Rommel Black

Hola a todos, soy nuevo y me gustaria poder comenzar las clases en Hogwats y cursas quinto año. Dejo aquí los datos solicitados. Cita

Lo único que cambio desde el momento en que todo comenzó era nuestra distancia, ahora 2 metros. Sus heridas se habían curado por completo al igual que las mías. Mientras se acerba, pensaba en cual sería mi siguiente movida, en que debía hacer. Quería acabar con esto lo mas rápido posible pero no encontraba una manera que me parezca la adecuada para hacerlo. Cuando lo tenía a dos metros de mi posición decidí atacarlo nuevamente, Oppugno dije en aquel momento, y de repente un león apareció y comenzó el acecho en contra de mi oponente. Si el ataque se concretara mi peor enemigo quedaría muy mal herido y mis oportunidades de ganar el duelo serian mucho mayores. Un momento después de pronunciar mi primer hechizo, había pensado que debía mantenerlo inmovilizado por lo cual creí conveniente utilizar algo que lograra esto. Incárcerus dije, y tres gruesas cuerdas salieron despedidas de mi varita en direción al otro individuo que se encontraba parado en frente mio. Una de ellas se dirijía a su boca, otra a sus piernas para mantenerlas inmovilizadas y la tercera ataría sus brazos al cuerpo. De esta manera sus movimientos estarían mucho mas limitados.

Afortunadamente el sectusempra que lancé lo alcanzo, vi que se encontraba débil. A pesar de sus heridas se acercaba hacia mi, acortando la distancia. -En que estará pensando- me dije a mi mismo. Todavía sentía un poco de dolor ya que el primer episkey que utilice me curo únicamente las quemaduras mas graves, sabía que debía utilizar otro para componerme del todo. Mientras se acercaba a mi pude ver como movia su varita y pronunciaba su hechizo, en aquel momento mi bota derecha desapareció. Que demonios hace- pensé. Me sentía confuso por lo que hizo. Sin embargo, era una noche muy calurosa, el piso no se encontraba frío para nada y los muggles al fin se habían decidido a mantener limpio uno de sus lugares públicos, no como en tiempos anteriores que eso parecía un basurero. Entonces me decidí a atacar Petrificus totalus dije apuntando con mi varita hacia él. Luego recordé mis quemaduras, por un momento se me había olvidado que estaban ahí, de nuevo pensé en un Episkey sentí mi cuerpo como nuevo, las quemaduras al fin habían desaparecido

No pude decir mi hechizo, no podía hablar, por un momento me sentí confuso hasta darme cuenta de lo sucedido. En este momento pude ver su cara burlandose de mi. Cuando me recupere, vi que comenzaba a mover su varita para pronunciar su segundo hechizo y justo un instante antes de que logre hacerlo dije Sectusempra y un rayo salió de mi varita hacia mi oponente, el cual de impactar, le causaria muchos cortes que necesitarian de una atencion inmediata. Luego de hacer eso me sentí muy debil, comprendí lo que había pasado. El cable me habia tocado el brazo izquierdo, sin embargo, logre sacarmelo de encima un instante después. Luego de hacerlo pensé en un Episkey, solo lo dije en mi mente, no lo pronuncie. Comence a sentirme mejor, lo mire al individuo que alguna vez había sido mi amigo -Que esto es todo? Acabamos de comenzar. Vas a necesitar mas que un cable para detenerme- le dije. Pero a la vez sentía preocupación, sabía que su habilidades habían mejorado notablemente.

Me encontraba vestido con pantalones de jeans los cuales eran de color negro. Una chomba negra, la misma poseía tres rayas de color azul que cruzaban de forma horizontal en el pecho y en el cuello de la misma. En los pies llevaba puesta unas botas de color marron. Aquella noche oscura y solitaria me dirijía por el centro de la plaza, la cual se encontraba desierta, había decidio cruzarla por el centro para poder reducir el camino que debía recorrer. De repente veo que un individuo gira sobre sí mismo sacando su varita y apuntando hacia mi posición, lo reconocí al instante y sabía que no podría seguir mi recorrido sin antes enfrentarme a él, por lo cual extraje mi varita sin dudarlo por un momento. En ese momento vi que un rayo rojo salia de su varita en mi dirección y al instante pronuncié Protego con lo cual logre detener su ataque. Justo después de eso apunté con mi varita en dirección a él y dije incárcerus, en ese momento tres gruesas cuerdas comenzaron a viajar hacía el. Una de ellas comenzo su recorrido hacia sus brazos para atarlos en su cuerpo, otra se dirijía hacía su boca y la tercera a sus piernas.