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Mekare Dalit

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Mensajes publicados por Mekare Dalit

  1. · Del Hospital Mágico a la 5ta planta.

     

    Sira se había marchado del consultorio de la pelirroja. Mekare se había concentrado en ordenar y guardar todas las cosas que había llevado hace un mes al consultorio, un par de pociones, algunas cremas, y unos que otros curiosos aparatos muggles que utilizaba para diagnosticar con más precisión los eventos por los que pasaban sus pacientes.

     

    Para cuando todo estaba aglomerado en una caja de cartón la Ryddleturn tomo la caja entre sus brazos y con ayuda de sus caderas cerro de un portazo el pequeño consultorio en donde trabajaba; para mala suerte de la demonio su elfo no estaba cerca y debía ir sola cargando la pesada caja hasta la quinta planta, en donde trabajaría junto a Lyra.

     

    --Hola, cuando veas a Bodrik hazle saber que mi cambio de planta fue aceptado.—Indicó dirigiéndose hasta una joven recepcionista que reposaba en una silla cercana al elevador. La recepcionista movió la cabeza de arriba abajo, confirmando que lo haría, y vio como la ojiesmeralda se subía al elevador y le perdía de vista al cerrarse la reja del oxidado transporte.

     

    · Mekare Dalit Ryddleturn – Planta 5 (Heridos y Resurrecciones de Neutrales).

     

     

    Un chocante timbre sonó de fondo del elevador indicando que el viaje había terminado. Las puertas se abrieron de par en par y la pelirroja se abrió camino por el medio de los pasillos de la quinta planta, todo estaba en silencio, lo único que se lograba escuchar era el taconeo constante de los pasos rápidos de la pelirroja, que sin titubear empujaba la puerta de uno de los consultorios vacíos y miraba curiosa todo lo que estaba adentro.

     

    --Venga un poco más chico…--comento llevando sus hombros hacia atrás.—pero me gusta.

     

    Mekare no tenía otra opinión sobre su nuevo sitio de trabajo, para ellas todas las plantas eran iguales, lo único que cambiaba era los pacientes y sus emergencias.

     

    --Vamos a ver qué tal me va…--dijo al mismo tiempo que dejaba caer la pesada caja sobre el escritorio, por suerte ninguna de las pociones se rompería, todo estaba tan apretado allí dentro que los frascos no se moverían tan fácilmente.

  2. En el hospital Mágico.

    Despidiéndose de Sira, y recogiendo todo para cambiar de planta.

     

    Y la noticia era correcta, el Ministerio le había concedido el cambio de planta que la pelirroja había pedido hace unas cuantas semanas, y aunque sus cálculos habían fallado y dejaría de atender a Sira, ella estaba muy complacida porque su carrera como sanadora exploraría otras áreas.

     

    --Uhhg…--hizo un sonido con sus labios mientras sentía como los brazos de la castaña rodeaban su cuerpo, Sira le daba un tierno abrazo inesperado a la ex mortifaga, lo que la sorprendió y aunque se sintió extraña también le abrazo y luego se separo de ella respondiendo.—En la planta esta Bodrik, es la única que conozco que puede atenderte, en todo caso tu embarazo va muy bien.

     

    Para Mekare era muy difícil abandonar a Sira, ya se había tomado el caso muy personal y quería seguir observando de cerca el embarazo, pero ya lograría ingeniárselas para seguir ayudándola.—Cualquier cosa yo te ayudare…--le susurro por debajo, si Anna se enteraba que la pelirroja le seguiría ayudando a Sira con su embarazo le regañaría.

     

    --Por ahora trabajare en la quinta planta…--Comento la pelirroja mientras daba la vuelta sobre sus pies y empezaba a recoger las pocas cosas que había acomodado en los estantes.

     

    --¡Venga!, no te preocupes, todo saldrá bien…--sonrió.

     

    --Vamos a tomarnos algún jugo natural más tarde, ¿te parece?.— Dalit le hizo una invitación a la castaña, en algún lugar del hospital había una cafetería, la pelirroja no recordaba en que planta era pero seguro preguntando llegaría.

     

     

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  3. Darius Krum - Dado de alta, y despidiéndose de Lyra.

     

    Las cuerdas eran bastante tentadoras para el moreno, pero todo era parte de su imaginación levemente sucia, no era que quería conquistar a la sanadora, si no que había algo en ella tan dulce y tan místico que le llamaba la atención; muy a pesar de sus amenazas y su leve ironía al hablar, la castaña parecía ser una persona dulce pero delicada.

     

    --Calma…--dijo mientras movía sus labios de un lado a otro, aun sentía en mal sabor de boca que le había dejado las pociones.—Yo no quiero conquistarte, aunque seria de lo más grato conocerte más.—y era verdad, Darius no había venido al mundo mágico para tener una relación, solo venia con el único fin de cerrar ciclos en su vida, y uno de esos ciclos era Mekare.

     

    --No le llames, aun no sé si debo verla…--respondió a los comentarios un tanto nerviosos, la pelirroja tenía un carácter muy tosco y él debía saber cómo hablarle sin ser asesinado nuevamente.

     

    —Gracias por revivirme Lyra, es un gusto enorme volver a verte.— Darius era un hombre demasiado cortes y agradable, así que estiro su mano diestra hasta la mano de la hermosa minina intentando presentarse.

     

    --Y quizás te preguntes como fue que te reconocí…--comento mirándola de frente.—tienes un aroma muy peculiar, dulce.— sonrió mientras se incorporaba sobre sus pies. El Krum podía olvidar rostros, nombres y lugares, pero cada persona tenía un aroma distinto, y más si era mujer.

     

    --Luego con todo gusto te indicare el lugar, y te ruego que no le digas a Mekare que estuve aquí…--suplicó el moreno mientras procesaba en su cabeza que la sanadora trabajaba en ese mismo hospital, y que Lyra era su madre.

     

    Darius necesitaba explicaciones, pero ya debía irse.

     

     

     

    Mekare Dalit Ryddleturn – Sanadora encargada de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas

     

    En el Hospital Mágico - Atendiendo a Sira.

     

    Sira era muy joven para ser madre, sin contar que era demasiado despistada como para cuidarse ella misma, y eso le preocupaba a la pelirroja.—Venga Sira no seas necia…

     

    Mekare nunca le reprochaba nada a nadie, ni siquiera a sus pacientes, ellos podían hacer lo que mejor les pareciera con su salud, pero con Sira era un tanto distinto, esta chica le caía bien y quizás le recordaba un poco a su sobrina Julieta, que nunca estaba completamente atenta a su salud.

     

    —Debes pesarte cada semana, tomarte estas vitaminas y dejar de estar saltando y brincando en las mazmorras.—le repitió rápidamente todo lo que había dicho, pero esta vez lo había hecho en un tono de voz más regañón.

