Vane Black Sullivan

—Si uno de verdad le es fiel a su bando y a su líder, comprenderá y acatará cualquier orden que le den sin sufrir por ello— dijo la joven cruzándose de brazos, mirando como el techo de la Fortaleza Oscura iba cayéndose a pedazos para dar paso a una enorme edificación blanca.

El Templo Blanco se reflejó en las pupilas de la inglesa que mantenía una expresión de indiferencia, aún así, le sorprendió bastante el cuartel de los miembros de la Orden. Era en verdad una construcción magnífica, parecía irradiar pureza y el color que tenía ayudaba a aumentar aquella sensación. La vampira no pudo evitar sentir rechazo, aquél lugar la espantaba. Demasiado brillante, pensó la Black desviando la mirada para posarla en cualquier otro lugar que no despidiera aquella blancura asfixiante.

¿Los puros de corazón? La joven sonrió sarcásticamente. Nadie era del todo puro, todos guardaban en sus corazones sentimientos oscuros, todos tenían un poco de algo; nadie era totalmente malo ni totalmente bueno. Eso era algo de lo cual estaba completamente segura. Incluso los que pertenecían al bando mortífago tenían buenos sentimientos en sus corazones al igual que los del bando “de la luz” oscurecían sus almas con pensamientos negativos y egoístas. Volvió la mirada hacia una de las torres y esperó jamás estar ahí. Solo estar parada en ese lugar le producía escalofríos.

Después de oír atentamente todo lo que su profesora tenía por decirles acerca de la orden, la aprendiz no sabía exactamente que preguntar, lo único que quería era salir de ahí. Se miró las pantorrillas que estaban algo arañadas por las almas en pena que había visto en el cuartel de los mortífagos, las heridas no eran profundas. Agradeció haber bebido sangre antes de acudir a aquella clase, su piel había recobrado la dureza que caracterizaba a los vampiros al igual que su tono perlado. Levanto la vista y vio que ninguno de sus compañeros se animaba a preguntar, así que ella habló primero.

—¿Todos en la orden tienen ese complejo de ser héroes? ¿En serio creen que hacen lo correcto prefiriendo una raza no mágica antes de la suya propia? ¿Por qué están de acuerdo en que los magos, las criaturas mágicas y todo nuestro mundo deban quedar ocultos de los ojos del mundo?—preguntó con una expresión seria en su rostro.

La joven siguió a la Malfoy al exterior de la mansión, le encataba la idea de estar al aire libre y de esa manera podían ver cualquier movimiento extraño o cualquier amenaza que se acercara a los terrenos de la familia mortífaga. Se bajó la capucha negra que le ocultaba el rostro y le daba un aspecto sombrío para poder tener un mejor campo de visión. De pronto, un viento helado levantó las pocas hojas secas regadas por el suelo haciendo que su capa ondeara salvajemente. Sus ropas que quedaban ocultas bajo la capa negra, la protegían del aire helado que recorrió los jardínes en los que se encontraban.

—Creo que iré sola— respondió la inglesa adelantándose a la castaña y su compañera bajando los escalones que la separaban del sendero principal. Luego se volvió hacia Etoile quien había sacado su varita—. Rodearé la mansión por el lado derecho, luego regresaré aquí, ¿te parece?

El viento comenzaba a silbar en sus oídos a medida que su fuerza se iba incrementando, no estaba del todo segura si comenzaría a nevar o no. Pero era invierno en todo el hemisferio norte del globo, así que supuso que al anochecer caería nuevamente la nieve. La vampira se quedó en su sitio aguardando la respuesta de la guardiana.

La aprendiz miró fijamente a su profesora fenixiana escuchando lo que le decía, sin reflejar en su rostro lo molesta que le eran sus palabras. Llevó una de sus manos a sus caderas y no se movió ni un centímetro cuando la Weasley se le acercó. No era la primera vez que alguien le preguntaba aquello pero esta vez se pensó mejor la respuesta ya que la persona que tenía enfrente no era igual a la ojiazul que la encaró hace mucho tiempo cuando la vampira reveló sus inclinaciones. Además, con el pasar de los años, sus motivos se habían fortalecido.

—La perfección para mi llegará cuando los magos dejen de esconderse de aquellos seres de los que usted y su bando están tan orgullosos de proteger— dijo la joven con serenidad en el rostro, mas su mirada y su voz no eran del todo serenas.— Si de verdad los que rigen el mundo mágico y están de acuerdo con su bando creyeran que un muggle puede ser más perfecto que cualquier mago, independiente de sus inclinaciones, aquella tonta ley mágica internacional sería abolida. Pero ese no es el caso, ¿cierto? Ya que aquellos seres serían incapaces de comprender y aceptar que la magia existe. Dígame, esa ley ¿a quiénes protege?

Giró un poco sobre sus talones haciendo que su capa ondeara tras ella, con la intención de alejarse de su profesora, pero volvió el rostro hacia ella quedando de medio lado.

—Sangro como usted y como todos, no soy más especial que otros por proceder de un antiguo linaje de magos, y sería una tontería creer que me aceptarían en un bando por mi apellido—. dijo la joven con algo de aspereza en la voz—. Creo que la pureza de la sangre va más allá de lo que la familia de un mago le deja de herencia, ya que uno debe salir y lograr sus propósitos por sí mismo. La pureza de la sangre se crea con el legado que el mago le deja a sus descendientes y la aportación que ellos le dan a ésta.

Se volvió completamente y se alejó de la bruja aún con sus palabras resonándole en la cabeza, ella había creído siempre eso, y se sintió realmente bien al exponerlo ante su profesora fenixiana, cualquier atibo de duda que haya podido tener en el pasado había desaparecido por completo hace mucho.

Sintió como el mar de arena que los rodeaba iba desapareciendo tras ella, encontrándose en un lugar que no había visto antes. Era un lugar bastante sombrío que despedía el aroma a muerte. La vampira pudo sentir el hedor que emanaba de aquél lugar más no hizo ninguna mueca, ya que miraba todo lo que la rodeaba esperando que quedase grabado en su retina. La Black miró hacia abajo y vio como unas garras salían del piso destrozándole por completo el pantalón negro que llevaba. Su piel era más dura que el de sus compañeros humanos, por lo tanto no sangró en el acto.

—¿Alguna vez los mortífagos perdonan la vida a quien sea?— preguntó la vampira refiriéndose a cualquier persona, ya sea un desertor o un auror.

Por los libros que había leído, sabía que la Granger siempre había sido una familia neutral, que decidieran apoyar a los mortífagos le parecía extraño. Aún así, pensó en lo aburrido que sería ser neutral. Sin complicaciones ni peleas. La Black creía que un neutral era una persona algo egoísta ya que velaba por sus propios ideales, en cambio, estar en un bando, era pelear por los ideales de toda una comunidad. Y ella creía fielmente, que los ideales de La Marca eran los correctos.

La joven siguió los movimientos del mortífago con la mirada mientras pensaba que era más que extraño que la familia entera haya decidido alejarse de su hogar. Asintió con el ceño fruncido cuando el mago señaló que no habían dejado ni un elfo. Tenía razón, cualquier familia tendría elfos a su disposición, era el deber de aquellas criaturas cuidar de la mansión cuando los miembros de esta no estaban en casa. Lanzó una mirada al jardín alrededor suyo.

Dedujo que aquellas plantas crecerían salvajes o tal vez muriesen asfixiadas por la maleza sino se las cuidaba como era debido. Miró hacia el cielo y vio que éste se había tornado completamente negro, la noche había caído en todo Ottery. Dio un paso hacia la mansión y observó detenidamente las ventanas de los pisos superiores esperando que alguna luz se encendiera, pero no ocurrió nada.

—Ni un luz— susurró. Miró nuevamente al Haughton—. No, no conozco a nadie de esta familia. No paro mucho en Inglaterra— reconoció la vampira.

—Black, Vane Black— señaló la joven estrechando la mano del mortífago con cortesía—. El gusto es mío.

