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Lacrimosa Malfoy

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Mensajes publicados por Lacrimosa Malfoy

  1. Conforme los días avanzaban también lo hacia la desesperación que el ojimiel sentía al estar en aquel pueblo. Ottery había dejado de ser aquel sitio en donde uno a uno los magos más poderosos o más ególatras se erguían al andar entre sus calles con ese aire de suficiencia que muchas veces incluso a Lacrimosa, había provocado más de un altercado. Sus pasos en el interior de la mansión Malfoy retumbaban de una forma seca. Llevaba consigo aquella túnica negra que había encontrado en lo que alguna vez había sido su habitación y que en aquel momento, parecía más una bodega llena de polvo con un rincón en donde alojarse hasta que supiera que sería de él y su “divertida” vida.

     

    Debajo de la túnica se podía observar un suéter azul marino y una camisa clara con el cuello pulcramente estirado, así como unos pantalones hechos a la medida de color oscuro. Sus cabellos castaños tapaban en ocasiones su visión, cosa que solucionaba con un sutil pero constante movimiento de la mano pasándolos sobre su cien.

     

    - Señor, hasta cuándo piensa quedarse en la mansión? – preguntaba uno de los elfos con mucha curiosidad, así como una cautela digna de cualquier criatura que hubiese conocido los años “mosos” del ex mortifago y líder de la marca.

     

    - Será hasta que algo divertido, aventurero o de un hermoso escote y sinuosas curvas me haga querer cambiar de opinión, lo primero que llegue. Vivir a cuestas de las riquezas familiares no vienen a mal de vez en cuando… - dijo con un tono relajado y sumamente irónico, mientras entraba en el vestíbulo principal.

     

    De pronto un sutil aroma se apoderó del gran espacio. Los sentidos del hombre se tensaron de una forma peculiar, como de aquel que recuerda súbitamente una serie de eventos y al mismo tiempo cree estar en un sueño o peor aún, una mala pesadilla.

     

    - Pero… pero señor, no tiene ni donde dormir! – en un impulso, la pequeña criatura alzó la voz creyéndose más de lo que era, un simple sirviente.

     

    - Sabandija… - sus palabras se quedaron en el aire, al tiempo que éste giraba sobre sus talones para continuar su andar.

     

    Sin embargo, poco duro el trayecto, ya que de inmediato y al pie de las escaleras su cuerpo chocó estrepitosamente contra una mujer. Sus reflejos por más oxidados, aún fueron lo bastante veloces para tomar a la mujer entre sus brazos antes de que ésta lograra tocar el suelo y con ello, llevarse un par de heridas que en aquella familia eran signo de debilidad, aún más si se trataban por torpezas dignas de un Black.

     

    Su cuerpo quedó recargado sobre una de las viejas paredes del vestíbulo, mientras que uno de los cuadros caía y el pequeño elfo se las ingeniaba para no permitir que se rompiera. De inmediato Lacrimosa observó la cabellera que tenia cerca del rostro. Cerró un poco los ojos y como si se tratara de una fresca mañana de invierno, inhalo aquel aroma que anteriormente había sentido. Llenó sus pulmones hasta no poder más, dejando escapar un bufido de resignación y alegría la mismo tiempo.

     

    - Veo que muchas cosas en esta casa han cambiado, pero no cabe duda que muchas otras siguen igual de torpes. – Una discreta sonrisa se formó en sus labios, esperando que aquella mujer levantara el rostro, lo besara, le pidiera hacerla mujer nuevamente o por lo menos… ofrecer una disculpa por aquel altercado.

     

    Sus palabras pese a la sorpresa del momento, no perdían aquel tono suficiente e irónico que a lo largo de los años lo habían caracterizado como uno de los magos más… peculiares del lugar.

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  2. - Massino Macnair… Macnair… - las palabras del ojimiel tenían aquel tono burlón de siempre cada que algo le disgustaba y aquella noticia no era para menos. – Me parece que no recuerdo a nadie con ese apellido, incluso no recuerdo que existan en el mundo. – una sonrisa irónica se formó en sus labios, sin apartar la mirada de aquel niño que parecía un ser más curioso de lo que debería…

     

    El frío que anteriormente había recorrido su cuerpo, poco a poco descendía gracias al calor que aquel castillo podía proporcionar, o quizás, era el ver de nuevo la deslumbrante figura que pese a un hijo y varios años encima, la mortifaga mantenía y podía ser su dulce debilidad.

     

    - Ni yo mismo lo sé, aunque recuerdo vagamente que la última vez tu sabias bastante bien en donde, como y con qué ropa o sin ella, estaba antes de partir… - durante unos segundos, la mirada de Lacrimosa se posó sobre lo que parecía un anillo de bodas que llevaba la mujer en la mano.

     

    Esa misma mañana al llegar a Ottery, Lacrimosa se había hecho la misma pregunta ¿Dónde había estado? ¿Cuál era el motivo incluso de su visita a la Triviani?. Entonces comenzó a andar con desgana en el interior del vestíbulo, deteniéndose frente a una de las salidas que comunicaba con los jardines traseros. Fuera del castillo, en el vacío jardín que aún mantenía aquellos tonos verdosos que poco a poco se desgastaban, no corría ni una pizca de brisa. El cielo era una extensión uniforme de nubes grises; parecía que quisiera llover pero no lograba reunir la fuerza suficiente para desbordar aquellos cielos sobre el viejo Ottery.

     

    - ¿Estas segura de que quieres mantenerme dentro de tu hogar? – preguntó el mago girando para observar a Alyssa y acercarse hasta ella a no menos de un metro, permitiendo que su aroma lograra llenar sus sentidos. – Creo que tenemos mucho de que platicar, quizás hasta el anochecer y el siguiente amanecer… - hizo una pausa prolongada en su última frase, observando de reojo a su Massimo. - ¿O papi llegará? – se dirigió hacia el pequeño que no paraba de mirarlo.

     

    - Al parecer me he quedado sin un sitio fijo donde estar durante un tiempo y he pensado que quizás no te molestaría darle cabida a un viejo amor. – poco a poco sus pasos inconscientemente lo acercaron demasiado a la mujer, casi sintiendo el suave roce de sus labios. – Espero seguir siendo bienvenido.

     

    @@Alyssa Black Triviani

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  3. La espera parecía ser eterna, sin embargo aquel castillo siempre había tenido un encanto bastante peculiar en cada uno de los jardines que lucían a la llegada de cualquier visitante. Sus ojos color miel lograban ser iluminados por el sutil reflejo de las antorchas que había en la entrada, sin embargo, pronto logró escuchar el crujir de la puerta abriéndose de par en par.

     

    En un rápido giro sobre sus talones el mago logró estar frente a una mujer que sin lugar a dudas jamás dejaría de sorprenderlo. Sus labios se curvaron de una forma bastante peculiar y llena de intriga al observar a Alyssa, tan… tan espectacular como siempre, aunque llevaba en brazos un objeto bastante raro.

