Libro de la Fortaleza — Prueba Final

[Bodrik]

 

 

Afortunadamente había conseguido reducción el Elemental de Fuego hasta tres veces su tamaño, por lo que con facilidad decidió usar un – Deprimo- pronunciando el hechizo aun con su varita en la mano y haciéndolo caer en dicho agujero que era de aproximadamente un metro de hondo, deshaciéndose así del primer Elemental.

Como era de esperarse su compañera Cissy había evitado a la perfección su hechizo utilizando un Avis. Pero en realidad Bodrik no estaba interesada en dañar a su ex compañera de jefatura, sino más bien cumplir con el requisito del duelo mostrando así sus habilidades a la hora de mantener una contienda dualística y además de eso demostrar su vinculación con el libro de la fortaleza que era por lo que todos estaban allí.

Por otra parte necesitaba concentrarse en el duelo contra Cissy y si bien no deseaba hacerle daño, tampoco estaba dispuesta a perder la oportunidad de practicar aunque no usara hechizos peligrosos o que atentaran con la vida de la mujer. Siendo así las cosas, se dispuso a continuar, así que volvió a moverse, desplazándose hacia la Izquierda lo suficiente para poder ver a su compañera nuevamente.

– Expelliarmus – intercaló con un susurro. El hechizo rayo de color rojo a Cissy pegándole con fuerza hasta hacerla tambalear un poco, separándola de su varita, haciendo que esta saliera disparada hacia el lado contrario donde estaba la estatua a unos 5 metros de la Macnair en la dirección que estaba Bodrik, haciendo que la varita cayera al piso rápidamente.

Inmediatamente después del rayo enviado por Bodrik, un Grupo de doce medialunas de diez centímetros de diámetro salieron disparadas hacia la joven Lockhart con intención de herirla. Además de ocasionarle una herida superficial por la cual perdería algo de sangre.

Ya tendría tiempo para curarse de su herida. Entonces actuó con prontitud y levantando su varita hacia la varita de su oponente (Cissy) pronunció de nuevo: Varita de Cissy Accio – el encantamiento hizo volar la varita de la Macnair hacia la mano libre de Bodrik. Que de inmediato la sostuvo en su mano con fuerza para que esta no se le cayera. Estaba molesta por la herida causada por las medialunas, pero tener la varita de Cissy significaba una ventaja.

-Lo siento, ya me quiero ir – le dijo a la chica.

En ese momento, el siguiente Elemental Agua, hizo su aparición acercándose a ella como un nuevo obstáculo que debía sortear. Ahora necesitaba concentrarse en salir de ese embrollo antes de volver a su enfrentamiento dualístico. Se estaba acercando peligrosamente y por supuesto su anillo detector de enemigos estaba vibrando alertándola de un ataque inminente contra ella.

Entonces decidió utilizar su amuleto de curación. Ella lo portaba en el cuello para estar preparada. Por suerte, ella poseía el conocimiento de primeros auxilios por lo que fue más sencillo e inmediato la curación de las heridas provocadas por el seccionatus de Cissy. Solo al poner su mano sobre la herida provocada quedando completamente sana. Las varitas las sostenía juntas mientras con su mano libre realizaba la curación.

-Salvaguarda Mágica- Pensó rápidamente cuando el Elemental se había acercado a ella lo suficiente y amenazaba con atacarla. Tal Vez el agua no fuera tan peligrosa como el fuego, pero era mejor prevenir. Al instante el efecto del hechizo la volvió intangible, como si se tratara de un fantasma y el Elemental pasó de largo sin poder hacerle ningún daño.

[Goderic Slithering]

— Sé que quieres ver lo que hay bajo la camiseta.— respondió con calma.—Pero será para otro momento. Contrólate ¿si?

Realmente le hubiera agradado quitarse la prenda después de todo estaba cubierta de sangre y sudor. Además el olor a sangre no le agradaba demasiado, por suerte conocía hechizos de limpieza que permitirían quitar la sangre fácilmente de su vestimenta. Luego de tantos años luchando y recibiendo diversas heridas se había vuelto una necesidad el aprender hechizos de remoción de sangre, aunque no siempre fuese la suya.

