La Torre del Dragón

[Noeline Malfoy McFarlan]

Avanzando por la escalera descubrió que había llegado finalmente al último tramo de la misma. En este piso la escalera moría y sentía la emoción como latía en sus venas, atrás de esa puerta debía de estar el dragón. Peligroso, muy probablemente, pero así mismo hermoso, majestuoso y poderoso.

Cerca de la puerta, levantó la varita y con un movimiento de la misma esta se abrió. Sus ojos de inmediato se centraron en el dragón que sobrevolaba el lugar, las escamas iridiscentes y nacaradas reflejaban una infinidad de colores que lo volvían aún más hermoso. La Malfoy misma, tenía en posesión suya un par de dragones de esa raza. Y los opaleyes, se podía decir sin duda, que eran los más hermosos de su especie.

Volviendo en sí y animada a enfrentarlo se dio cuenta que la habitación no tenía piso y tenía que imitar a su contraparte si quería enfrentarse con él. Para su suerte su experiencia como golpeadora le daba habilidad y la destreza necesario para moverse sobre la escoba aún con las manos libres para poder luchar con el dragón.

Sacó del monedero que llevaba con ella una Nimbus 2000 la cual montó con gran habilidad y sin perder tiempo se lanzó hacia la habitación rodeando al dragón con la varita en alto. El dragón percibió su presencia desde el primer instante,

—Obscuro— salió el hechizo de sus labios cubriendo los ojos del dragón a la vez que daba vueltas alrededor de él para confundirlo. —Incarcerus— continuó enfrentándolo, no quería dañarlo pero la venda que cubría sus ojos ya se había caído y pronto sucedería lo mismo con las cuerdas que ahora lo rodeaban

Sin piedad el dragón abrió sus fauces dejando entrever los largos dientes y liberando una bocanada de fuego. —Aguamenti— dijo en reacción logrando bloquear el fuego y salvando por las justas la piel que recién había sanado. Aunque en su mente se repetía que no quería hacerle daño a la bestia no encontró otra opción que lanzar un —Petrificus Totalus— seguido de un —Desmaius— para alejarlo definitivamente. Vio como el dragón caía inmóvil ante sus ojos y con él la esperanza de encontrar alguna página más del libro de Dumbledore.
 

[Noeline Malfoy McFarlan]

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