Ficha de Lihue Black

[Lihué Black]

-- Ficha de Lihue Black --

-- Datos Personales:


Nombre del Personaje: Lihué Black

Sexo: Femenino

Edad: De apariencia joven, casi infantil, pero en realidad tiene aproximadamente 180 años.

Estado Civil: -

Nacionalidad: Nativo Americana

Familia(s):
* Familia 1
* Familia 2

Padre(s) Sanguíneo:--

Padre(s) Adoptivos: --

Trabajo: --


-- Poderes Mágicos:

Puntos de poder en objetos y pociones: 20

 

Hechizos adicionales:

Puntos de poder en criaturas:

Criaturas controlables en asaltos y duelos:

Habilidades Mágicas:
* Habilidad 1
* Habilidad 2
* Habilidad 3

Conocimientos Especiales:
* Conocimiento 1
* Conocimiento 2
* Conocimiento 3

Medallas: --




-- Perfil del Personaje:


Raza: Vampiro

Aspecto Físico:
De complexión delgada y menuda, pero bien tonificada. Cabello negro largo y sedoso, ojos grandes y oscuros; labios carnosos y nariz pequeña. De estatura baja, piel tostada, rasgos finos y delicados que contrastan con la mirada fría y astuta propia de una cazadora.

https://imgur.com/MvUv2jA

 

Cualidades Psicológicas:
Lihué es una mujer pragmática y eficiente, como buena cazadora. Es de corazón sincero, fiel a sus valores morales e ideales, aunque esto no significa que lo pensará dos veces antes de hacer lo necesario para su beneficio y supervivencia. Posee una profunda conexión con la naturaleza y el mundo espiritual, una característica que ha mantenido desde sus raíces como miembro de una tribu nativo americana. Cuenta con la sabiduría propia de alguien que ha caminado esta tierra por más años de los que debería, experiencia que ayudó a forjar su naturaleza cautelosa y prevenida. No se fía fácilmente, pero una vez que entra en confianza ofrece una amistad leal y sincera.

Historia:

Nació hace aproximadamente 180 años en las tierras que hoy en día se conocen como Arizona, EEUU, como miembro de la tribu Apache. Su madre era sanadora y su padre cazador, tenía un hermano mayor (Nahuel) y su mejor amiga Suki; ese era su círculo más cercano, vivían en una comunidad pequeña de no mas que 200 personas donde la vida era sencilla y tranquila. Lihué tenia 16 años en aquel entonces, su destino era convertirse en sanadora como su madre, aunque también disfrutaba ir de caza con Nahuel y su padre quienes le enseñaban la antigua tradición y secretos que habían pasado de generación en generación. Ese era su mundo y estaba muy a gusto con él, era una existencia simple pero feliz. O al menos así lo fue hasta aquel desafortunado día…
No lo vieron venir, jamás lo hubieran imaginado ni en sus sueños más salvajes, pues esta gente de piel pálida y cuerpos de acero no eran nada que la sabiduría de sus ancestros les podría haber prevenido. Llegaron al alba con los primeros rayos del sol, cuando el aire esta fresco pero tranquilo y los pájaros aclamando sus primeras sinfonías del día. En un parpadeo el sereno amanecer se transformó en absoluto caos; gritos desesperados, llantos desconsolados y el crepitar de las llamas que amenazaban con devorárselo todo. Lihué y su hermano lograron escapar a duras penas, lamentablemente tanto sus padres como Suki no fueron tan afortunados. Encontraron refugio en una cueva del desierto en la cual solían esconderse cuando eran niños, Nahuel apenas podía mantenerse en pie mientras que ella tenía que hacer un esfuerzo enorme para retener su concentración. Al anochecer, usando la oscuridad como su aliada, se atrevió a salir de la cueva en busca de agua, comida y plantas medicinales que necesitaría para ayudar a su hermano. El manto de la noche podría ayudarle a pasar desapercibida pero también podría convertirla en un blanco fácil para los depredadores, aún así no tenía más opción que arriesgarse.

Lihué conocía aquellas tierras como la palma de su mano, podía moverse en las sombras sin ningún problema por lo que tan solo le llevó unos minutos encontrar todo lo que necesitaba; evitó con toda su voluntad acercarse al área donde los restos del campamento le esperaban, no estaba lista para enfrentarse a esas imágenes que le acecharían de por vida. Apresurada por volver a la cueva Lihué no podía quitarse de encima la sensación de que alguien o algo le observaba. Dio unas cuantas vueltas adrede con la intención de perder a quien sea que le acechaba, cubriendo sus pasos y minimizando el impacto de su rastro al pasar, pero nada de esto sería suficiente para despistar a la criatura que le seguía desde las penumbras. Tras curar las heridas de Nahuel ambos comieron una cena sencilla que no hizo nada por apaciguar el hambre que rugía en sus estómagos, aun así, exhaustos como estaban, no tardaron en caer profundamente dormidos.


