Altaira Ashryver Delacour

Aleksandra escuchó atentamente las palabras dichas por su acompañante, le resultaba una persona divertida con quien podía sostener una conversación amena. Jamás tuvo el agrado de conocer a un Crowley de hecho conocía a muy pocos magos y brujas en el lugar demasiados años ausente había provocado eso.

-El vino estará bien –era una de sus bebidas preferidas después de todo.

Le resulto muy divertido observar la reacción del mago ante su nombre, era una Delacour, miembro de una familia importante sin embrago era la oveja negra de la familia, siempre desapareciendo, ausentándose por extensos periodos alejada de la familia, sin completar sus estudios o conseguir un trabajo; viviendo de las fiestas, y los viajes.

Sonrió al reconocer que Fokker se encontraba en una situación similar en cuanto al conocimiento de las familias, eran tantas historias y relaciones entre ellas por conocer.

-Pues recientemente volví para terminar mis estudios estaré rindiendo pronto mis E.X.T.A.S.I.S –respondí a la sonrisa de Fokker con otra –No trabajo, pase gran parte de mi vida viajando y disfrutando –estaba segura que la nostalgia de aquellos días se mostraba en su rostro –Mi color favorito es el azul Francia y el plateado y no actualmente no tengo pareja.

Estaba segura que no mencionaría el fracaso amoroso sufrido en Francia, ni siquiera a su mejor amiga y hermana se lo había contado pues era un mal recuerdo que prefería olvidar.

-¿Y tú? ¿Trabajas o estudias? ¿Cuál es tu color favorito? ¿Tienes pareja? –Hizo las mismas preguntas, sonriendo a la espera de una respuesta.

@Fokker

Después de un extenso recorrido, de acertijos, juegos, ataques, humanoides con rostro demasiado sexys y atrayentes para ser reales, corriendo tras las pistas para el encontrar el reloj y entregárselo al seductor individuo de cola esponjosa que se encontraba junto a ellos. Actualmente estaban en las mazmorras frente a una gran cámara, con sus compañeros todos dispuesto a hacer lo necesario para recuperar el preciado objeto del conejo.

Aleksandra no era la excepción, no solo quería encontrar al conejo. Sus ansias por salir del retorcido país de las maravillas iban creciendo cada vez más. Comenzaba a sentirse inquieta especialmente por su querida ahijada, aunque sabía que Venus su elfina la cuidaría como si fuera su propia hija, tenia deseos de regresar y asegurarse por sí misma que la niña estaba bien. Con los nervios a flor de piel podía imaginar que Kamra debía estar peor a cada segundo que pasaba y no solo por Aelin sino también por el resto de sus hijos, el malhumor parecía adueñarse de la peliblanca.

Su demonio también comenzaba a sentirse inquieto y eso no era una buena señal considerando que con una gran fuerza de voluntad lograba contenerla en su interior evitando que saliera a causar problemas y desastres como siempre acostumbraba.

Fue Kamra la primera en lanzar hechizos dispuesta a abrir la cámara, los hechizos hechos por la peliblanca no fueron suficientes, todos debían lanzar sus hechizos para llegar finalmente al reloj. Fokker se había encargado de las guardias enviadas por la reina y de silenciar el lugar ante el desastre inminente que se desataría allí.

En su mano izquierda preparo su varita decidida a abrir la maldita cámara y terminar con aquello de una vez por todas.

-Confringo –el rayo azul golpeo la cámara ampliando la abolladura hecha por su amiga -¿Alguien tiene algo más efectivo?

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Reto conseguido: Reto 11 (Ambos) Participa en la mazmorra A Contrarreloj . (No es obligatoria la participación de la pareja en una misma mazmorra).

Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas):

-Link a la mazmorra: http://www.harrylatino.org/topic/113945-ese-conejo-tiene-un-no-se-que/

-Roles de Fokker:

#6 - #11 - #19 - #25 - #34

-Roles de Aleksandra:

#4 - #14 - #20 - #27 - #30

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Reto conseguido: Reto 4 (Aleksandra) Haz un dibujo de un personaje o elemento de "Alicia en el País de las Maravillas" hecha por vosotros.

Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas): Reto 4

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Reto conseguido: Reto 3 (Aleksandra) Hazte una foto haciendo un corazón las manos.

Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas): Reto 3

Su demonio estaba inquieta dentro suyo. Anhelaba poder salir y sacudir a los bonitos gemelos a un costado para que pudieran pasar sin más. Pero mientras que el grupo no se decidiera, creía que eso no pasaría.

Miró hacia Kamra. Seguía medio ignoradola aunque sabía que en realidad si algo malo le pasará sería la primera en saltar a protegerla. Siempre con sus instintos protectores a flor de piel. Eso sin duda la hacía una buena madre con sos quintillizos y el pequeño Richard. Luego intentaría conversar con ella para lograr hacerla entender de que no había deseado nada de aquello. Pero mientras Kamra conservara sus distancias era mucho mejor dejarlo así como estaba. Alessandra, la esposa de la mujer, podría hablar con ella con más detenimiento y lograr que olvidara el asunto.

Su zapato sonaba contra el suelo del sendero, delatando su nerviosismo cual faro. Celaena se revolvió en la mente de la rubia, llamando la atención de su anfitriona para que le dejara la situación en sus manos. Aleksansdra no estaba dispuesta a hacerlo ya que no había podido ayudar en casi nada en toda su estadía en aquel mundo de horror.

- ¿Si saben que se ven ridículos ahí parados verdad? - casi les gritó a los gemelos de nombre casi inpronunciables - apuesto a que esos caminos nos llevarán al mismo lugar.

Aleksansdra estaba muy tentada a empujar a un lado a cualquiera de los dos y salir corriendo en cual alma que lleva al diablo. Supuso que no sería de mucha ayuda, ya que tenían más oportunidades de salir estando unidos.

Suspirando de forma audible se giró hacia sus acompañantes - ¿Que sugieren, por el amor de todos los santos?

La perversión pululaban en el aire, Aleksandra finalmente comprendió porque razón no sentía aquella lujuria, el deseo desenfrenado de sexo hacia las criaturas humanoides demasiado sexys para ser reales, especialmente hablando del conejo quien aunque la atraía con su aroma no provocaba el deseo sexual de están con él.

Celaena la había estado protegiendo, su parte demonio se había encargado de evitar que exudara sexo por los poros, sin embargo no logro que el efluvio tan seductor del humanoide de orejas y rostro de adonis la atrajeran.

Agradeció a los dioses por estar en ese grupo cuando Melrose logro sacarlos de la casa de la pervertida libre, con un ingenioso acertijo dejando con la boca abierta al sombrerero. Sentía deseos de gritar de felicidad en cuanto salieron adentrándose una vez mas al espeso follaje de arboles que los guio por un camino que al final se bifurcaba en dos.

Aleksandra no estaba realizando una gran contribución, y temía volverse una carga para el grupo. También podia sentir la tensión proveniente de su amiga debido al incidente de la niña, conociendo a la peliblanca prefirió dejarla tranquilizarse y evitar tocar el tema al menos hasta salir del retorcido país de las maravillas.

Esta vez dos gemelos se entrometían en sus caminos, evitándoles pasar e instándolos a realizar la tarea impuesta por ellos. Podían ser dos pelirrojos esculturales pero en ese momento se encontraba demasiado molesta para que le importase.

-Genial -bufó la demonio rubia -Tonto uno y Tonto dos decidieron aparecer.

Fokker y Kamra comenzaron a cantar para el elegir el camino que seguirian, Leks no tenia deseos de cantar sin embargo, sus deseos de salir de esa tierra superaba su vergüenza por lo que decidió seguir con el infantil canto.

-De tin marin de do pingüe... -canto observando a sus acompañantes -No pienso cantar mas que eso.

Después de su loca carrera, el grupo y Aleksandra lograron finalmente adentrarse en el mundo de las maravillas, cayendo directamente en una bifurcación con una enorme cantidad de caminos que comenzaban a marearla. Sin embargo, tenían poco tiempo, no estaban seguros de cuanto, pues el pomposo sexy no les había dicho, simplemente estaban seguros que debían moverse con rapidez para encontrar el reloj y finalmente al sexy espécimen que los metió en aquel extraño y particular mundo.

El problema era que no sabían dónde buscar, y observando la cantidad de caminos, sin duda la demonio supo que el país de las maravillas era demasiado grande.

