Jump to content

Laurinda

Magos
  • Mensajes

    61
  • Ingresó

  • Última visita

  • Días ganados

    1

Mensajes publicados por Laurinda

  1. Cuando pude notar que llegamos a la conclusión de que era mejor ir todos juntos y no por separado de a grupos me entro un alivio que jamás hubiera podido explicar, siempre era mejor trabajar de a muchos que de dos o tres. El grupo fue liderado por unos de los chicos, que al parecer, tenía la intención de dirigir al grupo lo que era bueno porque parecía una persona confiable, valiente y decidida.

     

    Seguí a mis compañeros escuchando atentamente lo que ellos decían si perderme de vista ningún detalle del lugar donde estábamos. Al momento de ingresar a uno de los pasadizos del laberinto, pude notar que se hacía cada vez más oscuro y en ese momento agradecí haber tomado una antorcha anteriormente. El lugar se hacía cada vez más lúgubre y el pasillo parecía hacerse interminable, baje un momento la cabeza intentando no pensar en que no podríamos salir de allí. Alcé la vista nuevamente y a lo lejos provenía un pequeño rayo de luz al cual todos seguimos.

     

    Llegamos a otra parte del laberinto que también era un circulo en el cual se encontraban las armas que las profesoras habían mencionado minutos atrás. Observe a cada uno de mis compañeros tomar arcos y flechas, espadas y otras cosas que yo nunca había visto en mi vida. Me quede observando unos minutos cada cosa y decidí optar por la espada, supuse que sería parecida a un cuchillo y por eso es que decidí escogerla. Al tomarla con mi mano derecha pude notar su filo y lo larga que era, también tenía un color plateado tirando a blanco que brillaba.

     

    El grito de uno de mis compañeros me hizo ponerme alerta cuando observe con atención a una criatura que tenía varias patas y muchos pelos a su alrededor. No me cabía en la mente la idea de que nos pudiera hacer daño, pero al notar que varias más se nos aproximaban no dude en apuntar la espada hacia una de ellas. Nunca en mi vida había usado un arma para lastimar a un ser vivo, pero como siempre me decían, hay una primera vez para todo y al parecer esta sería la primera vez que yo iba lastimar a una criatura.

     

    La idea no me agradaba del todo, pero al ver que mis compañeros atacaban decidí hacer lo mismo con una que se atrevía a estar demasiado cerca. Tome fuertemente mi espada, pero lo único que pude hacer con ella fue sacarle mucho pelo a esa cosa rara que tenía muchas patas y se había puesto furiosa. Me aleje un poco ya que no podría vencerla sola.

     

    -¿Alguien me ayuda?- pregunte esperando que alguno de mis compañeros me ayudara- Creo que se puso más furiosa…- dije un poco asustada sosteniendo mi espada frente a la bestia- Quien sea, solo necesito un poco de ayuda…- dije esperando que alguno de mis compañeros me ayudara.

    • Me gusta 5
  2. Después de todo lo que había pasado anteriormente con la llegada del bogart, me dispuse a seguir caminando por el laberinto caminando de izquierda a derecha hasta que llegue a lo que parecía ser el centro de esta encrucijada que unía todos los caminos. En lugar se encontraban mis compañeros, la profesora, pero por ningún lado el profesor. Me sorprendí un poco al notar que el profesor ya no continuaría con la clase, sino que el lugar de él lo ocuparía otra profesora que acababa de llegar.

     

    De la mano de la profesora aparecieron bengalas que nos fue entregando uno por uno, a la vez que nos sacaba las varitas. Yo no tenía tanto problema en que me la sacaran puesto que no hacía mucho que había llegado, y además no la dominaba del todo bien. Tome la bengala y la coloque en la pequeña mochila que tenía un pañuelo, una barra de chocolate, y una botella de agua. Todavía no sabía cómo era que íbamos a sobrevivir con esos objetos, pero me sentía más segura al notar que la siguiente prueba la realizaríamos en grupos.

     

    Todos mis compañeros se acercaron y formaron una ronda para discutir que se haría a continuación, me acerque a ellos y me dispuse a escuchar todo lo que decían, y si era necesario opinaría. Las palabras de uno de mis compañeros parecían estar en lo cierto, si todos habíamos tomado diferentes caminos que nos llevaron al mismo lugar, ahora pasaría lo mismo. Aunque eso no me convencía del todo valía la pena intentarlo, de igual forma el camino podría cambiar y no ser como él lo decía.

     

    -¿Entonces?- pregunte mirando a cada uno de mis compañeros- ¿Alguno tiene alguna idea que pueda funcionar? Porque si no encontramos las armas a tiempo, puede que tengamos que defendernos solo con lo que tenemos…- comente lo que pensaba en ese momento- Además si la profesora dijo que tendríamos que conseguir armas, no quiero imaginarme los peligros que encontraremos más adelantes- comente un poco trise.

     

    ¿Qué pasaría si ninguno lograba sobrevivir? ¿Y si no lográbamos derrotar a lo que se avecinaba? No podía responderme estas preguntas, ni siquiera se me ocurría algo que decir, ya no tenía más ideas. Solo esperaba poder salir viva de esto junto a mis compañeros, poder construir una amistad con alguno de ellos para después poder recordar todo. Ya se nos empezaba a agotar el tiempo, y tenía muchas ganas de volver a mi casa mientras esperaba las indicaciones de todos.

     

    OFF

     

    Formulario

    • Me gusta 2
  3. Esto de andar realizando tareas fuera de la Academia se me hacía muy confuso, no estaba acostumbrada a vivir así y tampoco conocía del todo el mundo mágico como para poder manejarme sola. Camine hasta el Atrio bastante nerviosa y me dirigí directo al elevador, el cual me condujo al Departamento de Transportes Mágicos en donde tenía que pedir mi formulario.

     

    Estando dentro del elevador no pude evitar sentirme un poco nerviosa y asustada, aunque creía que esto último era porque estaba en ambiente cerrado y casi sin aire. Al abrirse las puertas del elevador note que la gente iba y venía descontroladamente de un lado a otro, algunas gritaban, y otras simplemente permanecían calladas y pacientes. Al salir del elevador y adentrarme a lo que sería la recepción del departamento no pude evitar notar que también estaban allí varios de mis compañeros. Le dirigí una sonrisa a modo de saludo a cada uno y camine hasta la recepción.

     

    Allí se encontraba una pequeña fila, y cuando llego mi turno tuve que hablar con la recepcionista que muy amablemente me atendió- Buenos días- salude con una sonrisa- Quisiera por favor que me dieras el formulario para el examen de vuelo- le pedí amablemente- Me mandaron de la Academia, de la clase de Rol Básico- agregue por si acaso.

     

    Me quede pacientemente esperando a que me entregara el formulario, o que me dijera que era lo que tenía que hacer. Ahora que lo recordaba, nunca en mi vida me había subido a una escoba por la simple razón de que siempre había estado alejada de todo esto. Esperaba con ansias pasar este examen correctamente, pero si llegara a suceder lo contrario, estaría dispuesta a repetir el examen.

  4. Pase mis ojos rápidamente sobre mi rival y note claramente como una de las cuerdas que él tenía desaparecía. Ahora solo le faltaba por sacarse la cuerda de las muñecas y los tobillos que lo ajustabas fuertemente haciendo que se notara que sus manos ya se empezaban a poner de otro color a falta de la circulación de la sangre.

     

    -¡Silencius!- exclame apuntando mi varita hacia mi rival. El efecto fue de inmediato y de su boca solo se oyó un <<Mhor>> evitando que su efecto se transformara en lo que él quisiera.

     

    En ese momento sabía que me había salvado de que algún insecto o algo por el estilo me envenenaran o me lastimara. No sabía si curarme la herida del pie por completo o esperar un poco más. Mire unos segundos a mis pies y note que no estaba tan mal y que seguramente aguantaría un poco más.

     

    -Expelliarmus- grite apuntando con mi varita hacia mi rival. De la punta de esta salió un rayo de color rojo que si lograba impactarle haría que su varita volara unos cuatro metros. Estaba casi segura que el rayo lograría impactar, porque, mi rival en este momento se encontraba imposibilitado de toda defensa a causa de que todavía tenía la cuerda que le ataba fuertemente las muñecas apuntando hacia el suelo. Esto le impide poder mover correctamente la muñeca y sobre todo apuntar.

