Zoella vs Jeranne

[Zoella Triviani]

1d3-2

Rueda del Tiempo

[Zoella Triviani]

Rueda del Tiempo.

 

El rayo impactó justo en sus costillas del lado derecho, la Triviani soltó un leve quejido y antes de siquiera pensar en curarse invocó la Rueda del tiempo, ocasionando que el ultimo hechizo lanzado por el rubio se anulara dándole posibilidad alguna de curarse y contra atacarle. Sostuvo sus costillas y pensó en un "Episkey" curándose sus vías respiratorias por completo y parando el sangrado de las heridas cortantes. Esperaría al próximo turno para curarse por completo, por los momentos soportaría la molestia que en sus costillas sentía.

 

Las fuerzas del azar habían salido de su lado esa vez, anulando el hechizo que por lo visto había surcado los pensamientos del mago (Maldición), siendo beneficioso para la calva quien dejó de sangrar y curó totalmente sus vías respiratorias.

 

"Arenas del Hechicero" pensó, blandiendo su varita con suavidad. Los huesos cristalizados de un mago muerto por fuego maldito sería lanzado al aire alrededor del mago (Jeremy) cegándolo por completo y no permitiendole tener capacidad alguna para realizar hechizos de tipo efecto e invocaciones que requieran de puntería, efecto que duraría por dos turnos y le permitiría a Zoella curarse por completo.

[Jeremy Triviani]

El vampiro sentía el dolor de la hinchazón en el pecho por el rayo que le había impactado. Lo bueno, era que Zoella estaba muerta... bueno, lo mas muerta que podía estar. Habia cometido el error de sanar por completo sus vías respiratorias y se había olvidado de la emergencia de cerrar las heridas del Sectusempra. Jeremy no estaba feliz, ver a la calva muerta de nuevo, le produjo mas malestar del que venia sintiendo desde que lanzo el primer hechizo.

 

Observo a Bakari a lo lejos, y se fue acercando al cuerpo de su hermana. Invoco una manta y tapo a la bruja, dejandole el rostro libre. Como si estuviera acostada simulando dormir. Sabia que de un momento a otro reviviría porque en las clases de aprendizaje nadie moría. Bueno... no debían morir, pero allí estaban los alumnos. Uno roto y otro muerto. Se quedo ahí arrodillado en la tierra, acompañando el cuerpo de la Triviani. Como debía ser. Como siempre había sido.