Después de algunos minutos tomaron el camino con dirección a la casa de la libre, entrar al lugar le generó escalofríos, no tenía un buen presentimiento por cual saco su varita prefiriendo tenerla cerca en caso de otro loco escape apresurado.

Pronto llegaron a la casa de la Liebre...no era en absoluto lo que esperaba. Rodearon la pequeña construcción para darse cuenta que era muy pequeña en comparación a lo que encontraron detrás: una mesa enorme con mantel púrpura repleta de los más deliciosos manjares, y a su alrededor, los seres más excéntricos que alguna vez conoció.

- Buenas tardes - era lo único que había conseguido mascullar, abriendo los ojos hacia sus compañeros, sin poder creer que hubieran aceptado quedarse con esos locos.

Al pasar frente a la liebre de marzo, tuvo que hacer una ágil maniobra para escapar de sus manos amasadoras. La vista de su rostro, aunque guapo, le revolvió el estómago. Ahí no había más que perversión pura. Sin dudas quería que saltará con el...de otras maneras.

El hombre a la cabeza de la puerta - El sombrerero - hizo un ademán con la mano hacia ella, invitándolos a sentarse y a probar su té...mientras respondiera sus acertijos.

¿Qué podía hacer además de eso? Suspirando sonoramente, la rubia tomó el extremo más alejado de la liebre, sin perderla de vista.

Estaba rodea de rostros en su mayoría desconocidos, excepto por uno del cual en aquel momento prefería escapar sin embargo el deseo irracional de perseguir con sigilo al conejo de aroma atrayente era mayor, por lo cual decidió acercarse más al grupo, ellos parecían encontrarse en la misma situación con respecto al conejo mitad humano extrañamente sexy.

Uno a uno comenzaron a presentare, la demonio intento recordar los nombres de todos, los nombres después de todo nunca habían sido su especialidad. Su amiga procedió a presentarse, y Leks se movió con sigilo intentando ocultarse detrás de alguno de sus acompañantes, sin embargo, Kamra se interrumpió al notarla entre los presente. Aleksandra no se equivocó al predecir que la peliblanca la regañaría en cuanto reconociera su presencia.

-Por todos los infiernos – murmuro entre dientes antes de observar a la Ashriver -En primer lugar, yo no decidí lanzarme a un hueco simplemente apareció en donde estaba, y no te preocupes tanto tuve la precaución de pedir a mi elfina que se la llevara y la protegiera. –Ciertamente su elfina era muy leal y sabía que debía mantener el sigilo para que nadie supiera de su desaparición. -Soy Aleksandra Delacour. –se presentó con un asentimiento y una sonrisa.

La Delacour se acercó a la joven presentada como Melrose, quien le había sacado a su hermano Richard un frasco con un líquido capaz de volverlos lo sufrientemente pequeños para pasar a través de la ranura y seguir al sexy espécimen. No dudo en beberlo, sintiendo como su cuerpo se encogía, siguió a sus acompañante siguiéndolos con sigilo, realizando la menor cantidad de sonido posible pues no estaba segura de lo que encontrarían al otro lado.

Reuniéndose con el resto del grupo comió los dulces “cómeme”, sintiendo como volvía a su altura normal.

En su camino fueron interceptados por guardias de rostros demasiado bellos para ser real vestidos con ropas que los hacia parecer naipes, Aleksandra pensó que solo personas tan bellas podrían lucir bien ropas tan horrendas y fuera de moda.

No se detuvo a hablarles corriendo detrás de sus compañeros, decidida a escarpar, con sigilo se reunió con el resto del grupo escuchando atentamente las indicaciones de Melrose sobre aquellos increíbles objetos que los ayudarían.

No tuvo que decidir en que dirección correr pues la peliblanca la tomo del brazo arrastrándola con ella. Aleksandra rodo lo ojos mientras la sobreprotectora demonio la arrastraba por el lugar. Sus ojos verde agua estudiaron el entorno mientras era llevada, intentando captar alguna pista de atrayente conejo.

Aleksandra pensó que debían actuar con mucho cuidado si quería encontrar al sexy hombre de orejas y cola esponjosa, y por supuesto también salir de allí vivos.

