Artes Oscuras y Leyes Mágicas

[Cissy Macnair]

A R T E S O S C U R A S

Y

L E Y E S M Á G I C A S

 

http://i.imgur.com/kCx7GFQ.png

 

 

-Juv Malfoy- leí en el memo que Anne me había mandado a la oficina. ¿Iba a dar clases con ella y para ella? Eso iba a hacer interesante, sobre todo porque nunca me había tocado tener que darle clases a una alumna que, además, iba a hacer de profesora para alguien más.

 

Organicé las carpetas que había estado leyendo, aquellas que se referían a la utilización de magia prohibida por parte de los Mortífagos y la Orden del Fénix. Ya que ella daba Artes Oscuras y para hacer las cosas más interesantes, íbamos a hablar de un tema que era bastante común para nosotras: las maldiciones imperdonables y la forma en la que el Ministerio castigaba a quienes las usaban. También, claro, tocaríamos el tema de los hechizos de la Orden del Fénix, que si bien no eran propiamente dichos de magia oscura, eran igualmente prohibidos y también recibían (o eso se esperaba) un castigo por parte de las autoridades competentes del Ministerio.

 

Así pues, decidí enviar un memo a mi alumna y compañera de claustro para preguntarle dónde tenía intención ella de dar su clase. Yo no tenía idea quién iba a ser su alumno y quizá fuera igualmente interesante aprender un poco al respecto. Uno de mis conocimientos ya era el que ella impartía, pero sería bueno trabajar codo a codo para poder ayudar a su aprendiz.

 

 

Estimada Juv:

 

Me he enterado por parte de la dirección de la Universidad que daremos clases juntas y que, además, tienes intención de aprender sobre Leyes Mágicas. ¿Tenías pensado algún escenario donde impartir clases? Nos encontraremos dónde me digas.

Atte. Cissy Macnair.

 

 

Escribí en un trozo de pergamino y luego lo hice desaparecer con una llamarada de la varita. El papel aparecería donde fuera que estaba Malfoy y le entregaría el mensaje. Esperaba recibir una pronta respuesta mientras aguardaba en mi oficina, pues no quería tener que cruzarme luego toda la universidad para encontrarme con ella.

[Kahlan Blackthorn]

─Vladimir Karkarov…─siseó entrecerrando sus ojos. Acomodando los libros que permanecían apilados sobre una fina mesa de caoba. Las Artes Oscuras eran complicadas de entender y practicar, justamente por eso se empeñaba en idear sus clases de una forma sencilla entre comillas para sus alumnos─No todo puede ser miel sobre hojuelas…─terciando una media sonrisa en sus labios depositaba uno a uno los tomos dentro de un baúl fácil de llevar de un lado a otro. Seria alumna y profesora al mismo tiempo, ya era hora de tener un reto interesante y diferente en su vida.

 

Conocía a Cissy, consideraba a la Macnair una compañera excepcional dentro del bando tenebroso. Ambas estarían en la misma posición, aunque la bruja le llevaba un poco de ventaja a Malfoy, colocándola en un predicamento que estaba lista para sortear sin mucha dificultad. Mezclar dos artes que eran como el agua y el aceite, no sería trabajo sencillo, pero estaba en ellas lograr que ambas materias se complementaran a la perfección o al menos hacer el intento.

 

─Ella estará para aplicar la ley y yo para transgredirla…─cubriendo sus hombros con su capa de viaje, desapareció de su oficina dentro de la Universidad. El viaje había sido corto a su parecer, el sitio de encuentro sería el despacho de la Macnair, esperaba algo más entretenido y menos rutinario, pero al menos en ese aspecto ella no podía mover las cartas a su favor de momento─¡¡¡ Caos !!!─llamó en el acto a su halcón peregrino─Lleva esto a Vladimir, entrégaselo personalmente y no vuelvas hasta cumplir con tu encomienda…─le ordenó tajante.