La aprendiz se acercó a uno de los ventanales al lado de las puertas y acercó el rostro al vidrio esperando poder divisar algún movimiento en su interior, mas no ocurrió nada. Lo único que obtuvo con eso fue ensuciarse de polvo la punta de la nariz. Se limpió con la yema de los dedos pensando en que aquél lugar estaba bastante desierto, parecía que la familia entera se encontraba afuera.

—Sí, sería mejor indagar por los alrededores— concordó la joven siguiendo al Haughton escaleras abajo.

Ambos magos avanzaron por aquél lugar sin que nadie saliera aún a recibirlos. La Black frunció el ceño al ver el estado en el que se encontraba el jardín, le invadieron unas ganas enormes de podar aquél césped y regarlo un poco, ella amaba las plantas y era un poco penoso ver aquél escenario. Suspiró resignada ya que ese no era asunto suyo, además, ponerse hacer trabajos de jardinería en plena guardia no era buena idea.

—Eso parece…— dijo la joven volviéndose para mirar al mago que se había sentado en una de las bancas del jardín. Ella prefirió quedarse en pie frente a él —.Creí que la familia Granger era neutral… o que al menos vivían en su mansión—. murmuró la Black volviendo a posar sus ojos en la puerta.

Los tacones de la Black era lo único que se oía mientras atravesaba aquél hermoso jardín lleno de estatuas. Sonrió al recordar que de niña a ella siempre le habían dado miedo aquellas figuras de mármol o piedra tan quietas que, parecía que de un momento a otro fueran a saltar delante de ella dándole un susto de muerte. Su larga melena negra, amarrada en una cola alta, se movía de derecha a izquierda gracias a su andar.

La capa negra de la Black ondeaba ligeramente tras su espalda a medida que se acercaba a la entrada de la mansión en donde haría su segunda guardia con Etoile. Subió las escaleras de dos en dos e ingresó al hall sin esperar invitación alguna. Fue en ese momento que vio desaparecer un mago. Se volteó sin darle importancia y se dirigió a donde la mortífaga y su compañera se encontraban.

—Siento la demora— dijo la vampira a modo de saludo. Luego se volvió a Etoile—. ¿No deberíamos estar afuera?

Mientras avanzaba por las calles vecinas a la mansión en donde haría una de sus guardias, la inglesa pudo ver como el sol se iba ocultando en el horizonte. Siempre le había fascinado el crepúsculo, ya que según lo que ella creía, representaba la vida nacida de la muerte. Se subió el cuello de la gabardina negra ya que no le gustaba sentir el aire helado sobre la piel desnuda de su nuca, y continuó andando metiendo las manos a los bolsillo.

Al llegar a la reja de la mansión, la empujó levemente con la punta de su bota e ingreso a los terrenos de la Granger. Su larga melena negra se hallaba sujetada en una cola de caballo alta que se movía de un lado a otro conforme la Black avanzaba. No conocía a las personas con quien haría su guardia aquella noche, pero reconoció a lo lejos la figura de un joven y supuso que él sería su acompañante en aquella guardia.

—Buenas noches—, saludó la vampira mientras subía los escalones de piedra que la separaba del chico— ¿Eres parte de la guardia?—, preguntó con aire casual mientras rodeaba con los dedos su fina varita en el interior del bolsillo derecho de la gabardina. La chica no confiaba en nadie.

La Black frunció el ceño. La arena bajo sus pies comenzó a moverse haciendo que ella y sus compañeros se hundieran. Con algo de dificultad, pensó fríamente en una manera de escapar de aquellas arenas movedizas pero pronto se dio cuenta de que no podría evitarlo, así que cerró los ojos esperando ser succionada. Cuando los abrió nuevamente, se encontró en un bello parque con buganvilias cayendo alrededor suyo. Por un instante, creyó a ver caído en el jardín Black, aún así, la vampira podía percibir el tenue aroma del desierto en el que antes se encontraba.

En los columpios frente a la pelinegra, habían unos niños; la niña era muy parecida a ella. Sintió escalofríos al pensar que aquella niña podría ser su hija, sin embargo, sus mejillas sonrosadas hicieron que la Black sintiera algo cálido en el pecho, como si pudiera percibir el calor corporal de la pequeña. ¿Qué demonios es esto?, pensó la joven forzándose a dejar de mirar a la pequeña. Miró a su alrededor, analizando todo lo que la rodeaba, cuando un llanto hizo que volviera a mirar en dirección a los columpios.

Un hombre estaba levantando a la pequeña que se parecía a ella mientras intentaba calmarla, ya que la infante había caído del columpio haciéndose raspones en las rodillas y en las palmas de las manos. Fue en ese momento que oyó la voz de su profesora resonar en su cabeza, recordándole que eso no era más que una ilusión, que la estaban probando. Clavó la mirada en el muggle que ayudaba a su hija. Se parecía bastante a aquél conserje del orfanato que la ayudaba a escaparse de las niñas que siempre la molestaban por ser callada. ¿Eso también estaría planeado?

— Yo no odio a los muggles, simplemente no me importa al igual que la mayoría de magos que conozco —susurró la joven para después comenzar a andar lentamente con dirección a los columpios. El hombre ya había logrado hacer que la niña se calmara. Mientras la vampira avanzaba pudo ver como aquél muggle miraba a ambos lados tratando de localizar a la persona con que la niña había ido al parque, entonces la vio. Se acercó sonriente hacia ella con la niña en brazos, dejando a su hijo tras él.

—No me divierte torturar a nadie, no lo hago ni con los elfos—, reconoció la Black sacando su varita del interior de su chaqueta negra y clavándole la punta en la barbilla del hombre que empalideció al instante. Tal vez no supo porque aquella mujer la apuntaba con una varilla, pero su actitud era amenazante y eso le bastaba —. Tampoco nací para ser una asesina, nunca he matado a nadie. Pero, si mi líder me ordena matar, lo haré sin que me tiemble la mano, porque yo comparto los ideales y la causa que La Marca posee—, dijo la joven bajando su varita y cogiendo a la niña de los brazos del hombre.

—El fin justifica los medios. Si es necesario sacrificar vidas para alcanzar la perfección del mundo, lo haré. Estoy dispuesta a mancharme las manos de sangre por mi bando y nuestra causa— sentenció alejándose de los columpios con la niña en brazos.

Hi~ vine a cambiar mi ficha... no son más que horrores ortográficos que pasé por alto y que recién me di cuenta y una que otra cosilla, está casi igual xD Thanks *-*

FICHA DE PERSONAJE

 

http://i.imgur.com/VbmOk.png

 

 

Datos Personales:

 

 

Nombre del Personaje: Vane Black Sullivan

 

Sexo: Femenino

 

Edad: Joven, aparenta 16 años.

 

Nacionalidad: Inglesa

 

Familia(s):

* Familia Black

*

 

Padre(s) Sanguíneo: Bianka Black*

 

Padre(s) Adoptivos: Blackimse Black Rowle

 

Trabajo:--

 

 

Poderes Mágicos:

 

 

Rango Social: Aprendiz

 

Bando: Neutral

 

Rango dentro del Bando: --

 

Nivel de Poder Mágico: 1

 

Puntos de poder en objetos: 70

 

Hechizos adicionales:

 

Puntos de poder en criaturas: --

 

Criaturas controlables en asaltos y duelos:

 

 

Habilidades Mágicas: --

 

Conocimientos Especiales: --

 

 

Perfil del Personaje:

 

 

Raza: Vampiro

 

Aspecto Físico:

 

Aspecto frágil y de estatura promedio (1.70 m), piel blanca, ojos castaños con largas pestañas. Cabello negro azabache, largo y semi-ondulado. Labios finos, nariz pequeña. Tiene una pequeña cicatriz en forma de luna en la base de su cuello como señal de su conversión.