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Reto conseguido: Reto 17 (Aleksandra) Postea al menos 3 veces en todas las mesas de la gala. (Los roles se computarán a cualquiera de los miembros de la pareja)

Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas):

-Mesa de Tweedledum y Tweedledee

#23 - #26 - #28

-Mesa del Conejo Blanco

#25 - #45 - #47

-Mesa del Sombrerero

#47 - #50 - #54

-Mesa de la Reina de Corazones

#28 - #32 - #34

-Mesa del Gato Cheshire

#47 - #50 - #53

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Reto conseguido: Reto 8 (Ambos) Haz un rol romántico y/o anti-romántico con tu pareja de la gala en el topic de "Jardín de las Flores" (mínimo 1 posteo de cada miembro de la pareja).

Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas): Reto 8

#131 (Aleksandra) - #139 (Fokker) - #140 (Aleksandra)

Después de escabullirse Celaena no dudo en abrir cada puerta que apareciera en su camino, revisar detrás de casa tapete o esquina oscura, encontrando en su camino amantes demasiado ensimismados para notarlos. Con una sonrisa cruel lanzo hechizos a diestra y siniestra a quien encontrara, causando entre ellos crecimiento excesivo de diente, forúnculos por todo el cuerpo y hechizos aún peores que en aquel momento no tenía deseos de mencionar.

En ese momento se encontraba divirtiéndose a lo grande, causar problemas le provocaba un enorme éxtasis, ser cruel especialmente con quienes lo merecían la divertía enormemente y ya podía sentir a Aleksandra removiéndose inquieta. Pero Celaena apenas comenzaba a divertirse y no se detendría pronto.

En una de las tantas habitaciones encontró una botella de bourbon que dudo en tomar, bebiendo directamente de ella mientras continuaba su exploración.

La conocida voz de una demonio peliblanca la hizo detenerse abruptamente, apretando los labios volteó a ver a la Ahriver con la furia y el recelo plasmado en su rostro.

-Kamra –saludó sin permitirle responder -Puedes ahorrarte cualquier discurso moralista que tengas en mente, no pienso escucharte –Celaena sonrió era momento lanzar una advertencia a la peliblanca -¿Quieres detener el sufrimiento de tu amiga? Entonces enséñale que la oscuridad no siempre es maldad.

La Ashriver podía tomar el consejo y ponerlo en práctica o hacer oídos sordos a ella. Celaena no tenía particular interés en saber lo que haría, el sufrimiento de Aleksandra no se detendría hasta que aceptara quien era y abrazara la oscuridad dentro de sí misma.

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Reto conseguido: Reto 8 (Ambos) Haz un rol romántico y/o anti-romántico con tu pareja de la gala en el topic de "Jardín de las Flores" (mínimo 1 posteo de cada miembro de la pareja).

Demostración del cumplimiento del reto (links o capturas):

Post 1 - Post 2 - Post 3

Estaba demasiado perdida en sus pensamientos cuanto escucho la voz de un hombre hablándole, salto ligeramente por el susto, Aleksandra se regañó a si misma por no estar en alerta constante cuando se encontraban en un mundo desconocido, lleno de peligros.

Empujando sus pensamientos a un lado levanto la mirada sonriendo a su pareja por el halago dirigido a su atuendo.

-Gracias, es un placer conocerte formalmente Fokker mi nombre es Aleksandra Delacour –Se presentó formalmente, riendo al oír el comentario sobre las flores –Creo que se lo tendrían bien merecido por ser tan entrometidas y envidiosas.

Observo a las flores mirarlos con enojo, por cual no pudo evitar sentirse encantada pues prefirieron cerrar la boca ante la amenaza de su desaparición. Aleksandra sabía que su demonio disfrutaría realizando tal tarea dirigida a las molestas flores.

-¿Quieres sentarte? –Pregunto con amabilidad –Podemos ordenar algo mientras hablamos para conocernos más –tomó la carta de menú -Tengo curiosidad por tu familia, el apellido me resulta conocido ¿Viven en Ottery? He estado ausente del mundo mágico por cual se poco sobre las familias y sus integrantes.

Aleksandra podía ser una verdadera ermitaña cuando se lo proponía, caer en el país de las maravillas estaba trayendo algo bueno después de todo comenzaba a conocer a mas magos y brujas haciendo nuevos amigos.

