Eugenia Evanik Readley

Yo quiero tutoria de perfil mortífago se puede? diganme que si!! y soy muy feliz? ok ahi van ls datos jeje.

•Nick: Eugenia Evanik Readley

•Rango:Base

•Tutoria a tomar: Perfil xD

•En caso de querer tomar tutorias de Perfil mortifago, ¿Porqué crees que las necesitas?: por que veo que la necesito, no se si me explique es decir como que mi personaje en veces es muy bueno y aunque es frio relativamente con su familia no lo es o con la gente que conoce muy bien y bueno creo que si la necesito por muchas razones jeje.

La soledad se había vuelto su mejor amiga mientras pasaba los días en aquella celda esperando poder salir, disfrutar de nuevo de su libertad se veía tan cerca que añoraba respirar el aire fresco de nuevo mientras caminaba por las calles de Ottery sin nada que temer bajo aquella máscara que tanto detestaba algunas veces. Estaba recargada en la pared con los ojos mirando la vacío oyendo las voces alerjarse una vez más.

Era como si nada le importara ya mirando el vacío mientras pensaba en cosas vanales riendose para si misma de las cosas que pudieron ser pero no eran, de pronto llegó hasta ella un olor conocido de una persona a la cual muchas veces había abrazado y dado su apoyo en muchas cuestiones, cuantas veces no se habían ayudado mutuamente en muchas cosas pero ¿qué hacía ella ahí? no podía ser que las dos se encontraran en la misma cuestión aunque su olfato nunca la había traicionado sin duda era ella.

Con desesperación se acercó hasta la reja arrastrandose ya que estaba amarrada y se pegó a ella permitiendo que un poco de luz le diera en la negra vestimenta que tenía rastros de sangre, tan solo quería ver o comporbar de alguna manera que era ella ya que se negaba a creer lo que sin duda era cierto. Por más que se estiro hasta donde las cuerdas y su débil cuerpo la dejaron no pudo ver si era ella, su boca estaba muy seca por la falta de agua de los días transcurridos además de que su estómago pedía comida la cual era muy probable que no le dieran jamás en ese lugar.

-¡¡Merezco un poco de agua al menos!!- Gritó la chica a sus carceleros para ver si alguien de ellos la oía.

De nuevo estaba en aquella situación donde no sabía como habían ocurrido las cosas, si no se hubiera distraído estaría paseando por las calles de la ciudad como siempre bajo la máscara que siempre debía usar para presentarse ante la sociedad. Seguir el juego era tan fácil que aún no se explicaba que hacía ahí, tantos rayos habían volado hacia ella que no le había quedado de otra que hacerse la muertita y dejarse llevar.

No le gustaba mucho el ser llevada por alguien pero no se podía quejar al menos era llevada con decencia a ese lugar con olor a pollo que desagradaba bastante a su olfato haciendo que sus ganas de vomitar se incrementaran peor que si estuviera embarazada o con problemas del estómago, no decía nada en todo el camino incluso cuando fue depositada en una celda en la parte más alta de aquel lugar que miraba de manera despreciable.

No le quedó más que quedarse sentada en aquel lugar esperando a que se cumpliera el plazo en el cual debía salir sin más dando la oportunidad de nuevo a su libertad que tanto amaba, pasear por las calles de la ciudad sin esperar nada como siempre, sentir el aire en su rostro mientras su cabello era movido por este con aquel dulce aroma que siempre transmitía. Suspiró mientras se acomodaba cerrando los ojos ya que no esperaba ninguna visita.

Aquella consulta le había dejado varios puntos claves sobre los cuales trabajar con Luisitha en la róxima consulta que tuviera con ella, en cuanto llegara a su oficina con calma le mandaría una lechuza al director para pedirle ciertas autorizaciones mientras analizaba otros casos que debía ver ya que no era lo único que atendía, sin duda su trabajo ahora la estaba dejando sin mucho tiempo para su vida.

Caminaba tranquila cerrando el expediente después de hacerla unas anotaciones saliendo de aquella habitación cuando Annie la enfermera la abordó como si algo malo pasara, la cara de la mujer de preocupación era tal que al verla la Evanik se preguntaba seriamente que pasaba en su ausencia parcial de la planta aunque también estaba segura que la mujer como siempre debía exagerar así que la ignoró un poco hasta casi llegar a su despacho.

-¿Qué pasa Annie?- preguntó la Sanadora mirandola con cansancio

- Pasa sanadora que la buscan del ministerio para algo pero a mi se me hace que es cosa del sanador Pik por que resulta que es su prima- Odiaba que le contaran las cosas a manera de chisme poniendo énfasis en ciertas cosas, cerro los ojos apretandolos con dos de sus dedos de su mano izquierda mientras respiraba hondo.

