-monotoq-

- Maldita túnica - dije mientras intentaba sacarla del baúl - Ya me tardé demasiado, espero no esté haciéndolos esperar - continué logrando al fin sacarla.

Rápidamente me quité la ropa que llevaba y me empecé a poner la túnica blanca, apresurándome al hacerlo para no hacer esperar más a los demás. Una vez que terminé Ley y Cye se estaban encaminando hacia la cocina, y las seguí lo más rápido que pude. Cuando las alcancé en la despensa ya habían movido unas cajas, que dejaron al descubierto la pared, en la cual se encontraba una extraña marca.

- Perdón por el retraso - me disculpé, y de esta forma aprovechaba para hacer que supieran que estaba ahí y no las había abandonado.

Al parecer las cosas se habían salido mucho de control, hubieron hechizos por todos lados y un grupo que quería irse por su propia cuenta, afortunadamente Elvis empezó a poner orden de la mejor forma que pudo o pensó en esos momentos, pues a pesar de que lo veía como una figura de autoridad, su regaño pareció algo infantil, pero a la vez de haber estado yo en su posición estaba casi seguro que hubiera hecho lo mismo que él hizo.

Elvis lanzó un hechizo, que nos empezó a hacer recordar a todos nuestra vida, y esta se veía reflejada en el techo de la cápsula en la que nos encontrábamos. Volteando hacia mi izquierda estaba Jeremy, el cual se encontraba concentrado viendo y posiblemente recordando su vida.

Regresando mi vista hacia arriba, pude ver la mía. Veía mi vida cuando tenía 8 años, siendo yo sonriente, alegre, platicador, jugando con mis hermanos mayores, disfrutando alegremente la vida. Había pasado tanto tiempo que ya había olvidado completamente que existió una época donde fui completamente feliz. Mientras veía y recordaba una parte de mí se alegraba y otra se partía en pedazos, pues sabía que esos momentos jamás volverían a mí más que como recuerdos, y una parte era mejor así, pues sabía lo que seguía.

Despejando un poco mi mente de mis pensamientos, dejo de jugar con mis hermanos, estábamos en una fiesta y nos íbamos a nuestra casa, todos tenían la edad suficiente para aparecerse por sí mismos, menos yo que tenía que tomarlos de las manos para llegar a nuestra casa. Estábamos llegando y un hombre nos esperaba en la puerta, pensé que era un amigo de mi padre, pero no era así, era un vampiro que lo atacaba y mataba, mi madre y mis hermanos sacaban sus varitas para atacar al vampiro, pero este se movía rápido y en menos de 2 segundos había acabado con mi familia, y solo quedaba yo viéndolo de frente con su boca llena de sangre y yo inmóvil, con miedo. Y de la nada, apareció un hombre que hizo huir a aquel vampiro, ese hombre se volvería mi mentor, pero todavía no llegaba a ese momento.

Un vez visto eso cerré mis ojos, no necesitaba ver más, no necesitaba ver mi entrenamiento intensivo, tanto físico como mental, o como murió asesinado mi mentor años después por el mismo vampiro que me dejó sin familia, o como viajé por el mundo cazando vampiros, hasta instalarme en Inglaterra y entrar a la academia y conseguir una familia que me adoptara, el suceso que me había marcado era el que se había proyectado encima de mí, pues a partir de ese día no volví a disfrutar una risa o a sentirme como niño, mi infancia murió junto con mi familia, y sin importar que hubieron cosas que después me sacaron una sonrisa ese instante me convirtió en una persona sería, analítica. Ese era el motivo por el que las personas creían que no tenía sentimientos, pero estaban demasiado equivocados.

Abrí mis ojos y agaché la mirada, a pesar de que ya nada era como antes, recordar lo que ocurrió aquella noche me hizo pensar lo mismo que pensaba en esos momentos, "Ya nada era como antes", aún así fui capaz de sobreponerme a ello y sí lo hice una vez sabía que era capaz de volver a hacerlo esta y mil ocasiones más.

