So, what difference does it make?
Echarse en la cama no es lo mismo que estar listo para dormir. Acabas de comprobarlo.
Traías el cansancio, la disposición, las "ganas" para echarte y caer en un sueño pesado, pero en su lugar los ladridos de docenas de perros han llenado tus oídos: unos más agudos, otros más gruesos, unos casi desesperados, otros tan pausadas que pareciera que al pobre le animal le cuesta el alma sacarlos. Y después el croar de las ranas, unas muy cerca, tanto que cuando te levantas y observas desde la ventana, les alcanzas a ver, con los cuellos inflamados, y los ojos brillantes, felices desde el refugio que es ese jardín salvaje en la casa de al lado que no tiene dueño, y que en indomable libertad, se expande más allá de los límites del terreno que lo ampara.
Pensaste entonces que debías volver a dormir, porque no es bueno pensar demasiado en las noches que los perros se ponen tan inquietos. Le estás dando mucho tiempo extra a los fantasmas ¡y terrible descuido! No es hasta que uno se refleja en el cristal de tu ventana que caes en cuenta que has perdido el control de ellos, que se han liberado del confinamiento de tu cabeza, y que lentamente, con el paso de los próximos días, silenciosos y discretos como han sido siempre, irán ocupando tu interior, reemplazando aquello que fuiste, hasta que no queden más que despojos, que nadie podrá identificar y que incluso los demás pensarán que es la tú que siempre debiste ser.
Comprobarlo te paraliza, te aterra, contienes un grito de horror en la garganta, porque no quieres alarmar a los vecinos.
Mas un segundo después ya no parece tan malo.
En realidad, podría ser liberador...y en el playlist que dejaste corriendo en el celular, aquella voz del hombre que encuentras más seductor sobre la tierra te lo está diciendo.
So, what difference does it make?
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