-Creo que eso me corresponde a mi saber para que me quieren, ahora creo que tienes cosas que hacer o ¿prefieres que te rebaje el sueldo?- Después de decirle eso abrió la puerta de su despacho que ya estaba ocupado por Pik y una señorita que por lo que le dijo Annie venía del ministerio, sonrió ampliamente a ambos chicos mientras se dirigía a sentarse en su silla-Buenas tardes señorita a ¿qué debo su visita en mi despacho?sobre todo por que pensé que estaba cerrado y nadie puede pasar sin autorización- Dijo dirigiendo su mirada en Pik para después cambiarla rápidamente de nuevo a una sonrisa amable viendo a ambos chicos.

-Bueno ya diganme ¿a qué debo el honor de la visita en mi despacho?

No tenía caso obligar a alguien a comer, la Evanik lo había experimentado años atrás cuando la obligaban a ella misma a comer cuando en realidad su apetito se había ido por la borda, tampoco es que estuviera en un papel de madre protectora con la chica, simplemente la entendía esperando que diera una respuesta a las soluciones que ella le había planteado viendo que tal vez aumentarle la dosis del medicamento no era lo más recomendable.

Cuando vio que esta preguntaba si había riesgos sobre la segunda opción dada mirandola a los ojos se puso a pensar seriamente su respuesta recordando todos los cursos que había tomado, todas esas horas de capacitación además de poner en práctica sus conocimientos con personas viendo resultados muy favorables a lo que simplemente sonrio acordandose de que el éxito siempre estaba de su parte y no de la de otras personas en su trabajo.

-El riesgo es casi nulo te lo aseguro y garantizo, si me dejas entrar en tu mente podré tener una visión más clara de lo que te sucede pero para eso necesitas tener la mente completamente descansada y sin líos aspi que mejor lo hacemos mañana ¿te parece?-

Después de todo lo que ya había vivido la chica en ese día su mente no estaba en buenas condiciones como para recibir una visita como las que ella solía hacer cuando le daban acceso total a una mente, estaba segura que si la dejaba entrar en su mente tendría una más clara idea de lo que la chica necesitaba o por qué la esquizofrenia en un grado tan avanzado como el de ella.

si la chica quería ver los archivos tan solo bastaba con la firma de autorización de la jefa que seguramente si daría sin decir mucho ya que era por lo que escuchaba ella para un trabajo del ministerio, no estaba en ella interponerse en el trabajo de otros sabiendo que si era para el ministerio era algo sumamente importante de gran índole.

-Esta en consulta pero seguramente si le da la firma si el sanador Pik le explica el por qué de su visita cuando regrese a su despacho, con permiso- Dichas aquellas palabras la enfermera se retiró campante a avisarle a su jefa como siempre y a enterar a las otras enfermeras de lo que sucedía.

Rol off: no te preocupes Lu

Tratara como niña al parecer funcionaba aunque no quería salir de su habitación por nada del mundo, aún no se podía saber si por miedo a herir a alguien o si pensaba que afuera pudiera haber algo más fuerte que pudiera lastimar a los demás, a regañadientes empezaba a comer sin más problemas que apartar unas cuantas bolitas de carne mientras la sanadora tan solo la miraba con expresión alguna en el rostro haciendo anotaciones con la pluma a vuela pluma en su expediente sin que esta se diera cuenta.

Cada avance era tan significativo para ella era un progreso para poder ayudarla más, al parecer lo que decían las enfermeras sobre que no se alimentaba era toda una mentira ¿qué otras mentiras le decían acaso las enfermeras? aquellas en quienes confiaba ciegamente como Olga aunque muchas veces había descubierto que Olga no era de fiar para estar ahí, lo mejor era desocuparla, pagarle su tiempo que había servido al hospital y buscar otra persona de confianza, en eso pensaba mirando a la chica perdidamente hasta que ella habló diciendo algo sobre Rusia y la comida.

- Interesante, ¿podrias contarme un poco de tu vida en Rusia? es decir ¿cómo era? ¿tienes algún familiar allá?, descuida yo no te haré comer a fuerzas si ya no quieres ya que muchas veces nuestro estomago llena con poco- Le dedicó una sonrisa de entendimiento mientras anotaba lo de Rusia pensando que la clave de todo estaba ahí hasta que la oyó hablar de nuevo- Pues hay uno podría entrar en tu mente para desencadenar todo esto además de darte un medicamente que te mantendría sin alusinaciones mientras lo tomes-

La labor de aquella enfermeras era cuidar de los pacientes de esa planta, salva guardar todo lo que tuviera que ver con ella incluso de aquellos sanadores que ya tuviera años pero no el permiso para poder hacer lo que les viniera en gana sin consultar con la jefa de planta, Annie estaba vigilando la plática que sostenía el sanador con aquella chica hasta que oyó algo sobre los archivos de los cuales solo podía tener acceso la jefa de planta y decidió meterse.

