Patri vs Syrius

[Jank Dayne]

¡Bienvenidos a la primera edición de los Duelos Relámpago!

 

En este duelo se enfrentarán Patri L. Gryffindor vs Syrius McGonagall

 

Recompensas a obtener:

 

4000 G por participar, siempre que el duelo haya sido activo (*)

+ 2000 G por ganar el duelo.

+ 10000 G a los dos participantes del mejor duelo. Este premio será entregado por la Comisión de Jueces.

(*) Un duelo activo implica que el participante tenga al menos 6 rondas de duelo, (6 posteos por cada participante). Nos reservamos el modificar el premio de actividad en cada duelo, es decir, que en caso de que no se cumpla con las 6 rondas analizaremos el duelo y definiremos el premio de actividad. Quien abandone un duelo no llevará premio.

Reglas:

• El duelo tendrá una duración de dos semanas, a partir de la apertura del topic.
• El primer jugador en postear en el topic podrá describir el escenario en donde se llevará a cabo el duelo. El otro jugador podrá complementar la descripción del escenario, pero sin contradecir el rol previo.
• En al menos uno de los roles de cada oponente debe hacerse mención de un relámpago (solo como detalle rolistico, no interfiere en el duelo).
• En caso de existir una duda o error durante el duelo, éste debe presentarse en el Tablón de Dudas de la Sala de Duelos Mágicos o usarse dentro del rol. No se aceptarán reclamos acerca de errores en el duelo que fueron aceptados por el oponente.
• Solo los miembros de la Comisión de Jueces podrán atender dichas dudas.
• No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece.
• No está permitido el uso de objetos consumibles.
• Pueden hacer uso de sus libros de hechizos excepto los de Libro del Caos y/o el Libro de las Auras.
• Pueden detallarse los Puntos de Poder y Puntos de Vida durante los posteos para ir practicando, aunque no es obligatorio.
• Los hechizos que podrán usar serán los conformes al rango del rival cuyo nivel sea más bajo.

Editado 12 de Abril del 2020 por Jank Dayne

[Syrius McGonagall]

Matt Ironwood.

 

 

El agua fría del Pacífico bañó sus pies descalzos mientras sentía como la arena humedecida se metía en el espacio entre sus dedos. El ojiazul se dejó embriagar por el aroma a océano que envolvía aquella peculiar playa, hincho sus pulmones del vigorizante aire salino y sonrió, los Ironwood nacieron como gente del mar y era allí donde pertenecían.

 

Dejó que la espuma blanca de la siguiente ola llegara hasta su rodilla mojando el inició de la bermuda cargo color verde musgo que había escogido para aquel importante evento al que se había unido y enfilo sus pasos nuevamente hacia la arena de la playa. Aquel lugar era muy especial y querido por el castaño, el azul verdoso del mar contrastaba con el intenso color rojo de la arena y de los barrancos que bordeaban por tres lados aquella playa.

 

La enorme cantidad de hierro en el sedimento era el causante de aquella tonalidad, que no hacia más que intensificarse cuando se comparaba con el exuberante verde que crecía en las cimas de los acantilados, la jungla lluviosa de Maui exaltaba vida. Cuatro metros encima de su cabeza imponentes árboles Koa crecían hacia los cielos con sus nudos troncos de madera oscura compitiendo con los Olapa en altura.

 

Matt distinguió los extensos racimos de pequeños frutos amarillos que colgaban de las palmeas Loulu que crecían junto a Alulas y por doquier se veía los brillantes colores de las diversas orquideas que crecían en aquella isla, que si no fuera por el intenso aroma del océano la dulce fragancia de aquellas flores llegaría sin duda hacia el mago.

 

Mientras cruzaba por sobre una gruesa rama de Koa que reposaba podrida sobre la arena sintió el trinar de las distintas aves que habitaban aquellos bosques, conocía cada uno de sus sonidos y sin necesidad de verlas sabía que tipo de pájaros estarían por presenciar aquel duelo.

 

Mas cerca, a un par de metros el desafinado vocalizar de un grupo de gaviotas que reposaba sobre un grupo de afloramientos basalticos golpeado por el embate del Pacífico llamó su atención. El duelo estaba por comenzar, su contrincante no tardaría en llegar y debía estar preparado.

 

Se posicionó en un sector limpio de arena dejando unos cincos metros de espacio entre su izquierda y los barrancos y tres metros entre su derecha y el mar. La brisa agitó la clásica camisa hawaiiana que llevaba desprendida, que aparte de las bermudas era la única otra prenda que llevaba consigo.

 

-Bienvenida a la playa de Kaihalulu – le sonrió a la bruja en cuanto apareció y mantenía una distancia prudencial para la realización del duelo – Matt Ironwood – se presentó, uno nunca debía olvidarse de los modales.

