Brad Miller

¿Qué fuerza era aquella qué agitaba el mar? ¿Qué fuerza era aquella que movía los planetas? ¿Qué fuerza era aquella que dominaba mi vida? Los transeúntes caminaban ocupados con la banalidad de su cotidianidad, no eran capaces de reconocer que entre ellos caminaba un hombre que no era de aquí, pero sobre todo, ya no era de ninguna parte. No sabían que aquel hombre era ambicioso, decidido pero sobre todo que tenía un capricho, una única mujer que le agitaba sus sentidos. No era del todo justo llamarle capricho, pero estar con Alexis había sido tan complicado desde siempre, que tampoco era justo llamarle amor. Pero esa era su esencia, su poderosa razón. Bradley era totalmente incapaz de recordar la última vez que ver a Alexis fuese fácil,los últimos encuentros habían sido complicados, intensos, casi violentos; paradójicamente todo aquello que les caracterizaba pero no era usual entre ellos, aunque sí con los demás. Frívolos pero tan cálidos entre sí. Nada le aseguraba a Brad que esta vez fuese diferente y en algún recóndito lugar de sí mismo, esperaba que no lo fuera, aquella fugacidad e incluso inestabilidad le mantenían vivo,en cualquier caso, con Alexis nadie podía aspirar a una vida que se ajustara a los cánones considerados normales, siquiera usuales. Pero hoy, la sed le consumía. Sed de besos, de caricias. Estaba seguro de haber llegado al Castillo correcto, los Ivashkov eran ostenciosos y aquello se podía vislumbrar en un instante. No tenía un plan a partir de ese momento, eso solía incomodarle pero no significaba que no estuviera preparado; había considerado las posibilidades. No podía solo irrumpir en un hogar de brujas y magos que no le conocían, no sabía que reputación tenía ahí, pues estaba completamente seguro de que un día, aquella mujer podía vanagloriarlo mientras que otro, maldecir su nombre, aquellos demonios suyos a los que había aprendido a ser inmune. Su única solución era llamar a la puerta, usar su carta favorita: manipular las personas, curiosamente aquellas que no le conocían eran las más fáciles de encantar con una personalidad envolvente, unas cuantas palabras amables, un par de cumplidos. Nada era más letal que una persona capaz de reconocer personalidades y usarlas a su favor y Brad, en todo su egocentrismo, se creía el mejor en aquello y conocía una única rival, aquella mujer que perseguía, envolvente, adictiva, letal… suya. Llama a la puerta, no sabe quien le espera detrás de las pesada madera. Pero tiene preparadas sus palabras. – Mi nombre es Bradley Miller y necesito ver a Alexis. La única fuerza capaz… pasión.

Datos Personales Nombre del Personaje: Bradley Miller Sexo: Masculino Edad: 27 Nacionalidad: Británico Familia(s): - Miller Padre(s) Sanguíneo: -- Padre(s) Adoptivos: -- Trabajo: -- Poderes Mágicos: Rango Social: Aprendiz. Bando: Neutral. Rango dentro del Bando: -- Nivel de Poder Mágico: 0 Puntos de poder en objetos: 20 Hechizos adicionales: -- Puntos de poder en criaturas: 0 Criaturas controlables en asaltos y duelos: -- Habilidades Mágicas: -- Conocimientos Especiales: -- Perfil del Personaje: Raza: Humano Aspecto Físico: Su figura es imponente con sus 1.88m de altura. Tez trigueña y ojos marrones perspicaces es lo primero que salta a la vista de quienes posan su mirada sobre él. Pelo castaño, a veces largo y desordenado y otras veces corto. Cuerpo fornido y musculoso. Cualidades Psicológicas: "Guessing comes from the necessity of knowing now. Don't guess, wait." Cualquiera que no le conozca dirá que es un hombre misterioso, que no habla mucho e incluso dirían que es desdichado y tiene pocos motivos para sonreír. En buena parte es cierto, es silencioso pero es porque observa, la ignorancia interpreta aquello como misterio. También es cierto que tiene un único motivo para sonreír. Cualquiera que le conozca bien (aunque son escasos los que pueden darse el lujo) diría que nada lo detiene de hacer lo que quiere, que es ambicioso pero tolerante, petulante con aquellos que no conocen ni de sus propios deseos. Se le conoce como arrogante cuando no está a gusto. Suspicaz, pues ha estudiado mucho a las personas. No se deja engañar con facilidad y más que cualquier otra cosa: haría lo que sea con tal de alcanzar lo que quiere, así que es cuidadoso, planificador, detallista e incluso un poco controlador. Difícilmente dará un paso en falso. Historia: “We go where we know but the best place awaits us were we don’t” Por regla, nadie en absoluto sería capaz de decirle a Bradley como vivir su vida cuando durante ésta se había ocupado de hacer ni más ni menos que cuánto se le venía en gana. Pero las reglas fueron hechas para quebrantarse. No hay mucho que pueda decirse de su niñez pues, criado en el seno de una familia muggle, nunca tuvo mayor inconveniente hasta que llegara… ella. A sus tres años, siendo apenas un niño, la vida en su familia cambiaría radicalmente cuando