-Disculpe joven Pik pero tiene que pedir autorización para eso a la jefa de planta usted no puede ver expedientes sin su consulta ya que se metería en un grave lío

La situación con la paciente volvía a ser complicada para la sanadora al tener un retroceso en los avances ya antes logrados, estaba sentada en la cama analizando los pensamientos de esta mientras volvía en si, que haya atacado nuevamente a una de las enfermeras no mejoraba en nada la situación en cambio tendría que aumentar la dosis de medicación asegurandose ella misma ahora de Luisitha estaba tomandose la medicina para que no sufiera esas recaidas.

Sabía que talvez para Pik que era la primera vez que veía a Luisitha sería algo impresionante pero para Lehdzay estaba segura que no ya que ya la había tratado además de haber comentado del caso con ella, muchas preguntas le esperaban por parte del otro sanador cuando saliera de consulta mientras tanto le prestaba toda su atención a Luisitha viendo como su pánico por aquella familia o el nombre volvían, era mejor no insistir en aquella situación hasta no tener un avance muy significativo de las cosas.

-No te obligaré a ir a un lugar que no deseas Luisitha tranquila que todo estará muy bien ahora dejame ver ese lindo rostro que tienes- Se acercó a ella con una sonrisa nuevamente en su rostro para abrazarla, que supiera que todo estaba bien ante aquel ataque por parte más que nada de las enfermeras que no debieron hacer lo que habían hecho en ese grado, la paciente pudo haber muerto pero ahora entendía que ellas no sabían.

-El día esta precioso hoy qué te parece si me acompañas a un paseo por los jardines del hospital para que respires aire fresco y te de un poco de sol en la cara- Tanto encierro le hacía mal a la chica, quizás salir un poco a tomar aire fresco en lugar del que entraba por una ventana le ayudaría asentirse mejor, comprendía el grado de su esquizofrenia a la perfección y como esto afectaba su humor, su mente afectaba todo en ella.

Suspiró al ver que Luisitha seguía en la misma posición sin relajarse o ceder un poco antes los ofrecimientos que le hacía la Evanik, sabía que era como tratar con una niña pequeña aunque consideraba a Luisitha como algo más que una niña pequeña, consideraba que necesitaba toda la ayuda que ella pudiera otorgarle para que pudiera de nuevo volver a ser una persona capaz de laborar en el mundo mágico, de servir a otros o a ella misma en este caso.

Estaba intentado una vez más hablar con ella para al menos sacarla al jardín del hospital cuando una de las enfermeras llegó con la bandeja de la comida, al parecer ya era la 1 de la tarde, hora en que los pacientes de la planta podían disfrutar de los alimentos de la comida, aquel día al parecer el menú era albondigas con sopa y de potre fruta, de beber agua de sabor, no sabía si aquella chica había estado comiendo bien por lo que aprovecharía para darse cuenta.

-Mira llegó la comida, anda yo te acompañaré vamos a comer se ve delicioso lo que te trajeron el día de hoy -

La sonrisa de cortesía se mantentía en el rostro de la pelinegra como siempre a cada comentario agradable que el chico hacía en la platia, estaba más al pendiente de la hora ya que le tocaba hacer ronda nocturna en el hospital aquel día. Era cierto que la Evanik disfrutaba su trabajo pero el turno de noche lo consideraba muy aburrido aunque algunas veces podía ser interesante lo que sacara de el más la información sobre algunos pacientes que después podía utilizar.

Sin duda alguna las horas se le habían ido volando en aquel mítico lugar donde la paz reinaba creando un ambiente lleno de tranquilidad por donde se le mirase además del bello paisaje que siempre exibía, de nuevo la sonrisa de cortesía volvía a posarse en sus labios como respuesta al comentario de su acompañante más no msotraba más de esas señas ya que primero prefería estudiarlo a fondo antes de otras cosas.

Con alquel movimiento del chico la Evanik tan solo se quedó mirandolo sin decirle nada por su atrevimiento, en el pasado muchos hombre se hubiran llevado una bofetada por esa acción o incluso hubieran ido a parar al hospital por tan solo verla, aquella chica era muy recelosa de quien la miraba o hacía ese tipo de actos con su persona, siguió mirando al chico mientras ella también se levantaba pensando que apenas alcanzaría a llegar al hospital si se aparecía en una zona muy cercana cuando decidió contestarle.

