Jump to content

Libro del Caos - Mayo 2020


Runihura
 Compartir

Publicaciones recomendadas

A un mes de su excursión a Alejandría, ella se encontraba un tanto decepcionada de lo que había encontrado en aquel lugar. Más bien de lo que no pudo encontrar, ya que lamentablemente sus cálculos habían salido mal y el pergamino que buscaba había sido movido de lugar. Eso no era lo único que le había pasado, tuvo la mala suerte de ser reprendida por todos los Uzzas por poner en peligro a su alumna y aunque ninguno se lo dijera, estaba segura que a más de uno había decepcionado.

Había pasado todo lo que le quedaba del mes entrenando con el Guerrero Bakari, el único que no necesitaba de una gran conversación para ejercitarse. Ella lo agradecía, no tenía muchas ganas de hablar, más todo lo contrario deseaba ejercitar su cuerpo y mente, ya que aún no se rendía en lograr su cometido, pero dejó de pensar en eso al décimo día.

Para su último día de entrenamiento, antes de dar inicio a las clases que ellos impartían en Uagadou, Bakari le entregó un pergamino con el sello del Secretario de Educación, todos los Uzza sabían que aquello significaba una cosa, asignaciones. Y Bakari le había entregado la suya sin dejar que ella replicara un poco.

Suspiro. Aquel pergamino indicaba que tendría alumnos para el libro del caos, por un momento había creído que tras su incidente en la Biblioteca, no la dejarían dictar clase alguna, por el contrario la tendrían entrenando duramente durante al menos tres meses. Se preparo a escribir un pergamino a cada uno de sus alumnos, todos con la misma indicación.

«La clase dará inicio a las orillas de aquel mar que aunque no sepas nadar, no te ahogaras»

Las firmó y las envió. Esperaba que lo escrito en aquellos pergaminos los hicieran a todos llegar cerca del lago que limita con Israel, Cisjordania y Jordania. En lo que sus pergaminos llegaban a sus destinatarios, ella preparo sus cosas para la clase, esperaba que aquellos a quienes iba a tener en clase dieran lo mejor de ellos por aprender.

 

@@Goderic Slithering

@@Emily Karkarov

@

Editado por Niko Uzumaki
nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sus ojos miraban fijos a la punta de una rama donde se posaba una golondrina. Tenía muchas cosas en qué pensar, muchas de las que hacerse cargo y otras más donde ya debía comenzar sino quería que se le acumularan más tareas. El fuerte aleteo de una lechuza espantó a la golondrina y desapareció de la vista del Weasley quien se había sobresaltado con el rápido y repentino movimiento de la ave.

Suspiró al notar que esa lechuza sólo significaba más trabajo. No se arrepentía de tomar otra clase para mejorar sus conocimientos de la magia pero sin duda se sentía cansado de tener tanto trabajo y tan poco tiempo y energías. Quitó el pergamino a la lechuza, le dió un par de semillas que tenía en un bolsillo y, luego de leer los detalles de la carta, se marchó a la mansión a terminar algunos detalles antes de ir a la clase.

¿James no quieres tomar una poción multijugos e ir por mi a la reunión con el Guerrero Uzza? — preguntó bromeando y, aunque esperaba que James lo sorprendiera y dijera que si, el vampiro simplemente lo ignoró.

Resignado tomó su varita y su monedero con piel de Moke, donde llevaba muchos artículos que podrían servirle en cualquier aventura, y luego desapareció rumbo a las orillas del mar muerto donde se realizaría la reunión. No entendía porqué había sido tan misterioso con la ubicación, como si el no ser lo suficientemente culto fuera razón para inhabilitar a tener aquella reunión.

Toma el espejo comunicador que conecta con su sobrina y amiga Emily. Después de los saludos correspondientes, se asegura de que la bruja haya recibido el pergamino y confirma la ubicación. Ambos magos habían recorrido el mundo en sus misiones para el Simposio por lo que dudaba que no hubiera entendido la pista, sin embargo, nunca estaba mal asegurarse.