decidieran adoptar a Alexis*, una niña que encantaba a quien posara sus ojos en ella. Cualquiera que viera en la profundidad de su vista azul quedaría, hechizado (no había palabra distinta para describir el efecto). Criados para tratarse como primos, desarrollarían una relación muy cercana hasta que a sus diez años, despertaran ante la desaparición de la niña de escasos siete años. Nunca nada sería normal desde entonces para la familia Miller. La desaparición de Alexis* daría paso a los más extraños acontecimientos, Bradley mostraría sus primeros indicios de su magia, sorprendiendo a todos e incluso poniéndoles en peligro pues trastornado por la pérdida, no era capaz de controlar su magia. Así es como una noche, cuando tenía cerca de 14 años, en una de sus pesadillas había comenzado un desdichado incendio que tomaría la vida de su padre. Preocupado por la estabilidad de su familia, especialmente de su madre y hermanos, decide irse de aquella casa a vivir solo por algún tiempo. Aquí es cuando realmente se comienza a escribir su vida y mucho de lo que es ahora lo debe a las experiencias y adversidades a las que tuviera que enfrentarse desde entonces. Su primer reto sería aprender a controlar su poder y es por esto que busca refugio en una familia de magos que le recibe y ayuda en su educación mágica. El contacto con la comunidad mágica le deja una sed de conocimiento y estudia a fondo todo tipo de conjuros, incluidos aquellos considerados oscuros, nada está exento a su curiosidad. Crecería para convertirse en un hombre ambicioso y cultivado, poco le tomaría por sorpresa y, en especial, pocos serían capaces de rivalizar con sus habilidades. Pero lo que le volvía verdaderamente peligroso era su convicción para conseguir lo que se proponía. Nada se interponía una vez fijado su objetivo, tampoco nadie. Así es como en afán de volverse más poderoso y menos vulnerable emprende una aventura que, aunque sabe que podría ser sin retorno, se vería interrumpida más pronto de lo que esperaba. Seguía los pasos de un conocido demonio, aquel que según le habían dicho le ayudaría en el camino a convertirse él mismo en uno pero debe abandonar todo aquello cuando recibe noticias de su madre: Alexis* ha regresado. A los 23 años, cerca de diez años desde que asesinara a su padre, regresa al hogar Miller. De aquella niña tenía apenas recuerdos borrosos, pues había invertido su adolescencia en olvidar todo aquello que le había hecho dejarlos atrás, pero no podía apartar la idea de que tenía que volver a su hogar y verlo por él mismo. Nada le prepararía para lo que le esperaba. Alexis*, por su parte, había crecido para ser una mujer de cualidades fascinantes, con una decisión y personalidad envolventes y eso era sin incluir su figura letalmente atractiva. Bradley quedaría desarmado ante aquellos ojos azules, hechizado también. No queda ni asomo de los niños que se trataban como primos, si algo, se pueden ver dos jóvenes que han vivido sin miedo a la pérdida o al mañana. Una conexión inexplicable crece conforme se tratan más y no cabe duda, que juntos serían capaz de perder los estribos y gobernar el mundo. Algunos afirman que nada es para siempre, Bradley les corregiría y les diría que no lo es, que cada uno debe encargarse de convertir en “para siempre” su "mientras tanto"; que es una cuestión de determinación y que cualquiera que se conforme, es poco menos que un cobarde. Y es que aquel cuento de encanto (y horror, pues juntos también eran caos) que compartía con Alexis* acabaría sin preaviso alguno y más importante sin explicación alguna. Un día se levantaría para descubrir que se había ido. Efímera sería entonces la palabra que mejor le describía a la relación de los dos... efímera pero infalible. Había dos opciones para el Miller ahora que su capricho personal había desaparecido una segunda vez, aunque él también sabía que no era solo capricho, ya él sabía cuánto la amaba desde aquel preciso momento. La primera sería sumirse en un mundo de depresión y sufrir su ausencia, la segunda sería buscarla en cada rincón y hasta debajo de las piedras. La segunda sería obviamente la que escogería. No tiene pista sobre donde debería comenzar, sabe apenas muy poco ella pero lo tiene claro… buscaría incansablemente hasta dar con ella o perecería en el intento. Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Magicos: Objeto 1: Varita Mágica Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Mascotas y Criaturas: -- Criaturas en la Reserva: -- Elfos: -- Licencias, Tasas, Registros: Licencia de Aparición: -- Licencia de Vuelo de Escoba: -- Registro de XXX: -- Otros Datos: Otros datos: -- Cronología de cargos: -- Premios y reconocimientos: -- Links de Interés Referentes al Personaje: Link al Perfil de Comprador MM: -- Link a Bóveda Personal: Link a Bóveda Trastera: -- Link a Bóveda de Negocio: -- Link a Bóveda Familiar 1: Link a Bóveda Familiar 2: --