Una nueva estatua comenzaba a moverse, dispuesto entorpecer el duelo que iban a retomar. No creía que una estatua pudiera hacerles mucho daño, sin embargo no se detendría a comprobarlo por lo que levantó su varita y apuntó directo al pecho de la estatus. <<Bien... ¿qué haremos contigo?>> pensó viendo como el elemental de agua se acercaba lentamente a su posición.

— Incarcerus — dijo todavía dubitativo.

Las tres cuerdas que surgieron de su varita eran de gran grosor y resistencia. Sus direcciones eran diferentes entre sí. La primera cuerda viajaba directo a sus tobillos juntándolos entre sí, armando una especie de lazo irrompible entre ellos; la segunda cuerda juntó sus manos a su tronco y la tercera a su rostro a la altura de donde una persona poseería una boca. La última cuerda iba ahí meramente por costumbre. La estatua al perder su estabilidad al tener inutilizadas sus brazos y piernas, terminó tropezando. Curiosamente, cayendo dentro del agujero que ya había creado anteriormente.

Una fina hilera de humo surgió del agujero. Bueno, más que humo era vapor de agua que era evaporada al chocar con su símil de fuego que yacìa en su mismo agujero. Una sonrisa se dibujó en su rostro pero no se acercó a ver la escena más de cerca, no podía ni debía. El duelo debía reanudarse y no podía distraerse por cada pequeña cosa que surgía en el campo de batalla. Su contrincante, Emily, ya acababa también con el elemental que también le amenazaba.

— Morphos — susurró haciendo que la túnica roja mutara rápidamente en una viuda negra la que se posó sobre su hombro. Su veneno era peligroso y, sin duda, podría acabar dañando el sistema nervioso de su sobrina llevándola a la muerte.

La orden emitida a la araña era bastante simple, morder en el cuello de Emily envenenandola con ello. Era un movimiento fácil de evadir si lo manejaba bien pero ahora no tenía intenciones de ganar la batalla, sino simplemente convencer a la Guerrera Uzza y a sus profesores que eran dignos del libro de la fortaleza y, para ello debían demostrar que sabían utilizar bien sus hechizos. Por lo mismo Goderic simplemente pensó en un Salvaguarda Mágica que lo hizo intangible como si fuera un fantasma.

Dudaba si su sobrina decidiría atacarlo como venganza por la araña por lo que prefería crear una buena defensa de antemano. ¿Qué haría su Emily? era una pregunta que era digna de ser preguntada y Goderic creaba miles de caminos que respondían dicha cuestión. Sin embargo, esperaba ser sorprendido.

[Mia.]

Pese a haber librado al cadáver que intentó estrangularla y matarla, se sentía un poco intranquila, porque parecía que iba a estar todo el tiempo que fuese necesario en ese estado de constante alarma porque nadie la atacaba, o eso era lo que pensaba en esos momentos, en cuanto dio un mal paso y tropezaba con una de las rocas que segundos antes habían salido disparadas del suelo, para abrir el hoyo que la oculto del fuego.

 

Su tobillo, se dobló en su vano intento de no caer, y al conseguirlo, se lastimo. ¿Era en serio? parecía ser que sí, se había lastimado ella misma con una pequeña piedra, pero no podía hacer nada más que intentar remediar lo que estaba ocurriendo y darse prisa para no perder posible tiempo, si es que su oponente decidía acudir a su encuentro. Por lo que tomó su varita mágica y con una media sonrisa en los labios y apuntó a su tobillo derecho, que era el lesionado.

 

—Curación —pensó la palabra, logrando de ese modo que su tobillo comenzará la curación necesaria, para que se eliminará el dolor que comenzaba a sentir al apoyar su peso.

 

Estaba inicialmente curada, pero tenía que hacerse otro hechizo de curación, de eso estaba totalmente segura, por lo que sin dudarlo más, volvió apuntar a su tobillo y pensó en un episkey, el hechizo de sanación por excelencia, logrando que su tobillo quedara completamente sano. y con ello, logrará ponerse alerta ante la situación que posiblemente se avecinará.