 

Cualidades Psicológicas:

 

Es intuitiva, logra ver más allá de lo que la gente aparenta. Es callada y observadora pero de temperamento fuerte y rebelde; no le gusta que tomen decisiones por ella. Ambiciosa y contradictoria con sus ideas. Ama su libertad más que nada pues sabe lo que significa estar sin ella. Le gusta estar sin compañía y pasar la mayor parte del tiempo en el jardín viendo las hojas caer o en la biblioteca sumergiéndose en un nuevo libro.

 

Es extremadamente sensible y sarcástica siendo muchas veces tildada de infantil. Hay veces donde se adelanta a lo que está a punto de pasar acertando muchas veces en sus “predicciones”. A pesar de su estado de ánimo que, casi siempre es nostálgico, la joven suele usar ropa en tonos pastel. Tiene un gusto por la ropa muggle y los vestidos floreados. También suele vestir ropa de época.

 

 

Historia:

 

Nace en el corazón de Ottery, el castillo Black. Su madre Bianka* junto con su padre Owen* la crían bajo la protección de esa respetada familia. Aprendió desde chica su verdadero origen mágico y a saber controlar sus poderes. Sentía una especie de adoración hacia su hermano mayor, Regulus, con el cual compartía todo, desde sus temores hasta sus secretos. Un día, ella y su familia salen de paseo por Hosgmead cuando son interceptados por un alto caballero.

 

La pequeña tomó instintivamente de la mano a su hermano, sentía pavor hacia al hombre por alguna razón. No era como ellos, no parecía humano y eso la aterraba. Lo qué pasó después dio un nuevo giro a su vida. El padre de la pequeña Vane saca su varita en el preciso instante que aquél hombre se le abalanza. Lo único que la pequeña hace es cerrar los ojos en el momento que su madre le grita que corra.

 

Siente cómo su hermano la toma de la mano y la saca corriendo de ese lugar dejando a sus padres atrás. Los dos niños corrieron sin descanso seguidos muy de cerca por aquél hombre, quien en su perfilado rostro, dibujaba una siniestra sonrisa llena de deseo de venganza. Los dos niños corrieron sin parar hasta llegar a un callejón sin salida, la pequeña sintió el abrazo de su hermano al mismo tiempo que el hombre conjuró con su varita un hechizo que cae en los dos niños haciéndolos caer inconscientes.

 

La joven no recuerda mucho de su adolescencia, solo sabe que después de que aquél vampiro los durmiera a ella y a su hermano, los llevó por caminos distintos, dejándola a ella en un orfanato muggle sin posibilidad de regresar a su hogar. Durante todo ese tiempo se siente sola y desprotegida, abandonada en un mundo que no era el suyo, siendo víctima de las burlas de sus compañeras por siempre estar llorando sin motivo alguno. Todas las noches tiene la misma pesadilla: ve a su padre cayendo al asfalto, y sus ojos grises apagados, sin vida; escucha la voz de su madre a lo lejos y la perversa risa del vampiro que la apuntaba a ella y su hermano con la varita.

 

Al cumplir los trece años, por cosas del destino, conoce a una joven bruja, llamada Kelly, Vane al principio desconfía de ella ya que era una vampira, pero luego ella se gana su confianza y logra ayudarla a escapar de ese horrible lugar donde estuvo la mayor parte de su vida encerrada. Kelly le enseñó todo lo que se había perdido y lo que no había podido disfrutar, la adopta como hija en la familia donde ella era matriarca y la educa.

 

Por primera vez en mucho tiempo, la muchacha sentía que era feliz, pero esa felicidad era opacada todas las noches por esa horrible pesadilla que la torturaba y por el recuerdo de su familia destruida. La joven no podía ser del todo feliz. Kelly la ayudó a buscar a Bianka y a Regulus por todos los sitios que ella recordaba, mas no daban con el paradero de ninguno y poco a poco la joven se fue resignando.

 

El día en que la joven cumplió dieciséis años, Kelly le organizó una gran fiesta donde tuvo como regalo una elfina. Ese mismo día mientras la gente bailaba, la joven salió a tomar aire a su lugar favorito: el jardín. Se sentó en uno de los asientos de mármol que se encontraban alrededor de la pileta del jardín, deseaba tanto poder acabar con ese sentimiento de nostalgia que la embargaba.

 

Allí se encontraba la joven sentada cuando sintió la presencia de alguien más que la observaba en la oscuridad, se dio media vuelta y se encontró cara a cara con el protagonista de sus pesadillas: el hombre que mató a su padre y la separó de su familia, de todo lo que ella amaba; la separó de su vida arrojándola a un mundo desconocido.

 

“Nos volvemos a encontrar, pequeña” dijo el vampiro, mirándola de pies a cabeza, exclamó “valla, ya no eres la pequeña niña de antes ahora te has convertido en toda una hermosa mujer, es una lástima que vayas a quedarte así para siempre” Y sin que la Black pudiera evitarlo, el vampiro se lanzó a su cuello mordiéndola casi amigablemente, como si solo tratara de un beso. La joven se transformó en el lo que más temía, en lo que más odiaba en todo el mundo mágico, se transformó en un vampiro y no pudo evitar sentirse asqueada de sí misma. Intento acabar con su vida, mas Kelly, la ayudó a superarlo y a aprender a vivir con eso.

 

Tiempo después ubicó a su familia y volvió con ella como siempre había soñado. Se reencontró con Bianka y con su hermano, que también había sido transformado en vampiro, y desde ese momento decidió ser ella quien decida el rumbo de su vida. Poco después conoció a Dark, un joven vampiro de quien quedó perdidamente enamorada a pesar de que no lo conocía. Fue el primer novio de Vane con quien comparte recuerdos muy bellos. Su relación terminó por diferentes motivos los cuales ni ella misma pudo entender.

 

Cuando comenzaba a sobreponerse de la ruptura se entera que Bianka, su madre, se suicida y esto hace que la joven entre en una profunda depresión de la cual nadie la logra sacar. Es adoptada por Lylimione, la media hermana de Bianka quien la acoge en la Black y en su segunda familia, la Sullivan, ya que Kelly no vuelve a aparecer. Sin embargo su madre adoptiva viaja por un tiempo indeterminado dejándola sola y es por esto que Blackminse la adopta en la familia Black como hija suya, reemplazando el lugar que Bianka debía ocupar.

 

 

 

Pertenencias:

 

 

Objeto Magico Legendario: --

 

Objetos Magicos:

 

Objeto 1: Varita Mágica

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

 

Objeto 2: Pensadero

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

 

Objeto: Chocolate

Clasificación: A

Puntos: 10

 

Objeto: Caramelos de la Verdad

Clasificación: AA

Puntos: 20

 

Total de puntos: 70

 

Mascotas y Criaturas: --

 

Criaturas en la Reserva: --

 

Elfos:

* Elfo 1: Jaslary

 

 

Licencias, Tasas, Registros:

 

 

Licencia de Aparición: No

 

Licencia de Vuelo de Escoba: No

 

Registro de XXX:

Registro de Vampiro

Registro de Elfina

 

 

Otros Datos:

 

 

Otros datos:

 

• Su amor platónico siempre fue su hermano, Regulus.
• Es celosa, pero solo con las personas que le interesan.
• Odia la hipocresía.
• Su patronus es un águila.
• No le gusta ser el centro de atención, se siente incómoda con las miradas puestas en ella.
• Físicamente es igual a Bianka a excepción de los ojos.
• Usualmente anda con un pergamino y pluma en la mano, por si se le antoja escribir o dibujar.
• Bautizó a su elfina Jaslary, a petición de Kelly.
• Detesta beber sangre, prefiere tolerar la sed a beberla.

 

Cronología de cargos:

*Aprendiz de duende.

 

Premios y reconocimientos: --

 

 

Links de Interés Referentes al Personaje:

 

 

Link al Perfil de Comprador MM: 90

Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 85880

Link a Bóveda Trastera:

Link a Bóveda de Negocio:

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Black.