El olor a sal impregna sus fosas nasales, al fin y al cabo la razón para mejorar la flotabilidad era la densidad ocasionada por el aumento de la salinidad en el agua. Observó una figura ni muy lejos ni muy cerca que supuso sería el Uzza que guiaría el aprendizaje. Espera a que Emily llegue antes de acercarse al Uzza, a la distancia necesaria para poder conversar a un volúmen normal.

¡Buenos días guerrera!

No había visto a la guerrera con anterioridad pero supo reconocerla inmediatamente. Runihura, la guerrera que aparentaba ser un infante de 12 años cuando en realidad era una bruja de más del doble de aquella edad.

AINSXnu.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El silencio de su habitación se interrumpe con la llegada de Clove, su fénix. Gracias al Grimorio de Gryffindor y el entrenamiento que le había dado su tío, el ave se había convertido en su fiel compañera. Aun así, le daba la libertad suficiente en momentos de relativa tranquilidad como ese. Emily había pasado gran parte de la semana estudiando el grimorio de Ravenclaw y aumentando sus conocimientos en torno a la arquitectura mágica, rama por la que nunca antes se había interesado.

 

Estaba a punto de nuevamente bajar su mirada hacia su lectura cuando nota que en la pata de Clove se encuentra un pergamino enrollado. Seguramente alguna lechuza le había dejado la correspondencia y la bruja no lo había notado. Da unas palmadas en el lomo al fénix y ésta desaparece. Desenrolla el pergamino y lee el mensaje en voz baja.

 

«La clase dará inicio a las orillas de aquel mar que aunque no sepas nadar, no te ahogaras»

 

Alzó una ceja y guardó el pergamino en el bolso con el hechizo de expansión indetectable que llevaba a todos lados, escondido entre su ropa y sacó su espejo comunicador. Intentó acomodar con algunos movimientos de su varita mágica el desorden en el que se había convertido su cuarto, mientras buscaba la capa de viaje y al encontrarla se puso unas botas, dispuesta a aventurarse nuevamente a una clase con los guerreros uzza.

 

Su anterior experiencia aprendiendo del Libro de los Druidas no había sido tan mala, pero mantiene latente la curiosidad por saber si la actitud de los guerreros se mantenía intacta, a pesar de todo el tiempo que ellos habían interactuado con los magos de Londres.

 

Guardó en un bolsillo el espejo comunicador luego de haber confirmado con Goderic que también iría a la clase, apreciando que no le hubiera tomado mucho trabajo convencerlo de que era el momento adecuado para aprender sobre el Libro del Caos. Giró sobre sus talones y desapareció. La salinidad del ambiente difiere con el acostumbrado frío londinense cuando llega al punto de encuentro. Nota la figura conocida de su familiar y, a lo lejos, divisa una figura infantil.

 

— ¿Me estabas esperando? —preguntó a Goderic, saludándolo con una palmada en el brazo. Obviamente no esperaba respuesta, simplemente caminaron hacia la figura de la niña.

 

— Guerrera saludó Emily, esperando sus primeras indicaciones.

fwb3AQB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¿Vas a tomar la clase este mes?

 

La pregunta del Canciller me había sacado de mis cavilaciones, mientras me encontraba acomodando el papelerío de la última clase de Astronomía e Historia de la Magia que había dictado en Castelobruxo. Al final, habíamos tenido que concluír nuestro intento de encontrar el meteorito, si es que había uno, porque ya comenzaba a amanecer y no podríamos sacar ninguna pista más de las estrellas. De todos modos, aún mantenía conmigo los pergaminos hurtados y las notas que habíamos notado con Uzumaki y Di Medici, aunque esta última se había disculpado para retirarse posteriormente de la clase, antes de lo previsto.

 

¿Por qué Niko había estado intrigado en si tomaba la clase del Libro del Caos o no? No lo sabía y no le había preguntado, sólo me había encargado de dejar mis datos en el pergamino correspondiente y entregárselo al secretario que se encargaba de asignar las clases a los Uzza. Si tenía que tomarla en Mayo, bien, aunque tenía demasiadas cosas que hacer este mes y hubiera preferido dejar todo para Junio. Pero la repentina duda del Canciller me había terminado por convencer que, quizá, era mejor estar preparada y disponer de cuántas armas tuviera a mi alcance para poder luchar en la guerra que se avecinaba. Conocer las magias del Libro del Caos serían un punto a favor para mi.