Abrí los ojos, y lo primero que vi fue un muro de acero y a mi oponente asomándose ligeramente por un costado de este apuntándome con su varita, atacándome con un Absorvere, provocándome un fuerte dolor en el costado izquierdo, pues no tenía forma de parar su ataque. Se me había roto una costilla.

- Deprimo - pronuncié apuntando al piso sobre el que pisaba mientras aún estaba a la vista, haciéndose un agujero en el suelo, llevándola a caer a donde se encontraban los picos en el sótano, quedando todo su cuerpo perforado por estos.

- Morphos - dije una vez que me acerqué al agujero y apuntaba al zapato derecho de Juana, convirtiéndolo en una araña de Sydney, la araña mas venenosa de todo el mundo, la cual la picaría en el muslo donde antes hubo un zapato.

- Más vale prevenir que lamentar - le dije, con un tono triste, por la condición en la cual la había puesto.

Bueno, paso a dejar mi tarea:

Gitax: Desmaius. Acción 1 - Turno 1

Akiza: Protego. Acción 1 - Turno 1

Gitax: Sectusempra (Impacta). Acción 2 - Turno 1

Akiza: Sectusempra (Impacta). Acción 2 - Turno 1

Gitax: Episkey (De emergencia debido al Sectusempra). Acción 1 - Turno 2

Akiza: Episkey (De emergencia debido al Sectusempra). Acción 1 - Turno 2

Gitax: Silencius. Acción 2 - Turno 2

Akiza: Episkey (Sectusempra curado) [silenciado]. Acción 2 - Turno 2

Gitax: Episkey (Curación del Sectusempra). Acción 1 - Turno 3

Akiza: Episkey (Curación no verbal del Sectusempra). Acción 1 - Turno 3

Gitax: Sectusempra (Impacta). Acción 2 - Turno 3

Akiza: Embrujo Punzante (No verbal, impacta). Acción 2 - Turno 3

Gitax: Finite Incantatem (No verbal) [Efectos de embrujo punzante eliminados]. Acción 1 - Turno 4

Akiza: -

El duelo no está terminado, y de querer seguir con vida Akiza, debe de usar un Episkey de emergencia en su siguiente acción.

Aaron se encaminó hacia la recepción, el lugar proveniente de tantos gritos, y yo iba detrás de él pisándole los talones. Antes de que pudiera observar bien quien era la persona causante de tanto alboroto esta misma pasó como un rayo por el pasillo pegándonos a ambos en los hombros para que saliéramos de su camino - Que manera tan sutil de pedir permiso - le dije a Aaron con tono molesto por el golpe recibido por parte de aquel sujeto.

Después Aaron totalmente enojado siguió al sujeto hasta la oficina de Seba, que era el lugar al que había entrado, y yo nuevamente seguí sus pasos. Cuando entramos, mi compañero con tono demasiado molesto empezó a decirle a Seba si quería que lo echaran. Esas palabras me sorprendieron demasiado, definitivamente eso era demasiado, si dicho sujeto se encontraba ahí tan molesto era porque algo muy grave le había sucedido, sin embargo no podía evitar pensar en que mi compañero también tenía un poco de razón al argumentar que no era manera de entrar así al cuartel de aurores. Técnicamente entrar de esa forma al cuartel podría ser tomado como una agresión y nosotros estaríamos en nuestro derecho de defendernos. ¿Qué estaba bien y que no lo estaba?

- Vamos Aaron tranquilízate, ya se está ahciendo cargo Seba y si necesita nuestra ayuda no creo que dude en pedirla - le dije a Aaron tratando de que se tranquilizara, mientras asentía con la cabeza hacia Seba buscando un asentimiento en respuesta de que estaba de acuerdo conmigo.

Cye dio la orden de que nos pusiéramos ropa holgada de color blanco, una túnica también servía <<Tengo una túnica blanca, eso servirá>> dije en mi mente, sintiéndome aliviado de tener una túnica de ese tipo.

Dispuesto a seguir las órdenes dadas, acompañé a Ley a su habitación - Los dormitorios se encuentran debajo de la sala común - le comenté mientras caminábamos hacia el fondo de la sala común - Para ingresar a estos, debemos de ir a una escalera oculta que se encuentran al fondo de la sala común - terminé de decirle justo en el momento en el que le enseñaba el sitio exacto de las escaleras - Ahora, bajemos - dije sonriente - después de ti - haciéndole un ademán para que ella bajara primero.

