Gahíji Vs. Zoella Triviani

[Gahíji]

Conjuré un Fulgura Nox para trasladar a quien sería mi contrincante hasta aquel inhóspito sitio. Elegí un lugar quizás un poco extraño pero era uno de mis favoritos. Viajamos al pasado. Hasta las inmediaciones de Pompeya después de que el volcán hiciera erupción y destruyera la civilización. Aquel sitio era perfecto para aprovechar cada una de las habilidades que otorgaba el fuego. Así mismo, deseaba analizar los conocimientos de @@Zoella Triviani quien había fallado un par de veces en clases, por ese motivo, decidí hacerle la vida imposible. Debía comprobar si la aprendiza tenía lo necesario como para ganarse el derecho de aprobar en mi clase.

 

El caos, la destrucción y la lava estaban a la orden del día. Muchas de aquellas casas y templos eran consumidos por el fuego y el magma ardiente. Mi ser y el entrenamiento dado por mi maestro permitía que fuera un juego de niños. Era cada vez más poderoso al sentir el calor golpear en la piel. El cielo, lleno de un humo denso y oscuro desapareció sin dejar más que colores extraños y un aire enrarecido. Vislumbré una llamarada desde el volcán y como una piedra volcánica incandescente salía despedida para caer no muy lejos de nosotros.

 

-la 'alam, la majad, aistaeada linihayatak -hice una reverencia de cortesía- dejare que me sorprendas, que seas tú quien inicie el ataque

 

El temblor de la calle lateral donde nos encontrábamos no presagiaba nada bueno, conocía muy bien la historia y lo que sucedería de un momento a otro, venia una erupción mucho más poderosa que podría destruir el lugar donde estábamos parados. Unas cuantas columnas sobresalían a unos 4 metros de donde estaba Zoella. Una ventana acababa de caer al rio de magma. Los vidrios de 3 casonas estallaron gracias al calor y comenzaron a derretirse. estaba a 10 metros de la Triviani, pero si era necesario me acercaria lo suficiente como para que no pudiera escapar.

 

 

 

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• No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece.
• Duración del duelo: Del 19 de febrero (inclusive) al 27 de febrero.
• Nos guiaremos por las reglas de duelos existentes.
• Hechizos: Neutrales, Graduados, y los Libros de Hechizos hasta el Libro del Druida. (Con especial énfasis en este último).
• Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro del Druida.

Editado 19 de Febrero del 2020 por Niko Uzumaki

[Zoella Triviani]

La Triviani percibió el cambio cuando sus hermanos cruzaron aquel portal invocado por el arcano, lo que indicaba que ella estaría contra el antiguo guerrero. Los recuerdos de su clase con Khufu nublaron su vista, y saltó al pasado mientras rememoraba la vez que casi muere en manos de el exigente guerrero, aunque aquel no se comparaba nada con el actual. La bruja alzó su mirada y mientras acomodaba todos sus amuletos de los libros, paseó la vista. Percatandose de que a 10 metros, estaba Gahíji.

 

Trivini sabía que había fallado durante la clase, pero no se repetiría durante el duelo que lo definiría todo. El calor se sentía en el aire, el olor a magma y hollín resaltaba ante cualquier otra cosa. El ambiente era caótico, las casas incendiadas rodeaban. La bruja, decidida escuchó las palabras del guerrero y correspondió a aquella reverencia de cortesía - Esta vez no habrá fallas - contestó decidida, manteniendo una postura totalmente firme ante el Uzza.

 

La calle tembló a un costado de la mujer, la precaución de la bruja era inmensa además de la concentración que se alojaba en su interior. Dio tres pasos a su costado, alejándose de las columnas que sobresalen y escuchó los vidrios romperse por el gran calor que había en el lugar. Para Zoella era incierto lo que pudiera pasar, pero estaba segura de que el volcán a sus espaldas tendría una importante participación. En sus pensamientos, sólo estaba el deseo de vencer a Gahíji y demostrarle que se merecía el conocimiento del libro.

 

Tomó fuertemente de su varita y apuntó mientras realizaba una suave pero decidida floritura. "Arena de Hechicero" pensó, lanzando uno de los efectos más recientes que había aprendido. Tenía corriendo por el aire que respiraba Gahíji, el resultado de los huesos cristalizados de un mago muerto mediante fuego mágico, aquello provocaría ceguera para el Uzza, dejándolo con hechizos reducidos en su lista.

[Gahíji]

Mantuve la vista todo el tiempo en Zoella. Seguí sus movimientos. No se lo iba a permitir que le fuera fácil y seguramente ella lo sabía. Busqué sus ojos mientras acomodaba sus amuletos, la tradición decía que los ojos eran el espejo del alma, allí buscaría la respuesta de todo. ¿La triviani dejaría que conociera sus fortalezas y sus debilidades?, estaba dispuesto a llegar hasta el final. Correspondí a la reverencia y esperé.

