Darla G Dumbledore

Aquello le producía un maldito dolor de cabeza, definitivamente recuperar su varita y tener que aplicarse el episkey para el eran dos opciones que no habían dejado salida, pero en lugar de ello había apuntado a las cuerdas [de Jank] que la quería atar y lazo un evanseco que surgió débilmente de sus labios pero resultó suficiente. Tampoco fue muy fuerte la patada que dio al mago Jank que intentaba tomarla del brazo. —Aleja tus sucias manos de mi persona patán —rugió mientras sangraba aún. Aquello era más que un dolor de cabeza en ese momento y aunque se estuviera muriendo no le haría nada sencillo hacerse a con ella. Maldijo por dentro tratando de mantenerse consciente.

De verdad le molestaba hacer aquello, no quería tener que enfrentarse a sus ex compañeros con Seba allí presente, sus ojos se posaron en las figuras que habían atacado y supo que no le quedaría más remedio mientras Edelweiss se materializaba en su mano y esperaba que Seba saliera de allí. Sus ojos se giraron en blanco sin opciones para esa situación, había notado el gran ataque de su alto rango y una sonrisa burlona se dibujó mientras la imaginaba frente a su padre, observándola en silencio. Mordió su labio aquello era un dolor de cabeza.

Asentí con sus palabras, ella había solicitado un nuevo empleo, pero en realidad no sabía si la consentirían o no, conocía las políticas del Ministerio desde sus inicios y el lugar que había escogido tenía empleados, no así la oficina contigua, suspiró y sonrió tratando de no pensar en ello. --Estoy viendo que deparan los astros. Definitivamente era capaz de encender las mejillas del mago hasta lo indecible, lo observaba ahora y sonrió, bajando discretamente la mirada para no incomodarlo. Volvió a asentir ante sus palabras y acomodó distraídamente sus ropas, sintiendo que su monedero de piel de moke estuviera en su lugar así como su varita, costumbre adquirida hacía tiempo. Se adelantó junto ante el gesto del mago para ingresar al local y tras sus indicaciones se dirigió hacia la mesa que él había elegido, sonrió más ante su delicadeza de acomodarle el asiento y se acomodó en él. --Muchas gracias Seba --le agradeció, definitivamente podía vivir con una sonrisa en sus labios a su lado, sus ojos se pusieron en blanco cuando una nueva voz surgió --¿tú otra vez? --no necesitaba ver el rostro de su prima para saber que era ella, movió la cabeza y dijo con voz tranquila --no lo lamentas, ni yo tampoco, si por ti Seba --su mano se posó en la de Seba y tras ver su mirada, antes de que Mey dijera nada más los desapareció a ambos del local.

La pelirroja sonrió antes la palabras del mago, su roce había hecho que se le erizara la piel y un cierto hambre olvidado se despertó en ella, agradeció haber cazado hacía poco, el aliento cálido de Seba despertaba en ella más de un instinto. Observó lo guapo que estaba mientras le respondía y asintió antes de contestarle a su vez. --Bien, buscando trabajo, he renunciado desde que nos vimos por última vez. Sonrió con timidez, bajando la cabeza un poco al notar como él la observaba, volvió a levantarla para encontrarse con sus ojos mientras le comentaba que allí se comía bien. Sonrió más ante sus palabras. --Que bueno, de verdad me gusta la comida árabe y es bueno saber que tiene buenas referencias, las tuyas --le sonrió divertida antes de agregar --¿entramos o quieres seguir espiando? Sus ojos siguieron con expresión divertida observando al mago, segura de que su pregunta le haría tomar ese color rosado que tanto le agradaba. Definitivamente Seba era una persona con la cual le encantaba compartir su tiempo.

Cuando apareció frente al ingreso del local una figura masculina se encontraba ya presente allí, aunque le daba la espalda podía reconocer su esencia. Darla se acercó al mago con una sonrisa en sus labios, con delicadeza puso la mano sobre su hombro y con voz suave lo saludó. —¿Seba? Hola, gracias por la invitación. Sus ojos se posaron en el rostro del mago y deslizó suavemente la mano que había mantenido sobre su hombro por su brazo. Viéndolo por unos segundos se acercó a él y depositó un beso en su mejilla. —Espero que siguieras bien, no te había visto en un largo tiempo. Su mano se había mantenido sobre la de él y desvió hacia allí la mirada, indecisa, estaba a punto de retirarla, pero la mantuvo allí mientras le hablaba. —¿Has estado antes aquí? Yo no recuerdo realmente si estuve aquí antes con alguien, aunque lo dudo Su mano se mantuvo firme sobre la de él mientras esperaba su respuesta, sus ojos brillaban en un leve tono dorado, inconsciente de ello la vampiresa observaba al mago a los ojos. Dentro de ella había una extraña sensación que no lograba reconocer que le producía una nerviosidad desconocida para ella pero que Scarlet había captado al instante tras tantos siglos.