- Las habitaciones de las chicas son las del lado izquierdo y la de los chicos del derecho - le dije estando una vez abajo - En ambos dormitorios cada habitación es compartida por 2 estudiantes, y en el piso de abajo se encuentran el despacho de ambas jefas de casa, por si algún día necesitas hablar con ellas a solas - continué - Dentro debe estar ya tu equipaje en la cama que te toca - dije guiñándole un ojo - Recuerda cambiarte - finalicé, mientras veía como ella entraba a su dormitorio. Posteriormente yo tomé el camino de la derecha para cambiarme de ropa.

Mi rival fue más rápida que yo pronunciando su hechizo, pronunciando su Silencius antes de que pudiera terminar el mío, quitándome el habla momentáneamente. Rápidamente al ver que yo no podía pronunciar palabra alguna, Juana se apresuró a lanzar nuevamente su ataque, escuchando como pronunciaba Fuego Púrpura y a su vez como esa llamarada violeta se acercaba hacia mí.

<<Sí tan solo hubiera podido hablar con un simple Protego hubiera sido suficiente para ponerme a salvo>> fueron las palabras que vinieron a mi mente en ese momento, pero antes de que su hechizo llegara a tocarme y dejarme inconsciente pensé en otra que me haría ganar algo más de tiempo <<Seccionatus>> fueron esas palabras cuando sostenía mi varita en dirección a Juana, formando 12 medias lunas que cortarían todo a su paso, y al llegar a mi rival le provocarían cortes mortales en toda la piel.

Y segundos después de lanzar mi hechizo, el suyo me alcanzó, haciéndome sentir cansado y obligándome a cerrar los ojos del cansancio, sin sentir nada más que mi cuerpo tocar el suelo. Sin duda había caído y perdía el conocimiento de lo que había ocurrido, <<¿Mi hechizo había impactado?>> me pregunté milésimas de segundo antes de quedar inconsciente.

De pronto hubo una ligera pausa debido a que la recién llegada se acercó para presentarse, presentándose como Ley y haciendo Cye la presentación general de todos.

- Como dijo nuestra jefa Cye, mi nombre es Monotoq - dije estirando la mano para estrechársela - Y además de tu compañero soy prefecto de esta hermosa casa, así que espero puedas sentirte a gusto mientras terminas La Academia - dije a Ley, pero en mi interior surgía la interrogante <<¿Cómo podría sentirse a gusto con la situación que tenemos?>>.

Había que resolver el problema de los trofeos desaparecidos, pero tras la llegada de Ley, no sabía si involucrarla o no, por lo que me dirigí hacia Cye y susurrándole de manera que no escuchara la nueva dije - ¿Qué hacemos con el otro asunto? - haciendo un movimiento de cabeza dirigido hacia el sitio donde se suponía deberían de estar los trofeos.

El sitio al que me dirigía era una zona de desastre, casas destrozadas hechas de madera su mayoría, escombros por todos lados. ¿El sitio había sido una zona de guerra o un huracán o un tornado había pasado por ahí?

Sin importar el motivo de tal devastación, tenía un encuentro al cual dirigirme, el cual me esperaba en la única casa que se encontraba en una colina. Desde lejos pude observar como mi oponente ya había llegado, y tenía que planear algo antes de enfrentarla. De esta manera empecé a rodear el sitio sin que mi oponente me viera para encontrar cosas que pudiera encontrar a mi favor, y así fue como encontré una puertilla fuera de la casa que al abrirla dirigía hacia el sótano de esta <<Posiblemente este sótano servía de refugio para los tornados>> fueron las palabras que surgieron en mi mente y lo que posiblemente explicaría la destrucción de todas las casas de la zona. Estando en el sótano busqué cosas que me pudieran servir, pero tal fue mi sorpresa al ver que había una serie de picos que apuntaban hacia el techo de madera del sótano, los cuales debían de medir aproximadamente 80 cm, longitud necesaria para atravesar a una persona y cubrían gran parte del suelo del sótano <<Si logro hacer caer a mi oponente al sótano, le causaré una muerte segura>> sonreí por la idea que había obtenido.

