Después de haberme enterado de los secretos de mi madre en su lecho de muerte, me había dispuesto a encontrar a mi verdadero "padre", la sola mención de aquella palabra me ponía tenso, después de haber vivido la vida entera sin el, creyendo ser hijo de otro hombre, el cual me había dado su cariño y educación, me era difícil hacerme a la idea de que ahora tenía uno biológico. De no ser por que le había prometido a mi madre buscarlo, hubiera omitido aquella información y seguido con mi vida.
Había viajado hasta Londres para buscarlo sin saber que esperar, tenía la impresión de que no seria muy bien recibido, ya que según el relato de mi madre, el tampoco estaba enterado de mi existencia, lo cual reducía mis posibilidades de éxito. Aun que a decir verdad no tenía claro que era lo que esperaba de aquel encuentro, no necesitaba que tomara bajo su amparo, yo era prácticamente ya un adulto, con una buena fortuna herencia de mis padres.
Quizás era mas mi curiosidad por conocerle lo que me había impulsado a ir en su busca. Me había esmerado en verme a la altura de la circunstancia, siempre había creído que la primera impresión era fundamental, por tanto quería estar impecable. Un pantalón oscuro, una camisa gris a cuadros habían sido la elección.
Y finalmente estaba ahí frente a la puerta de aquella impresionante edificación, después de haber visto palacios y castillos, aquel pueblo no era precisamente pintoresco, por el contrario parecía estar lleno de lujos y opulencia. Unos pasos adelante un hombre y una joven esperaban, probablemente a que les abrieran la puerta, me quede un segundo mirándolos cuando esta se abrió y ambos entraron, apresuré el paso para evitarme la llamada y entrar junto con ellos al castillo.
No parecieron notarme entre saludos, por lo que tuve que saludar para llamar su atención. - Buenas tardes, quisiera saber si vive aquí Jeremy Askar Triviani...