    • Me gusta 1
  5. Después de haber lanzado el Sectusempra y al ver como este rayo se dirigía hacia mi rival, estuve un poco nerviosa al notar que este podría impactarle, pero al notar que mi compañero se protegió me quede un poco más tranquila. Aunque las profesoras habían dejado bien en claro que los duelos que efectuaríamos eran para practicar, mi intención no era lastimar a mi compañero. Pero, por otro lado, debía demostrar las pocas habilidades que había aprendido en este momento.

     

    -Incarcerus- grite un momento antes de ver que de la varita de mi rival salían medias lunas cortantes.

     

    Las tres cuerdas que salían de mi varita se dirigían a distintas partes del cuerpo bien separadas. Una de ellas se dirigía directamente hacia su cuello impidiéndole hablar y lanzar hechizos. La segunda hacia sus muñecas pegándolas a su cuerpo y haciendo que apunte con su varita al suelo impidiéndole lanzar hechizos. Y la tercera se dirigía a sus tobillos en donde impactaría atándoselos y dejándolos juntos haciendo que perdiera el equilibrio.

     

    Sentí el dolor de varias de las medias lunas, ya que solos unas pocas habían logrado llegar a mis pies porque las demás simplemente no habían llegado. Mire a mi compañero que en ese momento se encontraba atado por las sogas que se habían ajustado fuertemente a su cuello, muñecas y tobillos. Sabía que él estaba en un gran aprieto si no lograba liberarse de las cuerdas.

     

    Me dolían un poco los pies y apuntando mi varita hacía ellos pensé <<Episkey>>. Sabía que esto solo funcionaria por el momento, pero era lo necesario para después lograr sanarme las heridas por completo. Mire a mi compañero, no quería hacerle eso pero no me había quedado otra opción.

    • Me gusta 1
  6. A ver, déjame ver si entendí algo. Es que en en mi caso mi compañero roleo como que llega pero no puso que estaba desnudo ni nada por el estilo. Entonces lo que él hizo seria vació de rol y puedo usarlo a mi favor? Es decir si puedo decir que lleva puesto algo aunque en su primer post no lo haya puesto? Esa es mi duda xD

  7. Hola. De verdad no pensaba pasarme por aquí gracias a una "azulita" que amenazó con completar las lineas u.u Pero como es muy necesario que alguna de ustedes me aclare la duda porque tenía algunas cosas pensadas para el duelo pero bueno xD creo que no voy a poder con mi plan (?) xD Bueno dejo la charla para completar las lineas...

     

    Mi duda es: es necesario en un duelo describir tu ropa? Tenía entendido que si, pero mi rival no lo hizo y la verdad quisiera saber si es o no necesario...

  8. Después de las indicaciones de ambas profesoras ahora debía hacer un duelo con uno de mis compañeros. La idea no me agradaba del todo, pero estaba dispuesta a hacer todo lo posible para demostrar las habilidades que había aprendido en tan poco tiempo. A decir verdad no conocía muy bien a mi compañero, pero estaba segura de que ambos daríamos lo mejor para hacer de este un buen duelo. El único inconveniente que había era elegir el lugar, pero alguna idea se me ocurriría para comentársela.

     

    Antes de que terminara la clase le comunique a mi compañero, el cual después sería mi rival, el lugar al cual debíamos ir. Suponía que el ya conocía el lugar, pero por si acaso le di una nota indicándole el lugar; esta nota decía: “Recuerda, es en el bosque. Hoy mismo cuando terminen las clases, casi al atardecer”. Le deje la nota en la mano y salí del aula para buscar una ropa cómoda para el duelo. No me sentía del todo preparada pero al menos algo entendía y estaba segura que con eso intentaría no morir, o al menos no salir herida.

     

    Revolví el placar, en busca de algo que ponerme. Decidí ponerme una azul, una remera de un tono similar a esta, y unos zapatos. Camine hasta al bosque lentamente, intentaría llegar primero para tener más ventaja y más posibilidades de ganar; aunque eso no siempre funcionara. Si empezaba el duelo lograría tener las intercalaciones.

     

    Llegue por fin a la parte principal del bosque, justo en la cual efectuaríamos el duelo. Me coloque en una larga franja sin pasto que formaba una línea recta; a los costados estaba rodeada por árboles, plantas. Como era un bosque era obvio que había todo tipo de animales e insectos que en cualquier comento podrían aparecerse. Teníamos a nuestra disposición varias piedras grandes y otras cosas más que seguramente nos servirían más adelante.

     

    Logre divisar a mi oponente que venía a lo lejos, y cuando estuvo a unos diez metro le salude con una reverencia para luego aclararme un poco la garganta y dirigirle unas palabras, que aunque serían pocas, no estarían de más o al menos eso era lo que yo pensaba- Buenas- salude cuando termine de hacer la reverencia- Espero que ambos tengamos suerte y que este sea un bien duelo- le dije con una sonrisa.

     

    -¡Sectusempra!- exclame apuntando hacia el pecho de mi rival. Si el rayo que había salido de mi varita lograba recorrer la distancia de diez metros que nos separaban y le impactaban en el medio del pecho, le provocaría graves heridas sangrantes que si no se llegaba a curar lo antes posible moriría. No quería ser mala, lo único que estaba haciendo era intentar demostrar mis habilidades.

    • Me gusta 1
  9. La figura que hace tan solo unos segundos había aparecido frente a mí y se había transformado en el hombre de mediana edad, hombros anchos, cabello castaño y estatura mediana que era mi tío. Me repetía una y otra vez las mismas palabras y yo me quedaba boquiabierta sin saber que decir o cómo reaccionar. Aunque sabía que lo que estaba viendo no era verdad, parecía tan real que hasta podría estar horas quieta escuchando una y otra vez lo mismo.

     

    -No cumpliste la promesa…- repetía el hombre de cruzándose de brazos muy enojado tirando todo mi equipaje al suelo- Prometiste que no dejarías las costumbres…- seguía repitiendo una y otra vez muy enojado, pero a la vez decepcionado y triste.

     

    -No las deje tío…- comencé a repetir una y otra vez dejando que unas pequeñas lagrimas brotaran de mis ojos y sin saber que más hacer deje caer en el suelo mi varita que la sostenía en mi mano derecha; y también la bolsa que me habían dado los profesores que contenía una botella de agua, una barra de chocolate y un pañuelo. Aunque no sabía de qué forma iba a usar esos objetos ahora no era lo más importante.

     

    Me senté en el suelo tratando de recordar las cosas que la gente amablemente me había contado y recordé que había un encantamiento que funcionaba perfectamente para estas cosas a las cuales llamaban bogart. Desde que me habían explicado que estas criaturas te hacían ver tus más grandes miedos, no había logrado entender cuál era el motivo de ellas para hacerles daño a las personas. Recordé también que debía usar el encantamiento Ridikulus pensando en algo gracioso para que se transformara y desapareciera.

     

    Me arrastre un poco hacía donde había caído mi varita, me puse de pie y apuntando hacia el bogart grite- ¡Ridikulus!- y el bogart empezó a transformarse nuevamente, pero esta vez el hombre que había estado parado frente a mí se convertía en un muñeco de trapo, el cual quedo tirado a un costado del laberinto. Suspire aliviada al nota que todo había pasado y me quede más tranquila.

     

    Antes de caminar nuevamente tome con cuidado la bosla y saque la botella para beber un sorbo de agua, dejando casi sin empezar ya que el sorbo que había bebido no era muy grande. Di unos pasos y mire hacia atrás notando que el muñeco seguía allí tirado y sin vida. Había estado tan ocupada caminando minutos atrás que ya no recordaba el camino que había tomado. Si era de izquierda a derecha o viceversa, si había doblado unas cuantas veces y simplemente había seguido derecho. No lo sabía, pero a causa de esto estaba en un gran aprieto.

    • Me gusta 2
  10. Más personas seguían llegando y presentándose como lo habíamos hecho ya todos. Los profesores no esperaron a que llegara nadie más y se pusieron a dar las indicaciones. Lo primero que hizo el profesor fue hacer una pregunta; lo que me sorprendió fue que nadie la respondió. Me quede unos segundos pensando en una respuesta, pero a decir verdad, era bastante difícil tener una conclusión que pudiera coincidir entre todos o la mayoría.

