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Lacrimosa Malfoy

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Mensajes publicados por Lacrimosa Malfoy

  1. Conforme los días avanzaban también lo hacia la desesperación que el ojimiel sentía al estar en aquel pueblo. Ottery había dejado de ser aquel sitio en donde uno a uno los magos más poderosos o más ególatras se erguían al andar entre sus calles con ese aire de suficiencia que muchas veces incluso a Lacrimosa, había provocado más de un altercado. Sus pasos en el interior de la mansión Malfoy retumbaban de una forma seca. Llevaba consigo aquella túnica negra que había encontrado en lo que alguna vez había sido su habitación y que en aquel momento, parecía más una bodega llena de polvo con un rincón en donde alojarse hasta que supiera que sería de él y su “divertida” vida.

     

    Debajo de la túnica se podía observar un suéter azul marino y una camisa clara con el cuello pulcramente estirado, así como unos pantalones hechos a la medida de color oscuro. Sus cabellos castaños tapaban en ocasiones su visión, cosa que solucionaba con un sutil pero constante movimiento de la mano pasándolos sobre su cien.

     

    - Señor, hasta cuándo piensa quedarse en la mansión? – preguntaba uno de los elfos con mucha curiosidad, así como una cautela digna de cualquier criatura que hubiese conocido los años “mosos” del ex mortifago y líder de la marca.

     

    - Será hasta que algo divertido, aventurero o de un hermoso escote y sinuosas curvas me haga querer cambiar de opinión, lo primero que llegue. Vivir a cuestas de las riquezas familiares no vienen a mal de vez en cuando… - dijo con un tono relajado y sumamente irónico, mientras entraba en el vestíbulo principal.

     

    De pronto un sutil aroma se apoderó del gran espacio. Los sentidos del hombre se tensaron de una forma peculiar, como de aquel que recuerda súbitamente una serie de eventos y al mismo tiempo cree estar en un sueño o peor aún, una mala pesadilla.

     

    - Pero… pero señor, no tiene ni donde dormir! – en un impulso, la pequeña criatura alzó la voz creyéndose más de lo que era, un simple sirviente.

     

    - Sabandija… - sus palabras se quedaron en el aire, al tiempo que éste giraba sobre sus talones para continuar su andar.

     

    Sin embargo, poco duro el trayecto, ya que de inmediato y al pie de las escaleras su cuerpo chocó estrepitosamente contra una mujer. Sus reflejos por más oxidados, aún fueron lo bastante veloces para tomar a la mujer entre sus brazos antes de que ésta lograra tocar el suelo y con ello, llevarse un par de heridas que en aquella familia eran signo de debilidad, aún más si se trataban por torpezas dignas de un Black.

     

    Su cuerpo quedó recargado sobre una de las viejas paredes del vestíbulo, mientras que uno de los cuadros caía y el pequeño elfo se las ingeniaba para no permitir que se rompiera. De inmediato Lacrimosa observó la cabellera que tenia cerca del rostro. Cerró un poco los ojos y como si se tratara de una fresca mañana de invierno, inhalo aquel aroma que anteriormente había sentido. Llenó sus pulmones hasta no poder más, dejando escapar un bufido de resignación y alegría la mismo tiempo.

     

    - Veo que muchas cosas en esta casa han cambiado, pero no cabe duda que muchas otras siguen igual de torpes. – Una discreta sonrisa se formó en sus labios, esperando que aquella mujer levantara el rostro, lo besara, le pidiera hacerla mujer nuevamente o por lo menos… ofrecer una disculpa por aquel altercado.

     

    Sus palabras pese a la sorpresa del momento, no perdían aquel tono suficiente e irónico que a lo largo de los años lo habían caracterizado como uno de los magos más… peculiares del lugar.

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  2. - Massino Macnair… Macnair… - las palabras del ojimiel tenían aquel tono burlón de siempre cada que algo le disgustaba y aquella noticia no era para menos. – Me parece que no recuerdo a nadie con ese apellido, incluso no recuerdo que existan en el mundo. – una sonrisa irónica se formó en sus labios, sin apartar la mirada de aquel niño que parecía un ser más curioso de lo que debería…

     

    El frío que anteriormente había recorrido su cuerpo, poco a poco descendía gracias al calor que aquel castillo podía proporcionar, o quizás, era el ver de nuevo la deslumbrante figura que pese a un hijo y varios años encima, la mortifaga mantenía y podía ser su dulce debilidad.

     

    - Ni yo mismo lo sé, aunque recuerdo vagamente que la última vez tu sabias bastante bien en donde, como y con qué ropa o sin ella, estaba antes de partir… - durante unos segundos, la mirada de Lacrimosa se posó sobre lo que parecía un anillo de bodas que llevaba la mujer en la mano.

     

    Esa misma mañana al llegar a Ottery, Lacrimosa se había hecho la misma pregunta ¿Dónde había estado? ¿Cuál era el motivo incluso de su visita a la Triviani?. Entonces comenzó a andar con desgana en el interior del vestíbulo, deteniéndose frente a una de las salidas que comunicaba con los jardines traseros. Fuera del castillo, en el vacío jardín que aún mantenía aquellos tonos verdosos que poco a poco se desgastaban, no corría ni una pizca de brisa. El cielo era una extensión uniforme de nubes grises; parecía que quisiera llover pero no lograba reunir la fuerza suficiente para desbordar aquellos cielos sobre el viejo Ottery.

