Mentita

Turno buscador 5. Vixen. Velocidad

TURNO BUSCADOR 2. El impulso inconsciente de Vixen, por una mala jugada propia, puso en peligro el equipo entero de ser nuevamente blanco de anotaciones, pues de no haberse controlado a tiempo, podría haber resultado en penal a favor de los Dublin Delayers. Redwayne miró por el rabillo del ojo a la guardiana de las Arpías y bajó la mirada inmediatamente en cuanto descubrió que ella estaba haciendo lo mismo, la diferencia era que su semblante distaba mucho de ser el más amigable del campo. Y sin darse cuenta, Wanda Nara, golpeadora de Dublin Delayers, había logrado conectar con una bludger que envió en dirección a la buscadora australiana. Sin embargo, Elin Hill, que había tenido bajo la mira a los golpeadores del equipo rival, se adelantó al impacto con su propio bate y desvió la pelota de metal fuera del camino de Vixen. La bludger resultó ser devuelta a Wanda Nara, teniendo ésta que esquivarla para evitar ser impactada por ella. Más no tuvo éxito, pues el golpe fue inminente y lo recibió muy a pesar suyo. Por su parte, Keyna Rees quiso hacer lo propio con una bludger, pero no tuvo éxito. El intento de golpe a la buscadora de Dublin Delayers no fue tal y recibió una pequeña abucheada de una parte de la hinchada en el estadio. Navir Monteiro se contuvo de lanzarle maldiciones a los que abucheaban y prefirió mantener la vista fija en otras cuestiones.

Candela Triviani como Aedis Greengrass Candela trató de conferir a su rostro un gesto neutro. Bah, en realidad trataba de que no se le notara lo irritable que le ponía la supuesta preocupación de Jeremy para con la muchachita a la que estaba representado. Se miró el vestido con el que el ruso había cubierto su cuerpo y luego lo miró a él. Podría haberle dicho algo en ese momento, claro, pero se lo pensó un poco antes de emitir palabra. No quería que Jeremy notase que estaba frente a su madre y no frente a la supuesta Aedis Greengrass, aunque la forma en la que ladeó la cabeza para tener una mejor vista del mago que tenía detrás de su hijo podría haber puesto en peligro su farsa. –¿Ah sí? –preguntó ante la revelación de Jeremy sobre la búsqueda que habían comenzado por su causa. Imaginaba que algo así podría llegar a pasar, pero es que tampoco se había ausentado demasiado con la pequeña Aedis para haber disparado las alarmas en el estadio. Se le ocurrió que, quizás, había subestimado a la comunidad quidditchera. Candela estuvo por morderse el labio ante ese descuido, tan minuciosa que había sido con ese plan, y estaba a punto de echarlo a perder, pero se detuvo al ver a Black acercándoseles y volvió a poner cara de póker –o creyó que lo hacía –cuando lo tuvo frente a ella. –Eh… –quedó con la mente en blanco ante la petición del Director Internacional de Quidditch –Claro, en media hora estaré allí. –lo despidió momentáneamente con un asentimiento, sin quitarle los ojos de encima. Sabía que Jeremy había comenzado a hablarle de nuevo pero ella no le prestaba atención, se dedicó a intentar adivinar lo que podría estar hablando Black con los guardias. –Hablamos después, debo cambiarme. –se dirigió cazador ruso y fue hasta el número de habitación que indicaba la llave que le habían dado en la recepción. Pasados los treinta minutos, y presa de la impaciencia, ni siquiera se molestó en tocar la puerta del despacho del mago, que por cierto había tardado en averiguar no tenía la más mínima idea de dónde quedaba. De hecho, tuvo que echar una maldición en uno de los empleados del hotel para que le diera indicaciones, luego le hizo olvidarla pues era muy posible que la descubran por culpa de aquel pobre diablo. Cuestión, la puerta. La abrió sin más y cerró tras de sí con cierto recelo. Martín no sabía que la joven a la que había citado no era Aedis Greengrass, ¿verdad? Dio un par de pasos por el cuarto cerrado y pudo sentir la suavidad de la alfombra bajo sus pies desnudos. Otro error. Cuando había ido a la habitación de la capitana de los Tornados lo único que hizo al vestirse fue tomar una camiseta y jeans holgados, no había reparado en el calzado. Sin embargo, continuó con la idea de que Black no podría saber quién era. La gitana sonrió, y era una sonrisa extraña. ¿Qué hacía? Lanzó una mirada a la silla que el mago le señalaba y prefirió quedarse de pie. Elevó la mirada gris... No, azul, era azul. Elevó la mirada azul hacia los grises de Black. – Soy toda oídos. –"Y ojos", quiso agregar, pero tal vez hubiese sido demasiado extraño.– Aunque si es por mi supuesta desaparición, creo que ha sido todo una exageración. –afirmó con una expresión indiferente ante la situación. Después se preguntó si esa sería una actitud propia de la joven pelirroja, al tiempo que sacaba una botella de metal de uno de sus bolsillos para tomar "agua".