     

    -Me parece buena idea llevar la clase en un lugar así- dije dirigiéndome a mis compañeros y profesores- Porque no sabemos que misterios o que cosas podremos encontrar allí dentro. Y como me imagino, seguramente tendremos que superar pruebas hasta llegar al final del laberinto- comente esperando que esa respuesta fuera suficiente.

     

    Termine de escuchar lo que lo profesores decían. De un momento a otro el laberinto se abrió dejando ver diez pasillos, exactamente, uno para cada uno de los que estábamos presentes. Entre por uno de ellos. Las paredes eran de piedra que por todos lados tenía hojas y ramas, se sentía un poco de humedad en el ambiente aunque supuse que era normal por la cantidad de musgo que allí había. Toque las paredes para ver si encontraba algún pasadizo, pero nada. Estaban completamente selladas.

     

    No sabía por cuanto tiempo había estado caminando ¿acaso existía el tiempo? En la familia en la cual había sido criada toda mi vida me habían dicho que el tiempo era algo que solo los humanos pensábamos que exista, pero en realidad no. Mientras caminaba una figura apareció frente a mí y al ver eso estuve a punto de echarme a correr, pero por alguna extraña razón no podía, estaba paralizada.

     

    La figura de aquel hombre, de aquel que era mi tío la veía y me repetía constantemente porque había perdido las costumbres. Luego de eso se me acerco un poco y me repetía lo mismo pero agregando cada vez más palabras hasta que escuche que me desterraría de la familia. Ese era mi mayor temor, ser desterrada y que nunca más me aceptaran en la familia. Esa era la mayor vergüenza que una mujer musulmana podía tener y ahora la estaba viviendo.

     

    OFF:

     

    FICHA DE PERSONAJE

    http://i297.photobucket.com/albums/mm232/ichishifire/anime%20girls/010.jpg

    Datos Personales:

    Nombre del Personaje: Laurinda

    Sexo: Femenino

    Edad: Joven, 16 años

    Nacionalidad: Marroquí

    Familia(s):
    * Delacour

    Padre(s) Sanguíneo:
    * Hermanastra:
    Mei Black Delacour

    Padre(s) Adoptivos: --

    Trabajo:
    Gringotts. Aprendiz.

    Poderes Mágicos:

    Rango Social: Aprendiz

    Bando: Neutral

    Rango dentro del Bando: --

    Puntos de poder en objetos:
    20
    Hechizos adicionales: --

    Puntos de poder en criaturas: 0
    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

    Habilidades Mágicas:
    --

    Conocimientos Especiales:
    --

    Perfil del Personaje:

    Raza: Humano.

    Aspecto Físico:

    Su pelo es de un lacio casi perfecto que le llega hasta la cintura y es de color castaño claro. Por alguna razón, desde que nació, nunca supo porque tiene un ojo color azul y otro marrón. Es de estatura mediana y cuida muy bien su figura, ya que viste normalmente con falda o vestido largo, pero nunca la verán de pantalón; siempre lleva su velo puesto en la cabeza que combina con su ropa de un color cobre. Tiene en ambas muñecas un brazalete de oro que hacen juego con su collar dorado.

    Cualidades Psicológicas:

    Es una chica tierna y dulce, muy obediente, respetuosa y cariñosa. Es muy apegada a su religión. Esta alegre la mayor parte del día que comparte con su familia; se comporta de la manera más normal para una chica de su edad; obedeciendo a sus padres y respetando mucho a su familia y siguiendo las costumbres que esta le imponen. Al ser buena cocinera le asegurara un futuro para tener una familia perfecta. Ella siempre piensa que los demás la ven como una chica religiosa, buena y capaz de conseguir lo que se propone.

    Historia:

    Laurinda nació en Marruecos; después de su nacimiento su padre decidió que la familia viajara a Brasil y vivieran allí un par de años porque su padre había sacado a su madre de su lugar de origen. Estuvieron en Brasil durante cinco años hasta que su padre murió en un accidente cuando se encontraba en un avión que se dirigía a Europa. Su madre decidió volver a Marruecos para que su hija sea criada con las costumbres. Cuando llegaron se dirigieron a un lugar llamado Fez donde su tío la esperaba muy contento.

    Al estar viviendo allí durante algunos meses Laurinda tuvo que acostumbrase a vivir de acuerdo a las costumbres que tenían en su familia; había muchas cosas que no le permitía hacer. Cuando aprendió a leer a los siete años de edad tuvo que asistir a una escuela donde le enseñaban detalladamente el Corán para que en un futuro pudiera ser una mujer muy culta. Ella vivía feliz aprendiendo muchas cosas que una mujer nunca debía olvidar; danzar, cocinar, limpiar y estar siempre alegre y dispuesta a todo.

    No todo iba a ser feliz en la vida de aquella niña, vivió feliz con su madre durante tres años hasta que una tormenta de arena hizo que se perdiera y no volviera más con su familia. Su tío se aseguró de que a ella nunca le faltara nada para ser feliz tras la pérdida de su madre. La niña logro volver a sonreír unos meces después de la tragedia que había sufrido su madre.

    Al primer mes de cumplido sus catorce años uso por primera vez un velo en su cabeza; ese fue el día más feliz en todos esos años ya que su familia le organizó una gran fiesta, la que siempre recordaría durante toda su vida. Lo que ella no sabía era algo que la iba a hacer mucho más feliz; descubriría quien era realmente y porque le había pasado todo lo que había sufrido en su corta vida.

    Unos meses después descubrió que con tan solo mirar un objeto y desear con mucha fuerza que este hiciera algo lo lograba. Un día decidió contarle todo lo que le pasaba a su tío, el cual sabía muy bien que ella era una bruja y que tenía que aprovechar eso lo que más pudiera. Al principio el tío no le quiso contar nada y prefirió esperar hasta que ella cumpliera sus quince años para mandarla lejos de Fez a un lugar completamente diferente que ella nunca hubiera imaginado.

    Ya habían pasado seis meces y solo faltaban días para que ella cumpliera años y descubriera quien era realmente. Ya había llegado ese día y en vez de festejar estuvo hablando con su tío durante varias horas sin poder creer todo lo que le había contado. Tuvo que hacer rápidamente su equipaje y tomar el primer avión que se dirigía a Lóndres.

    Tuvo que hacer un largo viaje de quince horas y en el recorrido recordó toda la conversación completa que había tenido con su tío allá en Fez y que la había puesto tan contenta y emocionada.

    “-Sabes, tú eres una chica muy especial- le dijo el tío mirando a su sobrina con una sonrisa pero a la vez muy triste.

    -Si lo sé, ¿es por haber nacido en este hermoso lugar no es cierto tío?- dijo Laurinda un poco confundida por lo que su tío le comentaba.

    -En realidad no… Bueno si, por eso también- le dijo él contento de que ella estuviese contenta de su tierra de origen- Te voy a contar una historia, ¿Estás de acuerdo? Solo te pediré que mientras te la cuente te quedes callada y si tienes alguna duda me la digas al final de todo…- le dijo el hombre esperando una respuesta para seguir con la conversación y contarle todo de una vez.

    -Si tío cuéntame lo que tengas que contarme que te escucharé atentamente- le dijo la muchacha muy sorprendida por la petición que su tío le hacía; nunca había estado con tanto misterio.

    -Hay algo que tú no sabes y creo que ha llegado el momento de que lo sepas. En el mundo como sabrás hay muchas clases de seres y vivos y todos son diferentes-dijo el hombre tomando una pequeña pausa- Bueno… entre los humanos pasa lo mismo solo que hay algunos que son un poco diferentes; veras nadie le habla de esto a sus hijos pero aunque yo no sea tu padre te considero mi hija. Hay algunos que por las noches se transforman en hombres lobos, otros no pueden estar a la luz del sol porque son vampiros y otros… son como tú…-dijo tomando una pausa y respirando profundamente; él sabía que eso no era algo malo pero tampoco era una noticia fácil de recibir-Son magos; es decir que eres una bruja y tienes magia. Aunque nuestra religión quiere negar este tipo de cosas es lo cierto y te aseguro que no es nada malo ya que tu madre lo era y lo disimulaba muy bien. Solo que tú viajaras a Lóndres y vas a convertirte en una bruja hecha y derecha- le seguía comentando mientras ella ponía una cara de asombro pero a la vez de felicidad- Si tienes alguna duda este es el momento ideal para que me la digas- dijo el tío esperando a que ella reaccionara bien.