     

    - ¿Estas segura de que quieres mantenerme dentro de tu hogar? – preguntó el mago girando para observar a Alyssa y acercarse hasta ella a no menos de un metro, permitiendo que su aroma lograra llenar sus sentidos. – Creo que tenemos mucho de que platicar, quizás hasta el anochecer y el siguiente amanecer… - hizo una pausa prolongada en su última frase, observando de reojo a su Massimo. - ¿O papi llegará? – se dirigió hacia el pequeño que no paraba de mirarlo.

     

    - Al parecer me he quedado sin un sitio fijo donde estar durante un tiempo y he pensado que quizás no te molestaría darle cabida a un viejo amor. – poco a poco sus pasos inconscientemente lo acercaron demasiado a la mujer, casi sintiendo el suave roce de sus labios. – Espero seguir siendo bienvenido.

     

    @@Alyssa Black Triviani

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  3. La espera parecía ser eterna, sin embargo aquel castillo siempre había tenido un encanto bastante peculiar en cada uno de los jardines que lucían a la llegada de cualquier visitante. Sus ojos color miel lograban ser iluminados por el sutil reflejo de las antorchas que había en la entrada, sin embargo, pronto logró escuchar el crujir de la puerta abriéndose de par en par.

     

    En un rápido giro sobre sus talones el mago logró estar frente a una mujer que sin lugar a dudas jamás dejaría de sorprenderlo. Sus labios se curvaron de una forma bastante peculiar y llena de intriga al observar a Alyssa, tan… tan espectacular como siempre, aunque llevaba en brazos un objeto bastante raro.

     

    - ¿Sorpresa? – dijo observando a la mortifaga directo a los ojos, para luego recorrerla sutilmente de arriba abajo confirmando que todo estaba en su lugar. – No sé quién de los dos podría estar más sorprendido, el niño, tu o yo. ¿Es un niño, cierto?

     

    Sin esperar una invitación por parte de la Triviani, el mago avanzó hacia el interior del castillo, no sin antes acercarse con aquellos movimientos elegantes a su rostro para depositar un beso en la comisura de sus labios. Estiró una de sus manos hacia la mejilla rosada del pequeño, dando un ligero gesto cariñoso que no duró más de dos segundos antes de continuar al interior del recibidor.

     

    - ¿Llego en un mal momento? – en el salón al parecer había una mujer de la que nunca había visto o escuchado algo, sin embargo parecía apresurada, asustada e incluso incomoda. - … hasta luego? – rápidamente la chica había salido rosando un costado de su túnica sin decir ni una palabra más.

     

    El calor que se podía experimentar en el interior era demasiado reconfortante. Por algunos momentos el silencio que se apoderó de ambos magos resultó confuso e incluso extraño, sin embargo los jugueteos que aquel ser tan pequeño hacía rompieron el hielo que se había formado.

     

    - Veo que has estado bastante ocupada. Jamás pierdes el tiempo Alyssa. – una sonrisa acompañó las palabras del hombre, que no paraba de mirar a la bruja con una curiosidad única, intentando distinguir algún rasgo conocido en aquel niño que llevaba en brazos. – Perdona pero parece que has visto a un muerto.

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  4. Era pasada la media noche, cuando el sonido de unos pasos perturbó el enigmático silencio que siempre se creaba en las viejas y olvidadas calles de Ottery. Por fin el verano había terminado, de manera que poco a poco los senderos se comenzaban a llenar de un sinfín de hojas de diversos colores otoñales.

     

    El fuerte viento soplaba aquella noche de una forma abrupta, golpeando el rostro del ya viejo y quizás cansado hombre. Su rostro era bañado paso a paso por cada una de las farolas que se extendían a lo largo de la sinuosa calle que atravesaba el pueblo. Sus pasos llevaban una determinación sin igual, una seguridad de aquellos que podrían recorrer un sitio incluso con los ojos cerrados y saber hacia donde tienen que llegar.

     

    Llevaba una túnica negra que a considerar por la tela en los puños y unas pequeñas pero estilizadas líneas bordadas en color rojo carmesí, parecía ser ropa que solo podría cargar o alguien sumamente rico o un ratero sumamente afortunado.

     

    Una a una las imponentes mansiones iban pasando al lado de Lacrimosa. No recordaba cuanto tiempo había transcurrido, pero en definitiva aquel sitio no cambiaba en lo más mínimo. Todas las familias parecían ser cortadas bajo la misma tijera, predicando el idea de que entre más grande fuese la propiedad, más miedo causaría. Algo bastante ruin considerando que siempre un par de te**s podría hacer la diferencia incluso en la familia más pobre o rica.

     

    - Había olvidado que este lugar tenía toda la pinta de ser un manicomio desde su entrada… - dijo aquel hombre de finas facciones y tez blanca que acababa de detenerse justo frente a lo que parecía un castillo. – Ahora… - observó con detalle la entrada principal del Castillo Triviani antes de ingresar – a lo que vine.

