Cornelius Wind Haugthon

A pesar que preguntara una y otra vez — ¿Alguien me escucha? — era inútil, ya que nadie respondió. Y dejo de realizar los encantamientos que ya había dado resultado, en dispersar algo la niebla, pero al no seguir esta comenzó a cubrir el camino que había perdido, al sentir un golpe en su espalda.

Dándose vuelta se da cuenta que alguien lo tropieza y lanza un conjuro que impacta contra la pared, tras notar quien era baja la mirada. —No, me temo que no. — respondiendo a su homóloga y haciendo pausa, ya que enseguida ella le lanza otra pregunta. —Aquel aroma quizá este causando la niebla, lo cual puede ser producto de dos cosas. — Recordando las clases de pociones. —Por una parte está la posibilidad que sea causa de una poción compleja que se ha derramado o mal fabricado y ha causado esto o…— su mirada comenzó a enrojecerse y a causarle algo de dolor. — ¡No respire aquel aroma! — Grita y Se comienza a sentir mal.

Su cuerpo comienza a caer abatido por aquellos aromas y no duda en pensar en "Casco-Burbuja" para evitar que más de esa sustancia entrara en su organismo. Realizando nuevamente por su mente "Casco-Burbuja" para aplicar aquella medida de precaución en Andryanie. — ¿Tienes un antídoto?— le cuestiona. —no cabe duda este aroma solo antecede a la niebla, y es producto de…— se desmaya antes de terminar la frase, entrando un estado de convulsión. Al desplomarse en el piso, un botiquín de pociones compacto se le ve caer de su capa. En la mente del demonio se comenzaba a producir extrañas imágenes confusas de su pasado. Dejando en un dilema a su compañera, quien ahora tenía en manos la vida del demonio.

Y se finaliza ambos encantamientos dejando reducidas la posibilidad de actuar de Adryanie. En caso de ayudarlo, debería controlar la niebla o auto aplicarse un encantamiento que le ayudara a no respirar esos aromas dañinos, que podían ocasionar una variedad de síntomas dependiendo de la persona que afecte.

Una de las alumnas presente conocía a Cornelius de otra clase en la Academia de Magia y Hechicería. Lo cual parecía haberle llamado la atención a su compañera, ya que en esa oportunidad si se presentó. Algo sin embargo era notorio la tensión que se había creado entre el demonio y la profesora, quedando como neutral el otro profesor que no sabía qué hacer y solo restara en revisar la lista, pero eran muchos los alumnos ausente para deducir tan rápido el nombre del alumno que no se presentó.

Mía Black Lestrange opto por ignorar a su alumno desconocido Cornelius, puesto que no tenía tiempo para tratar con personas como el, las cuales según ella no valían la pena o eso era lo que reflejaba. Aquella Nigromante tomo una sabia deducción, ya que si a él no le importaba las clases a ella no le importaría lo que hiciera en esta, si le mataban o no. Limitándose a esa forma de pensar desvió la mirada ante Aziid y lo que ocasionó que varios también desviaran su mirada contra él.

— Esto debe ser una broma —murmuró Cornelius, creyendo que nada iba a pasar pronto. Si mal no observaba uno de sus compañeros comenzó un enfrentamiento contra Hanni. El espectáculo no fue gran cosa, pero si entretenido, lo que le causo algo de gracia y le hizo evocar el recuerdo donde la profesora era atacada por el can y le creara nuevamente en su rostro una sonrisa algo sarcástica.

Héctor Weasly D. era el árbitro de todos los encuentros desafortunados o eso parecía indicar, ya que era el mediador del alumno desconocido, del ataque de Aziid contra uno de sus compañeros y toda su palabra indicaba llamar a la calma. Esa actitud era molesta para Cornelius, el deseaba ver algo de acción y este se limitaba a solo buscar la paz en todo lo que sucedía, pero su curiosidad no se seguía para descubrir el nombre del desconocido, ya que revisa la lista y da con el nombre.

Y en respuesta de la actitud del demonio anónimo la Rambaldi lo sigue con la mirada, notando ciertas actitudes algo misteriosas y su forma de observar todo su entorno. Lo miro unos segundos más con el ceño fruncido y desvio su mirada ante la nueva alumna, cosa contrario realizo Cornelius ya que no le prestó atención, ya que no le interesaba en lo absoluto y solo se encontraba ahí oculto detrás de su compañera.

Continuando la clase de la forma más tediosa y aburrida. Solo basto en bajar la mirada y comenzar a realizar movimiento con su varita y de esta a desprender un la luz tenue. La cual adquiere una dirección contra la pared, al parecer se le había escapado por accidente un encantamiento.

Oficina de Cateo y Erradicación de las Artes Oscuras, Auror: Cornelius Wind Huagthon.

El Wind Huagthon nunca había estado en la primera planta del Ministerio de Magia, en donde se suponía que la perfección denominaba el histórico lugar, en el cual todos los detalles estaban más cuidados. Observando a primera vista al momento de entrar una moqueta dorada que cubría toda la planta, era un recibidor todo cubierto de madera, sobre el cual se posaban algunos cuadros de altas personalidades del Ministerio que se movían y observaban.

— ¿Dónde estará el problema? — Sentencia y hace pausa. —Solo espero no haberme adelantado a mis compañeros. — Terminando de hablar en forma de murmullo.

Apartando de su mente los pensamientos que le indicaban que había llegado tarde a su primer trabajo oficial de Cateo. Por esa situación mantuvo desde que salió del Departamento su vestimenta Ministerial, la cual consistía en una capa que arrastraba, el atuendo oscuro y en cada una de esta el logo de la oficina de cateo, para su calzado y desviando del reglamento portaba una sandalias oscuras. Marcando su mirada a todo movimiento extraño y donde observa apuntaba con la varita.

“” ¿Dónde estarán mis camaradas?”” Se preguntó mentalmente y dibuja una sonrisa en el rostro y baja la mirada.

Un extraño aroma comienza a persuadir al poco tiempo desde que llega, comenzando a lanzar un encantamiento en caso de que fuera la broma de algún niño. Aunque el encantamiento no hace efecto, al parecer era la presencia de magia aún más poderosa o la mescla de una poción que había salido mal. Pero algo que no había llamado la atención comenzaba a verse, era una niebla y eso sin duda alguna era el arte tenebroso.

— ¿Alguien me escucha? — Comienza a preguntar y caminar, arreglándose con encantamiento para la erradicación de las artes oscuras y así abrirse paso ante la niebla y aquel aroma.

Un nuevo miembro del departamento había llegado, aquel era Matt Blackner. Un antiguo Aruror con gran fama en la comunidad mágica, por eso no dudo en ningún segundo Cornelius en desviarle mirada y saludarle. Por su parte el Crouchs seguía extrañamente silencioso y quieto, algo que no le causaba mucha confianza, aunque no le tomo mucha relevancia o interés.

Cruzando de manos por respuesta de su homóloga, pero no la escucho y solo escucho la voz de su jefa del departamento, aquella autoridad máxima había dado la orden directa de realizar el cateo o la de apoyar a esa persona. Por lo cual no dudo en cumplirla, marchándose al poco tiempo de la oficina de Cateo y rumbo a salir del departamento. Bajando por los ascensores y luego marcharse por una chimenea.

Mientras caminaba su mente configuro la idea de que algo no encajaba, ya que la jefa del departamento al parecer tenia gran interés en Spectum y no mostro precaución por Matt ¿Acaso tendría algo más la Crouchs con la Granger? O solo eran ideas en la mente del demonio, eso era algo que luego descubriría.

El Infante demoniaco seguía con frio e intentaba calentarse con las manos. Sentía como extraños ruidos envolvía el ambiente y creaban para muchos una atmosfera de tensión, pero no para él. Al principio solo escucho y le causo intriga solo después le pareció tedioso, tras escuchar la explicación de Aine Westrong, llegando a ser monótono y aburrido todo lo que pasaba a su alrededor.

Con tan solo notar que se alejaba la Evanking Haugthon de la Westrong la siguió y se ubicó a su lado. Ella había hecho aparecer una capa de invierno que arrastraba por lo largo que le quedaba y una capucha que le oculto por un instante todo el rostro, obligando a detenerse y echarse para atrás la capucha que recogía cada copo de nieve, unos guantes y una bufanda que hacia juego. Continuo el camino, corrió para alanzar el grupo y apenas escucho la advertencia de la profesora que seguía.