 

-Se te hace tarde- murmuró un ojeroso Marcus que entró en la cocina de la mansión, tendiendo ante mí una carta de Uagadou-. Llegó durante la madrugada, asumo que la lechuza quería terminar su trabajo pronto para irse a cazar- sugirió, mientras tomaba asiento frente a mí y mi café negro, sin azúcar-. ¿Estás bien? Luces como el demonio- su mirada azul me desnudó, prácticamente.

 

-Tu no luces mucho mejor- fue mi respuesta, abriendo el sobre y leyendo la misiva que luego dejé de nuevo sobre la mesa. Mi café ya se había enfriado. Y sí, tenía ojeras iguales a las de mi hermano, el rostro más anguloso y cansado y mi piel, ya de por sí pálida, había tomado un tono ceniciento.

 

-Quizás deberías quedarte a descansar. Puedes tomar la clase el mes que entra- una de sus manos se movió sobre la mesa para atrapar la mía, aún sobre la carta, pero la quité con prisa y él simplemente retiró la suya-. Puedo hacerte algo de comer y subirlo a tu habitación.

 

-No, gracias- y con aquella despedida que no fue tal, evitando mirar esos profundos ojos azules y fríos, me desaparecí.

 

**

 

Conseguir un permiso a Uagadou en el Ministerio no era difícil porque tenían una lista actualizada de los alumnos que estudiaban en el extranjero. Bueno, normalmente no era difícil, pero con la guerra contra Bulgaria llevándose a cabo y el Estatuto del Secreto depuesto por nuestro Ministro, la seguridad fronteriza era un dolor de cabeza. Quizá Marcus había tenido razón y hubiera sido mejor quedarme en casa, durmiendo, descansando en vez de estar discutiendo con la secretaria del Ministerio de Transportes, a la que finalmente había tenido que amenazar con usar mis influencias en las grandes esferas políticas, si no me permitía el pase.

 

Cuando me aparecí a orillas del Mar Muerto, la salitre inundando mis fosas nasales, la debilidad de mi cuerpo se asentó en mis piernas a las que sentí acalambradas y tuve que tomarme un momento antes de empezar a caminar hasta las tres personas paradas allí.

 

-Buenos días a todos- saludé y luego me dirigí a la guerrera-. Maestra- incliné levemente la cabeza.

 

Tenía el mismo trato con todos los Uzza.

https://i.imgur.com/g1G6WRb.gifhttps://i.imgur.com/kYY7Ngy.gif
vjewzeJ.jpg
NiqQIUZ.gifGxQq8SZ.gifiAGBpD8.gif
nqOolSA.gif

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La mujer de cabellos negros los esperaba sobre una gran roca sosteniendo un asta de madera que llevaba atada un pedazo de tela en colores rojos. Bajó de aquel lugar cuando el primero de sus alumnos apareció, a los segundos de este, siguió una alumna. «Al menos ya son dos.» pensó mientras una media sonrisa aparecía en su rostro. Su idea de la clase de hoy parecía ir por los caminos que ella había trazado.

Todo el lugar estaba diseñado para jugar a capturar la bandera, mientras se ponía en práctica sus conocimientos previos sobre los libros. La mayor parte del suelo se encontraba invadida por rocas de diferentes tamaños, Runihura no había querido cambiar mucho el hábitat de aquel sitio, pero de ser necesario lo haría para complicarles la existencia a sus ahora tres alumnos.

Me alegra que llegarán, vienen aquí por una razón, espero que sea la misma razón que yo creo… —dijo como si fuera una bienvenida a su clase y se les quedó mirando seriamente. —Espero que lleguemos a aprender mientras jugamos y nos divertimos un rato.

La Uzza les explico un poco de lo que iban a hacer en clase, no iban a hacer equipos, por el contrario los tres deberían de luchar por hacerse con la bandera que se encontraba en la parte más alta de un montículo de piedras. Quien obtuviera la bandera al finalizar la clase se llevaría una gran sorpresa.

En lo que tratan de hacerse con la bandera, yo responderé sus dudas sobre lo que no comprendan del libro que están cursando.