La pelirroja estaba aún tratando de ubicarse en su nuevo hogar, había llegado allí tras las indicaciones del patriarca, sabía que todo aquello se lo debía a Scarlet. Había estado preocupada, pero ahora que había pagado parte de su deuda con ella se sentía en parte agradecida de que la familia no hubiera sido una con la cual no se llevase. Mientras pensaba en todo ello, esperaba que Lualú y Leto hubieran podido juntar todas sus cosas de la Snape, sabía que tendría que ocuparse ella misma del traslado de la famila de goahul pero lo dejaba para más adelante. De repente una mariposa ingresó por la ventana, la pelirroja se sorprendió de que aquella pequeña de delicadas alas azules volara directamente hacia sus manos. Para su asombro en cuanto tocó su piel se transformó en una esquela. ¿Quién podría haberla ubicado así? Cuando sus ojos pasaron por sobre las líneas una sonrisa se fue dibujando en sus labios, se puso de pie dirigiéndose a su armario. Lanzó un pequeño improperio al recordar que allí no tenía aún nada. Sacó a Edlweiss de entre sus ropas y tras un par de hechizos se decidió por un sencillo vestido negro. Esperaba estar acorde para el lugar. Aún nerviosa, con sus cabellos recogidos en un peinado cómodo la pelirroja tomó con firmeza su varita, acomodó su cartera en su hombro y desapareció de su nuevo hogar rumbo a The Arabic Palace. Esperaba no desilusionar a su anfitrión y que estaba vez pudieran llegar a buen puerto con su cita. Mientras se desaparecía se preguntó si el pequeño revoloteó en su interior se debía a la clásica presión de la desaparición o por el hecho de pensar en una cita. Como fuera, era más agradable que lo habitual, por lo cual debía ser a causa de la futura compañía, definitivamente su vida se estaba volviendo extraña en el último tiempo, o mejor dicho ella se estaba humanizando de una manera inesperada.

Bueno, tengo problemas de caché más bien pero eso no es lo que me trae ahora, sino lo del reproductor de música. No se si no se subirlo a dropbox o qué pero no se escucha y aunque probé subiéndolo a skydrive o tampoco se hacerlo allí o no se que. Como sea, ni uno ni otro link parecen lograr que reproduzca el sonido ¿Algún alma caritativa cofcofcofjulioooocofcofcof que me explique paso a paso cómo hacer para subir el link y que si funcione? Muchas gracias ^^ Edito: ya lo solucioné, gracias y perdón por el post

A ver, es problema de mi lap? de mi windows (8) de mi chrome? por qué no puedo cambiar mi skin, ni mi idioma desde el chrome? cambié a español desde la tablet, e incluso allí cuando aparece con el skin mobil me deja cambiarlo al full version pero aquí no me deja hacer ningún cambio, cuando le doy click me lleva al inicio de la página ¿es eso una falla del foro o de mi bendita lap o del chrome combinado con mi lap? ¿Se entendió? Bueno, espero que si, gracias!! Edito porque me fijé en el mozilla y allí funciona bien, peroooo no voy a cambiar de navegador, me dicen si hay solución para ésto? y de paso, a lo que venía originalmente, por qué cuando pongo idioma en español no me aparece al lado de la hora si es pm o am? ._.

Si, me dijiste que pase y aquí estoy. ¿Que hace un siglo que no me cambiaba el nick? es verdad ¿Que no tengo la intención formal de ser durante seis meses Scarlet Akane? Tal vez sea cierto ¿Que debo ser una de las pocas que cambió apenas un par de veces desde que es Darla Potter Black? También es cierto. Perooooo... y en este caso no es una palabra desgraciada como dicen por ahí... volviendo peeeeerooooooo... creo que cada seis meses calendarios tenemos derecho a poder optar por el cambio de nick, no con la locura de diestra y siniestra de antes que cada tres meses aparecían los Mister Alf Alfa por ahí, pero si con el derecho de que tu nick no se llame "Talita Kum" y cada vez que roleas tengas que poner "Ambrosio Devereux" todo porque por un impulso de inscripción o una desinspiración posterior elegiste un nick que, Dios mío!! Se lo enquilombado que es el cambio de nick aunque jamás me haya tocado llevarlo a cabo, se que para los administradores es una tarea que les mocha la vida, por algo lo habían delegado en su momento a alguien más (cosa que podrían volver a hacer). Pero me parece lógico que elijan 2 meses en dónde no estén sobre cargados de trabajo (léase organización de galas) o quizás 3, por cuatrimestre en vez de semestre y den la oportunidad que en esas fechas la gente puede optar (o no) por llevar el nick que realmente refleje lo que su personaje on rol intenta mostrar. Es muy pesado y complicado tener que "rolear" tu nombre junto con tu rol solo porque tomaste una mala decisión y no eres bueno en nada para ganarte un cambio de nick o que te elijan en las altas esferas. Y saben qué? yo no tengo ganas de cambiarme el nick en este momento pero me gustaría que quien si quisiera, tuviera una oportunidad. Gracias por leer mi tocho En resumen: Quiero el cambio de nick aunque no planee yo hacerlo. Gracias again

