-monotoq-

Seba contestó ante mis cuestionamientos como ocultando cosas, demostrando claramente que algunas cosas serían mejor que las descubriera por mí mismo y que a su vez, para encontrar respuesta, debería de ganarme la confianza de los demás trabajadores de la oficina, y ni hablar del departamento entero. Y en cuanto a lo sucedido en el atrio, al parecer ni siquiera ellos tenían una idea clara de lo sucedido.

Después de esto, decidió mostrarme un lugar donde poner mis cosas, y ya de paso presentarme ante mis demás compañeros, motivo por lo cual salimos de la oficina.

Al abrir la puerta. se encontraban reunidos varias personas, cada quien con diversas conversaciones y por las palabras de mi jefe, todos pertenecíamos a la misma oficina. Seba saludó a un hombre al que llamó "tío" y a una mujer que presentó como Annick. Después de ello me presentó dirigiéndose a todos.

El hombre que había identificado Sebas como su tío se presentó con el nombre de Elvis y Annick resultó ser su esposa, y también me confirmó el nombre de los otros dos compañeros de la oficina, Robb y Aaron.

- El gusto es mío Elvis - dije mientras estrechaba su mano - Annick - mencioné haciendo una reverencia hacia la esposa de Elvis. Acto seguido se acercó Robb para presentarse - Mucho gusto Robb, como ya te dijeron, soy Monotoq - le saludé estrechando su mano.

Bueno bueno, pareciera que la mayoría de los que están en este foro son costarricenses, que me encuentro de 3 a 4 por día

Esto de presentarse ya me está hartando un poco, digo, lo haces en la vida muggle, lo haces aquí.... se vuelve tan monótona una simple presentación.... pero pues aquí vamos.

Mi nombre es Manuel, tengo 20 años, soy de México, me encuentro en la universidad y estudio Ingeniería en Telecomunicaciones. He desarrollado diversos proyectos para la universidad (y ojalá me hubieran pagado por ello) de todo tipo, toco varios instrumentos musicales (guitarra, teclado, batería y bajo), he estado en muchos grupos musicales desde que tenía 8 años, motivo por el cual escucho música de todo tipo. Suelo tratar a las personas de manera generosa, sin importar que tan mal lleguen a tratarme a mí...digo... hay que hacer la diferencia.

Mi personaje se llama Monotoq, quedó huérfano a los 8 años cuando un vampiro asesinó a toda su familia. De ahí fue adoptado por un viejo durante unos meses después de vagar sin rumbo, y él le enseñó a defenderse de cualquier ser conocido en este mundo. Tiempo después su mentor también moriría a manos del mismo vampiro que asesinó a sus padres, pero antes de su muerte descubrió que ese vampiro había sido una vez el mejor amigo de su mentor, dejándolo así con ganas de venganza y un resentimiento por la raza de los vampiros, aunque tempo después de vagar por el mundo conocería a una vampiresa que lo terminaría adoptando, haciendo a un lado el odio que sentía por esa raza.

Y después de esto, dejo la ficha del personaje que ocuparé:

 

Nombre: Axel Bundy

Sexo: Masculino

Edad: 29

Científico/Empresario: Empresario

 

Aspecto Físico: Ojos cafés, cabello corto, castaño y lacio, estatura de 1.83 m, complexión delgada pero dejando notar la existencia de musculatura, piel apiñonada. Suele vestir con pantalones y camisa blanca para ocasiones un poco formales o con playera para las que no, igualmente del mismo color. Para juntas ejecutivas viste de traje negro, sin corbata y con el saco abierto, dejando ver la presencia de la camisa blanca. Usualmente usa un reloj resistente a los golpes en su muñeca izquierda y una pulsera del equipo de fútbol americano en el que jugó durante la universidad en la otra.

 

Cualidades Psicológicas: Observador, analítico y con una capacidad de memoria similar a la fotográfica. Suele ser muy conversador con las personas que lo superan en edad, mientras que suele no ser muy sociable con personas de su misma edad o inferior.

 

Breve Historia: Nació en Valdivia Chile, siendo el menor de 3 hijos del magnate estadounidense, de ahí que tuviera ese tipo de nombre. Con su capacidad analítica perfecta y una memoria casi fotográfica era capaz de sacar notas excelentes en la escuela con el mínimo esfuerzo.

 

Su madre murió cuando entró becado a la Universidad del Sur de California, en los Estados Unidos. Superó fácilmente la pérdida de su madre y no perdió las calificaciones perfectas que había tenido desde antes de entrar a la universidad, estando ahí jugó futbol americano y fue prospecto para ser fichado por equipos profesionales, pero rechazó esa oportunidad cuando en un viaje de vacaciones en el que iba con su padre y sus 2 hermanos tuvieron un accidente de auto, dando muerte en el accidente a su padre y quedándose en coma los demás, de donde solo Axel despertaría, optando por continuar con el imperio de su padre. Convirtiéndose en uno de los empresarios mas jóvenes sin contar con alguien que lo guiara por el mundo empresarial.