Ingresando al lugar sin varita. ""Otra charla aburrida."" Pensó y no objeto nada, solo bajo la mirada, mientras que ella hablaba. ""¿Por qué tanto silencio?"" Pensó ante el silencio sepulcral que se había creado y la profesora esperaba que alguno de sus alumnos tomara un camino para seguir continuando. El Wind Haugthon sin saber había tomado la dirección por optar por el pasillo que tenía a la derecha y tras dar el primer paso los demás lo siguieron. Escuchándose nuevamente la explicación por parte de la profesora.

""¿Cuánto faltara para comer?"" Se preguntaba mentalmente y continuaba con mirada baja, haciendo caso omiso a lo que se decía. Dentro de su mente se comenzaba a configurar un recuerdo donde su abuelo jugaba con él y luego se marchaba. Las lágrimas comenzaron a brotar por sus orbes y caer con gracia de su rostro al piso.

—Yo…— Subiendo la mirada y observando todo lo que ahí se encontraba. –Yo…— aprieta su puño. —El de la derecha. —Ante el comentario sobre el linaje de quien impartía la clase le hace dudar y corrige el camino. —He querido decir que el de la izquierda y no tengo nada que comentar al respecto. —Termina de responder a la Evanking Haugthon. El infante demoniaco había ocultado su naturaleza y su posible relación familiar.

Aquella reacción era común para el desconfiado Cornelius. Mientras observaba como ella había tenido cierta debilidad o inclinación en su persona, le crea mayor desconfianza ante la forma de expresarse o si debía seguir en ese instante a su lado, ya que no se sentía cómodo. Pasando algunos minutos se comenzó alejar y ella en cuestión de milésimas lanza un grito, que provoca que se petrifique por no saber qué hacer. Tomándolo del brazo y lastimándolo con sus uñas para así colocarlo en frente de ella.

Tropezándose con un trozo de hielo y luego es empujado a la entrada de un túnel por la docente, esto hace que caiga de bruces al suelo y coloque las manos para frenar un poco la caída y reducir el golpe contra el suelo. —Gracias— comenta por en gratitud a la extraña mujer y la observa caerse inconsciente, luego que comentara algunas palabras que no le presto mucha atención.

— ¿Qué fue lo que dijo? — Pregunto y la observo, notando como cerca de ella se encontraba su varita, la cual no dudo en tomar.

— ¡Mátala! —exclama una voz parecida como la de Animé Westrong.

— ¿Quién eres? — nuevamente varias lagrimas brotaron de su rostro y apretó el puño donde sostenía la varita —Ella me salvo y yo la salvare…- Comenzando a elevar el tono de voz.

— ¡No! — negando aquella afirmación del infante demoniaco y escuchándose nuevamente una voz parecida a la de Anime Westrong—Tu debes matarla…— Pasando por ese lugar una fuerte brisa, que hacía eco en que debía matarla.

—¿Cómo era el encantamiento que usaba mi abuelo? — comienza a evocar el hechizo que estaba a punto de utilizar. —Espakey— Y realiza una fornitura, pero nada sucede. —Esokey— y nuevamente no sucede nada, así siguió por muchos intentos hasta que formulo. —Episkey— Y sano las heridas de la bruja, pero aún seguía inconsciente. Intento moverla, pero no logro.

—Mátala— repetía una y otra vez la voz parecida a Ainmé Westrong.

— ¡No! — Exclamo dando los pasos para alejarse de ella y soltando la varita al suelo. Caminando lentamente por el piso parecía quebrantarse, pero no lo hacía eso solo parecía ser, pero no lo era. Cuando se da cuenta de que no era verdad lo que parecía ser y no era, comienza correr y llega a una encrucijada en donde varios caminos parecían existir, varios de ellos emitían varios gritos desesperación y espeluznante soplos al hombro que podía sentir.

Las paredes por su parte parecían cerrarse y todo comenzaba a girar en su entorno. Una luz cegadora comienza acercare a él, era la luz de un patronus de Kelpie, la criatura comenzaba a cambiar su forma y deslumbrar un gran brillo, la cual trasmitía cierta seguridad y confianza. Ante esa presencia los demonios que se encontraban atormentarlo se desaparecen. Esta aparente magia fue creada por el mismo infante demoniaco, ya que usando un giratiempo el Auror recuerda como un patronus le salvaba la vida y así mismo sucede, por la magia del mismo mago en otro tiempo.

Pero no dura por mucho tiempo el encantamiento, apenas si lo suficiente para notar un camino que lo llevaría a diferentes caminos. Al adentrarse intenta conseguir a la otra profesora, pero su rostro se encontraba lleno de lágrimas y se encontraba cansado. Ya el lumos comenzaba perder su brillo.

Off

Sobre mi ficha de personaje, admito que no la he actualizado. Solo que digamos que regrese a viejos modelos que no he arreglado o modificado en mucho tiempo. Por eso hay dos historias en la ficha. Link

–No me molesta en lo absoluto –le respondió con franqueza y realizo pausa. –Si el departamento necesita mis servicios no dudare en prestarlo…- Le clavo la mirada y casi derramaba lagrimas porque al fin ya podía salir de esa oficina tan aburrida. –Y encantado estaré en acompañarte…– Se levanto y casi ansioso por salir exclamo. – ¡Vamos! – caminando algunos pasos se voltio y le pregunto a la mujer –¿A dónde vamos?- terminado de hablar y dirigiéndose únicamente a su homologa Adryanie.

Suspiro y anhelo con ansiedad la respuesta que le daría, ya casi estaba listo para marcharse y no regresar por un buen tiempo. En su mente solo hacia la idea detener a los miembros de los grupos clandestinos que azotaban la comunidad mágica y eliminar cierta competencia en las artes oscuras. Fue por eso que Wind se mostro entusiasmado, por una parte salía del aburrimiento total de llenar formularios que se encontraba y otra parte de comenzar a ejercer su labor como Auror.

Pasando su mano por su cabellera se la arregla y para no ir tan desastroso se coloca su capa ministerial del departamento de Auror con el logo de la oficina de Cateo y Erradicación de la Artes Oscuras. Ya su función como miembro de la oficina había sido aclarado por su jefe, lo cual consistía en erradicar todo grupo clandestino que use o no la magia tenebrosa. Era su deber como Auror y que no dudaría en usar, sin importar a quien metía preso en Azkaban.

—Sebastián. — sentencio y recostó del espaldar de la silla. —Sebastián. — repitió y desvió su pensamiento al encuentro que había tenido con Adryanie. Ella había cautivado la atención del demonio y no lo podía negar en admitir cierta belleza al caminar. —Sebastián ¿Dónde estás? —se cuestiona en voz alta y toma un bolígrafo para firmar uno de los documentos que tenía frente a frente. Al momento de plasmar su firma en el documentó comete un error y lo tacha, negando su continuo proceso, ya más tarde se preocuparía en transcribirlo y archivarlo.

Suspirando y anhelando ya comenzar, recordando cómo había pasado su primer día y todo lo aburrido que era. En el momento de presentar la solicitud se imaginó otra cosa que estar archivando documentos y sellando algunos otros, negando solicitudes con carencia de pruebas y todo lo que la parte administrativa significara. — ¿Dónde estará ese elfo? — se cuestionó y bajo la mirada, ya que ahora ni su fiel servidor le escuchaba su llamado.

Al poco tiempo su elfo aparece y realiza la reverencia correspondiente, como era de suponer su amo le maltrata y regaña. —Sebastián. — negando con la cabeza el mago demoniaco ante la actitud de su elfo domestico personal. —que no se vuelva a repetir esa situación... — realizo leve pausa y clavo mirada en la criatura. —solo espero que hayas cumplido tu misión a cabalidad. — este afirmo con la cabeza y se marchó a la leve orden con la muñeca por parte de Cornelius. Por la mente del demonio solo pasa la única idea de que se iba a morir de aburrimiento.

-Wind, Cornelius.- Le respondió a la joven y realizo pausa. –Es un placer conocerla, pero lamentablemente le informo que no puedo contestar a su última pregunta.- Clavando mirada a Spectum. –Debido que el encargado se encuentra una reunión extraordinaria y no ha dejado nada por escrito para indicar nuestra función o trabajo.- camino entorno a la dirección de su espacio para trabajar. –Pero la última orden dada era de acomodarse en la oficina y arreglar nuestro escritorio, quizás el otro empleado le pueda dar mayor información

Tras comentar de una manera algo gélida y marcharse a lentitud, su elfo domestico entra por el pasillo con una taza de té de jazmín con miel. –Mi señor su té- Expresa Sebastián y al darse giro en su dirección solo hace que el elfo se tropiece y se queme con el té. –Sebastián.- Sentencia Cornelius a su elfo. –Te he pedido que me traigas una bebida refrescante y helada. Ahora limpia este desastre y trame lo que te ordenado.- Tras terminar de ordenar, se voltea y sigue con su dirección.