Link a Bóveda Familiar 2:

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[center]FICHA DE PERSONAJE[/center]
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[center][img=http://i.imgur.com/VbmOk.png][/center]




[indent][u][b][color="#FFC0CB"]Datos Personales:[/color][/b][/u][/indent]



[b][color="#FFC0CB"]Nombre del Personaje:[/color][/b] Vane Black Sullivan

[b][color="#FFC0CB"]Sexo:[/color][/b] Femenino

[color="#FFC0CB"][b]Edad:[/b][/color] Joven, aparenta 16 años.

[b][color="#FFC0CB"]Nacionalidad:[/color][/b] Inglesa

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* Familia Black
* 

[color="#FFC0CB"][b]Padre(s) Sanguíneo: [/b][/color]Bianka Black*

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[color="#FFC0CB"][b]Raza:[/b][/color] Vampiro

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Aspecto frágil y de estatura promedio (1.70 m), piel blanca, ojos castaños con largas pestañas. Cabello negro azabache, largo y semi-ondulado. Labios finos, nariz pequeña. Tiene una pequeña cicatriz en forma de luna en la base de su cuello como señal de su conversión.

[color="#FFC0CB"][b]Cualidades Psicológicas:[/b][/color]

Es intuitiva, logra ver más allá de lo que la gente aparenta. Es callada y observadora pero de temperamento fuerte y rebelde; no le gusta que tomen decisiones por ella. Ambiciosa y contradictoria con sus ideas. Ama su libertad más que nada pues sabe lo que significa estar sin ella. Le gusta estar sin compañía y pasar la mayor parte del tiempo en el jardín viendo las hojas caer o en la biblioteca sumergiéndose en un nuevo libro. 

Es extremadamente sensible y sarcástica siendo muchas veces tildada de infantil. Hay veces donde se adelanta a lo que está a punto de pasar acertando muchas veces en sus “predicciones”. A pesar de su estado de ánimo que, casi siempre es nostálgico, la joven suele usar ropa en tonos pastel. Tiene un gusto por la ropa muggle y los vestidos floreados. También suele vestir ropa de época.


[color="#FFC0CB"][b]Historia:[/b][/color]

Nace en el corazón de Ottery, el castillo Black. Su madre Bianka* junto con su padre Owen* la crían bajo la protección de esa respetada familia. Aprendió desde chica su verdadero origen mágico y a saber controlar sus poderes. Sentía una especie de adoración hacia su hermano mayor, Regulus, con el cual compartía todo, desde sus temores hasta sus secretos. Un día, ella y su familia salen de paseo por Hosgmead cuando son interceptados por un alto caballero. 

La pequeña tomó instintivamente de la mano a su hermano, sentía pavor hacia al hombre por alguna razón. No era como ellos, no parecía humano y eso la aterraba. Lo qué pasó después dio un nuevo giro a su vida. El padre de la pequeña Vane saca su varita en el preciso instante que aquél hombre se le abalanza. Lo único que la pequeña hace es cerrar los ojos en el momento que su madre le grita que corra.

Siente cómo su hermano la toma de la mano y la saca corriendo de ese lugar dejando a sus padres atrás. Los dos niños corrieron sin descanso seguidos muy de cerca por aquél hombre, quien en su perfilado rostro, dibujaba una siniestra sonrisa llena de deseo de venganza. Los dos niños corrieron sin parar hasta llegar a un callejón sin salida, la pequeña sintió el abrazo de su hermano al mismo tiempo que el hombre conjuró con su varita un hechizo que cae en los dos niños haciéndolos caer inconscientes.

La joven no recuerda mucho de su adolescencia, solo sabe que después de que aquél vampiro los durmiera a ella y a su hermano, los llevó por caminos distintos, dejándola a ella en un orfanato muggle sin posibilidad de regresar a su hogar. Durante todo ese tiempo se siente sola y desprotegida, abandonada en un mundo que no era el suyo, siendo víctima de las burlas de sus compañeras por siempre estar llorando sin motivo alguno. Todas las noches tiene la misma pesadilla: ve a su padre cayendo al asfalto, y sus ojos grises apagados, sin vida; escucha la voz de su madre a lo lejos y la perversa risa del vampiro que la apuntaba a ella y su hermano con la varita.

Al cumplir los trece años, por cosas del destino, conoce a una joven bruja, llamada Kelly, Vane al principio desconfía de ella ya que era una vampira, pero luego ella se gana su confianza y logra ayudarla a escapar de ese horrible lugar donde estuvo la mayor parte de su vida encerrada. Kelly le enseñó todo lo que se había perdido y lo que no había podido disfrutar, la adopta como hija en la familia donde ella era matriarca y la educa. 

Por primera vez en mucho tiempo, la muchacha sentía que era feliz, pero esa felicidad era opacada todas las noches por esa horrible pesadilla que la torturaba y por el recuerdo de su familia destruida. La joven no podía ser del todo feliz. Kelly la ayudó a buscar a Bianka y a Regulus por todos los sitios que ella recordaba, mas no daban con el paradero de ninguno y poco a poco la joven se fue resignando.

El día en que la joven cumplió dieciséis años, Kelly le organizó una gran fiesta donde tuvo como regalo una elfina. Ese mismo día mientras la gente bailaba, la joven salió a tomar aire a su lugar favorito: el jardín. Se sentó en uno de los asientos de mármol que se encontraban alrededor de la pileta del jardín, deseaba tanto poder acabar con ese sentimiento de nostalgia que la embargaba.

Allí se encontraba la joven sentada cuando sintió la presencia de alguien más que la observaba en la oscuridad, se dio media vuelta y se encontró cara a cara con el protagonista de sus pesadillas: el hombre que mató a su padre y la separó de su familia, de todo lo que ella amaba; la separó de su vida arrojándola a un mundo desconocido.

“Nos volvemos a encontrar, pequeña” dijo el vampiro, mirándola de pies a cabeza, exclamó “valla, ya no eres la pequeña niña de antes ahora te has convertido en toda una hermosa mujer, es una lástima que vayas a quedarte así para siempre” Y sin que la Black pudiera evitarlo, el vampiro se lanzó a su cuello mordiéndola casi amigablemente, como si solo tratara de un beso. La joven se transformó en el lo que más temía, en lo que más odiaba en todo el mundo mágico, se transformó en un vampiro y no pudo evitar sentirse asqueada de sí misma. Intento acabar con su vida, mas Kelly, la ayudó a superarlo y a aprender a vivir con eso.

Tiempo después ubicó a su familia y volvió con ella como siempre había soñado. Se reencontró con Bianka y con su hermano, que también había sido transformado en vampiro, y desde ese momento decidió ser ella quien decida el rumbo de su vida. Poco después conoció a Dark, un joven vampiro de quien quedó perdidamente enamorada a pesar de que no lo conocía. Fue el primer novio de Vane con quien comparte recuerdos muy bellos. Su relación terminó por diferentes motivos los cuales ni ella misma pudo entender. 

Cuando comenzaba a sobreponerse de la ruptura se entera que Bianka, su madre, se suicida y esto hace que la joven entre en una profunda depresión de la cual nadie la logra sacar. Es adoptada por Lylimione, la media hermana de Bianka quien la acoge en la Black y en su segunda familia, la Sullivan, ya que Kelly no vuelve a aparecer. Sin embargo su madre adoptiva viaja por un tiempo indeterminado dejándola sola y es por esto que Blackminse la adopta en la familia Black como hija suya, reemplazando el lugar que Bianka debía ocupar.