     

    Una media sonrisa se había formado en sus labios al recordar la última vez que había estado en el interior de aquel castillo, pero sobre todo, recordar la buena noche y compañía que había tenido de una de las matriarcas de aquella familia, Alyssa. Sus dedos se apretaron formando un puño que repuso sobre aquella puerta de madera, golpeando un par de veces provocando un eco bastante perturbador en el interior de aquella vieja propiedad que al día de hoy no cambiaba en lo más mínimo.

     

    - Malditos conejos… seguramente estarán procreando más y más… - dijo con un poco de fastidio esperando a ser recibido por alguien o si quiera, tener respuesta ya que parecía un sitio por más olvidado considerando la hora en la que había llegado. – Algo caliente no vendría mal - sus palabras provocaban que un ligero vapor saliera de su boca mientras ambas manos las mantenía dentro de aquella túnica negra que siempre lo había acompañado, cubriendo sus finas ropas dignas de un héroe antaño de batalla.

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  5. En vista de que andaba con algo de tiempo libre y que este pedido tenía algo de tiempo, paso a dejar lo que hice. Espero te guste Bel, y deberías decirle a Mathias que se cambie el nick, no pega en las firmas xD

     

    Un saludo y ojalá la disfruten, de lo contrario tendrán que esperar más tiempo por caprichosos (?)

     

    http://i.imgur.com/YKk8Cwi.png

     

    http://i.imgur.com/LNi87zX.png

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  6. Uy uy uy, supe que iba a estar Gatiux y vine para deleitarme con su voz angelical :bb:

     

    Muy bueno chicos, como siempre felicidades por el gran trabajo que hacen. Es extraño volver a escuchar a May, pero veo que han sacado a muchos viejos de la tumba, ojalá los chicos nuevos aprendan, se quiten el miedo y comiencen a hablar que siendo sincero no conozco a nadie u__ú perros cotizados.

  7. Regreso y ya estoy en las portadas de todos los diarios y en boca de los Vox xDDD tendré que dar más cosas para aparecer siempre en los programas (?)

     

    Chicos, que puedo decir, hace tiempo no escuchaba un Vox y me han sacado una buena sonrisa. Conozco de antemano lo dificil que es armar algo así, y mis respetos por todos los involucrados. Gracias por hacernos pasar un muy buen rato.

     

    Aly... eso no dijiste al gritar de placer :perv: no te hagas la que finges porque tengo marcas que dicen lo contrario.

     

    Afro, había olvidado esa voz que conquista :perv: :perv: :perv: :bb:

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  8. Sus palabras fueron más allá de los oídos del Malfoy, tocando hasta la más diminuta fibra de su ser, provocando una reacción involuntaria ante aquellos susurros. Una sonrisa divertida y al mismo tiempo atrevida se formó en sus labios, al tiempo que éste quedaba bocarriba ante el movimiento de Alyssa. De pronto y sin previo aviso, su camisa fue rasgada, mostrando su piel ante el tacto de la mujer.

     

    - No esperaba menos… - respondió con un susurro en su oído, dejando que su cuerpo respondiera de inmediato al deseo que experimentaba por la mortífaga.

     

    Rápidamente tomó las piernas de la chica que se encontraban a un costado de su cadera y comenzó a acariciarla con firmeza, clavando la punta de sus dedos en la piel que se mostraba bajo la falda que llevaba. Su instinto fue más allá, por lo que posó ambas manos en su parte trasera, amoldándolas a la forma de Alyssa y provocando que ésta lo sintiera aún más, justo debajo de ella en un fuerte movimiento sobre su cadera.

     

    Un segundo bastó para observar el deseo reflejado en sus ojos, mirándola de manera que solo aquel momento podría permitir. Sus manos subieron su vestido despojándola de él, mientras flexionándose un poco, comenzó a besar el abdomen de la chica, subiendo por su pecho y permitiendo que los labios de Lacrimosa se pegarán y despegaran como una dulce tentación hasta llegar a los hombros. Podía sentir su piel tan suave y al mismo tiempo cálida, enloqueciéndolo como solo una mujer como Alyssa podría.

     

    - … provocas mis más bajos instintos… - dijo susurrando en su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja y deslizando sus boca hasta la de ella, fundiéndose en un beso intenso y lleno de pasión.

     

    No tenía la menor duda de que aquella noche no solo era un arranque de sentimientos, había algo más entre los dos, algo que quizás estuvo oculto desde hace tiempo y que en aquel momento se abriría paso. Tomó a la chica desde la parte trasera con fuerza, levantándola un poco y permitiendo un roce más directo, provocando un fuerte gemir saliendo de sus labios que se intensificaba ante el movimiento de sus cuerpos. Los besos llegaron hasta su hombro, donde se permitió bajar un tirante de su sostén con la boca, besando y provocando un deseo irracional en la chica con cada contacto de su boca y su cuerpo debajo de ella…firme.

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  9. La noche caía de manera estrepitosa en las calles de Ottery. El viento gélido ondeaba de manera agresiva las ropas del ojimiel, mientras que algunos de sus cabellos caían sobre su cien, entorpeciendo un poco la visión que éste tenía entre los cúmulos de nieve que se habían formado sobre la acera.