Salí de ese sitio por el mismo lugar del que había llegado, y empecé a comprobar que mi vestimenta estuviera en perfectas condiciones. Los tenis blancos sin agujetas, la chaqueta negra cerrada completamente y ajustada al cuerpo, y el pantalón negro se encontraban en perfectas condiciones, así que no había inconveniente alguno que me impidiera confrontar de una vez a mi oponente.

Me encaminé hacia la entrada que también estaba destruida, tan solo había puesto un pie dentro cuando fui recibido por un Sectusempra - Protego - dije inmediatamente para defenderme, impactando el ataque de mi oponente en el escudo que se había formado para protegerme.

Juana ya había hecho sus movimientos, ahora me tocaba a mí - Silencius - pronuncié rápidamente para lograr que mi oponente quedara sin habla.

- Ve con ellos, úneteles y termina lo que se ha empezado - fueron las palabras que me hicieron despertar sobresaltado <<¿Había sido un sueño?>> me cuestionaba internamente, pues esa oración sonó como si una persona me la hubiera susurrado al oído, pero me encontraba solo.

Había visto como mis amigos eran tragados por el fuego, como mi familia era asesinada por demonios, como las personas que conocían perdían todo y algunas inclusive llegaban a la locura rápidamente, y yo que simplemente sobrevivió por un poco de suerte. Era increíble ver tanta muerte y destrucción azotando este mundo, era un verdadero infierno. Tenía que hacer algo.

Decidido a no quedarme en un solo sitio, varios días después de la catástrofe empecé a moverme, en busca de alguien que estuviera vivo y que aún razonara. Veinticuatro horas me tardaría en encontrar un grupo que cubría estas expectativas, grupo que encontré gracias al alboroto que escuché cuando intentaron salvar a una chica que también se había unido. En este grupo todos parecíamos de la misma edad, salvo dos, un hombre y una mujer, los cuales se identificaron como Elvis Gryffindor y Místify Malfoy cuando se presentaron frente a un espejo que formaron con el movimiento de la varita de uno de ellos, invitándonos a pasar de la misma forma en que ellos hicieron a presentarse.

La primera en pasar fue una chica que se presentó como Juana Lovewood, que justo al momento de terminar de hablar fue atacada por un grupo de magos que apareció intentando despojarnos de lo que llevábamos - Sectusempra - dije apuntando y dándole a la altura del corazón, desangrándose rápidamente y provocándole la muerte. Antes esa no hubiera sido la manera correcta de hacer las cosas, pero ahora las cosas eran muy diferentes.

Una vez controlada la situación, otra chica pasó, esta tenía por nombre Dark Dragona. Y finalmente había llegado mi turno, me coloqué frente al espejo y por primera vez en una semana podía verme claramente a mí mismo, con mi cabello castaño cenizo debido a la tierra, cortes muy finos que casi no se veían cubrían mi mejilla derecha y otro corte más en la ceja izquierda, el pantalón y la chaqueta oscura se habían vuelto de un tono gris. Sin duda mi apariencia era peor de lo que esperaba, pero incluso yo sabía que podía ser mucho peor.

De pronto recordé ese momento en el que me desperté de sobresalto por aquella voz que escuché y sus palabras empezaban a cobrar sentido, a ellos eran a los que me les tenía que unir, estábamos ahí por una simple razón, derrotar a Hades. Y trás esto una oleada de confianza surgió en mí - Mi nombre es Monotoq y soy quien traerá justicia a los que no pudieron obtenerla.

- Lo siento chico, no pretendía que te sintieras ofendido - dirigiéndome hacia Tadeo, esperando no haberlo disgustado por mi comentario y confusión acerca de quien era su madre.

Unos segundos después Cye, la otra jefa de los Aethonans se había presentado ante Tadeo después de responderle su primera pregunta. Tadeo se quedó sorprendido y a la vez ruborizado cuando Cye lo llamó Panterrosa, argumentando este que ese solo era su alias, e incluso trabándose un poco al querer expresarse verbalmente y dándome una mirada como si buscara que yo le informara mejor.