    Antes de poder hablar se aclaró un poco la garganta y respiro profundamente; luego procedió a realizarle algunas preguntas- ¿En dónde voy a quedarme cuando llegue a ese lugar? ¿Tengo familia? ¿Y cómo sabes que soy bruja?- le pregunto Laurinda con mucha curiosidad a su tío.

    -Que bien que me preguntes esas cosas hija mía; iremos punto por punto para que no te mares. Si, tienes familia lo único que recuerdo es que tienes una hermanastra llamada Mei-le comento un poco apenado-Lo primero que harás al llegar es buscar algún sitio en donde quedarte y buscar a tu hermanastra, explicarle todo y esperar a ver que te reciba o no. También te pido que me hagas la promesa de que nunca vas a dejar las costumbres- le dijo esperando que esta le prometiera que iba a ser una buena musulmana lejos de su tierra natal.

    -Si tío nunca dejare las costumbres, pero aun no me has respondido la otra pregunta que te he hecho- le dijo Laurinda a su tío.

    -Bueno, eso no podre contestártelo porque solo Dios lo sabe y si él lo quiso así es porque así debe de ser y no se puede contradecirlo ni cuestionarlo. Bien, ahora haz tus maletas que ya te compre el pasaje de avión para que vueles a Londres- le dijo con un poco de tristeza, pero sabía que era lo mejor para ella.

    -Si ahora mismo hago mi maleta-dijo Laurinda resignada porque sabía que lo que su tío decía se cumplía sin cuestionarlo.”

    No supo cuánto tiempo estuvo recordando toda la conversación una y otra vez para que nada se le olvidara. Ya solo faltaba una hora para que el avión aterrizara y empezara una nueva etapa en su vida. Antes de bajar del avión se colocó bien su velo en la cabeza como era costumbre y empezó a caminar por las calles esperando que alguien la ayudara a orientarse un poco.

    Se encontró con una familia muy buena; esta la acogió como su hija sin importar de qué lugar del mundo había venido y su religión. Esta maravillosa familia le había contado que debía asistir a la academia para poder lograr ser una de las mejores brujas de su época.

    Pertenencias:

    Objeto Mágico Legendario:

    --

    Objetos Mágicos:
    Objeto 1:
    Varita Mágica
    Clasificación: AA
    Puntos de poder: 20

    Mascotas y Criaturas:

    --

    Criaturas en la Reserva:

    --

    Elfos:

    --

    Licencias, tasas y registros:

    Licencia de Aparición: --

    Licencia de Vuelo de Escoba: --

    Registro de XXX: --

    Otros datos:

    Otros datos:

    --

    Cronología de cargos:

    --

    Premios y reconocimientos:
    --

    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: --
    Link a Bóveda Personal: Bóveda 104871
    Link a Bóveda Trastera:--
    Link a Bóveda de Negocio: --
    Link a Bóveda Familiar 1: --
    Link a Bóveda Familiar 2: --

     

     

    • Me gusta 3
  11. Hola. Vengo a hacer unos cambios en mi ficha. Espero que todo este en orden.

    FICHA DE PERSONAJE
    http://i297.photobucket.com/albums/mm232/ichishifire/anime%20girls/010.jpg
    Datos Personales:

    Nombre del Personaje: Laurinda

    Sexo: Femenino

    Edad: Joven, 16 años

    Nacionalidad: Marroquí

    Familia(s):
    * Familia 1: Delacour
    * Familia 2: --

    Padre(s) Sanguíneo:
    * Hermanastra:
    Mei Black Delacour

    Padre(s) Adoptivos: --

    Trabajo:
    -

    Poderes Mágicos:

    Rango Social: Unicornio de Bronce

    Bando: Neutral

    Rango dentro del Bando: --

    Puntos de poder en objetos:
    20
    Hechizos adicionales: --
    Puntos de poder en criaturas: --
    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --


    Habilidades Mágicas:
    * Habilidad 1: --
    * Habilidad 2: --
    * Habilidad 3: --


    Conocimientos Especiales:
    * Conocimiento 1: --
    * Conocimiento 2: --
    * Conocimiento 3: --



    Perfil del Personaje:


    Raza: Humano.


    Aspecto Físico:

    Su pelo es de un lacio casi perfecto que le llega hasta la cintura y es de color castaño claro. Por alguna razón, desde que nació, nunca supo porque tiene un ojo color azul y otro marrón. Es de estatura mediana y cuida muy bien su figura, ya que viste normalmente con falda o vestido largo, pero nunca la verán de pantalón; siempre lleva su velo puesto en la cabeza que combina con su ropa de un color cobre. Tiene en ambas muñecas un brazalete de oro que hacen juego con su collar dorado.


    Cualidades Psicológicas:

    Es una chica tierna y dulce, muy obediente, respetuosa y cariñosa. Es muy apegada a su religión. Esta alegre la mayor parte del día que comparte con su familia; se comporta de la manera más normal para una chica de su edad; obedeciendo a sus padres y respetando mucho a su familia y siguiendo las costumbres que esta le imponen. Al ser buena cocinera le asegurara un futuro para tener una familia perfecta. Ella siempre piensa que los demás la ven como una chica religiosa, buena y capaz de conseguir lo que se propone.


    Historia:

    Laurinda nació en Marruecos; después de su nacimiento su padre decidió que la familia viajara a Brasil y vivieran allí un par de años porque su padre había sacado a su madre de su lugar de origen. Estuvieron en Brasil durante cinco años hasta que su padre murió en un accidente cuando se encontraba en un avión que se dirigía a Europa. Su madre decidió volver a Marruecos para que su hija sea criada con las costumbres. Cuando llegaron se dirigieron a un lugar llamado Fez donde su tío la esperaba muy contento.


    Al estar viviendo allí durante algunos meses Laurinda tuvo que acostumbrase a vivir de acuerdo a las costumbres que tenían en su familia; había muchas cosas que no le permitía hacer. Cuando aprendió a leer a los siete años de edad tuvo que asistir a una escuela donde le enseñaban detalladamente el Corán para que en un futuro pudiera ser una mujer muy culta. Ella vivía feliz aprendiendo muchas cosas que una mujer nunca debía olvidar; danzar, cocinar, limpiar y estar siempre alegre y dispuesta a todo.


    No todo iba a ser feliz en la vida de aquella niña, vivió feliz con su madre durante tres años hasta que una tormenta de arena hizo que se perdiera y no volviera más con su familia. Su tío se aseguró de que a ella nunca le faltara nada para ser feliz tras la pérdida de su madre. La niña logro volver a sonreír unos meces después de la tragedia que había sufrido su madre.


    Al primer mes de cumplido sus catorce años uso por primera vez un velo en su cabeza; ese fue el día más feliz en todos esos años ya que su familia le organizo una gran fiesta, la que siempre recordaría durante toda su vida. Lo que ella no sabía era algo que la iba a hacer mucho más feliz; descubriría quien era realmente y porque le había pasado todo lo que había sufrido en su corta vida.


    Unos meces después descubrió que con tan solo mirar un objeto y desear con mucha fuerza que este hiciera algo lo lograba. Un día decidió contarle todo lo que le pasaba a su tío, el cual sabía muy bien que ella era una bruja y que tenía que aprovechar eso lo que más pudiera. Al principio el tío no le quiso contar nada y prefirió esperar hasta que ella cumpliera sus quince años para mandarla lejos de Fez a un lugar completamente diferente que ella nunca hubiera imaginado.


    Ya habían pasado seis meces y solo faltaban días para que ella cumpliera años y descubriera quien era realmente. Ya había llegado ese día y en vez de festejar estuvo hablando con su tío durante varias horas sin poder creer todo lo que le había contado. Tuvo que hacer rápidamente su equipaje y tomar el primer avión que se dirigía a Londres.


    Tuvo que hacer un largo viaje de quince horas y en el recorrido recordó toda la conversación completa que había tenido con su tío allá en Fez y que la había puesto tan contenta y emocionada.


    “-Sabes, tú eres una chica muy especial- le dijo el tío mirando a su sobrina con una sonrisa pero a la vez muy triste.


    -Si lo sé, ¿es por haber nacido en este hermoso lugar no es cierto tío?- dijo Laurinda un poco confundida por lo que su tío le comentaba.