 

Ahora se encuentra tomando unas vacaciones con unos socios de la empresa en Hawaii.

Inmediatamente después de haber tocado la puerta, esta se abrió para dar paso a una bienvenida por parte de mi jefe director Seba Granger, dispuesto a escuchar cualquier duda que tuviera en esos momentos. Rápidamente empecé a analizar todo lo que conocía de esta oficina y a buscar cosas que pudieran generarme alguna inquietud o que no conociera para posteriormente preguntar, encontrando así únicamente dos cuestiones.

- Conozco de manera general de que se encarga este departamento y esta oficina, pero me gustaría conocer que es aquello que no traspasa por estas puertas, aquello que no se entera la gente... como lo puede ser la burocracia que pudiéramos enfrentar en algunos casos... - comenté, tratando de no sonar muy inquisitivo.

Hice una pausa para escuchar su respuesta, y una vez terminó, continué - Cuando venía para acá escuché a muchas personas hablar de un problema en el atrio, ¿qué ocurrió exactamente? - pregunté.

Era el primer día de trabajo, a pesar de no ser un empleado, sino un simple aprendiz, me encontraba en la necesidad de demostrar todo lo que valía, para que con el tiempo pudiera obtener el rango de empleado, cumpliendo así mi sueño de laborar en el Cuartel General de Aurores.

Las puertas del elevador finalmente se habían abierto, dejándome de cara ante la recepcionista, la cual pareció recordarme cuando había visitado con anterioridad el Cuartel; la saludé continuando mi camino hacia la Oficina para el Cateo y la Erradicación de las Artes Oscuras.

A mi llegada toqué la puerta un par de veces - Mi nombre es Monotoq y recientemente fui dado de alta para laborar en esta oficina como aprendiz - dije sin abrir la puerta, esperando alguna contestación del otro lado.

Mi última teoría fue del agrado de la Black Lestrange, dándola como posible debido al problema de Tadeo cuando intentó entrar a la sala común. Acto seguido nos ordenó a ambos conseguir pistas en la entrada y después en las habitaciones, mientras tanto Tadeo se quedaba bajo mi cuidado y ella buscaría mas información en los escombros.

Después de recibir indicaciones, la jefa de la casa se disculpó con Tadeo por no darle una bienvenida como debe de ser, recordándome eso la situación que había vivido yo mismo... no recibir una bienvenida como era debido ni tampoco una ceremonia como tal al convertirme en el prefecto.

- Tadeo, sígueme - le dije haciéndole un ademán con la mano para que me siguiera - Siento que no hayas recibido una bienvenida por ser nuevo y que incluso hayamos sido un poco duros cuando intentaste bromear - le comenté arrepentido mientras lo guiaba hacia la entrada.

- Muy bien Stark, sería más fácil si uno buscara en las habitaciones y otro aquí en la entrada - dije señalándole el lugar donde nos encontrábamos... la entrada - Pero como ya oíste estás a mi cuidado, y a pesar de parecer autosuficiente prefiero mantenerte cerca porque eres nuevo aquí, así que no te me despegues - le ordené al joven.

- Comencemos en la entrada, cualquier anomalía o posible pista que veas házmelo saber - murmuré, por si se encontraba cerca, o escuchando el responsable. Acto seguido ambos nos pusimos a buscar pistas que nos pudieran dirigir hacia el culpable.

Mientras buscábamos había una especie de silencio incómodo entre ambos, así que decidí comenzar a hablar - Stark ¿no? ¿Eres hijo de Catherine? - rompí el silencio cuestionando a Tadeo.

Era muy temprano, había recibido una carta referente a la clase de DB. Sería la segunda vez en cursarla, pues no había podido cumplir las exigencias de mis primeros profesores. A pesar de haber sobrevivido a las distintas pruebas que nos pusieron, decidieron decirme que no era lo suficientemente apto como para continuar.

La carta venía con un traslador, el cual me llevaría la Reserva Nacional de Masái Mara en Kenia, advirtiéndome del lugar con el propósito de vestir ropa con la que me pudiera sentir cómodo en aquel sitio. En ese instante me cambié de ropa, eligiendo unos pans deportivos ligeramente holgados de las piernas, una playera, unos tenis deportivos y una gorra blanca al igual que cada una de las otras prendas. Ya me encontraba listo.