- Ella también es jefa de esta casa, es su trabajo saberlo todo acerca de los alumnos que pasamos por su casa, o al menos la gran mayoría - le susurré a Tadeo, intentando que se tranquilizara un poco y esperando que eso respondiera a la mirada del joven.

Un instante después Maýz regresó de nuevo, sin embargo se veía extraña, como si algo le hubiera pasado y estuviera intentando tranquilizarse - No ha rendido frutos desafortunadamente - contesté a su pregunta en tono ligeramente triste - ¿Se encuentra bien? - pregunté, pues finalmente la curiosidad me había ganado.

De pronto fácilmente me distraje al ver la entrada de un nuevo miembro de esta casa, una chica que al parecer no había notado nuestra presencia.

Mi personaje on rol se llama Monotoq, quedó huérfano a temprana edad, quedando bajo la tutela de un amigo de la familia que lo enseñó a defenderse de diferentes criaturas y magos hasta que este también fue asesinado. A partir de ahí empezó a viajar por el mundo buscando al culpable (que por cierto fue un vampiro) y después de muchos años terminaría siendo adoptado por una vampiro (¿que ironía no?). Es serio pero a la vez amistoso una vez que entras en plática con él, es calculador y observador, le da miedo pocas cosas y algunas de ellos son una reverenda estupidez de acuerdo a lo que no le da miedo XD

En cuanto a mí... me llamo Manuel tengo 20 años, de México, estudio Ingeniería en Telecomunicaciones, soy igual que mi personaje, pero a diferencia de que yo sí tengo a mi familia afortunadamente. Si entran a mi perfil y ven desde cuando soy miembro se quedarán así de ¿y por qué tan pocos posts? y eso se debe a que antes de eso tenía otro personaje, en tiempos donde solo podías con correo de yahoo, el chiste es que como solo lo cree para entrar aquí, olvidé la contraseña y jamás pude volver a entrar, después cree el actual y ya no entré, hasta hace poco que decidí retomarlo de nuevo.

Bueno, creo que eso es todo

Estaba dispuesto a ordenar mis cosas en el que sería mi cubículo cuando escuché la voz de Aaron pidiéndome que le echara una mano.

- Sí, claro ¿qué necesitas? - respondí, tratando de imaginarme cual sería el motivo por el cual pediría ayuda a mí y no a alguien con mas experiencia. ¿Sería posible que me quisiera instruir? Sea cual fuera el motivo yo no me iba a oponer a ello pues ahora ellos eran las personas con las cuales conviviría y técnicamente cuidaríamos de unos a otros cuando llegaran momentos para entrar en acción, lugar donde seguramente las cosas se pondrían feas.

Dejé mis cosas y me dispuso a seguir a Aaron, esperando descubrir que se traía entre manos mi colega. como me había llamado hace unos instantes.

Era momento de salir de las aulas de clases y descansar un poco, tomar algo de aire fresco y disfrutar un poco de la vida.

Se podría decir que era la segunda vez que me pasaba por aquí, la primera mientras recorría la academia, y esta, lugar en el cual me iba a tomar un ligero descanso.

Con la mirada recorrí todo el lugar, al menos lo que alcanzaba a ver desde la posición geográfica en la que me encontraba. Un árbol entorpecía mis intentos por ver más allá, aún así, me cayó de maravilla, pues era el lugar perfecto para descansar. Me dirigí hacia él y me acosté en el pasto, justo al pie del árbol. Una raíz sobresalía, sirviendo a la perfección para que colocara mi cabeza, una vez hecho esto cerré los ojos sin la intención de dormir, solo con la intención de descansar un poco, escuchar el sonido del viento, disfrutar como este se estrellaba con mi piel.

El descanso me estaba viniendo de maravilla, solo faltaba alguien con quien mantener una conversación, eso sería bueno, pues silencios largos se terminan volviendo aburridos.

Seba me indicó que cubículos podía ocupar, pero me dejó muy claro que le diera prioridad a Annick, cosa que entendía a la perfección debido a la situación del embarazo.