Un cierto aroma proveniente de las otras oficinas le pareció desagradable y repugnante. –Sebastián.- comenta al llegar a su escritorio, ya personalizado. – Averigua de donde proviene ese aroma y encárgate de este.- le indica y su elfo cumple la misión. Llegando a la oficina de Heliké Rambaldi Vladimir. -¿Qué este aroma tan repugnante?- comenta elfo ante la miembro de la orden del fénix (Heliké).

-Mía Black Lestrange- Respondió el Wind en desafío a la profesora y en los labios de la Black Lestrange se crea una fina sonrisa llena de maldad. Al parecer esa respuesta había complacido la curiosidad de la docente y no volvió a girar su mirada ante el demonio o eso suponía este. A pesar de esa pequeña rebeldía ella indica al Weasley D. que comience con la clase, dando una intervención bastante aburrida y tediosa de términos que el demonio no comprendió, la cual es continuada por la Black Lestrange y no mejora mucho, hasta el momento que ataca a su colega.

El primer movimiento fue algo confuso ya que no pronuncio nada y envió un rayo al rostro de Hector, el cual reacciono mando otro rayo que la haría ir, pero para él fue lamentable ya que había impactado el encantamiento que había conjurado la Black Lestrange, ocasionando en él un fuerte dolor en el rostro. La respuesta inmediata de la mujer fue silenciarlo y después de esto a ella le impacta el rayo, haciendo que comenzara a reírse como loca. El Weasly D. por su parte intento pronunciar algo sin mucho efecto. Ante esa negativa creo un perro para atacar a la profesora, cosa que le pareció graciosa y crea en el rostro del Wind una sonrisa.

Con otra orden del Weasly D. ante el canino deja de atacarla y se va a otra dirección. La Black Lestrange había finalizado los efectos del encantamiento que había caído en ella. Pero borro todo tipo de fina sonrisa llena de maldad en oposición del demonio que aún mantenía en su rostro la sonrisa, al recordar el momento que la profesora fuera atacada. Posando su mirada en una de sus compañera para disimular el motivo de su burla, pero era imposible no ser tan evidente, ya que la malicia de su mirada se encontraba observando el suelo.

“Espero que siga de emocionante la clase y no tenga que regresar a escuchar definiciones tan aburridas.” Penso y clavo la mirada en Hector. “Pero es admirable con la facilidad que realizo para colocar a la Black Lestrange en apuros. Me pregunto si es un gran mago con habilidad en el combate o solo fue suerte de principiantes.” Bajo la mirada y siguió en silencio, borrando la sonrisa de su rostro y apretando con su mano la varita.

Pasando algunos segundos camino y se puso cercano a Jeanne o más específico detrás de ella, ya que deseaba ocultarse de sus profesores. Notando como otra chica que se había presentado se encontraba también cerca de ellos y por último se encontraba Azidd. Rápidamente sintió como algunas miradas le seguían cada movimiento que hacía y eso le no le agradaba mucho.

El temible demoniaco infante recibe la noticia que fue aceptado en la Academia de Magia y Hechicería, por la influencia de su abuelo adoptivo en la Malfoy. Ya que a su corta edad recibiría las primeras indicaciones sobre el uso y manejo de la varita, aunque para ese momento no poseyera una propia. No pudiendo creer lo que decía la carta, va a donde su madre y le exige que lo lleve a la institución, para sí hablar con el mismo director o mejor dicho que ella hablara de ese tema. La mujer no dudo en aceptar la petición de su hijo y junto con él marcharse aquel lugar.

A la llegada se encuentra con el mismo director en los pasillos y frente a su retoño le pregunto en forma de sentencia. Ante la actitud de la mujer, el hombre tiembla con solo escuchar su apellido y lo que decía, para solo responder con una afirmación de la cabeza. Pero esas clases comenzarían en algunos meses y ya el infante anhelaba cada día que se terminara lo más rápido posible y que llegara pronto el tan esperado día.

Pasando algunos meses va a comprar su primera varita en la compañía únicamente de su elfo doméstico, porque para ese entonces se había marchado del recinto de los Malfoy y vivía con los Tonks. Sebastián elfo domestico que lo había acompañado desde su primer hogar aparente, lo acompaña en la compra del objeto mágico. El vendedor le comunica que esa varita que lo había elegido, era una de las peligrosas y letales, simples y raras del mundo mágico. Conocida por su extravagante sencillez y precisión a la hora de fortalecer un encantamiento maldito.

Y los días pasaron y llegando tan anhelado día en el hogar de los Wind, en donde ahora era la residencia fija del demonio Cornelius. De allí salió con atuendos oscuros y capa que arrastraba, la cual poseía el logo de la Academia de Magia y Hechicería. Apareciendo en dicho recinto de estudios por la utilización de la chimenea. Luego recorrio los patios, pasillos y concluir en la aula donde impartiría “duelo básico cuarenta y seis.” Al ingresar nota que nadie se encontraba y eso le causó gran desilusión.

Pero estando aburrido y sentado como buen niño en el pupitre con el pergamio fuera y todo en orden, toma un objeto que particularmente no había notado. Al tomarlo todo su entorno gira sobre él y entra una especie de mundo paralelo, que al soltarlo hace que caiga lentamente, ya que comienza a caminar y descender, como si estuviera bajando una escalera. Se da cuenta por los libros que había leído, que ahora se encontraba en Acrópolis de Athenas. Pasando su mirada a las galerías del sur del Erecteion, un famoso templo antiguo de la cultura griega, el cual se alzaba ante sus ojos, sin siquiera dudarlo y que le parecía muy aburrido, cosa que no tenía gran relevancia.

Deteniéndose para fijar lo que ahora debería hacer en tierra extrajera, ya que no dominaba los idiomas y en especial donde se encontraba, por suerte reconoció un rastro mágico dejado por alguien, era que seguro que si lo seguía era posible que se consiguiera con alguien que hablara su idioma, pero por su mente se cuestionaba que demonios hacía en ese lugar. Llego o visualizo de cerca las estatuas de las Cariátides, esbozó una media sonrisa, aquel lugar sin duda alguna era un buen punto para buscar información, pero no reconoció a ningún de los presente que ahí se encontraban.

Pero algo le llamo la atención, ya que un grupo de extraños se encontraban con lo que parecía ser varitas en mano, pero otros ni siquiera notaban que se encontraban en ese lugar. Admirando quizás el paisaje, pero no se atreven o pueden llegar a ellos. Eso le hizo pensar que era ahí donde debía ir y dirigiendo a paso lento llego a donde se encontraba el resto de su compañero de clase. Tras escuchar la presentación de la profesora y del profesor mantuvo la calma. Aunque no se presentó en esa oportunidad y solo quedo observando como niño bueno que era.

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Off Soy Roberth y Venezolano. Estudiante Universitario. Cornelius, es un demonio trabajador de la oficina de Cateo y Erradicación de las Artes Tenebrosas. Lo cual es contrario a su ideal o manejo de la magia, aunque en teoría cumple la función de Neutral por ahora.

Había pasado algunos meses desde que el infante Wind Haugthon recibió su carta de aceptación de la Academia de Magia y Hechicería. Él se despertó muy temprano y emocionado el día que ira a la institución. Portando en ese momento una prenda oscura, fina y dibujos animados en su camisa, añadiendo a su vestuario una chaqueta de pelo de oso polar. En donde su familia lo lleva a la Academia y le prepara su mochila con todo lo que debía llevar.

Antes despedirse de su miembro familiar de su mirada sale algunas lágrimas por tener que estar solo en aquel lugar, pero su abuelo lo obliga a quedarse. Tras ver hecho el pequeño berrinche se dirige a su lugar de estudios, cruzando varios metros que le cansa y le fatigan, llegando tarde o eso pensaba, ya que no le gustaba usar reloj en su muñeca.

Al entrar al aula no había absolutamente nadie y eso provoco que bajara la mirada, derramando una lágrima que cae por su rostro. Girando levemente su rostro nota algo en los pupitres, era algo llamativo y extraño, ese objeto no concordaba en ese ambiente. -¿Qué será eso?- pensando en voz alta y su voz haciendo resonancia en la aula vacía. –Y si lo tomo…- Acercándose lentamente y al tomarlo su entorno comenzó a girar.