La mayoría de las personas que llegaban y cursaban aquel libro lo hacían con ciertos conocimientos previos, esperaba que con ellos no se equivocara, de lo contrario tendría que cambiar de estrategia para explicar cada uno de los poderes que tenía consigo el libro del caos.
nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Emily asintió ante las palabras de la Uzza. Aunque era visualmente extraño que se tratara de una jovencita de no más de 13 años, se nota en la forma en la que habla y la dureza de su mirada de que Runihura se trata de una guerrera de la que, espera, pueda aprender lo suficiente para dominar los poderes del caos. No obstante, nota que su personalidad podría ir acorde a su apariencia, ante la idea de jugar a “atrapa la bandera”. Obviamente, se espera que no sea un juego muy amistoso. Ya imagina las dificultades o barreras impuestas por la Uzza para evitar que sus 3 alumnos cumplieran con su objetivo.

 

Y si bien recién la clase está empezando, Emily considera que ese es el momento perfecto para poder practicar con los poderes del Libro del Caos. Si bien es la primera vez que se presenta en la clase, había dedicado algunas horas a estudiar el libro previamente. Busca la mirada de Goderic, intentando determinar si él hará caso a la instrucción de trabajar individualmente o, si por el contrario, se mantendría como en ocasiones anteriores, intentando trabajar en conjunto hasta el final.

 

— Siempre he tenido mala suerte —comenta, más para sí misma que para los demás —, pero a ver qué pasa…

 

Tiene una alta expectativa de lo que el Señor del Caos le tiene deparado, por lo cual, cierra los ojos e intenta concentrarse para invocar la “fuerza del caos”. Es extraño tener la incertidumbre del qué va a pasar, la emociona y la preocupa en la misma medida y lo que sea que pueda invocar puede ser una ayuda o un obstáculo. Se pone nerviosa durante los segundos que demora en aparecer el señor del caos, pero cuando al fin es capaz de hacerlo, la decepción se dibuja en su rostro.

 

Como había dicho, tenía mala suerte.

 

La risita de Peeves es lo único que puede escuchar. En su estadía en Hogwarts, había tenido la suficiente precaución de no curzarse con el poltergeist. Solo para que casi 20 años después lo haya invocado a las orillas del mar muerto, durante una clase importante. Suspiró, no habiendo nadie a quien culpar más que a sí misma. Iba a ser un largo camino hasta la bandera.

Editado por Emily Karkarov

fwb3AQB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Saluda con un leve movimiento de cabeza a la bruja, quien al parecer sería la última visita, aunque probablemente no lo haya notado pues se dirigió rápidamente a saludar a Runihura. Escucha las primeras indicaciones de la guerrera uzza con atención, siempre buscando las letras chicas. Sus ojos escanearon el escenario que lo rodeaba intentando ubicar el lugar donde se encontraba la bandera, sobre la estructura rocosa. Y aunque el terreno alrededor parecía solo invadido por piedras de todos los tamaños, Goderic sabe que no es lo único a lo que tendrá que enfrentarse.

Pensó en que su fénix, entrenado gracias al grimorio de Gryffindor, sería de ayuda para realizar un reconocimiento inicial, pero se suponía que eran los poderes del caos los que debían ayudarlo a superar los desafíos de Runihura. También pensó en las palabras de bienvenida de la guerrera <<…vienen aquí por una razón, espero que sea la misma razón que yo creo… >>

¿Por qué estaba él allí? ¿La sola ambición de tener más conocimientos, como muchos magos y brujas que él conocía? No, la magia era algo especial para Goderic, era aquello que le permitía mantener a sus hijos a salvo, lo que le permitió salvar vidas durante años de batallas y lo que le permitiría enmendar todas aquellas vidas que no pudo salvar. Era su forma de mejorar para que no volviera a suceder.

Un alboroto lo devuelve a sus sentidos. Se trataban de los gritos de Peeves que molestaba con todos sus recursos a Emily. Goderic no entiende cómo la bruja pudo tener tanta mala suerte, aunque decide probar la propia. Cerró los ojos, recordando lo estudiado en el Libro del Caos, que no era muy diferente a conectarse con su oscuridad interior. Cuando abrió los ojos, ante él se encontraba el Señor del Caos.