     

    --Aquí tienes una copia de tu historial médico…--estiro un pedazo de pergamino hasta la aprendiza.—Se que no dejaras mi consulta, pero he pedido un cambio de planta, y no sé cuando me lo den.—comento divertida y le explico a su paciente que en cualquier momento dejaría de atenderla, pero no era seguro, quizás su cambio de planta vendría después de su parto, pero debía ponerla en aviso.

     

    --Venga sé que me quieres, pero no te aflijas…--Era la primera vez en todo el día en que Dalit había sonreído, así que se dedico a bromear un poco con la aprendiza mientras esperaba su respuesta.

     

     

     

     

     

     

     

    Off: Sira, mi internet había fallecido… disculpa la tardanza.

     

     

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  4. Mekare Dalit Ryddleturn – Sanadora encargada de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas


    En el Hospital Mágico - Atendiendo a Sira.


    Sira reacciono de la misma manera que lo hacían todas, o al menos tenia el mismo proceso que llevaban las primerizas; aunque Mekare debía reconocer que la aprendiz había reaccionado bastantemente bien, no había gritado, ni se había partido en llanto.


    --Pues lo es...--respondió serena la pelirroja mientras detallaba un poco la imagen en el monitor. Y no quito su mirada de la pantalla, si no hasta que Sira le pregunto si era o no hermoso, la Ryddleturn soltó una risita disimuladamente al mismo tiempo que volteaba su cabeza a un lado y le respondía.--Si lo es, es muy circular.


    Mekare no era cruel, si no que había olvidado como trabajar con las delicadas primerizas. Sira se levanto de la camilla y la pelirroja la miro con serenidad e intento adivinar el porque de esa mirada alegre pero perdida; tomo un metro y rodeo desde la parte media de sus caderas hasta el ombligo de la castaña para empezar a llevar un registro de cuanto crecía su vientre por semana.


    --Cada semana harás lo mismo que yo hago ahora.--Le indicó.


    --Igual tomaras tu peso, tu me ayudas con tu control semanal, porque aquí en San Mungo tenemos mucho trabajo.--Comentó, llevando a la aprendiz hasta la bascula que indicaría su peso.


    --¿Te pasa algo más?...--Preguntó mientras terminaba de anotar en un libro dorado , los centímetros del vientre de Sira y su peso.


    --Se que estas nerviosa, pero tu embarazo va perfectamente bien, sabes que si necesitas algo yo te puedo ayudar.--Los problemas personales de la Crowley no eran de su inconveniencia, pero como sanadora debía prever cualquier evento fuera de control que le afectara a la primeriza, y si tenia que inmiscuirse en sus asuntos para que el pequeño demonio naciera lo haría.


    Mekare camino hasta su escritorio y busco entre las gavetas una especie de pociones que ella misma había tomado cuando se preparaba para dar a Luz a su hija Aura, con gusto se las regalaría a la aprendiz, para que las tomara y no fuese esclava de las típicas aspirinas muggles.


    --Estas vitaminas las tomaras dos veces al día, con una cucharadita basta, solo la tomaras por dos semanas.--le dijo mientras ponía sobre la mesa unos frascos de color naranja sobre la mesa.--Saben a fruta, no te sera difícil tomarlas.






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  5. Darius – Vivo, y hablando con Lyra.

     

    Lyra empezaba a llenar de preguntas al aturdido mago, y aunque por inercia intento levantarse esta le detuvo mientras explicaba con tranquilidad lo que le pasaría si no dejaba que su cuerpo se amoldara a el vital liquido que le había devuelto la vida; y aunque Darius intento no hacerle caso, se dejo convencer por sus dulces palabras y luego de un par de minutos logro incorporarse.

     

    -Si saben tan mal como la anterior, no las quiero…- se negó a tomar el resto de las pociones que la sanadora de ofrecía, ella podía ser una hermosa castaña pero si le seguía dando de beber esas cosas terminaría por hacerle vomitar, aunque ya no le faltaría mucho para hacerlo, pues sentía el vaivén de los reflujos en la boca del estomago.

     

    -Mi nombre es Darius Krum- dijó su nombre mientras miraba las pociones, intentaba convencerse que debía tomarlas solo por su bien, aunque también tenía sus dudas; era la primera vez que llegaba al mundo mágico y ya le habían asesinado, ¿qué más le podría pasar tomando esas pociones?.

     

    -Estoy seguro que nada mas me atacaron…- respondió mientras dentro de su cabeza se dibujaban como fotografías lo único que recordaba de aquel evento, y aunque no recordaba los rasgos físicos de aquel mago lo único que tenía claro era el dolor que había sentido al recibir el rayo escarlata en su pecho.-Y solo vine de paso por aquí, vengo a visitar a Mekare Ryddleturn y justo cuando estaba cerca del bosque me atacaron.

     

    Y Darius no estaba mintiendo, aunque logro disfrutar un rato en la taberna de la compañía de Ariane, su único motivo para salir de su perfecta vida muggle era saber de Mekare y de su hija.-Creo que puedo irme solo, ¿de verdad debo tomarme esto?.- preguntó mientras batía los frasquitos entre sus manos, él moreno era lo bastante necio para llevarle la contraria a la sanadora, pero intentaría quedarse un rato mas con ella para disfrutar de su compañía, ya que en la taberna ella había rechazado la invitación de acercarse a la mesa del joven mago.

     

    -Si me conoces…-dibujó una sonrisa en sus labios mientras paseaba sus orbes color miel por el rostro de la Ryddleturn.-Me ignoraste en la taberna, e ignoraste que una amiga mía te invito a la mesa.-le aclaro el panorama a la minina, mientras recordaba que nunca en su vida había visto a un animago tan cerca.

     

    La sonrisa de Lyra estaba llena de complicidad parecía recordar o planear algo, aunque el moreno intentaba no imaginarse que volverían a asesinarlo, se relajo y tomo de un solo trago las dos pociones que le habían dado, y apenas sintió el amargo sabor en su garganta tocio quejándose de su mal sabor.

     

     

    - * * -

     

    Mekare Dalit Ryddleturn – Sanadora encargada de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas

     

    En el Hospital Mágico - Atendiendo a Sira.

     

    La pelirroja sonrió al escuchar lo que la castaña le decía, al mismo tiempo que recordaba que ella nunca había sido aprendiz, si no que se dedico a graduarse de la academia para entrar de lleno como sanadora al Hospital. Sira no se veía mal, tenía un tono de piel correcto y su vientre había aumentado un poco su volumen, eso solo indicaba que posiblemente su embarazo se desarrollaría más rápido de lo que la Ryddleturn creía.