     

    Tenía tiempo que no caminaba y aquel suplicio que le representaba con tanta nieve a sus pies, confirmaba lo vago que era para intentar ser menos opulente, cosa que definitivamente no iba con él. Balbuceó algunos improperios, pateando un par de ramas que se encontraba en su paso. De pronto, el viento se tornó aún más agresivo hacia su persona. No supo distinguir que era lo que pasa, sin embargo un gran remolino de humo negro lo atrapó cual secuestro y lo disparó al cielo donde se perdió en la densa oscuridad.

     

    - ¡c*******! – gritó al viento una vez que su cuerpo cayó en una gran parcela, despejado de cualquier construcción o siquiera ser vivo.

     

    Unos cuantos metros más al frente pudo observar el sigiloso y lúgubre Bosque Prohibido, con aquella inmensidad que ponía de escalofríos hasta el más valiente. No entendía el porqué de la aparición tan desprevenida, sin embargo las fechas le hacían creer que quizás había algo con los Premios Seamus de cada año.

     

    - Premios Seamus… benditos premios de pacotilla.- murmuró entre dientes al ir avanzando por aquellos caminos tan complicados, llenos de maleza y piedras que más que una bella travesía, parecía un campo minado. Sin tomar en cuenta, la cantidad de criaturas que uno podría encontrar a su paso.

     

    Rápidamente Lacrimosa percibió una luz a lo lejos, una luz que se levantaba en medio de las grandes copas de los árboles y que al parecer era a donde tendría que llegar. Como siempre, la puntualidad no era su fuerte y seguro que más de uno habría llegado tarde o mejor aún, nadie recordaría que existía luego de tanta ausencia por aquellos rumbos.

     

    - Debí quedarme en esas islas llenas de buenas mujeres y comida… - sus pensamientos parecían salir entre sus labios, mientras que éste empuñaba su vieja varita al frente, con una potente luz que podía cegar a cualquiera que se topase de frente. Poco a poco su figura se fue perdiendo en medio del bosque, dejando tan solo un canturreo que acompañaba su andar como estela de su paso.

  10. Una pequeña lágrima se deslizó por la mejilla derecha de Alyssa. Al parecer los sentimientos aún los tenía bastante inestables, eso, o el ojimiel había perdido la práctica en besar de manera correcta a una chica. Sin embargo, rápidamente limpió aquella gota con su dedo, tomándola por el mentón y levantando un poco su rostro cruzando su mirada destellante.

     

    - Hay veces que un hombre no valora lo que tiene… - murmuró de manera tranquila sin soltar su rostro, manteniendo su cuerpo junto al de ella de manera férrea, protectora. – Y tu vales demasiado… - dijo en un último susurro depositando un cálido beso en sus labios.

     

    El frío comenzaba a ser más fuerte, por lo que el mortífago tomó a la chica entre sus brazos; colocando una mano bajo sus rodillas y la otra tras su espalda, cargándola sobre su pecho. Una sonrisa se desprendió de sus labios, esbozando diversión en un destello dorado de sus orbes hacia la mujer. Dentro de aquella torre, había una habitación la cual pocas veces necesitó, sin embargo lo tenía todo para deleitarse con la bella postal.

     

    Al ingresar a la habitación, el suelo de piedra los recibió con sonoros golpeteos del Malfoy al andar, mientras éste observaba a la chica que parecía más despreocupada por todo lo ocurrido y preocupada de que el hombre no la fuese a tirar. Había una cama de grandes proporciones justo en la pared frontal del lugar, teniendo de paisaje aquella imagen del pueblo iluminado a través de un ventanal. Una chimenea y una mesa con dos sillas se encontraban decorando aquella habitación.

     

    - Generalmente te despojaría de toda la ropa dejándote en lencería, tomaría tu cuerpo con fuerza cargándote del trasero y haría que tus piernas quedaran envolviendo mi cadera mientras te beso tan intensamente que gemirías de placer, sin embargo… - hizo una pausa mirando el rostro de Alyssa y dibujando una sonrisa en sus labios, algo que esperaba se mantuviera haciéndola olvidar el trago amargo. – Puedo cumplirte cualquiera de tus caprichos solo por hoy. La oferta está limitada a ésta noche. –

     

    Podía observar su rostro iluminado por la tenue luz que emanaba de la chimenea y proporcionaba un suculento calor a todo el lugar. Lentamente dejó a la mujer sobre la cama, recostándola y clavando sus orbes miel en ella. Apoyó ambos brazos a un costado de su rostro y sin más, volvió a besarla, esta vez con un poco de más intensidad, sintiendo su cuerpo con una mano su pecho que se deslizaba delicada pero provocativamente por su escote hasta su abdomen, descubriendo parte de su piel entrando en contacto con sus dedos …

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  11. Lisa

    Lamentablemente no me queda alguna buena firma para tu imagen, seguiré intentando, pero si algún firmero más quiere tomar tu pedido, adelante que no me enojo xD

     

    Evarela

    Fue lo mejor que pude sacar, así que sino te gusta, podemos esperar a que otro traiga tu pedido, seguro a alguien si que le inspirará la imagen (?) Vamos, tampoco es que haya quedado horrible, pero espero te guste.