- Annick, Seba tiene razón, es mejor que elijas primero - dije, intentando llamar al jefe por su nombre para demostrar un poco de confianza, aunque seguía sintiéndome incómodo llamándolo así debido a que sentía que se perdía esa línea entre jefe y empleado por esa única y simple acción, sin embargo a pesar de ello iba a poner lo mejor de mi parte para que no sucediera.

De pronto la conversación se vio interrumpida por un escándalo proveniente de la recepción, motivo por lo que sentí curiosidad, y una parte de mi quería ir a echar un vistazo, pero era nuevo y por mejores que fueran mis intenciones lo mejor era que alguien con mas experiencia se hiciera cargo.

- Creo que deberíamos de echar un vistazo a ese escándalo - comenté para los presentes haciendo un movimiento de cabeza de manera que señalara la recepción.

Quisiera una modificación en mi ficha en los siguientes puntos:

Nombre del personaje: Monotoq Myrddin

Familia(s): Myrddin

Padre(s) Adoptivos: irina selene

Aspecto físico: Ojos negros, cabello lacio, color castaño oscuro, pero a la luz del sol suelo tener un castaño claro, estatura de 1.78 m. De manera totalmente informal suelo vestir como muggle: de jeans, tenis blancos y cualquier tipo de playera o camisa en raras ocasiones. Para situaciones no tan formales, pero tampoco informales, suelo vestir con colores oscuros (principalmente el negro) usando zapatos negros, pantalón de vestir ya sea gris o negro y camisas o playeras de manga larga que den un ligero toque formal.

Cualidades Psicológicas: Generoso, callado, observador, inteligente, analítico y sabio aún para mi edad. Mi más grande defecto es la intolerancia hacia las injusticias, rara vez las callo y cuando no lo hago y me meto con las personas equivocadas termino en problemas, pero siempre los termino resolviendo. Le tengo miedo a las serpientes y a encontrarme a grandes alturas sin ningún medio que me proteja de sufrir alguna caída.

Historia:

Nací el 11 de marzo en la capital de México. Con tan solo 5 meses de haber nacido mi familia se mudó a una ciudad del Golfo de México.

A la edad de 8 años, estando de vacaciones en la ciudad que me vió nacer, fui atacado junto con mi primo por un hombre, este hirió a mi primo y tuvo que ser llevado al hospital. Yo lleno de ira busqué por todos lados a ese hombre y así justamente la noche antes de regresar lo encontré, pero no era un hombre ordinario, era un vampiro, el cual al darse cuenta de mi presencia intentó atacarme, pero un hombre salió de la nada y lo mató antes de que pudiera hacerme algo. Aquel hombre tenía por nombre Rodrigo y me enseñó a defenderme de los vampiros y otras criaturas que me pudieran atacar.

Mi repentino acercamiento con Rodrigo llamó la atención de antiguos enemigos de él, los cuales se encargaron de provocar la muerte de mi familia, quedando bajo la tutela de él, hasta que pasado 4 años fue asesinado por el que un día fue su mejor amigo, quedando nuevamente sin alguien que fungiera como mi tutor. Hasta que un día una joven vampiresa decidió adoptarme y darme cobijo bajo su familia.

A pesar de los años transcurridos continuo con la búsqueda del asesino de mi antiguo mentor, sin saber si lo hago buscando respuestas, venganza o quizás un poco de ambas.

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Myrddin

Cye había vuelto por fin a la sala común, haciendo aparecer en la chimenea una cartelera que decía "Bienvenidos Aethonans de Salem" seguido de tres nombres, de los cuales no tenía memoria de ninguno de ellos <<Seguramente deben de ser los nuevos, ojalá que aparezcan pronto por aquí>> pensé, aunque con la situación actual no se les podría dar nuevamente una merecida bienvenida.

Cye se acercó a Tadeo y a mí preguntando si habíamos encontrado algo - Por el momento absolutamente nada - dije con tono triste - Solo con una teoría, que hasta el momento no hemos podido comprobar... ¿No sé si May ya te haya contado en que consistía? - continué diciendo, buscando que hubiera una respuesta que nos pudiera acercar a resolver este misterio.