 

Volvió a temblar, se acercaba una erupción mucho más grande. Pronto habría caos. Éramos las únicas dos personas vivas allí, a lo lejos algunos cuerpos quemados terminaban desapareciendo bajo la lava. Espere el primer movimiento de Zoella. Quede ciego tras su primer ataque. Por lo que aunque por un momento estaba en desventaja no iba a permitir que escapara fácilmente.

 

-Cinaede –pronuncie sabiendo a donde estaba la Triviani un segundo antes. Si deseaba jugar con el libro del equilibrio le devolvería el favor, y con creces. El gas invisible la envolvió penetrando por sus vías respiratorias desde donde pasaría a la sangre envenenándola y por ultimo terminaría paralizando su sistema nervioso provocando su muerte.

 

-ln tanjah 'illa 'iidha kunt taetaqid 'anah yumkinuk alhusul ealayha , lidha hajimani bashidatin. –sonrei- 'iidha kunt taetaqid 'anak tastatie alqiam bdhlk , fymknk 'an tadrabnia , sidq dhlk li'ana hadhih hi altariqat alty takun biha 'aqrab 'iilaa alnajah

 

Ajusté mi posición dando un par de pasos hacia la derecha donde podía sentir una gran fuerza de calor. Solo debía esperar hasta que Zoella volviera a atacarme, luego podría seguir jugando un poco, solo esperaba que Knunu no se metiera en mi cabeza y me pidiera ser menros agresivo en el duelo.

[Zoella Triviani]

El suelo tembló nuevamente, algo se acercaba y las cosas anunciaban que sería una fuerte erupción. La bruja escuchó gritos de auxilio y olió la carne siendo quemada por el magma que corría en el suelo. El caos reinaba en aquel inhóspito lugar. La mujer deseaba mostrarle al Uzza su capacidad y que las fallas pasadas quedaran en total olvido frente a l que ahora acontesía.

 

La bruja escuchó las palabras del guerrero, no le extrañó que contraatacara con el mismo libro, Zoella se había encargado de analizar cada aspecto del Uzza y creía poder predecir cada movimiento del hombre. De una pensó en aquella invocación que leyó del libro del Druida, y pensó Obsitens, creando un cerco de materia luminosa, de color verde oscuro, la cual será indestructible e inmune a la magia. Protegiendo a Zoella del Cinaede, cuyo gas voló por el aire, alejándose de donde ambos estaban.

 

El hombre pronuncó un par de palabras que la Triviani no logró traducir y le vió acomodarse, dando unos pasos a la izquierda de la bruja, le vió esperar y ahí fue cuando la mujer dió un par de pasos a su costado, aún sabiendo que el Uzza estaría ciego y mantuvo los ojos puestos en Gahíji, no queriendo perderlo de vista. Maquinó velozmente en su cabeza alguna defensa, para atacar al antiguo hombre y cuando logró encontrar el hechizo, alzó su varita y le apuntó mientras pensó en un Flechas de fuego

 

Una andada de filamentos de fuego salieron disparados uno tras otro de la varita de la Triviani. Los filamentos de fuego incendiarian la piel y producirian heridas sangrantes en el guerrero. Gahíji debía cesar el fuego inmediatamente antes de curarse las graves quemaduras que aquello le dejaría. La Triviani observó la andada de filamentos recorrer esos 10 metros que aún los separaban para impactar en su rostro, pecho, brazos y piernas.

[Gahíji]

Me sorprendí al ver que al fin por una única vez Zoella había usado un hechizo del libro al que estaba intentando vincularse. ¿Suerte acaso?, ¿al fin había entendido lo que debía hacer para aprobar? Observe sus ojos. Estudié sus facciones. Note su respiración. Tendría entonces que ponerme serio, al menos aquel hechizo que había mandado intencionalmente para obligarla a reaccionar había servido de algo.

 

-¡Silencius! –apuntando a Zoella antes de que pudiera lanzar aquel ataque de fuego contra él. Su encantamiento había quedado en fle… y nada más.

 

-Nada mal, nada mal, parece que al fin se está tomando en serio todo esto –comento- pero deseo ver mucho mas, no me basta con lo que estoy viendo –iba a forzarla hasta su límite si era necesario.

 

-<<Flechas de fuego>> -salieron 12 filamentos filosos directamente al corazón de la Triviani para producirle heridas y quemarla

 

Esperaría pacientemente a que cometiera un error, sin darse cuenta ella sabría al final si había aprobado o no, todo estaba en la mente y en la confianza que la mujer se tuviera de misma. Iba a seguir comprobando y atacando cada vez sin misericordia.