     

    http://i.imgur.com/M9DzNEK.png

     

    Danyellus

    Feliz Navidad (?) Espero que te agrade el resultado, sino ... u__ú

     

    http://i.imgur.com/5hI1nT8.png

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  12. Rol con Alyssa

     

    La sensación que uno podía experimentar en aquel lugar era algo indescriptible, pero sin duda, el pensamiento podía aclararse de una forma sorprendente. El viento era bastante gélido, tornando las mejillas de la mortífaga de un tono rosado, mostrándola aún más… tierna. ¿Qué era lo que le estaba pasando al hombre?.

     

    - Ya sabes lo que dicen, un poco de drama, alcohol y diversión nunca viene mal. Aunque en tu caso creo que ha exagerado… - respondió al comentario, observando de reojo como se colocaba justo al lado de él perdiendo su mirada y dejando que la luz de la luna definiera la línea de su rostro.

     

    Uno de sus mechones cayó sobre su rostro, de modo que se acercó a ella y lo apartó cuidadosamente, colocándolo tras su oreja sin dejar de acariciar su rostro con ternura. Sus ojos hablaban por si solos, mostrando el verdadero sentimiento que se ocultaba detrás de aquella coraza de serenidad. De nuevo y sin esperarlo, Alyssa lo sorprendió, aunque a decir verdad simplemente se adelantó a lo que él estaba a punto de hacer.

     

    Sus labios se cruzaron de una forma dulce y lenta, disfrutando el contacto el uno del otro. Posó su mano justo en el costado de su rostro, tomándola un poco por la nuca, ladeando el rostro y sintiendo el calor de sus labios. El contacto fue una extraña mezcla de pasión, pero al mismo tiempo delicadeza, pegando su cuerpo al de ella, acercándola más y tomándola con la otra mano de la cintura, dejando que sus dedos acentuaran la fina curva que formaba su cuerpo.

     

    - Drama y sorpresas, diría yo.- aquellas palabras fueron suaves, despegándose lo suficiente para poder mover los labios y al hacerlo, continuar rozando los de la mortífaga de una forma dulce. Su mano acarició de nueva cuenta su mejilla, mientras la observaba, percatándose de su belleza. –

     

    Sin embargo, no permitió respuesta alguna y tomándola de nuevo por la nuca, ahora fue él quien la besó, dejando que su boca atrapara su labio inferior, jalándolo con cautela y provocando que aquel contacto sacara el verdadero sentir de la Triviani, provocando un deseo entre ambos, sentimiento el cuál parecía aflorar poco a poco a medida que la noche avanzaba. Una de sus manos se permitió una caricia más íntima, deslizándola por un costado de su cuerpo, deleitándose con su figura, pero al mismo tiempo mostrando un sentido de protección aunque era evidente luego de la trifulca, que no lo necesitaba demasiado.

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  13. El fuerte viento golpeaba de lleno los rostros de ambos mortífagos que mantenían un paso bastante tranquilo en las calles de Ottery. El pueblo estaba en completo silencio y no era para menos, ya no era una hora a la cual los vecinos estuviesen haciendo demasiado alboroto. Era extraño volver a observar aquellas viejas fachadas tan intactas como siempre a pesar del tiempo que estuvo ausente.

     

    Su andar de inmediato los llevó a los jardines del Castillo Triviani, provocando una media sonrisa en los labios de Lacrimosa quien tenía algunos recuerdos divertidos entre las paredes de aquel imponente lugar.

     

    - Había olvidado que éste lugar parecía un manicomio de locos… - dijo al ingresar por un camino marcado por terracería, crujiendo bajo sus pies, mientras mantenía la cintura de Alyssa aferrada con una mano cuidadosamente colocada. – Sin ofender Alyssa, pero tu familia tiene una reputación algo… chispada .- dijo girando la punta de su dedo frente a su oído, mostrando una sonrisa que buscaba contagiarle un poco de alegría.

     

    Desde que habían salido de la fortaleza, la chica parecía algo desconectada de todo. Las palabras de sus amigos y familiares dentro de la taberna habían conseguido que su mente divagara en lo que había pasado y las consecuencias de sus actos. Sin embargo, en aquel momento el ojimiel quería despejar su mente, suficiente tenía con el cargo de conciencia que se reflejaba en sus ojos.

     

    - Te mostraré un lugar que te gustará… - al terminar aquellas palabras, el hombre tomó a la chica por la cintura con ambas manos, quedando de frente y clavando su mirar miel sobre el rostro tan delicado de la mortífaga. Pese a la trifulca, solo estaba un poco despeinada.

     

    En un parpadeo, una densa capa de humo negro los comenzó a envolver provocando así que ambos desaparecieran como una flecha en lo alto. De inmediato, el viento se intensificó ondeando las ropas de los magos que yacían en lo más alto de una de las torres de aquel castillo. Era un amplio lugar desde donde se podía observar todo el pueblo, al igual que la cordillera y el lago que pocas veces la gente visitaba.

     

    La noche era casi perfecta para cualquier cita romántica, y sin embargo aquello no tenía mucha pinta de ser algo demasiado sexual. Lentamente Lacrimosa acarició el rostro de Alyssa, dibujando sutilmente sus labios con la punta del dedo sin despegar la mirada de sus ojos y caminó hacia el borde de piedra, apoyando ambos brazos en él y observando atento lo que el viento cantaba, cerrando los ojos al sentir el viento sobre su rostro.