 

Avanzando por un inmenso pasillo, recorría con la mirada una a una las puertas que estaban a ambos costados. Placas doradas relucían al ser rozadas por las llamas de las antorchas que estaban en la pared, parecido a una mazmorra el paisaje que le rodeaba, le hizo sentirse como en casa. La oscuridad era un refugio para la Malfoy, no podía catalogarlo de otro modo y le agradaba la idea de retar a las leyes mágicas a frenar lo que tenía preparado para su clase.

 

Abriendo la puerta con suavidad, sintió la presencia de Cissy dentro de ese lugar─Juv Malfoy…─se presentó cerrando la puerta detrás de ella. Mirando todo lo que estaba a su alrededor, libros, pergaminos y algunos objetos extraños llamaron su atención, parecía que el asunto de las Leyes Mágicas era mucho más intrigante de lo que la rubia de había imaginado.

 

@, @@Vladimir Karkarov

[Vladimir Karkarov]

Se adelantó a la madrugada, extendido en la suave cama tintada de colores oscuros y unas pequeñas sombras que se movían sobre la superficie de ésta gracias a la ondeante llama de una taciturna vela. Vladimir se levantó, dando un largo bostezo conforme colocaba los pies en el frío suelo de piedra, sus huesos y extremidades sonaban al ritmo de cada paso. Su mente aún dormida le ordenó caminar desnudo hasta la fría ducha, donde lavó su cuerpo entumecido con una fría agua que caía sobre su piel cual agujas afiladas, despertando en el momento.

 

Se encontraba en su habitación, sobre lo más alto de la Torre Sur del Castillo Karkarov, en una única y especial decoración que le hacía parecer una inmensa cúspide de arboles dentro de una bóveda, bañada con los rayos finos del sol. La brisa matutina refresca el ornamento dorado y verde de las distintas salas, manteniendo un aire liviano que le ayudaba a oxigenar mejor el cerebro.

 

Luego de contemplar un poco el escenario de su habitación salió dando un golpe a la portilla que se encuentra en el techo, justo en ese momento arribó un halcón portando una carta en su pico para no desequilibrar su delicado vuelo, alzó su mano izquierda y se posó sobre su ante brazo con firmeza, entregándole la carta la cual rompió en el acto para leerla.

 

—Gracias— Le dijo finalmente, viéndolo desaparecer por el cielo teñido de hermosos tonos azules y naranjas.

 

Llevaba su abito azul oscuro como de costumbre, el pelo por detrás de sus orejas, la mirada fría y penetrante. Se preparó mentalmente para hacer frente a la continuación de sus poderes en las artes oscuras que estudió en el Instituto Durmstrang. Pensaba que su arte debía perfeccionarse y utilizarlo como defensa contra sus enemigos, para algo se habían creado maldiciones tan poderosas y antiquísimas.

 

Se dejó caer en el vacío, para luego transformarse en una oscura y voluminosa bola de humo negro, viajando hasta la Universidad en un par de minutos, aterrizando con ligereza en una zona poco transitada, donde no llamaría la atención. Recorrió los pasillos de adoquines, ondeando la capa que llevaba sobre sus hombros, regido como un roble y mostrando su orgullo en la mirada. Dobló sobre su tacón en la puerta de madera característica, la cual se encontraba cerrada a cal y canto.

 

Tocó la puerta con dos movimientos secos de sus nudillos, esperando que le abriese quien vaya a ser su instructor.

Editado 5 de Julio del 2016 por Vladimir Karkarov

[Kahlan Blackthorn]

─Adelante…─respondió la rubia Malfoy─Señor Karkarov…─le saludó con una ligera inclinación de cabeza. Varios objetos se materializaron delante de una mesa de fina caoba, destacando entre ellos una torre de libros con tapas de diversos colores, diarios, grimorios, bitácoras personales de grandes magos serian parte de esa clase─Tome asiento…─le invitó a ponerse cómodo─Dígame, ¿Qué sabe usted de las Artes Oscuras a grandes rasgos?...─inquirió extrayendo un saquito de su capa de viaje acompañada de una mano de la gloria.

