Eso era, tenía que atacarlo en uno de sus órganos vitales.

—Recuerdan que tienen un punto débil, pues si estoy en lo cierto creo que es el corazón— grité a mis compañeras esperando que aún se encontraran allí o al menos intentando librarse de esas cosas.

Con un movimiento de mi varita hice aparecer una espada y esperaba que este objeto sirviera de algo al momento de atacar, la espada ya de por si era muy filosa pero estaba la posibilidad de ser herida en el intento por las garras del animal. Deje escapar un suspiro al pensar en todas la posibilidades de las cosas que pudieran ocurrir, pero ya no tenía que pensar más en eso y empezar a atacar a la bestia para poder ir a la segunda planta.

Salí de debajo del escritorio en dirección a la bestia y le clave la espada en la espalda esperando dañar un poco a la bestia, pero a pesar de que la espada se clavara perfectamente no logre hacerle mucho daño y el animal logro rodearme y lastimarme un poco el brazo con sus filosas garras. Deje escapar un grito de dolor al ver como la sangre salía de mi cuerpo pero no desaprovecharía esta oportunidad, estaba en frente de la criatura y con la poca fuerza que me quedaba en el brazo derecho enderece la espada y logre clavársela en el corazón a lo cual primero logro herirme la pierna y luego se retorció en el suelo hasta morir.

Deje escapar un suspiro de alivio al saber que lo había derrotado, pero me había dejado heridas grandes y profundas, logre hacerme varios episkey pero eso no bastaba para que se curaran del todo, o al menos ya no sangraban pero sentía un dolor muy fuerte. Saque la espada del cadáver que estaba muerto dispuesta a ayudar a mis compañeras, pero cuando intente clavarle la espada en una de sus patas a otro lo único que logre fue que la espada rebotara y desapareciera. Eso si me tomo por sorpresa, al parecer cada una debía derrotar a esas cosas por su cuenta. Me quede esperando de pie hasta que mis compañeras terminaran su trabajo con esas cosas y sentí un gran alivio cuando lograron matarlas.

— ¿Están bien? — le pregunte a ambas cuando las miraba mientras se dirigían hacia la escalera que ahora estaba libre para que pudiéramos subir. Mientras subía cada escalón no quería imaginarme que nos esperaba allá arriba, quizá algo mucho peor o simplemente se conformarían con habernos visto luchar con esas bestias. Al llegar los telquines estaban metidos en su conversación y se callaron al percatarse de que habíamos llegado. Cada telquin se acerco a quien había guiado y se pudieron a hablar, y escuché atentamente y cansada lo que me decía.

<<Ahora deberás resolver un acertijo en el cual deberás descubrir un objeto buscándolo en la habitación, al finalizar colocaras el objeto que creas que es el indicado por la puerta que dice tu nombre. Y si es el correcto la puerta se abrirá>> dijo el telquin en tono muy serio.

¿Qué clase de acertijo sería? Observe la puerta que tenía mi nombre y no tenia cerradura, ¿El objeto que encontraría era la llave? No lo sabía, pero mientras más pronto me dijera el acertijo mejor sería para mí y para el recuerdo que quería recuperar —Dime de una vez el acertijo— solté en dirección al animal, estaba furiosa y más si se tardaba siglos en decirme las cosas.

<<Soy liso y llamo al extremo, y aunque me falta la voz digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contestó al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, si la misma cara pone la misma le pongo yo. Eso es todo, tienes quince minutos o de lo contrario el acertijo cambiara>> dijo fuerte y claramente el telqien para que lo escuchara.

Me repetía en mi mente una y otra vez el acertijo, no parecía tan difícil pero estaba tan confundida que no podía pensar las cosas con claridad y seguramente estaría haciendo esto todo el día hasta que me decidiera a calmarme. En ese momento logre descubrir que objeto era, solo faltaban siete minutos para llegar a la puerta y recién ahora había adivinado, era un espejo y de algún lugar de esta habitación debía sacarlo. Llegue hasta donde había una pila de cajas con la etiqueta “espejos”, pero seguramente no sería nada fácil conseguir uno. Abrí una de las cajas y todo el vidrio estaba completamente roto, perfecto ahora tendría que armar cada pedazo del espejo; abrí la segunda caja pero estaba llena de espejos de juguete y eso no me servía y solo me quedaba una caja. La abrí cuidadosamente y de la caja salieron muchas arañas viudas negras que me rodeaban, pude tomar el espejo, pero a causa de las arañas ahora no podía llegar hasta la puerta y tenía que matarlas de alguna forma.