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[color="#FFC0CB"][b]Objeto Magico Legendario:[/b][/color] -- 

[b][color="#FFC0CB"]Objetos Magicos:[/color][/b]

[b]Objeto 1:[/b] Varita Mágica
[b]Clasificación:[/b] AA
[b]Puntos de poder:[/b] 20

[b]Objeto 2:[/b] Pensadero 
[b]Clasificación:[/b] AA
[b]Puntos de poder:[/b] 20

[b]Objeto:[/b] Chocolate
[b]Clasificación:[/b] A
[b]Puntos:[/b] 10

[b]Objeto:[/b] Caramelos de la Verdad
[b]Clasificación:[/b] AA
[b]Puntos:[/b] 20

[b]Total de puntos:[/b] 70

[b][color="#FFC0CB"]Mascotas y Criaturas:[/color][/b] --

[b][color="#FFC0CB"]Criaturas en la Reserva:[/color][/b] --

[color="#FFC0CB"][b]Elfos:[/b][/color]
[b]* Elfo 1:[/b] Jaslary


[u]
[indent][color="#FFC0CB"][b]Licencias, Tasas, Registros:[/b][/color][/indent]
[/u]


[color="#FFC0CB"][b]Licencia de Aparición:[/b][/color] No

[b][color="#FFC0CB"]Licencia de Vuelo de Escoba:[/color][/b] No

[color="#FFC0CB"][b]Registro de XXX:[/b][/color] 
[url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=82807&view=findpost&p=4051328"]Registro de Vampiro 
Registro de Elfina[/url]


[u]
[indent][color="#FFC0CB"][b]Otros Datos:[/b][/color][/indent]
[/u]


[color="#FFC0CB"][b]Otros datos:[/b][/color]

[list][*]Su amor platónico siempre fue su hermano, Regulus.[*]Es celosa, pero solo con las personas que le interesan.[*]Odia la hipocresía.[*]Su patronus es un águila.[*]No le gusta ser el centro de atención, se siente incómoda con las miradas puestas en ella.[*]Físicamente es igual a Bianka a excepción de los ojos.[*]Usualmente anda con un pergamino y pluma en la mano, por si se le antoja escribir o dibujar.[*]Bautizó a su elfina Jaslary, a petición de Kelly.[*]Detesta beber sangre, prefiere tolerar la sed a beberla.[/list]

[color="#FFC0CB"][b]Cronología de cargos:[/b][/color]
*Aprendiz de duende.

[b][color="#FFC0CB"]Premios y reconocimientos:[/color][/b] --



[indent][u][color="#FFC0CB"][b]Links de Interés Referentes al Personaje:[/b][/color][/u][/indent]



[color="#FFC0CB"][b]Link al Perfil de Comprador MM: [/b][/color][url="http://magicmall.harrylatino.org/mago_detalle.php?buscar_mago=99768&button=Ir"]90[/url]
[color="#FFC0CB"][b]Link a Bóveda Personal:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=85880"]Bóveda nº 85880[/url]
[color="#FFC0CB"][b]Link a Bóveda Trastera: 
Link a Bóveda de Negocio:[/b][/color]  
[color="#FFC0CB"][b]Link a Bóveda Familiar 1:[/b][/color] [url="http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97834"]Bóveda Familia Black.[/url]
[color="#FFC0CB"][b]Link a Bóveda Familiar 2:[/b][/color]

Los ojos de la Black se posaron sobre la fotografía de aquél joven que ya nunca volvería a ver. Acarició el fino marco de plata pulida con la yema de los dedos sin despegar la mirada del rostro sonriente del ojigris. Había vuelto a soñar con él, hacía tiempo que no lo hacía. Esta vez, el sueño no se transformó en pesadilla y al despertar, la joven sintió como si él hubiera estado con ella. Pero al ver de nuevo la fotografía se dio cuenta que él ya no volvería a esta junto a ella nunca más. Estaba muerto.

Una pequeña parte de ella se sentía aliviada por eso y al mismo tiempo se reprochaba por encontrar alivio con la noticia de su muerte, pero de esa forma, ya no tendría que esperar más por él, las noches eran menos tormentosas, y ya no tendría que estar haciéndose siempre la misma pregunta: ¿dónde está? porque ahora ya sabía la respuesta. No sabía cómo ni cuándo ni dónde, no sabía si había sufrido o si su muerte llegó a él sin avisar, de lo único que estaba segura es que jamás volvería a ser como antes.

La nostalgia le ablandó las facciones del rostro, se veía cansada, sumisa pero el corazón se le había endurecido, sentía odio y desprecio hacia cualquier ser que respirara, porque le habían arrebatado a la única persona que quería, a la única persona por la cual ella sería capaz de negar su familia, su sangre, negarse a sí misma. Apretó más fuerte el cuadro que sostenía con las manos hasta el punto en que la plata se quebró y apenas si le hizo un rasguño en su dura piel de vampira. Pero la fotografía seguía intacta y bella como siempre.

Dejó el destrozado marco sobre su cama y se colocó la capa de negra que reposaba en una silla. Salió de su habitación y murmurando un par de órdenes a su elfina, se internó en los corredores del castillo repasando mentalmente el lugar a donde debía ir. Me odiarías si no terminara la Academia, es algo que siempre quisiste que hiciera, pensó la Black mientras recordaba al chico de la fotografía. Tomó el camino que atravesaba el jardín y salió de los terrenos de la Black con algo de prisa, llegaría tarde a su clase.

Llegó a la Academia y subió los escalones de dos en dos, casi corriendo. Aún sentía un leve temblor en las piernas cada vez que pisaba ese lugar, una mezcla entre emoción ante lo que aprendería y vértigo ya que no le gustaba tratar mucho con las personas, siempre había sido mala en ello. Suspiró aliviada al ver que no había nadie en su salón de clase pensando que era la primera en llegar, pero el alivio le duró poco. Había una estrella en uno de los pupitres y el resplandor que la hacía brillar se iba apagando. Se lanzó sobre el traslador y despareció del aula.

Apareció frente a una de las enormes pirámides del Antiguo Egipto. La arena la cubrió entera y sumamente fastidiada se acercó al grupo que sus compañeros y profesoras formaban. No sabía exactamente de qué se trataba la clase, pero supuso que tenía que ver con la pirámide de Giza frente a ella. Apenas logró escuchar la pregunta de su profesora y se paró en seco.

— Bienvenida— logró decir la mujer delante de ella.

La joven Vane por fin había dado con su familia sanguínea, y ni bien llegó, un elfo la arrastró prácticamente a la habitación de su madre, Bianka Black. Cuando la miró, sintió como si estuviera viendo su futuro, su madre era idéntica a ella; ella era idéntica a su madre. Dentro de ella sintió la cálida sensación de por fin encontrar al lugar al que pertenecía, después de todos aquellos años rogándole a Kelly que la ayudase a buscar a su familia, la rubia dio con su verdadera familia.

Quiso correr a abrasar a la mujer frente a ella, llorar en sus brazos y decirle cuánto la había extrañado, cuánto quería decirle lo mucho que le había hecho falta. Quería explicarle porqué ahora era una vampira, que el mismo hombre que la había atacado a ella y a su tío, había vuelto para transformarla y terminar su venganza. Al mismo tiempo quiso preguntarle tantas cosas, quería preguntarle si la había buscado, si la había extrañado, si la recordaba. Pero de pronto cayó en cuenta de que su madre no había dado ni un solo paso hacía ella.

— Gracias— dijo casi sin voz.

— Vaya, eres una orgullosa, ¿no? Toda una Black— sonrió la mujer.

¿Por qué quería ser una mortífaga? No era por su madre, ni por su familia, era por aquél joven ojigris con el que había soñado, era por su hermano. Su anhelo fue haber sido mortífago y tenía el extraño presentimiento que se debía en parte a ella. Qué egocéntrica puedo ser, pensó con una sonrisa en los labios. Pero era cierto. Ahora que él ya no estaba, quiso hacer de su deseo suyo y para ella era más que suficiente. La razón más fuerte que tenía para decirse a sí misma que quería seguir el mismo camino que siguió su madre.

— Mi nombre es Vanessa y elegí pertenecer a La Marca— habló la joven desde su lugar—. No lo hago por mi familia, ni porque me lo hayan ordenado, lo hago porque creo que si los fenixianos velan por la seguridad de los muggles, alguien debe velar por la seguridad de nosotros los magos y anteponer nuestros derechos ante cualquier clase inferior.