@Fokker

Aleksandra se encontraba en la cocina de la mansión Delacour esperando a que su elfina terminara de calentar el biberón para su ahijada mientras ella hacia caras graciosas para entretener a Aelin. Su amiga le había permitido cuidar a la niña luego de quinientas recomendaciones y amenazas, la única respuesta dada por Leks fue rodar los ojos.

Iba a tomar a Aelin entre sus brazos para darle el biberón cuando sintió la tierra moverse bajo sus pies, su primera reacción fue sacar su varita e indicar a la elfina que llevara a la niña a la habitación. En cuanto desaparecieron de su campo periférico sintió la tierra abrirse y tirar de ella al interior, su fantasmal grito supuso se habría escuchado en toda la casa.

Sintió su trasero chocar contra la tierra y no pudo evitar maldecir, mataría al que la saco de su casa, dejaría salir a su demonio para que lo tortura lentamente antes de asesinarlo.

-Maldición –murmuro levantándose, limpió sus Jeans blancos de la tierra que se adhirió, supuso que su cabello lacio de color rubio platinado estaría hecho un desastre.

Asegurándose que no estaba herida, noto que tenía el biberón de la niña entre sus manos.

“Aelin hará un berrinche” pensó sabiendo que su ahijada no comía si no era con su biberón favorito. “Su madre va matarme cuando se entere”

Supuso que se salvaría mientras su elfina no hablara, no tendría por qué saber nada de lo que había pasado. Aleksandra debía apresurarse a salir de allí y volver antes que su sobreprotectora amiga se enterase.

Decidida alzó la mirada, paralizándose casi al instante al sentir un hipnotizante aroma, ignorando la presencia de otros a su alrededor, sus ojos se encontraron con dos esferas azules atrayentes, era un conejo mitad humano. Apenas logro concentrarse lo suficiente para entender que deseaba ayuda para buscar su reloj.

La parte racional de Aleksandra no quería ayudarlo, la irracional por otro lado comenzó a seguir a aquella cosa de increíble aroma.

Vio al conejo mitad humano, encogerse de la nada y cruzar a través de una abertura hacia lo que supuso era su madriguera. En cuanto la criatura desapareció de su vista logro recuperar algo de su lucidez comprendiendo que no estaba sola pues otras cinco personas la acompañaban y solo a una de característico cabello blanco logró reconocer.

-Oh por todos los dioses –maldijo en voz alta, definitivamente la peliblanca la mataría.

Después de vueltas y vueltas su curiosidad por el país de las maravillas la llevaron hasta un jardín lleno de flores parlantes, comidas y bebidas de todas las clases y colores, todo era increíblemente atrayente. Había escuchado de ese lugar, magos y brujas con quienes se cruzaban hablaban de él.

Aleksandra supuso que siendo un lugar tan encantador, del cual muchos hablaban, tendría quizás la oportunidad de encontrarse con la persona que fue designada como su pareja. Agradeció haber cambiado su vestido verde por un vestido negro de mangas largas, podía sentir una suave brisa fresca corriendo por el lugar.

-Ese vestido la hace ver gorda

El comentario la hizo detenerse, mirando a las flores parlantes como si no fueran más que basura, se burló de ellas con una sonrisa. Ignorándolas abiertamente camino hasta una de las mesas pidiendo una copa de vino, tomo asiento observando a las parejas con aburrimiento.

La fiesta comenzaba a causarle cierta nostalgia, provocándole recuerdos de un día de los enamorados hace tantos años atrás vivido en Francia con personas y un ambiente completamente diferente. Recordar aquellos días, comenzaba a causarle dolor y tristeza; culpaba a Celaena de la mayor parte de su pasado turbio la demonio era la razón de la persona en la cual se había convertido.

Empujo sus pensamientos al fondo de mente decidida totalmente a pasar un momento agradable y quizás encontrar a su acompañante.

@Fokker

Su mirada se volvió hielo puro, sabia lo protectora que era la Ashriver con Aleksandra, especialmente después de descubrir que eran hermanas de sangre. Una parte de Celaena se alegraba por Leks pero otra la sentía como una amenaza. Sin embargo, sabía que Leks jamás le platico la verdadera razón detrás de tanto odio hacia la oscuridad y la maldad.