Empecé e apuntar con mi varita a cada araña y mate a todas y cada una de ellas largando un suspiro de alivio al notar que ninguna me había picado o de lo contrario en este momento ya estaría muerta. A último minuto puse el espejo pequeño en la puerta casi sin poder creer lo que estaba asiendo, la puerta sin cerradura se abrió. Al poner un pie caí al vacio en medio de la oscuridad, era como un túnel que se dirigía hacia abajo y al aterrizar en el suelo el telquin me esperaba.

<<Coloca en la franja amarilla el espejo y aléjate>> y esta vez no lo dijo, sino que dio una orden la cual obedecí al instante. Me aparte y el espejo se agrando.

<<Colócate en frente de él, te mostrare algunas cosas y tu decidirás cuales son ciertas y cuáles no. Solo sigue a tu instinto>> finalizó mientras me colocaba en frente del espejo.

Solo eso me faltaba, elegir cuál era mi recuerdo… ¿Si me lo había olvidado cómo iba a elegir la poción correcta? Con mi instinto no haría nada, pero tenía fe en mi misma que lograría recuperar mi recuerdo. Parada frente al espejo solo pude verme a mí misma, estaba vestida de una forma tan rara que hasta yo misma podría preguntarme porque estaba vestida de esa forma o quizá simplemente tendría un disfraz. Después de eso varias imágenes pasaron por el espejo; era un señor con una niña pequeña en sus brazos cuidándola, el hombre era corpulento pero se me hacía muy familiar y no entendía por qué.

Esa niña tan pequeña fue creciendo, de a poco pero creciendo y se detuvo cuando se estaba cambiando de la misma forma en la que yo estaba ahora ¿Acaso esa niña era yo? No, era imposible, yo no conocía a ese señor y mucho menos me vestiría de aquella forma, yo estaba en otra sociedad completamente distinta a la que me mostraba el espejo; seguramente sería una trampa que quería ponerme. Otras imágenes completamente distintas aparecieron a continuación, era yo misma en una habitación con unas amigas probándonos un par de disfraces y ese mismo señor tocaba la puerta de la habitación para avisarnos que debíamos bajar a cenar. La última escena parecía más creíble, pero algo en mi interior me decía que no, que era la primera. La habitación queda a oscuras y en el espejo solo se veía mi reflejo.

<< Eso es todo, solo era algo para distraerte pero tu recuerdo esta salvo y sano en esta cajita. Solo tienes que descifrar otro acertijo y encontraras otro objeto>> dijo la misma voz muy fríamente mientras me señalaba una caja que estaba en el suelo. Asentí con la cabeza para que me dijera el acertijo <<Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, y si no me cuidan me pierdo>>

—La llave— respondí con voz exhausta y casi sin pensarlo, estaba segura que era una llave no solo por el acertijo, sino también por la caja en la que estaba mi recuerdo.

<<Bien, ahora solo tienes tres intentos y solo una de las cincuentas llaves abre la caja. Piénsalo bien>> dijo mientras dejaba a un costado un puñado de llaves.

Aunque esto no me gustaba para nada debía hacerlo y solo me faltaba un paso para lograrlo; además de cincuenta llaves solo una abría la caja y tenía tres intentos. Mire detenidamente las llaves, todas y cada una de ellas eran doradas y plateadas. Mire la cerradura, seguramente me ayudaría de mucho. De la punta de mi varita salió una luz y para mi sorpresa, la cerradura era de un color parecido al bronce. Entonces la llave debía ser de bronce y observé nuevamente cada llave, pero nada, ninguna era de ese color. Esto era más difícil de lo que imaginaba, como no iba a pensarlo antes, no me lo haría tan fácil. Me levante lentamente y camine hacia donde se encontraba un tablero que tenía colgado muchas llaves del mismo color; busque las tres más pequeñas e intente abrir con cada una la cerradura. Por suerte la última llave logro abrir la caja.