Creo que mi compañera Irony sufrió una confusión acerca de las reglas, para ser más específico de la regla 10, de ser así mi rol es correcto y sigo vivo de no ser así técnicamente habré muerto Sin embargo siento que estoy en lo correcto, aunque tengo mis dudas de si me aproveché del error de mi compañera (de ser así) de manera correcta.

Porfa pasen a echarle un vistazo al duelo

El Embrujo Punzante había dado en la cara de Irony y rápidamente empezó a desfigurarle la cara, pero al parecer ella no sintió nada y lanzó un Silencius, sin embargo debido a los efectos del Embrujo Punzante, ella creyó haber apuntado hacía mí, cuando en realidad había apuntado 10 metros a mi derecha, dándome el tiempo suficiente para crear el bezoar y comerlo, curándome de los efectos del veneno.

Al parecer aún confundida, lanzó un inútil Protego, pues no le serviría de nada. Era curioso pues había sido una rival que había respetado e incluso sorprendido con sus movimientos, y el hecho de que ella hubiera caído ante algo tan simple había hecho que, de cierta manera, sintiera lástima, pues no quería hacerle daño, además la sangre no era mi estilo, pero si la única forma de acabar el duelo era de esa forma, no me tentaría el corazón.

- Silencius - pronuncié mientras apuntaba hacia Irony, dejándola sin habla al impactar este, obligándola a utilizar hechizos no verbales únicamente. Se notó en los ojos de Irony la preocupación de verse privada de su voz. Sin embargo nada de esto me detendría, pues ya era momento de ir empezando a finalizar esto.

- Morphos - dije mientras apuntaba hacia su zapato izquierdo, convirtiendo este en una araña violinista, el mismo tipo de araña con la que ella me había envenenado anteriormente, la cual rápidamente picaría su pierna izquierda, inyectando su veneno en el flujo sanguíneo de Irony.

- No es lo mismo cuando te toca a ti ¿verdad? - le dije con un poco de rencor en mi voz, mientras recordaba como ella me había hecho lo mismo.

Al fin la balanza se empezaba a inclinar a mi favor.

Se dibujó en la cara de Irony como una especie de sonrisa, como si ella supiera que hechizos que serían los que lanzaría después. Fue así como se adelantó con un Silencius, el cual impactó en mí antes de que tuviera la capacidad de terminar de de decir Deprimo, evitando por lo tanto que este fuera conjurado. Sin embargo en un abrir y cerrar de ojos ya había recuperado mi voz, pero antes de formular cualquier palabra, otro Silencius impactó en mí, pero no necesitaba mi voz para continuar luchando, pues estaría sin voz solo por un momento.

<<Embrujo punzante>> pensé apuntando hacia la cara de Irony, y rápidamente un rayo de color amarillo salió desprendido de mi varita, el cual al impactar le desfiguraría el rostro como si tuviera una reacción alérgica, lo que además del dolor le dificultaría la visión, provocando que su puntería fallara.

Eso la entretendría un momento, y mi voz había vuelto de nuevo, tenía que aprovechar mi oportunidad - Morphos - pronuncié mientras apuntaba hacia mi zapato izquierdo, creando un bezoar, el cual comería unos momentos después, deteniendo los efectos del veneno.

Estaba pagando las consecuencias de haber subestimado a mi oponente por el nerviosismo que había demostrado antes de empezar el duelo, sus movimientos con la varita habían sido increíbles.

Ese Morphos que había convertido mi zapato derecho en una araña violinista me había picado, y empezaba a sentir como su veneno empezaba a fluir por mi sangre, tenía poco tiempo para librarme de su veneno sino moriría, cosa que no estaba dispuesto a aceptar.

Después de provocar que cayera al piso usando Zancadilla, ella estando en el suelo logró colocarse de cierta forma que pudo apuntar su varita hacia mí, gritando un poderoso Sectusempra, que se dirigía en dirección a mi pecho - Protego - pronuncié rápida y claramente para contener su ataque, el cual fue absorbido al entrar en contacto con el escudo que se formó debido a mi hechizo defensivo.

