Dami

A pesar de estar de a poco vistiéndome me acerque lentamente a mi lugar de refugio, las unas extrañas nubes se acercaban, tome mi paraguas, y pude ver como de a poco empezaba a lloviznar.

Llevaba puesto una bufanda muy abrigada, unos guantes de lana que cubrían mis manos, para ir formal de bajo de mí gabardina llevaba una camisa negra y una corbata roja, que contrastaba con mi pelo y ojos negros.

No era uno de mis mejores días ya que llegando a la clase me di cuenta que me sentía un poco mal, debía ser ya por el cambio del tiempo no era algo que me beneficiara demasiado, ya que no tenía muy buen aspecto.

Llegando al lugar pactado me saque mi gabardina y la puse sobre un lugar donde no fuera muy visible y a sus ves donde no molestara a los demás, en ese momento del frio añoraba mi habitación, mi cama y una taza de té.

Cuando llegue a la clase era un lugar grande y espacioso donde se ubicaban mis compañeros/as y profesores, que se ubicaban cerca de mí.

Después que varios compañeros se presentaron vi que era mi turno y dije, -Hola mi nombre es Dami mucho gusto- con una sonrisa volví a mi lugar y espere que mis demás compañeros hablaran.

OFF: Mi nombre es Damian, tengo 21 años y soy de Montevideo, Uruguay.

Se escuchaba mucho alboroto, me levante de la cama en pijama, abrí la puerta del dormitorio saque mi cabeza y vi a muchos alumnos reunidos, vi que Caro y Roxie habían llegado, -ahí por el amor de dios no me miren-.

Volví rápidamente, me vestí apropiadamente, y baje a la sala principal donde había un cartel de reunión para todos. Tenía una gran cara de dormido y cuando me acerque vi que estaba esperando la jefa a que nos reuniéramos todos, frote mis ojos para poder ver mejor el cartel ya que todavía la claridad de la luz me molestaba un poco -porque ahí tanto alboroto, ¿Qué paso?-.

Quede mirando imaginándome que lo más probable era que hubiera una misión o algo, aunque sin embargo veía la cara de preocupación de las jefas y me sorprendí un poco.

Me acerque a galedra para ver lo que estaba haciendo, -¿y a que se deben tantos preparativos?- Tenia un poco entrecerrados mis ojos, mostrándome un poco adormilado todavía.

Se sentía un frio abrazador en ese lugar de Inglaterra, el viaje había sido largo pero de a poco sentí que iba llegando a mi destino, donde de a poco se veía una neblina que era casi imposible de evitar, estaba abrigado con una larga gabardina negra, una bufanda con franjas, grises, blancas y azules oscuras, sentía mi cuerpo entumecido por el frío, y mi varita pegada a mi cuerpo.

Entre al ministerio de magia donde ahí limpie mis pies en una alfombra (clásica de bienvenida), y limpie mis hombros. Me arrepentí al no haberme puesto guantes ya que mis manos estaban de un color azul, y me dolían un poco por el frio que sentía en mis huesos.

De adentro de mi gabardina saque unos papeles, -bueno- frote mis manos después de haber puesto dichos papeles sobre el mostrador, -estos son mis papeles para inscribirme aquí es lo que me falta para poder inscribirme en el colegio de aquí-, dije sonriendo.

Mi rostro reflejaba en los lentes de una oficinista, con aspecto un poco antiguo, como salida de una revista de moda antigua, ya encorvada con una vos ronca contesto, "-pase por la siguiente ventanilla joven ahí es registro de magos-".

La mire a los ojos, hice un gesto de agradecimiento, por cortesía, aunque parecía que la señora había tenido un mal día y me observo con una cara demasiado incrédula, cuando llegue a la siguiente ventanilla entregue mis papeles, a un chico, tomo mis papeles y empezó a escribir con su vos mis datos.

Me di vuelta para observar el enorme lugar mientras de lejos podía sentir cosas como “-Nombre: Dami, Edad: 21, Nacido en: Grecia-“, Observe para el otro lado, sentir mi nacionalidad original no era muy cómodo de mi parte ya que no quería saber nada de el lugar donde había nacido, pero inevitablemente otro lado me daba un poco de nostalgia.