     

    - ¿Sorpresa? – dijo observando a la mortifaga directo a los ojos, para luego recorrerla sutilmente de arriba abajo confirmando que todo estaba en su lugar. – No sé quién de los dos podría estar más sorprendido, el niño, tu o yo. ¿Es un niño, cierto?

     

    Sin esperar una invitación por parte de la Triviani, el mago avanzó hacia el interior del castillo, no sin antes acercarse con aquellos movimientos elegantes a su rostro para depositar un beso en la comisura de sus labios. Estiró una de sus manos hacia la mejilla rosada del pequeño, dando un ligero gesto cariñoso que no duró más de dos segundos antes de continuar al interior del recibidor.

     

    - ¿Llego en un mal momento? – en el salón al parecer había una mujer de la que nunca había visto o escuchado algo, sin embargo parecía apresurada, asustada e incluso incomoda. - … hasta luego? – rápidamente la chica había salido rosando un costado de su túnica sin decir ni una palabra más.

     

    El calor que se podía experimentar en el interior era demasiado reconfortante. Por algunos momentos el silencio que se apoderó de ambos magos resultó confuso e incluso extraño, sin embargo los jugueteos que aquel ser tan pequeño hacía rompieron el hielo que se había formado.

     

    - Veo que has estado bastante ocupada. Jamás pierdes el tiempo Alyssa. – una sonrisa acompañó las palabras del hombre, que no paraba de mirar a la bruja con una curiosidad única, intentando distinguir algún rasgo conocido en aquel niño que llevaba en brazos. – Perdona pero parece que has visto a un muerto.

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  4. Era pasada la media noche, cuando el sonido de unos pasos perturbó el enigmático silencio que siempre se creaba en las viejas y olvidadas calles de Ottery. Por fin el verano había terminado, de manera que poco a poco los senderos se comenzaban a llenar de un sinfín de hojas de diversos colores otoñales.

     

    El fuerte viento soplaba aquella noche de una forma abrupta, golpeando el rostro del ya viejo y quizás cansado hombre. Su rostro era bañado paso a paso por cada una de las farolas que se extendían a lo largo de la sinuosa calle que atravesaba el pueblo. Sus pasos llevaban una determinación sin igual, una seguridad de aquellos que podrían recorrer un sitio incluso con los ojos cerrados y saber hacia donde tienen que llegar.

     

    Llevaba una túnica negra que a considerar por la tela en los puños y unas pequeñas pero estilizadas líneas bordadas en color rojo carmesí, parecía ser ropa que solo podría cargar o alguien sumamente rico o un ratero sumamente afortunado.

     

    Una a una las imponentes mansiones iban pasando al lado de Lacrimosa. No recordaba cuanto tiempo había transcurrido, pero en definitiva aquel sitio no cambiaba en lo más mínimo. Todas las familias parecían ser cortadas bajo la misma tijera, predicando el idea de que entre más grande fuese la propiedad, más miedo causaría. Algo bastante ruin considerando que siempre un par de te**s podría hacer la diferencia incluso en la familia más pobre o rica.

     

    - Había olvidado que este lugar tenía toda la pinta de ser un manicomio desde su entrada… - dijo aquel hombre de finas facciones y tez blanca que acababa de detenerse justo frente a lo que parecía un castillo. – Ahora… - observó con detalle la entrada principal del Castillo Triviani antes de ingresar – a lo que vine.

     

    Una media sonrisa se había formado en sus labios al recordar la última vez que había estado en el interior de aquel castillo, pero sobre todo, recordar la buena noche y compañía que había tenido de una de las matriarcas de aquella familia, Alyssa. Sus dedos se apretaron formando un puño que repuso sobre aquella puerta de madera, golpeando un par de veces provocando un eco bastante perturbador en el interior de aquella vieja propiedad que al día de hoy no cambiaba en lo más mínimo.

     

    - Malditos conejos… seguramente estarán procreando más y más… - dijo con un poco de fastidio esperando a ser recibido por alguien o si quiera, tener respuesta ya que parecía un sitio por más olvidado considerando la hora en la que había llegado. – Algo caliente no vendría mal - sus palabras provocaban que un ligero vapor saliera de su boca mientras ambas manos las mantenía dentro de aquella túnica negra que siempre lo había acompañado, cubriendo sus finas ropas dignas de un héroe antaño de batalla.

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  5. Sus palabras fueron más allá de los oídos del Malfoy, tocando hasta la más diminuta fibra de su ser, provocando una reacción involuntaria ante aquellos susurros. Una sonrisa divertida y al mismo tiempo atrevida se formó en sus labios, al tiempo que éste quedaba bocarriba ante el movimiento de Alyssa. De pronto y sin previo aviso, su camisa fue rasgada, mostrando su piel ante el tacto de la mujer.

     

    - No esperaba menos… - respondió con un susurro en su oído, dejando que su cuerpo respondiera de inmediato al deseo que experimentaba por la mortífaga.

     

    Rápidamente tomó las piernas de la chica que se encontraban a un costado de su cadera y comenzó a acariciarla con firmeza, clavando la punta de sus dedos en la piel que se mostraba bajo la falda que llevaba. Su instinto fue más allá, por lo que posó ambas manos en su parte trasera, amoldándolas a la forma de Alyssa y provocando que ésta lo sintiera aún más, justo debajo de ella en un fuerte movimiento sobre su cadera.

     

    Un segundo bastó para observar el deseo reflejado en sus ojos, mirándola de manera que solo aquel momento podría permitir. Sus manos subieron su vestido despojándola de él, mientras flexionándose un poco, comenzó a besar el abdomen de la chica, subiendo por su pecho y permitiendo que los labios de Lacrimosa se pegarán y despegaran como una dulce tentación hasta llegar a los hombros. Podía sentir su piel tan suave y al mismo tiempo cálida, enloqueciéndolo como solo una mujer como Alyssa podría.

     

    - … provocas mis más bajos instintos… - dijo susurrando en su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja y deslizando sus boca hasta la de ella, fundiéndose en un beso intenso y lleno de pasión.

     

    No tenía la menor duda de que aquella noche no solo era un arranque de sentimientos, había algo más entre los dos, algo que quizás estuvo oculto desde hace tiempo y que en aquel momento se abriría paso. Tomó a la chica desde la parte trasera con fuerza, levantándola un poco y permitiendo un roce más directo, provocando un fuerte gemir saliendo de sus labios que se intensificaba ante el movimiento de sus cuerpos. Los besos llegaron hasta su hombro, donde se permitió bajar un tirante de su sostén con la boca, besando y provocando un deseo irracional en la chica con cada contacto de su boca y su cuerpo debajo de ella…firme.

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  6. Una pequeña lágrima se deslizó por la mejilla derecha de Alyssa. Al parecer los sentimientos aún los tenía bastante inestables, eso, o el ojimiel había perdido la práctica en besar de manera correcta a una chica. Sin embargo, rápidamente limpió aquella gota con su dedo, tomándola por el mentón y levantando un poco su rostro cruzando su mirada destellante.