Sentía cada vez mas como el veneno se dispersaba por todo mi cuerpo, empezaba a sentir un calor que inundaba cada rincón de mi cuerpo, tenía que generarme tiempo para poder hacerme cargo del veneno. En estos pensamientos fue como se me vino a la mente una forma de hacerlo posible - Deprimo - dije apuntando hacia el suelo que se encontraba pisando Irony, el cual al impactar provocaría un agujero en el piso, el cual la haría caer a las mazmorras, lugar que solo estaba llena de muebles viejos y a punto de romperse. De esta manera mientras ella buscaba una manera de salir de ahí yo aprovecharía para atenderme.

Yo tengo una duda:

Mi oponente lleva las intercalaciones, y su segundo hechizo es un sectusempra, en dado caso de que yo en mi siguiente turno usara un rayo/invocación ¿ambos surgirían efecto o el sectusempra me impactaría y mi oponente tendría la oportunidad de defenderse ante mi hechizo debido a las intercalaciones?

El Castillo Haughton... ese era mi destino, un duelo era lo que me esperaba ahí. Me encontraba afuera del castillo, la enorme puerta de la entrada era lo único que me separaba de la batalla que estaba a punto de comenzar.

Decidido crucé esas puertas, llegando a lo que era el hall, una galería alargada con elegantes paredes decoradas con cuadros y una lámpara de araña en el techo, diversos muebles se encontraban en los alrededores, y una alfombra negra que recubría el suelo. Elegante pero sencillo me parecía ese sitio.

Esperé de pie y brazos cruzados a mi oponente, Irony, durante un par de minutos, hasta que en un aproximado de 10 metros se detuvo, Irony indudablemente se encontraba nerviosa, se le notaba en sus movimientos, inclusive cuando me dirigió unas pequeñas palabras se le notaba, a pesar de que con su tono quiso disfrazar ese hecho un poco. Después de sus palabras, no dudó en hacer su primer movimiento, un Sectusempra.

- Protego - pronuncié con voz firme, siendo absorbido el hechizo de su contrincante por el escudo formado por mi Protego. Una vez frustrado sus intenciones, era mi turno de atacar <<Zancadilla>> pensé inmediatamente, apuntando a los pies de mi contrario, el cual haría caer al suelo a mi oponente gracias a un lazo mágico que se le ataría los tobillos.

Seba tuvo una pequeña charla con su tío y su esposa, los cuales al parecer habían sido antiguamente empleados de esta oficina y recientemente estaban regresando a laborar. Annick usaba un lenguaje muy formal mientras hablaba con Seba, a lo que Seba contestó que no era necesario llamarlo "Señor" pues después de todo era nuestro compañero en esta oficina. Una vez dicho eso comentó que una vez estuviéramos instalados pasáramos a su oficina para empezar a trabajar, pues con los incidentes del Atrio era mas que obvio que había que hacer algo.

- Señor... perdón, Seba, aún no me haz dicho en donde me voy a instalar - le comenté, pues una cosa era ya haber visitado la oficina en una ocasión y otra muy diferente sería ya trabajar en ella.

Enseguida de que todos nos libráramos del ataque de los animales salvajes, la tribu sacó lo que parecía eran sus varitas, y todos ellos al unisonó lanzaron un Expelliarmus, pero rápidamente con mi varita en mano me defendí - Protego - y un escudo absorbió el hechizo del enemigo que me había apuntado en el momento en que impactó.

Nuevamente la tribu atacó lanzando un Avis, apareciendo así 12 aves que se dirigían rápidamente hacia mí, y que a su paso iban picoteando todo - ¡Oppugno! - grité apuntando en dirección al grupo de aves que se dirigía hacia donde me encontraba, y rápidamente estas se dispersaron al ser impactadas por mi hechizo, esto debido a que habían sido liberadas del control de mi oponente en el momento en que mi Oppugno les impactó.

De reojo pude observar como mis profesoras habían sido acorraladas por un anciano <<Ese debe de ser el líder de la tribu... si tan solo pudiera llegar a él>> pensé, intentando crear una estrategia para ello.