Abrí lentamente la cajita y al estar abierta completamente un frío acechó todo mi cuerpo como cuando había perdido el recuerdo, pero esta vez, a diferencia de la anterior, no me sentía vacía, sino que había recuperado lo que era mío. Ahora ya entendía las imágenes del espejo, ese hombre era mi tío y la niña era yo y no la segunda imagen que el espejo me había mostrado poniéndome un disfraz. En ese momento me sentía más tranquila, había recuperado mi recuerdo y estaba feliz por haberlo hecho.

En definitiva algo estaba pasando y a juzgar por al expresiones de todo aquello no era nada bueno. La sensación que tuve fue muy desagradable y a la vez desconcertante, era algo realmente confuso como si alguien te tomara por la espalda y te sacara algo, algo que seguramente sería imposible de recuperar, y también estaba ese sabor tan extraño que mis labios lograban sentir; pero lo peor era que me sentía muy vacía, como si algo me faltara, como si me hubieran quitado una parte muy importante de mi, esa parte que me hacia ser quien era y sentirme orgullosa por eso. Mi cabeza intentaba luchar contra todo aquello pero no podía, no entendía lo que estaba pasando y los recuerdos que entes tenía en mi cabeza se habían esfumado por un momento. Después de meditarlo un rato caí en cuenta de que no se habían ido así porque si, era todo lo contrario, alguien me lo había robado y eso me alarmaba mucho. Me habían robado uno de mis mejores recuerdos, el que me definía como persona y eso no era bueno.

— ¿Qué acabas de hacer?— grité a quien suponía que me había robado el recuerdo— ¡Eso es mío, no tienes derecho a quitármelo! ¡Devuélvemelo! — seguía gritando mientras saber que era lo que estaba pasando. ¿Cómo podía alguien sacarme un recuerdo? ¿O era solo mi imaginación? Era algo prácticamente imposible que esas personas pudieran hacer o simplemente se atrevieran a hacer algo tan espantoso como eso, los recuerdos eran propiedad privada de las personas y nadie debía ni tenía el derecho de robarlos. Seguramente serian magos demasiados poderosos para lograr hacer semejante cosa. ¿Cómo iba a recuperar mi recuerdo? ¿Iba a recuperarlo algún día? No lo sabía pero estaba en un esto de shock sin saber qué hacer, no podía tomar decisiones y eso atrasaría mucho la búsqueda de mi más preciado recuerdo.

La tierra que estaba bajo mis pies comenzó a moverse y no solo fue eso, también se había levantado atrapándome y lanzándome para una dirección completamente desconocida dentro de la ciudad. Caí en el piso y luego de eso me puse rápidamente de pie con la varita en alto por si acaso tenía que utilizarla, pero no había rastro de nadie ni de nada o al menos no en la parte en la que me encontraba. Caminaba a paso lento, no por miedo, sino por no entender que es lo que está pasando y fue justo en ese momento cuando vi pasar a una criatura realmente extraña. Si mis ojos no me engañaban, la criatura tenía cabeza de perro o algo parecido, y el cuerpo parecía ser a la vez el de un pez y una serpiente.

Por algún motivo mi instinto me decía que lo siguiera, que esa criatura tenia la respuesta y no pude evitar salir detrás de esta cuando se dirigía hacia una de las antiguas y destruidas edificaciones de la ciudad. No me importó saber a qué lugar me dirigía, solo quería recuperar lo que era mío y nada más importaba en ese momento. El lugar estaba a oscuras y logre murmurar Lumos a tiempo para que de mi varita saliera una luz que alumbraba el lugar. No me moleste en mirar cada detalle, sino en seguir a la criatura que se detuvo al notar mi presencia, se volteo hacia mí y no sabía si era mi imaginación o qué pero parecía estar hablando.

— ¡Dame mi recuerdo— dije a la criatura sin siquiera pensar en lo que decía.

<<Deberás recuperarlo>> respondió una voz.

— ¿Acaso estas bromeando? Eso es mío y no te pertenece— estaba empezando a molestarme, algo que no era normal en mi pero esa voz comenzaba a irritarme.

<<Ahora si me pertenece. Si quieres tenerlo de vuelta deberás recuperarlo>> comentó la misma voz.