 

Pensando que todo iría normal, la vida la volvió a sorprender, porque un segundo cadáver se encamino hasta su posición, con la misma consigna que el anterior; estrangularla. No iba a permitirlo, por lo que simplemente negó con lentitud y apuntó así misma y con total calma pensó nuevamente en la salvaguarda mágica, volviéndose por segunda ocasión intangible, lo que le permitió que el cadáver no le pudiese hacer daño, porque entre sus manos únicamente estaba tomando aire.

 

De ese modo, nuevamente quedó completamente ilesa y un poco irritada.

[Cissy Macnair]

Bodrik lanzó un Expelliarmus que hizo que mi varita saltara de mi mano, más no me movió de mi lugar ni me lanzó al suelo. Las doce medialunas impactaron todas en el cuerpo de Bodrik pero ella no se procupó por eso aunque estaba sangrando profusamente.

 

-Oh, me has ganado- dije, haciendo un falso puchero.

 

Yo también quería irme y terminar con el duelo, que era algo horrible. No me gustaba duelear, no me gustaba lastimar gente y no tenía idea por qué aún seguía defendiendo los ideales de gente que no era como yo. ¿Lealtad? Sí, mucha, sobre todo a mi familia. Quizás el único motivo por el cual había decidido en primera instancia hacer la clase del Libro no era porque yo sintiera que tenía Fortaleza alguna, sino porque me faltaba un poco de eso y sólo quería ver si alguna clase me la daba. Bueno, estaba más que claro que no.

 

Habiendo tantos hechizos por elegir, podría haber utilizado uno que hiciera lamentar a Bo su decisión, pero lo cierto es que me hubiera gustado duelear contra cualquier otra persona que no fuera ella, a quien conocía desde hacía años y le tenía un cariño especial. Por eso cuando vi que un elemental de Agua se acercaba hasta ella, pensé que quizás iba a necesitar activar mi amuleto de curación para sanarla.

[Emily Karkarov]

Que se controle. Bien, ese comentario no se lo tomó de la mejor manera, sin embargo su rostro calmado y la varita alzada poco o nada dejaban ver su inconformidad. Solo una palabra más y hubiera contestado alguna de las muchas cosas que se le ocurrían aunque, como siempre, el tiempo para quejarse mentalmente era escaso debido a las circunstancias que la rodeaban y, en un parpadeo, se acercaba a ella un elemental de agua, que al igual que el de fuego solo tiene intenciones de atacar. No tiene idea de qué hacer y cómo por ayuda, ve a Goderic que le lanza un incárcerus a la estatua que lo ataca a él y duda de que en su caso sea algo efectivo.

 

-Impervius -dice aplicándolo a su túnica roja, no muy segura de que fuera la mejor idea de todas para defenderse de algo tan… raro. No obstante, el efecto sobre su ropa, que la cubre totalmente cuando sube los brazos, es inmediato. Aún así, contiene la respiración en caso de que su idea no funcionara. Su túnica, ahora impermeable, repele el agua que intenta acercarse a ella. Igual que antes, aparentemente solo necesita no morir al enfrentar a las estatuas, misma que regresa sobre sus pasos luego de un rato, hacia su pedestal, como si nunca hubiera hecho nada.

 

Se reanuda el duelo y la túnica que antes la ayudó a mantenerse con vida ahora se vuelve en su contra. Convirtiendo toda esa masa en una pequeña araña que piensa que puede sacudirla y pisarla o incluso matar de un manotón. Pero recuerda que está en una clase de cómo usar el libro de hechizos y se convence de que lo mejor es demostrar que puede usar esos poderes con la facilidad necesaria para que la dejen usarlos en casos de emergencia en su vida cotidiana.

 

La bota al suelo y piensa sin perder más tiempo en un Orbis Bestiarum. Le parece cómico como no puede divisar completamente el anillo que envuelve a la araña al ser tan pequeña y estar en un ambiente tenuemente iluminado. A pesar de su tamaño, logra ver como toma su orden de atacar a Goderic e inyectarle su veneno en cuanto tuviera la oportunidad. El salvaguardia mágica que se realiza su tío no le sorprende en lo absoluto, pero el control que tiene sobre la araña dura mucho más tiempo que su defensa.