     

    - Hay veces que un hombre no valora lo que tiene… - murmuró de manera tranquila sin soltar su rostro, manteniendo su cuerpo junto al de ella de manera férrea, protectora. – Y tu vales demasiado… - dijo en un último susurro depositando un cálido beso en sus labios.

     

    El frío comenzaba a ser más fuerte, por lo que el mortífago tomó a la chica entre sus brazos; colocando una mano bajo sus rodillas y la otra tras su espalda, cargándola sobre su pecho. Una sonrisa se desprendió de sus labios, esbozando diversión en un destello dorado de sus orbes hacia la mujer. Dentro de aquella torre, había una habitación la cual pocas veces necesitó, sin embargo lo tenía todo para deleitarse con la bella postal.

     

    Al ingresar a la habitación, el suelo de piedra los recibió con sonoros golpeteos del Malfoy al andar, mientras éste observaba a la chica que parecía más despreocupada por todo lo ocurrido y preocupada de que el hombre no la fuese a tirar. Había una cama de grandes proporciones justo en la pared frontal del lugar, teniendo de paisaje aquella imagen del pueblo iluminado a través de un ventanal. Una chimenea y una mesa con dos sillas se encontraban decorando aquella habitación.

     

    - Generalmente te despojaría de toda la ropa dejándote en lencería, tomaría tu cuerpo con fuerza cargándote del trasero y haría que tus piernas quedaran envolviendo mi cadera mientras te beso tan intensamente que gemirías de placer, sin embargo… - hizo una pausa mirando el rostro de Alyssa y dibujando una sonrisa en sus labios, algo que esperaba se mantuviera haciéndola olvidar el trago amargo. – Puedo cumplirte cualquiera de tus caprichos solo por hoy. La oferta está limitada a ésta noche. –

     

    Podía observar su rostro iluminado por la tenue luz que emanaba de la chimenea y proporcionaba un suculento calor a todo el lugar. Lentamente dejó a la mujer sobre la cama, recostándola y clavando sus orbes miel en ella. Apoyó ambos brazos a un costado de su rostro y sin más, volvió a besarla, esta vez con un poco de más intensidad, sintiendo su cuerpo con una mano su pecho que se deslizaba delicada pero provocativamente por su escote hasta su abdomen, descubriendo parte de su piel entrando en contacto con sus dedos …

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  7. Rol con Alyssa

     

    La sensación que uno podía experimentar en aquel lugar era algo indescriptible, pero sin duda, el pensamiento podía aclararse de una forma sorprendente. El viento era bastante gélido, tornando las mejillas de la mortífaga de un tono rosado, mostrándola aún más… tierna. ¿Qué era lo que le estaba pasando al hombre?.

     

    - Ya sabes lo que dicen, un poco de drama, alcohol y diversión nunca viene mal. Aunque en tu caso creo que ha exagerado… - respondió al comentario, observando de reojo como se colocaba justo al lado de él perdiendo su mirada y dejando que la luz de la luna definiera la línea de su rostro.

     

    Uno de sus mechones cayó sobre su rostro, de modo que se acercó a ella y lo apartó cuidadosamente, colocándolo tras su oreja sin dejar de acariciar su rostro con ternura. Sus ojos hablaban por si solos, mostrando el verdadero sentimiento que se ocultaba detrás de aquella coraza de serenidad. De nuevo y sin esperarlo, Alyssa lo sorprendió, aunque a decir verdad simplemente se adelantó a lo que él estaba a punto de hacer.

     

    Sus labios se cruzaron de una forma dulce y lenta, disfrutando el contacto el uno del otro. Posó su mano justo en el costado de su rostro, tomándola un poco por la nuca, ladeando el rostro y sintiendo el calor de sus labios. El contacto fue una extraña mezcla de pasión, pero al mismo tiempo delicadeza, pegando su cuerpo al de ella, acercándola más y tomándola con la otra mano de la cintura, dejando que sus dedos acentuaran la fina curva que formaba su cuerpo.

     

    - Drama y sorpresas, diría yo.- aquellas palabras fueron suaves, despegándose lo suficiente para poder mover los labios y al hacerlo, continuar rozando los de la mortífaga de una forma dulce. Su mano acarició de nueva cuenta su mejilla, mientras la observaba, percatándose de su belleza. –

     

    Sin embargo, no permitió respuesta alguna y tomándola de nuevo por la nuca, ahora fue él quien la besó, dejando que su boca atrapara su labio inferior, jalándolo con cautela y provocando que aquel contacto sacara el verdadero sentir de la Triviani, provocando un deseo entre ambos, sentimiento el cuál parecía aflorar poco a poco a medida que la noche avanzaba. Una de sus manos se permitió una caricia más íntima, deslizándola por un costado de su cuerpo, deleitándose con su figura, pero al mismo tiempo mostrando un sentido de protección aunque era evidente luego de la trifulca, que no lo necesitaba demasiado.

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  8. El fuerte viento golpeaba de lleno los rostros de ambos mortífagos que mantenían un paso bastante tranquilo en las calles de Ottery. El pueblo estaba en completo silencio y no era para menos, ya no era una hora a la cual los vecinos estuviesen haciendo demasiado alboroto. Era extraño volver a observar aquellas viejas fachadas tan intactas como siempre a pesar del tiempo que estuvo ausente.

     

    Su andar de inmediato los llevó a los jardines del Castillo Triviani, provocando una media sonrisa en los labios de Lacrimosa quien tenía algunos recuerdos divertidos entre las paredes de aquel imponente lugar.

     

    - Había olvidado que éste lugar parecía un manicomio de locos… - dijo al ingresar por un camino marcado por terracería, crujiendo bajo sus pies, mientras mantenía la cintura de Alyssa aferrada con una mano cuidadosamente colocada. – Sin ofender Alyssa, pero tu familia tiene una reputación algo… chispada .- dijo girando la punta de su dedo frente a su oído, mostrando una sonrisa que buscaba contagiarle un poco de alegría.

     

    Desde que habían salido de la fortaleza, la chica parecía algo desconectada de todo. Las palabras de sus amigos y familiares dentro de la taberna habían conseguido que su mente divagara en lo que había pasado y las consecuencias de sus actos. Sin embargo, en aquel momento el ojimiel quería despejar su mente, suficiente tenía con el cargo de conciencia que se reflejaba en sus ojos.

     

    - Te mostraré un lugar que te gustará… - al terminar aquellas palabras, el hombre tomó a la chica por la cintura con ambas manos, quedando de frente y clavando su mirar miel sobre el rostro tan delicado de la mortífaga. Pese a la trifulca, solo estaba un poco despeinada.

     

    En un parpadeo, una densa capa de humo negro los comenzó a envolver provocando así que ambos desaparecieran como una flecha en lo alto. De inmediato, el viento se intensificó ondeando las ropas de los magos que yacían en lo más alto de una de las torres de aquel castillo. Era un amplio lugar desde donde se podía observar todo el pueblo, al igual que la cordillera y el lago que pocas veces la gente visitaba.