Toqué el translador, llegando así a mi destino. Observé a todos los presentes pero no había ni una cara conocida. Todos nos encontrábamos cerca de diferentes objetos que debían de ser los trasladores, y solo 2 mujeres que no estaban cerca de estos <<Esas deben de ser las profesoras>> pensé. A continuación se presentaron y nos platicaron un poco de los peligros que íbamos a enfrentar, los cuales a diferencias de otras clases, no me parecieron tan extremos, por lo que me sentí un poco más aliviado de no ser presionado tan pronto con tantas exigencias.

De pronto diversos animales salvajes aparecieron de la nada atacando a cada uno de mis compañeros, rinocerontes, leones y guepardos, todos defendiéndose lanzando hechizos como podían ante sus atacantes, y en un abrir y cerrar de ojos, yo también estaba siendo atacado.

Una feroz hiena se dirigía hacia mí, rápidamente saqué mi varita y apunté hacia la hiena - Incárcerus - pronuncié en voz alta, provocando que la hiena quedara amarrada con 3 cuerdas muy gruesas incapacitando su movimiento. Debía de hacer algo más pues en cualquier momento podrían ceder las cuerdas - Serpensortia - dije apuntando a la hiena atada, saliendo de la varita una boa, la cual al caer directamente sobre la hiena le lanzó un buen mordisco, sintiendo así un gran alivio de ver esa escena, ya que el veneno de la serpiente ahora se encontraba en la hiena, debilitándola considerablemente y llevándola a la muerte en cuestión de un par de minutos.

En cuanto pedí la ayuda recibí la respuesta inmediata por parte de mi compañera Mia, que al escucharme pedir ayuda, rápidamente me tendió con que taparme y me lanzó un hechizo para secarme por completo, cosa que agradecí enormemente. Intentó llevarme hacia el fuego, pero ella siendo tan pequeña no lo pudo conseguir, por lo que en lugar de seguir intentándolo decidió curar mis heridas usando métodos muggles. Terminando me preguntó si podía apoyarme más, para poder acercarnos al fuego - Sí puedo... y gracias por toda tu ayuda - contesté mientras nos dirigíamos hacia el fuego, sirviéndome ella de apoyo.

Antes de llegar al fuego, ambas profesoras aparecieron y Mia no tardó en hacerles saber su descontento - Tranquila Mia, que esas locas podrían hacer que nos quedáramos aquí para siempre - susurré al oído de Mia mientras me ayudaba a sentarme junto al fuego.

Había sido una noche llena de acción, por lo que resultaba algo extraña. El calor de fuego empezaba a hacer que recuperara la sensibilidad, por lo que sentía el escaso dolor de la pierna, pues al parecer después de todo no había sido tan grave.

Lo único grave en todo lo que había ocurrido eran las acciones de las profesoras <<¿Qué mago o bruja habrá tenido el descaro de permitirles hacerse llamar profesoras con esa forma de arriesgar la vida de los alumnos?>> pensé.

OFF

Bueno, ya agregué la parte que me había faltado en una ocasión y espero sea del agrado.

La Black Lestrange me dió a conocer como eso lo hacia para ver que tan valientes eran los nuevos integrantes de la casa. Por lo que compartía su punto de vista, sin embargo en mí interior sabía que existían otros métodos para medir su valía.

Tadeo parecía conocer de algún lugar a la Black Lestrange, sino es que era muy confianzudo al grado de hablarle de "tú" a la jefa de la casa, cosa que ni yo mismo siendo prefecto hacía, pues es importante mantener el respeto ante las jerarquías, sin importar cuando pudiera conocer a esa persona. Y eso mismo le hizo ver a Tadeo, y a juzgar por su tono hubiera apostado a que se había molestado un poco.

De pronto la jefa de la casa se giró en dirección hacia mí sacando de una caja y colocándome en mi túnica mi insignia de prefecto. Se disculpó por no hacer una ceremonia como se debía ante tal nombramiento.

- Gracias. Y no se preocupe, entiendo lo de la ceremonia, hay una situación que resolver y si queremos incluso descansar a gusto y recibir a los nuevos integrantes de forma amena, hay que encontrar al culpable de este robo lo antes posible -contesté con voz firme. Acababa de terminar de hablar cuando Tadeo me felicitó en voz baja por mi nombramiento, iba a responder con un gracias, pero antes de poder hablar fui interrumpido por la interrogante de la Black Lestrange sobre si teníamos alguna teoría.

- Yo tengo dos teorías - dije con voz lo suficientemente alta para que me escucharan tanto la jefa de la casa como Tadeo - Una es que de alguna manera u otra Ansaley nos está jugando una muy mala broma - continué diciendo mientras miraba la cara de ambos para buscar alguna aprobación en su mirada - Y la otra es que un alumno que haya tenido un descontento con usted - mencioné señalando a la Black Lestrange - Haya decidido cometer dichos actos - finalicé. Y en ese momento vino algo a mi mente una tercera teoría, era una posibilidad remota pero me hizo preocuparme enseguida y se me notó en la cara.