Al parecer esto terminaría muy mal y no tenía otra opción que hacer lo que me decía — ¿Estás jugando conmigo? — pregunté aunque no sabía si estaba siendo demasiado tonta como para responder.

<<Veo que estas entendiendo, pero más que un juego son pruebas que cambiaran por completo tu vida y si quieres recuperarlo solo deberás seguir el poco instinto que te queda>> mientras las palabras se escuchaban la voz iba desapareciendo y cuando menos me lo esperaba se había introducido más adentro del edificio.

Lo que no lograba entender era si esa voz salía de mi cabeza o aquella criatura lo había dicho, me quede quieta nuevamente en un estado de shock intentado reaccionar. Entonces la criatura quería que le siguiera el juego, que básicamente serian pruebas y tenía que seguir a mi instinto. ¿Qué pruebas debería afrontar? ¿Debería seguir adelante y luchar por recuperar mis recuerdos o simplemente rendirme y esperar a que la muerte viniera por mí? No lo sabía, pero el simple hecho de pensar en eso me hacía sentir muy triste, y recordando que había perdido un recuerdo, seguramente uno de los más importantes sería lo peor que me había ocurrido en toda mi vida.

Sin pensarlo un segundo más me eche a correr por el lugar en busca de la criatura, de las pruebas y sobre todo de mi preciado y valioso recuerdo.

Esta sería la última clase de duelo a la que Laurinda debía enfrentarse y como mucho no le gustaba estar metida en duelos se alegró mucho al saber que sería el último de toda su vida o eso es lo que ella esperaba. Le había llegado una carta de unas de sus compañeras de la Academia y la citaba en el Castillo Evans McGonagall antes de que anocheciera para enfrentarse a un duelo. Ambas ya sabían que este duelo era solo de práctica y para aprender más y mejorar en duelos. La chica caminaba lentamente mientras miraba el cielo y notaba que la tarde llegaría a su fin en tan solo unas pocas horas y esperaba que el duelo no durara mucho tiempo ya que no le gustaría estar lanzando hechizos en plena oscuridad sin enterarse de lo que ocurría a su alrededor.

Ese día llevaba puesto un jean negro con varios adornos, una remera manga larga celeste y nada más, decidió ir descalza porque aparte de sentirse más cómoda evitaría que Nicole pudiera hacerle algún hechizo a los zapatos. Ya faltaba muy poco para llegar al lugar en cual Nicole la había citado, lo único malo en ese momento era que el viento comenzaba a soplar con un aire denso y frio aunque no del todo como para no aguantar, de hecho estaba bien solo por el inconveniente de que si decidía estar quieta seguramente le agarraría frio.

El jardín estaba lleno de estatuas todas separadas entre sí por unos tres o cuatro metros, en el césped habían pequeñas rocas y varios insectos que pasaban casi de ser percibidos a los ojos que no se encontraran atentos –Un gusto—respondió haciendo una leve reverencia a su compañera de duelo— No tiene que ganar la mejor, de hecho esto es más como una práctica y estamos aprendiendo. No debemos dejar que nuestros impulsos por querer ganar en realidad acaben haciendo que perdamos— comentó a su compañera con una sonrisa en el rostro preparándose para el ataque que sin duda no demoraría mucho en llegar. Y Así fue, no pasaron ni unos segundos cuando Nicole levanto su varita.

— ¡Protego! —exclamó Laurinda en dirección al Sectusemrpa que Nicole le enviaba, el efecto fue inmediato haciendo que un escudo protector saliera de su varita y absorbiera por completo el rayo que esta le enviaba.

—Bonito lugar, ¿tienes hermanos? — Preguntó a Nicole con una sonrisa pensando en su siguiente ataque ya que no iba a quedarse sin atacar —Morphos— apuntó en dirección al pie derecho en el que llevaba puesto un tenis negro el cual inmediatamente se convirtió en una araña viuda negra. La araña permanecería un su pie y la envenenaría en cuestión de segundo provocando una muerte segura si esta no llegaba a impedirlo, o en caso contrario curarse.