     

    La noche era casi perfecta para cualquier cita romántica, y sin embargo aquello no tenía mucha pinta de ser algo demasiado sexual. Lentamente Lacrimosa acarició el rostro de Alyssa, dibujando sutilmente sus labios con la punta del dedo sin despegar la mirada de sus ojos y caminó hacia el borde de piedra, apoyando ambos brazos en él y observando atento lo que el viento cantaba, cerrando los ojos al sentir el viento sobre su rostro.

     

    - Aquí es donde vengo cuando necesito tranquilizar mis pensamientos... ¿Fue una noche de locos, verdad? – sus palabras tenían aquella despreocupación, como si aquella trifulca hubiera sido un vago recuerdo.-

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  9. Siguiendo los comentarios sobre lo que mostré, traigo una segunda vuelta del mismo diseño pero con algunas modificaciones. A ver que tal. Si tienen imagenes para utilizar podría ser buena idea que las pongan para ir trabajando en ellas.

     

    http://i.imgur.com/qKeOJij.png

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  10. Pero que mujeres más interesadas son todas... ya no lo saludan a uno por el gusto de verme u__ú

     

    Revisé con Chrome y en todas me sale de la misma manera, tanto en los post que tienen negritas, como en aquellos títulos de tópics que se sombrean más. Sin embargo, abriendo al zorrito, revisé y nada, no sucede esto, cosa rara a decir verdad.

     

    El único problema es esa letra tan horrible que trae, que si alguien sabe como quitarla se lo agradecería mucho.

     

     

    http://vvcap.net/db/R118rs1_E1tqtQ1u-alt.png

  11. Hola chicos, espero todo vaya bien.

     

    La verdad no sé si esta duda o problema ya se haya comentado, pero al parecer el foro tiene una serie de problemas con los titulos de los topics, al igual que dentro de los post al poner en negritas. Creo que éste foro habla en idiomas raros u__u

     

    http://vvcap.net/db/cjCDMVCkbVQdc6Jh-vgL.png

     

    Repito, no sé si ya lo habían comentado pero de cualquier forma dejo lo que encontré mientras paseaba por el foro. Un saludo.

  12. No saben lo difícil que fue encontrar en donde rayos estaba el Manifiesto Mortifago, en verdad creo que me repasé todo el foro hasta que recordé vagamente que estaba en Ottery u__ú esto de desaparecer tanto no es muy bueno.

     

    Por otra parte, que tal a todos, sí, resurgí de entre las cenizas para ayudar en esto que me comprometí con Mary, aunque tampoco la he visto por acá, no sé quien este a cargo y que hay que hacer. Me leí algunos post para informarme que quieren hacer y en resumidas cuentas creo que todos optan por dejar el estilo sucio de Andretti que se ha usado a lo largo de los años, cosa que me parece bastante buena y optar por algo que yo llamaría más minimalista, menos decorado más diseño limpio.

     

    Siguiendo, ¡SIGO APARECIENDO EN ESE MANIFIESTO! *_* con esto me han conquistado (?).

     

    Así que bueno, eme aquí para lo que se necesite, iré trayendo algunos diseños express que podríamos ver.

     

    Un saludo chicos.

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  13. Subdirección - Con Gatiux

     

    - Pero por mucho que cualquier mujer quiera estar en mi cama, no cualquiera es digna de ello, algunas solo son un juego.- clavó sus orbes en el rostro de la mujer, mientras la contemplaba anodadado.- ...pero tú Gatiux, eres más que un peligroso juego.

     

    Sus palabras resonaron en toda la oficina en donde solo se encontraban ellos dos y al parecer la noche se colaba por los grandes ventanales del lugar. Con un ligero movimiento de su mano, un haz rojizo salió de inmediato encendiendo la chimenea y tocando el rostro de ambos mortifagos con tonos naranjas y rojos.

     

    De pronto la mujer cayó sobre sus piernas, a modo que éste la tomó de manera firme y elegante, dejando que sus manos quedaran en contacto directo con la piel de sus piernas tan descubiertas como la pequeña falda lo permitía. El sutil aroma de aquel vino atrapó al ojimiel, quien de inmediato tomó la otra copa haciendo una pequeña reverencia alzando la copa hacia Gatiux.

     

    - Por una mujer tan enigmática y al mismo tiempo excitante como lo eres tú.- dijo para luego tomar un largo sorbo permitiendo que el sabor de la uva añejada tocara su paladar.

     

    Sin previo aviso y manteniendo las manos sobre el cuerpo de la mujer, Lacrimosa pasó su mano por las piernas de la chica, subiendo por todo el costado de su cuerpo hasta tomarla por la mejilla. Un movimiento de su cuello bastó para depositar un beso en aquellos carnosos labios, distinguiendo el sabor del vino, deleitándose con aquella suavidad de la que era dueña esa boca y permitiéndose algo que quizás en otro momento, habría sido tachado como incesto. Un incesto maravillosamente carnal que al parecer Gatiux no había rechazado ya que su cuerpo reaccionó de inmediato.

     

    - Mi habitación está siempre disponible para ti.- murmuró rozando sus labios al hablar.- La cuestión es que no temas quedar tan maravillada que no quieras salir de ahí.

  14. Subdirección - Con Gatiux

     

    De pronto la mano del ojimiel se acercó con elegancia hacia la pierna de Gatiux, acariciándola suavemente al tiempo que ella trazaba aquellos círculos sobre su hombro. Una media sonrisa se formó en su rostro, al tiempo que escuchaba con aquel tono inocente las palabras de la banshee.

     

    - Es una deuda que te atará a mí durante algún tiempo… - sus palabras eran serenas, mientras clavaba sus orbes en las de la mujer.- …aunque no necesariamente a mí, quizás a mi habitación, a tu despacho, en donde sea que aparezca contigo.-

     

    El ojimiel notaba cierto tono de reproche en las palabras de Gatiux. Al parecer las cosas en el hospital no eran lo que en un principio y el marcharse no había sido del todo bueno, al final se necesitaba más que un lindo rostro o una potente voz para llevar a flote a una gran institución como lo era el hospital.

     

    - Veo que me extrañas bastante eh.- exclamó en tono divertido.- Quizás pueda volver a este pueblucho si tengo algo que me convenza de hacerlo… - su mano se movía en un sutil pero seductor tacto sobre la suave piel de la mortifaga, jugando un poco con el filo de su falda.

     

    Sabía por su vasta experiencia que tentar a una banshee era un reto que pocos conseguían y que los que lo lograban, generalmente aparecían muertos en algún lugar alejado del pueblo. Sin embargo Lacrimosa era uno de los pocos afortunados que había salido victorioso y con tan poco temor a lo desconocido, sabía lo que hacía en ese momento; tentar a la banshee, tentarla tanto como ella a él.

     

    - A veces el poder no es el que se tiene por un puesto, sino el que se tiene por sus encantos, señorita Gatiux.- sus palabras fueron acompañadas de un guiño bastante cortes.- Ni en la isla más afrodisiaca uno encuentra mujeres como tú.