-Un placer haberlo visto de nuevo, hasta luego- Esperó hasta que el chico se marchara para ella tomar bien su bolsa, caminar hasta la salida de aquel lugar para después salir del colegio y poder desaparecer rumbo a San mungo donde le esperaba una noche de acomodar papeleo, archivar expedientes y revisar más casos además de tratar de resolver las incognitas de los casos que no podía resolver aún.

Escuchaba la respuesta del chico mientras el ardor se iba volviendo todo a la normalidad en ella, sabía perfectamente que estar en la academia era mucho tiempo fuera de casa pegado a los libros aprendiendo nuevas formas de atacar a un oponente o de convencimiento en otras áreas además de las materias especiales que se llevaban casi al final de esta hasta su termino, aún recordaba con cariño su clase de bando y perfil donde ya tenía muy claro lo que quería ser o donde pertenecer.

Aquel comentario del chico sobre lo que hacía la orden la hizo enfurecer ya que recordaba con perfección como estos se metían a su local a causar destrozos solamente por rumores mal intencionados sobre su hermana a la cual adoraba auqnue no entendía esa manía de ella de quererla verla casada nuevamente, aquella simple idea la horrorizaba ya que ella misma sentía que no había hombre sobre la tierra para ella sin embargo solo sonrió ante aquel comentario.

-Mmmm hay una cafetería que siempre he querido visitar pertenece a un viejo conocido- por unos momentos se había quedado pensando en aquel lugar por el cual siempre pasaba que le llamaba mucho la atención pero que no le gustaría llegar sola-No se si la hayas visto se llama Tommy Mel's al parecer sirven pura comida muy al estilo de los americanos o algo así

Revisó la hora en su reloj mientras con otro movimiento de mano se hizo un mechón de su cabello para atrás viendo que ya era algo tarde pensando que seguramente si se enteraba su jefe le iria muy mal aunque siempre estaba la excusa de que andaba en otras plantas viendo otros casos cosa que nunca le fallaba o que había ido a comer a la cafetería pero no había salido del hospital sabiendo que tenía turno de tarde aquel día pero no le importaba por alguna razón.

Sus suposiciones eran ciertas aquel chico todavía cursaba la academia, por lo visto le faltaba bastante para poder terminarla aunque podía conseguir un trabajo desde ya, aquel lugar tan apacible le permitía escuchar con claridad lo que su acompañante le quería decir, aprovechaba para estudiar todos los movimiento del pelinegro para no ser tomada por sorpresa después por el mismo ya que las sorpresas no le agradaban. Algo que no entendía era el por qué alguien le daba las gracias por una simple invitación ya que conociendo su paso ella debería estar dnaod las gracias.

-Me gusta mucho leer como te darás cuenta, estar rodeada de la naturaleza así como ir de compras o a lugares de moda donde se baila o se come, salgo con mis amigas de vez en cuando o voy yo sola a recorrer el Diagon en busca de nuevas cosas ¿y tu? no creo que solo te guste acompañar chicas a entregar libros-

Esperaba la respuesta del chico cuando en la radio la noticia sobre la gran marca en el cielo junto con un amotinamiento en un lugar importante se estaba anunciando, ers requerida para ir a ayudar ya que el tatuaje de su brazo comenzaba a arder pero años de práctica la hicieron disimular muy bien tan solo sonriendo esperando la respuesta del chico sobre la nuevra cuestionante que ella le lanzaba ahora a el, para aminorar la tensión lanzó un comentario al aire.

-Que bárbaros los Mortífagos ya no respetan nada- Le sonrió nuevamente mientras sentía que el brazo le ardía cada vez más mientras se movía para que pasara el dolor pensando que todo estaría mejor calmandose mentalmente cuando vio al chico a los ojos no sabiendo si aquella sonrisa era autentica, ¿acaso escuchaba bien? por un momento se quedó mirandolo tan solo meditando rápidamente una respuesta para dar hasta que lo hizo-¿Una cita? es decir una cita implica ir a un lugar que no sea a entregar libros jajajaja bueno esta bien-

La pelinegra sonrió ampliamente al chico mientras aquel dolor pasaba al parecer las cosas ya se habían calmado en aquel vento donde su ayuda ya no era requerida, eso le alegraba aunque sabía que sus abuelos se encontraban también en aquella reunión ya que eran el primer ministro y la primera dama de los magos.

Estaba tan tranquila en aquel lugar recordando su etapa de estudiante con tantas desventuras, todo aquello le causaba gracia ahora sacandole una sonrisa cuando un joven alto de cabello negro se acercó hasta ella, llevaba una radio en las manos y le decía algo de una cita, la ojiverde tan solo se le quedó mirando sin comprender que era lo que realmente pasaba con el chico ¿estaba acaso mal de la cabeza? imaginaba que aquel lugar era la biblioteca.