Caminó a paso lento, con las manos en los bolsillos de su chaqueta, estaba atrasada, y ni siquiera se había logrado contactar con las aspirantes que habían puesto a su cargo, suspiró, la pelirroja se estaba volviendo indolente y despreocupada de las responsabilidades, pero había aún un pequeño resorte que la impulsaba: no quería desilusionar a Lyra. El frío empezaba a amainar pero a pesar de ello lucía unas botas altas dentro de las cuales se perdían unos jeans de corderoy beige, bajo su chaqueta de paño negro apenas se distinguía una polera de lana color azul, muy muggle, pero en realidad lo prefería a las túnicas. Cuando llegó al local que la habían mandado sonrió con una un gesto torcido, otro bar, ingresó dando un empellón a la puerta, luego cuando llegara alguna de las chicas que había citado esperaba que entrasen. Se detuvo de golpe dejando de lado lo que estaba pensando. --Pero qué demonios... --susurró sorprendida por la decoración del lugar, defintivamente la dueña del local tenía el absoluto desparpajo de reconocer abiertamente su inclinación hacia la Marca Tenebrosa. El negro y la Marca estaban por todas partes, su mirada recorrió el establecimiento, notando que tenía más que el ambiente que veía, notó unas puertas traseras y el acceso a un nivel superior. Negó con la cabeza mientras sonreía divertida, había que ver el desparpajo, buscó en su bolsillo la nota con los datos del lugar al que iba a hacer la guardia, claro, ahora se entendía. Se acercó hacia la barra y buscó a alguno de los encargados para preguntarle por los dueños y explicarle que estaba allí para velar por la seguridad del local.

Tras un rato de observar al bello durmiente Darla se había aburrido y comenzó a caminar relajadamente por el lugar, iba siendo hora de terminar su guardia, una elfina se cruzó apresuradamente con ella, pero parecía obedecer órdenes estrictas porque caminó derechito hacia la casa, ignnorándola. La pelirroja no se inmutó, después de todo no estaba allí para recibir las notas para la familia sino solo para ver que todo estuviera en orden en el lugar. Se detuvo cuando vió aparecer a un trío que recordaba haber visto por otra casa. Pfff... debería haberme tomado unos días de vacaciones y participar de las locuras navideñas en lugar de estar aquí trabajando, la idea pasó por su cabeza y tras lanzar un suspiro involuntario volvió al camino principal, otro día vendría a saludar a Sophie. La vampiresa se detuvo un rato más entre los jardines y finalmente caminó despacio hacia la entrada principal, en verdad era aburrido el tema, quizás debería reconsiderar seriamente el hacer las guardias con algún mini, aunque a ella no le había gustado hacerlo cuando era aspirante, quizás los nuevos si tuvieran más onda que ella. El fin de un día de trabajo era algo relajante por otra parte así que metió sus manos en los bolsillos y siguió por las calles de Otteery, silbando bajito una canción navideña.

