Meteorología y Primeros Auxilios

[Bodrik]

Escuchó atentamente todo lo que Anne tenía que decir respecto a la utilización de la magia relacionada con el Clima y se sintió bastante tranquila sabiendo que la mujer actuaria de forma prudente, pues si bien ella como Paladín estaba a favor de la utilización de rayos y demás hechizos para el combate, era consiente que se debía ser prudente a la hora de usarlos en lugares poblados. -Perfecto- fue su única respuesta.

 

Después le vio practicar el hechizo del tornado y sonrió recordándose a sí misma la primera vez que utilizo aquel hechizo en la clase de Meteorología que su abuelo dictaba y que Bodrik sospechaba, había sido su última clase como maestro de tema. Ahora bien, después de practicar un poco a Bodrik le funcionaba bastante bien l hechizo- No te preocupes de nada, con practica todo se puede lograr- dijo a verla- es un tornado bastante decente.

 

-Así es, no podemos excedernos con el uso de estos hechizos pues como bien mencionas pueden existir daños con los excesos, así que más nos vale no pasarnos demasiado, pero no soy de las que se contienen en espacio más abiertos, pero he de admitir que hechizos como los que crean lluvia son más fáciles de utilizar dentro de un espacio cerrado como cuando se usan los hechizos en las ventanas del ministerio, pero con años de práctica incluso podemos crear una torna en el desierto- respondió.

 

Realmente no era consciente de la razón por la que había decidido no usar hechizos fuertes en esta clase, tal vez tendría algo que ver con la muerte de su abuelo, o tal vez era por la actitud de sus alumnos en la clase anterior, pero lo cierto es que, en comparación a las anteriores, Este curso se había convertido en algo más tranquilo: aunque con hechizos igual de importantes. -Ahora practicaremos otros hechizos que nos servirán en algunas ocasiones y que también necesitan años d practica- agregó.

 

la lluvia aumentaba de a poco mojando todo a su alrededor, pero gracias a la Burbuja que les cubría no había una sola gota que les pudiera mojar en ese momento, sin embargo, aún había algunas cosas importantes que aprender en la aplicación de la meteorología. -Ventus -Pronunció y con un suave movimiento de varita aprecio una fuerte ráfaga de viento en dirección de una especie de pilar que se veía desde su posición haciéndolos tambalear.

 

Una manera adecuada para enseñar seria agregando un poco de teoría. -El aire, es como cualquier fluido o materia, y por ello es atraído por la gravedad terrestre, es decir, pesa y por tanto los puntos que están más abajo, en la atmósfera, soportan el peso de los que están encima- ¿estaría muy complicada la cosa? – entonces entre más abajo estén soportarán más peso, en otras palabras, hay más presión. – su respiración se hizo continua – Además es importante recordar el concento del caos que mencione en un principio y de ese modo podemos predecir un estado final a partir de uno inicial, teniendo en cuenta el notable deterioro con el paso del tiempo ya que las pequeñísimas e inevitables variaciones pueden amplificarse de una manera extraordinaria y a su vez puede disminuir.- sonrió pues tal vez lo que acaba de decir complementaria un poco su respuesta sobre la intensidad de los hechizos climáticos.

 

-Es Importante que conozcamos también algo de historia sobre los estudios atmosféricos y su utilización- Comenzó sabiendo que gracias a la burbuja que las protegía podía escucharla perfectamente- Desde la más remota antigüedad se tiene constancia de la observación de los cambios en la atmósfera y de otros componentes asociados con el movimiento de los astros, con las estaciones del año y con fenómenos relacionados. – Esperaba que comprendiera la maravillosa coincidencia entre la Astronomía y la Meteorología – Todo está conectado– continuó.

 

-Desde la Antigüedad los egipcios asociaban los ciclos de crecida del Nilo con los movimientos de las estrellas explicados por los movimientos de los dioses, mientras que los babilonios predecían el tiempo guiándose por el aspecto del cielo. – no quería que la clase terminara tan solo en un montón de hechizos sin razón.

 

-Supongo que tu como experta en historia de magia, apreciarías un poco de historia en nuestra clase- Bodrik era sin duda una chica muy académica y esa pasión la heredo sin duda de Adriano Wallace que siempre le regalaba libros y objetos valiosos que aumentaban su curiosidad; además de vestidos hermosos. Su abuela Cye era responsable de su amor por la naturaleza y las pociones.

 

- Existe un hechizo idóneo para frenar las malas condiciones climáticas y espero que lo encuentres verdaderamente útil. -Meteoro embrujo recanto- dijo con potencia para que Anne no se perdiese aquel importante hechizo con la fuerza de este embrujo que señalaba directamente a la nube que las cubría por completo volviera a la normalidad dejando que el cielo comenzara a despejarse.

 

- Lo más importante que puedes aprender sobre el manejo de la Meteorología es detener el mal Clima. - explicó – este embrujo proviene de la palabra griega metéōron, y del latín recantare que significa retirar o retractar.

 

-Intenta el hechizo también- murmuró tratando de parecer muy calmada y señalando el viento provocado anteriormente.

 

Con la meteorología incluso podrían hacer nevar y otros hechizos que quizá plantearía en alguna otra ocasión, pero por ahora estaba satisfecha con el curso tal como estaba pues se enfocaba mucho a los intereses de la Gaunt.

 

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[Anne Gaunt M.]

Bodrik alabó su intento de tornado, cosa que satisfizo interiormente a la Gaunt. Sabía que debía mejorarlo con el tiempo, pero precisamente era eso lo que más requisaba el dominio de la magia. Tiempo. Y práctica. Ella invertía ambas cosas tanto como le permitía su trabajo, incluso a veces más. Y luego por eso desaparecía largos periodos en los que se esforzaba por hacer todo lo que le había quedado pendiente.

 

Luego asintió ante la respuesta que había dado a su pregunta, y le complació comprobar que su intuición la había acercado bastante a la respuesta correcta. Escuchó las palabras de la Lockhart con atención mientras asentía de vez en cuando en su dirección.

 

Bodrik hizo entonces otra demostración mandando una ráfaga de aire. Anne guardó aquel término en su mente para practicarlo más tarde. Sonrió ante la mención de su propia especialidad y asintió con más vigor: la historia estaba tan conectada a cualquier materia que se sentía constantemente en aprendizaje.

 

Cambió entonces de tema hablando de lo que, destacó, era muy importante en la magia meteorológica: detener el mal tiempo. Realizó el hechizo y luego la mandó probar. Anne parpadeó durante un par de segundos y luego rió.

 

— Uff... está bien, lo intentaré. Veamos... —miró en la dirección hacia la que Bodrik había conjurado el viento anteriormente y se concentró, varita en alto—. Meteoro embrujo recanto.

 

Dejó de respirar durante un segundo. Y luego soltó todo el aire de golpe, en un profundo suspiro, al comprobar que el viento seguía aullando con la misma fuerza.

 

— Demonios... no ha salido bien. Déjame probar de nuevo, puedo hacerlo.

 

Dejó la vista fija en un punto sin determinar del horizonte, allá donde supuestamente debía obrar su magia. Ver a Bodrik realizar aquella magia hacía parecer todo sencillo, pero jamás había imaginado que la meteorología requisiera tanta concentración y atención. No quería fallarle, así que tragó saliva y se preparó de nuevo.

 

— Meteoro embrujo recanto.

 

Aunque al principio parecía que todo seguiría igual, se dio cuenta de que el viento cesaba lentamente hasta que desapareció. Miró a Bodrik, sonriente.

 

— Bueno, ya estaba preparada para intentarlo otra vez pero... parece que funcionó.