Entro en ese instante a un espiral mágico que lo translado al soltarlo a un templo. Su caída fue lentamente y caminando, como si estuviera descendiendo la escalera. Sin embargo las corrientes de aire comenzaron a golpear con fuerza y darle algo de frio en sus mejillas que se comienza a poner coloradas. Llegando a formarse con el resto de chico en un grupo que se comenzaba a formar y dos mujeres o eso pensaba les guiaba.

Cornelius intento presentarse pero el frio no lo dejo, ya que se encontraba ocupado frotando sus manos y soplándola para calentarse. El vapor de aire que salía de su boca se podía observar como un humo blanco, parecido al rastro que podía dejar un patronus. Al escuchar la presentación de Jeanne baja la mirada y nota como sus pies se comenzaban a hundir en la nieve. En eso pensó que era malo que no había escuchado con atención la presentación de las profesoras, eso no le daba un buen comienza, ya que no sabía que decir.

Fijando su mirada en lo alto y con algo de miedo comenzó a presentarse. –Hola yo soy Cornelius y me alegra haber venido, pero creo que soy el más chico.- expreso bajando la mirada y dar una leve pausa y calentarse un poco las manos, tras volver frotarlas la con la otra y soplarla. –Y sobre lo otro mejor me voy con…- miro ambas profesoras y sentencio. –con ella.- acercándose a la Evanik Haugthon.

Off.

Hola ¿Cómo están? Soy Roberth de Venezuela, estudiante de Educación mención Filosofía. Esta vez roleare como niño, por historia de mi personaje. n.n Dejo el link que me hace referencia que la puedo cursar. En caso contrario me manda un mp. Nota: Lo realice corto ya que no sabia el minimo y no estaba seguro si estoy cursando la clase.

"Otro que se olvida de este rostro, si sigo con esta racha me tocara presntarme hasta con mi propio el doméstico ¿Acaso Sebastián se olvidara de su amo? Es absurdo con tan solo pensarlo. Me imagino que aquel sujeto debe ser mi jefe, al menos eso alega Seba Granger Mompé. Vaya que curioso no me había dado cuenta que otro Granger maneja el Departamento, me pregunto si serán como los Weasly que hasta en los peores empleos consigues uno." Pensaba al momento de estrechar la mano a Sebas y comentar con sencillez. –El placer es mío, soy Wind, Cornelius. Y me encantaría comenzar de una vez sii no es mucha molestia, ya he acomodado todo o eso creo…

Sus palabras estaban dirigidas a Sebas Granger Monpé, quien era el jefe de la oficina de Cateo y Erradicación de la Magia Tenebrosa. Se preguntaba si debería comentarle sobre sus dudas de la veracidad de posibles pruebas o sospecha que tenía respecto al Batería, Edmund. Pero con sabía que las clandestinos grupos tenían ojos y oídos en todas partes, prefirió guárdese los comentario al respecto. A penas si asunto la hipocresía que tenía que mantener ante el ministerio.

-Sobre las dudas…- realizo una leve pausa y le miro fijamente al encargado de la planta donde laboraba. –Sobre los grupos clandestino que no usan magia tenebrosa, pero si alteran el orden público es nuestro trabajo detenerlos. Lo digo por los que se hacen llamar miembros del Ejército del Fénix o la Orden del Ave Ardiente…- Bajando la mirada y observando de reojo su expresión corporal al responder el tema y quizás estar pendiente de la reacción que tenía su compañero, que no sabía si en verdad estaba en ese momento a su lado. –Ah ya me acorde del nombre… - Clavándole la mirada como desafío. –La Orden del Fenix. Es decir ¿El Departamento tiene la obligación de capturarlos o no? Lo por lo referente a Mey Potter Black…

Esperando ansioso la respuesta de su jefe y como también el trabajo que tendría que hacer, al fina a cabo por eso estaba trabajando en ese lugar y duda francamente que el Ministerio le pagara por hacer absolutamente nada. Tras hacerle la pregunta y reunido con el jefe de planta un ciudano algo molesto y enfurecido se encontraba buscando a Seba Granger Monpé o a la directora del departamento, pero sus comentarios se escuchaban a voz viva por la planta y fue por eso que comento al respecto. –Señor Granger, creo que ha sucedido algo. Al parecer alguien está desesperado ¿Sera imprudente si lo acompaño y así adquiero algo de experenca de cómo se debe tratar estos casos? – Le cuestiono a su jefe de oficina. Off me hiciste editar TT__TT.

A la respuesta de su homólogo en la oficina de Cate y Erradicación de las Artes Oscuras, no alega nada al respecto o refuta alguna cosa, en donde se pudiera pensar que había sido un interesante comienzo para conocerle y quedar como un demente al que no se le debería prestar atención a lo que decía. Luego llego una mujer con fina elegacia, era nada y menos que la misma autoridad máxima del departamento. Aunque no todo era color de rosa ya que la Granger se había presentado ante el demonio y este solo la mira con frialdad, ante su comentario de no conocerlo, sin embargo no objeto al respecto.

-Sera mejor que siga hacia mi lugar de trabajo, al parecer creo que no soy oportuno.- añadió el Wind Haugthon a la situación que se estaba presentando. –Y el placer es mío señorita Granger, ciertamente soy Cornelius Wind. Ya más adelante nos conoceremos mejor o quizás no.

Marchándose y acatando la orden, dejando solo al joven y a la señorita, pudiendo parecer que deseaban estar a solas y quien era aquel demonio para objetarse a ese sentimiento. Quizás la conclusión era errada, pero así la atendió por las miradas que se lanzaba el uno al otro y era posible que no fuera nada, pero si ese era la realidad porque alterar los hechos. Mientras que camino a su lugar de trabajo solo pensó que se había olvida de presentarse con su colega, pero ya habrá tiempo para esas formalidades.

Ocupando un escrito al cual no dudo en colocar su propio retrato y el membrete disitintivo con su nombre. Al instante que se sienta, un montón de papeleo le llena su escritorio con la típica tarjeta de bienvenida como empleado del departamento, en unos de los cajones se encontraban las planillas necesarias para la denuncia, en otro cajón y superior los formularios de cateo y un cajón intermedio las carpetas, los sellos ministeriales y varias plumas y lapiceros para llenar la orden. Al parecer todo estaba en orden, ahora lo que faltaba era que comenzara llegar las denuncias.

-No permitiré que detenga al dragón.- murmuro en voz y acto seguido ya se encontraba realizando un movimiento con la varita. - ¡Morphos!- Transformándose de esa manera uno de los escombros en un cuervo, que tenía la atención de atacar Heliké Rambaldi Vladimir. Sumiendo su vuelo rápidamente desde el suelo el animal y fijando rumbo a su objetivo. Sin olvidarse de la joven que le había tropezado, se preguntaba si se encontraba bien o no, pero por ahora no era el momento.

Tras el grito de la guía me lance al piso y casi me impactaba la llamarada, por desgracia me había rosado la piel, causando leves heridas. A lo que no dude en pensar en ese mismo instante. “Episkey” Quedando algunos metros de distancia de Pandora Stark y aquella insolente niña Stephanie Magic. Pero la feroz criatura se encontraba perdiendo la batalla y eso no era muy conveniente que terminara tan pronto. Los altos poderes de aquellos miembros de la comunidad era sorprendente y abismalmente peligroso, enfrentarles.

Teniendo la seguridad que nunca Heliké se preocuparía en averiguar en buscar de donde había salido el ataque hacia él o en preocuparse de este, ya que el cuervo le comienza atacar cuando el termina de lanzar su ultimo encantamiento, sin contar que le costaría atacarle mientras que este se encontrara volando en su escoba. Lo que era increíble de notar era su habilidad en hacerlo y la gracia con lo que lo hacía. levantándome seguí mi camino a donde se reunían los demás.

-Mejor así… Todo debe quedar en el pasado y no hay porque recordar los momentos que ya ocurrieron o están por ocurrir. – Le respondió a Specum Crouchs, mirándole fijamente y pensando de donde le había conocido antes. –Me imagino que por ese lenguaje y forma de vestir, deber sin duda alguna un Malfoy…- Mostrando una sonrisa en el rostro y pasando su mano por la barbilla, mientras con la que sujetaba la barbilla curiosamente apuntaba directamente al precho del Malfoy. –Y aun así le pido disculpa por lo ocurrido, en verdad no deseo tener problemas con un Malfoy, será mejor comenzar de nuevo.