 

─Me imagino que ha escuchado hablar de grandes magos que practicaban la magia oscura. Entre ellos Voldemort y algunos más e igual mente conocer la contra parte de eso, aquellos magos que se empeñaron en erradicar el mal que según ellos causaban las Artes Oscuras y todo lo que las mismas enseñan. No le voy a mentir, pero este arte es tan complicado, como intentar entender por qué un basilisco, no cabe por el ojo de una aguja…─tronando su cuello se destenso en el acto. Recorría con la mirada dos calderos que ya tenían en su interior dos brebajes de alto poder, bebidas que en algún momento le daría a probar a su alumno.

 

─Desea acompañarme…─le tendió un pequeño cuenco con un líquido negruzco─No es veneno, no crea que deseo envenenar a mis alumnos, para comprobar que las Artes Oscuras, pueden ser empleadas para algo más que hechizar o causar daño a otros magos. No se confunda, porque la magia y los conocimientos que ellas proporcionan van mucho más allá de leer libros y embutir el cerebro de conocimientos vacíos, no se es nada sino se practica lo que se lee y viceversa…─desprendiéndose de ella un aura oscura, reconoció la misma como su viejo compañero de andanzas.

 

El Karkarov permanecía en silencio, observando cada cosa que, hacia la Malfoy, analizando cómo responder ante las preguntas de la profesora y aprender cada uno de los elementos que conformaban la magia negra. Un relicario levitaba en el aire, destacando en el escudo de Slytherin, no era una réplica exacta sino el que Regulus le hurtará de forma descarada a Tom Riddle. En una pecera mantenía en su interior a los Grindylows, pequeñas criaturas que jugarían un papel importante dentro de esa asignatura.

 

@@Vladimir Karkarov

[Cissy Macnair]

Estaba por levantarme cuando alguien entró en mi despacho y me descubrí frente a la rubia Malfoy.

 

-Juv- pronuncié su nombre con la voz impregnada de miel, como si tan sólo verla me causara un enorme placer-. Creí que mi lechuza tardaría más en darte el aviso, qué bueno que hayas podido venir... ¿Dónde deseas dar la clase?- pregunté, ahora sí poniéndome en pie.

 

Un momento más tarde, otros golpecitos en la puerta y Juv que le dio paso a nada más ni nada menos que Vladimir Karkarov. Intenté esbozar una sonrisa, pero sólo conseguí sonrojarme mientras el chico entraba en mi oficina. Carraspee un par de veces mientras se presentaban y luego, proseguí a seguirlos hasta el aula en el que Juv dictaría clases de Artes Oscuras. Yo podía llevar mis cosas hasta allí, así que no tenía ningún problema. Caminamos en silencio hasta el lugar indicado y, luego, Juv comenzó a dar su clase mientras yo disponía del material que utilizaría para darle Leyes a ella.

 

-¿Cree usted que las Artes Oscuras pueden servir para algo más que beneficiar a quien las utiliza?- pregunté, esbozando una sonrisa-. Vamos a aprender las Leyes que se aplican a la mala utilización de cierta magia, considerada oscura, ¿qué le parece? ¿Hechizos imperdonables?- barajé la pregunta frente a ambos, mientras Vladimir se concentraba en hacer su parte de la clase-. ¿Qué puede decirme sobre la utilización de éstos hechizos y la penalización de las leyes?- agregué, sentándome en uno de los bancos para estar más cómoda.

 

Tal parecía que la que estaba dando la clase era Juv y no a medias, así que me sentía más cómoda allí. Profesora y alumna a la vez, ¿cómo sería? Seguro a ella le resultaba bastante sencillo puesto que apuntaba a cosas de su área.