    -En realidad no… Bueno si, por eso también- le dijo él contento de que ella estuviese contenta de su tierra de origen- Te voy a contar una historia, ¿Estás de acuerdo? Solo te pediré que mientras te la cuente te quedes callada y si tienes alguna duda me la digas al final de todo…- le dijo el hombre esperando una respuesta para seguir con la conversación y contarle todo de una vez.


    -Si tío cuéntame lo que tengas que contarme que te escúchate atentamente- le dijo la muchacha muy sorprendida por la petición que su tío le hacía; nunca había estado con tanto misterio.


    -Hay algo que tú no sabes y creo que ha llegado el momento de que lo sepas. En el mundo como sabrás hay muchas clases de seres y vivos y todos son diferentes-dijo el hombre tomando una pequeña pausa- Bueno… entre los humanos pasa lo mismo solo que hay algunos que son un poco diferentes; veras nadie le habla de esto a sus hijos pero aunque yo no sea tu padre te considero mi hija. Hay algunos que por las noches se transforman en hombres lobos, otros no pueden estar a la luz del sol porque son vampiros y otros… son como tú…-dijo tomando una pausa y respirando profundamente; él sabía que eso no era algo malo pero tampoco era una noticia fácil de recibir-Son magos; es decir que eres una bruja y tienes magia. Aunque nuestra religión quiere negar este tipo de cosas es lo cierto y te aseguro que no es nada malo ya que tu madre lo era y lo disimulaba muy bien. Solo que tú viajaras a Londres y vas a convertirte en una bruja hecha y derecha- le seguía comentando mientras ella ponía una cara de asombro pero a la vez de felicidad- Si tienes alguna duda este es el momento ideal para que me la digas- dijo el tío esperando a que ella reaccionara bien.


    Antes de poder hablar se aclaró un poco la garganta y respiro profundamente; luego procedió a realizarle algunas preguntas- ¿En dónde voy a quedarme cuando llegue a ese lugar? ¿Tengo familia? ¿Y cómo sabes que soy bruja?- le pregunto Laurinda con mucha curiosidad a su tío.


    -Que bien que me preguntes esas cosas hija mía; iremos punto por punto para que no te mares. Si, tienes familia lo único que recuerdo es que tienes una hermanastra llamada Mei-le comento un poco apenado-Lo primero que harás al llegar es buscar algún sitio en donde quedarte y buscar a tu hermanastra, explicarle todo y esperar a ver que te reciba o no. También te pido que me hagas la promesa de que nunca vas a dejar las costumbres- le dijo esperando que esta le prometiera que iba a ser una buena musulmana lejos de su tierra natal.


    -Si tío nunca dejare las costumbres, pero aun no me has respondido la otra pregunta que te he hecho- le dijo Laurinda a su tío.


    -Bueno, eso no podre contestártelo porque solo Dios lo sabe y si él lo quiso así es porque así debe de ser y no se puede contradecirlo ni cuestionarlo. Bien, ahora haz tus maletas que ya te compre el pasaje de avión para que vueles a Londres- le dijo con un poco de tristeza, pero sabía que era lo mejor para ella.


    -Si ahora mismo hago mi maleta-dijo Laurinda resignada porque sabía que lo que su tío decía se cumplía sin cuestionarlo.”

    No supo cuánto tiempo estuvo recordando toda la conversación una y otra vez para que nada se le olvidara. Ya solo faltaba una hora para que el avión aterrizara y empezara una nueva etapa en su vida. Antes de bajar del avión se colocó bien su velo en la cabeza como era costumbre y empezó a caminar por las calles esperando que alguien la ayudara a orientarse un poco.

    Se encontró con una familia muy buena; esta la acogió como su hija sin importar de qué lugar del mundo había venido y su religión. Esta maravillosa familia le había contado que debía asistir a la academia para poder lograr ser una de las mejores brujas de su época.

    Pertenencias:
    Objeto Mágico Legendario:
    Objetos Mágicos:
    Objeto 1:
    Varita Mágica
    Clasificación: AA
    Puntos de poder: 20
    Objeto 2:
    Clasificación:
    Puntos de poder:
    Mascotas y Criaturas:
    Criatura 1:
    Clasificación:
    Puntos de poder:
    Criaturas en la Reserva:
    Criatura 1:
    Clasificación:
    Puntos de poder:
    Elfos:
    * Elfo 1: --
    * Elfo 2: --

    Licencias, Tasas, Registros:
    Licencia de Aparición:
    Licencia de Vuelo de Escoba:

    Registro de XXX:
    Otros datos:
    Cronología de cargos:.
    Premios y reconocimientos:
    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: --
    Link a Bóveda Personal:
    Bóveda 104871
    Link a Bóveda Trastera:--
    Link a Bóveda de Negocio:
    Link a Bóveda Familiar 1: --
    Link a Bóveda Familiar 2: --

  12. Observe a todos mis compañeros mientras comenzaban a lanzarles hechizos a las profesoras y algunos se lanzaban entre ellos mismos. Después de eso también logre ver como las profesoras se defendían de los ataques y una de ella decía que ahora era nuestro turno de defendernos de los suyos. Me quede en donde estaba esperando el ataque de alguna de las profesoras con mi varita en mano para defenderme.

     

    -Evanesco- grite al ver que de la varita de mi profesora Adryanie salían tres cuerdas que se dirigen a mí. No pude saber a qué parte de mi cuerpo se dirigían las cuerdas porque en el momento en el que vi salir las cuerdas grite enanesco y estas desaparecieron inmediatamente impidiendo que me tocaran.

     

    Observe a todos mis compañeros mientras estos se defendían de los ataques perfectamente. Al finalizar las profesoras dijeron que iban a hacer una pequeña demostración de lo que sería un duelo. Me aleje un poco para poder ver bien lo que hacían, simplemente quería aprender todo lo que podía para poder defenderme en el futuro.

     

    Comenzaron a atacarse y en ese momento me di cuenta que había que tener todo tipo de hechizos en mente para reaccionar rápido o de lo contrario estarías perdido en cualquier duelo. Me senté en uno de los cojines a observar los movimientos de las profesoras.

    • Me gusta 4
  13. Caminaba tranquilamente por los pasillos de la academia dirigiéndome a mi primera clase de duelo. Estaba bastante abrumada y no estaba segura si ir o no ir porque eso de andar lanzando hechizos y lastimar a las personas no iba muy bien conmigo. Me esforzaría en hacer todo lo posible para graduarme de la academia aunque no estaba segura si los usaría en el futuro.

     

    Entre al aula y me senté en unos de los cojines y me quede paralizada al notar que había un lobo. Sabía que lo mejor en estas circunstancias era no perder la calma y quedarse lo más tranquilo y quieto. Cerré los ojos y al abrirlos el lobo que había estado frente a la clase se convertía en una mujer que sería nuestras profesoras. Justo en ese momento se abrió la puerta y apareció otra profesora que se me hacía conocida; era la profesora que había tenido en generales y daba la casualidad de que ella también se convertía en lobo.

     

    Termine de escuchar las presentaciones de mis profesores y compañeros esperando a que llegara mi turno de presentarme- Hola a todos mi nombre es Laurinda y hace poco llegue a este que para mí es como un mundo completamente desconocido- me presente al resto de mis compañeros y hacia mis profesoras.

     

    -Sectusempra- dije apuntando mi varita hacia Adryanie. El rayo que salió disparado de mi varita e dirigió directamente hacia ella.

     

    No era mi intención atacar pero si ambas eran profesoras lo hacían por algo y seguramente unos estudiantes no lograrían vencerla o al menos eso era lo que yo pensaba en ese momento.

     

    OFF

     

    Hola. U.U porque tantas presentaciones (?) Bueno como no soy muy buena para esto les digo que tengo 13 años y soy de Argentina. Me gusta leer, escribir y supongo que lo que le gusta a la mayoría de las personas que están en el foro (?)xDD como dije anteriormente no soy buena para esto.

     

    Una pregunta; ¿Hay que preguntar cualquier cosa que no entendamos de los hechizos o qué?

    • Me gusta 4
  14. ON

     

    Hasta esta hora de la noche no lograba entender como mi familia había lograd convencerme de volver a la academia después de lo que había vivido en generales que podía decir que no era una de las mejores experiencias que había tenido en la vida. El recuerdo de aquella clase me erizaba la piel y me hacía querer regresar a mi ciudad de origen con mi familia muggle. Saque esos pensamientos de mi cabeza y me dirigí a mi habitación para descansar.