OFF:

Olvidé mi parte off xD Mi nombre es Vanessa, igual que el de mi personaje, a veces pienso que fue un error haberle puesto el mismo nombre que el mio pero buee ya me acostumbré xD

Tengo 18 años y pienso estudiar Economía si es que no me atrae más la carrera de Traducción e Interpretación. En mi tiempo libre me gusta traducir mangas *-* Trabajo para un scanlation, Clockwise, y estoy a cargo de la traducción de MAGI~ amo a Judal con todo el alma, y me obsesioné con Jon Nieve.

Y buee esa soy yo.

El viento soplaba haciendo que las copas de los árboles se doblegaran a su merced, arrancando a su paso, las hojas que pendían débilmente de sus ramas. La vampira cerró los ojos y sintió como el aroma del bosque que rodeaba los terrenos del Castillo Black, viajaba hacia ella inundando al mismo tiempo su dormitorio. Su larga cabellera negra ondeaba al compás de la brisa que acariciaba gentilmente todos los rincones de Ottery, despejando por completo su rostro. Por un largo tiempo no había sentido aquella engañosa sensación de paz y seguridad.

Su mente se encontraba en blanco, como si el paso del viento pudiera llevarse consigo cualquier pensamiento que la perturbara, si no fuera por la barandilla de la cual se agarraba con ambas manos, hubiera creído que se encontraba flotando. Llevaba todo el día en el balcón de su habitación, observando la línea en la que el cielo y las verdes praderas se unían, y podía seguir haciéndolo si no fuera por su elfina que apareció a su lado. La criatura avanzaba lentamente con temor en los ojos, prefería no hacerlo pero debía seguir órdenes.

—Ama —susurró con temor—, usted me dijo que le pavisara para que no llegue tarde a la Academia— dijo la elfina encogiéndose antes de recibir cualquier regaño de la Black. La joven abrió los ojos lentamente, clavándolos en el despejado cielo diurno haciendo caso omiso a lo que su elfina le decía—. Ama…

—Eres un fastidio, Jaslary —siseó la pelinegra entrando a su habitación. La elfina la siguió cerrando con un chasquido de dedos las puertas de vidrio del balcón para después correr las cortinas de seda. Estaba acostumbrada a los quejidos de la inglesa y sabía lidiar con el carácter difícil y engreído que tenía. —¿El traslador? —preguntó secamente la Black mientras recogía su cabello en una media cola con un lazo negro.

—Encima de la cómoda, ama —respondió la criatura seguida de una reverencia. Vio como la chica se dirigía hacia el traslador y lo cogía justo cuando comenzaba a brillar para después desaparecer. Lo último que pudo ver su ama fue el dobladillo de su vestido gris ondeando a causa de alguna brisa que se había filtrado a su dormitorio. Deseó poder ir con la pelinegra, pero no podía seguirla a menos que ella no se lo pidiese.

La inglesa apareció frente a la entrada de la Academia y se abrió paso entre la multitud de magos que se aglomeraban en la entrada. Detestaba estar rodeada de gente, le aburría tener que verlos prefería estar con Jaslary a tener contacto con otro mago, pero lo que más odiaba era tener que interactuar con humanos. Mientras re afirmaba su desprecio a la humanidad, caminaba rápidamente esperando encontrar el salón en el cual llevaría su último curso de la Academia. Cuando lo encontró, abrió la puerta y se sentó en uno de los pupitres de enfrente.

Mientras sus compañeros se presentaban, la vampira leía la hoja de periódico pegado en el pizarrón. No solía leer El Profeta, era el tipo de persona que prefería desconectarse del mundo y nunca había sido activa en organizaciones, pero al pertenecer a una honorable familia mortífaga no podía ser ajena al revuelo que había producido aquél artíc.ulo. Sus ojos castaños se clavaron en Patrick intentando ver más allá de lo que aparentaba. ¿Estaría preocupado por haber sido desenmascarado?, pensó la Black. Al darse cuenta que era su turno de presentarse, desvió su mirada a cualquier punto de la habitación y habló:

—Mi nombre es Vane Black Sullivan y mi madre es la difunta Bianka Black. Al igual que ella, también aspiro a ser mortífaga— dijo la joven con voz monótoma.

Off:

Hi~ mi nombre es Vanessa y soy vaga postulante a Econocmia. Soy de Lima y tengo 18 xD No me había pasado por ByP antes... siempre me presentaba y era el único rol que hacía xD El rol que han armado me encantó *-* y tengo todas las ganas de participar y no solo leerlo de afuera xD No estoy tarde, hoy es el último día de la primera tarea así que voy bien xD

Saludos.

El eco de sus pasos era lo único que se escuchaba en el lugar. Sus tacones al pisar el largo camino de piedras que llevaba a la entrada de la Mansión Ragnaventus producía un ruido casi enloquecedor, deseo haberse puesto un par de tennis a esos zapatos negros tan llamativos. El dobladillo de su túnica negra ondeaba a su paso conforme se acercaba a la entrada.

Su larga melena azabache estaba amarrada en una cola alta así el viento que soplaba con gran fuerza no despeinaba su cabellera. Solo falta que llueva, pensó la Black al llegar finalmente a su destino. Miró a ambos lados esperando ver a alguien sospechoso merodeando por los jardínes de la Ragnaventus.

Al no ver nada sospechoso golpeó delicadamente con los nudillos la puerta de la mansión. Casi al instante un viejo elfo le abrió la puerta mirándola con desconfianza. La pelinegra hizo una mueca, detestaba tener que lidiar con elfos. Después de mirar a su alrededor nuevamente, le habló a la pequeña criatura:

—Soy parte de la guardia de hoy, ¿ha llegado el guardián de esta mansión ya?

La joven miró el cronograma de guardias que le habían dado para ese mes con algo de extrañeza. No conocía a ninguna de sus acompañantes ni tampoco había estado en ninguna de las mansiones y castillos escritos en el pergamino, aún así se aventuró a ir al Castillo Triviani, tal vez tendría la oportunidad de encontrarse con Blackminse.

Está ocupada últimamente, pensó la Black con resignación recordando que anteriormente tampoco pudo atenderla. Es increíble que deba hacer una cita antes de encontrarme con ella. Aún así, la prefiero a ella como madre antes que a Bianka. Pensó la vampira colocándose una chaqueta negra antes de salir de su habitación.

—Jaslary —llamó la Black al mismo tiempo que se dirigía a la entrada del Castillo Black para salir. Casi al instante, una pequeña criatura apareció delante de ella esperando ansiosamente sus órdenes —. Vuelve a buscar a Blackminse, si está desocupada ve a avisarme a la Triviani, ¿vale?

—¿Por qué va a ir a la Triviani, ama? —preguntó la elfina corriendo al lado de la pelinegra para poder seguir su apurado caminar.

—Guardias, Jaslary —respondió secamente. Con esto la elfina bajó la mirada entendiendo que no debía hacer más preguntas. Se despidió de la Black con una reverencia y la vio desaparecer en las calles de Ottery.

Debo presentarme al examen de aparición, pensó la inglesa después de haber caminado por más de una hora antes de llegar a la entrada del Castillo Triviani. Después de recorrer la distancia que la separaba de la gran entrada al castillo, un elfo apareció delante de ella impidiendo que pueda continuar.

—Vengo a hacer guardia —siseó la pelinegra pasando de largo al elfo.

El reloj de pie inglés dio las cuatro de la madrugada en el descanso de la escalera, y las dio suave, como si no quisiera despertar a nadie en aquella área de los dormitorios. Al parecer nadie había notado el leve tintineo que produjo el antiguo reloj de pino al anunciar el alba, nadie a excepción de una joven vampira que se encontraba mirando el techo de su habitación. La Black no había podido dormir en toda la noche, se había mantenido despierta desde el momento en que su cabeza tocó la almohada; llevaba más de tres días con aquél insomnio. Su cuarto se encontraba totalmente a oscuras y silencioso, tal vez demasiado silencioso, pensó. Aún así no se atrevió a romper la aparente tranquilidad de su dormitorio.