Sabía que lo había visto en algún lugar hasta que recordó, lo había visto en una de las mansiones a las que iba a platicar; le había caido tan bien que había acordado verse con el en la academia cuando fuera a llevar esos libros, ahora le quedaba claro cuando el chico se sentó al lado de ella mientras esta alisaba la falda de su vestido azul sin mangas, sus zapatilas eran color crema y su cabello iba suelto al viento como siempre con un adorno simplemente de lado.

-Buenas tardes joven es un placer verlo de nuevo- Una sonrisa curvo los labios de la Evanik que seguía sentada en compañía de aquel extraño joven a la sombra de un arbol en una banca de aquel majestuoso lugar, se rio cuando este le pregunto si podía retirar su abrigo más no le dijo nada pensando que tal vez si necesitara una terapia.

La radio daba las noticias sobre los recientes ataques a las mansiones en esta semana, sin duda sus compañeros estaban muy activos además de tener el placer de torturar a varios iluminados a su gusto en la carcel cosa por la cual al oir las noticias le daba un gusto que todo marchara tan bien y sobre todo nadie sospechara de una inocente cara como aquella tan angelical, dulce, aquella linda chica dedicada a su trabajo. Las palabras del mago la sacaron de sus pensamientos de felicidad con aquella pregunta sobre su vida en la academia.

- ¿Yo? pues trabajo en el Hospital San Mungo desde que salí de la academia hace ya varios años, hace unos días saqué estos libros sobre desordenes mentales ya que necesitaba recordar unas cosas y no estaban en casa así que regrese por ellos pero añoro los días que pasaba aqui, creo que tomaré unas materias extras este verano- la pelinegra suspiraba mientras colocaba una de sus manos en el asiento de la banca muy cerca de una de las del mago-{i]Y supongo tu estudias todavía verdad[/i]

Las preguntas que el chico hacía eran totalmente comprensibles para la bruja ya que ella misma le había dicho que preguntara abiertamente si tenía alguna duda sobre lo antes explicado en la planta, le sonrio mientras se volvía a acomodar en la silla; por alguna razón no podía estar quieta en aquel asiento ese día como si este tuviera algo, o es que pasaba algo en su planta que le impedía sentirse a gusto mientras platicaba con el nuevo Sanador.

-Muy bien,entiendo tus dudas, pues no si me voy de la planta no pasa nada aquel dispositivo sigue no te preocupes y con la otra duda pues es simple como tu dijiste la habitación se adecua a las necesidades de confort del paciente para que tenga una consulta más agradable deacuerdo a su situación-

Estaba por explicarle más cuando tocaron a la puerta, acto seguido una cara conocida para ella se asomaba con rastros de chocolate en el rostro, tan solo sonrio tratando de no ser eviente dandole señas de que se limpiara ya que era obvio que había comido algo, no le extrañaba de las enfermeras pues las conocía muy bien y sabía que aquella jovencita no era santo de su devoción aunque para la sanadora si.

-Bienvenida Ledhzay pasa y sientate por favor- La chica pasó sentandose al lado del mago frente a la bruja la cual apoyó las manos en el escirtorio dedicandole una amplia sonrisa para seguir hablando ahora con ambos, le gustaba tener personal en su planta que fuera muy capaz y tenía a los mejores ahora con ella.

-Pues Felicidades sanadora sabía que lo lograrías- Una sonrisa más radiante salió de la boca de la Sanadora en jefe- antes de seguir explicnadole como funciona la planta a Pik y mostrarle nuestro más reciente caso de importancia los presento, Pik ella es Lehdzay estuvo como aprendiz aqui y se quedó, Lehd el es Pik nuevo sanador de la planta y antes trabajó aqui, bien a lo que iba ¿tienen dudas sobre el funcionamiento de la planta?-

A estas alturas todavía podía esperar dudas de ambos ya que los horarios ahora para Lehd habían cambiado por que ya no se encontraba en la academia y era hora de entregarse por completo a la profesión así como todos los que trabajaban en el hospital muchas veces sin descanso omitiendo incluso fechas importantes que pasar con la familia.

Raras veces la chica visitaba la academia desde que había salido unos años atrás, esta ocasión su visita se debía a que tenpia que entregar unos libros en la biblioteca que antes había sacado para leer acerca de varios temma que ella traaba en su trabajo, los pasillos le traían cierta melancolía al recordar su época de estudiante llena de imprevistos en su loca juventud colmada de sorpresas y desaventuras, una de ellas es que había pasado varias materias y casi un año entero escolar embarazada de su primera hija, enamorada de aquel hombre del cual ahora no sabía nada.