[Kahlan Blackthorn]

Las maldiciones imperdonables eran un arma de doble filo. Crucio, Avada Kedavra e Imperius, eran hechizos de alta peligrosidad y causaban daños graves en las personas que los recibían o eran presas de sus efectos. Escuchaba con atención a Cissy, le agradaba la idea de tenerla como profesora de Leyes Mágicas, estaba al tanto de las capacidades y conocimientos que poseía su compañera de bando y ahora profesora de conocimientos.

 

-El Crucio es empleado para torturar a magos y brujas...-cruzando sus piernas con elegancia se sentó en un banco-Algunos magos lo usan para subyugar a sus enemigos u obtener información valiosa...-agregó esbozando en sus labios una lóbrega sonrisa-El Imperius es aplicado para controlar la mente de un mago, apoderándose de la misma y controlándola a placer. Se le puede ordenar hacer lo que uno desee hasta matar, si es preciso y si la mente es débil...-chasqueó la lengua-No podrá negarse por mucho que lo quiera...-desviando su vista hacia su varita sintió deseos de lanzar alguna de esas maldiciones imperdonables.

 

-Y el Avada Kedavra, priva de la vida al mago o bruja que sea su objetivo, ya sabe como el tiro al blanco de una Diana...-rodeando sus ojos meditó la continuación de su perorata-Los crímenes perpetrados contra la comunidad mágica, casi siempre derivan en obtener una condena que es purgada dentro de Azkaban...-sintiendo un sabor amargo en sus labios, deshecho la idea de pagar por el uso de dichos conjuros ante un tribunal mágico.

 

-El matar a un mago es un crimen, el manipularlo es un crimen y el torturarlo...es un crimen. Todo los actos fuera de la ley son un delito, pero...-golpeó su barbilla con su dedo índice-¿Qué derecho o ley le permite a otros magos juzgar dichos crímenes?, ¿Acaso ellos son unas blancas palomas?...-inquirió dejando esas dudas en el aire.

Editado 14 de Julio del 2016 por Juv Malfoy Croft

[Vladimir Karkarov]

—¿Cissy?—

 

Contuvo un poco la respiración, a la vez que se quedaba paralizado en la entrada de la puerta, le parecía extremadamente curioso que se cruzara con ella luego de que desapareciera misteriosamente de la trama en donde ambos estaban trabajando para resolver un misterio. Aunque la primera impresión fue un poco impactante, la voz de Juv le trajo los pies a la tierra, siendo la primera que saludase con un pequeño beso en su mano cortezmente.

 

—Señorita Malfoy, señora Mcnair. Un placer estar acá con ustedes.— les dijo a ambas mientras daba unos paso dentro de la estancia oscuramente decorada, al menos el lugar parecía una verdadera guarida de las Artes Oscuras. Se sentó donde le indicaba la Malfoy, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda luego de que le tendiera un cuenco con un liquido negruzco. Lo olió, pero solamente tenía un olor algo rancio y añejo, parecía una poción a base de plantas. Así que primero espero a que su profesora terminara de hablar, mientras sotenía la sustancia en su mano.

 

—Muy bien señorita Malfoy, le seré sincero y extremadamente resumido: las artes oscuras simplemente es la rama de la magia que estudia las diferentes formas de hacer el mal...—hizo una pequeña pausa—Aunque claro está, mis intensiones con la materia no son esas, siempre he sido inequivoco partidario de que el conocimiento debe ser universal. Una persona instruida es una persona que no va ser burlada, ni amenazada ni mucho menos va a ser tomada de menos.—

 

Observó las cosas que rondaban por el oscuro cuarto, algunas las reconocía como en el caso de la mano de la gloria, los grindylows, y otras partes de animales algo prohibidas en el mundo mágico, por suerte, para esa clase, esas cosas se mantenían lejos del publico.