  15. En la Subdirección - Con Gatiux

     

    - Vaya que tienen trabajo…

     

    Todo había sido cuestión de segundos; Gatiux se había levantado pidiendo disculpas por la ausencia, y en menos de lo que el ojimiel había dado un sorbo a su té, la mujer ya estaba de vuelta, con el sonar tan característico de sus tacones que la hacían lucir impecable.

     

    - Pues hablábamos de cierta deuda pendiente que tienes conmigo. – lentamente colocó la taza sobre el escritorio, aclarando un poco su garganta al tiempo que observaba a Gatiux perdida en el bello paisaje que podía distinguirse desde aquel piso. – Siempre dije que teníamos los mejores paisajes pero nadie los valora.

     

    Por un momento sus palabras salieron de aquel tono avaricioso en donde solamente le importaba el dinero que traía en la bolsa y el que dejaba en su bóveda. Una sonrisa curvó sus labios mientras observaba a la mortifaga que lucía radiante.

     

    - Entonces señorita Gatiux, me debe algo y recuerde, las deudas conmigo no tienen perdón, si usted la adquiere, usted debe de pagarla. – observó a la mujer con aquellos orbes miel que destellaban.-

     

    Rápidamente tomó la tetera en donde aún emanaba cierto vapor proveniente del té, se sirvió una segunda taza, endulzándola un poco y disfrutando de su sabor. Echó una mirada bastante rápida por toda la oficina, observando un cuadro en especial, el cuadro de la nueva directora, mientras que a un lado entre algunos magos más viejos, se vio así mismo con una sonrisa altanera pero cautivadora.

     

    - Nada como un Malfoy en el poder para darle porte y elegancia a este lugar…- sus palabras no eran dirigidas a nadie en especial, sin embargo sabía que Gatiux lo escuchaba.- … una Ryddleturn, por favor… - bufó con desdén tomando un sorbo de su té, para luego mirar fijamente a tan cautivadora mujer que lo atrapaba.

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  16. El lugar era bastante amplio aunque con un ambiente desolado. Era obvio que Gatiux no utilizara mucho aquella oficina o no lo parecía, seguramente todo su trabajo estaría en las profundidades del hospital, allá en las Mazmorras.

     

    Sin embargo, el sutil aroma a té rojo despertó una agradable sensación en el ojimiel, quién de inmediato se sentó en uno de los cómodos asientos que había frente al escritorio. Su mirada no dejaba de observar a la mujer, al igual que su sonrisa no se borraba en ningún momento. Era agradable volver a ver a viejos amigos, pero Gatiux sin duda alguna estaba en un escalafón más alto que muchos otros.

     

    - Créeme que es difícil la vida en una isla con hermosas mujeres deseosas de ti todo el tiempo, no es nada fácil. – pausó sus palabras para saborear un poco de aquel té que de verdad era delicioso.- Exquisito, podría decir que tan exquisito como tú, pero no, aún no tanto.

     

    La curvatura de sus labios se pronunció más, mientras que observaba una y otra vez cada uno de los cuadros que había en las paredes. Todo parecía exactamente igual que cuando lo dejó en su último rondín por el hospital, no sabía si eso era un buen indicio o un letargo en la nueva administración, pero por lo pronto lo único realmente importante era el té y la mujer que tenía en frente.

     

    - Llevar una vida tan galante como la mía tiene sus precios. ¿Imaginas ser víctima de tus propias esclavas sexuales? ¿Amanecer con un sinfín de sustancias de dudosa procedencia por todo el cuerpo? No, a veces uno se aburre de los mismos juegos y busca algo que lo aliente de nuevo a superarse cuando de mujeres se trata.- algo había en sus palabras que podía dejar la duda en el aire, una duda de que en verdad ya no gustara de una vida tan agitada.

     

    - Los vientos me trajeron de nuevo por aquí. Esperaba que nuestro padre por fin hubiera muerto para poder reclamar la parte de la herencia que me corresponde, el oro no nace de los árboles, créeme.- de nuevo un segundo sorbo, ésta vez más largo, hizo que cerrara sus orbes miel deleitándose con el delicioso aroma y sabor en su paladar.- Pero vamos, cuéntame, ¿qué tal la vida de una mujer como tú, tan sensualmente encantadora y adinerada, con gran poder y riqueza?.

     

    Sus orbes miel podían verse tras la taza que se inclinaba sobre sus labios, observando con atención a Gatiux que parecía disfrutar de aquel té como si se tratase de un hombre a su merced. Durante un segundo, aquel escote tan provocativo sacó de sí a Lacrimosa, quién de inmediato le dedicó una sonrisa divertida y galante al ser pillado en el acto.

  17. Hall de Entrada - Con Gatiux

     

    Un peculiar sonido lleno las salas y pasillos de todo el hospital. Al parecer el hospital y en general, todo Ottery habían entrado en un letargo, en un toque de queda. Era extraño parecía que el propio Malfoy habría traído la desgracia para el Ministro y como no, siendo su padre, era lógico que algo pasara, era bien sabido que Crazy envidiaba al hombre.

     

    No pasó mucho tiempo para escuchar el retumbar de unos tacones, unos afilados tacones. Un sutil aroma comenzó a llenar el Hall, provocando que una evidente y amplia sonrisa se formara en los finos labios del ojimiel. Sí, se trataba de Gatiux, quien lucía una figura de envidia y que al parecer los años le habían hecho lo que al vino, caerle mucho mejor que a la mayoría de las familias sangre sucia.

     

    - Pero mira nada más, si es la despampanante Gatiux Malfoy, la envidia de cualquier mujer.- dijo con una notable alegría en cada una de sus palabras, cosa rara viniendo de alguien a quien muchos catalogaban como un ser insensible.

     

    - Te andaba buscando a ti, hoy en día nadie busca a una directora sino es sensual y lamentablemente a ti solo te falta el titulo.- un sutil brillo se apoderó de sus orbes miel, que recorrieron discreta pero pretensiosamente el cuerpo de la mujer. – Un té me vendría de maravilla, desde mi llegada a este pueblo no he bebido uno, pareciera que todos han olvidado los modales.

     

    Con un movimiento bastante elegante, el Malfoy se acomodó justo a un lado de la mortifaga, ofreciéndole su brazo en señal de caballerosidad, al tiempo que clavaba su mirada en la de ella. No cabía duda alguna, Gatiux aún podía sacar lo mejor de él.

     

    - Si me permite señorita, vayamos a su despacho.- sonrió de manera cordial esperando que ella le indicara el camino tomada de su brazo.

  18. Hall de Entrada - Esperando ser recibido por Gatiux

     

    Su andar era acompañado por el constante golpeteo de sus zapatos sobre el bien pulido piso del hall. El hospital parecía reluciente, tan reluciente como lo había dejado ya hace varios años, años en los cuales el ojimiel había dirigido con éxito aquellas instalaciones y personal.