- Sé que la estatua distingue a un verdadero Aethonan y es así como podemos llegar a esta hermosa sala común - comenté y di un resoplido - Pero ¿qué tal si alguien ajeno a esta casa encontró la manera de burlar la estatua, infiltrarse en la casa, robar las cosas y salir como si nada hubiera pasado? - dije preocupado.

Una vez llenado el formulario, lo entregué para su revisión y su aprovación. Y así fue, totalmente aprobado, solo tenía que decidir que día quería realizar el examen.

- Preferiría que fuera otro día, para poder planear mejor mi día - contesté amablemente - ¿Qué día sería y que tengo que traer? - cuestioné buscando un respuesta oportuna.

Al parecer toda la situación estaba siendo muy problemática, no había culpable aún y quien sabe cuanto tiempo había pasado antes de mi llegada. Esta era mi casa ahora y como un día me había enseñado mi mentor, debía defender lo que amaba y sobre todo mi hogar. Y eso era justo lo que estaba dispuesto a hacer ahora.

Empecé a buscar cosas regadas en el suelo que me pudieran dar alguna pista en específico, pero aún me estaba adaptando al lugar, por lo que no tenía bien en claro donde se encontraba cada cosa y me resultaba frustrante porque no sabía con exactitud si algo estaba fuera de su lugar.

De pronto me distrajo la presencia de un chico en la entrada, y lo mismo pareció pasarle a la jefa de la casa que en cuanto hizo contacto visual con él se le acercó inmediatamente.

Lo primero que pensé fue <<Genial, más manos para ayudar>>, pero no sabía quien era con exactitud, por lo que decidí acercarme a la conversación, dejando momentáneamente la investigación.

Divertida sorpresa tuve cuando mientras estaba llegando a la entrada de la Sala Común alcancé a escuchar la conversación que estaban teniendo, y me resultó en gracia el hecho de que estuviera molestando al que llevaba por nombre Tadeo.

- Por lo que veo siempre molestas a los nuevos ¿verdad? - dije esbozando una sonrisa hacia mi jefa de casa, esperando que no se lo tomara muy a pecho.

Anteriormente había entendido como funcionaban las intercalaciones, pero me di cuenta que las reglas eran, por decirlo de una manera, para quien llevaba las intercalaciones, a excepción de la 10 que es para quien no la lleva. Por lo que apenas me surgió una duda:

¿Únicamente se puede robar las intercalaciones cuando la regla 10 se cumple?

Una feria abandonada era el destino al que me dirigía, en una ciudad muggle que había sido abandonada debido a la cantidad de radiación liberada al explotar uno de sus reactores. El cielo nublado, la falta de sonido y el anochecer próximo, hacían sentir terrorífico el lugar, como si de lo menos que tuviera que preocuparme fuera del duelo al que me encaminaba. Pero la realidad era otra, tenía que concentrarme, observar el paisaje y ver cada cosa que pudiera usar a mi favor en mi lucha.

Arremangué las mangas de mi chamarra blanca a la altura de los antebrazos, bajé el cierre para dejar a la vista una playera del mismo color que la chamarra ajustada al tronco de mi cuerpo fajada por dentro del pans que portaba, me hinqué para amarrar las agujetas de mis tenis lo mas fuerte posible para evitar que se me desamarraran en un futuro.

Continué andando, pasando una y otra vez casas, edificios y negocios abandonados, claramente golpeados por el paso del tiempo. Finalmente divisé por arriba de una serie de árboles secos lo que parecía ser la parte más alta de una rueda de la fortuna. Pase a través de los árboles y pude observar que mi rival ya se encontraba ahí.

- Hola - saludó Kendall alzando la mano mientras que con la otra sacaba su varita del bolsillo trasero de su pantalón -¿Estás listo? - preguntó, mientras yo me limitaba a sacar mi varita y mover la cabeza afirmativamente.

- Seccionatus - pronunció fuertemente Kendall, haciendo salir de su varita doce medias lunas en dirección a mí.

- Protego - fue mi respuesta a ello, haciendo que las medias lunas fueran absorbidas por el escudo transparente formado por mi hechizo estando a nada de estrellarse conmigo - Sectusempra - respondí con brusquedad apuntando al pecho de mi rival, y vi como de mi varita salía un rayo que se dirigía hacia su objetivo.

El grito de Kendall llamó la atención de todos los presentes, el lanzamiento de esa cuerda parecía sin duda la mejor opción estando a unos segundos de terminar en el agua. Eso mismo expresó la profesora Mia y lo confirmó al darnos la orden de que tomáramos la cuerda de Kendall, siendo ella la última en hacerlo.