     

    --Comer es bueno, la dieta perfecta para los embarazos es desayunar, almorzar y cenar.— explicó la pelirroja mientras le indicaba a Sira con un gesto que se acostara para empezar a realizar el examen.—Obvio cada comida debe tener su merienda, ya sabes fibra, frutas y todo lo que signifique vitaminas B, C, y E.

     

    Mekare intentaba ser lo más directa posible, las instrucciones para estos embarazos no eran sencillas, pero explicarles todo con exactitud a los pacientes terminaba siendo estresante para ellos y para la sanadora que velaría por su salud en ese momento.

     

    Dalit mientras hablaba iba apretando un par de botones azules y rojos que encenderían la pequeña maquina blanca, que tenía justo en el centro, un monitor en donde se vería la imagen del pequeño embrión.—Estamos listas, aquí se verá en tiempo real todos los movimientos de tu bebé, y te diré que tan grande esta.—dijo señalando con su varita al monitor, Sira lograría ver un saquito que sería “el hogar” donde crecería su hijo, hasta que el cuerpo de su madre decidiera cuando dejarle salir.

     

    Dalit guardo silencio y apenas Sira se acomodo en la camilla empezó a realizar la ecografía, tomo el transductor y empezó a pasarlo de una lado a otro sobre su vientre.—Apenas estas en el primer trimestre del embarazo, yo diría que tienes unas cuatro semanas de embarazo.—explicó mientras en el monitor se reflejaba bajo un color dorado la forma exacta del embrión y sus pequeños movimientos.

     

    Las imágenes mientras el tiempo pasaba iban imprimiéndose, y estas servirían no solo para que Sira tuviera un hermoso recuerdo de su primer embarazo, sino también para que la pelirroja empezara a llevar un seguimiento a el desarrollo de aquel futuro demonio.--Es muy pequeño aun para decirte el sexo, pero lo importante es que se ve sano.

     

     

     

     

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  6. Darius – En la quinta planta, siendo resucitado por Lyra.

     

    La figura de una hermosa castaña se hizo presente frente al cuerpo de Darius, y fue ahí cuando el espíritu del moreno se estremeció y sintió la necesidad de acercarse a la hermosa Ryddleturn, que empezaba a desnudar su cuerpo para empezar a curar sus heridas.

     

    Los orbes sin vida de Darius se cerraron como si lograra sentir el dolor que causaba la curación, pero cuando se dio cuenta que solo era una aura abstracta en el enorme universo los abrió de nuevo y fijo su mirada en el rostro de su sanadora, y si que era hermosa.

     

    -Yo puedo responderte…- hablo en vano aquel desconocido, dirigiéndose a la minina.- Pero seguro no será de tu agrado escucharme.

     

    Y los comentarios del moreno eran correctas, si la minina no le quiso hablar en la taberna mucho menos le hubiese querido escuchar muerto. Darius quedo en silencio mientras sentía como en su garganta algo de humedad, al mismo tiempo que Lyra vertía dentro de sus labios gruesos el liquido que lo devolvería a la vida; el joven se rehusó a volver y se dedico a mirar un poco más de cerca a la hermosa castaña que le había devuelto la vida, y justo cuando intento tocar su rostro, sintió como una fuerza desconocido lo sacudió arrastrándolo hasta su cuerpo.

     

    Darius en cualquier momento abriría los ojos, ya su espíritu estaba en su lugar, pero su cuerpo se tardo lo suyo en abandonar el tono cianótico que tenía su piel, y después de esos el aire volvió de golpe a sus pulmones, e hizo que sus ojos se abrieran dejando que su mirada clara se perdiera entre el rostro de su sanadora.

     

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  7. Darius – En la quinta planta, muerto.- Esperando que Lyra le reviva.

     

    ¿Qué había pasado?, todo era muy difícil de explicar, lo único que se sabía era que el joven alto, moreno y de orbes color miel caminaba con dirección a el castillo Ryddleturn. Magos y brujas que pasaban por el lugar, comentaban a distancia que un guapo chico caminaba cerca del bosque de Sherwood y un hombre desconocido le apunto de frente con su varita al mismo tiempo que un rayo escarlata choco contra su fornido pecho; y desde ese momento el desconocido joven cayó sobre un campo de lilas que adornaban el lugar, y su cuerpo lleno de sangre, empezó a formar parte de las vidas perdidas del bosque.

     

    Y eso fue todo lo que este cuerpo sin vida podía contar, mientras se materializaba a mitad del pasillo esperando a que alguien corriera y lo devolviera a la vida, Darius no tenía ningún familiar que le apoyara en ese momento, de hecho solo estaba de visita en el pueblo, y esa noche solo esperaba ver con ansias a Mekare.

     

    -¿Cómo llegue a esto?...- se pregunto él mismo, mientras sentía como su helado cuerpo empujaba su espíritu al vació, y fue justo ahí que logro recordar que estaba en la taberna de la academia tomando algunos tragos. Pero no pudo recordar nada más que el aroma del exquisito whisky que había ingerido y el hermoso pelaje de una gatita persa al final del salón.

     

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  8. Mekare Dalit Ryddleturn – Sanadora encargada de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas

     

    · Con Ángel, Danna y Luz en su consultorio.

     

     

    Afortunadamente Luz no perdió tiempo en explicar el motivo de su urgente reunión, y el de la curiosa vigilancia constante que mantenían en la puerta, esta la ex mortifaga esto parecía algo demasiado dramático y mientras escuchaba intentaba no soltar la risa para que esto no fuera una ofensa o se mostrara como una ironía ante la situación.

     

    Dalit se acomodo en una de las cuatro sillas que formaban un semi circulo frente el escritorio de la Gryffindor y mirando de vez en cuando a Ángel entiendo cada una de las palabras que arrastra Luz con su lengua.—Venga entiendo, ¿pero entonces porque no vas a poner una denuncia al Ministerio y que ellos se encarguen?...—pregunto después de que una de las enfermeras presentes le diera la bienvenida y un poco después se ofreció para traerle lo que ella deseaba.

     

    --Me disculpo de antemano si soy demasiado crédula para asumir esta “responsabilidad”…--hablo rápidamente la Ryddleturn mientras hacía pequeños gesto con las manos.

     

    —Pero presiento que exageras.—Se mostró tajante la ojiesmeralda mientras tomaba la taza de café que le entregaba Danna.

     

    --Gracias, yo no deseo mas nada…--se dirigió a la enfermera que cordialmente le atendía.

     

    Dalit se mostraba desinteresada en el tema, pero para bienestar de su trabajo intentaría ayudar en lo que pudiese a Luz; aunque ella hubiese solucionado su problema poniendo una denuncia en el Ministerio o hablando directamente con alguna de las directoras de San Mungo, ellas debía controlar la situación mientras las sanadoras cumplían con atender a los pacientes que necesitaban de sus servicios.