-Oh, mis disculpas por interrumpir su momento meloso – respondió sin sentirlo realmente.

En cuanto Kamra tomo su mano preguntando por Leks la sintió intentando retomar el control. Celaena no lo permitió empujándola al fondo de su mente, apretó los dientes retirando bruscamente su mano de la peliblanca.

-Lo sé, el blanco es más… interesante –Empujo la silla sin haber tocado la comida, su apetito había desaparecido –En cuanto a Aleksandra no la veras por un largo tiempo… Se ha tomado unas largas vacaciones.

Se paró frente a la pareja sonriéndoles con cinismo.

-Disfruten de la fiesta chicas, estaré visitándolas pronto -Volteo caminando a la salida con su habitual porte de elegancia y sensualidad.

Celaena observo el menú, mientras observaba a su alrededor, las parejas repartidas por el salón disfrutando de la fiesta las demostraciones de cariño comenzaban a darle diabetes. Los guardias parecían en su mayoría distraídos al igual que la reina de corazones quien parecía deleitarse con la cantidad de invitados.

-Pediré las galletas artesanales y una taza de café colombiano

Siguió estudiando los alrededores mientras los sirvientes traían su pedido, no se molestó en observar sus rostros o siquiera agradecerles como hubiera hecho Aleksandra. La bruja tendía a irritarla la mayoría del tiempo mostrando siempre su lado amable cuando la demonio sabia la verdad aquellos secretos oscuros de su pasado que escondía, momentos en los cual Celaena permaneció oculta observando todo cual espectador a una película.

Si ese maldito amante de su pasado, tan moralista y mojigato no se hubiera cruzado en su camino, la guerra interna que Leks y ella sostenían no existiría.

Empujo la silla, levantándose en silencio para no llamar la atención, cruzo el salón como si fuera a dirigirse hacia el baño dando un giro brusco al último momento tomando otro camino hacia un pasillo desierto.

Era hora de investigar.

Su pregunta fue totalmente ignorada por el gato, quien desapareció entre las sombras. Bufando volteo hacia la mesa encontrando el conocido rostro de Kamra entre los presentes en compañía de Alessandra.

Celaena se abstuvo de rodar los ojos al oír el comentario de la Ashriver, siendo quien era los problemas eran una parte más de ella. A todo eso, sentía cierto recelo en acercarse a la pareja especialmente cuando corría el riesgo de que la peliblanca la suprimiera dando nuevamente el control a Aleksandra, lo que se negaba rotundamente a permitir.

Aun así camino hasta allí tomando el lugar frente a la pareja, pues si algo sucedía tendrían al menos una mesa de por medio.

-Kamra –Saludo reticente –Alessandra –dedico una sonrisa a su sobrina -¿Están disfrutando de la fiesta?

Mientras esperaba la respuesta de la pareja, tomo la carta con el menú. Maldiciendo al considerar que todo cuanto había no parecía ser comestible, aun así, demasiada caminata y le había dado hambre.

-Quiero el conejo asado –lo único normal en el menú pensó con ironía –Y una copa de Malbec.

Sus ojos brillaron al ver los postres, el chocolate era su adicción, y sin importarle la reciente experiencia con los postres de la fiesta de té quería probar aquella cascada de chocolate con pequeñas frutas.

-Ustedes ¿ya han ordenado? –su mayor preocupación residía en que aquello no la convirtiera en una enana o hubiese algo envenenado.

Después de dar suficientes vueltas, cayendo de fiesta en fiesta, Celaena la demonio de Aleksandra llego a la conclusión de que quizás la salida podría ser encontrada mediante la culpable de esta situación: la reina roja. Supuso que ese inmenso castillo habría algo que la sacara de allí.

Sin pensarlo mucho, Celaena se encamino directamente al castillo. Su vestido negro arrastrándose tras ella mientras se acercaba a la puerta custodiada por los naipes armados que no dudaron en cerrarle el paso alegando que no estaba en la lista.

Su sonrisa se volvió felina al observarlos, saco su varita moviéndola con rapidez los convirtió en macetas de hierba para gatos. Siguió su camino adentrándose al interior del castillo hasta llegar al salón de juicios. Podría odiar a la vieja loca, pero debía admitir que esa combinación de colores era exquisita. Tomando asiento en la mesa de cristal observo a la reina sentada en su trono de oro, los guardias alrededor eran demasiados aun así encontraría su oportunidad de escabullirse e investigar por las habitaciones.