Empezamos a tomar la cuerda como se nos ordenó. Yo me encontraba detrás de Maxwell y mi compañera Mia dando cada paso con cuidado. De pronto como si sintiera la necesidad de voltear hacia atrás para cerciorarme de que no necesitara alguna clase de ayuda la profesora, me voltié y me llevé una gran sorpresa al ver que no se encontraba detrás de de todos. Justo en ese momento el hielo se rompió en menos de un segundo, haciendo caer a mis compañeros inmediatamente al agua y dejarme a mi colgado de un pedazo de hielo.

Kendal y Maxwell a pesar de haber caído al agua se encontraban cerca de la cuerda, pero yo no, quedé alejado. Con la mitad del cuerpo en el agua y la sensación de alfileres que picoteaban mi cuerpo debido al agua fría, sabía que soltarme y nadar hacia la cuerda no era una opción, dudaba que la temperatura del agua me permitiera moverme adecuadamente por el agua helada. Pero mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando pude observar que mis compañeros ya habían agarrado la soga y empezaban a ser jalados. Debía de tomar una decisión y rápido, sino toda la ayuda que por ahora estaba siendo brindada sería inútil para mí.

Tomando aire y haciendo fuerza con los brazos, me obligué a trepar sobre el hielo, no sentía las piernas, pues estaban entumecidas por el frío - Será mejor que sigan funcionando correctamente - dije en voz alta para mí mismo mientras daba unos ligeros golpecitos en las piernas con la esperanza de sentirlas, pero solo sentía un hormigueo combinado con dolor que recorría todas mis piernas, pero a pesar de ellos me pude impulsar lo suficiente para salir del agua y ponerme de pie sobre el poco hielo que flotaba sobre la superficie del lago.

Mis compañeros iban siendo jalados por Kendall y se encontraban a unos cuantos metros de distancia de mí. Dentro del movimiento y chapoteó del agua pude observar un extremo sobrante de la cuerda, así que sin pensarlo dos veces, me lancé hacia la soga empapándome el resto del cuerpo, sintiendo dolor, sintiendo como la respiración se me cortaba a pesar de abrir la boca más grande de lo normal con la esperanza de aspirar un poco de aire, pero el dolor provocado por el frío lo hacía imposible. Pero hubo algo que suplantó el dolor por un poco de esperanza, una textura que se encontraba en mis manos me hizo olvidar el dolor, era la cuerda.

Me aferré a la cuerda como pude, intentando salir a la superficie, pero el frío me había engarrotado y estaba siendo jalado hacia la orilla mientras iba por debajo del agua con mi mano firmemente enroscada alrededor de la soga.

Finalmente sentí la orilla y me empecé a arrastrar lentamente porque no podía ir mas rápido, a la vez trataba de tomar aire, pero no podía tomar mucho. Intenté ponerme de pie pero cuando apoyé el pie derecho un dolor me hizo volver al piso, fue cuando con un poco de la luz proveniente del fuego improvisado me permitió ver con claridad, tenía un corte en el tobillo y muslo derecho, al parecer no eran muy profundos, pero sí lo suficiente para provocar dolor.

No debieron de haber notado mi presencia los demás, así que mientras me seguía arrastrando hacia el fuego rompí el silencio - ¡Chicos ayuda! - expresé en voz lo mas alta posible, buscando que mínimo pudiera ser jalado hacia el fuego para calentarme un poco y después atender mis heridas.

OFF

Perdón por el enorme retraso, pero es difícil esto cuando toda una semana no te puedes conectar a internet.

Independientemente de ello, aquí está la tarea.

Yo tengo una duda con los hechizos que requieren mas de un episkey, ¿forzosamente se deben de aplicar uno detrás del otro?¿O puede haber un espacio entre ellos? Dando a entender que en lugar de usar el siguiente turno para curarme se use un turno normal ataque/defensa y al siguiente nuevamente el episkey.

Tan solo había acabado de formular mi oración, cuando la recepcionista abandonó su puesto sin decir ni una sola palabra, a lo que yo me quedé intrigado por su acción. Solo pasaron unos segundos para que regresara de la misma forma en que se fue, sin decir nada, pero no venía sola, atrás de ella pude distinguir una cara familiar. Era la profesora Mia. Me encontraba sorprendido, y de haberme visto el rostro en un espejo claramente se me hubiera notado, pues no sabía que también estuviera trabajando en este departamento y mucho menos que fuera a ser la persona encargada de atenderme.

Una vez que fue completamente visible e hizo contacto conmigo únicamente esbozó una sonrisa y me hizo una seña para que la siguiera y al igual que la recepcionista no dijo ni una sola palabra.

La seguí hasta lo que pude distinguir como el Consejo Regulador, pues en mi visita anterior ya había visitado el mismo lugar. Me señaló una silla, indicándome claramente que tomara asiento, una vez sentado al fin rompió el silencio.