     

    - Aquí es donde vengo cuando necesito tranquilizar mis pensamientos... ¿Fue una noche de locos, verdad? – sus palabras tenían aquella despreocupación, como si aquella trifulca hubiera sido un vago recuerdo.-

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  14. Sus labios entraron en contacto una y otra vez, como si aquello no fuera a detenerse jamás. Lacrimosa sabía que aquel impulso de Alyssa en besarlo podría ser producto de aquella reacción luego de tal discusión con su pareja, sin embargo, la manera en que sentía los labios de la mortífaga demostraban muchas otras cosas que ninguno de los presentes podía sentir.

     

    Al separarse durante unos segundos y cruzar su mirada miel con la de la chica, pudo sentir cosas que pocas veces había visto. Todo aquello de pronto se vio nublado, la pequeña sonrisa que comenzaba a salir en los labios de Alyssa se desvaneció al escuchar la rabia que se dejaba ver en cada una de las palabras de Pik.

     

    - <<Qué fácil eres, Alyssa>> … - su mente solo podía captar aquella primera frase que había salido de la boca del chiquillo.

     

    El ojimiel no pronunció palabra alguna, sin embargo no dejó de tomar la cintura de la mortífaga con fuerza, impidiendo que se fuera a los golpes sobre ella o quizás, porque no quería dejarla ir con aquel que la había llamado “fácil”. De pronto se hizo un silencio en la taberna tan sepulcral que por primera vez Pascual había levantado la mirada, el ambiente era demasiado tenso como para seguir limpiando tarros.

     

    Aquello se había salido de control y de inmediato pudo percibir la mirada llena de odio que le lanzaba por un segundo Goshi, todo mientras tomaba a su hijo para evitar un enfrentamiento donde evidentemente, el chiquillo saldría perdiendo.

     

    - ¿Prefieres que nos vayamos a otro lado? – dijo el ojimiel al cerrarse la puerta tras los dos Malfoy que acababan de dejar la taberna.

     

    Lentamente pasó una mano sobre su mejilla, observando como su semblante cambiaba a un aura triste. Era evidente que las palabras que acababa de escuchar por parte de su novio le habían dolido y quizás, muy en el fondo, Lacrimosa entendía el sentimiento comparándolo con muchas otras cosas vividas anteriormente.

     

    - Vamos, te llevaré a un lugar que te gustará. – se acercó hasta su oído susurrándole aquello discretamente y por extraño que pareciera, depositó un beso en su mejilla, un beso demasiado calido que buscaba tranquilizarla. – No todo lo bueno en esta vida sucede en una cama… - puntualizó con un tono bastante irónico, observando a la chica de manera que pudiera sacarle aunque fuera una pequeña sonrisa.

     

    - El show ha terminado, sigan en lo suyo y Pascual, ponme todas las bebidas en mi cuenta, hoy me quedé sin nada.- dijo al tiempo que tomaba de la cintura a Alyssa, caminando hacia la puerta de la taberna y escuchando una serie de maldiciones que poco a poco se fueron apagando conforme avanzaban a la salida.

     

    Un ultimo comentario fue el que retumbó en la cabeza de Lacrimosa, y era lo que Afrodita le había dicho a la mujer antes de que desaparecieran en medio de la bruma que la noche confería…

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  15. Las risas eran cada vez más sonoras, pero al mismo tiempo todo lo que parecía una discusión de pareja y magos ebrios, se convirtió en una escena melodramática del ebrio de Pik intentando sanar su error hundiéndose aún más.

     

    - Eso ni el mejor hechizo de San Mungo podrá sanarlo… - bufó con un gesto de dolor al ver la cantidad de golpes y patadas en zonas sensibles que Alyssa le había propinado de una forma muy dolorosa.

     

    El vino iba y venía y la sonrisa que tenía Pascual era sin precedentes, al parecer el viejo había olvidado las deudas de cada uno de los mortifagos a cambio de tremendo espectáculo que estaban dando y con ello, la concurrencia que había abarrotado el lugar. Lacrimosa tomó de nueva cuenta su trago que parecía nunca bajar del mismo nivel de alcohol desde que había llegado.

     

    - Mala respuesta Pik… muy mala. – dijo con una sonrisa de oreja a oreja, dejando de nueva cuenta su bebida sobre la barra para ver lo nuevo que se venía.

     

    No hubo tiempo de mucho. Todos observaban al grupo que casi se estaba mutilando, la gente miró a todos lados; algunos yacían dormidos, otros coqueteando y otros más cruzando miradas llenas de furia. Sin embargo y encontrándose con la mirada de Alyssa, ésta se acercó a paso veloz, no le dio tiempo si quiera de pensar en que era lo que sucedía, cuando de pronto sintió el feroz beso que la mortifaga acababa de plantarle.

     

    Sin detenerse mucho a asimilarlo, tomó a la chica de la cintura con la misma fuerza que ella lo había tomado por el cuello y respondió a su beso de forma apasionada, sintiendo la intensidad con la que Alyssa lo besaba. No era un misterio que ambos habían tenido sus jugueteos en el pasado, y sin embargo, él en ese momento la besaba con tanta intensidad que cualquiera pensaría que nunca la habría olvidado.