Un ligero quejido consiguió perturbar su sueño, tal vez porque sus sentidos continuaban alerta mientras que su conciencia descansaba, aun así le tomó un buen par de minutos dar sentido a la escena que se desenvolvía ante ella. Alguien, un hombre al parecer, se encontraba inclinado sobre su hermano con su rostro escondido en el cuello de Nahuel, quien a su vez parecía ser el autor de aquellos quejidos que le habían despertado. En un principio aquella escena no hizo más que desconcertarla, no podía dar sentido a lo que veía y su mente, ya sumida en una pesada niebla, no conseguía librarse de la confusión. No fue hasta que el hombre levantó su rostro que el horror paralizó sus músculos y finalmente pudo descifrar lo que estaba pasando: Sus labios embebidos en sangre, ojos oscuros teñidos de locura, dedos como garras aferrados a los hombros de Nahuel mientras que el chico yacía casi inconsciente con su cuello embadurnado en rojo escarlata. Lihué no pudo contener el chillido que se abrió paso de su garganta, había escuchado de tales criaturas en las historias que su madre le contaba, pero jamás se hubiera imaginado encontrarse cara a cara con uno de ellos.


En la tribu se encontraban protegidos; su madre no solo era sanadora sino que además poseía una conexión especial con los espíritus, algo que le otorgaba poderes que iban más allá de la comprensión humana, y ella los usaba para proteger a la comunidad de los peligros conocidos. Curiosamente estos no pudieron protegerles del ataque que los había llevado a esta situación, pues los Piel Pálida eran una amenazaba que ellos jamás habían enfrentado antes. Aún así siempre probaron ser sumamente efectivos con otros males, entre ellos los “chupasangre”, criaturas de la noche que se alimentaban de sangre humana y ocasionalmente eran responsables de la desaparición de algunos de sus miembros. Los rituales de protección que realizaba su madre los mantenían fuera de la tribu por las noches, cuando Lihué se atrevió a preguntar al respecto ella le respondió: “Son personas como tu y yo que han sido castigados por los espíritus, condenados a una eternidad en las penumbras”. No sabía por qué pero tan solo pensar en aquellas criaturas le congelaba la sangre, como sucesora de su madre, Lihué puso todo su esfuerzo en aprender los rituales de protección pues ella había sido bendecida con el mismo poder.

Sin embargo nada le podría haber preparado para tal encuentro, su cuerpo estaba paralizado y no parecía responder ante las alarmas que estallaban en su mente. La criatura actuó con rapidez abalanzándose sobre ella, sintió el pinchazo de los dientes al penetrar su garganta y como lentamente su fuerza vital parecía escurrirse entre sus dedos. En un momento de desesperación Lihué uso la poca concentración que le quedaba para proyectar en su enemigo uno de los rituales que su madre le había enseñado, para su sorpresa una potente ola de poder surgió de ella llevándose consigo a la criatura que, con desconcierto en su rostro, fue expulsado de la cueva. Aquel último esfuerzo drenó la poca energía que quedaba en ella, exhausta cayó inconsciente en el suelo de la cueva sin saber si volvería a despertar.


Al abrir los ojos supo inmediatamente que algo no estaba bien. La oscuridad se había apoderado de la cueva una vez más, aún así su visión nunca había sido tan clara y detallada. Al incorporarse notó que sus movimientos eran rápidos y certeros, no había ni rastro de la fatiga y el dolor que le habían atenazado el día anterior. Se sentía poderosa…, indestructible, imparable. Al chequear la herida que se había hecho en la pierna durante el ataque contemplo incrédula como ésta había desaparecido sin dejar siquiera una cicatriz, se volteó en busca de su hermano pero no había nadie más en aquella cueva que sí misma. No tardó en sumar dos más dos y darse cuenta de lo que había pasado, no tenía muy claro aún el cómo pero no le cabía duda de que ya no podía considerarse humana. Le gustase o no ahora era una criatura de la noche, aquellas a quienes había aprendido a temer y evitar a lo largo de su corta vida. Al salir de la cueva no tardó en encontrar a Nahuel, tan o más desorientado que ella, quien también había sido convertido en vampiro.