Llegue a toda prisa hasta el salón citado por los profesores y aún no entendía como se me había hecho tan tarde aunque quizá sería por la lluvia que hasta el momento no paraba y parecía ser más temprano de lo normal aunque era todo lo contrario. Solo esperaba poder llegar a tiempo para ver a alguno de los profesores o a mis compañeros antes de que desaparecieran porque de seguro en esta clase también habría un traslador. Iba vestida de la manera que para mí era normal y habitual ya que hasta el momento no me acostumbraba a vestir como todo los demás; llevaba puesto un vestido muy largo de color azul y un velo que me cubría parte de la cabeza dejando solo visible mi rostro de un tono más oscuro al del vestido y unos zapatos negros.

Al parecer llegue justo cuando un profesor que tenía una máscara que le cubría la cara repartía una figura en forma de dragón que seguramente sería un traslador. Tarde varios minutos en recuperar mi respiración normal después de haber corrido un rato largo y cuando por fin decidí abrir los ojos ya todos habían desaparecido y comencé a desesperarme un poco pensando que ahora si llegaría tarde de verdad. Ahora estaba perdiendo tiempo en pensamientos absurdos y seguía sin tocas en traslador y rápidamente tome este con ambas manos e inmediatamente comencé a girar hasta caerme en el suelo y me encontraba un poco mareada. Al abrir los ojos me encontré a varios de mis compañeros que ya se encontraban en lugar atento a la palabra de ambos profesores que por algún motivo tenían el rostro cubierto.

Mis ojos se desviaron por un segundo mirando al profesor que decía que nos iba a soltar bestias y no pude evitar asustarme un poco recordando aquella bestia de peluda de ocho patas, aunque seguramente en este punto las bestias que nos lanzarían serian las peores del mundo. Las palabras de la profesora me tomaron por sorpresa y a decir verdad lograron asustarme más que las del profesor. ¿Qué es lo que me habían robado? ¿De verdad tenía algo tan importante por lo que luchar o simplemente era un truco de los muchos que tenían los profesores para asustarnos? Por el momento no tenía ninguna respuesta en mente pero estaba segura que en algún momento de esta clase entendería sus palabras o al menos eso esperaba porque estaba completamente segura de que no tenía nada valioso que pudieran robarme y por lo que luchar.

Decidí sacar por unos segundos esos pensamientos de mi cabeza y me decidí a observar el lugar que al parecer era una ciudad completamente abandonada y hasta podía decir fantasma, pero como no creía mucho en estos últimos decidí descartar esa opción y pensar que la ciudad solo estaba abandonada. Lo que más me llamaba la atención del lugar era la rueda de la fortuna que se encontraba a unos pocos metros de donde nos encontrábamos pero se notaba que hacía años que no se la utilizaba y si alguien intentara encenderla habrían varias opciones de lo que podría hacer; o bien se caería en el intento o haría un fuerte chirrido porque de seguro estaba oxidada o simplemente ni se movería. Mi atención se centro nuevamente en la profesora que volvía a hablar pero esta vez parecía que iba a contar una historia por la manera en la que había empezado, y definitivamente, estaba en lo cierto porque dio una breve explicación de lo que había pasado en el lugar. Me costaba creer un poco lo que decía pero a la vez todo parecía coincidir que no podía estar mintiéndonos y menos de esta forma.

En ese momento algo muy raro estaba pasando y no podía describirlo con exactitud, pero era una sensación muy extraña como para no tenerla en cuenta y logre mirar por unos segundos a mis compañeros y profesores que al parecer pasaban por lo mismo o algo parecido.

OFF

Hola! Disculpen la demora, lo que pasa es que no podía pasarme antes y bueno como no quería dejar todo junto les prometo que cuando alguien más poste dejo otro post con la tarea terminada. Saludos y espero que entiendan que no era mi intención llegar tarde u.u

Hola! Bueno vengo a traer mi ficha a ultimo momento pero bueno al menos la traje. Dejo una breve presentación, soy de Agentina y tengo 14 años y estoy en la escuela secundaria; me gusta mucho leer, escribir y cocinar y también me gusta mucho rolear. Tenía pensado ser policía pero al parecer no voy a poder xD pero creo que también me ira bien siendo recluso... bueno eso es todo saludos a todos y ya quiero que empiece la clase ^^

 

Ficha de Personaje

 

Nombre: Rose Stuart

Edad: 27

Papel que juega: Recluso

Aspecto Físico: Rose es de estatura mediana y tiene una larga cabellera rojiza que le llega hasta la cintura siendo su cabello completamente lacio al que siempre esta peinando con un cepillo, sus ojos son de un tono café claro y siempre viste con ese uniforme anaranjado como el resto de sus compañeros.