     

    Una media sonrisa se dibujaba sobre su rostro, mostrando así su perfecta dentadura blanca, mientras que algunos mechones de cabello castaño caían sobre su cien, revueltos por el intenso viento que había en el exterior. Pocas caras conocidas pudo observar, sin embargo no era algo que le interesara, ni en sus mejores épocas pudo conocer al cien por ciento de sus empleados, la mayoría eran simples magos que iban a cobrar un sueldo fijo.

     

    Cientos de rumores habían llegado hasta sus oídos en los últimos días, al parecer el nombre de Gatiux resonaba fuertemente entre las pequeñas y quisquillosas calles de Ottery como la nueva directora de aquella institución. Aún no le cabía en la cabeza, si tan solo era una pequeñuela cuando el Malfoy dejó aquella silla vacía.

     

    - Buenas tardes, tengo una cita con la directora. – sus palabras eran serenas pero bastante firmes ante la mirada de incredulidad de la recepcionista. – Al parecer su nombre es Gatiux, sino me equivoco.

     

    Ni una palabra salía de aquella pequeña mujer que a la distancia se perdía detrás de aquel mueble. Sus ojos eran como dos grandes platos, que sin chistar ni un segundo marcó rápidamente unos números en los que a los ojos del hombre era un cacharro infernal.

     

    - Vaya, veo que hicieron algunas “mejoras”, esa mujer si que viene con todo, eh. – el tono irónico de sus palabras no podía ser más evidente, al igual que esa sonrisa un tanto perturbadora que se formaba siempre de oreja a oreja en su rostro.

     

    - ¿Podrá atenderme o es que ya no conoce a los viejos amigos?

     

    Aquella mujer comenzaba a exasperarlo. Lacrimosa nunca había sido conocido por tener la mejor de las paciencias, sin embargo de algo habían servido tantos años de vida relajada en las paradisiacas playas del caribe.

  19. http://i359.photobucket.com/albums/oo33/Lacrimosa_08_2008/HL01/05.png

     

    El Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas fue fundado por Mungo Bonham, para atender a los magos y brujas que necesitasen apoyo. Continuando con este legado de tan desprendido mago, el Hospital San Mungo continúa su labor de atención médica a los habitantes del Mundo Mágico, siempre con la calidad y el servicio del que ha hecho gala por mucho tiempo.

     

    El edificio se encuentra en el centro de Londres, cerca de una de las paradas del metro subterráneo, para permitirle a aquellos magos que viajan a pie un acceso rapido y fácil. Para evitar a los muggles, el sistema de seguridad del edificio hace que a la vista de un “No Magico” tenga la apariencia de un edificio ruinoso, con grandes ventanales tipo aparador, sucios y opacos, donde varios maniquíes lucen ropas antiguas y polvorientas. Uno de los Maniquíes, centrado entre los ventanales, es el que permite que los magos puedan ingresar, cuando dejan claro lo que son y a lo que van; esto permite que nadie no autorizado pueda llegar al interior del hospital.

     

    Una vez autorizado el ingreso, se puede acceder a través de la ventana que, aunque a primera vista no ha cambiado, se puede cruzar dando la sensación de pasar a través de una cortina de agua. Este es otro de los medios de protección del Hospital para impedir a las personas con malas intenciones el que puedan acceder; el Banco Mágico Gringotts cuenta con un sistema similar.

     

    En el pasillo de entrada, pueden apreciarse dos filas de sillas de madera acojinada, sirviendo de improvisada sala de espera para los recién llegados. Enfrente, dentro de su cubíc***, se encuentra la recepcionista y detrás de esta, entre dos cuadros de Directores, se puede ver la lista de los pisos y sus encargados.

     

    Al lado derecho de la entrada, una pequeña puerta blanca se alcanza a percibir con una plaquita de metal arriba "Sólo Emergencias", custodiada por dos guardias. En esta pequeña habitación se pueden permitir en ocasiones MUY excepcionales Trasladores y Apariciones.

     

    Al fondo de este lado, unas puertas mágicas de cristal indican la entrada a las Direcciones de los encargados del hospital, donde sólo los autorizados con su huella mágica pueden atravesar los cristales; del otro lado, se alcanzan a ver dos elevadores, que los llevan a sus respectivas oficinas, de acuerdo al cargo y piso que ocupan. Al lado izquierdo se ven los cuatro elevadores para los pacientes y sanadores y a su lado una hilera de 5 chimeneas de mármol blanco y oro permiten el movimiento a aquellos que tengan acceso a la Red Flu, tanto de entrada como de salida. Sólo el elevador primero a la izquierda tiene acceso a las Mazmorras, ubicadas en el sótano del edificio.

     

    ****-----****

     

    Por la presente le informo que San Mungo contara con una red de 5 chimeneas de marmol dorado y blanco, ubicadas en la primer planta, al lado de los elevadores, para permitir el ingreso de los trabajadores y el mago común, que así lo necesite o requiera; esto con la intención del flujo ordenado y limpio de los magos y brujas al recinto.

     

    Mas sin embargo y por este mismo motivo, de mantener un orden por sobre todas las cosas, los trasladores y la aparición estarán restringidas, trasladores unicamente por el director y los dos subdirectores del hospital y la aparición, a al director, subdirectores y jefes de piso del hospital, haciendo una excepción a esto ultimo, unicamente cuando una situación de extrema emergencia o necesidad (muerte inminente, nacimiento prematuro o connato de aborto) se haga presente, en el cual, una habitación vigilada por dos guardias, al lado de la entrada de emergencias, dejara el paso de un traslador o aparición a la vez, siendo revisados por los vigilantes para asegurarse que no se de un mal uso de esta implementación.

     

    Los trasladores y las apariciones permitidas, al director, los subdirector@s, y jefes de piso, estarán remitidos a sus oficinas inmediatas, con la intencion de igual manera, de mantener un orden.

     

     

    • Reglas sobre Plantas Especiales

     

     

    Mazmorras (mortífagos)

    • Área Libre.- En esta parte de las mazmorras, se tendrá lo que viene siendo un pequeña hall, así como las habitaciones en donde estarán los “pacientes” de menor jerarquía, se podría decir que gente para despistar, magos normales que ni siquiera ellos sepan que es lo que realmente se hace dentro.
    • Área Nivel 2.- Este lugar está destinado a todas aquellas pruebas y experimentos en donde solo se tiene acceso especial, pero de la misma forma aún no se tiene un conocimiento de las curaciones mortífagas.
    • Área Nivel 3.- En esta zona es donde ya se encuentran las habitaciones en donde se realizan todas las curaciones con respecto a los mortifagos. El acceso por ende es demasiado restringido, en donde solo pueden estar sanadores mortifagos, así como Subdirector Mortifago.
    • Área de Salas Especiales. – En este sitio se encuentran las salas o habitaciones en donde se practican tratamientos especiales, como son casos de: Licántropos, vampiros y alguna enfermedad que pudiera dispersarse como plagas o epidemias.