INICIO - Post #4 ¿La seguimos? Creyó haber hablado en alto pero, al parecer y por la indiferencia de los que acababan de llegar, supuso que debió haber sido en su cabeza. Escuchaba voces lejanas sin poder distinguir cuáles eran reales y cuáles producto de su propio delirio y el que Jeremy la hubiese hechizado no ayudaba al tormentoso remolino de pensamientos con los que solía lidiar todos los días de su vida. Candela estaba consciente. Muy en el fondo de su mente tenía en claro que estaba hechizada, probablemente por un Imperius, y que era cosa de su hijo que se encontrase allí, de pie frente a un trío por demás heterogéneo y que nada tenían que ver con ella. Sobre todo con Mael, con quien mantenía una relación caótica y de quien le extrañaba que su primera reacción no haya sido saltar sobre la gitana y arrancarle el corazón. Sin embargo, y por mucho que supiese que se encontraba bajo los efectos de una maldición, no era dueña de su voluntad y sus pensamientos “conscientes” se mezclaban con el conjuro, lo cual resultaba desagradable. Y denigrante, además. Ni siquiera había entendido por qué estaba allí, en primer lugar. Lo último que recordaba antes de quedar prisionera del idi*** de su hijo, fue que acababa de dejar el hotel en donde concentraban los jugadores de la Super Liga Europea. << ¡mier**! >> Jeremy sabía que Candela se había hecho pasar por la muchachita esa, la capitana de aquel equipo inglés. Era la única razón que se le ocurría para tenerla allí en contra de su voluntad. Ya se encargaría de sacarle los ojos en cuanto pudiese liberarse. -¡Siempre quise uno de esos! –exclamó al ver el cepillo de Mica Gryffindor. Desde luego, no era ella quien hablaba. –Debes decirme dónde lo obtuviste. –Dijo y de pronto tomó de un brazo a la bruja, como si fuese una adolescente que había conocido a la que sería su mejor amiga en toda su vida, mientras caminaba a su lado. <<Te desollaré vivo, maldita rata podrida.>> Pero Jeremy no podía escuchar sus pensamientos, desde luego.

TURNO 10. HOLYHEAD HARPIES La robada de quaffle realizada por el guardián de Dublin Delayers alejó la posibilidad de Momo de lucirse realizando el primer gol a favor de su equipo, la japonesa hizo un gesto obsceno que sólo fue visto por el guardián rival y que, afortunadamente, el italiano que arbitraba pasó por alto. Elian Valenzuela le facilitó la quaffle a los cazadores de su equipo, permitiendo que éstos salieran con la bola colorada para tratar de sortear al equipo contrario y llegar a la zona de anotación. Sin embargo, Whatū Lloyd asió su escoba con gran destreza y, acercándose a Benjamín Vicuña, que era el cazador que sostenía la quaffle, largó un puño que pretendía ser un amague de golpe pero que, lamentablemente, dió de lleno en la cara del cazador. Lo positivo, aunque hubiese cometido una falta en la jugada, fue que le pudo robar la quaffle a Vicuña. Whatū Lloyd sonrió de lado, pensando en lo cómico que resultaba ver al cazador de Dublin Delayers quejándose por un golpe que le había propinado una chica. Avanzó rápidamente por el campo hasta lograr una distancia segura en la que le pasó la quaffle a Akihiro Momo. La japonesa recibió el pase e hizo un amague de disparo una vez llegado a la zona de lanzamiento, para confundir al guardián. No sé percató del fallo de una de las golpeadoras del equipo rival, pues aparentemente no había dado en el blanco, y disparó. Elian Valenzuela no pudo detener la quaffle y vio cómo la pelota atravesaba uno de sus aros, convirtiendo la primera anotación por parte de Momo, restando la diferencia de puntos en diez. El marcador quedaba en 20 a 10, a favor de Dublin Delayers. Nada mal.

Turno buscador 2. Vixen Redwayne. Agarre

Turno buscador 2. Vixen Redwayne. Velocidad + Caída en picada

Turno buscador 2. Vixen Redwayne usará Caída en picada

- Etapa de avistamiento - Turno de buscador 1: Eugenia Suárez: 5 (10 - 5 por golpe) Vixen Redwayne: 11 (8 + 3 por ubicación de la snitch) Turno de buscador 2: Eugenia Suárez: 4 Vixen Redwayne: 1 Turnos acumulados: Eugenia Suárez: 9 Vixen Redwayne: 12 Vixen Redwayne avista la snitch. Deberá lanzar velocidad.

Turno buscador 2. Keyna Rees. Golpe

Turno buscador 2. Wanda Nara. Evasión

Turno buscador 2. Elin Hill. Intercepcion

Turno buscador 2. Wanda Nara. Golpe

Turno buscador 2. Dublin Delayers. Eugenia Suárez. Percepción

Turno buscador 2. HH. Vixen Redwayne. Percepcion Temperamento.

Turno buscador 2. Dublin Delayers continúa con dados automáticos.

Turno penales #2. Dublin Delayers. Elian Valenzuela. Reflejos

Turno penales #2. Holyhead Harpies 1. Akihiro Momo. Disparo + Knuckle Ball 2. Whatū Lloyd. Disparo 3. Altaira Ashryver. Disparo + Efecto Finbourgh

Turno penales #2. Dublin Delayers sigue con dados automáticos

Turno penales #2. Holyhead Harpies 1. Akihiro Momo usará Knuckle Ball 2. Whatū Lloyd no usará habilidades especiales 3. Altaira Ashryver usará Efecto Finbourgh

Turno penales de entretiempo. Holyhead Harpies. Navir Monteiro 1. Reflejos + Double eight loop 2. Reflejos 3. Reflejos + Double eight loop

Turno penales de entretiempo. Dublin Delayers. 1. Mauro Icardi. Disparo: 15 2. Maxi López. Disparo: 7 3. Benjamín Vicuña. Disparo: 3

Turno penales de entretiempo. Navir Monteiro. 1. Double eight loop 2. Sin habs 3. Double eight loop

Turno penales de entretiempo. Dublin Delayers sigue en automático.

Turno 12. Penal. Navir Monteiro. Reflejos