Cualidades Psicológicas: Normalmente la encontraran en su celda hablando sola aunque algunos la consideran una loca no lo es porque se ha pasado siete años recorriendo las instalaciones de la cárcel para lograr escapar algún día, siempre está atenta a todo lo que pasa a su alrededor y gracias a eso consigue mucha información del personal fácilmente. La gente que dice que ella está loca es porque no conocen su verdadero pasado y al estar encerrada casi siete años se la hace difícil no perder la cordura de vez en cuando e inventar diálogos. Cuando tiene que estar con un grupo de personas y trabajar en equipo prefiere no ser la que este guiando ya que no le gusta recibir críticas de como hace las cosas, aunque a veces es difícil convencerla de que llegue a hacer algunas cosas. Algunos días está de buen humor y otros días de malhumor al punto en el que algunos creen que no ha salido de la adolescencia por su carácter cambiante.

Breve Historia: La familia Stuart de la cual provenía Rose era una de las más pobres de todo el lugar siendo esta última la más pequeña de la familia con deseos de estudiar y de sacar de una vez por todas a su familia de la pocilga en la que se hallaban viviendo, pero sus padres nunca quisieron mandarla a la escuela porque decían que era una pérdida de tiempo y que para ser alguien en la vida tenía que conseguir trabajo desde muy chica.
Se pasó los siguientes quince años trabajando en la calle limpiando vidrios de autos y ayudando a la gente con sus compras a cambio de unas pocas monedas que apenas le alcanzaba para comprar comida y al fin decidió buscar un trabajo fijo en una familia de mucho dinero; trabajaría limpiando alguna casa y seguramente le alcanzaría para mantener a su familia.
Ya habían pasado cinco años desde que había conseguido trabajo y aunque no le pagaban mucho le alcanzaba para alimentar a su familia mejor que antes hasta que un día cansada de soportar tantas burlas en su trabajo por parte de algunos de los familiares decidió robarse un valioso reloj para venderlo y así conseguir dinero, el plan iba del todo bien hasta que decidió romper el vidrio en el cual se encontraba el reloj haciendo sonar una alarma y provocando que la policía la atrape y la llevara presa.
Los primeros años en la cárcel le parecieron eternos pero poco a poco fue acostumbrándose a esa vida aunque añorara mucho estar bajo la luz del sol y en completa libertad y seguramente a causa de eso siempre se la pasaba imaginando como hubiera sido su vida si había podido estudiar y trabajar como cualquier otra persona, pero este no era el momento de imaginarse esas cosas ya que no sabía cuántos años estaría atrapada allí deambulando por todos los pasillos para lograr escapar de una vez por todas de aquel lugar.

Hola!! Paso a registrarme a esta familia para que sea adoptiva y bueno la relación espero poder arreglarla con algún miembro si es posible xD Como no vi ninguna ficha de inscripción como en las otras familias supongo que con esto y llenar las lineas bastara. Espero ser aceptada en la familia para empezar a rolear ^^

Hola a todos espero que todavía no sea tarde para pasarme por la clase, lo que pasa es que no estaba en mi casa y hace unas cuantas horas acabo de de volver y acomodarme y logre ver esto y decidí pasarme para no esperar al mes siguiente.

Mi personaje se llama Laurinda y pertenece a la familia Delacur, nació en Marruecos y por lo tanto tiene costumbres diferentes a los demás pero intenta adaptarse poco a poco a los cambios que acaba de tener porque descubrió que es bruja y tuvo que salir rápidamente de su país de origen para encontrar a su familia. Supongo que no me olvido de nada solo que tiene 16 años y que no le gusta tanto los duelos y solo lo hace para terminar la academia.

Sobre mi puedo decirles que soy mala para las presentaciones y no me gustan para nada D: pero lo hago solo porque es necesario u.u Tengo 14 años, soy de Argentina de La Plata. La verdad es que el foro me gusta mucho pero como estuve ausente unos días estuve completamente perdida con las cosas nuevas que hay D: Bueno eso es todo ya no se que más decir.