Les tomó un par de meses acomodarse a la nueva rutina, sus nuevas habilidades y características propias de una raza que les resultaba completamente ajena. Durante el día se mantenían ocultos en cuevas esperando a que el sol, ahora su principal enemigo, se ocultara; por las noches salían a cazar y su presa predilecta los Piel Pálida. La primera vez que cazaron juntos pasaron días rastreando al grupo que había asaltado su tribu, cuando los encontraron solo tuvieron que esperar hasta entrada la noche para atacar. Fue una masacre sangrienta y caótica, con el tiempo aprenderían a ser más discretos y eficientes haciendo uso de sus habilidades, conociendo poco a poco esta nueva naturaleza que les había tocado. ¿Su creador? Nunca supieron de él, jamás pudieron encontrarlo a pesar de que por meses lo intentaron con la esperanza de que alguien pudiera ofrecerles algo de información sobre esta vida que se habían visto forzados a llevar. Así pasaron los años, la primera década no fue más que una confusa nebulosa llena de emociones encontradas y nuevos impulsos difíciles de controlar. Viajaron por todo América, finalmente conocieron otros vampiros aunque descubrieron que, en su mayoría, no eran muy amigables; por lo general se los encontraba solos o en parejas, jamás habían visto más de dos vampiros viviendo o cazando juntos.


Después de la primera década juntos Nahuel decidió embarcarse en su propia aventura; para Lihué, sola por primera vez en su vida, fue la oportunidad que necesitaba para enfocarse en sus poderes, los que había heredado de su madre, aquella estrecha conexión con el mundo espiritual que solo parecía haber incrementado desde su transformación. Sentía este inmenso poder dentro suyo pero desconocía como acceder a él, los rituales que su madre le había enseñado funcionaban pero parecían ser un débil eco del verdadero alcance de sus poderes. Esta búsqueda le llevo por muchos caminos, algunos poco más que una completa pérdida de tiempo, pero otros sumamente productivos. Aprendió que este “poder” era comúnmente conocido como magia, que aquellos que poseían este don nacían con él y se les llamaba magos y brujas. De hecho descubrió que existía toda una comunidad mágica oculta bajo los pliegues de la sociedad nomag (personas sin magia), tenían su propio gobierno y hasta de hecho contaban con su propia escuela de magia: Ilvermorny.
Tomó cierta persistencia convencer a las autoridades para que le dejaran asistir a dicha escuela, y fue gracias a su profesor de Pociones que finalmente consiguió la aceptación que estaba buscando. El Profesor Harris, al notar su tenacidad y dedicación, decidió ayudarle con tan solo enseñarle una receta que cambiaría su vida: se trataba de una poción que le permitiría salir a la luz del sol y llevar una vida relativamente normal una vez más. Su tiempo en Ilvermorny fue una de las experiencias más significativas de su existencia, le otorgó un profundo sentimiento de pertenencia que había perdido aquel trágico día que perdió a su familia. Fue seleccionada en la casa Thunderbird, le asignaron su primera varita y le brindaron una educación que le permitiría desarrollar habilidades y poderes que jamás se hubiera imaginado sería capaz de dominar.


Al finalizar su educación, Lihué dedicó varias décadas de su vida dando origen a la Comunidad de Vampiros Mágicos, defendiendo sus derechos y lograr representación en el Ministerio de Magia. Con tiempo consiguieron aprobar una ley que permitiría a cualquier vampiro acceder a la poción de Luz de Día si así lo desearan, así como también Ilvermorny abrió sus puertas a estudiantes de distintas razas. Cinco décadas pasaron hasta que volvió a ver a su hermano, pero ahora apenas lo reconocía; su aspecto continuaba imperturbable por supuesto, pero su alma dejaba traslucir el paso del tiempo, que acentuaba los distintos caminos que habían tomado. Nahuel no compartía con ella el don de la magia y, por ende, no le apetecía saber nada sobre la comunidad en la cual Lihué se encontraba inmersa. Él por su cuenta se había involucrado con una poderosa banda de vampiros que defendían vastos territorios de caza en el sur; mientras que ella no había probado sangre humana directa de la vena en más de tres décadas. Al notar lo distintas que eran sus vidas decidieron que lo mejor sería que cada uno siguiera con lo suyo, se mantuvieron en contacto a través de cartas que a veces tardaban años en llegar, pero de un modo u otro siempre permanecieron en contacto.