Caminando antes de llegar a la biblioteca mirando todo a su alrededor pasó por donde estaban los jardines muy poco visitados por ella antiguamente pero muy hermosos con una sombra espectacular, ideales para pasar un rato agradable al aire libre leyendo así era como ella los recordaba, con la nostalgia de querer volver a ingresar por todos los recuerdos ingresó a los jardines fijandose en su andar en los afiches sobre un torneo de casas.

Sin duda las cosas no habían cambiado mucho desde su estancia en aquel lugar donde deseaba más estar en casa que ahí, donde había vivido las más grandes aventuras al lado de sus amigos, con algo de nostalgia se sentó en una de las bancas poniendo los libros a un lado disfrutando de la tranquilidad del lugar, del aire que estaba venteando que hacía que su cabello se moviera un poco llenando de aroma a cerezas el ambiente a su alrededor.

aún no llegaba Lehdzay pero el chico estaba ansioso por empezar a trabajar así que a la pelinegra no le quedó de otra que empezar a hablar sentada en la silla detrás de su escritorio contestando a la pregunta que el mismo le había realizado sobre las labores que ahora iba a desempeñar en la planta, le pidió un momento con la mano para leer el expediente con más atención viendo lo que el chico realizaba antes lo cual era lo de rutina en el lugar.

-Pues continuarás con lo mismo, con consultas, visitas a los pacientes, los reportes, los casos que ingresen nuevos ya saben bueno tu no sabes me gusta un informe detallado de la primera consulta y que sea en un consultorio con camara de Gessel-

Aquello era mero requisito que la Evanik ponía nada más para asegurarse que el diagnoóstico que sus sanadores estaban dando al paciente fuera el correcto y no cometer errores que pudieran pagar muy caro, cruzó la pierna mientras echaba un pedazo de cabello de su negra cabellera para atrás ya que le estorbaba para seguir hablando mientras dejaba el expediente del chico a un lado y lo miraba.

-Esos consultorios se habilitaron cuando yo ingresé a la planta así como hya una modalidad en cada consultorio muy independiente a tu despacho que es que cuando entra un paciente cambia al entorno o la situación vivida de ese paciente espero me haya explicado si no pregunta con confianza lo que no hayas entendido-

Una amplia sonrisa se extendió en los labios de la Evanik mientras seguía mirando al chcio examinando ella también si a este le habían quedado dudas, miró el relog pues ya se le hacía mucho que Lehdzay no llegara a su oficina, no la quería para regañarla o algo por el estilo en cambio le daba tanto gusto ver a su aprendiz convertida en sanadora al fin como había ocurrido con muchos sanadores a los que ella había ayudado.

Rol off--

Chicos se les recuerda que para comodida de los que trabajamos aqui y también a los nuevos sanadores pongan su ubicación al principio del post para que sea más entendible gracias

La pelinegra daba un paseo por la prisión esperando encontrar un poco de diversión a estas horas de la noche mientras los prisioneros estaban muy callados al parecer, la brisa nocturna llegaba hasta ella haciendo que al menos el calor que sentía debajo de la máscara plateada fuera poco, llevaba encima de su acostumbrada ropa colorida la vieja capa negra con la cual guardaba celosamente su identidad.

Su andar era relajado mientras jugaba con la varita entre su mano haciendo que girara a su antojo logrando que salieran varias chispas de colores al llegar a una ventana iluminando una de las celdas que estaba vacía con restos de una copa ropa adentro de ella, sin duda nadie ocupaba el lugar donde una de sus compañeras había dejado un recuerdito para aquel que se hospedara en el maravilloso lugar.

Guardó la varita en uno de sus bolsillos lista para el ataque si era necesario aunque no veía ni señas de los emplumados por el lugar así que seguía su camino tarareando una conocida canción en inglés que tanto le gustaba y le recordaba a alguien mientras la luna se hacía presente iluminando todo a su paso por la ventana y ella iba feliz sin saber por qué.

me vas hacer editar toda mi ficha? hay nooooo ustedes si que se pasan enserio pero bueno me pongo a trabajar en eso muchas gracias Lacri por el dato. y creo ya llené las líneas correspondientes para evitar el spam que me puede causar una advertencia la cual no quiero pero bueno.

La Evanik paseaba con Mía comentando las novedades de afuera, estaba tan apacible la prisión cuando esta dejó caer una copa vacía de vino en una de las seldas, el ruido del cristal al chocar contra la fría piedra invadió el espacio causando que ambas mortífagas rieran para después seguir caminando como si nada hubiera pasado en aquel lugar.

