Copa America, Argentina Vs Colombia.

[Cornelius Wind Haugthon]

-Gooool- Se escucha de la fanes de cada equipo de futbol muggle, entre las gradas al observar la copa américa. Al finalizar el partido, Argentina resulta ganador. Sin embargo, no todo se encontraba claro, al parecer un demonio con encantamiento había bloqueado ciertos balones y dando ventaja al equipo que le había apostado. Luego de que todos los muggles, el demonio aparece en medio de la cancha.

 

-Bravo Argentina.- Pronuncia, mientras que recordaba que llevaba la ropa de la selección de Argentina. –Si los muggle supieran la verdad- Se comienza a reír y a dar vueltas, para cuando decide marcharse lo único que escucha era un ruido extraño, por lo que saca su varita desde su short, la sostiene con la mano derecha.

 

En sus adentros el demonio pensó. “Aunque no sea Argentino, ya que soy Egipcio. Fue una buena idea arreglar el partido. Por ello, fue que me pue intervenir en estos juegos de muggles, la apuesta con Perenela Arya Grindewald.” Fue lo que por su mente pasaba, mientras se daba cuenta de lo asqueroso que olía aquel paraje, se preguntaba si el Ministerio pudiera intervenir

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Había sufrido demasiado en el partido, había estado en las gradas evitando perderme de un solo movimiento, de un solo gol, había gritado en los penales hasta casi quedar sin voz y estaba cruzando los dedos rogando a todas las gracias divinas en las que mi madre creía para que escucharan mis ruegos y pudiera ganarle la apuesta a Cornelius, ondeaba la bandera de la Selección Colombiana y estaba evitando a toda costa utilizar magia para obtener alguna ventaja.

 

Magos y Brujas se mezclaban con muggles para disfrutar el partido: tanto Argentinos como Colombianos y otros de mas que querían celebrar o apostar en estos juegos de muggles, tenia una extraña sensación en mi piel cuando todos estaban saliendo del estadio, un residuo de magia, de poder, un resquicio dentro de las paredes del estadio que me recordaba demasiado a la magia residual de los demonios:

 

-Cornelius... - murmuré sintiéndome traicionada, me quedé sentada en las gradas esperando que todos salieran y deje salir mi lado mas oscuro pasando mi varita entre mis dedos, aparecí a un lado de la cancha mirándolo regodearse con su victoria mal ganada:

 

-Veo que no acataste a tus propias reglas, Cornelius... No se porque no me sorprende viniendo de un Demonio como tu - eramos demonios pero eramos diferentes en muchos sentidos, sobretodo en el modo en el que habíamos sido creados y los valores que teníamos.

[Cornelius Wind Haugthon]

-Las reglas se hicieron para romperse, es más la selección Colombiana jamás supo lo que paso.- En ello se ríe un poco, al parecer disfrutaba el sufrimiento que le había provocado a la mujer, sabía que le ardía en la herida que su Colombia perdiera contra Argentina, en particular este no disfrutaba de aquellos juegos muggles, aunque si disfrutaba apostar en contra, sabiendo que tenía todas las virtudes para no perder.

 

-Ademas la selección de Colombia, según le escuche a los Argentinos no era algo que se diga buena. – Se burla de la bruja, arqueando una ceja derecha. –Te aseguro, que si deseas te pudiera perdonar la deuda, pero no soy de esos.- Sentencia, por lo que apunta su varita contra ella, la distancia que le marcaba a ella era aproximadamente unos siete metros, ya que había caminado un poco desde que le había murmurado la mujer a él.

 

“Disparo de Flechas” Pensó e invoco una lluvia de flecha de plata, las cuales se encontraba pintada con el color de la selección de argentina, esta tenía la intención de impactar el cuerpo de Perenla, así su cuerpo recibiría seis flechas cómo símbolo de burla del hecho.

 

-De seguro será un goooool- Sentencio, refiriéndose al momento que sus flechas pudieran impactar, aunque si fallaba era posible que no importaba, al fin a cabo lo que interesaba era cobrar la apuesta.

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

¿Porque los tontos tienen que atacar cuando no soportan la verdad en sus caras? Estaba ardida porque la selección a la que admiraba había perdido por muchas artimañas que no tenían que ver con su buen juego sino mas que nada por el grandiimo tonto que tenia en frente, esperaba que su gran palabrería quedara al aire, no me iba a rebajar a su nivel ya que se necesitaban dos para pelear pero no esperé a que me atacara, fruncí el ceño y alcé mi varita, si eso quería, eso tendría:

 

"Evanesco" - Pensé al ver las flechas dirigiéndose a mi, no las quería en ninguna parte de mi cuerpo, muchas gracias, bastante tenia con un veneno en mi sangre, no quería nada mas que pudiera perjudicarlo, las flechas se desvanecieron a pocos centímetros de mi cuerpo, sonreí y le apunté:

 

-Langlock - Cornelius necesitaba aprender a tener la boca cerrada, hablaba mucho para mi gusto, se regodeaba demasiado, solo esperaba recordar todo lo que una vez aprendí ya que para los duelos mágicos estaba demasiado oxidada, quería salir de este estadio en una pieza no en una bolsa negra.

[Cornelius Wind Haugthon]

Al desaparecer las flechas, en el rostro del demonio se expresó una leve sonrisa. El mismo ya había comenzado a idear una estrategia, por lo que en su mente comenzó a formular una única palabra. “Babosas” De la punta del objeto mágico del Malfoy Tonks sale desprendido una maldición que tiene la intención de impactar en la bruja. Esta si es impactada, comenzaría a vomitar babosas.

 

Al mismo tiempo otra maldición se desprende de la punta de la varita de la bruja, ambas logran impactar sin medida alguna. Era extraño como el efecto de las dos silenciaba ambos combatientes, en igualdad de condición aparente se encontraba, eso era algo que él no se imaginaba ver, baja su mirada y vuelve apuntar a la misma en el pecho.

 

“Disparo de Flecha” Por segunda vez se habían creado las flechas de planta con la tonalidad de la bandera de Argentina en ella, este solo deseaba darle una lección a la misma. Sabia por su maldición que ella no pudiera hablar, por lo que no se preocuparía por perder su varita a no ser que ella pensara hacer algo que este no pudiera controlar.