- Buenas tardes, bienvenido...para realizar el examen, únicamente debes de llenar este formulario - dijo mientras me saludaba y me daba el formulario para empezar a llenarlo - Si tienes dudas me dices - concluyó Mia.

Le di una mirada rápida al formulario y comencé a llenarlo.

- En serio no esperaba encontrármela aquí profesora, ni mucho menos que usted fuera la encargada de atenderme - comenté para romper el silencio.

 

Ficha de Identificación Personal:

 

~ Nombre del examinado: Monotoq

~ Enlace a su ficha personal: Monotoq

Consentimiento informado:

La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.

Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.

Yo, Irina Selene, madre, he leído y comprendido el presente informativo.

Firma del responsable. Irina Selene

- Ya está listo, ¿me hace falta algo más? - solté mientras entregaba el formulario a Mia.

Era la segunda vez que visitaba esta oficina, y por el mismo trámite: conseguir mi licencia de vuelo. Me había dicho que no estaban teniendo costo en estos momentos, no como la vez pasada que tenía un costo de 100 galeones, solo esperaba no me estuvieran tomando el pelo.

Lo primero que encontré saliendo del elevador fue el sitio de la recepción, justo como recordaba. Así que me acerqué a la recepcionista.

- Disculpe, vengo a sacar mi licencia de vuelo, me enteré de que no tiene costo en estos momentos hacer el examen, así que decidí presentarme - dije tranquilamente, esperando a que me diera respuesta alguna.

Vrael empezó a decirnos que lo mejor era que no confiáramos entre nosotros y que lo mejor era pasar por encima de todos, esto último lo hizo dudando, como si en realidad no quisiera decir eso. Posteriormente con un movimiento de su varita comenzó a escribir en el aire y a explicar lo que eran las intercalaciones y los efectos de la utilización de ciertos hechizos contra otros. Nos entrego a cada uno pergaminos que tenían escrito cada una de las cosas que anteriormente nos había explicado.

Después de todo ello la profesora Juv intervino, disculpándose de no haberse presentado con anterioridad. Duelear es un arte, palabras que se me quedaron grabadas en los pensamientos y tenía razón, no solo se trata de aventar hechizos que dañen a mi contrincante, sino de tomar en cuenta cada uno de los factores presentes, el lugar, la fauna, la vestimenta, todo lo que nos había dicho Vrael. Chasqueó los dedos e hizo aparecer una varita en su mano y sin previo aviso empezó a lanzar hechizos a cada uno de mis compañeros. Cuando hizo su primer movimiento me apresuré a sacar mi varita. Ella se giró hacia mí justo en el momento en que había dirigido su mirada hacia mí.

- Protego - dije instintivamente. Rápidamente busqué algún objeto que me pudiera servir de ayuda, pero no encontré nada útil - Densaugeo - pronuncié rápidamente apuntando hacia la profesora Juv. De la varita salió un rayo que se dirigía hacia ella. Si impactaba provocaría el crecimiento excesivo de los dientes incisivos, dificultando el habla, lo que provocaría que solo usara hechizos no verbales, a menos que quisiera arriesgarse a los efectos de usar uno verbal.

Después de las presentaciones de mis compañeros al fin era el momento de moverse, pues así lo indicó la profesora Loveless.

Aún intentaba comprender porque nos encontrábamos en el bosque prohibido y sobre todo ¿por qué a esas horas? Por lo que podía notar, la profesora Loveless no parecía estar disfrutando mucho de la clase. <<¿Me preguntó si la profesora Mia habrá sido la que decidió la hora y el lugar?>>

La profesora Loveless empezó a andar y la maestra Mia nos hizo un ademán para que la siguiéramos, fue en ese momento cuando me di cuenta de que Mia no había sido la de la idea de trabajar a esas horas, era Rias y de acuerdo a lo que había notado anteriormente, claramente se estaba arrepintiendo de su decisión.

Yendo completamente a oscuras, a excepción por el poco alumbrado por parte de las profesoras y un par de compañeros con sus varitas, el bosque se tornaba amenazante, como si en cualquier momento de entre los árboles el bosque decidiera arrojarnos criaturas que atentaran contra nuestra vida.

En ese momento no era miedo lo que tenía, era una especie de ansiedad, como si quisiera saber de una vez el desenlace del recorrido. Mi único temor era encontrarme con alguna serpiente, único animal al cual temo. De pronto mis pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de pasos que se acercaban a gran velocidad, y antes de realizar cualquier clase de movimiento, sentí como era jalado del brazo.