Luego de aquel encuentro Lihué decidió que era tiempo de viajar, de explorar el mundo por así decirlo. Empezó por Sudamérica donde tuvo la oportunidad de reconectar con sus raíces nativo americanas, aprendió nuevas pociones y brebajes de varios usos medicinales. Desde allí viajo hasta Asia, su primera y más larga parada fue Japón. En cuanto supo de la existencia de Mahoutokoro decidió que no podría irse hasta conocer tal institución; Lihué solo deseaba seguir sumando a su fuente de conocimientos y, algún día, transformarse en una de las brujas más poderosas de su era. Estudió con ellos por más de 20 años, su Sensei (Kito) le enseño nuevas caras y facetas en el mundo de la magia que ni sabía que existían; poderes legendarios y magia más antigua de lo que ella se hubiera imaginado. También aprendió artes marciales con ellos, porque ningún guerrero esta completo si no entrena tanto el alma como su cuerpo. A través de las artes marciales también descubrió nuevas formas de acceder a su magia, a sus poderes que parecían no tener límite en lo que a incorporar nuevos conocimientos concernía.

Otros cien años pasarían antes de que Lihué pisara Londres por primera vez, tiempo que había sido bien invertido explorando Asia, el Medio Oriente y África. Ahora por fin había llegado a Europa; pasó poco tiempo en España, pero Francia logró cautivarla por un par de años más. Ahora en Inglaterra, lugar que llevaba décadas deseando conocer particularmente porque allí es donde se encontraba Hogwarts, una de las primeras escuelas de magia en la historia.




-- Pertenencias:



Objeto Mágico Legendario: --



Objetos Mágicos:

Clasificación A:

Clasificación AA:

 

Varita Mágica

Clasificación AAA:

Clasificación AAAA:

Clasificación AAAAA:


Pociones Mágicas:

Clasificación A:

Clasificación AA:

Clasificación AAA:

Clasificación AAAA:

Clasificación AAAAA:


Criaturas Mágicas:

Clasificación X:

Clasificación XX:

Clasificación XXX:

Clasificación XXXX:

Clasificación XXXXX:


Criaturas en la Reserva: --


Libros de Hechizos:

Libro:


Poderes de Criaturas:


Tipo de Poder:


Consumibles en Batallas:


Nombre:




Elfos:
* Elfo 1: Describir
* Elfo 2: Describir
Si no se tiene, poner --




-- Licencias, Tasas y Registros:


Licencia de Aparición:

Licencia de Vuelo de Escoba:

Personajes Secundarios: incluirá un enlace a la ficha de aquellos personajes aprobados en el registro de personajes secundarios. Sólo puedes tener un máximo de 5 de ellos, sean compartidos o no.
* Personaje 1
* Personaje 2
* Personaje 3
* Personaje 4
* Personaje 5




-- Otros Datos:



Otros datos:
Cronología de cargos:
Caso de que quieran detallarse cargos rolísticos del personaje.

Premios y reconocimientos:
Caso de que quieran detallarse premios y reconocimientos al personaje.




Links de Interés Referentes al Personaje:


Link al Perfil de Comprador MM: --
Link a Bóveda Personal: Bóveda nº XXXXX
Link a Bóveda Trastero: Bóveda nº XXXXX
Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX
Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia XXXXXXXX.
Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.

Editado 31 de Agosto del 2020 por Ellie Moody

[Ellie Moody]

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Objetos Mágicos:
Certificados por el Ministerio de Magia.

 

El Ministerio de Magia informa el personaje de Lihué Black ha sido aprobado con el siguiente objeto.

Objeto: Varita mágica.
Clasificación: AA
Puntos: 20
Total de puntos: 20

De acuerdo a lo especificado en el Manual de Rol, en su apartado de fichas de personajes, las fichas nuevas solamente pueden tener una varita mágica, para añadir más objetos y criaturas mágicas o no mágicas, podrás adquirilos en el Magic Mall.

Si aún no lo has hecho, no olvides inscribirte en la Universidad, te ayudará a mejorar todos los aspectos de tu personaje. Puedes hacerlo en Oficina de Inscripciones y hasta que te gradúes, tu rango social será el de Aprendiz y el Bando será neutral.

A los personajes inventados, es decir, que no son manejados por una cuenta, se les pone el ** para diferenciarlos. Recuerda que no puedes editar tu la ficha. Tienes que hacer postear de nuevo, aunque la primera vez que pidas una modificación hagas doble posteo para solicitar el cambio, el cual será realizado por un moderador. De esa forma vemos que no tengas cosas ilegales. No olvides echar un vistazo al Manual de Rol para conocer todas las reglas del juego.

Atentamente:
Ellie Moody
Moderador(a) de HarryLatino.org

Editado 31 de Agosto del 2020 por Ellie Moody