Seis meses de oscuridad

[Syrius McGonagall]

Matt Ironwood.

Oficina Regional del FBI en Honolulu, Hawaii.

 

El invierno había llegado y esa era la razón por la que Matt mantenía cerrada la pequeña ventana de su oficina mientras tenía el aire acondicionado encendido. Llovió toda la mañana y las nubes grises que cubrían el cielo auguraban más agua por la tarde pero el ambiente era bochornoso y húmedo y el mago necesitaba un poco de aire fresco. 

 

El mago removió unos expedientes que tenía por revisar hacia un costado de su escritorio y extendió la mano para alcanzar la botella de agua fría a medio tomar que tenía en el otro extremo. Se sentía cansado e inmensamente aburrido, no había nuevos casos que atender y la semana parecía avanzar con una lentitud intolerable, solo debía archivar y el trabajo de oficina era lo que al ojiazul menos le gustaba de su trabajo.  

 

Casos viejos que quedaron desorganizados, papeles que necesitaban de una firma olvidada y archivos de décadas que lo único que lograban era juntar enormes cantidades de polvo, todo tenía un lugar al que ser derivado y durante esa semana aquel era su trabajo. <<Deambular entre pergaminos y respirar encierro, una bonita perspectiva >> pensaba irónicamente el agente Ironwood mientras bebía el agua y cerraba los ojos durante unos segundos.

 

Los abrió al sentir los pasos. Conocía aquel ritmo de pisadas y no necesito que Alan su compañero y amigo se asomara por la puerta de su oficina para saber que el mago se acercaba. 

 

-Arriba, Jacksonpoint nos manda a llamar - dijo el rubio con su marcado acento neojerseíta que a pesar del tiempo transcurrido en Hawaii no parecía estar deseando irse. 

 

-Ya voy - replicó Matt curioso por aquel inesperado cambio en su rutinaria semana. 

 

-¿Utqiagvik? ¿Como nunca escuche hablar de ese lugar? - preguntó Alan mientras releía la copia del informe que su director les había tendido a ambos. 

 

-Hasta hace unos años a ese lugar se lo conocía como Barrow, el asentamiento más al norte de los Estados Unidos, en Alaska a las orillas del Océano Ártico - contestó Matt mientras veía la fotografía de unos de los cadáveres. 

 

-Así es - corroboró Eric Jacksonpoint, director de la oficina regional del FBI en Hawaii - Es un pueblo de poco más cuatro mil habitantes pero muy visitado por su ubicación dentro del Círculo Polar Ártico y muy pácifico, por lo que no queremos que esta situación se descontrole -

 

-Tres cadáveres mutilados en menos de una semana y con más de la mitad de su sangre desaparecida - repasó Alan el informe nuevamente y lanzó una sonrisa por encima de las hojas -¿Vampiros tal vez? -

 

-O eso es lo que quieren que creamos, de cualquier forma los nomajs no son ciegos como antes, no quiero que la histeria se desate sobre Utqiagvik y suceda otra cacería de brujas, como tampoco quiero que sigan apareciendo más cadáveres en las calles, por eso los envió a que vayan a investigar qué está sucediendo allí arriba - su jefe observó a ambos magos. 

-¿Por qué no se encarga la Oficina en Anchorage? - preguntó Alan.

 

-Hay un levantamiento de Sasquatch en Juneau, se avistó un Kraken entorno a las Aleutiana y un hombre lobo ronda por las inmediaciones de Fairbanks y el invierno ha llegado - enumeró rápidamente Jacksonpoint - Además ambos tiene cierta experiencia con casos de este estilo, no sería la primera vez que se enfrentan a algo similar -

 

Y no hacía falta que se los recordara pensó internamente Matt mientras dejaba su copia del informe sobre la mesa, en fin, no se quejaría, estaba harto de hacer papeleo. -¿Podemos llevar refuerzos? - preguntó el Ironwood.

 

-Por supuesto, todo lo que necesiten y espero que no haga falta recordarles que lleven abrigo y quizás un poco de vitamina D, el sol no se alza por encima del horizonte en Utqiagvik hasta la primavera - sonrió su jefe. 