Fue cuando vi como una estampida de minotauros pasaban a toda velocidad. Todo pasó tan rápido que no descubrí quien me había jalado hasta que la profesora Mía preguntó si nos encontrábamos bien, sin duda ella debió de haberlo hecho, a lo que quedé sorprendido por su interrogante; anteriormente había pensado que solo tenía ganas de torturarnos física y mentalmente, pero detrás de toda esa rudeza que había demostrado cuando se presentó, resultó después de todo ser como cualquier buena profesora que se preocupa por el bienestar de sus alumnos.

Me encontraba a nada de darle las gracias, cuando me distrajo el sonido de algo quebrándose bajo mis pies, dirigí la mirada hacia el suelo pero no había ninguno, a pesar de la escases de luz pude distinguir que todos nos encontrábamos sobre el lago congelado, escena que confirmó la profesora que me había salvado.

- ¿Ideas para salir? - formuló la maestra.

- Profesora, hay una ley física muggle que podemos utilizar. Necesitamos arrojar objetos hacia la orilla contraria para resbalar hacia la vera más cercana - contestó mi compañero Maxwell. Pero no veía como hacer eso ayudaría.

- ¿Y si invocamos un par de escobas, al menos para dirigirnos hacia la orilla? - opiné mientras escuchaba como el hielo continuaba cediendo.

OFF

Puse lo que consideré más importante de todos los datos que vienen en la ficha. La parte donde soy adoptado, así como la familia, está en proceso, pues fue algo de última hora, solo es de llenar la solicitud, crear bien el rol con el de mi madre adoptiva y que lo haga oficial con la familia.

Cuando había llegado al enorme estadio, dudas circulaban en mi cabeza, me habían contado que las enseñanzas de los duelos solían ser en lugares distantes a la academia y que solían ser muy difíciles de aprobar con buenas notas. Algunos quedaban en el camino sin poder pasar y creo que había descubierto porque.

Éramos enviados a una lucha sin previo aviso, a lo mejor como métodos prácticos o para despertar nuestros sentidos mas rápidamente. Era difícil encontrar una explicación por la cual éramos enviados sin saber a lo que nos enfrentaríamos, o eso era lo que querían para evitar que nos negáramos y así asegurar la participación.

Pero sin importar lo que pensara o las ideas que formulara la realidad era que estaba a punto de sacar lo mejor de mí e inclusivo tal vez lo peor, y esa era la parte que más temía, volverme algo violento.

Durante todo este tiempo quedé sumergido en mis pensamientos, ignorando todo lo que decían, pero mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando dos personas se presentaron como las encargadas de instruirnos, algunos de los que estábamos ahí presentes empezaron a presentarse y los notaba igual de perdidos que yo, sin entender claramente que es lo que estaba sucediendo. Fue en ese momento que supuse que había llegado el momento de romper el silencio.

- Mi nombre es Monotoq, vengo de Attilan, no nací ahí pero decidí asentarme en ese lugar - dije con voz decidida a no pronunciar ni una palabra más hasta que fuera verdaderamente necesario.

Algunos más decidieron hablar, otros solo guardaron silencio.

OFF

Mi nombre es Manuel, tengo 20 años, estudio Ingeniería en Telecomunicaciones y soy originario de México. Anteriormente había hecho una cuenta cuando tenía pocos años el foro, pero la perdí, unos años después creé otra pero nunca rolé, hasta hace poco.

Gracias a Vrael por resolver mis dudas de la tarea, espero haber entendido correctamente para que cumpla con las expectativas.

<<¿Cómo pude ser tan tonto para no reconocer a mi jefa de casa>> fue mi pensamiento al ver resuelta mi duda en cuanto May me dijo que era mi jefa de casa, ahora sí todo tenía explicación.

Parecía ser que habían ciertos problemas que no había notado por estar viendo el techo, pues se habían robado los trofeos de la casa, así fue como surgió la interrogante de si le ayudaba con ello.

Abrí la boca para contestar pero antes de que saliera sonido alguno de mi boca mi otra jefa, Cye Lockhart me dió la bienvenida.

- Gracias - dije forzando una sonrisa, pues estaba algo confundido - Por lo que veo llego en un mal momento ¿puedo ayudar con algo? - dije dirigiéndome a las dos, a pesar de que May era la que había pedido la ayuda, pero suponía que a ambas les concernía este asunto.

- Vaya lugar escogieron las profesoras para su primera clase - dije para mi mismo mientras me dirigía hacia el bosque prohibido - ¿Qué tendrán preparado? Espero sea algo que valga la pena - continué diciendo con tono ligeramente molesto, pues tenía ganas de estar sentado en la comodidad de una banca, no al aire libre.

- Además es el primer día, generalmente es para presentarnos, las salidas vienen después... hasta los muggles hacen eso - dije con la esperanza de que mi molestia se quedara en esas palabras para no llegar molesto.