     

    Apoye suavemente mi cabeza en la almohada de plumas pero por alguna extraña razón no lograba dormirme y tuve que quedarme despierta y para no aburrirme leí la carta que me había llegado muchas veces y me concentre en la lista de compañeros que iba a tener en esta clase. Algunos nombres se me hacían conocidos; y otros, eran completamente nuevos. Suspire profundamente y al abrir los ojos los rayos del sol se asomaban por mi ventana indicando que hoy, al algún horario, debía ir a la academia.

     

    Me quedaba bastante tiempo y me dispuse a acomodar elegir mi ropa y algunas cosas que necesitaría o creía necesitar para las clases. Apunte mi varita a un pequeño bolso en donde con unas palabras hice que este pudiera guardar todo tipo de cosas y comencé a llenarlo. Saque de mi cajón un vestido largo color celeste y me coloque; luego saque un velo de un tono similar al vestido y me lo coloque en la cabeza y por último, unos zapatos blancos.

     

    Camine hasta llegar al mismo edificio en el que ya había estado una vez con la diferencia de que esta vez me sentía más segura y no estaba tan nerviosa. Camine por el pasillo intentando encontrar el aula al que seguramente solo debía ir por unos momentos. Esperaba no llegar tarde y no quedar mal ante mis compañeros y profesores. Aunque como tío siempre decía “mejor tarde que nunca” esta última no era la mejor opción para llegar a la academia.

     

    Llegue al aula destinada y me llamo mucho la atención las ramas que estaban colocadas en cada uno de los escritorios. Me acerque a uno de ellos y lo agarre con mi mano y justo en ese momento todo me daba vueltas y caí en el pasto verde que había en el lugar. Abrí lentamente los ojos recordando que yo no estaba acostumbrada a usar “trasladores” y estaba segura que nunca me acostumbraría.

     

    Llegue justo a tiempo para escuchar las presentaciones de mis profesores y compañeros y espere callada hasta que llego mi turno. Hasta el momento conocía a mis compañeros pero esperaba que llegaran las personas que no conocía para hacer nuevas amistades y socializar un poco más. Desde que había llegado de Marruecos solo conocía a muy pocas personas y apenas comenzaba a relacionarme con mis familiares.

     

    -Buenas tardes- salude a los que estaban allí presentes- Mi nombre es Laurinda y pertenezco a la familia Delacour- seguí hablando con una sonrisa en mis labios- Espero que esta clase sea una de las mejores- agregue terminando mi presentación y escuchando a mis otros compañeros.

     

    Me quede observando el lugar y me sorprendí al notar que detrás de los profesores había algo parecido a un laberinto. Nunca en mi vida había entrado a uno pero esperaba poder encontrar una salida y no perderme. Tampoco quería que allí me pasara nada porque tenía la certeza de que esta vez nadie podría salvarme.

     

    OFF

     

    Hola a todos bueno mi nombre es como me dicen (?) xD en algún momento lo voy a decir pero creo que no en esta ocasión. Tengo 14 años y vivo en Argentina y me gusta todo lo que tiene que ver con Harry Potter; y obviamente leer y escribir.

     

    Bueno mi personaje es de Marruecos, y llego hace poco a este mundo y les ruego que la traten que no entiende nada (?) xD Es de la familia Delacour y de la Malfoy *si lo se xD mala combinación pero me gustan los limites (?)* Que más les puedo decir… es una chica tierna y comprensiva.

     

    Nunca fui buena para esto de las presentaciones pero hice mi mejor esfuerzo en estos renglones (?) xD Creo que nada más. Me despido.

    • Me gusta 4
  15. Nunca había entendido porque algunas personas tenían la manía de responder mal hacía otras. Algunas la hacían solo por provocar; otras porque no se daban cuenta de lo que hacían y algunas personas por el simple gusto de hacer enojar a los demás.

     

    En ese momento apareció otra de las jefas de la casa y dijo que podíamos decorar con el motivo de Halloween. Me pareció una buena idea ya que no encontraba de qué forma podía salir algo mal en decorar todo el lugar. Unos elfos aparecieron con cajas que en su interior tenían decoraciones de todo tipo. Me acerque un poco para ver más de cerca lo que estas contenían y hasta podía decir que algunas de las decoraciones daban escalofríos.

     

    -¿Vas a decorar?- le pregunte a Cirse con una sonrisa- Estaría muy agradecida si me indicarías por dónde empezar porque como te darás cuenta soy nueva y no conozco el lugar- le comente a Cirse esperando que me diera alguna indicación para saber por donde empezar; y que también le gustara la idea de decorar para hacerlo.

    • Me gusta 1
  16. En ese momento otra chica más nos saludaba y al parecer por como hablaba y en el tono en el que lo hacía era la jefa de la casa. La mire con una sonrisa y me voltee a ver a Crise quien parecía algo nerviosa al momento de hablar y dirigirse a la jefa. Me quede sentada observando el lugar y escuchando a la chica con la que en ese momento estaba hablando.

     

    -¿Quieres hacer algo, o estas ocupada en este momento?- le pregunte a Cirse con una sonrisa mientras me acomodaba un poco en el sillón ya que estaba un poco incómoda- ¿A qué te refieres con no pasarnos de la raya?- le pregunte con tono de curiosidad tratando de imaginar a que se refería con aquellas palabras. Seguramente lo decía porque en algún momento había hecho alguna que otra travesura o había desobedecido a alguien. Al parecer a ella por lo qué me había contado, ya le faltaba poco para graduarse mientras que yo recién estaba empezando.

  17. -Hola, me llamo Laurinda- salude a Cirse con una sonrisa en mi rostro- ¿Hace mucho que estas en la academia?- me atreví a preguntar. Aunque no la conocía parecía una chica amigable pero no sabía cómo podía llegar a reaccionar si le hacía preguntas. Estaba un poco nerviosa como todas las veces que conocía a gente nueva pero de alguna forma u otra siempre me terminaba acostumbrando.

     

    -Me hablaron de que las casas están un poco abandonadas últimamente; ¿Es cierto?- le pregunte mientras observaba a la otra chica que estaba quieta sin decir una sola palabra. No sabía si se encontraba bien o no pero al parecer estaba algo nerviosa.

     

    -¿Qué se puede dentro de la sala común?- le pregunte esperando alguna propuesta aunque no me importaría charlar un rato para luego hacer alguna actividad o algo por el estilo. Me quede observando todo el lugar parando mis ojos sobre todo lo que estaba a mí alrededor pero no podía describir con exactitud lo que estaba viendo. Hasta creía que era un sueño y que todavía seguía en mi casa, allá con mi tío, en Marruecos.

  18. Al terminar mi primera clase de la academia me habían designado a una de las casas pertenecientes a esta. No estaba segura de sí ir o no ir ya que no sabía si quedarme o no en la academia después de todo lo que había sucedido en la clase. Pese a todo esto decidí continuar y darle otra oportunidad a este que era un nuevo que prácticamente acababa de conocer hace varios meses.

     

    Llegue hacia donde estaba la puerta de la sala común pero entes de abrirla arregle un poco mi vestimenta. Llevaba puesta una falda y una remera y en mi cabeza un velo; el cual me la cubría. Llegue hasta la puerta que parecía ser de plata y coloque mi mano en el centro y esta se abrió inmediatamente dejándome entrar para conocer a mis compañeros con los que compartiría la misma sala común.

     

    Al entrar me asombre al notar la decoración y todo lo que había en esta; nunca me había imaginado que en la academia había algún lugar que fuera como este. Hasta podía decir que era más bello que el gran salón. Cuando entre de todo el asombro que tenía deje que se serrara la puerta. Estaba algo cansada de tanto caminar y lo primero que hice fue sentarme en uno de esos cómodos sillones.

    • Me gusta 1
  19. En medio de toda la distracción que llevaba me asuste al escuchar la voz de un hombre que estaba por detrás de nosotros. ¿Cómo sabía que éramos nuevos? ¿Acaso alguien se lo había dicho o era simple intuición? No lo sabía pero creo que no tardaría mucho en averiguarlo.