Una elfina le había indicado que la familia estaba ocupada, que tenían una reunión con visitas venidas desde muy lejos y que hacía muchísimo tiempo no visitaba el lugar, pero si quería llamaba algunos de los ocupantes. Darla la detuvo y le indicó que no hacía falta, que ella solo venía a ver si todo estaba en orden, si no había habido problemas en el último tiempo. La elfina la observó con cierto dejo de asombro pero indicó que todo estaba en orden en la familia, la vampiresa sonrió y sacando a Edelweiss hizo una delicada floritura. --Cuando la Señorita Sophie esté desocupada dele ésto por favor, no hace falta que la moleste ahora --con delicadeza extendió el regalo para la bruja. http://static.hogarutil.com/archivos/201212/ramo-de-navidad-con-rosas-321x171x80xX.jpg?1 Una tarjeta lucía en un borde del obsequio: Lentamente la pelirroja comenzó a desandar el camino que había recorrido hacia la casa, a su paso por el jardín observó algo que antes no estaba allí, algunos lienzos estaban caídos sobre el verde cesped y una figura masculina [Cris] descansaba a su lado. Con la agilidad y silencio de los vampiros se acercó a observar, notando que dos de los lienzos lucían unas bellas pinturas mientras que el tercero estaba totalmente en blanco. Darla dudo, el hombre parecía dormido, la pelirroja apretó más fuerte a Edelweiss entre sus dedos, tratando de notar si él estaba bien, no parecía que hubiera sido atacado y el suave movimiento de su pecho, subiendo y bajando acompasadamente hizo que la guardiana se tranquilizara, solo dormía. Podía notar que todo él era algo especial, con sus cabellos azules, sumado a un aura que identifico no era humana, sonrió, era un demonio, pero así dormido tenía un aspecto angelical y tierno, claro que no estaba segura si él estaría muy feliz si supiera lo que ella pensaba y menos si descubría que lo estaba espiando mientras dormía, claro que si no quería que lo vieran debería dormirse en su habitación y no en medio del jardín. Guardando aún silencio dió unos pasos, acercándose más a los lienzos, para apreciar lo que había en ellos, el artista tenía buen gusto y muy buena mano, observó los nombres que había en ellos, aparentemente eran retratos, uno de ellos de Sophie y el otro de una joven llamada Luna. Se preguntó si se tratarían de regalos navideños o simplemente eran expresiones del talento del artista que quería descargar su genio sobre aquellos lienzos, obviamente el trabajo que habían llevado las dos primeras pinturas había hecho que cayera rendido, dejando pendiente la elaboración del tercero. Darla movió suavemente su varita y el cesped bajo el cuerpo de Cris se movió levemente, adoptando la forma de una cómoda poltrona con un almohadón mullido bajo su cabeza, sobre su cuerpo apareció una fina manta, después de todo, aunque el día estaba más que agradable, era invierno. La bruja levantó la vista y observó el cielo, iba siendo hora de que se retirase, puesto que todo parecía estar en orden, la mayoría de los habitantes ocupados o durmiendo, pensó mientras volvía a mirar con un dejo de ternura y diversión al mago que estaba a punto de dejar solo.

La pelirroja caminó despacio hacia el ingreso de aquella mansión en Ottery, la observó con detenimiento, una cierta culpa jugueteó en su mente al recordar que allí vivía Annick, o al menos allí había vivido hasta que se casó con Elvis. Por algún motivo inconfeso la vampiresa había faltado a la boda, varias veces había amagado con asistir, pero había desistido tantas otras. Sacudió la cabeza, como si quisiera borrar esas ideas, ahora no estaba allí por eso, tenía una misión que cumplir. Sus ojos observaron con detenimiento la barda, definitivamente había pequeñas emanaciones invisibles al ojo humano donde las plantas venenosas y los lazos del diablo confluían. Darla sonrió, había estudiado el lugar al que se dirigía y tener registros ministeriales a veces era una ventaja. Crack La pelirroja desapareció y segundos después apareció en el interior del jardín, a lo lejos había un invernadero, pero ni intenciones tenía de ir a ese lugar, sus pasos atravesaron el arbolado jardín dirigiéndose hacia la blanca Mansión. Cuando llegó a la puerta de ingreso se detuvo a apreciar los finos detalles que decoraban la misma, tras atravesar los pilares de ingreso. Con gracia sacudió su vestido estilo Jackie, preguntándose una vez más quién sería la tal Jackie que había ganado que un vestido tan bonito llevara su nombre. Sonrió divertida por las ideas locas que se le pasaban, estaba allí para hacer su guardia, a lo sumo para saludar a Sophie, si es que estaba en la casa. Con delicadeza golpeó a la puerta de entrada, esperando si algún elfo o persona que allí viviera la atendía.

Papiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! *salta sobre Niko y, tras tirarlo al suelo, lo llena de besos :3 No tenéis una idea de lo complicado que ha sido decidirme por mi ser XXXX tuve muuuuuchhhhiiiiissimos en mente de 23 originales pasé a 10, de esos 10 estuve entre 5, de los 5 bajé a 3, revisé mi ficha y allí al fin me decidí pero igual seguro que luego me arrepiento, pero bueno, él me dirá si hice bien o no (?) en fin, aquí dejo mi pedido :3 Link a la ficha de personaje: Darla Potter Black / Scarlet Akane Criatura que desea adquirir: Fénix Premio que ganó: Invasión naranja: http://i.imgur.com/FGyC7.png y nada más pues, creo que eso es todo, veo un invisible a mi lado, casi tan invisible como el link de Near