 

—Y como le decía, joven hermosa, las formas de hacer el mal son muchas, criaturas, hechizos y pociones... pero si lo ve de esa manera puede que catalogue el tema como tabú, como actualmente se hace en la sociedad mágica londinense. — tomó un poco de aire mientras escuchaba lo que decía Cissy sobre las leyes. —Realmente me parece un tema bastante controvertido lo de las leyes... en Durmstrang no son así. Le daré mi punto de vista: las leyes están hechas para romperse. Una persona que se someta bajo cualquier ley que le coloquen sobre las narices, es una persona que se sometió a la esclavitud, y prefiero morir mil veces libre que como esclavo.... Ahora, bien, hay ciertas intensiones malevolas que pueden ser penadas, como atacar a personas inocentes— hizo una pausa mientras se dirigía hacia Juv de nuevo.

 

—Y cuénteme ¿Qué debo hacer con ésto?— preguntó, alzando el recipiente en dirección a la Malfoy.

 

**off: perdon por ser tan escueto, ando sin inspiración u.u

[Cissy Macnair]

-"El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra"- musité, citando un pasaje bíblico-. En realidad, sin leyes viviríamos en anarquía constante. ¿Quién decide quién vive y quién muere?- pregunté, clavando mis ojos esmeraldas en los de Juv-. Es más o menos lo mismo. Se supone que ninguno de nosotros está libre de pecado, pero aún así, las leyes existen y no para romperlas, como piensa el señor Karkarov- moví, entonces, mi mirada hacia él y noté un pequeño rubor que se acentuó en mis mejillas.

Decidí, entonces, abrir uno de los libros que solía utilizar para dar clases de Leyes. No lo usaba a menudo, pero solía ser interesante tener algunos datos a mano.

-Para empezar, si todos fuéramos libres de hacer lo que quisiéramos, seríamos prisioneros de nuestros deseos y obsesiones, así como de los deseos y obsesiones de otros. ¿Acaso Vladimir tiene más derecho que yo a aprender Artes Oscuras? ¿O tú a torturar a alguien? Invierte los papeles, Juv. ¿Cómo te sentirías si otra persona tuviera el poder para decidir que su vida es más importante que la tuya? ¿Sería inJUSTO?- resalté la última parte de la palabra "injusto" para darle más énfasis a lo que quería decir-. La condena en Azkaban es indefinida para los que utilizan hechizos imperdonables, pero no se castiga de la misma forma la utilización de otras Artes Oscuras. Como bien decía el señor Karkarov aquí presente, también hay pociones y animales que pueden ser utilizados para fines "malévolos" y su uso no representaría la misma condena en prisión- fruncí los labios un momento.

 

-Le daré un estimativo de algunas condenas por utilización de Artes Oscuras o Maldiciones- hice un movimiento con mi varita y una pizarra apareció tras Juv, en la que comenzaron a aparecer datos.

 

UTILIZACIÓN DE ARTES OSCURAS

Penalizaciones

Encantar objetos muggles y venderlos a los mismos ---> de 6 a 12 meses en Azkaban

Traficar objetos peligrosos o tenebrosos ---> de 12 meses a 18 meses en Azkaban

Utilización de maldiciones contra muggles ---> de 2 a 4 años en Azkaban

-Como verá, la mayor parte de estas acciones son "leves" a ojos de las leyes, ya que la peor condena siempre se adjudica a la utilización de los imperdonables. De todos modos, no son las únicas penalizaciones existentes y coloqué éstas por dar unos ejemplos. Desde luego, existen leyes para regularizar básicamente todo: desde la entrada de productos en el país hasta el uso de pociones o ungüentos en seres humanos y animales, así como el tráfico de criaturas mágicas o su posesión- finalicé.

[Kahlan Blackthorn]

-Pues que la tire, si es lo que desea...-terció una media sonrisa en sus labios. El valor de la vida de una persona o animal, depende de ellos y la senda que desean caminar-Es fácil decidir quién vive o muere, no creo que la ley este capacitada para emitir esa clase de veredictos. Es como tu dices, no se puede romper una regla, porque eso es lo que nos enseñado...-carraspeó con suavidad

 

-Pero quién instauro esa idea en un principio, ¿un santo?, ¿una persona que jamás cometió un pecado?...-cada uno de sus cuestionamientos tenían una base sólida, justamente por eso entendía en punto de vista de Vladimir. Para el saber lo que sabía de Artes Oscuras era mínimo, aprendizaje adquirido de echarle una breve hojeada a un libro o pergamino abandonado en alguna biblioteca.