     

    -¿Cómo sabe que somos nuevos?- le pregunte al profesor- Y… si no le importa ¿Podría decir su nombre?- le pregunte esperando que su reacción fuera una de las mejores ya que no quería hacerlo enojar o algo por el estilo. Me había puesto un poco nerviosa ya que no sabía cómo podría reaccionar pero si era un profesor lo primero que tendría seria paciencia.

     

    Después se acercó una mujer y al escuchar que nos llamó “jóvenes” supuse que era una profesora o sino no nos hubiera llamado de aquel modo- Hola- le salude con una sonrisa- ¿Quién eres? Y… ¿Por qué dices que no debemos fiarnos de extraños? No le veo sentido a eso sino; ¿Cómo conoceríamos a la gente sin que primero fueran extraños? Además; es un profesor- añadí como última palabra esperando alguna respuesta por parte de ambos.

    • Me gusta 2
  20. Ya había logrado sacar a Emilia de la profesora. En un momento me di cuenta de que mis manos comenzaron a arderme como nunca; al mirarlas note graves quemaduras provocadas por tocar a Emilia. No lograba entender como no me había dado cuenta antes de que tenía esas quemaduras, recién en este momento comenzaban a arderme más y más. Agarre como pude mi varita aguantándome el dolor y susurre varios episkey haciendo que mis manos sanaran pero todavía sentía un poco de dolor que por el momento aguantaría.

     

    Mire a uno de mis compañeros que en ese momento estaba apagando poco a poco el fuego y al mirar a Emilia note como esta clavaba sus uñas fuertemente al piso seguramente para lograr controlarse. Camine unos pasos hacia atrás intentando esquivar a Emilia para recordar algún hechizo que no la lastimara y la detuviera un rato. Con mi varita apunte a Emilia y dije-Incarcerus- lanzando tres grandes cuerdas que se dirigían a los pies, torso y brazos de Emilia. Lo único que sabía en ese momento era que las tres cuerdas se dirigían a ella pero no sabía si impactarían o no. Esperaba que si o de lo contrario lograría que se enojara aún más.

     

    Corrí hasta un lugar de la habitación en donde una de las estatuas se encontraba paralizada y me coloque detrás de esta observando los pasos de Emilia y rogaba a dios que no lograra encontrarme o que al menos volviera a la normalidad y no intentara matar a todo aquel que se le cruzara. Ya no tenía ideas; no podía coordinar bien las cosas e intentaba hace mi mejor esfuerzo para que nadie más saliera herido. La noche iba pasando cada vez más lenta, estaba segura de que faltaba poco para que amaneciera y que esta pesadilla quedara atrás como si nada malo hubiese pasado. Enfoque mi atención nuevamente en Emilia y no lograba encontrarla.

    • Me gusta 2
  21. Me acerque hacia donde todos estaban y note que unas extrañas criaturas que parecían cadáveres pero que a la vez estaban vivos me dejo un poco confundida. Al parecer todos sabían que eran menos yo que no tenía ningún conocimiento de las criaturas de este mundo. No me atreví a preguntar qué cosa eran por miedo a que todos se me quedasen mirando y ya me reconocieran como la chica que no sabía nada. Me quede atenta mirando lo que todos hacían y a la vez intentaba recordar alguno de los pocos hechizos que me habían enseñado. Estaba segura que si salía viva de esta clase no volvería jamás a la academia.

     

    Se escuchó el ruido de una fuerte explosión y una pared se desplomó permitiendo ver a la profesora que estaba detrás de un fuego que en cualquier momento avanzaría consumiendo todo a su paso. Observe a mis compañeros que miraban al profesor convertirse en un lobo; era tan aterrador ver como a una persona se le deformaban los huesos y hasta le crecían pelos que decidí voltearme a ver a la profesora y curiosamente le estaba pasando lo mismo. Fue en ese momento que perdí cualquier esperanza; al convertirse en lobos perdían el control sobre sí mismos y hasta podrían atacarnos llegando a matarnos.

     

    Me asuste al ver que uno de los lobos se abalanzaba hacia una de mis compañeras. No pude distinguir si era el profesor o la profesora quien la había atacado porque no se lograba ver casi nada en ese momento. Intente acercarme a ella para ayudarla pero justo en ese momento dos de esas criaturas parecidas a calaveras vivientes se me acercaron impidiéndome pasar e intentando hacerme daño. Lancé unos cuantos hechizos que recordaba y estos se alejaron dándome tiempo de poder hacer algo para ayudar a mis compañeros. Me acerque hacia donde estaba el lobo que era el profesor y murmure <<Reducio>> No recordaba para que era ni lo que hacía; note que el cuerpo del profesor que en ese momento estaba convertido en lobo se hacía cada vez más pequeño. Suponía que con el tamaño que ahora tenía este no nos haría daño y nosotros tampoco lo dañaríamos.

     

    Camine detrás de Emilia aunque un poco alejada. Mientras iba caminando vi pasar corriendo a la profesora que se dirigía a Emilia para atacarla; llego a hacerlo pero me sorprendió cuando comenzó a reírse. Me quede cerca de ella para hacer algo en caso de que sea necesario pero no me puse nada contenta al notar que Emilia era capaz de lanzar hacia el fuego a su propia profesora cuando segundos antes la había lastimado quebrándole unas costillas. Corrí hacia donde se encontraba Emilia lastimando a la profesora y me atreví a empujarla haciendo que cayera al suelo. No sabía si se iba a enojar o no pero lo mejor era separarla o terminaría matándola y eso no era necesario si lográbamos controlarla o esperábamos hasta que amaneciera y seguro volverían a su estado normal.

     

    -Emilia creo que no deberías matarla, recuerda que es tu profesora y estoy segura que no te atacaría- le dije a Emilia mientras intentaba alejar a la loba del fuego. Sabía que no iba a atarme porque estaba lo suficientemente herida como para no tener fuerzas y levantarse. No conocía a Emilia y tampoco sabía cómo reaccionaría ante lo que le había hecho pero era mejor intentar enfrentarla. No podía negar que estaba un poco asustada por todo lo que pasaba pero no era motivo para quedarme paralizada y dejar que entre todos se mataran.

    • Me gusta 3
  22. El lugar se había vuelto más frío y a la vez sentía que estaba muy triste pero no sabía porque. En un momento perdí el equilibrio, la vista se me nublo y caí al suelo sin poder evitarlo. Me sentía tan libre que hasta podría decir que me había escapado de mi propio cuerpo y podía volar por todo el lugar mirando a todos los presentes e incluso vi a mi cuerpo tirado en el suelo y varias chicas que intentaban ayúdame. Sabía que estas cosas me pasaban constantemente cuando dormía y me relajaba; solo que esta vez había sido en una situación muy extraña.

     

    Ya estaba acostumbrada a “escapar de mi cuerpo” y encontrarme con otras personas que también lo hacían. En este momento necesitaba a mi tío para que me algunos consejos y poder regresar a mi cuerpo y terminar con esta clase. Sabía que él me estaba esperando; me lo había prometido antes de partir. Mire a lo lejos y al parecer era él que se había acordado de nuestra promesa y la estaba cumpliendo.

     

    -¡Tío!- exclame mientras mi alma o lo que sea que ya no era mi cuerpo se acercaba hacía él mientras me disponía a pedirle ayuda-Necesito que me ayudes hay muchas cosas que no entiendo y necesito saber-le dije mientras esperaba su respuesta.

     

    -Hola Laurinda- dijo mientras sonreía como lo hacía siempre- Sabes que este no es el día ni el momento adecuado para que esté dando consejos…- dijo mientras hacía una pausa- Pero puedo decirte algunas cosas así regresas rápido. Dime… ¿Qué quieres saber?- pregunto.

     

    Mire hacia abajo mientras él me hablaba y sabía que tenía razón pero algo por más mínimo que sea me tendrá que explicar-Quería saber cómo defenderme porque no tengo conocimiento alguno y no quiero molestar a todos los que están ahí… creo que ya lo hice al desmayarme cuando vi esa aterradora criatura…- dije haciendo una pausa- Por cierto… ¿Qué era eso?- pregunte.

     

    -Bueno los conocimientos los iras aprendiendo poco a poco como todas las cosas, y la criatura que tú dices era… pues lo llaman demetor y lo que hace es extraer toda la felicidad y convertirla en tristeza- dijo con mirada de que ya no quería seguir hablando- Bueno ya te explique un poco que era eso ahora solo observa a tus compañeros cuando hacen sus hechizos e intenta copiarlos. Ahora vuelve inmediatamente a tu cuerpo y regresa cuando quieras pero en el momento adecuado o solo si es una emergencia como esta.