     

    --Yo no le había visto tampoco antes… así que creo que no me conoces.—el mal humor de la pelirroja afloro al instante, pero era algo inevitable en ella, así que mientras esperaba que la reunión concluyera siguió disfrutando de su café al mismo tiempo que escuchaba de fondo muy parecido a un eco, la voz de la joven que atendía la recepción en donde daba aviso que la joven demonio tenia pacientes por atender.

     

    --Bueno, espero con ansias que esto se resuelva…--alargo Mekare sus palabras al principio mientras dejaba la taza de café a un lado y se levantaba de su asiento.

     

    —Tengo pacientes Luz, disculpa si no te tomo enserio, pero esto lo resolverás dejándote de esconder.— Sugirió mientras se acercaba hasta la puerta y arregla un poco la coleta que sostenía su melena rojiza.

     

    Mekare le llamo cobarde, sin querer pero lo hizo, Luz no arreglaría nada sentada desde su escritorio, lo único que lograría era que la asesina a la que tanto le tenía, asesinara a todas sus vigilante y luego acabara con ella.—Ángel cuando termines aquí, necesito que me ayudes con la consulta de una chica que está embarazada.—Se dirigió a su sobrina mientras abría la puerta y miraba a las chicas que le custodiaban.—Debes aprender algo de tu planta, ya a duelear lo aprendes en la academia, así que no tardes demasiado.

     

    Seguramente la Ryddleturn había dado una impresión de tosca y mal humorada, pero no era del todo cierta esa faceta que llevaba, pero lo que si era cierto es que tenía trabajo que entender y quizás luego se dedicaría a cazar ratones en el Hospital.

     

    — Volveré aquí apenas termine mi consulta, e intentare ayudarte Luz, pero si la veo primero la mato y tú te encargas del cuerpo.— Sonrió e indico que mataría a cualquier pelirroja que intentara atacarle, y que luego se lavaría las manos como Pilatos.

     

    · Atendiendo a Sira.

     

    Afortunadamente el motivo de la reunión no era grave, al menos no para la pelirroja que había logrado escaparse de ella sin ningún problemas, y esa era una de las facilidades que tenia la Ryddleturn sabia salir con rapidez de todo lo que no le incumbía; de todos modos Luz era la que le temía a esa bruja que le buscaba, y si no la enfrentaba tenía que vivir con ella para el resto de su vida.

     

    --Disculpa la demora Sira…--hablo rápidamente la pelirroja mientras tomaba un par de pergaminos y caminaba rápidamente hasta la aprendiza.—Tenia una importante reunión, pero luego seguiré con ella.

     

    --Se te ve muy bien, vamos a entrar para aprovechar el tiempo…--comento la joven demonio mientras escuchaba como las camillas rechinaban desde las otras plantan.

     

    —El hospital tiene movimiento y posiblemente tú tienes bastante trabajo. —Mekare había escuchado que una familia mortifaga había sido atacada y quizás los heridos o muertos aparecerían pronto en el las plantas del hospital.

     

    Dalit abrió la puerta de su consultorio, rodó una silla que estaba a un lado de la camilla y le hizo señas a Sira para que se sentara, mientras ella encendía la pequeña maquina con la que haría el eco 3D del que le había hablado.—Te va a gustar la calidad de este aparato, lo compre en el mundo muggle antes de venir…--comento la pelirroja mientras empezaba a conectar un par de cables.

     

     

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  9. Hospital Mágico: Sanadora encargada de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas – yendo al consultorio de Luz.

     

    El día había estado movido, entre una cosa y otra la pelirroja no había tenido tiempo de terminar la deliciosa taza de café humeante que le habían regalado en la cafetería del hospital, y parecía que el resto de la tarde seguiría en el mismo plan.

     

    --Hola xenix, consígueme una taza de café con canela…--murmuro la Ryddleturn mientras caminaba entre los pasillos camino a la oficina de la Gryffindor, su elfo personal había aparecido al lado de ella mientras leía lentamente un pergamino en forma de avión que sobrevolaba su cabeza.—Espero que no dejes a Alira sola, luego del último accidente con Kritzai no quiero que nada malo vuelva a pasar.— Volvió a hablar pero esta vez en un tono más alto dirigiéndose a su elfo.

     

    Xenix se disponía a responder a los comentarios de su ama pero esta no se lo permitió, volviendo a interrumpir.—En realidad no se qué haces aquí, pero no quiero malas noticias, de hecho mejor vete a cuidar de Alira y olvídate del café.— Mekare parecía no estar del humor necesario para tolerar a su elfo, ni las malas noticias que este siempre le daba.

     

    -Como usted diga mi señora, Xenix volverá al castillo.- indico el pequeño elfo un poco antes de desaparecer, al mismo tiempo que los pasos apresurados de la pelirroja se detenían frente a la puerta de la oficina de Luz, que estaba custodiada por un par de mujeres, que a diferencia de horas antes le permitieron el paso sin poner alguna condición.

     

    Ángel estaba sentada frente a la silla vacía de la oficina de Luz, y eso a la pelirroja le pareció curioso, ya que ella creía que su sobrina también se había ido a atender a algún paciente mal herido.

     

    —Hola, ¿Que necesitas luz?...—saludo y pregunto rápidamente la joven demonio, mientras tomaba haciendo al lado de su sobrina, que estaba dentro de la oficina en silencio.—Necesito un buen café…--comento llevando sus manos hasta su rostro, mientras esperaba que luz le respondiera y empezara a explicar el motivo de tanto alboroto.

     

     

     

     

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  10. Darius.

     

    ¿Viuda?. Se pregunto el moreno mientras mordía sus labios al imaginar que esa chica aun tan joven había pasado por todo el dolor de dejaba la muerte de un compañero sentimental, y aunque él no había pasado por eso, se guiaba por la simple imagen de perder a la persona que amas.

     

    --Lo siento por preguntar...--se disculpo mientras se levantaba y arrastraba la silla hasta la Dumbledore, para sentarse a su lado.

     

    --Debo admitir que te he extrañado...--le dijo mientras sus orbes miel se paseaban por su rostro.--En realidad extraño todo lo del pasado, la vida cambia y no te prepara para todo lo que viene.

     

    Darius estaba muy cerca de la vampira, y no sabia si invadía su espacio pero había un aroma en ella que le gustaba, y sobretodo le atraía. Él conocía perfectamente a la mujer que estaba a su lado, así que podía intuir que esta le coqueteaba y sin ningún remordimiento le mostraba discretamente sus atributos.

     

    --Tomatelo con calma, que luego debo llevarte en brazos hasta tu mansión.-- sonrió mientras apoyaba su brazo por encima del cuello de la vampira.--Y luego tu familia matara a este desconocido.