 

-Es absurdo decir que las leyes son el la piedra angular que soporta a una sociedad, si fuera de ese modo. ¿Dónde queda el libre albedrío de la gente?, ¿Su poder de elegir libremente lo que es bueno o malo?, si el temor a fallar o acertar estar respaldado por una ley que lo subyugara a cualquier costo.-enfilando sus orbes azul oscuro hacia el Karkarov se levantó con parsimonia de la silla.

 

-Ese brebaje es para que lo beba, no tiene un sabor agradable y créame que los efectos son menos que una mala pesadilla. Es conocido como el beber de la desesperación, usted desea saber sobre las artes oscuras y la primera respuesta está al final de ese cuenco que tiene en las manos...-señaló el recipiente con la mirada

 

-En el fondo encontrara un guardapelo, idéntico al que le fue robado a Voldemort, dentro de este está la receta para la creación de un cuerpo rudimentario o un órgano que sustituya alguno recientemente amputado...-tomando con firmeza una daga de plata procedió amputar el dedo pulgar de Vladimir.

 

-Tendrá que recuperarlo, vera que poco a poco los ingredientes aparecerán sobre esa mesa, incluidas las instrucciones para su elaboración, si tiene dudas puede consultarme...soltando una risita divertida miro a Cissy-Creo que me van acusar de un crimen y me juzgarán, ¿Lo harás tú?...poniendo un ejemplo sobre la mesa, esperaba una explicación a sus acciones o al menos una idea de la sanción que podría ganarse.

 

@, @@Vladimir Karkarov

 

Off- lamentó la demora, apenas ando acomodando mis horarios por el tema de las vacaciones y eso .

 

Saludos xD

[Cissy Macnair]

Escuché a Juv sin interrumpirla, incluso cuando ésta explicó a Vladimir para qué era la poción y, luego, le cortó un dedo. Solté un gritito de asco mientras veía la sangre ser derramada sobre la mesa y miraba con más repulsión a Malfoy. ¿Es que ella no tenía un límite para las cosas que hacía?

 

-No se trata de santos o de buenos o malos, se trata de parámetros. Todo necesita parámetros para funcionar- le dije, esperando que por lo menos comprendiera el asunto. Más allá de mis palabras, seguía con la vista fija en el dedo amputado de Vladimir-. ¿Quién te ha dado permiso para amputarle un dedo y por qué tus ganas de amputárselo valen más que las de él de conservarlo intacto?- pregunté, apuntando al pequeño dedo que estaba sobre la mesa-. ¿Quién decide que lo que haces es bueno o malo? Son parámetros, Juv. La sociedad necesita funcionar en armonía de alguna manera, ¿quién eres para juzgar los métodos? ¿Qué tan aptos son los que hicieron los métodos para decidir por sobre las personas? Las leyes no son cosas de una persona, sino de muchas.

 

-Si yo asesino a alguien, habrá gente que piense que está bien y otra que crea que es un acto de maldad. ¿Cómo darse cuenta de una cosa u otra? Parte de que cada persona es diferente y si no solventamos esas diferencias colocando un límite, entonces viviremos en caos. Sé que a tí la idea del caos te gusta, pero si tu intención es aprender de Leyes, entonces debes saber que las leyes distan mucho del caos al que estás acostumbrada- alcé una ceja, incrédula, mientras la seguía observando.

 

¿Sabría Vladimir que su profesora le iba a cortar un dedo para aplicar la asignatura que estaba dictando? Si yo lo hubiera sabido, por supuesto que jamás hubiera tomado la clase, así que sospechaba que Vladimir tampoco lo sabía.