Había estado en vela toda la noche pensando en lo que había visto hace unas semanas en el Castillo Black. Después de aquél incidente, trató de llevar su vida con normalidad, haciendo como si nunca hubiera ocurrido, pero conforme pasaban los días, la duda la carcomía hasta al punto de que sus más profundos temores se materializaban en pesadillas. Esa era una de las razones por la cual la joven no conciliaba el sueño, tenía miedo de cerrar los ojos y ver esas desgarradoras imágenes que hacían que saltara de la cama llorando desconsoladamente.

El pecho de la chica era lo único que se movía en el dormitorio a causa de su respiración, la joven se encontraba totalmente inmóvil sobre sus sábanas escarlatas en la habitación que le asignaron en la Academia, teniendo la horrible sensación de vacío que la acompañaba casi siempre, solo que estaba vez dolía más que las otras ya que estaba sola, horriblemente sola. Soltó un leve suspiro al mismo tiempo que cayó en cuenta que había pasado más de dos horas desde la última vez que se fijó en el tiempo, el sol ya había salido por completo y el murmullo de sus compañeros llegaba a sus oídos a través de las paredes de su cuarto.

Con algo de pereza se levantó y fue directo al lavado. Mientras se alistaba para asistir a su última clase en la Academia, la idea de no ir se hacía más jugosa, la vampira no estaba con ánimos como para tolerar la presencia de otras personas pero debía hacerlo. Después de asearse, recogió su larga melena negra en una cola alta y se entubó en un vestido sencillo de primavera que encontró tirado en el suelo de su recámara. Casi lamentándose se acercó a su mesa de noche y cogió la carta que había llegado anunciando el inicio de sus clases. Volvió a leerla y al terminar la dejó encima del libro que había cogido de la biblioteca de la Black.

Después de ver detenidamente el traslador que le habían mandado por unos cinco minutos, lo cogió arrepintiéndose de inmediato; había olvidado por completo beber sangre y aunque detestara hacerlo, era fundamental ir alimentada, ahora sentiría una aguda comezón en la garganta al entrar en contacto con humanos. Cerró los ojos mientras todo lo que la rodeaba se volvía un torbellino de colores y ella desaparecía de la Academia con más deseos de quedarse que irse. La Black sintió como un gancho debajo del ombligo halaba de ella para luego arrojarla a la tierra.

Abrió los ojos de golpe y se reincorporó, había caído de rodillas y la tierra comenzaba a manchar su vestido color marrón. Se sacudió un poco la suciedad y miró a su alrededor, se encontraba en una especie de monumento que al principio no reconoció al verlo invadido por magos y brujas que se aglomeraban alrededor de una piedra circular negra. Al instante cayó en cuenta que era una de las últimas en llegar. Típico, pensó irónicamente la Black mientras se acercaba al pequeño grupo. No le agradaba en lo absoluto que las personas voltearan a mirarla, pero no le quedaba otra opción, debía presentarse al menos si no tenía la suficiente delicadeza como para dispensar su tardanza.

—Buenos días —saludó la pelinegra con una expresión seria en el rostro—. Mi nombre es Vane y soy de la familia Black. Mi madre fue la difunta Bianka Black pero he sido adoptada por Blackimse en la misma. Eso es todo —terminó secamente posando sus ojos en una de sus compañeras, la recordaba de su clase de Duelo Avanzado. Sonrió al recordar como estuvo a punto de acabar con la vida de una de sus compañera de grupo en el simulacro de su clase.

Hi~

Me di cuenta que no estoy en la lista o.ó Así que me paso para que me pongan en ella :3 Por fin acabaré la Academia así que me graduaré pronto, hasta entonces quiero pertenecer a la familia como aspirante mortífago y poder ver el maldito foro de la mini que no lo puedo ver de hace un buen ññ Gracias *-*

*le deja chocos a quien ande cerca*

—Perdón, mi sentido del humor está al mismo nivel que tu habilidad para el duelo —respondió la joven Black a la rubia con un tono calmado en la voz. En verdad esa chiquilla aún pensaba que tenía oportunidad contra ella y eso le causaba gracia, pero la vampira sabía esconder sus emociones. Hasta ahora la pelinegra había logrado su cometido, su rival no hacía más que defenderse de ella y tenía planeado que lo hiciese por un tiempo más.

Clavó la mirada en Etoile y el débil intento que hacía por recuperarse despertaron en la Black sentimientos asesinos, en verdad la quería muerta. Aún con dos cuerdas atando sus brazos y tobillos y una serie de cortes a medio curar, la joven sintió que no era suficiente dolor el que había experimentado. Levantó su varita hacia su calzado y haciendo una serie de movimeintos con su muñeca le envió su tercer ataque esperando que éste terminara de una vez con la ojiverde.

—Morphos —susurró la Black viendo como una de sus zapatillas se transformaba en una rana dardo dorada, que al solo contacto con su piel, la envenenaría por las altas toxinas que ellas segregaban. Además de que aún encesitaba un episkey para recuperarse por completo, la rubia estaba a punto de morir envenenada. La Black sonrió.

Pero la sonrisa no le duró mucho, uno de sus compañeros (Coco) estaba siendo salvajamente atacado por un guepardo. Miró a su alrededor y vio que a Sakura a su derecha, no se encontraban a más de tres metros de distancia de ella. Genial, pensó la pelinegra dando un par de pasos hacia Coco y aquella bestia con la varita levantada lista para atacar.

—Sectusempra —siseó apuntando al guepardo y viendo como profundos cortes aparecían en su cuerpo. El animal lanzó quejidos de dolor antes de caer muerto sobre la arena rojiza en un enorme charco de sangre.

A tan solo dos metros, al lado izquierdo de la joven, estaba su compañero, Lud quien se batia a duelo con uno de sus contrincantes. Por lo pronto, ella permaneció al lado de Coco, siempre alerta con la varita en alto.

Ok, ahora sí me confundí ._.

Al igual que Near, iré por partes xD Perdón si me anterior comentario fue spam, creí que no lo era ya que yo no le respondí a nadie solo expuse ese problema y creí que eso debió ser lo correcto. Y no sé si este sea spam, pero aún tengo dudas y no me puedo quedar callada, perdón u.u

1° Este post de Etoile fue su primer post de ataque. Según las reglas que pusiste en la simu, Near, ella no debió haber usado Fuego Maldito:

13. Los hechizos que utilizarán son los de neutrales graduados. Con las siguientes bonificaciones (Es decir, todos podrán utilizarlos):

 

Fortificum (tempestad)

Absorvere (tempestad)

Strellatus (legionario)

Proyección Mágica (legionario)

Floreus (legionario)

Séneca (mago oscuro)

Anular (mago oscuro)

Fuego Maldito (mago oscuro)

Corpus patronus (templario)

Kiorke (templario)

Aqueora (templario)

 

 

 

Estas bonificaciones sólo no podrán ser usadas en su primer posteo de ataque, sino a partir del segundo.

Es por eso que no hice caso de ese hechizo.

2° Este post, lo tomé por inválido, ya que ella no solo me ataca sin haberle respondido, si no que también se adelanta a un acción mia, que es obvio que yo no hice hasta después de ese post. Es por eso que creí que el post en su totalidad quedaba inválido, en otras palabras, ninguno de los hechizos que su personaje conjuró serían tomados en cuenta, incluyendo el evanesco. Si el post sí es tomado en cuenta por los profesores, el único hechizo que valdría es su evanesco ¿verdad?.

3° Es cierto que al lanzárle el Incárcerus no especifiqué exactamente a dónde iba derigido, y el personaje de Etoile tampoco lo especificó, lo que ella hizo fue evitarlo con un movimiento en su primer post de ataque, luego volvió a postear (post que consideré inválido) defendiéndose con el evanesco y siguió sin especificar dónde le habían caído las cuerdas. Es por eso que yo aproveché ese vacio rolístico y en mi siguiente posteo describí mi ataque anterior.