  11. Darius.

     

    Las risas entre la vampira y el moreno iban y venían, parecía que aquella noche la pasarían muy bien sin duda alguna, y con unos cuantos tragos encima podía pasar cualquier cosa entre ellos. Pero la intención de Darius esa noche era clara; y estaba seguro que no dudaría en divertirse con la Dumbledore si la oportunidad le concebía dicho privilegio.

     

    --Solo vengo de visita, en realidad tengo dos motivos importantes aquí...--se confeso mientras dejaba que su espalda reposara sobre el espaldar de la silla.--Vengo por Mekare, y sobretodo de una vez logro conocer las maravillas de este mágico pueblo.--Darius pocas veces había practicado magia, y aunque había pensado en entrar a la academia, la idea de viajar por el mundo le era mucho mas atractiva para el.

     

    --Mekare desapareció del mungo muggle sin darme explicaciones.--Comento sintiéndose un poco afligido y confundido.--Se que no teníamos nada, pero desapareció con Alira y no logro darme ninguna explicación.

     

    Darius no sabia claramente porque necesitaba las explicaciones de la Ryddleturn, pero necesitaba asegurarse de que no estuviese cometiendo una nueva locura y sobretodo que estuviese bien en donde estaba. --Pero eso lo haré después.--sonrió con picardía mientras miraba con sutileza el rostro de la hermosa vampira que le acompañaba esa noche.

     

    --¿Tienes novio verdad?...--cambio el rumbo de la conversación repentinamente.--Eres muy hermosa, no creo que estés sola.

  12. Darius - con Ariane.

     

    La Dumbledore tenia razón, el tiempo pasaba y con el la juventud se desvanecía, ella ya era toda una mujer; y seguramente el moreno no podría seguir tratándola como lo hacia antes. Pero eso lo manejaría después, por ahora se dedicaría a saber que había sido de su vida y que planes tenia para su futuro, quizás en algún momento de la conversación preguntaría por Mekare; pero primero se enfocaría solo en su amiga.

     

    --Ya lo se...--bufo mientras la miraba detenidamente.--tienes buenas piernas ahora.--bromeo sutilmente recordando que Ariane era apenas una pequeña chiquilla sin muchos atributos, pero el desarrollo le había caído bien.

     

    La taberna no era de su gusto, pero parecía ser lo mejor que había visto en todo el camino helado, después de todo prefería estar bajo el calor de un techo, que afuera en entre la blanca nieve. Darius era un simple humano, y no toleraba el frió como los demás, y aunque era incomodo prefería quedarse así.

     

    --¿Porque brindaremos?...--pregunto mientras tomaba su pequeño vaso con la mano izquierda. Él tenia una vaga creencia muggle, que si se brindaba con la izquierda, el evento se repetiría varias veces al año; no sabia si era cierto pero no tenia nada que perder.

     

    Darius esperaba que la minina se acercara para saciar su curiosidad, pero prefirió dejarla en paz y hacer que la curiosidad se desvaneciera de su cabeza.--¡Venga!, brindemos por nuestro rencuentro...--sugirió sonriendo. Entre sus planes no estaba ir a visitar a Mekare al castillo Ryddleturn ebrio, pero así tendría el valor suficiente para verla de nuevo, y así pedirle explicaciones del porque se había marchado de su lado.

  13. Darius – Encontrándose con Kissa y Ariane.

     

     

    Una extraña figura blanca llamo la atención del joven Darius, una hermosa minina blanca se apareció pavoneándose por toda la taberna, y aunque el moreno no sabía que era un animago logro imaginárselo, al ver como un señor le puso al frente de ella una tazón lleno de leche.

     

    --Curioso…-- se dijo para sí mismo mientras paseaba curioso su mirada clara. Intento acercarse para acariciarla, pero no se atrevía, lo que sí hizo fue sonreírle al ver que sus grandes ojos lo miraron.

     

    Pero un aroma peculiar llamo su atención mientras saboreaba el ardor que el whisky había dejado en sus labios, y antes de que pudiera volverse para ver de quien se trataba sintió un cosquilleo que corría desde su espalda hasta su cuello.

     

    La sensación era agradable, pero se levanto y miro el rostro de una hermosa bruja de larga cabellera negra que se sentaba frente a ella y le explicaba que lo conocía, depositando un cálido beso en su mejilla.

     

    --¡Hey, hola!...—saludo un poco extrañado, aun no la recordaba por completo, pero cuando la vampira sonrió, su rostro cocho como un rayo en su cabeza.—Ariane Dumbledore… creciste mucho.— respondió regalándole una enorme sonrisa.

     

    --Me alegra que llegaras, ya sentía que debía embriagarme solo…--le dijo con picaría mientras se acercaba a ella y le daba un beso sonoro en su mejilla.--¿Sabes quién es ella?...—pregunto en un susurro, se refería a la minina que estaba en una mesa que estaba cerca de ellos, la curiosidad lo embargaba y si la Dumbledore no sabía responderle, se levantaría y la conocería el mismo.

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  14. Darius – Encontrándose con Kissa y Ariane.

     

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    Los orbes miel de Darius se paseaban entre los rostros desconocidos de los magos y brujas que caían al piso en la entrada de la taberna de la academia, era lugar no era completamente desagradable, pero definitivamente esa no era una entrada agradable para nadie; pero al final de cuentas la semana estaba por terminar y se lograba ver cualquier tipo de cosas en el camino.

     

    La brisa azotaba con fuerza esa tarde, y aunque era temprano, ya el crepúsculo se pintaba en el amplio cielo que vigilaba constante mente a todo el pueblo; Darius es una chico amable, y atractivo a los ojos de cualquiera, pero esa tarde solo se paso por la taberna para socializar y encontrarse con varias amigas, que pretendían celebrar su llegada al pueblo.

     

    --Buenas tardes…-- Saludo en un acto de cortesía, mientras dejaba que su cuerpo descansara sobre una de las sillas de la taberna.—Un whisky de fuego doble, por favor.

     

    Aprovecho que un elfo pasaba a su lado y le pidió un trago fuerte para calmar el frio que se paseaba por su piel morena, mientras esperaba que las chicas llegaran pronto, aun tenía que pasar por el castillo Ryddleturn para avisarle a Mekare que estaba de visita y moría por verla.

     

    Los labios gruesos del joven moreno se abrieron en un gesto de cansancio, el viaje había sido largo y aun no había logrado conseguir un hotel para dormir.—Gracias.—hablo de repente con voz ronca.—Mejor tráeme una botella. —Sugirió mientras tomaba de un trago su whisky.

  15. · Segundo rol: Mekare Dalit Ryddleturn En la quinta planta, dándole vida a lyra y dándole de alta.