Intento confundir al mago con su extraño lenguaje sátiro y sacro al expresar su retórica algo ofensiva y sutil. Quizas debería regresar a su lectura con el profeta y así profundizar un poco más en las noticias del día, mientras que esperaba al jefe de su oficina o alguien que le marcara lo que debería hacer, ya que de cierta manera le gustaba la idea de erradicar la competencia de quienes se han querido mal nombrar “Magos Tenebrosos” y en verdad no lo son. Pero no era el momento de comenzar un conflicto, fue por eso que apunto a otro lado.

-Le repito mejor olvide lo ocurrido, yo solo estaré aquí y vos por allá. Todo regresando a lo normal…- osando ignorar al mago y regresar la lectura del diario el profeta, ocultando nuevamente su rostro, sin presentarse ante el mago que ahí se encontraba al lado de él. La noticia del profeta referente a los ataques por parte de la marca tenebrosa era casi imposible encontrar, ya casi no se le hacía mención y negaba todo respecto que tuviera que ver con se tema, fijando especial atención a la orden de fénix, eso era algo llamativo que quizás luego podía ocupar la mente del demonio para resolver.

-¡Magnifico!- exclamo al referirse al escándalo causado por un miembro de la familia Tonks en el quinto aniversario de la promulgación del apoyo de los derechos de los elfos domésticos. Al menos se rumoraba que en esa familia los elfos domesticos eran tratados igual que los magos y brujas, cosa que era imposible de creer y sin embargo era ya una realidad. El titular decía “El gran famoso Tonks es encontrado en paños menores y en la compañía de la Potter Black…” mostrando una foto algo vergonzosa.

-Esto es absurdo y inexplicable.- vocifero al referirse a la noticia de la cantidad de renuncia y despido que dejaban el ministerio de maga, esto significaría un duro golpe a la organización por escasear el personal. Sin duda alguna algo estaría pasando hace reflejar la reportera alegando a la gran deuda ministerial que se tiene con los empleados, quizás llegando a decir el anuncio de una huelga, sin dejar como anexo la ultimo proclama del toque de queda, que cohíbe los lugares nocturnos. Preguntándose a que se debió esa noticia. Olvidando por un momento que se encontraba acompañado por aquel mago, de extraña procedencia que no recordaba su nombre.

Se encontraba caminando por los pasillos de la segunda planta y con varita en mano. Pasando donde se suponía que era la recepción. Ahí noto a otro mago que no le tomo mucha importancia, de seguro era posible que ni lo conociera o venia asuntos de gran relevancia para él. Estando nuevo en planta no se animó a preguntar si necesitaba algo, pero algo en ese hombre se le hacía familiar. Ese rostro le era conocido y no lo asociaba de donde, aquella ropa oscura y esa mirada le hacía pensar que lo conocía ¿Pero quién era ese hombre? ¿De dónde lo conocía? Y lo más importante ¿Cuál era su nombre? Al no poder contestar a ninguna de esas preguntas decidió caminar a otro rumbo.

Llegando al ascensor y marcándolo para que este llegara, el indicador mostraba que se encontraba en la cuarta planta y venia bajando. Al llegar a la planta las puertas se abren y él se retira. La empleada marca planta baja y el ascensor desciende a los niveles inferiores del ministerio. Tras unos minutos la puertas se abren y sale, tomando rumbo a donde vendía el profeta. Le pide al empleado que le la nueva edición, cuando la toma lee la primera página y se regresa nuevamente a la segunda planta, tomando el ascensor. Cuando llega a la planta aquel hombre seguía en la recepción y su mirada aún seguía postrada en el profeta leyendo los avisos clasificados.

-Extraordinario…- Comenta al leer la noticia de haber encontrado la cura de una extraña enfermedad mágica, mientras que continuaba leyendo el profeta y ocultando su rostro tras de él. Se preguntaba si el encargado de la oficina de cateo se encontraba o no, ya que lleva algún tiempo y no sabía sus funciones en el departamento. Y sin contar las visiones y encuentros con elfos que no existían, todo parecería indicar que al mago tenebroso le hacían falta unos cuantos tornillos o que se había escapado de San Mungo. –Indignante…- Vuelve a comentar, tras leer que la prófuga Mey Potter Black se encontraba realizando nuevamente sus fechorías. Preguntándose interiormente el demonio cuando la pudiera capturar el Ministerio y colocar fin a sus fechorías en caso de ser culpable.

-Es sin duda alguna el oficio de aquella perversa bruja…- refiriéndose a la bruja prófuga de la ley, respecto a una noticia de un ataque al castillo Black o era Malfoy lo que refería la notica. Lo importante era que hacia marcar que la mujer con un grupo de sus adeptos buscaban a Colt, Patric. Aquel hombre que según ella se había proclamado adepto al otro grupo clandestino que existía. Y aspecto que le llamaba la atención de como el ministerio solo se encontraba tras de ella y no tras de aquel hombre también, ambos criminales deberían pasar sus últimos días en la prisión de Azkaban. Caminando llega a postrarse al lado del mago.

Terminando de leer el profeta, lo dobla y lo deja en la recepción. –Disculpe, no fue mi intención.- palabras que iban dirigida a Spectum Crouchs intentando con eso comenzar alguna conversación, estando todavía aburrido cualquiera servía para pasar el tiempo. Sin preocuparse en lo más mínimo de presentarse con su jefe o aquien le debería rendir cuentas, lo importante era que al finalizar cada mes los galeones fueran depositado en su cuenta.

“¿Dónde estará el Granger Mopé? Acaso no tendrá la molestia de recibirme y decirme cuales son mis funciones en este departamento. En verdad será una gran desilusión mostrar esta aparente cara de protector contra las artes oscuras.” Pensó el Mago Tenebroso y continuaba al lado del aprendiz caminando por el pasillo.

-Vaya como pasa el tiempo y no me he presentado. - Alego el aprendiz. –Soy Leonardo Black. Estudiante de la Academia de Magia y Hechicería.- Cruzando la mirada con el demonio. –En verdad es un placer conocerlo señor, es que había escuchado sus inmemoriales anécdotas.

-¿Quién eres en verdad?- Se detuvo y apunto con la varita al cuello del aprendiz. –Te aseguro que ese aroma producto de esa posición particular es casi imposible de no reconocer…

-No comprendo de que me habla.- Le refuto el aprendiz y su cabellera comenzaba a cambiar de color.

-Entra al baño y no hagas escandalo.- Le sentencia y lo coge con la otra mano por la espalda, entrando con él al baño de caballeros. –Es patético… Pero dime ¿Qué quieres Wind?

-Tu fama te preside primo. – Le responde y su rostro comienza a cambiar. –Por ahí dicen que buscan a cierta bruja. Una famosa arpía amante de lo sangre sucia.

-Como siempre eres un inútil.- mueve su muñeca y cierra la puerta del baño. –Y ¿Qué esperas que haga? Soy un funcionario del Ministerio ahora…- con otro movimiento de la muñeca las puertas de los cubículos de baño se abren y no se observa a nadie. –Te repito soy miembro del ministerio.- Se le acerca y le murmura. –Yo me encargare de ella y de todo los que intente proteger a los muggle, cada cateo en contra de la magia tenebrosa solo afectara a los que vayan en contra de ella. Y si es necesario usare todo mi poder para que eso sea una realidad.

-Pero…- Le intenta refutar.

-Como le expreso señor, no tengo nada que decir al respecto.- se aleja de él y comenta. –Aunque le informo que deberá presentarse por intentar suplir a un funcionario. – con un chasquido de su mano aparece su elfo doméstico, quien le hace cambiar de ropa al primo del demonio. –Es lamentablemente… Pero ya me tengo que ir…- Se gira y abre la puerta, dejando a su salida todo impecable y ordenado. Al poco tiempo salen los dos y toman caminos diferentes. El Wind Haugthon tropieza con Seba, si en caso el pasaba por el pasillo en ese mismo instante.

El Mago Tenebroso sintió un silencio sepulcral justo al momento de entrar a la oficina para el Cateo y Erradicación de las Artes Oscuras. Tan solo su presencia reprimida impactaba en toda la habitación, realizando una batalla de poderes habitualmente perceptibles. Sin embargo, él se mantenía tranquilo.

-Espero que sea interesante el día.- Sentencia y arquea la ceja derecha.

