Libro del Caos - Enero 2023

[Bakari]

Dicen que la tercera es la vencida. Pero seamos sinceros. ¿A quién le gusta ser vencido? Estos y otros pensamientos algo complicados de dilucidar, pasaban por la mente de aquel mago que sentado en una roca desgastada por el tiempo, observaba aquel lugar tan particular. Sí, era difícil definir en qué parte de la montaña de la luna estaba aquel jardín de rocas y arbustos. Las nubes lo cubrían por momentos para luego desaparecer segundos después como si nunca hubieran existido.

Si miras a tu alrededor descubres que es una plataforma de roca, que sobresale en la ladera norte de la universidad, cien largos metros hasta el desfiladero y cien más hasta la pared lateral de la casa de estudios, estos contados desde la roca en que estaba el mago. Más de quinientos metros de ancho de este a oeste mostrando solo rocas y arbustos que no superan el medio metro. Bakari estaba sentado en una roca justo en el centro de aquel lugar. Doscientos metros al este había una fila intercalada de palmeras y sauces llorones, que solo la diosa sabía qué los mantenía en pie y vivos. Aunque si prestabas atención en algún lado corría un riachuelo tan delgado o tan perdido que era difícil descubrir en dónde exactamente. A la misma distancia hacia el oeste había un círculo de piedra, que parecía ser una mesa, a cuyo alrededor había cuatro banco semicirculares rodeándola.

El sol apenas comenzaba a elevarse, pero era muy temprano, la brisa y las estrellas eran los únicos signos de vida, salvo por algún canto perdido de un ave madrugadora.

—Más vale que llegues a tiempo o te juro que esta vez no diré ni media palabra —Bakari susurró aquellas palabras sobre una esfera de piedra y luego la lanzó al aire, el mensaje llegaría a manos de su destinatario ¿a tiempo? Quien sabe.

Algún tiempo después.

—Estoy desilucionado, soy un maestro de grandes guerreros, eso fue mi trato al ponerme al servicio de vuestra raza, siento que no toma en serio esto —murmuró molesto mientras se ponía de pie y sacudía su vara de cristal.

—Pero volvamos a intentar, eso es lo grandioso del caos y lo terrible a la vez, necesitas tener un nivel mágico para poder obtener los conocimientos que este libro te brinda, pero no importa si eres un mago tan poderoso como yo o uno tan insignificante como —por un momento pareció que iba a decir tú, pero no, tras la casi inexistente pausa continuó hablando —algunos magos y brujas, el azar se burla de todos  e iguala a muchos en el mismo nivel, la suerte será, por ejemplo, si los dados están contra ti, la potencia de tus hechizos podrían reducirse a la mitad, la acción contra ti se multiplicaría o, si pertenecieras a un bando, sería como si olvidaran parte de tus conocimientos ya que no recordarías más que los de un rango inferior al tuyo. Los señores del caos son igual de caprichosos para cualquiera a favor o en contra y las fuentes a favor, abrirán tu mente a poderes superiores si eres de un bando, utilizando el rango superior  o los hechizos se debilitarían a la mitad en sus efectos.

 El guerrero lanzó un bufido. ¿Estaría consciente de cómo utilizar el Libro del Caos? Su vara de cristal dio un golpe en la grava bajo sus pies y esta se desintegró como si fuera arena para luego elevarse como un rocío, hasta formar letras brillantes y doradas frente a él que iban cambiando constantemente.

 —Observa bien con atención, no se trata de lanzar o tomar los dados a la ligera, la suerte, el azar, el caos, son eso, nada más que eso, pero debes saber jugar con ellos, si no pronuncias bien los nombres de estos hechizos caprichosos no podrás hacer que la suerte  juegue a tu favor, si es que lo quiere hacer.

 —A veces ser los más veloces no nos hace los más afortunados y tener al auténtico Señor del Caos no nos garantiza tampoco su verdadera ayuda —la mano del mago se movió con la velocidad del viento y frente a él un dado de siete caras se materializó.

  —Invoco las Fuerzas del Caos para invocar a un Señor del Caos –la sonrisa de Bakari se hizo más amplia mientras los números  variaban y la arena dibujaba ahora a cada uno de los señores del Caos con su número brillando sobre su pecho, como si jugadores de algún equipo de quidditch se tratara.

 —Si tienes la fortuna de que el 1 te favorezca, un cíclope será tu mercenario con los conocimientos de un Mago Oscuro o un Templario y él lanzará para ti un hechizo extra en cada uno de tus siguientes tres turnos, si la fortuna cae en 5, una Ninfa se pondrá a tu  servicio, para curar todo lo que os aqueje al aparecer y será como un episkey o una curación ya que no consume acción vuestra, sino que ella lo hace, hasta os ayudara en caso que debáis defenderos de la Hechicera —Bakari clavó su vara de cristal en el suelo para señalar hacia el primero de los que atacarían a sus invocadores.

 —Si sale un 3 tendrás entre tus manos a un Trol que lo único que hará será atacarte con mobilicorpus o mobiliarbus y durante tres turnos perderás una acción para defenderte de él, y si os sale un 6 la criatura más oscura y de malvada belleza te acosará, la Hechicera buscando que la beses, un finite incantatem en cada uno de los dos  turnos que dura la detendrá porque si os besa, morirás, por eso podéis curaros con la ninfa.

 —Hablemos ahora del Señor del Caos, él viene de dos formas distintas, mediante un 2 te quitará un conjuro, hechizo o aura protectora que tengas, luego te obligará, en cada uno de los tres turnos siguientes a volver a jugar con la suerte —las arenas se arremolinaron y formaron un nuevo dado.

 —Durante tres oportunidades [turnos 2 a 4] tendréis que ver cómo os afecta: con el  1 solo podréis usar hechizos bando contrario ninguno neutral, con el 2 solo hechizos de rango superior y si no eres de ningún bando tendrás una  acción más por turno que ataques y con el 3 solo podrás utilizar  hechizos  de defensa.

 —Pero no te preocupes que si tienes la fortuna de sacar un 4 al invocarle tendrás en esta entidad demoníaca, caprichosa y egocéntrica un momentáneo aliado, que en su aparición curará todas tus heridas, al cual lo haría la ninfa, pero que de nuevo con el mismo azar, jugará contigo en los próximos tres turnos igual que lo hizo antes.

 —Ah pero no crea que me he olvidado de que es un dado de siete caras el que este hechizo pone en juego, el séptimo señor del caos,7. Peeves, a ese lo conoces de Hogwart, este poltergeist  al menos no te obstaculizará, pero no esperes que te ayude tampoco —el uzza hizo una mueca similar a una risa —pero Peeves   [manejado por ti]  y cada rival que esté contigo bromearán sobre tu persona,  a aguantarse las bromas [no bulling] aunque si hubiera otro señor del caos ahí,  se irá,  mala suerte si te curaba, nadie aguanta a Peeves, pero si hay más de un señor de caos invocados solo uno de ellos [a tu elección] desaparecerá del escenario.

 —Dime ¿qué piensas? ¿Qué esperas? ¿Dudas? ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar? —preguntó el Uzza y con un sacudón de su vara de cristal apareció el dado frente al joven mago, como esperando que el joven practicara su magia con él.

@ toji

Editado 12 de Enero del 2023 por Mica Gryffindor