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Historia de la Magia


Anne Gaunt M.
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Dennis y Jeremy no parecían tener muy buena relación. Vamos, le constaba que no era así. Se divertía viendo cómo se atacaban verbalmente a cada momento y, aunque sabía que su deber era detener aquellos enfrentamientos, no se sentía en disposición de hacerlo mientras no afectara a su prometido. A ver, cada cual barría para su casa...

 

Miró a Dennis, pensativa.

 

No estoy segura de si entiendo lo que me dices —le respondió—. No creo que haya un momento concreto, a parte de las guerras mágicas, que marque nuestra era mágica actual, sinceramente. Quizás la derrota de Grindelwald a manos de Dumbledore. O quizás un cúmulo de logros y descubrimientos por parte de numerosos magos y brujas... pero... ¿un hecho concreto? Siento no poder ayudarte mucho con eso, querida.

 

Luego miró a Jeremy y su idea sobre la quema de brujas. Seguro que quería cocinar a su cuñada a fuego lento... la idea la hizo sonreir mientras sacudía la cabeza. Pareció que Dennis entendía lo mismo y volvieron a enzarzarse.

 

Me has dado una idea, cariño —dio una palmada, decidida. Caminó hacia un extremo de la sala, como siempre y, con la varita en mano, comenzó a conjurar el portal. «Fulgura Nox», pensó. Y el aire frente a ella vibró de repente cuando la energía mágica comenzó a crear un portal que parecía líquido, de un tono plateado de lo más llamativo. Anne contempló su pequeña obra, satisfecha—. Chicos, esta vez no vamos a viajar en el tiempo, sino en el espacio. Vamos a visitar un instituto de magia del otro lado del charco: vamos al instituto de las Brujas de Salem.

 

Se colocó junto al portal y lo señaló mirando, sonriente, a sus alumnos.

 

Tengo una conocida allí con quien podríamos hablar. Quizás podríais hacerle algunas preguntas, es sabia y encantadora. O así la recuerdo yo, a saber qué ha sido de ella con el paso de los años. En fin... ¿dudas? Si no hay ninguna, vamos. Yo os sigo.

 

Les indicó que les tocaba pasar delante de ella y, mientras aguardaba para cruzar el portal ella misma, pensó hasta qué punto era aquello buena idea. La magia de aquel lugar era oscura y antigua, y sus alumnos... bueno, Dennis y Jeremy concretamente, iban más centrados en pelearse entre ellos que en lo que pasara a su alrededor. ¿Y si alguien los incitaba a hacer algo que no debían?

 

 

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La rubia dejó de prestarle atención al pesado del Askar para escuchar a su profesora, no se imaginaba cómo sería cuando su novia le llegará con la noticia de la boda cuando fuera el momento, mínimo explotar de rabia y ella estaría en primera fila para ver aquel hecho, no pudo evitar esbozar una sonrisa al imaginar ese suceso por parte del engreído de Jeremy.

 

Escuchó atentamente cada palabra de Anne sobre que aparte de las guerras mágicas no recordaba un solo hecho en concreto que fuese de relevancia histórica, la mayoría habían sido secuencias de momentos que llevaron a algo grande en la magia o fuertes batallas que dejaron muerte y tristeza a su paso para abrirse a un nuevo amanecer de luz para la comunidad mágica. Suspiro ante aquello, la verdad si te ponías a pensar las cosas buenas tomaban tiempo y esfuerzo para obtener grandes resultados sin embargo la maldad solo necesitaba de acabar con una cantidad considerable de vidas en un segundo para lograr su cometido.

 

De pronto la Gaunt tuvo una idea sobre a donde trasladar su clase y abriendo un fulgura nox les indico que irían al instituto de brujas de Salem, la verdad no había escuchado mayor cosa sobre ese instituto lo cual le provocó bastante curiosidad, por lo que cuando les insto a que atravesaran el portal se levantó sin dudarlo y cruzó aquel portal con el destino antes mencionado preguntandose qué de interesante podría encontrar allí aparte de lo que ya la historia había hablado sobre ese punto geográfico con respecto a las brujas.

 

Luego de atravesar el portal se encontró en un edificio de fina arquitectura mezcla de colonial y a la vez tratando de incluir modernidad, largos pasillos veía por el momento custodiados a lado y lado por altas columnas, el lugar era bastante amplio y parecían haber salido justo junto a uno de los patios de aquel lugar, al otro extremo de donde se encontraban se veían jóvenes que por lo visto y por los libros en sus manos se disponían a ir a clase, ojala la presencia de los recién llegados no fuera causa de disgusto.