-Es un placer tenerlo en el Departamento.- Pronuncia un aprendiz y le extiende la mano derecha en señal de saludo y respeto.

Flash “Una extraña visión y una curiosa conversación que jamás existio”

-Señor Wind Haugthon…- Expreso un elfo doméstico y al instante realizo reverencia. –Le suplico que me siga…-

-El placer es mío. – Le estrecha la mano al joven -Disculpe al parecer tengo otros asuntos que resolver, será en otra ocasión que podamos conversar.- Le responde al aprendiz y sigue al elfo doméstico.

-Este es el vestíbulo donde los miembros de la comunidad ingresan y esos asientos es lugar donde esperan en caso que no puedan ser atendido por un miembro de la oficina de Cateo y Erradicación de las Artes Oscuras.- Le explica elfo doméstico. –En aquella pared podrá observar los distinguidos empleados, es de seguro que ya para mañana su rostro se encontrara en la pared.

-¿Y quién es ella o él?- Pregunta y se detiene para observar con mayor precisión.

-Seba Granger Monpé. Es quien administra y regula esta oficina, por lo que se entiende que es quien el Departamento General de los Aurores considera como Jefe de la Oficina de Cateo y Erradicacion de las Artes Tenebrosas…- Intento bromear con el mago.

-No olvides tu lugar… Y respecto a eso, solo espero que no se repita.- Sentencia y mira fijamente al elfo.

-No volverá a pasar. Le prometo que no se volverá a repetir.- Elfo se desapareció.

Fin del Flash “Una extraña visión y una curiosa conversación que jamás existio”

En eso escucho algunos pasos, y mirando de reojo noto que era el aprendiz. Ambos caminaron lado a lado por los alrededores, conversando de cualquier cosa. Sin embargo el interés del Wind Huagthon era indagar todo lo referente al Departamento General de los Aurores.

.Volver y finalizar los estudios en la Academia de Magia y Hechicería le había causado grandes expectativas, hace mucho tiempo que no visitaba aquella institución ni como estudiante regular ni visitante ni como estudiante de algún conocimiento. La reunión establecida con el Director tenebroso o como lo asociaba le había resultado interesante y amena la conversación. El ambiente de la biblioteca estaba bastante tranquilo mientras que leía algo relacionado con las artes tenebrosas y fundamentos de controlar mente, aun pensaba si había sido buena idea regresar al nivel académico regular o era una pérdida de tiempo. No todo era muy claro en su mente y algunas de sus travesuras le pudieran ocasionar la expulsión.

-En fin…- suspiro y termino de leer aquel capitulo.

El reloj marco la hora y le indico que la hora de receso había terminado, saliendo por un pasadizo que lo conduciría cercano a los salones. Al estar en el pasadizo escucha algunos gritos que provenían del exterior, separándolo levemente de un muro que iba a dar a la dirección. Escuchando la voz chillona de la directora o la profesora de nivel superior Sally. Sin comentar nada al respecto, se apresuró y cambio rumbo a las mazmorras.

"Esto debe ser una broma, los dragones animales torpes que seguían por sus instintos y seguro alguien le habrá ordenado atacar ¿Pero quién? ¿Quién sería capaz? ¿Quién tenía aquel poder?" pensó y giro a la derecha donde se detuvo y murmuro algunas palabras en un antiguo idioma.

-llegas tarde Cornelius- Comento un hombre vestimenta oscura y mascara de colores.

-Las clases, pero no son escusa. Pero…- le respondió.

-No hay peros que valgan. El dragón está realizando su trabajo, él se encargara de lo suyo.- Se desvaneció.

-Tengo que regresar… O si no es posible que sospechen…- Murmuro y se volvió a dirigir por el pasadizo rumbo a los jardines, cercano a donde se encontraba Ishaya con Cye.

Se unió a la multitud que era guiada por alguien. Escuchando la orden de correr, disimulando corre con la multitud, sumándose como otro más. Ahí tropieza con Stephanie Magic y le mira con desprecio. Sigue corriendo y le mira de reojo, sosteniendo en cada momento su varita con dirección a crear el mayor caos posible.

22 de Abril, a las 8:55 de la noche.

El rostro del Wind Haugthon se hace ver en la chimenea, formándose este de la braza ardiente. -¿Estás sola?- su voz hacia resonancia en el establecimiento. Allí se encontraba la Sra. Wind la que afirma con la cabeza y contesta a la pregunta con –Si mi señor, todo ha salido como fue planeado. El joven esta donde debe estar…- el rostro desapareció al instante y la llamarada cambia de color, trayendo consigo a la escalofriante figura del demonio. –En verdad ha cumplido con éxito su trabajo, lamentablemente...- Le apunta con su varita a la Wind. –le tengo que informar que sus servicios ya no son requeridos. Y se ha decidido…- desprendiéndose de la punta de la varita un rayo de color verde y el grito desgarrador de la mujer antes de impactarle y su cuerpo caer al piso.

A su lado apareció Sebastián su elfo doméstico, que tenía la mirada clavada al piso. –Sebastián informa a los demás miembro que la orden fue ejecutada. Ya la Sra. Agatha Wind no representara problema alguno.- la criatura asienta con la cabeza y afirma la orden, desapareciendo al instante que su señor le ordenara llevar el mensaje. Según algunos rumores el ojo inquieto del Ministerio de Magia estaba metiendo las narices en donde no debía. Aunque lastimosamente comenzó a surgir un rumor que indicaba que alguien más estaba interesado en el caso o seria el jefe de la organización que desconocía a saber el demonio. Un informante de Marcus, conocido como “la serpiente” se encontraba en la taberna de la academia de magia y hechicería, fue ahí donde apareció elfo doméstico y entrego el mensaje a ese enigmático hombre.

-¿Por qué tardara tanto el Weasly?- Pronuncia el demonio al esperar a Regulus, quien desconocía que se encontraba muerto. Al pasar una hora sale del local para buscar información o encontrarse con ese hombre, sabiendo los lugares que frecuentaba. En el camino se consigue a la lejanía con los Aurores, que comenzaba a comportarse desesperado y paranoicos y de la misma forma la llegada de nuevos miembros. Unos hombres que caminaban por esos lares se comentaban la muerte del prófugo de Azkaban y la forma que había muerto. Lo que ocasiono más duda en la mente del demonio.

-Mi amo…- apareció nuevamente elfo doméstico. –el mensaje fue entregado.- continuo en decir a su amo. –Sebastián, Sebastián. Tan imprudente como siempre.- le patea y hace pausa al responder Cornelius a su miserable sirviente. -¿Acaso tienes algo importante para decirme o solo me haces perder el tiempo?- La criatura afirma con la cabeza y responde algo apenada. –Mi amo… Mi amo la Sra. Wind al parecer tenía otras planes con el joven, eso me hace suponer que lo traiciono. Esa miserable y repugnante mujer lo engaño. Aquel que le entregue la información, comento algo extraño. Menciono que no sabe el paradero del Tonks. – En eso lo volvió a patear.

-Sebastián, Sebastián. Acaso te debo enseñar nuevamente que no me debes hablar de esos temas en público ¿Acaso no ves a los Aurores cercan? ¿Quieres que suponga que o se algo? Es mejor que te vayas.- Ordeno y elfo volvió a desaparecer, siguiendo su camino y tropezando apropósito con Ernesto Black, ocasionando que sus miradas se unieran y siguieran al alejarse. En aquel momento el Black ordeno detenerlo a sus camaradas detenerlo. –Por Orden del Ministerio de Magia, de la división de magos tenebrosos le ordenamos que se detenga.- Exclama un Auror y le apunta con la varita directo a la espalda, y este se detiene abruptamente.

-¿Sucede algo? O se volvió delito caminar.- Expreso Cornelius indignado ante esa situación. –Si no tiene nada en mi contra le sugiero que me dejen llegar a mis asuntos o deberé comunicarme con…- En eso el Black se agacha y recoge algo, dirigiéndose donde este se encontraba. -¿Señor Wind Haugthon?- Pregunta Ernesto. –Soy yo… ¿En qué le puedo ayudar?- se voltea y cruza mirada con el Auror. –Se le acaba de caer esto.- Entregando una carta sellada y dirigida a su nombre. –Gracias y disculpe creo que no escuche su nombre.- guardando la carta en su ropaje. –Black, Ernesto Black. Auror y por los sucesos ocurrido…- El Wind Haugthon le interrumpe. -¿Qué sucesos ocurridos? ¿Acaso ha pasado algo importante?- a lo que el Black responde.