 

–Seccionatus – dice Emily, conjurando las medias lunas que de forma dispersa van directo hacia el pecho de Goderic y algunas otras partes de su cuerpo, intentando impactar y causar una que otra herida. Sabe que es fácil evadirlas, es más, Emily ya no tiene el mayor interés en seguir provocándole heridas de gravedad a su contrincante después del sectusempra impactado.

 

–Deberíamos ir a comer luego de esto – comenta con desdén ante el hambre provocada al pensar en medias lunas y recordando los desayunos que su abuelita solía hacerles en el castillo Dumbledore.

[Bodrik]

 

 

El Elemental de agua había pasado de largo al no encontrarse con el cuerpo de la Lockhart. Era afortunada por haber logrado deshacerse de dos de los elementales que habían estado planeados para ellos durante la parte práctica del curso. El único problema sería tener que enfrentar a un par de elementales más para poder liberarse del sus responsabilidades adquiridas con la Universidad mágica. De todos modos, estaba impaciente por conectarse con el libro de la fortaleza.

Bodrik sonrió con el comentario de Cissy acerca del duelo. Y enseguida se acercó a ella para poder devolverle la varita. La conocía desde hacía ya mucho tiempo y le tenía un especial cariño, así que lo que menos le interesaba era lastimarla. – Aquí la tienes – le dijo extendiendo la varita hacia ella. No iba a permitir que un elemental le hiciera daño por no tener su varita con ella.

Justamente cuando la pelinegra hacia entrega de la varita para la Macnair, Un nuevo ser elemental se hizo presente para atacarla. Esta vez se trataba del elemental compuesto de Tierra y por supuesto no podía usar la misma estrategia para defenderse de cada uno de los elementales.

-Defodio – gritó agitando su varita para lanzar el rayo hacia el elemental. De esta manera se creó un agujero en el centro del Elemental de tierra haciendo que este se tambaleara lo suficiente dándole un poco de tiempo a la joven fanixiana para realizar su próximo hechizo.

-Confringo - pronunció apuntando con su varita de nuevo hacia el Suelo. La explosión de aproximadamente dos metros cuadrados hizo un una enorme zanja en el suelo a un metro de distancia de la joven sanadora haciendo que obviamente el extraño ser cayera en ella.

[Cissy Macnair]

Bodrik se acercó y me devolvió mi varita, sonriendo de nuevo. Apoyé una de mis manos sobre su hombro justo cuando otro de los elementales atacaba, ésta vez era el de Tierra que iba contra ella y el de Agua contra mí.

 

-¿En serio?- murmuré, aliviada porque Bo se había curado las heridas. Si no fuera por nuestras túnicas que nos hacían contrincantes en aquella "práctica", seguramente nos estaríamos cubriendo la una a la otra.

 

-Incendio- dije, apuntando al elemental de Agua, pero no pasaba lo mismo que con el de Fuego, el cual se había evaporado. Al parecer, mientras más tiempo pasara superando esas pruebas, más fuertes eran los elementales y con sólo eso no bastaba, así que volví a apuntarlo y exclamé-¡Reducio!- el elemental de inmediato se redujo a un charquito de agua en el suelo y suspiré-. Tergeo- agregué, para hacerlo desaparecer como si no fuera más que una mancha oscura en el suelo. Tres hechizos para el maldito coso ese...

 

Me volví hacia Bodrik y puse distancia nuevamente entre nosotras, unos diez metros aproximadamente.

 

-¿Seguimos? - le pregunté, mientras veía cuán efectivo era su ataque contra el elemental de Tierra.

 

Alcé la varita y la apunté nuevamente:

 

-¡Desmaius!- dije, sabiendo que esa sería fácil para mi oponente. Un rayo de luz salió volando de mi varita directo hacia el pecho de Bodrik y si ella no lo paraba, entonces iba a caer inconsciente hacia atrás. Por suerte el suelo no era tan duro si llegaba a impactarle el rayo.

 

-Zancadilla- hice otro movimiento con la varita y esta vez el efecto sería casi inmediato: mi contrincante caería de bruces al suelo y probablemente se goleparía un poco. El hechizo iba directo hacia sus pies.

 

Sea cual fuera el resultado, no me importaba ganar o perder. Sólo quería terminar con aquello.