Editado por Dennis Delacour

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Jeremy sonrió a su mujer hasta que la escucho decir que no viajarían en el tiempo. Su sonrisa se borró y fue reemplazada por un ceño fruncido. ¿Cómo que no iban a viajar en el tiempo? ¿Dónde quedaba la idea de perder a Dennis en alguna década pasada? Casi grita su protesta en absoluto desacuerdo, cuando vio el vórtice ya formado, a la espera de que pasaran por él. No, no y no.

 

-Anne… -Dijo cuándo Dennis ya había pasado hacia el otro lado y no podía escucharlos - ¿Qué haces? ¿Porque no viajamos a la Salem donde quemaban las brujas?

 

No era un reproche, bueno… Si lo era. ¿Cómo le hacía eso? El vampiro estaba indignado y no lo oculto. Miro de forma diabólica a la Gaunt para que supiera que estaban en problemas. No le dejaría pasar así nada más, aquella ofensa sobre su persona. Porque así lo había tomado. ¿Que la llevaba a proteger a la Delacour? ¡Como si nunca nadie hubiera muerto en una clase! ¡Por dios! Una idea se empezó a formar en su mente. “Pero no puede ser que se haya enterado tan pronto” Pensó sintiendo que se le subía la tensión.

 

-A veces me dan ganas de... -Dejó la frase en el aire, acercándose al oído de la bruja para que lo escuchara muy bien al completarla- lanzarte un buen hechizo. Vaya forma de castigarme que tienes, ¿Alguien te llegó con rumores, amor mío? - Una vez que la idea se había formado en la mente del rubio, no tenía otra explicación coherente a la decisión tomada por su mujer - Acaso ¿La protegerás? Pues no voy a permitirlo -Continuo sin dejarla hablar - ¡Nunca!

 

Si. Jeremy estaba ganándose su sentencia a muerte. Estaba tan encerrado en sus ganas de matar a la Delacour que no se había puesto a pensar con claridad los beneficios de ir a un colegio histórico donde aprendería magia antigua, o el conocer a una bruja colega de Anne que le daría un poco de luz al pasado de la mujer que amaba. Ya tenía claro que había tenido un romance con un tal Amadou Bahati, aunque no se lo había confesado como tal. Solo eran suposiciones que había sacado por su cuenta cuando vio el trato de ambos.

 

-No esperaba que te pusieras de su lado, porque todo aquello es cosa del pasado… Ya no hay nada entre ella y yo -Le explico tratando de que Binny no escuchara. Aunque la Evans parecía no estar prestando atención a nada en particular.

 

Sin esperar mucho tiempo la respuesta de la Gaunt, el vampiro decidió cruzar el umbral para encontrarse en la Salem actual. No estaba contento, pero aquel lugar con un simple vistazo le dio una idea genial. Esperaba poder llevarlo a cabo sin mayores riesgos. No había mucho tiempo para perder.

 

 

 

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Dennis atravesó el Portal y Anne indicó a Jeremy que la siguiera cuando éste, con gesto enfadado, se encaró con ella. La Gaunt enarcó una ceja y puso los brazos en jarras, mirando fijamente a su prometido.

 

¿Disculpa? —preguntó, intentando mantener la calma mientras notaba las miradas de todos y cada uno de los personajes de los cuadros de la pared posados en ellos dos. Y eso sin olvidar que BInny seguía allí...—. Creo que no tengo que darte explicaciones sobre mi clase. Y más allá de eso, tú como profesor debes saber que... ¿qué, QUÉ? ¿DE QUÉ?

 

La última pregunta fue más bien un grito ante aquella frase de "A veces me dan ganas de...". Sentía que la mano izquierda, con la que sostenía aún la varita, le temblaba a causa de la fuerza que estaba empleando en el agarre de ésta.

 

Antes de que tu hechizo saliera de la varita estarías muerto, Triviani —le susurró, aprovechando la poca distancia que había entre ambos. Pero su furia, de repente, quedó sustituída por una enorme curiosidad. ¿De qué se suponía que debía enterarse? Le miró con extrañeza, sin saber qué decirle. ¿Protegerla, decía? Pero... ¿qué pasaba en la cabeza del ruso? Parpadeó varias veces mientras le dejó seguir divagando. Y como él siguió hablando, ella seguía atenta para ver si lograba averiguar de qué estaba hablando. Se sintió tentada de usar la Legilimancia. ¿Y si...? Lo hizo, con precaución, para que él no lo notara. Nada más rozar la mente de su amado, pudo leer el pensamiento que tenía de su amigo Amadou.. ¡Pero qué disparate! Como si de un resorte se tratara, Anne abandonó la cabeza de Jeremy mientras sentía que se le sonrojaban las mejillas. Y de repente...