Hola, bueno me paso a postear en el topic varias dudas que tengo sobre algunos de los hechizos y sobre una de las reglas de intercalaciones. Y Feliciy, tengo una duda sobre la puntuación, ¿Porque no me pones punto por el duelo empatado? xD o es que yo sume mal u.u porque dice duelo empatado 5 a cada uno y por lo que veo a mi no me los pusiste u.u

 

* El seccionatus, cuando uno se lo quita pierde una acción o no? Es que pensé que solo te rozaban y listo xD

* Alguien me podría explicar la regla 10 de intercalaciones, lo que pasa es que la leí muchas veces y no la entiendo u.u

Al parecer había hablado lo suficientemente fuerte como para que una de mis compañeras viniera a ayudarme- Gracias Nicole, estoy bien- le dije con una sonrisa a la chica quien en un momento atrás le había clavado el cuchillo en una de sus patas haciendo que retrocediera un poco. Pero aún seguía enojado.

Asentí ante las indicaciones de Nicole, tome mi espada y me puse a la izquierda de la criatura. Primero mi compañera la ataco haciendo que esta soltara un gemido de dolor lo que la llevo a tirarla al suelo. En ese momento apareció otra chica que la ayudo a levantarse, pero te también me había dado la orden de terminar de atacar al quintaped. Tome la espada y se la clave fuertemente sobre una de sus patas lo que hizo que soltara otro gemido de dolor y sumándole lo que Pumpik le había hecho anteriormente, podría decir que ya podía moverse.

En ese momento las cosas parecían está pasando en cámara lenta ante mí que podía escuchar las ordenes de uno de mis compañeros que iban de aquí para allá. Era bueno que en un grupo hubiera un líder que no se sobrepasara como había conocido hace varios años atrás en Marruecos, que se creía que era el centro de atención y tenían que salir las cosas tal y como él quería. Mi compañero era todo lo contrario, solo lideraba y se disponía a ayudar.

En ese momento una voz sonaba por todo el lugar y la reconocí al instante, era la voz de la profesora que nos advertía que no podíamos matar a los quintaped sin las varitas, y que solo nos quedaban veinte minutos para lograr salir del laberinto con vida antes de que las paredes de este se cerraran. Se me acelero el pulso, no me cabía la idea de que el laberinto se cerrara solo y que solo teníamos veinte minutos, aunque estaba segura que si trabajamos en equipo lograríamos salir de aquí con vida.

En el momento en el que la profesora termino de hablar, las paredes comenzaron a hacer mucho ruido acomodándose para comenzar a cerrarse. Definitivamente teníamos que salir de allí- ¿Hacia qué dirección vamos?- pregunte viendo como mis compañeros comenzaban a acercarse para idear un plan rápido y salir de allí- Tengo la seguridad que entre todos lograremos salir de aquí con vida- comente para escuchar las opiniones de mis compañeros. Ya nos quedaba menos tiempo, pero el suficiente como para salir del laberinto.

OFF

Justo en el momento en el que mi expelliarmus salió dirigido a mi rival, este aprovecho el tiempo que el rayo tardaba en recorrer la distancia hacia el invocando un león y haciendo que este impactara en el pobre león que salió dirigido hacia mí. En ese momento tenía la mente casi en blanco y no pude evitar que el león me hiciera unos rasguños en la pierna que más adelante me curaría, este no era el momento.

-¡Silencuis!- exclame al escuchar hablar a mi rival. Del morphos que él quería decir, solo se escuchó un <<Mor>>. Y en ese momento supe que me salve de algo terrible.

Observe a un costado, tenía al león muy cerca de mí y estaba preparado para atacarme y no dude ni un segundo en apuntar mi varita hacia él y pronunciar- Oppugno- el efecto fue de inmediato y el león que antes había invocado mi compañero, ahora estaba bajo mis órdenes- Atácalo…- fueron mis únicas palabras y después salió corriendo hacía mi rival para atacarlo.

-Sabes… creo que nunca vamos a acabar este duelo- le dije a mi rival viendo que ya empezaba a oscurecer- Perdona si en algún momento te hice daño, sabes que no fue mi intención- le dije para romper un poco el silencio.