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  16. Bel

    Bueno chica me halagan tus comentarios jajajajaj que grato es recibirlos de vez en cuando (?). Primero te resuelvo tu duda. En cuestión a programas de modelado que sean fáciles para que trabajes y hagas render así seas una papa con brazos, te recomiendo SketchUp en cualquiera de sus versiones, te hará el trabajo de modelado muy simple, ahí mismo puedes sacar las imagenes o bien, puedes instalar el complemento Vray, pero creo que es meterse en más problemas a menos que quieras sacar buenos renders.

     

    Sobre tu firma. Te dejo el resultado que obtuve luego de varios minutos picandole a ese aparatejo que usamos para hacer firmas. Espero te guste y quedes contenta con el pedido, de lo contrario, tendrás que sufrir (?)

     

    http://i.imgur.com/137jla2.png

     

    http://i.imgur.com/ZaxHoFp.png

     

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    Lisa, mujer, que imagenes más raras consiguen. A veces me pregunto si hay alguna página donde buscan "imagenes raras" y se traen la que más les marea xD Tu pedido lo tengo para luego, paciencia, aún quedan varios días para que llegue navidad.

     

    Evarela... lo mismo que a Lisa... NO LO ENTIENDO =___=

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  17. - Cuida tus palabras Pascualito, podré estar algo oxidado pero aún se cómo empuñar una varita y desangrarte.- su mirada seguía clavada en aquel espectáculo, mientras una sonrisa se dibujaba cada vez más amplia en su rostro. –

     

    Aquello parecía una comedia de locos. Todo había comenzado por un juego de copas que se salieron de control y en un parpadeo la gente comenzaba a juntarse de todas partes. Pudo observar como un par de magos más entraban a la taberna algo aturdidos por el barullo, sin embargo rápidamente entendieron y comenzaron a ser parte de la comedia.

     

    - Yo que tú niña tendría cuidado con lo que dices, esas mujeres, en especial Alyssa no se anda con rodeos y si te escucha, puede que estés en el suelo más rápido de lo que bebes. – al parecer varios jóvenes mortífagos habían ingresado a la taberna, sin embargo solo aquella niña pronunció palabra alguna.

     

    - Pero vamos, yo le apuesto veinte galeones y un whisky para Alyssa. – se giró hacia Juliene, dejando la apuesta sobre la barra, justo frente a los ojos del tabernero y los demás mortífago que juiciosos, sacaban conclusiones sobre la disputa. – Todos sabemos que Goshi no tiene manera de vencer en ese estado y en ningún otro.

     

    Era extraño volver a ver a muchos de los que en su momento fueron sus compañeros de lucha, inclusive ver a Danyellus le traía agradables recuerdos, así como graciosos al recordar los estados en los que muchas veces lo encontró dentro de la misma taberna donde ahora se mofaban de risa.

     

    - Veo que no puedes con los traidores de tu familia, así que por eso mandas a la pobre de Alyssa para hacer el trabajo sucio, eh Danyellus. – el final de sus palabras fue acompañada de un sonoro trago de whisky que aún quedaba en su vaso. – Aunque déjame decirte, ojalá Pascual acepte la piscina, sería el boom en esta posilga.

     

    - Ojalá empezaras por pagar tus cuentas… -

     

     

    - ¿Escuché bien, Pascual? ¿Quieres regalar una ronda de tragos a todos los presentes? – se giró un poco quedando frente al hombre, sonriendo de aquella forma tan siniestra y al mismo tiempo ironica que lo caracterizaba.

     

    - Si señor, una ronda para todos.- el tono bajo de sus palabras parecía más un niño regañado que un hombre de edad avanzada.

     

     

    - ¡Así se habla! ¡RONDA GRATIS PARA TODOS! Cortesía de la casa, por supuesto.- el ojimiel gritó en lo alto, levantando su bebida y volviendo a observar la creciente lucha que pronto dejaría sin ropa a alguna de las mujeres.

  18. En menos de un minuto la situación cambió por completo, pasaron de risas y perversiones a un completo zafarrancho. El ojimiel sonreía de lado a lado, divertido ante la situación en la que estaban envueltos; Pik siendo golpeado por lo que hasta ese momento parecía su pareja, Alyssa, y Goshi, metiendo mano en algo que evidentemente había provocado al acercarse tanto a su hijo.

     

    - A veces me pregunto Pascual, ¿por qué no has puesto la piscina de lodo que tanto te he pedido? – dijo hacia el tabernero que estaba tan acostumbrado a esos escenarios, que continuó limpiando uno de los tantos tarros del lugar.

     

    Algunas personas llegaron al lugar, sin embargo Lacrimosa no prestó demasiada atención en el hombre que ingresó. Todos parecían estar dentro de una burbuja de alcohol de la que difícilmente saldrían sin heridas. Tomó su whisky y girándose recargado con ambos codos en la barra, disfrutó de aquel espectáculo. Mujeres peleando, vino por montones y un escenario que por primera vez en bastante tiempo, el mortífago no era el centro de la disputa de dos mujeres por su cuerpo.

     

    - Quién lo diría… ¡Pik, te has llevado el premio gordo! – ironizó al ver como le sangraba la nariz luego del puñetazo de Alyssa, soltando una carcajada mirando como el chico no podía sostenerse en pie.-

     

    - Solo espero que yo en mi juventud no me viera de esa forma… que sino… - dijo en un murmuró sobre la copa que llevaba hasta sus labios para dar un trago y humedecer su garganta.