Después de un tiempo Mía se retiró dejando sola a la pelinegra que se quedó observando el paisaje por una de las ventanas, sin duda la luz de la luna se veía hermosa al caer sobre el agua aquella noche o sería que ella estaba muy melancólica por alguna razón. no prestó mucha atención cuando su compañera regresó anunciando que había carne fresca con la cual diverirse por unos días, la sonirsa de la mortífaga se extendió a todo lo grande cuando al acercarse podía ver a uno de sus compañeros torturarla de lo lindo para obtener información.

No sabíasi era conveniente acercarse o no yaque ella conocía una manera muy bonita de entrar a la mente de la chica para así poder sustraer toda la información que ellos necesitasen pero el solo oirla gritar le provocaba placer, un placer inmenso que solo se podía describir en eso ya que no había palabras para describir la emoción de ver a alguien en plena tortura, tan solo se recargó en la pared y empezó a cantar en bajito mientras el otro seguía con su tortura.

Buenas noches o días tengan amables moderadores vengo a realizar unos cambios en mi ficha que es tan linda y bella

primero vengo a agregar el link a la bóveda de mi negocio que es el Maison Felagund-Evanik y que es esta: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=95599

y en la historia de mi personaje vengo a agregar otras cosas como son:

Historia de personaje: Finn y ella terminaron por razones que solo ellos saben, ella duró en depresión un tiempo en el que aprendió el manejo de la mente especializandose en psicología lo que le valió tiempo después una acreditacion para poder ser jefa del cuarto piso en san mungo, con el tiempo su vida se volvió más aventura, más trabajo, más responsabilidades y en una noche de copas prometió lo que jamás debió haber prometido a una amiga que era hacerse un tatuaje en la nalga izquierda que dijera Tau, fue a un lugar de tatujajes donde se lo hicieron sintiendo un dolor más fuerte que el del parto.

Meses después cuando su mundo estaba en total calma creyendo que ya nada lo perturbaría regresa a su vida aquel fruto de su amor con Ludwig Malfoy, una niña llamada Ginevra que llega a cambiar su vida en famlia ya que ella y su otra hija tienden a pelearse constantemente por se una semivampiro y la otra Licántropo.

En aspecto físico quisiera agregar: acaba de hacerse un tatuaje en la nalga izquierda que dice Tauro en letras verdes y brillantes.

serían todos los cambios hechos de ante mano muchas gracias

La Evanik reía mientras veía como su compañera reaccionaba de inmediato sacando la varita apuntando directamente a su pecho, sin duda alguna estaba alerta en espera de que ninguno de los acompañantes que ocupaban las celdas gracias a su creencias en cosas tan poco creíbles para la rbuja que le daban asco, una sonrisa traviesa se dibujaba en su rostro mientras trataba de contestarle a su compañera.

-Yo no diría eso Mía, siempre tengo la varita lista como te darás cuenta además fue irresistible no hacerlo con tanta calma que se respira ultimamente por aqui, uff es aburrido no tener clientes a quienes otorgarle una agradable visita en nuestras cómodas instalaciones- La mortífaga río después de terminar su frase.

Era cierto que faltaba movimiento en aquel lugar para poderse divertir un poco en las visitas, ademas de que muy pocos estaban pasando a ver si había algoen que poder ayudar, se imaginaba que eran las fechas o algo más especial. Se puso a caminar al lado de su compañera jugando ambas con la varita para matar un poco el aburrimiento que en veces ahí se vivía pero de todos era divertido estar ahí viviendo entre las sombras.

-Si también de guardia, era eso o irme a pasear por las calles de Ottery esperando matar enamorados, eso me aburre ya bastante tengo con ver los problemas amorosos que me llevan a consulta como para verlos en la calle- Una cara de asco de dibujó tras la máscara plateada que portaba la Evanik en su pálido rostro aquella noche.

Tanto sin pisar los oscuros pasillos de la prisión, sin sentir aquella calma que inundaba el lugar trayendo consigo una paz inusual a la mortífaga, caminaba con aquella tranquilidad en su interior portando la máscara y aquella túnica negra que siempre oculataba su ropa colorida en aquel frío e inospito lugar. Lo único por lo que le agradaba era por la tranquilidad que en el había.

Como siempre la noche inundaba los pasillos tan solo guiandose por la luz de su varita para ver que todo se encontrara en orden, sabía que se merecía un castigo muy grande o tal vez un regaño por no pasarse tan seguido como debería pero ya eso lo arreglaría con el jefe de la carcel muy a su manera ya que sabia uno de sus deberes era procurar que todo estuviera bien ahi dentro aunque no hubiera presas con las cuales jugar.

-Hola Mía- Dijo en el oído de su compañera sin poderse resistir a la broma causando que esta gritara un poco saltando lo cual era muy divertido para ella, su voz era modificada con la máscara pero esperaba que su compañera la reconociera xD

Holaa!!