-Si señor Wind Haugthon. Lamentablemente falleció Regulus Weasly- En la mente de Cornelius hacía referencia al nombre como el compañero de celda en Azkaban, bajo otro nombre en ese tiempo. –Es lamentable toda muerte y le doy mi sentido pensame a la familia. ¿Pero acaso el Weasly no era prófugo de la ley?- El Black afirma y añade diciendo. –La muerte del Weasly solo se adelantó y se lamenta por como sucedió el hecho, sin embargo su destino era morir. Pero era pieza clave en el caso del desparecido Tonks, donde se sabe que él fue quien lo secuestro.- Mientras lo escuchaba en la mente del demonio no podía creer lo lejos que estaba el Ministerio de la verdad.

Off

Mi personaje es Cornelius, ya lo modifique. n.n

Estando en la Academia Cornelius y Yuki-Botamon se separan de Anna y Enrick. Y, de alguna forma llegaron a la Biblioteca, en donde se consiguen con la figura de una dama con alas, con un arpón, que lleva botas de montaña rojo en la punta y guantes de cetrero. También posee una pequeña campana atada al cuello, pintura de guerra en la cara y un tatuaje en forma de corazón en el muslo izquierdo. Su pequeño tamaño hace que sus enemigos la subestimen con frecuencia, pero posee un gran poder.

-¿Estás perdido?- Pregunta Tinkermon a Cornelius y Yuki-Botamon.

-¡Cornelius! ¡Cornelius! Ella es Tikermon, un digimon virus del tipo hada. – Le comenta a Yuki a Cornelius en murmullo. El cual se encontraba en las manos del niño.

-No lo creo, ella es una hada si… pero las hadas no son digimon. Las hadas son cosas de este mundo y no de dónde vienes Yuki. Te aseguro que esas criaturas son frecuentes en este lugar. Por lo que podemos confiar en ella.- Acaricia a su camarada.

-¡Cornelius! Ella Tinkermon, no un hada de tu mundo.- Le refuta Yuki.

-Confía en mi Yiki- Le comenta al bajar la mirada.

-¿Dónde está Petermon? – les pregunta Tinkermon, la cual se veía algo enojada. -¿Saben dónde está Petermon? ¿Por qué ocultan a Petermon de mí?

Y cercano de ella se encontraba Petermon que es un niño que se encontraba bailando libremente en el cielo. El cual se comienza a interesar en Yuki, para así invitarlo al País de Nunca Jamás. Teniendo él tiene una personalidad ingenua e inocente, pero gracias a su pureza su brutalidad natural queda oculta en su interior. A pesar de que lo llama "castigo de broma", golpea sin piedad alguna a los Digimon que rompen sus promesas. Petermon es un espadachín de primera, ya que manipula grácilmente su daga para castigar a su oponente.

-¡Cornelius! ¡Cornelius! Mejor vamos, Petermon lleva a los digimon que no desean digievolucionar a un lugar que denomina como "el país de nunca jamás" en donde los digimon son obligados hacer lo que él quiere. Es mejor que regreso junto a Enrick y esa señora, también al lado de aquella niña…

Petermon se acerca y exclama -¡Fantasía de Medianoche!- y comienza a silbar alegremente una melodía que sume a Yuki-Botamon y Tinkermon en un profundo sueño para manipularlos y convertirlos en sus aliados. –Soy Petermon y te ordeno que te vayas humano. Los digimon deben ser libres y no deben crecer. Sabes te pareces al CapitanHookmon. Por lo que no te permitiré que sigas von vida… Tinkermon encargarte de aquel niño.

El Hada se comienza a elevar y su mirada se encontraba fija, mientras que intentaba atacar a Cornelius y con cada movimiento pronunciaba. –Pesadilla Pandemica- dicho ataque si acertaba inyectaría en su adversario un virus muy contagioso lo debilita poco a poco hasta acabar con su vida.

-¡Yuki!- Grita varias veces y su digivice comienza a brillar e impacta en el cuerpo de Tinkermon y Pettermon haciendo que ambos quedaran levemente ciego. Aunque Tikermon seguía atacándole pero fallando todos sus ataques. –Yuki…- comienza a llorar y sale corriendo de ese lugar, perseguido por Tinkermon.

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-Yo…- Expreso Cornelius y recordando cómo Bukamon había digievolucionado en Seadramon. Mientras que su compañero fue vencido con tanta facilidad, cosa que no le agradó mucho –Quiero…- su mirada se comenzaba a humedecer. –Yuki evolucione como lo hizo Bukamon...- quebrantándose en llanto, lo mismo hizo Yuki. Entre llanto y el drama apareció Lux cercano a ellos, resplandeciendo su llegada como una luz, como si se tratase de un miembro de la Orden del Fénix. Ya que igual que esa clandestina organización, ella había aparecido con un rostro cubierto por una luz. La cual comenta sobre algo que no logra entender Cornelius, cosa que hace que siga llorando y ahora con más fuerza.

Yuki en ese momento comenzó a lanzar algunas burbujas pequeñas al aire y estas comenzaron a rodear a su compañero. Una exploto en su nariz y hace que comience a reír. Cornelius comienza a intentar a romper las burbujas, algo que era muy predecible para un niño de siete años de edad. El Wind Haugthon era quizás el menor de aquel grupo, aunque no recordaba o reconocía a nadie a parte de Laura. Comenzando a tener una percepción de Enrick de un niño muy amargado y bastante odioso, lo mismo podía decir de Anna una muy gruño, odiosa y fea, quien no recordaba que era su hija adoptiva y olvidaba tiempo atrás. En el caso de Lux, le parecía alguien muy bonita pero extraña.

- En marcha amigos míos, Nosotros venceremos, eso no lo dudo ni por un instante – Al escuchar esas palabras no sabía si debería ir, por lo que decidió que si los demás lo harian él también lo haría. Limitándose en esa ocasión a seguir jugando con Yuki con las burbujas heladas.

22 de Abril a las 7:04 de la Noche.

-¿Estás perdido? – Pregunta Sra. Agatha Wind una regordeta y repulsiva mujer con una verruga en el rostro y cabello canoso, con atuendo rasgado y una cesta en su mano izquierda en donde guardaban algunas pociones y cabezas reducidas. -¿Quieres comprar algo?- Le sujeta el hombro al mago y frente a él parecen hombres y mujeres que lo van introduciendo poco a poco al callejón. Un crack se escucha y tras de ese sonido un grito espeluznante. –Joven yo le puedo ayudar.- A lo cual solo afirma con la cabeza y sigue a la extraña señora. -Siga por aquí joven, ya estamos cerca.-Expresa y se le dibuja una sonrisa en el rostro, mostrando sus amarillentos y pocos dientes.

Caminan por el sombrío y estrecho lugar, pasando por varias ventas de artículos tenebrosos. Algunas tiendas vendían todo objeto maldito, arañas gigantescas negras vivas y venenosas, velas para todo tipo de ritual, libros de artes tenebrosas incluso los que son prohibidos por el Ministerio de Magia, bares de la muerte y moteles para solo pasar un momento. Pero la mujer insistía que le siguiera y le aprieta con fuerza el hombro, clavando sus uñas en este. -¿A dónde vamos?- Pregunta el joven, quien comienza a desviar la mirada a ver si podía encontrar un lugar conocido, pero todo era extraño y no le parecía nada familiar.

Pasaron cerca del establecimiento más grande del Callejón Knockturn, en el cual se venden objetos relacionados con las Artes Oscuras, muchos de ellos muy peligrosos. Su propietario, el Sr. Borgin, también compra objetos extraños y siniestros, para poder re-venderlos más adelante. Está ubicada en el local número 13B del Callejón Knockturn. El letrero principal dice lo siguiente:

Donde se rumoraba que el famoso mago tenebroso Tom Riddle trabajó en ella como vendedor y comprador a domicilio, consiguiendo así cierta popularidad entre los clientes habituales, incluyendo a Hepzibah Smith. Dicha fama y prestigio hace que sea uno de los lugares con mayor frecuencia que se pasan los magos. Pero no se detuvieron en ese sitio, si no siguieron caminando.

- Sra. Wind por aquí…- Expreso un hombre de larga barba y mirada penetrante, que ocultaba su rostro bajo una máscara blanca con bordes plateados, con vestimenta oscura y ajustada de cuero. Él cual sale de la nada y atrás de la señora y el joven. Ambos lo siguen por una media hora, llegando a un árbol petrificado y una estatua en honor a Lord Voldemort. –Llegan Tarde y espero que los Aurores no le siguieran. – Comento una mujer de cabellera dorada y mascara, de ropa roja ajustada con tacones. –Sigan por ahí y dejen al enclenque, él no puede pasar a esa reunión.