 

 

-Incárserus – susurró el mago apuntando con la varita su rival.

 

Tres gruesas cuerdas de cáñamo salieron despedidas de su varita y de impactar sobre le cuerpo de Patri atarían sus piernas y manos al torso.

[Patri Gryffindor L]

Patri Gryffindor L

 

El lugar escogido por su adversario era bonito. Sin embargo, se encontraban demasiado cerca de la playa para su gusto. La arena mojada, embarraba sus botas dificultándole un poco el caminar; y la pegajosa brisa, hacía que su atuendo, unos simples tejanos oscuros y una fina camisa azul; se adhirieran a su cuerpo como una segunda piel. Sólo de pensarlo empezó a sudar. Aunque eso no era cierto, al menos no del todo, puesto que ya estaba sudando y no por la calidez del ambiente, sino por los nervios que le propiciaba aquel inminente duelo. ¿En que estaba pensando cuando se inscribió en aquel est****o torneo?

 

Lo cierto es que se descubrió a sí misma más interesada en el paisaje de lo que realmente estaba, sólo por alargar aquel comienzo de duelo y así evitar la mirada de su rival. Estaba tan ensimismada que dio un pequeño respingo al escuchar el sonido de su voz.

 

- Um... Esto... Sí. Nunca había estado aquí. - Respondió. Aquello era evidente, por el interés y el perplejismo del rostro de la bruja, por lo que se sonrojó seguidamente - Mi nombre es Patricia Gryffindor Lockhart.

 

Y justo después empezó el duelo, tal vez demasiado pronto para que la joven supiera como reaccionar. El joven susurró el hechizo de manera segura y Patricia pegó otro respingo al sobresaltarse. Sin embargo, no ocurrió nada. Un segundo después la bruja descubrió el porqué. El joven se había confundido al pronunciar el nombre del conjuro sustituyendo una "c" por una "s". Eso hizo que rompiera a reír divertida y se sintiera más tranquila. Al parecer no era la única que estaba nerviosa.

 

Decidió entonces empezar el duelo ella. Pensó en la odiosa arena y en lo que le molestaba y entonces lo tuvo claro: - Incendio - susurró apuntando hacia unas finas ramas que se encontraban a pocos metros de Matt, sobre la arena. Estas prendieron rápidamente y pronto, unas vivas llamas comenzaron a rodear al mago, marchitando la arena a su paso. Con un poco de suerte, pronto alcanzarían también al joven.

 

@@Syrius McGonagall

 

PD: me he salido un poco por la tangente

[Syrius McGonagall]

Matt Ironwood.

 

 

Para sorpresa del castaño la bruja decidió no defenderse de su ataque, por lo cual tras recorrer la distancia que separaba a ambos duelistas, sus tres cuerdas impactaron en su contrincante. Dos de ella rápidamente rodearon su torso sujetando con extrema firmeza sus manos al mismo, ahora la chica tendría serie problemas con manejar su varita a gusto; mientras que la última cuerda viajó directamente hacia sus piernas, atándolas juntas provocando que la mujer perdiera el equilibrio y cayera sobre la húmeda arena rojiza de la playa.

 

Más irrealista le pareció observar la respuesta de la Gryffindor, observó como las llamas brotaban de su varita pero al estar atada de manos y en el suelo las mismas se desviaron de su principal objetivo y fueron a parar sobre unas ramas enmohecidas de Koa en la base del barranco de sedimento.

 

Por un momento fugaz Matt calibró la idea de darle un tiempo para recuperarse, pero al recordar que estaba en un duelo y seguramente su rival jamás fuera a darle esa mano en caso de que el la necesitara, enarboló su varita con firmeza mientras apuntaba a la chica y conjuró.

 

-¡Desmaius! –

 

Un rayo de un brillante color rojo partió de su varita y recorrió la distancia que lo separaba de su rival caído, el mismo impactó de llenó sobre el pecho de la mujer e inmediatamente los torpes intentos de escapar de sus ataduras que agitaban su cuerpo se detuvieron, Patri había quedado inconsciente.

 

El ojiazul exhaló con cierto alivio, había estado sumergido en una respiración tensa a medida que el enfrentamiento se iba desarrollando, dejó entrar el vigorizante aire salado a sus pulmones mientras escuchaba el tranquilizador sonido de las olas lamiendo la orilla.

 

-Avis-

 

Invocó con su varita el castaño, y de la nada aparecieron 12 loros coloridos que se colocaron formando un medio círculo entorno al mago, cubriendo su frente y ambas laterales, la misión de las pequeñas criaturas era protegerlo de cualquier ataque físico que la bruja pudiera lanzarle, una vez esta se despertara.