Ante los comentarios de Maddy la vampira no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en sus labios mientras imaginaba a Kris practicando el baile del caño con alguna doncella, o no tanto, que concurriera a su habitación. Por otra parte era una pena que los compañeros de trabajo de Maddy no se presentaran en sus puestos, conocía del tema, desde las desaparecidas Lady Lucrecia y la aún desconocida Daphne hasta la desmayada Taylor, la nueva aprendiz, que parecía perder la conciencia muy seguido, se preguntó en ese momento si no estaría embarazada, era algo que tendría que hablar con Reena o quizás solo con la muchacha. Pero era mejor olvidar esa parte del trabajo. - No recuerdo qué labor hacen en la primer planta. - casi susurró avergonzada, desde que había dejado de ocuparse de las postulaciones hacía más de seis meses era como si hubiera elegido autodesmemorizarse para no tener que pensar en aquellas tareas. Antes de que Maddy hubiera escuchado su comentario se había dado cuenta de una omisión de Kris. - Vaya, parece que el baile exótico nubló la memoria de nuestro compañerito... habrá que esperar que vuelvan el elfo o el doncel... el joven bartender - se estaba divirtiendo torturando a Kris, aunque estaba segura que el mago no se daría por aludido. Limón y sal... de pronto una pegadiza canción muggle pasó por su mente y se puso a canturrear - Yo te quiero con limón y sal ♫ yo te quiero tal y como estás ♪ no hace falta cambiarte nada ♫

La vampira lanzó una carcajada al oír las palabras de Kris. Aparte de que el mago pretendía que se emborrachara, haciéndola mezclar whisky de fuego y tequila, había tergiversado sus palabras refiriéndose a ella como experta en bailarinas exóticas y desviando la idea de que las bailarinas de danza árabe lo eran. Claro que lo que él buscaba era molestarla, pero bueno... no le daría el gusto. - Quizás no sea tan interesante para Madeleine, pero cuando quieras puedo hacerte una demostración privada Kris... me han dicho que has instalado un caño en tu habitación... aunque no tengo idea de para qué lo querrías... Sus ojos reflejaban una inocencia que muy lejos estaba de tener, hizo girar suavemente el vaso de whisky entre sus dedos y observando más seriamente a Kris respondió a su siguiente pregunta. - Soy Jefa en la Secretaría del SAW, ehmmm... perdón los Servicios Administrativos del Wizengamot, pero es más fácil decirle SAW. Igualmente supe que Elvis ya no está en el Cuartel Auror y me ha apetecido postularme allí como Directora, sobre todo luego de una mala experiencia con un engreído empleado nuevo que ha entrado a mi oficina y que no duda en faltarle el respeto a sus superiores solo por ser nieto del Ministro. Los ojos de la vampira despedían leves destellos del color del fuego, pero tras unos segundos pareció calmarse y sin decir más nada bebió de un trago lo que quedaba en su vaso. - Creo que me va a venir bien tu tequila. - sentenció con gesto distante.

Se sentó, casi acurrucándose en el sillón, era por demás de cómodo y ella estaba tan cansada. Se quedó unos segundos pensando en lo que le había dicho Maddy, con la mente en ello tomó en forma automática su vaso y dejó que el ambarino líquido se deslizara por su garganta, podía sentir el ardor mezclado con un dulzor que le trajo recuerdos de antiguas épocas en otros bares. Sus ojos volvieron a posarse en los presentes tras unos segundos de dejarse llevar por aquellas viejas historias. Casi por el simple gusto de molestarlo miró a Kris con una pícara sonrisa. - Y dime Kris ¿cómo conociste este lugar? ¿Acaso viniste tras los pasos de alguna exótica bailarina de los siete velos? Por suerte para él uno de los elfos encargados de la atención del lugar se aproximó a ellos para preguntarles qué es lo que deseaban servirse. Levantó su vaso enseñándoselo al pequeño ser de redondos ojos dorados, que lucía una especie de levita como atuendo. - Nada por ahora, aún tengo mi trago. Esperó a que el resto hiciera su pedido antes de seguir charlando.

No había pasado mucho tiempo de su escrutinio cuando al local ingresó otro viejo conocido de la pelirroja, sin poderlo evitar una sonrisa se dibujó en sus labios mientras sacudía la cabeza, como negando algo que solo ella sabía y bebió un sorbo de su trago. La voz de Kris sonó en sus oídos cuando bajaba el vaso a la altura de su cadera. - Buenas noches Kris, sonaste tanto a Why so serious... buenas noches chicas. Sin más enfiló tras el joven y sus compañeras hacia uno de los mullidos sillones, esperaba que fuera en un rincón apartado y que estuvieran en ángulo, eso de estar todos uno al lado del otro como en fila india siempre le había hecho gracia en los bares muggles... porque le había parecido tan poco práctico, claro que allí ¿quién iba a charlar? - ¿Alguna novedad de algo Madeleine? - dirigió una mirada inquisitiva a la joven, la pregunta venía a las actividades que habían compartido en su oportunidad en Noruega y si sabía algo sobre el resultado final de su aventura, aunque pensándolo mejor le guiñó un ojo y agregó. - Aunque quizás es mejor olvidarnos de eso por esta noche ¿verdad? Con gesto perezoso siguió hacia el sitio elegido, apoyando su vaso en una pequeña mesita procedió a quitarse la gabardina, dejándola a un costado del sillón que ocuparían.