Una entidad demoniaca que no hacía más que recordarle los conocimientos de su clan, dentro de poco se armaría de valor para empezar a realizar invocaciones del mismo estilo. Sin embargo, no era bueno comparar al Señor del Caos con un demonio menor. Su poder no era simple, aunque la sonrisa caprichosa en su rostro no le daba una buena impresión. Sin embargo, el egocéntrico ser no hizo nada más que aparecer puesto que Goderic no tenía ningún hechizo o aura encima. Solo parecía divertirse con los chistes de Peeves. Esperaba que pronto fuera más ayuda que una carga.

Comienza a escalar en búsqueda de la bandera, no pensaba atacar a nadie o no por el momento, sobretodo si nadie le atacaba. Sabía que Emily no lo atacaría, o lo haría solo para aparentar, ya que cooperarán y la sorpresa la podrían dividir en dos, la pregunta era ¿qué tanto daño intentaría hacer la tercera bruja? Mientras pensaba en ello... recordó algo importante.

¡Oh! Por cierto.... ¡mi nombre es Goderic!— dijo más o menos gritando para que todos fueran capaces de oír, a la vez que trataba de controlar la respiración mientras escalaba.

AINSXnu.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sus ojos pasaban de uno a otro de sus alumnos, tratando de adivinar quién iba a ser el primero en tomar la delantera, por un momento, gracias a la forma de moverse, creyó que el primero en tomar la delantera iba a ser el único caballero en aquel lugar. Pero su intuición había fallado por completo, ya que la fémina que lo acompañaba había sido la primera en invocar uno de los poderes del libro. La primera vez que muchos intentaban invocar algún poder, fallaban por alguna razón, por lo que al ver que aquella mujer de cabellera rojiza había invocado con éxito a Peeves, uno de los señores del caos, le hizo sonreír al tiempo que el poltergeist contaba chistes de su invocadora.

Runihura se sorprendió por la actitud del poltergeist hacía su invocadora de la cual no paraba de contar chistes y hacerle bromas a su costilla, pero dejo de prestar atención a aquel señor del caos para enfocar su mirada en una de las rocas de un tamaño considerable como para poderse transformar en un osezno, la cual se encontraba a unos seis metros desde su perspectiva.

Morphos. —salió de la voz de la Uzza. Su varita apuntaba a la roca que visualizaba mientras ignoraba a su alrededor, la cual empezó a tomar forma de una pequeña cría de oso, quien trato de obstaculizar el camino de la mujer de cabellos rojizos (Emily Kararov) para hacerse con la bandera. La pequeña cría de oso nunca intento hacerle daño alguno, sólo trataba hacer que la mujer jugara un poco con el, logrando de esa forma que no se pudiera acercar a la bandera.

La Uzza estaba tan entretenida viendo tal espectáculo que había olvidado a sus otros alumnos, pero la imponente presencia del Señor del Caos invocado por el caballero presente llamo su atención, lo pudo ver escasos minutos, pues su invocador empezaba a trepar la roca en la que se encontraba puesta la bandera. Negó mientras miraba a las dos brujas presentes, estaba un tanto expectante por ver que hacían las brujas para quitarle la oportunidad de hacerse con la bandera.

No, el juego no va a terminar tan pronto. —dijo más para ella que para sus alumnos así que sin pensarlo un poco más, se acercó lo suficiente al lugar donde se situaba la bandera y Goderic, quien minutos antes había dicho su nombre como si tratara que todos vieran que estaba por hacerse con la bandera y así obtener el premio, pero Runihura tenía otros planes, así que le apunto con su varita.

Incarcerus. —dijo. Tres gruesas cuerdas salieron de su varita, buscando atrapar al mago(Goderic Slithering) atándolo a la piedra, para que no se moviera del lugar. La primera cuerda ataría sus pies a la roca, la segunda ataría el tronco del cuerpo de su alumno a la misma roca y la tercera cuerda impediría que este hablara. Esperaba no parecer tan mala si lograba que su alumno se quedara atado en la roca por un tiempo.
nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.