El resto del camino lo hice únicamente escuchando el sonido del aire al chocar con las ramas de los árboles y el crujir del pasto al ser pisado por mis pies al caminar. Finalmente llegué y parecía que mi estrategia de desahogar mi molestia con palabras había funcionado, pues me sentía tranquilo y listo para empezar la clase.

Pude observar a las que serían mis 2 profesoras y al parecer una nueva compañera que no había estado conmigo en Generales. Poco a poco empezaron a llegar los demás y las presentaciones por parte de las profesoras empezaron, la primera en presentarse se llamaba Mía y la segunda Rias.

<< Que rudeza, ¿acaso no hay alguien carismático que dé clases y no parezca tener ganas de querernos matar si hacemos las cosas mal? >> pensé.

Obviamente después de sus presentaciones nos tocaba a nosotros, empezó mi compañera que había llegado antes que yo, su nombre era Kendall Mrkic perteneciente a la familia Haughton. Decidí no quedarme atrás y en cuanto terminó su presentación continué yo.

- Mi nombre es Monotoq, no tengo familia, salí de Generales 114, practico diversos deportes muggles, también toco diversos instrumentos y trato de ayudar a los demás si es que piden ayuda tanto como mis posibilidades me lo permitan, Espero poder conocer bien a todos y que nos llevemos bien - dije, esperando que fuera suficiente para las profesoras.

Las presentaciones continuaron. Mientras escuchaba cada una de ellas intentaba memorizar los nombres de todos y algún dato de interés.

OFF

Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando una joven me habló, lo curioso fue que sabía mi nombre, ¿acaso solo yo era el único nuevo al que esperaban? ¿o el último en llegar?

- Sí - dije sonando indeciso al contestar, pues me causaba un poco de pánico que supiera mi nombre y yo no tuviera la menor idea de quien era - ¿Cuál es el tuyo? ¿Cómo es que sabes mi nombre? - dije en tono desconfiado.

Acababa de terminar mi pregunta hacia Mitzi cuando de pronto quedé sorprendido y a la vez me sobresalté un poco por el repentino acto de aparición que había hecho Helen, pues no la esperaba considerando el hecho de que no había visto a nadie entrar después de mí, pero supongo que es mejor tarde que nunca.

No sé si era mi imaginación pero observaba a Helen apurada, a lo mejor era debido a las prisas para llegar. Le obsequió a Mitzi unas plumas y le indicó para que servían. Después se dirigió a mi con una interrogante.

- Siéndote sincero... no eres la única que llegó tardísimo - dije un poco apenado viendo a ambas - Para cuando llegué ya todos se estaban felicitando unos a otros, e incluso algunos ya se fueron - dije contestando a Helen.

Hacia poco que me había enterado cual seria la casa a la que pertenecería convirtiéndose en mi nuevo hogar en lo que me terminaba la academia, tan rápido como supe la noticia subí me dirigí al lugar.

Sin duda eran tantas las escaleras que al ver como no terminaban me detuvo a descansar un rato. Después de un par de minutos de descanso, continué con subiéndolas recordando en mi mente que después de subir las escaleras tenía que pasar algunos pasillos hasta encontrar una estatua de mármol blanco de un caballo alado.

Y así fue mi recorrido hasta llegar a la figura de mármol, me paré de frente a ella y pronuncié con voz clara - Ansaley - la contraseña. Cuando el caballo se movió quedé sorprendido pues empezó a volar para llevarme a lo que que parecía que seria mi sala común, hubiera disfrutado el viaje de no ser por el hecho de que no me gustaba volar, realmente le tenía un miedo increíble a las alturas, al menos estar muy alto sin tener algo de seguridad.

Al final había llegada a la sala común y una vez ahí pude observar que ¡no había techo! supuse que debía ser un encantamiento para que pareciera estar así, pero realmente era un poco incómodo, era como estar en un lugar público desnudo; al menos así debería sentirse, jamás había estado desnudo en un lugar público afortunadamente.

- No sé, yo pensé que esto te podría llegar a generar algún estrés - dije un poco avergonzado - yo realmente me pondría de mal humor si tuviera que atender a todas las personas, por más que agradeciera su presencia o tal vez solo sea porque tiene tiempo que no visitaba un lugar tan concurrido - dije riendo un poco con las últimas palabras. - Tal vez ya sea tiempo de volver a acostumbrarme - dije mientras sonreía.

No quería parecer grosero con Mitzi, pues no tenía mucho de haberla conocido y aún así tuvo la amabilidad de invitarme a su graduación, así que estaba decidido a no irme aún.

- Para no enredar mas las cosas...me quedo otro rato más ¿vale? - dije sonriéndole a Mitzi -Por cierto, ¿necesitas ayuda con el ramo de flores? - le dije al ver que aún continuaba cargándolo.