     

    Dalit escucho cada palabra que su abuela le dijo, pero aun estaba molesta y no precisamente por le habían atacado sin contemplación, si no por la larga espera que duro sin vida, y aunque la pelirroja tenía que responderle con lógica a su pariente empezó a regañarla de lleno.

     

    --¡Vaya!...pego un gritillo de alegría la pelirroja al ver como los ojos de su abuela se abrían lentamente.Espero que tu estadía en este hospital haya sido placentera.

     

    Definitivamente Dalit se ganaría un par de planazos por burlarse de abuela, y es que no había otra manera de tomarse la situación, había muerto y para colmo se quedo fría como el hielo en su propia planta de trabajo durante veinticuatro horas. Tienes razon, necesitan más personal en este lado del charco.Comento sonriendo.

     

    Era un poco absurdo que hubiese dejado a una sanadora de planta tanto tiempo sin vida, cuando en el mundo mágico de Ottery vivían en una especie de guerra cívica, y las plantas siempre tenían pacientes de cualquier tipo; y las sanadoras debían estar despiertas y lo más importante, vivas para cumplir con su trabajo.

     

    --¿Creo que ya sabes el protocolo para salir?, aunque pudiera dejarte aquí un rato mas--comento riéndose, pues el susto que se había llevado cuando descubrió que su abuela estaba muerta, no era grato.Cuidate Lyra, no puedes dejar a tus mininos solos.

     

    Mekare dejo de hablar de repente y escucho las últimas palabras que le decía Lyra y sintiéndose más tranquila le regalo un beso en la frente y se encamino hasta la salida del consultorio explicándole que ella ya había pedido cambio, pero esperaba aun una respuesta de parte de sus jefes.

     

    --Ya lo pedí, quizás te haga compañía pronto.-- Dijo mientras llenaba un pequeño formulario en donde se explicaba el motivo de ingreso de Lyra y la constancia de que estaba curada para salir y seguir con su trabajo.--Aquí tienes, creo que es todo, ya debo irme.

     

    La Ryddleturn quería quedarse un poco más, pero su trabajo ya había cumplido su propósito debía volver por esa taza de café y luego ir a la oficina de Luz.

     

     

     

     

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  16. · Primer rol: Mekare Dalit Ryddleturn En la quinta planta, dándole vida a lyra.

     

    Dalit intentaba tomar un sorbo de su taza de café, pero estaba tan caliente que duro mas enfriándolo que preparándolo, y aunque ya estaba en la temperatura perfecta para degustarlo, la pelirroja fue interrumpida por una de las enfermeras de la quinta planta.

     

    --¿Es enserio?...Pregunto la pelirroja mientras dibuja en su rostro un gesto de frustración.--¿Pero desde cuando está ahí?.

     

    La Ryddleturn se levanto de la cómoda silla en donde estaba y miro a Mary mientras la llenaba de preguntas, luego de que esta le indicara que debía ir a curar a su abuela que estaba esperando por ser atendida en su propia planta de trabajo.

     

    --Vamos entonces--Dejo su taza de café a un lado, y no dejo que la enfermera le explicara lo que había pasado, estaba molesta por lo que estaba sucediendo y dejaba que le explicaran sería peor.Sigue en lo tuyo, yo voy en camino.

     

    Mekare no era sanadora de esa planta, pero estaba dispuesta a ayudar en lo que pudiese para mejorar las atenciones del hospital, aunque fuera muchísimo más trabajo para ella. Llevaba consigo una simple bata blanca, su varita y un par de pociones que utilizaría para dárselas a su abuela.

     

    Y luego de unos minutos la demonio logro divisar a lo lejos sobre una camilla a su abuela, era una situación tan difícil verla ahí sin vida, que podía largarse a llorar sin ningún pudor.Ya estoy aquí abuela--comento en voz baja acercándose a la camilla.

     

    Mekare arrimo la camilla tras unas de las cortinas de uno de los consultorios y la cerró para tener más privacidad, había un par de elfos presentes, pero prefirió dejarlos afuera para trabajar mejor, ya estaba lo suficiente nerviosa con la situación, y no quería más presión.

     

    --Vamos a comenzar-- Dalit hablo consigo misma, mientras levanto su varita.

     

    --¡Episkey!.

     

    --¡Episkey!

     

    Menciono varias veces, mientras dejaba que su varita se paseara por las heridas de su abuela, pronto la misma estaría curada, al menos físicamente. Y aunque le faltaban un par de curaciones mas, la misma decidió revivirla para que ella misma se diera cuenta de que andar de suicida no estaba bien, tomo un par de frascos que llevaba dentro del bolsillo de su bata y saco un pequeño frasco con un liquido que reviviría a la Ryddleturn; abriéndole la boca y vertiendo en su interior su contenido.

     

     

     

     

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  17. Mekare Dalit Ryddleturn – En el Hospital Mágico culminando la consulta de Sira.

     

    Para Dalit la consulta había terminado, todo con el embarazo de Sira apuntaba que se desarrollaba con normalidad y que todo estaría bien; la pelirroja sabía también que la condición de la Granger era impredecible, podía estar bien ahora y luego podría estar en grandes aprietos.

     

    --Sira tu tomas tus decisiones…--Dijo mientras veía como Anna salía del consultorio.—Puedes tomar tu clase de vuelto, pero evita caerte.

     

    Lo difícil de estar embarazada era los mareos, las nauseas y sobre todo los cambios de humor. Ni siquiera traerlos al mundo era tan difícil como soportar durante varios meses dichos síntomas.

     

    --¿Mi consulta?...—pregunto confundida, el cansancio en su cuerpo le hacía perder el rol de la conversación que intentaba llevar.—Ven a este mismo lugar en dos semanas, o antes si lo necesitas.

     

    La Ryddleturn amaba su trabajo y podía estar disponible siempre. Pero justo ese día estaba cansada, y confundida por un leve recuerdo que se apoderaba de su cabeza, el nombre de kritzai iba y venía, como un columpio.

     

    --Por ahora me iré, de mis labios no saldrá nada de tu situación, estoy segura que primero debes resolver el problemita de tus habilidades.—Se refirió a su descontrol de poderes.

     

    Mekare no dudo en desaparecer casi corriendo del consultorio para descasar un poco en la cafetería del Hospital, tenía claro que debía ir a la oficina de Luz, pero tenía una terrible jaqueca que atender.

    --Yo no recuerdo ese viaje…--hablaba consigo misma mientras se alejaba de su consultorio, definitivamente Kritzai había logrado confundirla.

     

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  18. Mekare Dalit Ryddleturn – En el Hospital mágico Atendiendo a Sira.