Había ingresado al lugar, dirigiéndose hacia una de las barras, la semipenumbra no era un problema, pero primero quería pedirse algo fuerte para beber, esa noche no se sentía especialmente amigable y quizás un poco de whisky de fuego hiciera que suavizara su estado de ánimo... cosa que dudaba mucho. A sus espaldas escuchó la puerta abrirse una vez más y observó en el reflejo de una de los espejos tras la barra a quién había llegado, Madeleine, una compañera de la Orden y de algunas aventuras en Noruega. Tras lograr que el bartender le sirviera una generosa medida de whisky tras unas cuantas sonrisas, insinuaciones e intercambio de papelitos con direcciones y algo más, la vampira se encaminó con paso tranquilo hacia los cómodos sillones llenos de mullidos almohadones. Aún no se había quitado la gabardina, lo que no era de extrañar, su temperatura corporal solía mantenerse tan establemente baja que habría hecho enloquecer a cualquier sanador muggle. Pensativa se detuvo, observando a dónde había ido a parar Madeleine o si la muchacha continuaba cerca de la entrada del establecimiento.

Nunca iba a entender por qué había aceptado ir hacia allá. Le gustaba la comida árabe, alguna vez había visto bailarinas de danza árabe mover sus cuerpos insinuándose a cuanto caballero estuviera en el lugar y luego alejarse de ellos con sus contorneados movimientos tras que éstos dejaran unas cuantas monedas o billetes en sus delgadas cinturas. Pero de ahí a aceptar una invitación a tomar algo y ver algún espectáculo en el lugar. El tomar algo y poder degustar algún plato típico parecía interesante, aunque no necesitase alimentarse eso no impedía que de vez en cuando se diera el lujo de hacer disfrutar a su paladar, obvio, no era como sentir el exquisito sabor de la sangre, pero no estaba nada mal. Sus ojos castaños recorrieron el lugar del callejón donde se había aparecido. Aunque iluminado en general había acertado al recordar esa sombría parte del Callejón. Sacudió la gabardina negra que llevaba y dirigió sus pasos hacia la entrada, las altas botas no se dejaron oír en el silencio nocturno gracias a un hechizo que había realizado sobre ellas, Deberías hacerle un hechizo extensivo a esa falda había dicho su elfo al verla ponerse una minifalda gris pizarra que dejaban vislumbrar los cancán de un tono algo más oscuro, ella había reído pero no le había hecho caso, un sueter al tono completaba su atuendo y había hecho que respondiera El sueter es de cuello alto, ante lo cual obtuvo un bufido de su elfo. ¿]Habrá llegado alguien ya? la pregunta rondaba su mente mientras dejaba que las luces del lugar empezaran a acariciar su pálida piel, con mano firme empujó la puerta de entrada y recorrió con la mirada el local.

Desastreeeeee... hasta que me andubo el PS u.u ok, ehmmm.... odio explicar los pasos porque soy algo salvaje para hacer las cosas a ver si me sale :3 1. Dupliqué la capa y le apliqué ajuste de variación de intensidad -53 y saturación -37 2. Dupliqué la capa (quedó debajo) aplicando el ajuste de inversión 3. Sobre la capa original seleccioné "diferencia" 4. Luego agregué una capa de texto entre la capa original y la capa del punto 2. 5. ehmmm.... al final a la capa 1 le cerré el ojito porque no me gustaba como quedaba con el efecto, pero te dejo ambos por si Original - Opción 1 - Opción 2 Y creo que más nada... espero haber entendido

La pelirroja escuchó atenta las presentaciones que Antara realizaba. Algunas eran esperadas por ellas, conocidos los nombres, conocidas las relaciones. Otros en cambio resultaron inesperadas no tanto por la persona que daban a conocer sino por la relación de la misma con su abuela. Los ojos de la vampira lanzaron un leve destello rojizo mientras inclinaba la cabeza en señal de saludo general. La Dama tenía una copa de champang en sus manos y la ocasión merecía un festejo, solo por su presencia. Pero Darla no podía evitar sentirse inquieta, era como si todo su ser estuviera gritando en su interior. ¿Todo su ser o era Scarlet la que se revolvía en su interior con algunas presencias? Respiró profundamente. Y como si fuera un milagro salvador la presencia de Matt en el lugar relajó un poco la tensión del momento. Sin saber aún el por qué de sus sentimientos, decidió ocultarlos a los presentes. Aunque era consciente que Lucho había en varias ocasiones logrado quebrantar sus barreras, ella había fortalecido sus capacidades oclumánticas. No sabía si serían lo bastante efectivas, era como tener una biblioteca con compartimentos estancos y ella estaba dispuesta a cerrar cada uno de ellos, ocultando en los más profundos lo que menos deseaba que saliera a la luz. Una sonrisa dulce y divertida se había dibujado en sus labios cuando volvió a alzar la cabeza. ¿Había sido un nuevo juego de sombras lo que había engañado su mirada o realmente había notado un extraño gesto en la antigua matriarca de la Potter Black? Siguió sonriendo mientras se acercaba a Matt y le saludaba afectuosamente. - Hola Matt, me alegro verte, la última vez apenas pude saludarte a tu "regreso". Espero esta vez podamos disfrutar de una más agradable reunión familiar