Fui al comedor donde estaban todos vi en la planilla que era uno de los mas altos junto con les y lai y recordaba cuando recién había entrado a la sala común con los demás.

-Lai te extrañe mucho-. Me acerco y la abrazo. –una pregunta Lai-. Mirando de nuevo la planilla.-¿Cuánto te falta para ser dragón de platino?. Quede observándola con una sonrisa observe a les con cara de nostálgico.

Me aceque y le sonreí, -Veo que esa cara es de que te quieres ir jaja, se te va a echar de menos-. Le dije mientras me sentaba cerca de Lai.

Ya me encontraba mas tranquilo, les y caro estaban en la sala y me alegraba mucho ver a Caro con una mejoría notoria ya que obviamente habíamos pasado demasiado tiempo en ese lugar y había sido muy exhausto.

Los ojos se me notaban un poco cansados y decidí recostarme un rato y esperar a mis demás compañeros/as que todavía estaban en plena prueba, pensando en que estarían haciendo los demás en ese momento.

Acerque mi jarra de jugo a un vaso metálico que tenia, y tome suavemente sentía el metal frío con el liquido recorriendo mis labios, cuando me di vuelta me quede completamente dormido esperando a los demás.

Al pasar un largo tiempo pude darme cuenta de que el simple hecho de haber pasado todo el día ahí, el tiempo había volado, y ya tal ves para ella era demasiado tarde, después escuche que mencionaba: “-Mmmm hay una cafetería que siempre he querido visitar pertenece a un viejo conocido-“.

“-No se si la hayas visto se llama Tommy Mel's al parecer sirven pura comida muy al estilo de los americanos o algo así-.

Hice una sonrisa amplia nuevamente, -bueno me encantaría ir a ese lugar- como siempre mirando firme a sus bellos ojos conteste, -no me importa a donde vaya la finalidad es pasar un momento contigo-. La mire por un segundo para ver su reacción a mi comentario.

Saque mi reloj de bolsillo y me fije la hora ya era muy tarde para que una chica como ella estuviera por ahí (obviando por supuesto que era de la marca), -bueno una señorita tan linda como usted no puede estar a estas horas fuera de su casa-.

Me acerque y bese cerca de la comisura de sus labios como y seguí observándola como si hubiera sido algo sin querer y aparte que no era un beso directo así que no tendría importancia si ni siquiera se sintió realmente en su boca.-Bueno nos veremos cuando usted diga, en el café fue un gusto haberla acompañado a traer sus libros-. Por ultimo al verla un poco incomoda por la situación que yo ya sospechaba la abrase sonreí, y me retire sin decir mas nada.

Cuando llegue tire mi ropa toda rotosa y quemada, cuando Sali de la habitación me pegue un baño y me cambie de ropa, sintiéndome un poco mejor, recobrando las energías que había perdido.

Cuando baje al comedor pude ver que se encontraban alguna de mis exhaustas compañeras, sonreí y las abrase a lai y a caro. –Me alegro que estuvieran bien, y no se hayan lastimado- Mire a caro -¿y como esta tu pierna se ah mejorado?-.

Pensé que ya era demasiado haber pasado tanto tiempo desconcertado y deje caer mi cuerpo en el sillón esperando a los demás para ver como les iría en las futuras pruebas.

Cuando me percate de las cosas que pasaron, no pude evitar sonreír, era inevitable que aunque no puso cara de dolor un poco cara de preocupación se podía ver, pero no le di importancia, no se si era porque no me importaba quien o el simple hecho de que no quería insistir porque se daría cuenta que sospechaba de ella.

Todavía no podía creer ella era una persona que no salía con hombres, aparte de eso también sabia que todavía podía extrañar a la persona con la que anteriormente había constituido una familia, todo eso lo sabia gracias a que ella era como una hermana para mi.

Escuche en un momento que decía. “-Me gusta mucho leer como te darás cuenta, estar rodeada de la naturaleza así como ir de compras o a lugares de moda donde se baila o se come, salgo con mis amigas de vez en cuando o voy yo sola a recorrer el Diagon en busca de nuevas cosas ¿y tu? no creo que solo te guste acompañar chicas a entregar libros-“.