Sii yo pasandome por aca que curioso no xD en fin solo paso a confirmar que acepto a Ethan como mi hijo, lo siento Albus lindo pero quien gana gana lalalala en fin soy madre soltera de todos modos jajaja asi que hijo bienvenido a la familia? yo ya prometo ser activa si no esta vez que me jalen las orejas los abuelos y me latiguee mi santa madre juventina mil nombres? creo que ya llené y Albus no estés triste tienes un nuevo sobrino? xD

Al parecer ambos querían eliminar al hombre, se alivio un poco al ver que no era la única con ese pensamiento pero ahora su hermano se comportaba raro y ya sabía ella cual era la causa, el empleado de Selene nos espiaba y con más razón debiamos irnos a la oficina auqnue seguramente el pensaba que era aquel hombre que tan malos recuerdos nos traía a los tres de una infancia en la que los recuerdos buenos abundaban a su lado.

-Valla, al parecer no soy la única que lo quiere muerto pero que lo hagan otros ni de chiste me enlodo las manos por el- Mi mirada había cambiado a una de odio total, aunque perteneciera al bando al cual consideraba familia no lo mataría ya que sería incluso desonrroso prefería darle la oportunidad a otros de que lo hicieran.

Selene ofreció su oficina para seguir hablando por que había un metiche a la vista, Kris nos cedo el paso permitiendo que accesaramos primero y después el, los vasos de Wisky seguían ahí esperando a las chicas y ahora se integraba alguien más, me senté donde había estado antes mientras Kris preguntaba que tramabamos jugando con su varita, al parecer tanto misterio lo ponía un poco tenso.

-Juro que no mate a tu empleado Selene por decencia nada más estaba ahí a ver que oía, Mi querido Kris creo que lo que tramamos no te lo puedo decir o me descubriria- Solté la carcajada viendo la mirada de confusión de mi hermano y después la de Selene- Es bueno verlos chicos y hablar con ustedes aunque tenga que verlos por asuntos como esos-

Sin duda el encargado de la tienda de Selene era una persona metiche ya que si no fuera por la aparicón intencionada de un duende derrumbando cajas hubiera podido oir toda nuestra coversación, no era tiempo de hacer maldades al viejo estilo eso lo reservaría para después tan solo le dediqué una pequeña mirada de odio cuando saludó pero sin contestarle mientras observaba a Kris y Sele o quien quiera que fuera esa mujer que tenía su forma y su andar.

- A ese mismo Kris, la parecer tu tampoco lo has olvidado- Otra vez aquella cara de asco imaginando su sonrisa, recordando cada palabra de tortura para hacerme sentir inferior,cosa que alguna vez logro con tanta humillación y verlo ahora derrotado y abatido aún así me daba asco su simple presencia en el lugar que yo consideraba sagrado para trabajar y en el cual pasaba días enteros a veces. Cuando Kris hizo esa pregunta, el estomago se me volvió a revolver haciendo ademán de querer vomitar pero me controlé.

-Si, si lo hizo no se como pudo pasar las puertas del hospital pero se presentó en mi consultorio como si fuera un paciente más, no resistí y salí de ahí excusandome- Bajé la mirada diciendo todo aquello ya que no podía verlos a los los dos a los ojos, no sabía por qué aún le tenía miedo a que fuera a hacer algo o a hacerme algo aunque sabía que yo era más fuerte que el en muchas cosas.

Podía notar algo raro en Selene, como que no era ella, la chica con la cual yo me había criado y consideraba mi hermana no era nada fría en cambio era una persona muy linda que siempre me había recibido con una sonrisa en los labios al igual que abrazos y besos ¿quién era aquella persona? tenía su caminar, su forma de vestir, incluso su apariencia pero no era ella, algo me decía que no era ella más por su aroma y por sus modales que por otra cosa.

Miré a la mujer que se tomaba de un sorbo el wisky con cara de dolor tratando de analizarla, sin duda alguna no era Selene, la Selene con la cual tenía un lazo y eso hizo que Seremis despertara haciendo que mi nariz se volviera más sensitiva oliendo algo muy diferente a lo que era mi hermana, tenía frente a mi a otro demonio pero ¿cómo?, en eso llegó otro aroma a mi, ese si lo conocía por fin había llegado Kris de inmediato aquella persona que tenia la apariencia de Selene se paró a saludarlo y la dejó salir un poco al parecer, yo también hice los mismo dejando la copa de wisky a un lado y llendo a saludarlo.

-Hermano perdón si te altere pero el solo recordarlo me da asco todavía, el ha regresado - Mi cara se volvía verde de solo mencionarlo y recordarlo, era tanto lo que nos había hecho que olvidaba que era una persona adulta por completo.