     

    Lo mire sonriendo mientras me explicaba y no tuve otra opción que resignarme y volver a mi cuerpo. Dudaba si volver o no; no quería estar en ese mundo en donde las cosas eran muy extrañas lo único que quería era volver con mi tío a Marruecos y vivir una vida normal.

     

    Al despertar o caer en mi cuerpo y que este despertara me senté de golpe recordando todo lo que había pasado anteriormente. Al intentar ponerme de pie no logre sostenerme y caí nuevamente pero esta vez cerré los ojos e intente que se me pasara el mareo para seguir caminando y no quedar ante todos como débil o cobarde. Mire a las chicas y a la profesora, todas me habían ayudado pero por alguna razón no podía decir ni una palabra y solo pude dedicarles una sonrisa para levantarme y salir de esa habitación.

     

    Camine mientras escuchaba algunos de los hechizos que lanzaban en lugar y también intentaba recordar los que había escuchado en la calle. No sabía si estaba alucinando o que pero una estatua o algo por el estilo se puso frente a mi e intento atraparme pero lo único que consiguió hacerme fue un rasguño en el hombro y me hice a un lado para rápidamente gritar reducto apuntando a esa cosa y esta estallo en pesados que parecían ser de mármol. En ese momento no sabía de donde había sacado aquel hechizo; de lo que si estaba segura era que había funcionado y me salve de que me lastimara o lo que me quisiera hacer.

     

    Estaba segura de que no era eso lo que hacía que la gente evitara pasar por estos lugares; sino que era algo más, algo que en este momento no sabía explicar pero tenía la certeza de que no era algo normal. Mientras caminaba murmure <<Lumus>> y de mi varita salió una luz pequeña pero lo suficientemente grande como para iluminar cada paso que daba. Llegue hasta una habitación y lo pensé varias veces antes de entrar pero algo en mi interior me decía que debía entrar para investigar.

     

    Al entrar parecía que era la habitación que había estado cerrada por muchos más años que las demás; el olor era fétido mezclado con el polvo que ya había. Tuve que taparme la nariz y la boca para no respirar o de lo contrario tendría que salir y no podría investigar. Me centre en una pequeña cajita que estaba encima de una cómoda de algarrobo. Limpie el polvo que esta tenia encima y aparecieron unos símbolos que al parecer eran runas; nunca en mi vida había estudiado sobre el tema solo lo había escuchado una que otra vez.

     

    Camine hasta la puerta pero no estaba segura de preguntarle a alguien si sabía algo sobre el tema porque sinceramente no creía que eso tendría algo que ver con lo que estábamos buscando pero lo cierto era que no se perdía nada intentando. Como no veía a nada ni a nadie me atrevería a gritar pero aún seguía pensando que lo que había encontrado no era nada importante.

     

    -¿Alguien sabe leer runas?- pregunte esperando que alguien apareciera mientras la curiosidad que tenía por saber qué es lo que había adentro y al abrirla encontré una nota y tenía algo más pero por un descuido al escuchar un fuerte ruido deje caer la caja-¿Alguien? La caja venía con una nota y algo más que no sé qué es pero no creo que esto tenga algo que ver con la consigna que nos dio la profesora- dije esperando que alguien aunque sea una persona contestara. El lugar se había vuelto más frío y a la vez sentía que estaba muy triste pero no sabía porque. En un momento perdí el equilibrio, la vista se me nublo y caí al suelo sin poder evitarlo. Me sentía tan libre que hasta podría decir que me había escapado de mi propio cuerpo y podía volar por todo el lugar mirando a todos los presentes e incluso vi a mi cuerpo tirado en el suelo y varias chicas que intentaban ayúdame. Sabía que estas cosas me pasaban constantemente cuando dormía y me relajaba; solo que esta vez había sido en una situación muy extraña.

     

    OFF:

     

    Como no se en que parte de la casa o lo que sea esta cada uno no menciono que estoy cerca de nadie xD

    • Me gusta 1
  23. @@Mei Black Delacour Mmmm.... no se que decir xD me gustaría que fueras mi madre; lo que puedo hacer es cambiarle la edad a mi personaje pero como el tuyo tampoco es muy grande no se D: si se te hace más cómodo lo hablamos por mp o sino por aquí me da igual... igual estoy pensando en cambiarle la edad porque se me hace un poco más difícil escribir con un personaje más grande que yo xD.

    Espero tu respuesta a ver que pasa T__T

  24. No entendía porque muchas veces los profesores se susurraban las cosas casi en secreto; era como si nos quisieran ocultar algo. Toda la vida me habían dicho que hacer eso al final traía consecuencias porque mientras más intentemos ocultar algo la gente iba a intentar saberlo de una forma u otra.

     

    -Lumus- dije mientras seguía a los profesores por el vestíbulo hasta que llegamos a una escalera de mármol. La profesora dijo algo sobre buscar que era lo que tanto asustaba a los muggles; nunca había escuchado esa palabra y mucho menos que era lo que significaba. Este parecía el típico lugar en donde sucedían cosas extrañas; fantasmas y cosas que se movían o se caían solas. Por lo poco que lograba entender teníamos que encontrar que es lo que asusta de este lugar y además solos.

     

    Al llegar a la escalera ilumine y logre ver como esta se dividía en varios caminos que seguir. Antes de continuar me quede pensando en al extraño que había pasado; cuando había tocado el traslador de la academia era de día, pero cuando llegue aquí ya era de noche y eso me hacía pensar bastante pero inmediatamente deje de darle importancia y seguir las indicaciones que la profesora había dado.

     

    Escuchar las palabras del profesor hacia poner cualquiera de mal humor. Si estábamos en una academia lo más obvio era que si nos dejaban morir los directores seguramente pondrían cartas sobre el asunto y no dejarían que enseñaran nunca más en sus vidas. En ese momento hubiera querido salir muerta de aquel lugar solo para que gente como ese profesor no estuviera más a cargo; ¿Qué clase de profesor le deseaba la muerte a sus alumnos?

     

    Mire hacia atrás y logre ver como una viga comenzaba desplomarse en frente de todos y estaba a punto de caernos a todos encima hasta que un chico dijo unas palabras y estas quedaron en el aire o al menos eso parecía. En ese momento seguí caminando lo más rápido que pude; mi intención no era correr porque si lo hacía algo en este viejo lugar podría romperse y si el piso lo hacía no querría caerme para después no poder volver a subir.

     

    El lugar era frío y sombrío y cada vez que un poco de viento soplaba por el pasillo se escuchaba un fuerte silbido y puertas que se abrían y cerraban bruscamente. No sabía que puerta abrir primero; lo único que sabía era que en ese momento parecía una niña pequeña queriendo curiosear por todas partes sin importar el peligro. Llegue hasta lo que parecía ser el final de ese pasillo.

     

    Había una puerta de madera que estaba entreabierta y solo tuve que empujarla un poco para lograr entrar. Era una habitación bastante amplia aunque no había sido limpiada en años cuando respiraba todo el polvo que había me entraba en la nariz y hacía que pegara grandes estornudos. Camine por esa habitación; quizá era mejor que empezara desde la última para ir avanzando hacia adelante. Me quede inspeccionando todo; habían muebles completamente empolvados y otros cubiertos con sabanas que alguna vez habían sido blancas.

     

    Llegue hasta donde estaba una cómoda que tenía un espejo todo sucio. Pase la mano por este para ver mi reflejo pero algo que estaba detrás de mí hizo que me sobresaltara y pegara un fuerte grito. En ese momento esperaba que nadie me hubiera escuchado o de lo contrario pensarían que era cobarde y no sabía defenderme.

     

    -¡Ayuda! ¡Ayuda!- grite varias veces como si un impulso me hacía gritar aquellas palabras. No sabía que era lo que pasaba en ese momento; solo me había dado vuelta para ver a lo que tanto me había asustado y al verlo no pude contenerme y empecé a gritar. En ese momento sentía como si me estuviera mareando y de un momento a otro ya no lograba ver nada. Estaba inconsciente.

     

    OFF:

     

    Alguien seria tan amable de salvarme del dementor? xD O sino dejen que se cumpla la profecía del profesor y dejan que muera (?) xD *no hagan eso¨*

    • Me gusta 2

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.