-Bueno yo últimamente no eh tenido mucho tiempo libre-, un poco de tristeza por ese hecho se dibujaba en mi rostro. –Pero salgo con mis amigos, también me gusta leer-. Tener que cuidar la empresa de mi padre aunque no usara el dinero era muy extenuante, ya que alguien tenia que hacerlo, pero bueno no era algo de lo que al le gustaba hablar.

-Que bárbaros los Mortífagos ya no respetan nada-. Aunque para mi fue algo ofensivo ese comentario por la memoria de mis padres, dibuje una clásica sonrisa mía y respondí. –Si la verdad que tenés razón puedo entender que los mortífagos sin embargo últimamente han sido sometidos por la orden-. Mire con una sonrisa malévola su reacción. –así que no te preocupes-.

-Bueno- suspire –¿y a donde te gustaría ir en nuestra primera cita?-. Le pregunte ya que me parecía una buena idea que al sr la primera cita tendría que ser en un lugar donde se sintiera cómoda para que se sintiera bien al estar por primera ves conmigo y que también se acostumbrara a de a poco a salir conmigo.

Sabía que en algún momento iba a llegar la noticia en la radio que él esperaba mientras tanto de mi bolso saque unos pan quesitos para que ella pudiera comer, -si gustas aquí tienes-, Con una sonrisa le ofreció a la joven maga.

Ella me pregunto ” - ¿Yo? pues trabajo en el Hospital San Mungo desde que salí de la academia hace ya varios años, hace unos días saqué estos libros sobre desordenes mentales ya que necesitaba recordar unas cosas y no estaban en casa así que regrese por ellos pero añoro los días que pasaba aquí, creo que tomaré unas materias extras este verano- la pelinegra suspiraba mientras colocaba una de sus manos en el asiento de la banca muy cerca de una de las del mago-{i]Y supongo tu estudias todavía verdad[/i] “

-Si todavía estoy en duelo y rol básico, y me lleva mucho tiempo aparte de que estoy concursando en un torneo-, aunque mi cuerpo estaba sano todavía podía sentir un gusto dulzón en mi boca, intente despejar mi mente para que no se diera cuenta de lo que ocurría, respire hondo, y vi sus ojos, aunque veía que ella intentaba demostrar un dejo de interés en mí, no podía dejar de notar que ella había aceptado salir con él, eso le dio a pensar mucho que había logrado algo difícil ya que tiene un carácter dominante, y era casi imposible salir con una chica como ella no solo por su personalidad, sino por su interior aparentemente oscuro, era obvio de notar ya que era una personalidad muy similar a la mía y creo que ella también notaba eso.

-gracias por aceptar mi invitación- mirándola a los ojos – ¿Qué es lo que te gusta hacer, aparte de invitar a chicos a devolver libros?-. Dije con una sonrisa en modo de chiste.

Después de un rato se pudo escuchar en las noticias, “-OH!!!! Por dios esto es increíble hacía tiempo que no se veía, si es una marca tenebrosa, no puedo creerlo es inmensa nunca había visto algo así de grande, las autoridades de la orden no pueden entrar a la barrera que han impuesto los mortifagos, esperen noticias de último momento en el lugar se encuentra gente importante del ministerio…………..”

Sonreí al darme cuenta que eran cierto los rumores, iba a haber una reunión de el ministerio donde iba a ver gente de mucho poder en el mundo mágico, aunque era imposible yo saber cuándo actuaban los mortifagos, era muy obvio saber, que ellos actuarían en un reunión importante, que sabía que eso se iba a dar porque la empresa donde trabajaba mi padre yo había sido cordialmente invitado con otras familias muy adineradas por orden del ministerio, obviamente yo no iba a ir por el hecho de que no hacía más caso a mi pasado con mi familia.

Por eso la cita que yo tenía marcada era a esa hora perfecta para que entregara sus libros, sonreí y espere a ver su reacción si en verdad era mortifaga, era inevitable que le iba a empezar a doler su tatuaje, o por consiguiente si sabía que sus compañeros estaban rodeados iba a ponerse en un estado nervioso, sin embargo mi plan no era que si se enterara se alejara de mi así que espere a ver cómo reaccionaba, y si su estado es de angustia, agarro su mano y la acaricio como diciendo ya se todo y que iba a apoyarla no me importaba quien fuera o donde estuviera.