 

-Sabes, siempre me pregunto porque no suceden cosas extrañas en Miami - dijo Alan mientras ambos salían de la sala de reuniones y el castaño no pudo más que sonreír.

[Thoth]

Entre los secretos del egipcio es que había marchado de su tierra para tomar unas vacaciones secretas en Hawaii. Este empleo su poder para adquirir un hotel cercano a una playa privada en donde llevaba negocios clandestinos, este era administrado por asesino serial conocido como Jack. Este criminal le gustaba el orden y dejar cadáveres, pero no resaltaba de los otros empleados que configuran la planta laboral del regente, obstante para todos el dueño era Uriel Luxure, el cual era conocido como el "Titiritero". 

 

Y estando a la orilla del mar, la arena se deslisa entre sus dedos y el agua rosa con su piel. Este horizonte era agradable, extrañamente el hotel tenía horas adecuada para que ningún visitante paseara a las horas que lo hacía Luxure, esto por indicación del mismo. En consecuencia, el mago se encontraba solo en aquel lugar. 

[Ada Camille Dumbledore]

Utqiagvik, Alaska

 

Todos necesitábamos cambiar de ambiente de vez en cuando era una muy sana costumbre además de poder sentir que el cambio renovaba, el conocer nuevos rumbos siempre era algo agradable. La silueta de una persona caminando sobre la nieve se divisó, la tormenta de nieve d ela noche anterior había cubierto todo de una gruesa capa y la joven de cabello rubio no podía caminar de prisa. En sus manos un periódico, se podía notar que era la versión del día de hoy de Journal de Rouen, el diario parisino, bastante importante en Francia. La dama estaba saliendo de un chalet y se dirigía con calma hacia el bosque para hacer una aparición cerca del poblado para comprar provisiones.

Tras la aparición en un lugar cercano al poblado camino hasta la tienda de abarrotes en donde se dirigió a tomar de lo estantes algunos víveres, vinos, pastas, algunas verduras, café y cocoa, con el frío de Alaska no podía faltar. Además de malvaviscos, un par de mujeres y el tendero tenían una conversación bastante entretenida que no pude dejar escuchar.

 

- Cuerpos sin sangre, pálidos y mutilados… es de temer aquí nunca pasa nada así y miren esto, es terrible.

 

El hombre puso la mano en la mujer que parecía que en cualquier momento perdería la cordura y entraría en llanto

 

- Será esclarecido Beatrice, es extraño ya fue informada la policía y dicen que enviaran a hombres a investigar.

 

La otra mujer blanqueo los ojos e hizo una mueca de duda, avance tratando de disimular que no había escuchado nada.

 

- Bon jour Monsieur, quiero pagar esto.

 

El hombre abrió los ojos y con una sonrisa empezó a facturar mis provisiones, mientras yo sacaba del bolsillo una cartera llena de dólares que a los ojos de las damas se abrieron de par en par. Al parecer había exagerado en sacar efectivo muggle, pero quería pasar desapercibida en aquel lugar.

 

- Señorita, ¿es usted quien alquilo Chalet en el bosque?

 

Mire a la mujer de cabello castaño y sonreí asintiendo con la cabeza y con calma, lo que menos quería era una intromisión a mi vida.

 

-si, soy Parisina y quería conocer la belleza del círculo polar, es realmente un lugar mágico este lugar del mundo

 

No disimule nada mi acento francés, aunque siempre hablaba perfecto inglés, quería mantenerlos lejos de mí. La mirada de la otra mujer no se hizo esperar y estuve a punto de blanquear los ojos de fastidio, los muggles eran muy predecibles.

 

-Sus compras señorita

 

Recibí las bolsas con una sonrisa encantadora y deje una propia de más ante el tendero. 

 

-Mercí

 

Me dirigí a la puerta y me despedí con la mano, me dolían la s mejillas de sonreír así. No sé si era mi impresión o simplemente sonreír por disimular me hacía doler el rostro. Me quedé admirando la oscuridad d ela noche en pleno día, lo que me hizo pensar en lo que hablaban: sin sangre, pálidos y mutilados y el sol no llegaría hasta la primavera… vampiros. Al parecer debía mantenerme alerta estando sola en el chalet, sabía lo que le había sucedido a mi madre y no me agradaba la idea