Observó el rostro de Sagitas, parecía reflejar preocupación. ¿Sería por su pregunta? ¿Por las presencia de Luch? ¿O quizás? Intentó seguir su mirada y volvió a encontrarse observando a su abuela, Cye acababa de aparecer en el lugar y la saludaba. Scarlet se estremeció dentro de ella. Darla supo muy bien que afectaba al espíritu de la vampira. Pero había algo que le interesaba más a ella. Volvió a recorrer con la mirada a Antara y esta vez, lo que había sido evidente a sus ojos y a su inconsciente tomó forma. - Ajá... entiendo... - apenas mascullo como respuesta hacia la pelivioleta mientras veía acercar a Cye. ¿Sería posible que las ideas que venían a su mente fueran acertadas? El saludo de la joven la sacó de sus ideas y respondió amablemente a pesar de que tuviera que cerrar su mente a las ideas que intentaban salir a flote. - Hola Cye, no interrumpes. Su mirada se dulcificó un poco y tras unos segundos decidió dejar sus oscuras ideas a resguardo. Si algo debía ocurrir ya se vería, mientras tanto lo mejor era disfrutar de la reunión cuasi familiar. Ese pensamiento se hiló con lo que había dicho Sagitas "Parece que Antara y él se llevan bien, se... complementan". Nunca había imaginado a Antara complementándose con Luch, aunque recordaba que Joe había compartido clases con su esposa Maheba, no recordaba haberlo visto con otros miembros de la Orden, aún cuando había estado un tiempo en ella. La vampira observó una vez más al hombre a unos metros de ella, ansiosa sin poder evitarlo, pero tratando de evitar que ésto se trasluciera a los ojos de los demás presentes.

La vampira sonrió, había escuchado la voz cerca de ella. Claro que era una voz inconfundible, largamente conocida y cuyas charlas había compartido durante años. - Si me permites abuela. - murmuró mientras hacía una nueva inclinación ante Antara, siempre olvidaba si era abuela o bisabuela, pero el afecto y la familiaridad siempre existiría. La pelirroja dirigió un saludo al Matador, apenas inclinando su cabeza, mientras ocultaba discretamente su varita entre las ropas. Dirigió un saludo a Jocker y a Mackenzie y se acercó a Sagitas. - Me alegra verte amiga, lamento no haber ido con ustedes. Necesitaba pensar qué había ocurrido y luego, bueno, luego, tú sabes, me puse a trabajar. Con una sonrisa, Darla se acomodó cerca de la pelivioleta y le susurró al oído. -¿Sabes lo que hace Luch aquí? - la preocupación había invadido su corazón, recordaba la última vez que se había encontrado con aquel hombre. Por breves lapsos de tiempo había sido su tutor y la experiencia había sido algo extraña. Dentro de ella Scarlet lanzó una carcajada. Llamar extraña a la experiencia del encuentro entre Darla y Joe Kuhr era quedarse cortos. El espíritu de ambas mujeres se había revuelto en un duelo interno, más para lanzarse sobre el asesino que para luchar entre ellas. Darla se impuso, dispuesta a no volver a arruinar el encuentro con Antara, pero totalmente consciente de que, como cuando había sido alumna del matador, éste le inspiraba los más extraños y contradictorios sentimientos. Sus ojos iban de su abuela a él y aunque ella seguía siendo el centro de su atención y afecto, no podía evitar sentirse inquieta. Después de todo, él siempre quebrantaba sus límites. Suspiró y se dedicó a disfrutar el momento. La magia que se sentía en el lugar era demasiado fuerte como para que algo malo fuera a ocurrir.