Al darme cuenta de lo que hacía por ella sentía algo dentro de mí, no sabía si era cariño o no sé qué pero algo dentro de mí empezó a sentirse cuando la miraba, era algo muy bonito, y no podía dejar de observarla.

Le sonreí pero esta vez de forma verdadera, y le dije mirándola a los ojos -¿te gustaría tener una cita conmigo?-. Cuando me di cuenta de ello me sonroje rápidamente.

OFF: te había faltado una tilde en aquí.

Llegando rápidamente a su cita, saca su reloj de mano y mira la hora ya la hora estaba pactada para su encuentro, el aire estaba viciado, mi pálida el viento no me deja ver bien así que camino hasta el lugar indicado, fugazmente veo a un elfo que se tropieza y sonrío un poco seamos sinceros si en verdad nunca nos reímos cuando alguien sufre un accidente.

Cuando giro veo un lugar enorme con aspecto tosco y antiguo, aunque tenía toda la pinta de que era un lugar normalmente muy transitado.

Al girar mi rostro pude ver la figura de una bella dama aguardando, solo su cabello negro largo podía verse, pero como de alguna forma el la reconocía como fuese, no se sabe porque pero tenía algo que en verdad le llamaba la atención.

-Buenas tardes señorita-, mirando mi reloj de mano viendo que llegue a la hora indicada, lo volví a guardar, -muchas gracias por haber aceptado mi invitación para pasar el rato con usted-, haciendo un ademan, la acompañe a la puerta para que no sintiera frío.

Cuando entramos una clásica sonrisa se dibujaba en el rostro, mis ojos negros se cruzaron con los suyos, y mis cálidas manos cerca de su cuerpo para que sintiera el casi rose de mis manos le pregunte, ¿le retiro su abrigo?

Después de eso me senté a su lado en la biblioteca, para saber en verdad quien era no sería una materia fácil, si en verdad era quien él pensaba tenía que encontrar una forma de que callera, entrecruzo sus dedos, y se quedo esperando a que ella buscara o devolviera un libro.

Prendió la radio en un tono bajo para que se escucharan las noticias, sabía que últimamente habían pasado cosas extrañas en ese lugar y tal vez alguna noticia de estragos, que hayan sucedido en la ciudad o algún arresto de algún conocido de ella alteraría sus nervios o la pondría incomoda en algún aspecto aunque él no podía leer la mente al carecer de legermancia, podía entender muy bien las reacciones de la gente y presionar para explotar ello.

Cuando ella se sentó cerca de mi vi un poco de aspecto frío en su sonrisa, la mire y pude darme cuenta que aunque no sabía quien era, podía a ver a simple vista que era preciosa y que por un segundo caí en la tentación de acariciarla como un bobo débil de corazón, pero intente resistirme y le pregunte.

-¿Qué hace una joven como tu digo trabajas, estudias o las dos cosas?, lo pregunto al verte con los libros veo que estas estudiando para algo importante creo-.

Mirando como lai me lleva de la mano hasta el salón, observo como todos me miran, me quedo pensando que es tan sorprendente, y no podía dar razón todavía de porque fui el único que se animo a consolarla si en verdad se encontraba mal.

Veo todo el revuelo que causaba dicho torneo me daba gracia aunque todavía no sabía como iba a terminar esto, me alegue del resto mi pensamiento era de que si en verdad había que concursar en un torneo, uno tiene que tener la cabeza despejada y solo preocuparse de los momentos que sean necesarios.

OFF: emmmmm al principio del todo en la cartelera que puso Taurogirl dice que para ser Dragón de Oro tenias que poseer 150 puntos jeje, no me gusta contradecir jeje, pero si soy dragón de oro me lo quiero ganar en buena ley.

Observe a todos como gozaban y comían alegremente, mirando hacia el suelo observe que poco a poco mi forma humana se restauraba casi por completo, la verdad que ya estaba un poco más acostumbrado a la situación y a la vez un poco angustiado, al saber que tal vez tenga que vivir así por mucho tiempo hasta que sea un buen mago o quien sabe tal vez nunca lo logre, ya que ni siquiera logro recordar quien me hechizo.