    Cabe aclarar que la seguridad de esta planta se regulará a partir del subdirector Mortifago y Jefe de planta y al ser el mismo, es obvio que solo una persona tiene permitido poner dicha o quitar la seguridad.

     

    El acceso a las Areas de las Mazmorras quedarían asi:

     

    Area Libre

    • Director
    • Subdirectores
    • Jefes de Planta
    • Sanadores
    • Aprendices

    Area Nivel 2

    • Director
    • Subdirectores
    • Jefes de Planta
    • Practicantes Mortifagos

    Area Nivel 3

    • Subdirector Mortifago
    • Jefes de Planta (solo Mortifagos)
    • Sanadores (solamente Mortifagos)

    Area de Salas Especiales

    • Director
    • Subdirectores
    • Jefes de Planta (en donde se presento el problema)
    • Sanadores (en caso de solicitarlos por el Director, Subdirectores o Jefe de Planta)

    Planta 6 (Aurores)

    • Área Libre.- Donde se encontrarían ciertas habitaciones de uso para los pacientes, donde podrían ser visitados y la seguridad tiene un cierto nivel como para que no se cometan fácilmente actos de terrorismo contra pacientes de algún bando. Esta seguridad podría verse flaqueada pero en situaciones especiales donde se acuerde algún tipo de rol con el Jefe de Planta predeterminado. Hasta aquí podrían entrar pacientes, sanadores, aprendices y visitantes.
    • Área Restringida.- Para uso exclusivo de los que trabajan en esa Planta y para Jefes con Alta Jerarquía. Ahí se encuentran la Botica (donde se guardan pociones, vendajes y todo elemento para uso médico) y un pequeño Laboratorio (donde se hacen pociones para los pacientes de la Planta, y por último un Archivo con los expedientes de los pacientes y sanadores de la Planta.
    • Área Nivel 3.- Ahí se encuentran la Sala de Resurrección (sin acceso para los Aprendices y para toda persona ajena al bando). El nivel de seguridad es alto, por lo que no se pueden cometer actos ilícitos dentro de este lugar.
    • Oficina Jefe de Planta. – En este lugar se encuentran dos recintos: el primero en donde se tendría el escritorio del Jefe de planta, así como el material necesario para revisar a los pacientes que lleguen. Después viene una Sala de Conferencias, a la cual se puede acceder desde la oficina del Jefe, o de una puerta que esta sobre el pasillo.

    Cabe aclarar que la seguridad de esta planta se regulará a partir del subdirector auror y Jefe de planta. Por lo que ellos son los únicos que pueden quitar o poner la seguridad del lugar, nadie más.

     

    El acceso a las Areas de la Planta 6 quedarían asi:

     

    Area Libre

    • Director
    • Subdirectores
    • Jefes de Planta
    • Sanadores
    • Aprendices
    • Visitantes

    Area Restringida

    • Director
    • Subdirectores
    • Jefes de Planta
    • Sanadores de Planta.

    Area Nivel 3

    • Subdirector Auror
    • Jefes de Planta (solo Aurores)
    • Sanadores (solamente Aurores)

    Oficina Jefe de Planta

    • Director
    • Subdirectores
    • Jefes de Planta (Aurores y/o los que sean solicitados por el Jefe de Planta o Subdirector Auror)
    • Sanadores (en caso de solicitarlos por el Director, Subdirectores o Jefe de Planta)

     

    • Al salir herido de un asalto/redada, los personajes en cuestión tienen el deber de acudir a San Mungo a realizarse las curaciones de tales ataques. De lo contrario no podrán participar en un siguiente combate.
       
    • A pesar de que un personaje tenga los conocimientos necesarios de curación, NO PODRÁ auto-sanarse, tendrá que esperar a que algún sanador de la planta le realice dicho proceso.

     

    El proceso para que sea válida una curación/resurrección, es el siguiente:

     

    1er Rol – Llegada a la planta mortifaga por medio de un encantamiento.

    2do Rol- Proceso de transición entre la vida y la muerte.

    3er Rol – Heridas sanadas. Pueden salir del hospital.

     

    Estos roles deben de estar de la siguiente forma. Recuerden, nadie podrá rolear una curación solo, siempre tiene que ser con la compañía de un sanador de su planta real, de modo que la distribución de los roles será la siguiente:

     

     

    Rol 1 - Llega paciente lesionado

    Rol 1 - Atiende la llegada un sanador/comienza la curación

    Rol 2 - Proceso donde se comienzan a sanar las heridas

    Rol 2 - Termina la curación y le da el alta

    Rol 3 - Termina la curación y sale.

     

    Mortífago/Auror herido

    Sanador (real) atendiendo

     

    Cada sanador tiene permitido en caso de escases de personal, curar a dos heridos en sus posteos.

     

    SAN MUNGO: 32

     

    12. Director de San Mungo: 1 ---> Anna T. Ryddleturn (B: 78416) - Cambio 08/11/12

    12.1. Subdirector Auror: 1 ---> Belu Snape (B: 84735) - Cambio 09/04/12

    12.2. Subdirector Mortífago: 1 ---> Gatiux (B: 77626) - Cambio 09/05/12

     

    12.3. Mazmorras (Heridos y Resurrecciones del Bando Mortífago).

     

    - Jefe de Planta: 1 ---> Gatiux (B: 77626) - Cambio 09/05/12

     

    - Sanadores: 5

    ---> Zack Black Rowle (B: 86444) - Cambio 09/01/12

    ---> Pik Malfoy Macnair (B: 86554) - Cambio 26/08/12

    ---> Akiza Ravenclaw H. (B: 91107) - Cambio 26/08/12

    ---> La Hija de Las Tinieblas (B: 78110) - Cambio 26/08/12

    ---> Mathias Lear (B: 97278) - Alta 26/08/12

    ---> Vacantes: 0

    - Aprendices: 1

    ---> Tais Sara Black E. (B: 97245) - Alta 26/08/12

    ---> Vacantes: 2

     

    12.4. Planta Baja.

     

    Recepcionista: 0

    ---> Vacante

    Recepcionista Aprendiz: 0

    Encargado de Bar: 0

    ---> Vacante

    Ayudante de Bar: 0

    ---> Vacante

     

    12.5. Planta 1 (Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas.)

     

    - Jefe de Planta: 0 ---> Vacante

     

    - Sanadores: 2

    ---> Soamily Evans McGonagall (B: 97811) - Alta 17/07/12

    ---> Alessandro D'Angelo (B: 96618) - Alta 26/08/12

    ---> Vacantes: 1

    - Aprendices: 0

    ---> Vacantes: 3

     

    12.6. Planta 2 (Virus Mágicos y enfermedades mágicas en general. Envenenamientos por pociones y plantas).

     

    - Jefe de Planta: 0 ---> Vacante

     

    - Sanadores: 1

    ---> Hades Ragnarok (B: 86948) - Cambio 01/01/11

    ---> Vacantes: 2

    - Aprendices: 1

    ---> Koa Black (B: 98780) - Cambio 08/11/12

    ---> Vacantes: 2

     

    12.7. Planta 3 (Maternidad y Pediatría).

     