 

¿Ella y yo? ¿Quién era "ella"? Abrió la boca para volver a gritarle justo cuando él atravesaba el portal, dejándola sola en el aula. Bueno, con Binny, pero ésta parecía ensimismada en sus propios pensamientos y no atenta a la clase.

 

¿Problemas en el paraíso, profesora Gaunt? —preguntó una voz masculina desde la pared. No sabía qué cuadro era, pero tampoco le importaba en aquel momento. Necesitaba agarrar del cuello a Jeremy.

 

Cállate, momia.

 

En un par de zancadas, alcanzó el portal y lo atravesó.

 

Las paredes del instituto de Salem la recibieron con el cambio de clima correspondiente. Dennis ya estaba allí, y también Jeremy, hacia el que se dirigió dando fuertes pisotones en el pasillo.

 

¿Quién es ella? O sea, ¿qué es lo que supuestamente he averiguado? Dímelo por las buenas, Triviani, o te juro que te estrangulo aquí mismo sin necesidad de usar la magia.

 

— ¿Anne? ¡Anne!

 

Ya estaba alzando el brazo para agarrar al hombre por la pechera cuando una voz femenina pronunciando su nombre la hizo quedarse congelada, con el brazo extendido. Giró la cabeza para observar cómo Maiara Parker caminaba hacia ella con los brazos abiertos, como invitándola a acercarse para abrazarla. Anne recompuso su gesto de inmediato y carraspeó con la garganta, esperando que su amiga no hubiera notado que estaba a punto de estrangular a Jeremy allí, en los pasillos de su instituto.

 

Maiara era una mujer cercana al medio siglo de edad con la piel clara y los ojos sorprendentemente oscuros. Algunas arrugas cruzaban su redondeado rostro y otras quedaban ocultas tras su larga melena rizada, que le caía a ambos lados de la cara de forma elegante y llamativa. Era un poco más alta que la Gaunt, pero de constitución similar. Iba ataviada con una túnica negra con adornos rosáceos, y una capa de la misma tonalidad clara que arrastraba tras de sí. Abrazó a la Gaunt mientras ésta correspondía el gesto, y luego observó a Jeremy y Dennis con una amplia sonrisa que dejó a la vista unos dientes perfectamente blancos y con los incisivos centrales superiores ligeramente separados.

 

¿Qué te trae por aquí, mi querida amiga? —dijo ella. Se notaba su acento americano al hablar, aunque había otro deje extranjero difícil de reconocer.

 

Lástima que nos hayas visto antes de que yo te buscara a ti, Maiara. Déjame presentarte a mis alumnos... ella es Dennis Delacour, y él es Jeremy Triviani quien, además, es mi prometido... de momento —los presentó, mirando de reojo al Triviani al pronunciar las últimas palabras—. Ella es Maiara Parker, profesora de Magia Antigua aquí, en el instituto de las brujas de Salem. Es un equivalente a nuestra Historia de la Magia, más o menos. Digamos que es una colega de profesión. Amiga, veníamos a visitar la institución y a que solventes cualquier curiosidad que tengan mis chicos. ¿Te viene bien?

 

Por supuestísimo. Seguidme, os llevaré al patio central.

 

Les indicó que la siguieran y Anne les hizo un gesto con la cabeza para que reanudaran el camino. La siguieron por varios corredores hasta que desembocaron en un amplísimo patio con árboles repartidos por todas partes y bancos de piedra clara sobre un cesped claro y bien cortado. Había grupos de alumnos por todas partes.

 

Y bien... ¿en qué puedo ayudaros, chicos? Contadme. Y por cierto, Jeremy era tu nombre, ¿no? Te acompaño en el sentimiento —le dijo, guiñándole un ojo. Anne le lanzó un manotazo dirigido al brazo que ella esquivó entre risas.

 

 

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Jeremy observó a los estudiantes del colegio con el entrecejo fruncido como si tuvieran la culpa de todo. En realidad, quería matar a Dennis pero ya no tanto como quería seguir cantándoles cuatros frescas a su mujer. ¿Porque siempre se ponía del lado de los demás? ¿No era suficiente que la amara por sobre todas las cosas? Por lo que veía no. Descartó seguir con el tema a pesar de los miles de refutes que tenía para hacerle. Debería hablarlo cuando estuvieran solos y tranquilos. Pero no contaba con que Anne tuviera otros planes más inmediatos.