-Déjenlo pasar… - Añade el mago demoniaco y posa su mano en la máscara de la mujer. –Ya que si entra hará el juramento inquebrantable y eso bastara. Lamentablemente ya vi demasiado y debe elegir si es de nosotros o no. En caso de no serlo yo mismo me encargare del enclenque.- La mujer rio y la Wind lo soltó. El enmascarado que les había acompañado lo empuja para hacer que entre al establecimiento.

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22 de Abril a las 8:04 de la Noche.

-¿Dónde estará el joven Tonks?- Cuestiono el Auror Filias Bateria a su camarada Ernesto Black que le responde secamente. –Los rumores indica que ingreso al callejón Knockturn y de ahí nadie lo vio. Según el informe varios magos tenebrosos se van a reunir para atacar el ministerio. Se dice que es obra de los que se hacen llamar la Orden del Fénix o la Marca Tenebrosa, la información no confirma cuál de las clandestinas organización se ruene.

Ambos ingresan al sombrío callejón y son abordados por los vendedores que siempre se encontraban vendiendo algunos productos de artículos tenebrosos. Al ver los Aurores salen corriendo y se esconde en los establecimientos. Aquellos hombres tenían otra cosa que ocuparse para encargarse de esos asuntos. Ahí oyen algunas voces y dirigen a eso lugar.

-Por favor no me mates… - Suplica un anciano de rodillas y con lágrimas en su rostro a un hombre con mascara y traje oscuro. Los Aurores apuntaran su varita al atacante pronunciando el hechizo al unísono. –Desmaius.- El atacante desaparece antes que le impactara el rayo, desapareciendo con destello oscuro y dirigido al firmamento. –Gracias, gracias…- le dice el anciano a los Aurores. –Pero miren lo que tenemos aquí, si es el combito de Azkaban Regulus Weasley, creo los dementores se alegraran en recibirlo y darle el beso del dementor.- Comenta Fiias Bateria. –No, no Azkaban no… Yo les diré todo lo que quieran pero Azkaban no…-

Ernesto Black toma a Regulus Weasley de los hombros y lo levanta, mientras que era apuntado por Filias Bateria. –Regulus ¿Dónde está el joven Tonks? O vas sumar la muerte del Tonks a tus delitos. Te aseguro que hay cosas más temibles en el mundo que los Dementores, así que habla.- Le expresa el Black al Weasley. –Yo… - Antes de responder un rayo le impacta, ocasionándole la muerte. Los Aurores cruzan las miradas y se ponen en alerta. Escuchándose como varia puertas se cierran bruscamente y siniestra risa se difumina en la noche.

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Off dejo libre este rol de misterio en el callejón, donde un joven desaparecio y un grupo misterioso se reúne (pueden ser la marca tenebrosa, magos tenebrosos que planean algún ataque) la orden del fénix puede ayudar a los Aurores. Como también controlar a esos personajes, teniendo coherencia con el rol. O pueden pasar a otro día y divertirse en el lugar donde abunda la magia tenebrosa.

-Los protegeré con mi vida. – Expreso Anna y Bidramon se despliega al firmamento, mostrando una mirada desafiante y comienza a sobrevolar a Shellmon, moviendo sus gigantescas alas. Escuchando decir aquella ave –Meteoros Fugaces- Lo cual hace que varias bolas de fuego descienda del cielo, algo parecido como la magia tenebrosa del fuego negro.

Yuki-Agumon se encontraba débil y cansado, pero seguía lanzando vientos helados a Shellmon hasta que comienza a descender del cielo los meteoros fugaces. En ese momento ya las fuerzas de Yuki se encontraban al límite y al ser golpeado por un meteoro regresa a su forma anterior de Yuki-Botamon. Él cual lanzaba de esa forma de bebe burbujas heladas. El grito de Enrick a su herma hace que Cornelius deje de llorar y corre a donde se encontraba su compañero.

-¡Yuki! - Grita y lágrimas aún seguían brotando de sus ojos.

Yuki queda inconsciente y deja salir de su boca su última burbuja helada. Cornelius en ese momento culpaba al odioso niño de encontrase en esa situación, resbalando llega a donde se encontraba su camarada. Que parecía ser una linda bolita de nieve azul con ojos y bastante fría, que el calor la debilitaba. Sin importar esa situación, la toma con las manos y la intenta proteger.

-¡Yuki resiste!- Le expresaba esperando que reaccionará. Al no hacerlo se quebranta en llanto. –Te odio Shellmon…- Grita y clava su mirada en él, alegrándose que era atacado por los meteoros fugaces que había debilitado a su compañero. -¡Yuki despierta!

En eso comienza abrir levemente los parpados y Cornelius a sentir frio. Yuki-Botamon comienza a llorar. Sus lágrimas heladas rosan con la piel del niño. Un silencio abrupto envuelve al demonio y su digimon, mientras que los demás pelean con valentía. Los meteoros seguían cayendo e impactando en Shellmon. El compañero de Enrick resplandeció de un brillo y digievoluciono.

-¡Déjame ir Cornelius!- Expreso Yuki-Botamon.

-¡No! Está muy débil, ya Bidramon y los demás se encargaran de Shellmon.

-¡Déjame ir Cornelius! Todos están peleando y yo les tengo que ayudar- Replica Yuki-Botamon e intenta salir de sus manos.

Cuando escuchaba a Enrick y por la forma que decía las cosas, su mirada se comenzó a humedecer. En aquel instante abrazo sin dudar a Yuki, quien se encontraba comiendo algunas ranas de chocolate. De la misma manera Betamon le había rechazado su ofrecimiento, cosa que no le agradó mucho y de cierta manera se alegraba ya que no deseaba compartir. Y justo en el momento que aquel odioso niño (Enrick) se marchaba alguien le cae encima, cambiando la expresión del rostro del Wind Huagthon a una sonrisa y luego a reírse de carcajadas por lo sucedido.

-¡ Niña fea! ¡Niña fea! ¡Niña fea!- Expresa y le saca la lengua a Laura. –A ti no te voy a dar golosinas.- Las guarda y sigue repitiendo. -¡Niña fea! ¡Niña fea!

Observando con el niño odioso (Enrick) se quitaba a la niña fea (Laura) quien era su prima, ya que siendo Mónica su prima, deducía que cualquier parentesco con otro Haugthon seria ser primo o al menos conocido de la familia. Algo extraño sucedía con Anna, ya que era la hija adoptiva y olvidada de aquel niño, que desconfiaba de ella. Dejando de abrazar a Yuki y se levanta, para sacudirse un poco la suciedad, en ese instante el reptil azulado se queda dormido.

-Yo quiero jugar y Enrick ya se fue…

Comento y baja la mirada. En eso escucha un grito y sin saber qué hacer, comienza a llorar y en grita pronunciando el nombre de YukiAgumon. El cual se despierta y lanza al cielo un aliento frio con dirección da Anna. Aunque solo era brisa y casi no recibió por completo el ataque, podía quizás sentir ella en caso que le impactara algo de frio. Yuki nota que su compañero se encontraba llorando.

-¡Cornelius! ¡Cornelius!

Yuki le abraza y lo comienza a calmar. Acto seguido y con miedo comienza a caminar lentamente a donde provenían los gritos de auxilio, Cornelius alejándose poco a poco en la compañía de Yuki que caminaba lado a lado. Para cuando llegan notan a un animal todo raro, que de cierta forma tenía cierto parecido con Yuki. Ahí observan como el odioso niño (Enrick) se encontraba en problema.

Yuki se aleja de Cornelius y pronuncia a voz viva. -¡Viento Helado!- Haciendo que en su hocico se comenzara a producir un aliento congelante y fuera lanzado en dirección de Shellmon y acto seguido comienza a correr en dirección de atacarle y un rugido en su panza lo detiene. –Mi pancita me duele…

-¡Yuki! - Grita Cornelius al ver que va ser atacado su camarada y comienza a llorar.

Yuki se recupera y es atacado por Shellmon, en eso se levanta y comienza a correr con intención esta vez de morderle, pronunciando. –Mordedura Congelante- lanzando nuevamente un ataque, con intención de morder a Shellmon y si impactaba su mordedura lo congelaría.