     

    Mekare quedo atónica con la confesión de Sira, pues son estaba acostumbrada a que sus pacientes le explicaran los detalles de sus relaciones sexuales, y menos si casi no se conocían; pero eso no importaba, la temática sexual para la pelirroja no era un tabú, más bien se sentía muy cómoda hablando de sexo.

     

    --Tranquila querida, a veces ignoramos muchas cosas, y luego solo debemos saber aprender a vivir con ellas.—comento la pelirroja dejando que sus dedos se pasearan por un par de pergaminos que estaban frente de ella.—Quisiera darte más detalles de tu bebé, pero es muy pronto para saber que raza será, o si te traerá problemas.

     

    Dalit no quería poner nerviosa a Sira, pero ella debía entender que para que un demonio tenga un trabajo de parto, debe estar controlada y muy estable espiritualmente.

     

    —Esto no se trata de que tengas una mala salud, nosotros como demonios tendemos a tener transformaciones propias, y cuando tenemos a otro ser mágico dentro de nosotros…--hizo una pausa en sus palabras, pues intentaba encontrar las palabras correctas para explicarse bien.—para nuestro cuerpo es muy difícil tolerar nuestras transformaciones espirituales, mas de el nuevo ser.

     

    Sira debía concentrarse en estar tranquila, básicamente su embarazo seria un proceso que ella misma podía controlar.—Tú eres la que decides como avanza tu embarazo, los demonios tendemos a desarrollarnos mucho más rápido, porque nuestro cuerpo no es humano.—camino hasta Sira y le entrego unos pergaminos y siguió hablando.—si estas tranquila, con el apoyo de tu familia, y de ese chico… tu embarazo será maravilloso.

     

    Dalit le entrego también una foto en donde había quedado grabado los movimientos del bebe y el sonoro latido de su corazón.—Quiero que vengas dentro de dos semanas, y si te sientes mal, puedes venir a mi cuando gustes.—La pelirroja dibujo en sus labios una sonrisa, y volviéndose a sentar frente a la Granger empezó a leer un pequeño pergamino que tenía en sus manos.

     

    *Cosas que no debo hacer:

    -Volar en escoba.

    -Correr.

    -Participar en juegos espirituales.

    -Cargar cosas pesadas.

    -Evitar malos ratos y disgustos.

    -Olvidar la sal y los condimentos en las comidas.

     

     

     

    La lista era larga, pero Mekare la definió en seis cosas que debía evitar su compañera.—Esto es todo, por ahora puedes seguir trabajando…-- no pudo terminar de hablar, gracias a la intromisión de una muchacha que entro sin anunciarse y envuelta en llanto.

     

    --Puedo permitir muchas cosas…-- respondió la Ryddleturn.—pero esta es una consulta privada, y prefiero que esperes afuera.—sentencio la pelirroja recordando su mal humor.

     

    --Ya sabes dónde encontrarme Sira, puedes retirarte cuando quieras.—indico la ex mortifaga enfadada, odiaba que interrumpieran de esa manera sus consultas, mas cuando ella era tan cuidadosa con la privacidad de sus pacientes.

     

     

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  19. Mekare Dalit Ryddleturn – En el Hospital Mágico Atendiendo a Sira.

     

    Sira parecía mas que enferma nerviosa. Mekare jamás logro saber lo que era un embarazo, ya que cuando ocurrió el cambio de cuerpos entre Atenhas y ella, ya Alira había nacido, así que la pelirroja sabía lo que era mantener a una niña, más no sabía cómo aconsejar a nadie sobre llevarlo dentro de su vientre durante nueve o menos meses.

     

    --En la actualidad no es tan difícil…--Respondió la pelirroja mientras movía un par de cuatros que reposaban sobre la pared.—Parece que estabas en tus días de ovulación.—intento explicarse con calma, Dalit no sabía qué edad tenia exactamente la muchacha pero seguramente era mucho más joven que ella.

     

    --Sentirás un cosquilleo…--dijo la pelirroja mientras dejaba que de su varita saliera una especie de luz azul, que se explayaba sobre el vientre plano de Sira, haciendo que dicha luz hiciera que dentro de un cuatro se dibujara un sombra negra con pintas grises.

     

    --Entiendo que estés nerviosa… pero necesito que mires con atención el cuadro.—Le explico la ex mortifaga a Sira, que no dejaba de hablar con ella misma.—Y quiero que hagas silencio para que escuches.

     

    Dalit hizo callar a Sira, y con un par de susurros al aire dentro del cuadro se materializo una especie de masa que se movía mínimamente, dejando que un sonido largo y fuerte saliera del cuadro.

     

    —Esto que ves aquí, tal cual como una mancha…-- Mekare empezó a explicarle a la Granger lo que veía.—Es tu bebé, y eso que escuchas es su corazón.

     

    Si, definitivamente Sira estaba embarazada, y al ser un demonio su embarazo podría avanzar muy rápido, o muy lento, y eso era lo que más le preocupaba a la pelirroja.—Disculpa si no te lo muestro de esta manera, para la próxima consulta lo haremos con un eco 3D que está en mi consultorio.—Se disculpo la sanadora por haber utilizado un simple cuadro para mostrarle a su hijo, pero Mekare debía hacerlo rápido, Sira parecía tener prisa en irse.

     

    --¡Felicidades!...

     

    Sira podría irse cuando quisiera, pero ella debía prometer tener sumo cuidado con su embarazo.—¿Eres demonio no?, debes tener mucho cuidado, los embarazos demoníacos no son nada fáciles.—se sincero.—no quiero asustarte, pero me gustaría que si decides seguir con tu embarazo, me permitieras seguirte el control, pues yo soy un demonio y me sería más fácil atenderte y venirte.

     

     

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  20. Gracias querida Feli +.+ *le deja muchos chocos* gracias. - se va antes que la zapeen-

     

    Feli no se cuando es que tengo un mes para editar mi ficha xD pero me avisan cuando ya pueda si? +.+ y me publican mi nueva ficha que es esta : http://www.harrylatino.org/index.php/topic/78492-ficha-de-mekare-dalit-ryddleturn-malfoy/?p=4628341

    ya la había publicado antes, pero aun no me tocaba t.t la edición.

     

    Porfis +.+ que quede linda no se si tiene errores ni como se vea mejor, pero S.O.S xd

  21. Mekare Dalit Ryddleturn – Hospital Mágico: Atendiendo a Sira.

     

    El ambiente fuera de la oficina de Luz era muy extraño, la ex mortifaga sabia que algo no tan bueno estaba por suceder, las tres mujeres que le impedían el paso hacia la oficina de la Gryffindor no eran lo suficientemente discretas como para ocultar que algo más que un simple ataque viral, estaba por ocurrir en ese pasillo.