Gire a mi izquierda y vi a la chica de pelo cambiante, cambiar el color de pelo. Aunque confieso que no la conozco bien pude darme cuenta por su cambio de color de pelo que algo le pasaba, era obvio que estaba triste ya que yo distinguía los colores de sus cambios por mi madre biológica que ya no está conmigo.

Seguí observando detenidamente mientras vi una lagrima recorrer en su mejilla, pero no podía hacer nada, mi miedo a no ser del todo de carne y hueso seguía. Hasta que espere un poco más a que me restaurara del todo, cuando pude observar ella estaba comiendo una varita de regaliz, con mi cuerpo ya normal, me acerque de atrás y la abrase suavemente apoye mi pecho en su espalda, el calor de mis labios rozando su cuello, apreté firme pero suave a la vez su abdomen, mis ojos brillaban pero no de felicidad sino de tristeza, ver a alguien en una situación similar a la mía hiso como si dentro de mi pecho me estuvieran presionando muy fuerte, ahogándome haciendo que mi respiración me costara un poquito más.

A pesar de todo, desde que Salí de mi depresión nunca demostré mi debilidad a los demás todo eso me hiso más fuerte, siempre usando una "máscara" en mi rostro, tal que solo se dibujaba una sonrisa en ella, -lo voy a decir una y solo una vez-, le dije suavemente susurrándole al oído y con apenas mi aliento cosquilleando su oreja de un suspiro le dije, -nunca, pero nunca, vas a estar sola............ porque una persona tan buena como vos no se lo merece-.

Por último le di un beso en la mejilla para secarle la lágrima que rosaba su rostro, y me quede un momento para que sintiera un poco el calor de mi compañía.

Veo que les y lis se están peleando por una galleta de chocolate y me sonrio, sin que nadie se dé cuenta saco mi varita, accio galleta, y la galleta viene a mi mano.

-Esto tiene que ser democrático no pueden comer así la galleta- hago un amague como que la voy a dividir en dos, sonrío y me como la galleta-. Mmmmm están buenas.

-Ven ya se resolvió el problema- lo dije con la boca llena de la galleta.

Mientras miraba por la ventana pude observar por el reflejo de la misma, y vi que estaba en segundo lugar con les.

-Que día raro- Decía mientras volvía a estar lejos al ver que me hacía de chocolate para que nadie se volviera a dar cuenta.

Antes de poder llegar al lugar donde se almacenaban las escobas, escuche un llamado en la mansión, volví al lugar donde se encontraban las profesoras y los alumnos, cuando llegue vi que todos estaban emocionados por las noticias.

Cuando todos estuvimos mas o menos ubicados la profesora empezó a hablar.

--Verán, cada cierto tiempo se realiza un Torneo que reúne a las Cuatro Gloriosas Casas de la Academia...de éstos Torneos hemos obtenido los Trofeos que ustedes pueden observar en la Sala de éstos. Pues bien, desde el Lunes se dará comienzo a éste y sólo será por un corto de tiempo, por lo tanto, como comprenderán, sólo deben participar aquellos valientes que sean capaces de seguir el ritmo vertiginoso de las Pruebas dispuestas para ustedes--comenzó a caminar de un lado a otro observándolos detenidamente--No sólo sus nombres pueden quedar grabados, sino también el nombre de la Casa a la cual representan: la de los Dragones. Aquí podrán demostrar sus grandes habilidades, aquí podrán conocerse a ustedes mismos...aquí pueden sobresalir del resto y darse a conocer al Mundo Mágico.

Mi cara de asombro era grande un torneo, aunque no me interesaba mucho la idea en verdad quería ser conocido y la duda me empezó a carcomer.

-En verdad hacia tiempo no veía algo así- Contestaba mirando a lai y a les, -uffff- suspire, -bueno será mejor que vuelva para afuera, saliendo otra ves cerca de el volcán en un lugar donde no se sentía el calor del mismo, se podía ver apenas con el reflejo del sol una cancha, cuando me acerque pude ver las escobas que se encontraban en el lugar, saque del armario una nimbus 2011, era del año pasado pero era de las mejores escobas que se encontraba, después agarre un cajón que contenía los balones que vamos a utilizar.

Me pare en la mitad de la cancha con el baúl arrastrándolo y con la otra mano mi escoba, aunque no veía todavía si habían llegado mis compañeros a la cancha, espere un momento sentado arriba del mismo.