    - Jefe de Planta: 1 ---> Bodrik (B: 84100) - Cambio 12/12/11

     

    - Sanadores: 2

    ---> Luz del Carmen Gryffindor (B: 86432) – Alta 05/05/11

    ---> David M. de Knightly (B: 89424) - Alta 26/08/12

    ---> Vacante: 1

    - Aprendices: 3

    ---> Olenko de Godric (B: 91927) - Alta 06/06/11

    ---> JeniiL W. Rambaldi (B: 97763) - Alta 26/08/12

    ---> angelcullen (B: 98704) - Alta 10/10/2012

    ---> Vacantes: 0

     

    12.8. Planta 4 (Psiquiatría y Psicología).

     

    - Jefe de Planta: 1 ---> Aland Black Triviani (B: 78998) - Alta 08/11/12

     

    - Sanadores: 2

    ---> Lehdzay Rexdemort Xtrong (B: 96145) - Cambio 09/04/12

    ---> Zeth Black Lestrange (B: 89222) - ALta 08/11/12

    ---> Vacantes: 1

    - Aprendices: 1

    ---> La Niña de las Tinieblas (B: 97194) - Alta 09/05/12

    ---> Vacantes: 2

     

    12.9. Planta 5 (Heridos y Resurrecciones de Neutrales).

     

    - Jefe de Planta: 1 ---> Aleera Lux Evanik Malfoy (B: 83645)

     

    - Sanadores: 3

    ---> Jessie Stabolito (B: 92275) - Cambio 12/09/11

    ---> Héctor Weasley D. (B: 93619) - Alta 12/12/11

    ---> Anastasia Malfoy T. (B: 78255) - Alta 10/10/12

    ---> Vacantes: 0

    - Aprendices: 0

    ---> Vacantes: 3

     

    12.10. Planta 6 (Heridos y Resurrecciones de Aurores).

     

    - Jefe de Planta: 1 ---> Belu Snape - Cambio 09/14/12

     

    - Sanadores: 5

    ---> Gomita Haughton Westrong (B: 89251) - Alta 09/06/12

    ---> Aime Westrong (B: 87972) - Cambio 17/07/12

    ---> Paú Gryffindor (B: 96124) - Alta 26/08/12

    ---> Athena Ravenclaw R. (B: 94273) - Cambio 08/11/12

    ---> Pandora Stark (B: 90471) - Alta 08/11/12

    ---> Vacantes: 0

    - Aprendices: 1

    ---> Alicia Peverell (B: 98855) - Alta 10/10/12

    ---> Vacantes: 4
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  20. Oficina del director – Con Gatiux

     

    No paso demasiado tiempo para que la respuesta que esperaba Lacrimosa pasara por aquella puerta de fina madera en la entrada. Sus labios de inmediato se curvaron en una sonrisa sarcástica y llena de malicia al ver la dura expresión de Gatiux al entrar, realmente parecía molesta.

     

    - ¿Pero que sucede señorita subdirectora, qué es este numerito? – sus palabras iban con aquel tono penetrante, como quién se burlaba de lo que había ocasionado pero no lo reconocía. – Veo que estar en el subsuelo tanto tiempo ya le nubla la visión.

     

    Lentamente comenzó a caminar entre los muebles que componían su oficina. Era un gran espacio con todo lo necesario para trabajar y relajarse al mismo tiempo; una pequeña sala de piel negra yacía al fondo, siendo iluminada por los rayos de luz que se colaban tras el gran ventanal. Un inquietante sonido cubrió el ambiente del lugar, la madera quemándose en la gran chimenea junto con la fuerte respiración de la mujer, hacían un complemento perfecto y cautivador para los oídos del ojimiel.

     

    - Toma asiento, creo que estas un poco alterada, anda que no te quiero ver cansada. – extendiendo su mano ligeramente y como un acto de cortesía, invitó a la mortifaga a sentarse justo frente a él. – Era la única forma que tenía para que vinieras inmediatamente, veo que ha funcionado de maravilla, aunque el individuo era un regalo, bien pudiste sacar el estrés con él y no solo matarlo.

     

    En el centro de la mesa había un pequeño juego de té listo para ser utilizado. El vapor que salía de la tetera era de un aroma dulce, por lo que observando con detalle el rostro de Gatiux, el mortifago se inclinó un poco sirviendo dos tazas.

     

    - Lo del té era verdad, toma.- dijo estirando una taza hacia la mujer que aún se veía molesta. – Utilizaremos la zona dos para resguardar un proyecto. Siempre he tenido la curiosidad de que pasaría si se le infecta a un mago promedio algún virus, experimentaremos un poco. A menos que primero utilicemos el cuarto para algo más...

  21. Oficina del Director - Enviando carta a Gatiux

     

     

    El peculiar sonido de la pluma corriendo sobre el pergamino era lo único que se podía escuchar en la gran oficina principal. Finas líneas de tinta negra se formaban, una tras de otra con una elegancia sin igual. La noche estrellada enmarcaba aquel momento, dejando que algunos rayos plateados se filtraran por los ventanales provocando que las facciones del Malfoy fueran más duras.

     

    Por fin, la tinta dejo de marcar aquel pergamino. Con movimientos firmes y seguros, el ojimiel dobló por la mitad, colocando un poco de cera en la unión y dejando caer un pulcro sello con la inscripción del hospital.

     

    << Querida Gatiux. Te envío esta carta para informarte que la hora del té ha cambiado de día y lugar, espero que esto no cause algún contratiempo con tu apretada agenda, de lo contrario dime para despedirte y que tengas más tiempo.

     

    Necesitamos acordar algunos puntos referentes a la nueva decoración de los jardines, y quién mejor que tú para darle ese toque que hace falta. Has caso omiso al mensajero, lo he encontrado debajo de uno de esos puentes muggles, parecía necesitar emoción en su vida, puedes hacer de él lo que mejor te apetezca. >>

     

    Rápidamente el Director se levantó de su asiento, observando con una notable cara de suficiencia al muggles que yacía frente a él. Su aspecto no era el mejor, parecía un maniquí con ropas de lo más ridículas, mientras que su rostro denotaba una ausencia en su mirada, era como si le hubieran robado el alma y fuera un simple cascarón que obedecería las órdenes del mortifago.

     

    - Lleva esto a las mazmorras, pide por Gatiux y entrégaselo en propia mano. – aquel ser tomó la carta guardándola cautelosamente, mientras que su andar comenzaba a ser el de alguien muy “normal” tomando en cuenta que se encontraban en un hospital.

     

    James, como le había puesto a su nueva creación, solo respondía un pequeño grupo de preguntas programadas. La psicosis que tenía consigo no le permitía hacer nada más y en cualquier momento podría ser victima de su propia demencia. Sin embargo para Lacrimosa aquello era algo divertido, algo que quizás podría sacar aún más provecho.

     

    Recargándose sobre su escritorio de roble, el ojimiel observó como James salía de su oficina golpeándose torpemente en el marco de la puerta…

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