 

El vampiro dejó de mirar a los chicos para centrarse en la Gaunt que había traspasado el vórtice y se acercaba a él con expresión de furia. Se preparó para recibir el golpe, pero no pasó nada, porque una voz amigable interrumpió el momento. ¡Y lo salvó! Por las dudas la mano del rubio tomo su varita de la cintura para tenerla mucho más cerca de él. Era de suma importancia que la única muerte de la clase fuera la de Dennis. No la suya. D:

 

-Es un placer. Señorita, Parker -Respondió sonriendo, ignorando la puya de Anne con “prometido de momento” como si fuera a hacerle fácil dejarlo. Claro que no pasaría porque no iba a permitirlo.

 

Dennis parecía extrañamente silenciosa. Lo que le pareció raro. Si nunca se quedaba callada. Siempre tenía algo para decir. Mucho más si era en su contra. Así se llevaban. Lo único bueno que podía ver el vampiro es que Maiara los había invitado a seguirla para explorar mejor el terreno. Era un lugar impresionante. Aprovecho para quedarse rezagado. Había muchos alumnos por todas partes. Toco a uno de ellos en el brazo como por casualidad, dejándole la marca de sangre con forma de conejo.

 

-Obedire -Susurro para que funcionara mientras seguía a las brujas.

 

Al llegar al patio central donde se extendía un campo con árboles, el Triviani se paró cerca de Anne y la tocó con la varita para ver si estallaba de furia. Mientras escuchaba las palabras de Maiara y asintiendo a su pregunta sobre el nombre. No pudo hacer otra cosa que sonreír antes de responderle… porque era obvio que iba a responderle.

 

-Gracias, Parker. Es una batalla constante… pero tiene su recompensa - Sonrió más ampliamente mirando a la Gaunt. Bueno, estaban a dos minutos de matarse, pero todo podía pasar.

 

Lánzale a Dennis un Desmaius” le ordenó al chico que había marcado. Mientras miraba se dirigía a la profesora para poder hablarle.

- ¿Desde cuál perspectiva cuenta la historia, profesora? ¿Cómo cuentan el comienzo? ¿Un accidente genético o un regalo divino? -Realmente le importaban esas cuestiones.

 

 

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Había guardado silencio desde que había cruzado el portal debido a que estaba apreciando el lugar en pleno, además quería ignorar al Askar para evitarse molestias aunque el hecho de que cuando Anne cruzó el portal se dirigió en dirección del rubio con gesto molesto fue bastante difícil de ignorar, pero lo que hubiese podido pasar quedó suspendido en el aire cuando una voz pronunció el nombre de la Gaunt acercándose.

 

Escucho a Anne presentar a su amiga del instituto de Salem, vio como su cuñado saludaba y después de que cerró la boca ella procedió a responder al saludo de la mujer, — Un gusto conocerla, por lo que comentó Anne es una persona que tiene mucha información que nos puede ser útil en la clase — dijo dedicandole una sonrisa a la bruja que amablemente los recibia.

 

Camino rumbo al patio con su grupo, era un lugar bastante acogedor para conversar. Prestó atención a la pregunta que hacía el rubio cuando vio venir un rayo en su dirección —Protego — dijo inmediatamente absorbiendo el daño, hubiese podido usar el salvaguarda si detrás suyo estuviera el Askar, así al atravesarla el rayo le daría a él pero no podía poner en riesgo a los alumnos aunque eso no le había importado a Jeremy que de seguro había sido el causante de aquel ataque. Empuñando su varita pensó — Maldición — si él iba a hacer las cosas difíciles ella hará lo mismo.

 

Después de aquella acción, el alumno estaba algo confundido — vaya creo que alguien practicando perdió el control — dijo al grupo aunque la sonrisa socarrona en la cara del mago dejaba muy claro quien había sido el culpable. — Sra Parker, me gustaría preguntar con respecto a la historia de Salem, teniendo tales poderes mágicos porque se dejaron perder tantas vidas en los juicios que se hicieron hace siglos contra las brujas en ese lugar? — le causaba curiosidad teniendo en cuenta los poderes de la magia que hubieran dejado morir miembros de aquelarres o demás grupos mágicos.

 

Anne se veía aún molesta con el mago así que de seguro no le importaba en lo más mínimo lo que el hiciera en ese lugar, pero ella no estaba dispuesta a aguantar las tonterías del rubio.

 

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