El viento sacudía los cabellos de la pelirroja, enredando aún más sus rizos. El sonido del mar golpeando contra las rocas, unos cuantos metros más abajo, llenaban su mente. No quería pensar en nada, solo estar allí, disfrutando la paz, el silencio, o mejor dicho, el sonido de la naturaleza, sin rastros humanos. Era consciente de que en el acantilado hacía cada vez más frío, pero no le importaba. Sus ojos pasaron del horizonte tornasolado hacia la blanca espuma que se arremolinaba en las rocas. Respiro profundamente, con placer, dejando que sus fosas nasales se llenaran del salino aroma. Alrededor de sus piernas la capa se enroscaba con la túnica azul. Entrecerró los ojos, imaginándose que alguien acariciaba sus piernas. Sonrió. Como si ella tuviese ganas de que la mimaran. Tras el ataque que había sufrido, Sagitas la había ayudado a salir adelante, pero ella no había querido ir con la familia de vacaciones, se sentía como que había arruinado todo. Necesitaba una vez más estar sola. Durante ese tiempo sus lazos con Scarlet se habían fortalecido, había conocido más de esa extraña dama que había invadido su vida hacía tantos años y cuya existencia venía de varios siglos atrás. De repente fue como si hasta el mismo mar se acallara, la vampira abrió los ojos, alerta y llevó su diestra hacia donde guardaba su varita. Sospechaba que aquello podía ser un gesto inútil, lo que callara al mar podía ser infinitamente más poderoso que ella. De pronto aquel atardecer pareció volverse noche, el viento soplaba aún a su alrededor, pero a su vez parecía reinar la calma donde ella estaba. ¿Qué estaba sucediendo? Y de repente lo supo, supo que era lo que había detenido todo a su alrededor y casi pudo sentir su voz, el murmullo de ancestrales palabras. Lo reconoció una vez más, era extraño, aunque no lo hubiera sentido así alguna vez, podía darse cuenta que ella estaba una vez más llamándola. No era en la Mansión, era en un lugar que ella no conocía, pero podía verlo a través de sus ojos, un jardín, un parque. No estaba segura de dónde era, pero si sabía que podía llegar allí. De pronto el sonido de las olas golpeando contra la costa y del viento entre los árboles volvió a llenar el ambiente. Sonrió, aún tenía su varita en la mano cuando giró sobre sus pasos y crack hizo su desaparición. La opresión en su pecho fue casi un masaje en comparación con la que había en su mente. Cuando un nuevo crack sonó en sus oídos sus ojos contemplaron una extensión muy particular. Aunque nunca había estado allí lo reconoció, era el lugar desde donde ella la llamaba. Caminó despacio, podía sentir que no estaban solas. Las filas de árboles se sucedían, castaños, majestuosos, de verdes y frondosas copas, a través de las cuales se colaban los rayos del astro rey. Esquivando matorrales se dirigió sin seguir el sendero hacia donde la llamada había sido realizada. Finalmente se detuvo a unos metros de donde varias personas estaban reunidas. Se sorprendió de que allí, en medio de un bosque hubiera una carpa dispuesta como para una celebración. ¿Pero acaso debería sorprenderse? La fuerza que la había llevado a ese lugar sin duda provenía de alguien que siempre tenía algo nuevo y misterioso bajo su manga. Observó en silencio durante un tiempo, tras unos minutos reconoció a varias de las figuras allí reunidas. Sagitas, su tía estaba allí, le pareció que la otra dama era Mackenzie, lo que la sorprendió. Otro rostro medio oculto se le reveló tras unos segundos, con un leve movimiento, se trataba de Leis, hacía añares que no sabía de ella. Realmente era una convocatoria femenina muy interesante, Shane estaba allí presente y las otras dos jóvenes, no recordaba si las conocía, pero sus rostros se le hacían levemente familiar, quizás de los retratos en la Potter Black, porque semejante presencia no podía provenir de otra parte, sobre todo si consideraba de quien venía la llamada. La mujer estaba vestida enteramente de negro, o eso le pareció, el luego de las sombras quizás la engañaba. Como seguramente lo hacía su imaginación al mostrarle la presencia de un viejo conocido. ¿Sería posible que fuera Jocker el que estaba allí? Su diestra se aferró más firmemente a Edelweiss y finalmente avanzó un paso, saliendo de entre los árboles. Cuando se acercó a la carpa su rostro no denotaba para nada sus pensamientos, instintivamente había recurrido a la oclumancia para ocultar lo que por su mente pasaba. Una sonrisa franca se dibujaba en sus labios mientras sus pasos la llevaban hacia Antara. Había hecho bien en ocultar su mente, una figura se había adelantado a sus pasos y saludaba a la mujer. La reconoció de inmediato. Si la presencia de Jocker la había puesto en guardia la de él, la volvía una gata salvaje a punto de atacar, pero se contuvo y siguió sonriendo, como si nada. - Me alegro poder tener una oportunidad más de verte, Antara querida. La última vez lamento que mi osadía arruinara la reunión familiar. - Sus ojos se clavaron en la semidiosa y en silencio hizo una reverencia en señal de saludo a la Dama. Los demás, podían, por ahora, esperar.