[Zoella Triviani]

Y la bruja no logró de terminar de pronunciar su hechizo cuando el guerrero la silencio. La mujer abrió sus ojos alarmada, pero mantuvo la calma, el enfrentamiento con el Uzza se ponía a cada paso más difícil y eso le encantaba a Zoella, quien entendía por fin como debía usar sus nuevos conocimientos del Libro del Druida. Sonrió, recordando que dicho hechizo sólo la callaría por una acción y supo de inmediato como contraatacar.

 

Escuchó el mínimo halago del guerrero, y sintió el reto ser lanzado por parte del hombre. Apretó su varita y esperó, hasta que observó como aquellos filamentos de fuego salieron en su dirección, la Triviani supo que debía de hacer uso de la invocación que con anterioridad había olvidado.

 

- Ignea - Una lluvia de polen de Lirios de Fuego salió despedida de la blanca varita de Zoella, rociandola en su totalidad, confiriendo inmunidad a las flechas de fuego que llegaron a su cuerpo, no afectando y manteniendo intacta su anatomía - ¿quiere más? Tendrá más - susurró, alzando su varita para atacar al guerrero.

 

La calva sentía la adrenalina recorrer su cuerpo, la emoción que siempre la inundaba en los duelos estaba presente y podría hasta incluso sentir cada vibración del suelo. Un ruido sonó a sus espaldas, el volcán había hecho erupción y desde su interior comenzaban a despedir emisión violentas de magma.

 

- Cinaede - pronunció Zoella, lanzando un efecto. El veneno gaseoso extraído de los Pétalos de Pensamiento. Alrededor de Gahíji comenzó a surgir un gas invisible que penetraría en el acto en sus vías respiratorias, cortándole, para pasar posteriormente a la sangre, provocando la paralización de su sistema nervioso y circulatorio y, en consecuencia, podría llevarlo a la muerte. El Uzza debía destapar sus vías respiratorias y luego curarse, sino podría el duelo acabar antes de lo que la Triviani pensaba.

[Gahíji]

Al fin vi como la aprendiz que tenia frente a mí se tomaba en serio el libro. Había dejado de confiar en ella misma o eso me había parecido. Ahora, forzándola al máximo sacaba lo mejor de ella. No se lo diría, no era mi estilo dar cumplidos continuamente, ya había formulado uno, a menos que en verdad me sorprendiera se quedaría con ese.

 

-Sectusempra –el rayo salió mucho antes de que la triviani pronunciara su Cinaede, por lo que ahora iba a recibir un golpe directo, doloroso y sangrante por lo que necesitaría usar sus conocimientos para evitarlo o curarse.

 

Los ríos de lava se iban acercando mas a nosotros, en cuestión de minutos el espacio dónde ambos teníamos el duelo quedaría reducido a nada. Tenía que terminar todo aquello de una vez por todas, o al menos le daría una última oportunidad. Sin inmutarme sabiendo que el veneno había entrado en mi organismo logre conjurar un anapneo -pronunciando claramente y moviendo rápidamente la varita para despejar las vías respiratorias y quedar curado.

 

-la yumkin 'iikhfa' arbet ashya': alsieal walhabi walnaar –Esperaba un poco mas de ella, esperaba que hiciera al final lo que debía hacer, el ataque debía ser certero y la defensa mucho mas.

[Zoella Triviani]

El aire se encontraba caliente, el suelo temblaba cada tanto de forma violenta, y el magma comenzaba a rodar por los suelos acercándose a los pies de ambos magos. La bruja no podía esperar el momento para irse, sin embargo, deseaba demostrarle a Gahíji que era digna de obtener su aprobación para el libro. Apretó su blanca varita y observó el rayo de aquel letal hechizo comenzar a recorrer los 10 metros que les separaban.

 

La bruja nuevamente pensó Obsitens, creando nuevamente aquel cerco de materia luminosa, de color verde oscuro, la cual será indestructible e inmune a la magia. Protegiendo a Zoella de las heridas que le causaría ese rayo. El cerco luminoso absorbió los efectos del rayo y desapareció, dejando a la bruja ilesa.

 

El guerrero había logrado despejar sus vías aéreas, pero ahora debería de curarse las heridas antes de desangrarse y morir. La calva aprovecharía eso, atacando con todo lo que podía al Uzza que la desafiaba a sobreponerse a todo, que la retaba a superarse en cuanto a su vinculación con el Libro del Druida.

 

- Sectusempra - Apuntó Zoella directo al pecho de Gahíji, lanzando el rayo que provocaría varias heridas sangrantes en la piel que podrían provocar la inconsciencia total, el Uzza necesitaría curarse no de uno, sino de dos hechizos y ahora de urgencia. Además de que debía parar la sangre que saldría y luego cerrar dichas heridas para no estar débil.

 

Por otro lado, el magma ya casi rozaba los pies de ambos, anunciando que debían apresurarse a culminar el duelo y retirrarse del lugar.