4° En este último post, ella describe el ataque del sectusempra que me lanzó en su segundo post. ¿Ese hechizo es válido o no?

Bueee esas son mis dudas, perdón por andar de latosa pero me leí todas las reglas ya que soy mala en duelo, no soy de "pitear"(reclamar) sin fundamentos. De ante mano, gracias por corregirmey tomar en cuenta esto ^^

EDITO:

Había un URL roto xD

Hola, quería hacer una consulta, bueno es más una aclaración. Este post de Etoile no lo tomé en cuenta ya que según las reglas no se puede atacar a un oponente si este no ha respondido el ataque en un plazo de 24h. Yo respondí el ataque después de su último turno válido y antes del plazo, es por eso que no lo tomé en cuenta.

La Black rodó los ojos, le molestaba demasiado los innecesarios comentarios que los duelistas intercambiaban en un duelo. ¿Por qué no se limitaban a abrir la boca solo para soltar algún hechizo?, no lo entendía y se limitó a ignorar el comentario de Etoile. Antes de que sus cuerdas la tocaran, la rubia lanzó su hechizo hacia un árbol sin que produjera ningún efecto en él.

Bufó. ¿Es broma?, pensó la pelinegra mientras observaba como una de las cuerdas que había lanzado a Etoile se enrollaba alrededor de su boca, otra alrededor de sus brazos inmovilizándolos y la última alrededor de sus tobillos haciéndola caer de espaldas contra la arena rojiza. Fue demasiado fácil para la Black inmovilizarla, ahora estaba atada y en el suelo, era su presa.

Un brillo perverso y sádico iluminó los ojos castaños de la vampira quien siguió parada en su mismo lugar elaborando rápidamente su siguiente movimiento. Un segundo después de lanzar su primer ataque, la Black quien mantenía la varita firme apuntando a la joven de ojos esmeraldas lanzó su segundo hechizo con un elegante movimiento de muñeca.

— Expelliarmus —dijo la vampira sin ningún tipo de emoción en la voz. Solo sus ojos dejaban ver la satisfacción que le producía acabar a esa chica. Aunque debía admitir que la rubia le ayudó un poco a colocar la balanza a su favor.

— Sectusempra— susurró la joven Black observando como el cuerpo de Etoile se llenaba de profundos cortes de los cuales no paraba de emanar sangre.

Hola, me paso aqui con una duda sobre el asalta. Bueno, en este Etolile roleo que le lanzo un arbol usando un expulso pero el problema es que segun la descripcion del hechizo tal rayo no puede sacar volando cosas mayores del tamaño de un cidecar o una mecita pequeña, asi que , ¿es valido ese hechizo?

 

Espero la respuesta, gracias.

También quería agregar que en la descripción del expulso, dice que los objetos "saltan hacia delante" osea que el mago no tiene poder sobre la dirección o el trayecto del obejto y que éste sale despedido una distancia no mayor a dos metros. ¿Puedo esquivarlo simplemente o puedo rolear que estuve mucho más lejos de aquél árbol?

Los alumnos parecían aturdidos, aunque la mayoría podía deducir donde se encontraban, lo que más les preocupaba era el hecho de estar atrapados en ese lugar y depender de sus compañeros para poder salir. La Black dio una rápida mirada a su bando, no conocía a ninguno, pero no tenía remedio, debía confiar en ellos para regresar. No le gustaba trabajar en equipo, era mala haciéndolo, sin embargo haría todo lo necesario para volver, no se amilanaría ante nada.

Un destello dorado hizo que apartara la vista de sus compañeros de bando posándola en una chica del equipo contrario (Etoile Black). Su larga melena rubia y sus ojos esmeraldas le recordaban a Kelly, una joven vampira que cuidó de ella cuando ocurrió su transformación, la misma que la abandonó hace ya mucho tiempo. Por una fracción de segundos se quedó inmóvil antes de levantar su varita y apuntar hacia ella.

—Incárcerus —murmuró arrastrando las sílabas. Tres gruesas cuerdas salieron despedidas de la punta de la varita de la pelinegra y se enrollaron fuertemente en el cuerpo de su rival.

Hola, quería hacer dos cambios:

1° El título de la ficha, dice "Ficha de Vane!" quisiera que dijera "Ficha de Vane Black Sullivan"

2° Un par de cosas en la ficha en sí, pero lo pongo todo para que no busquen esa parte.

Muchas gracias :3

Edito por error del Code.

Acá dejo la tarea, último minuto, pero la dejo. Me llevó un año entender xD

Anne K. Haughton: Sectusempra. Acción 1— Turno 1.

Alessandro D'Angelo: Avis. (Detiene el Sectusempra) Acción 1— Turno 1.

 

Anne K. Haughton: Silencius. Acción 1— Turno 2.

Alessandro D'Angelo: Morphos. (Silenciado) Acción 1— Turno 1.

 

Anne K. Haughton: Morphos. (Serpiente muerde) Acción 2— Turno 2.

Alessandro D'Angelo: Morphos. (Contrarresta el veneno con el bezoar) Acción 1— Turno 2.

 

Anne K. Haughton: Sectusempra. Acción 1— Turno 2.

Alessandro D'Angelo: Avis. (Detiene el Sectusempra) Acción 1— Turno 3.

 

Anne K. Haughton: Sectusempra. Acción 1— Turno 4.

Alessandro D'Angelo: Protego. (Intercalación. Sectusempra impacta en el escudo mágico) Acción 1— Turno 4.

 

Anne K. Haughton: Expelliarmus. Acción 2— Turno 4.

Alessandro D'Angelo: Morphos. (Expelliarmus impacta en el perro) Acción 2— Turno 4.

No tenía la menor idea de por qué había aparecido en ese lugar, apenas cinco minutos atrás se encaminaba a su sala común cuando algo haló de ella, se sentía algo desorientada. Sus ojos marrones escanearon todo lo que la rodeaba; definitivamente nunca había estado ahí pero dedujo donde se encontraba. Ella y sus compañeros estaban dentro de un círculo mágico en una extraña dimensión de suelo rojo y nubes moradas, la dimensión de donde se creía que la magia provenía, Nexus. Su profesor los había traído a un interesante campo de batalla.

Suspiró aliviada, ese mismo día, por la mañana, había ordena a Jaslary que le sirviera algo de sangre porque ya no soportaba más su sed, la elfina casi baila de alegría al verse librada de volver a enfrentarse a su ama rogándole que se alimente. Los últimos días se la había pasado echada en cama negándose a ir a la Academia y amenazando con irse de nuevo a quien intentara persuadirla. Pero sus ansias de graduarse de una vez pudieron disuadirla de repetir Duelo.

La gran chalina azul que se enrollaba en su cuello le cubría casi todo el rostro, apenas podía vérsele los ojos. Se la quitó lentamente y la tiró a sus pies mientras escuchaba las indicaciones de su profesor. No tenía ganas de batirse en duelo con alguien pero supuso que no le quedaba otra opción. Ni loca me quedo en este maldito lugar, pensó la pelinegra haciendo dibujos en la arena rojiza con la punta de su bota negra.

Eva te acuerdas de mí? Seguro no xD

*¿Por qué quieres ser un Black? porque ya lo fui antes, y es la tercera vez que me reinscribo ;O;

*¿Por quién te gustaría ser adoptado? Por Blackie.

*¿Te comprometes a respetar las pautas/reglas/condiciones que has leído en este tópico? Sí... ahora sí xD

*¿A qué otra familia perteneces? Ni idea, ya me borraron de todo en lo que estaba metida.

*¿Cuál es tu Nick en harrylatino.com? No tengo, y si tengo ni me acuerdo... aunque creo que no.

*Bóveda de Personaje: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=85880

*¿Será tu familia sanguínea o adoptiva? Sanguínea, siempre lo ha sido.