Uno de los sirvientes se acercó a ella entregándole la carta del menú, Celaena lo tomo observando si había algo comestible, aunque con la experiencia vivida en la mesa del sombrerero guardaba cierto recelo.

Aleksandra no estaba segura de como sucedió, pero sus pies la habían llevado directamente hasta la madriguera de un conejo, con la esperanza de encontrar a aquel maldito conejo blanco al que siguió y la llevo a caer a ese loco mundo entró a buscarlo sin conseguir nada pues allí no había rastros de ningún animal.

La situación comenzaba a agotarla, no importaba cuanto lo intentara no podía salir de allí, al menos ella no lo había conseguido, pero quizás... esa otra parte dentro de sí misma que lo conseguiría.

Su demonio.

Su parte cruel, decidida y despiadada no tendría problemas en enfrentarse y quitar del camino a quien fuera para conseguir salir de allí. No tenía más opción que negociar con el mismísimo diablo porque si, su demonio era Lucifer encarnado como mujer.

"Celaena" llamó en su mente "Te cedo el control, sácame de este lugar"

Sintió la sonrisa del demonio y luego las garras en su mente encerrándola en un lugar oscuro y solitario.

Celaena sonrió sintiendo como el cabello rubio se teñía de blanco y los ojos plata se volvían completamente en un tono verde agua con destellos negros.

Con un movimiento de varita reemplazo el vestido verde a uno más sensual y revelador. Dejando que sus sentidos tomaran el control encontró los ojos y la sonrisa de un gato observándola, comprendiendo que el animal quería que lo siguiera... así lo hizo. Siguió un sendero que a cada paso se volvía más y más oscuro, sin embargo, podía escuchar voces a la distancia.

"Otra fiesta" dedujo.

Siguió hasta dar con el lugar provisto de una mesa, iluminadas por la luz de las velas. A pesar de contar con los utensilios necesarios no había comida en el lugar.

Alzó una ceja observando al gato sonriente.

-¿Se supone que debo sentarme?

Celaena no pudo evitar sonreir con cinismo a Kamra o mejor dicho Nyx, aunque con solo mirarla sabia que la Ashriver no lidiaba con los problemas de control sobre su criatura como lo hacia Aleksandra.

-Es cierto -Se quito la mascara con un movimiento se la mano -Tome el control, tu amiga es demasiado... debil para ciertas situaciones y eso querida no es mi culpa. -Se acerco hasta la peliblanca cual hiena acechando a su presa -Mi nombre es Celaena y no podras deshacerte de mi tan facilmente.

Volteando abruptamente, observó a Alessandra con una sonrisa menos cruel a la cual acostumbraba, la chica era familia despues de todo y por mas cruel que la demonio pudiera ser no perdujicaba a su familia o al menos lo intentaba.

-Sera un placer acompañarte querida -tomo el lugar frente a la rubia, sivierdose una copa de vino -¿Porque no me cuentas como va tu vida de casada? Tus hijos deben haber crecido mucho en este tiempo.

@ @

Su condición diminuta comenzaba a estresarla, había intentando gritar pidiendo ayuda sin éxito alguno, trepar por el mantel no había sido una gran idea pues termino cayendo sobre su trasero y golpeando su espalda.

Maldiciendo Aleksandra salió de su escondite debajo de la mesa, caminando entre los invitados con la esperanza de que alguno la notara cuando sintió antes incluso de verlo el golpe que la lanzó unos cuantos metros lejos de su posición obligándola a caer una vez mas sobre su trasero.

"Detesto esta fiesta del té" pensó irritada.

Lo primero que vio al alzar la mirada fue aquel cabello blanco como la nieve, la reconoció al instante.

Su amiga no perdió tiempo en dar rienda suelta a su risa, burlándose de su deplorable situación actual; no podía enojarse con Kamra pues ella haría lo mismo si estuviera en su lugar.

-Cuando termines de burlarte... ¿Podrías ayudarme a volver a mi estatura?

Aleksandra se cruzó de brazos mirando con el seño fruncido a la peliblanca.