Mire para donde se ubicaba la puerta de la cancha y a los que se acercaban les dije, -bueno chicos, ¿ya es hora les parece un partido?, ahora que me acuerdo deje avisado después que termino de hablar la profesora por si alguien quería venia-.

Observe como Lestrauns me miraba y me decía que molestaba, ese comentario me pareció gracioso y no podía contestar de la risa, mire a mi derecha y observe que Laimi le decía, “-No te preocupes, puedes quedarte si lo deseas-“.

Seguí bajando las escaleras con cuidado hasta que vi que un chico se nos cruzaba, -¡Abran paso!-, dijo el chico, sonreí, -ten cuidado, te puedes lastimar-.

Cuando vi sentí que alguien estaba detrás de mi “-¿Se puede saber lo que están haciendo a estas horas fuera?-“.

Cuando me di cuenta vi a la jefa de la casa detrás de mi.

Titubee un poco al hablar, -ehh, ehh, perdón es que estábamos…… esperando…… a los demás para cenar y de repente nadie vino yo me quede dormido y cuando me di cuenta era demasiado tarde, pero creo que no somos los únicos- mirando a los chicos que estaban en el corredor- mire a la profesora un poco ruborizado.

Después de eso observe que la profesora nos miro a Lai y a mi y nos dijo “-¿Saben? Ustedes prometen mucho...”-. Sonreí y baje a la escalera con los demás, -me parecería buen si salimos un poco todos juntos tal ves volemos un poco y juéguenos un poco de quidditch o algo- dije contestando la pregunta de Lai –si alguien tiene una mejor podría aportarla mirando a los demás chicos.

Mientras se acercaba a la puerta exterior, Vi la tabla que estaba en el salón principal cuando íbamos y vi que había proseguido bastante y se dibujo rápidamente una sonrisa.

OFF: ¿ya? Dragón de plata jeje que bien Les y yo somos dragones de plata =P, felicidades a vos también Lai.

Después que ella respondió escuche un ruido en la cocina, -espera-, le dije a Lai.

Corrí hacia la cocina y vi algo que se movía en las sombras, -Lumos-, mi varita ilumino a lest que estaba comiendo solo en un rincón.

-se podría saber ¿Qué haces?- Lo ayude a levantarse –Dale vamos un rato afuera, ahí una linda noche-.Volví por las escaleras donde estaba Lai, mientras volvía a bajar por las escalera observe que Lai se estaba agarrando de el frio.

Todavía con varita en mano dije –accio abrigo-. Se acerco el saco a mis manos eh inmediatamente se lo di a ella. –Jaja no iba a volver a la cocina dos veces- Riéndome por el comentario.

OFF: Jajajaj perdón es que quiero dejar de ser dragón de bronce , y aprovecho ahora que todavía no tengo rol y duelo básico, así me practico y a la vez después le puedo decir más tiempo a las clases.

Mientras observaba como se reía por lo que dije pude ver como observaba el reloj. -¿Por qué miras tanto el reloj?

“Tenía una idea...tampoco es tan tarde, me gustaría salir a dar un paseo”.-Si claro vamos- le digo sonriente mientras me dirijo a la puerta y se la abro para que pase por ella.

La noche estaba estrellada y la luna brillaba en el cielo, por la ventana se podían ver lechuzas que ululaban y llevaban correspondencia, -¿qué noche larga que hemos tenido hoy no?-, sonreía mientras bajaba por las escaleras de piedra.

“-No te preocupes, está bien, no me molestaba-“al ver que exagere un poco en mi exaltación y escucharla me calme inmediatamente.

“-Pues..no creo que nos digan nada...lo que es a mi jamás me han dicho nada..¿qué te parece hacer a ti?”. La quede mirando, -se a mi si me ven muy tarde los prefectos me mandan a dormir……….. na a mi no se me ocurre nada, aparte-. Pienso.-Yo pregunte primero-.Le saco la lengua.

Cuando pude entreabrir los ojos dificultosamente por lo pegados que estaban vi que la chica estaba acariciándome el pelo, al darme cuenta que me había dormido sobre ella me alegue un poco con mucha vergüenza. –OH, Disculpa que atrevimiento el mío, me quede dormido creo que el viaje hasta aquí me agoto- apenado por tal vez haberla hecho sentir incomoda.