     

    --Lo siento, estoy cansada de esperar…--la pelirroja se levanto del cómodo sillón en donde descansaba, y le explico a la enfermera que murmuraba un par de cosas al odio de Ángel.—Cuando Luz esté disponible avísenme, debo organizar varias cosas aun, y me parece que hay pacientes que atender.

     

    Mekare estaba de mal humor, si, de muy mal humor, odiaba que jugaran con su tiempo y más cuando en el hospital habían tantas personas necesitando su ayuda.—Ángel espera aquí, y si luego de unos minutos no logras hablar con Luz, vienes a mi consultorio.—sentencio, Dalit estaba cansada y necesitaba que su sobrina empezara a aprender todo lo necesario para atender parte del ala de pediatría.

     

    La mente de la pelirroja estaba revuelta, le molestaban los misterios mas cuando se ponían en riesgo la vida de los pacientes y la suya.—Sanadora Ryddleturn, le solicitan al final del pasillo…-- Un arrugado elfo apareció frente de la joven demonio explicando su motivo rápidamente, y desapareció tan pronto como termino de hablar.

     

    La Ryddleturn se sorprendió un poco. Había olvidado lo drásticos que eran los elfos en el hospital mágico, siempre iban y venían abrumados por los accidentes.

     

    Dalit no hizo ningún comentario mientras caminaba hasta la habitación donde estaba Anna, solo se dedico a llenar un par de formularios que debía entregar antes de irse del hospital, y fue Anna quien la saco de sus pensamientos cuando le hizo una petición para luego alejarse.

     

    --No te preocupes, haré lo mejor que pueda…--Dalit respondió con tranquilidad, su estrés fluyo con rapidez cuando vio a Sira, fácilmente la pelirroja sabía lo que le pasaba; se veía bien de salud, pero la impresión en su rostro era todo un poema de Neruda.—Hola, mi nombre es Mekare Ryddleturn, ¿estás bien?, ¿quieres un vaso de agua?.

     

    La pregunta era algo est****a, pero la demonio debía hacerla para romper el hielo entre la aprendiza y ella, si no el chequeo que haría sería incomodo.—¿Puedes acostarte sobre esta camilla?...—le pregunto con serenidad, si la Granger no respondía a sus preguntas, la pelirroja estaba dispuesta a darle un tiempo para digerir un poco su sorpresa.

     

     

     

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  22. Mekare Dalit Ryddleturn – Sanadora encargada de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas.

    En la sala de espera con Ángel.

    El cansancio se pronunciaba en los hombros de la joven ex mortifaga. Dalit había estado más de doce horas sin dormir, y parecía que estas horas aumentarían dentro del hospital; al menos eso es lo que se paseaba por la cabeza de la pelirroja, mientras caminaba a la diestra de su sobrina, hacia la oficina de Luz.

    --Estoy demasiado cansada…-- dijo dejando que sus labios se abrieran en un bostezó, mientras que sus manos tapaban los mismos, intentando disimular un poco aquel gesto.

    Pero todo el cansancio se desvaneció ante la curiosa presencia de dos muchachas, que parecían vigilar los pasillos cercanos a la puerta de la oficina de Luz. Sus varitas parecían estar preparadas para atacar, aunque estas lo disimularan muy bien; Mekare era lo suficientemente avispada como para saber cuando la atacarían o no.

    --¿Debemos esperar?...— Preguntó, un poco después de que su sobrina la presentara a las dos muchachas, y les explicara el motivo que les llevaba hasta la oficina de la Gryffindor.

    Los demonios como la pelirroja tenían ese generoso poder de saber cuando las cosas estaban mal, y más cuando se trataba de alguna bruja que trabajara con la magia negra.

    —Tengo demasiadas cosas que hacer…--comento frustrada, más no menos angustiada por la situación, ella no conocía a Luz, pero si una sanadora tenía escoltas en su puerta, no era solo por gusto claro estaba. Ángel parecía preocupada, así que la pelirroja se acerco a su sobrina y respondió a su pregunta con un simple comentario.

    --No lo sé, pero nada bueno será…--El rostro de aquellas mujeres no mostraban más que tensión, no dejaron ni siquiera que la rubia y la pelirroja esperaran dentro de la oficina de Luz, si no que hicieron que estas se sentaran afuera, sin darle alguna información de lo que estaba pasando.

    Justo al final de pasillo estaba la recepción, y frente a ella estaba una joven bruja, Mekare miro a su sobrina de reojo y vio que Sira llevaba el mismo uniforme que la rubia, y supuso que quizás era alguna otra sanadora o Aprendiz solicitando ayuda.

     

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  23. Xenix – Elfo domestico de Mekare Dalit Rydlleturn

    El Castillo Crowley, era tal cual como lo describían muchos: Imponente, rusticó, pero no menos elegante que los demás castillos de Rumania. En realidad todos los vecindarios cercanos eran así, opacos y monumentales.

    La brisa azotaba el pequeño cuerpo de elfo, que caminaba inseguro y silencioso hasta la gran puerta de rejas que dejaba claro el límite entre Ottery y sus adentros. Xenix curioseaba mientras entre sus pequeñas un pergamino que rezaba a primera vista el nombre de León Corvinus Crowley.

    Esa noche estaba acompañada de una brillante luna llena, lo que le daba un toque misterioso a la misma, pues se decía que cada luna llena, los hombres lobos se paseaban por el pueblo buscando a magos y brujas; para hacerlos su presa. Pero Xenix no estaba preocupado por eso, el era tan insignificante que nadie se inmutaría en tocarlo.

    --Como le ordenaron a Xenix…--hablo con voz ronca el pequeño, al mismo tiempo que dejaba que aquel pergamino perfectamente limpio se deslizara entre sus manos y volara por debajo de la puerta del Castillo. Pudo él mismo llevarlo hasta la puerta, pero llevaba varias horas de retraso, y no podía perder un minuto más.

     

    Querido León, se que prometí aparecer hace varias semanas ya. Pero encontré trabajo en San Mungo y estoy poniéndome al día, solo te escribo para que no te preocupes, estoy quedándome en el Castillo Ryddleturn; en cuando pueda terminar de ordenar mis pendientes, te acompañare y te presentare a tu nieta Alira.

    Mi equipaje llegara del mundo muggle en tres días, seria de mucha ayuda que lo recibieras y me asignaras una habitación. No me preguntes cual, simplemente espero que tus gustos cubran mis necesidades.

    Quien te aprecia, y esta agradecida por ofrecerle calor de hogar.

    Mekare Dalit.

     

    La nota no era muy explícita, aunque la pelirroja ya estaba en el pueblo, quería organizar su vida antes de involucrarse de lleno a su familia adoptiva. Por su falta de tiempo decidió mandar a su elfo personal a llevar el mensaje, y cumplida su meta, este desapareció en un chasquido, pues debía cuidar a la pequeña Alira.

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