  19. Agatha

    La verdad es que yo no trabajaría esa imagen, no me llama demasiado la atención y eso provoca que mi inspiración muera (?). Si pudieras encontrar otra imagen te lo agradecería o igual, podemos esperar a que algún otro firmero tome el pedido y quizás pueda hacer algo con la imagen.

     

    Mónica

    A veces creo que tus pedidos son raros, pero no más raros que las imagenes que traes. Te dejo lo que hice, procuré dejar los colores y no agregar nada más, pero era inevitable resaltar algunas cosas e intensificar los colores en otras zonas. Espero te guste el resultado.

     

    http://i.imgur.com/UHHhCJ8.png

  20. El ambiente dentro de la taberna parecía estar en lo más alto. El ruido era un tanto ensordecedor, y al parecer un grupo de borrachos se encontraban peleando con todo el mundo, inclusive a la distancia, el ojimiel creía haber reconocido a unas cuantas personas.

     

    Sin embargo, no fue hasta que un torpe grito lleno de palabras alargadas retumbó en sus oídos, reconociendo de inmediato de quien era aquella peculiar voz tan chillante. Cerró los ojos un instante al tiempo que movía la cara de un lado a otro en señal negativa. Mantenía su bebida en una mano, recargando los codos sobre la vieja barra.

     

    - Procuro no saludar a quienes no me reconocerán a la mañana siguiente. – dijo en un tono bastante irónico, mostrando una media sonrisa sobre sus labios.- O quizás es que tienes tan buena compañía que no necesitas más.

     

    Un gran trago de whisky recorrió su garganta, mostrando como la manzana de Adán que se le marcaba a la mitad del cuello se movía de arriba abajo. Lentamente giró su rostro hacia donde se encontraba el grupo, observando a detalle la precaria situación en la que estaban Goshi y Pik.

     

    - De tal palo tal astilla… - murmuró percibiendo la presencia de alguien que tenía tiempo no encontraba y que en algún momento había pensado, estaba muerta.-

     

    - Afrodita, qué tal? Pensé que habías muerto. – una sonrisa surcó sus labios, levantando la copa hacia la mujer y dedicándole aquel trago luego de verla tan deslumbrante como siempre. Al igual que Pascual, creía que tenía una especie de pacto, donde llevaba hombres a su habitación y les robaba la juventud.

  21. Un ligero viento sacudía la cabellera castaña de Lacrimosa. Algunos mechones caían sobre la cien del mortífago, al tiempo que éste continuaba con un andar firme entre los pasillos de la fortaleza oscura.

     

    Sus ropas ondeaban de manera elegante, cubriendo y descubriendo parte de su pantalón con una túnica completamente negra y algunos detalles grabados en hilo rojo carmesí. Tenía una sonrisa bien marcada en sus finos labios, sonrisa que muchas veces le había causado severos problemas por la idea de que se burlaba de todos, aunque también le había traído grandes noches a la conquista de bellas mujeres que terminaban en su habitación en la Mansión Malfoy.

     

    Nunca había sido un tipo de gustos demasiado llamativos. En aquella ocasión llevaba bajo la túnica, un elegante traje color negro hecho a la medida a juego con una camisa negra y una corbata delgada del mismo tono con algunos detalles en hilo plateado.

     

    Poco a poco y sin darse cuenta, sus paso lo llevaron a un viejo y bien conocido establecimiento en las cercanías de la fortaleza, la famosa Taberna de Don Pascual. No llevaba la cuenta de cuantas veces el tabernero se habría puesto verde de furia con cada una de las trifulcas que el ojimiel provocó por un coqueteo con sus camareras.

     

    - ¡Don Pascual, pareciera que tiene pacto con el diablo! – sus palabras retumbaron con fuerza en la vieja madera del lugar una vez la puerta se abrió de par en par ante el mortífago.

     

    Al parecer el lugar estaba lleno como siempre, lo que ponía en duda que aquellos magos realmente trabajaran lo suficiente como para darse aquel gusto etílico. De inmediato tomó asiento en uno de los banquillos frente a la barra y ordenó lo de siempre.

     

    - Dame un whisky de fuego doble. – sus palabras tenían aquel tono altanero de todo Malfoy, cosa a la que Don Pascual estaba bastante acostumbrado luego de tantos siglos atendiendo la taberna.

     

    - ¿Tienes con que pagar? –

     

    - Por supuesto, por oro no paramos. Ahora, sírveme.- dijo en un tono firme mientras dedicaba un guiño y una sonrisa galante a una de las hijas que tenía el hombre, y la cual trabaja a tiempo completo tras la barra. Una chica que sin duda alguna podía conquistar al mago más temible de todos.

  22. Sí me sale una firma y un avatar, la cosa es que si quieres que utilice la misma imagen para hacer la firma? Quizás quieres traerme otra imagen o esperas a que yo consiga una y te hago la firma. Por mientras, espero que te guste el pedido.

    http://i.imgur.com/HqHllPS.png

     

    ¿Navidad? ¿Regalos? Yo sigo esperando a mi harem de bellas mujeres en lencería navideña u__ú

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