Vi el reloj y ya era demasiado tarde, el fuego ya se había extinguido y las luces de la mansión estaban apagadas, vi un elfo que estaba asustadizo cerca de nosotros; como de costumbre por crianza familiar yo no era de tratar amablemente a los elfos por eso no le di importancia y como observe que la chica lo trato de forma cortes pensé en no decir nada.

Mire a la chica y dije en vos baja por las dudas de que alguien durmiera, -¿Qué dices que ágamos ahora?, Ya deben estar todos dormidos, ¿nos dirán algo si saben que estamos afuera de las habitaciones?

El calor de la chimenea seguía ardiendo, y se oía como los leños de desplomaban transformándose en braza. Los platos en la mesa, que estaba decorada con manteles y platería fina.

El gran salón con adornos, y aunque era la hora de cenar todavía vacio, lo único que sentía en ese momento era el calor del fuego en mi pálida cara y como me acariciaban el pelo.

Esa situación era placentera y poco a poco iba sumiéndome en el sueño, hacia ya mucho tiempo que no tenía esa sensación de paz, por siempre ir corriendo de un lado a otro o por el hecho de tener que pelear.

-Se en verdad no sé como hacen los muggles para arreglárselas-. Mientras sacaba otra jarra y le serbia un poco también.

Cuando termine le coloque las cosas cerca de ella, -si quieres mas ahí tienes- la mire sonriente mientras me tapaba y la tapaba a ella también.

Vi que bostezaba y me contagio instantáneamente el bostezo, me acerque un poco tímido y me acurruque en su hombro y sin darme cuenta me quede dormido.

Después que me respondió me senté frente a la chimenea, -Todavía en verdad no lo sé, jeje tengo muchas cosas pensadas pero nada en concreto-.

“-¿Te parece si comemos algo?-“ Vi que su mirada se posaba en mi, tapado por la manta que ella me dio saque por debajo de ella mi varita y grite –incendio-, prendiéndose enseguida unos leños que se ubicaban allí . –No, todavía no tengo mucha hambre si quieres tu come yo esperare a los demás es mi primera vez, si quieres puedes sentarte conmigo si tienes frio- dije ya que la manta era abrigada y grande -.

Guarde mi varita, el fuego de la chimenea se reflejaba en mi cara, -igual nunca dije que no picaría algo- saque unos muffin que tenía en un bolsito, también una botellita que contenía cerveza de mantequilla y una jarra donde me serví la cerveza.

-oh perdona ¿quieres?, jeje es que este bolsito esta embrujado por eso hay tantas cosas-, dije mientras le sonreía.

“-quizás...si alguien me parece agradable le hablo, si no es asi...solo le saludare-“. Escuche que me decía, -Te agradezco por lo de ser amable-. Dije mientras observaba fijo a la chimenea que se encontraba cerca.

“-eso era una de las cosas que me gusta de de esta casa, lo mágica que es y que puedes descubrir cada día algo nuevo-“. Puse mis manos sobre mis hombres el gran lugar rodeado por piedras empezaba a hacerse más frío.

-¿Tienes pensado que hacer cuando salgas de aquí?- Volví a sonreír mientras veía que ella también lo hacía.

Escucho atentamente a la chica. – “Mientras tanto podríamos conversar o se te ocurre algo mas?”-.

-No, no, tienes razón-. La miro detenidamente. –perdona por el comentario de antes, últimamente eh intentado alejarme un poco de las personas-. Sonrío.

Mire con mis negros ojos a la chica. – ¿Eres muy sociable verdad?- Veo como empiezan a aparecer de a poco los platos en la mesa. –Aunque te parezca mentira hacia mucho que no veía una casa con magia-. Dije volviéndola a mira con una sonrisa.

Al ver su pelo de otro color sonreí. –jaja increíble hace tiempo que no lo veía, tu pelo cambia de color cuando tienes vergüenza-.

-Si yo también vino cuando termine las generales, na yo esto en básico aunque no se cuando empezaran-. Abrí la puerta de la cocina. -¿Qué raro no veo a nadie? ¿Qué hacemos esperamos? o no se-. Sonreí mientras entrabamos en la cocina.